Feb
7
Sometidos por los agujeros negros
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Agujeros negros ~
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Un equipo de astrónomos descubrió la existencia de un discreto agujero negro al observar su efecto en una nube de gas interestelar. Este agujero negro de masa intermedia es solo uno de más de 100 millones que se cree que existen en nuestra galaxia. Esta investigación inaugura un nuevo método para buscar agujeros negros ocultos y nos ayuda a entender mejor los procesos de crecimiento y evolución de éstos.
Cada día se descubren nuevas cosas que antes ignorábamos, y, según se deduce de los hechos a lo largo de la historia.. La Ciencia está en un callejón sin salida, no puede hacer nada para evitarlo, y, lo único que le queda… ¡Es crecer u crecer! En un artículo del Diario ABC pude leer ayer un reportaje sobre los agujeros negros y particularmente sobre el que está en el centro de nuestra Galaxia. Le he puesto algunas imágenes para no hacerlo tan pesado y, aquí os lo dejo:
“Polvo y moléculas en la región central de nuestra galaxia: la imagen de fondo muestra la emisión de polvo en una combinación de datos obtenidos con el telescopio APEX y el Observatorio Espacial Plack en una longitud de onda de 860 micrómetros. La molécula orgánica de cianuro isopropílico con un núcleo de carbono bifurcado (i-C3H7CN, izquierda) así la molécula propilo cianuro normal (n-C3H7CN, derecha) fueron ambas detectadas usando el arreglo de radiotelescopios de Atacama en la región Sagitario B2, a casi 300 años luz de distancia del centro galáctico Sagitario A.”
(Crédito: MPIfR/A. Weiß — imágen de fondo, University of Cologne/M. Koerber — modelos moleculares, amd MPIfR/A. Belloche — montaje)
Esa potentísima fuerza de gravedad que parece ubicarse en el centro de todas las galaxias mantiene a las estrellas unidas pero también es una fatal fuerza destructora.
Los científicos están cada vez más cerca de confirmar que todas las galaxias, esencialmente las espirales y elípticas, mantienen sus cientos de miles de millones de estrellas unidas gracias a una potentísima fuerza de gravedad que se ubica en el centro de cada una de ellas.
Es de destacar que las estrellas de las galaxias espirales giran en torno al núcleo de la galaxia, donde se aglutina el mayor número de estrellas por unidad cúbica, pero parece insuficiente que este grupo constituido de millones de estrellas puedan mantener unidas y girando a su alrededor al resto de las estrellas componentes de una galaxia, en algunos casos, como la galaxia elíptica M 87, con más de un billón de estrellas. Hay algo más, justo en el centro de los núcleos de las galaxias que posee una fuerza superior y que además de mantener compacto el núcleo de la galaxia, mantiene estrellas girando a su alrededor a distancias de cientos de miles de años luz (un año luz equivale a 9,6 billones de km).
La galaxia elíptica M87 (también conocida como Galaxia Virgo A, Virgo A, Messier 87, M87, o NGC 4486) es una galaxia elíptica gigante fácil de ver con telescopios de aficionados. Se trata de la mayor y más luminosa galaxia de la zona norte del Cúmulo de Virgo, hallándose en el centro del subgrupo Virgo A.
“Podría tratarse de estrellas “hinchadas” por las condiciones de gravedad extremas en torno a Sagitario A*, el agujero negro super-masivo del centro galáctico. Se han presentado, en la reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS), los resultados obtenidos sobre tres de estos objetos tras once años de observaciones con el telescopio Keck (Hawaii)”
Nuestra galaxia, la Vía Láctea, mide 100.000 años luz, es como un disco con brazos espirales, muy aplastada y fina, excepto hacia el centro, cuyo bulbo en forma de esfera mide 30.000 años luz de diámetro, pero dentro de esta enorme bola de estrellas viejas, se encuentra el núcleo, aún más denso y compacto, cuyas estrellas se amontonan en espesa multitud, concretamente unos 85 millones de estrellas, que determinó el telescopio de infrarrojos VISTA, un telescopio capaz de atravesar las inmensas nubes de polvo que hay entre nosotros y el núcleo galáctico que es invisible con telescopios ópticos normales. Mientras más nos acerquemos al núcleo galáctico, las estrellas estarán más cerca las unas de las otras.
Estamos en la periferia de la Galaxia, en una región relativamente tranquila, a 27 años luz del centro galáctico. En el interior del Brazo de Orión “abrigaditos” y… ¿seguros?
Cuando comenzaron a formarse las galaxias, algunas estrellas super-masivas comenzaron a agotar su combustible nuclear. Estas estrellas decenas o cientos de veces más masivas que el Sol duran pocos millones de años; el Sol, 10.000 millones de años. Comenzaron a estallar y se convirtieron en brillantísimas supernovas. En todo el Cosmos las supernovas se sucedían y dieron paso a la formación de agujeros negros super-masivos.
La inmensa fuerza de gravedad de estos agujeros negros comenzó a atraer a las estrellas jóvenes en formación o con pocos millones de años de edad. Como si de vórtices se trataran, las estrellas comenzaron a girar alrededor de los agujeros negros, así dice una teoría que se agruparon las estrellas para formar las galaxias.
No es de extrañar. Se han encontrado agujeros negros en los núcleos de casi todas las galaxias, incluso agujeros negros dobles uno girando alrededor del otro. Aquellas galaxias que no suelen contener agujeros negros supermasivos en sus núcleos son galaxias irregulares, cuya estructura amorfa no obedece a las formas bellísimas de las galaxias espirales o elípticas, cuyos agujeros negros les dan la forma.
Los agujeros negros no sólo están en los núcleos de las galaxias, sino en diversas regiones de éstas, aunque estos no suelen ser muy masivos, varias veces la masa del Sol, como el descubrimiento de uno de ellos, de 10 masas solares, en uno de los brazos espirales de la vecina galaxia de Andrómeda, a 2,3 millones de años luz, descubierto gracias a que en ese momento estaba engullendo una estrella emitiendo una poderosa fuente de rayos X. La Vía Láctea posee varios agujeros negros detectados, quizás el más famoso sea Cygnus X-1, un agujero negro de unas 15 masas solares a cuyo alrededor gira una estrella supergigante a la que continuamente roba las capas más externas.
A. N. como sumideros cósmicos
Un agujero negro en una galaxia actúa casi de la misma forma que cuando quitamos el tapón del lavabo y el agua comienza a desaparecer formando una espiral. Los agujeros negros no tragan con tanta rapidez, a pesar de su poderosa fuerza de gravedad, las estrellas están muy distantes y van cayendo poco a poco, mientras que el resto de estrellas sometidas a la fuerza de gravedad del agujero negro super-masivo giran en torno a él esperando su turno.
Los agujeros negros son tan poderosos y dominantes que cuando la materia comienza a caer hacia ellos, se calientan y emiten tanta radiación que equivale a la energía de toda una galaxia de 100.000 millones de estrellas.
Astrónomos europeos tuvieron la ocasión de ver por primera vez cómo un agujero negro de 300.000 masas solares situado en la galaxia NGC 4845 a 47 millones de años luz, arrancaba las capas exteriores de un planeta 15 veces mayor que Júpiter, un planeta errante expulsado de su sistema solar, que ahora gira en torno al agujero negro. Solo el hecho de arrancarle el 10% de la masa puso en alerta a los investigadores, pues se produjo una importante emisión de rayos X.
Grandes emisiones de Rayos X se emiten desde los agujeros negros
El agujero negro super-masivo de nuestra galaxia, de 4,5 millones de masas solares, posee una gran actividad. Prácticamente y a diario, se observan explosiones, aunque no extremas, ello indica que todos los días engulle algo. El telescopio espacial Herchel, ha comprobado que una nube de gas compacta, se dirige hacia nuestro agujero negro y probablemente caiga en él este mismo año. Por otro lado estrellas cercanas al mismo, giran a velocidades de vértigo y serán su próxima comida. El Sistema Solar que se encuentra a 28.000 años luz del agujero negro gira gracias a éste y alrededor de nuestra galaxia a una velocidad de 960.000 km/h.
Los agujeros negros, forman las galaxias, mantienen unidas a sus estrellas, pero a cambio, se nutren de ellas. ¿Será el destino de las galaxias acabar en el interior del agujero negro supermasivo que contienen?
Chandra :: Photo Album :: M87 :: 18 Aug 10
Agujeros negros super-masivos distorsionan las galaxias, y emiten poderosos jets de energía y materia a cientos de miles de años luz de distancia, es el caso del agujero negro de la galaxia M 87 con 3.000 millones de masas solares. M 87 sigue engullendo otras galaxias menores y el agujero negro no para de alimentase. Los astrónomos creen que el límite de un agujero negro puede ser el de una masa de 50.000 millones de soles, es decir, la mitad de la masa de nuestra propia Galaxia. Un agujero negro de estas características no tendría límites y podría absorber una galaxia tranquilamente, por lo que se convertiría en el mayor destructor del Universo.
Pero, ¿Qué es un agujero negro?
Un agujero negro se produce cuando las estrellas muy masivas, a partir de 2,5 veces la masa solar, llegan al final de su vida, se detienen las reacciones termonucleares que hacen que la estrella se expanda y la gravedad se encarga de encoger a la estrella hasta el tamaño de la Tierra (enana blanca), si la gravedad consigue aplastar aún más a la estrella, se convertirá en una estrella de neutrones, del tamaño de una ciudad, donde un cm cúbico pesa millones de toneladas. Pero si no consigue pararse en ese tamaño, se aplastará aún más convirtiéndose en un objeto diminuto, pero con la masa de varias, decenas, cientos o miles de soles.
Ni la luz que viaja a 299458792 metros por segundo puede escapar de su inmensa fuerza de Gravedad y cuando “engulle” materia emite grandes ráfagas de radiaciones de rayos X
Para escapar de la Tierra hace falta una velocidad de 11,2 km/s. Si no conseguimos alcanzarla caeremos otra vez a nuestro planeta. Pero un agujero negro posee tanta fuerza de gravedad, que ni siquiera la luz, que es lo más rápido y que viaja a 300.000 km/s podría escapar del agujero negro. Si nos pudiéramos poner en un agujero negro (vamos a imaginarlo porque no es muy probable) y encender una linterna, veríamos cómo la luz de la linterna intentaría escapar del agujero negro, pero se doblaría y volvería hacia nosotros. Así son los objetos más poderosos del Universo.
Una colisión gigante histórica entre dos agujeros negros ha dado lugar al agujero negro más masivo jamás detectado con ondas gravitacionales.
En la imagen
Interpretación de la fusión binaria de agujeros negros responsable de la señal GW190521. El espacio-tiempo está distorsionado por la señal y las mini cuadrículas de color turquesa y naranja representan los efectos de arrastre debido a los agujeros negros que giran individualmente. El fondo sugiere un cúmulo de estrellas, uno de los posibles entornos en los que podría haber ocurrido GW190521.
FOTOGRAFÍA DE RAÚL RUBIO, VIRGO VALENCIA GROUP, THE VIRGO COLLABORATION
Los agujeros negros hunden el espacio y distorsionan el tiempo. En estudio está que estos objetos sean atajos espaciales que en un futuro nos lleven a lugares muy distantes del Universo sin que apenas pase el tiempo.
Noticia de Prensa
Feb
17
¡Objetos misteriosos!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Agujeros negros ~
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Kip Thorne, especialista en Agujeros Negros e impulsor del Proyecto LIGO que localizó las ondas gravitacionales (por lo que le dieron el Nobel), nos cuenta en uno de sus libros, cómo algunos científicos especializados como él, pudieron despejar muchas de las incógnitas escondidas en los misteriosos objetos.
La idea de que Agujeros negros gigantes podían activar los cuásares y las radio-galaxias fue concebida por Edwin Salpeter y Yakov Borisovich Zel´dovich en 1964. Esta idea era una aplicación obvia del descubrimiento de dichos personajes de que las corrientes de gas, cayendo hacia un agujero negro colisionarían y radiarían.
Una descripción más completa y realista de la caída de corriente de gas hacia un agujero negro fue imaginada en 1969 por Donald Lynden-Bell, un astrofísico británico en Cambridge. Él argumentó convincentemente, que tras la colisión de las corrientes de gas, estas se fundirían, y entonces las fuerzas centrífugas las harían moverse en espiral dando muchas vueltas en torno al agujero antes de caer dentro; y a medida que se movieran en espiral, formarían un objeto en forma de disco, muy parecidos a los anillos que rodean el planeta Saturno: Un disco de Acreción lo llamó Lynden-Bell puesto que el agujero está acreciendo (todos hemos visto la recreación de figuras de agujeros negros con su disco de acreción).
En Cygnus X-1, en el centro galáctico, tenemos un Agujero Negro modesto que, sin embargo, nos envía sus ondas electromagnéticas de rayos X. En el disco de acreción, las corrientes de gas adyacentes rozarán entre sí, y la intensa fricción de dicho roce calentará el disco a altas temperaturas.
Imagen del quásar 3C273 captada por el telescopio espacial Hubble
“Un equipo de científicos de diferentes países, entre ellos Alemania, EE.UU. y Francia, han estudiado por primera vez con gran detalle el entorno del quásar 3C273 ubicado fuera de galaxia de la Vía Láctea, logrando medir la masa de su agujero negro con una precisión sin precedentes, según refleja su estudio, publicado en la revista Nature.”
En los años ochenta, los astrofísicos advirtieron que el objeto emisor de luz brillante en el centro de 3C273, el objeto de un tamaño de 1 mes-luz o menor, era probablemente el disco de acreción calentado por la fricción de Lynden-Bell.
Fue en 1963 cuando M. Schmidt identificó por primera vez al quasar 3C 273
Normalmente pensamos que la fricción es una pobre fuente de calor. Sin embargo, puesto que la energía gravitatoria es enorme, mucho mayor que la energía nuclear, la fricción puede realizar fácilmente la tarea de calentar el disco y hacer que brille con un brillo 100 veces mayor que la galaxia más luminosa.
¿Cómo puede un agujero negro actuar como un giróscopo? James Bardeen y Jacobus Petterson de la Universidad de Yale comprendieron la respuesta en 1975: si el agujero negro gira rápidamente, entonces se comporta precisamente como un giróscopo. La dirección del eje del giro permanece siempre firme fijo e inalterado, y el remolino creado por el giro en el espacio próximo al agujero permanece siempre firmemente orientado en la misma dirección.
Bardeen y Petterson demostraron mediante un cálculo matemático que este remolino en el espacio próximo al agujero debe agarrar la parte interna del disco de acreción y mantenerlo firmemente en el plano ecuatorial del agujero; y debe hacerlo así independientemente de cómo esté orientado el disco lejos del agujero.
A medida que se captura nuevo gas del espacio interestelar en la parte del disco distante del agujero, el gas puede cambiar la dirección del disco en dicha región, pero nunca puede cambiar la orientación del disco cerca del agujero. La acción giroscópica del agujero lo impide. Cerca del agujero el disco sigue y permanece siempre en el plano ecuatorial del mismo.
Sin la solución de Kerr a la ecuación de campo de Einstein, esta acción giroscópica hubiera sido desconocida y habría sido imposible explicar los cuásares. Con la solución de Kerr a mano, los astrofísicos de mitad de los años setenta estaban llegando a una explicación clara y elegante. Por primera vez, el concepto de un agujero negro como un cuerpo dinámico, más que un simple “agujero en el espacio”, estaba jugando un papel central en la explicación de las observaciones de los astrónomos.
¿Qué intensidad tendrá el remolino del espacio cerca de un agujero gigante? En otras palabras, ¿Cuál es la velocidad de rotación de los agujeros gigantes? James Bardeen dedujo la respuesta: demostró matemáticamente que la acreción de gas por el agujero debería hacer que el agujero girase cada vez más rápido. Cuando el agujero hubiera engullido suficiente gas en espiral para duplicar su masa, el agujero debería estar girando casi a su velocidad máxima posible, la velocidad más allá de la cual las fuerzas centrífugas impiden cualquier aceleración adicional. De este modo, los agujeros negros gigantes deberían tener típicamente momentos angulares próximos a su valor máximo.
En las imágenes podemos contemplar galaxias que se fusionarán y, sus agujeros negros centrales se harán gigantes
¿Cómo puede un agujero negro y su disco dar lugar a dos chorros que apuntan en direcciones opuestas? De una forma sorprendentemente fácil, reconocieron Blandford, Rees y Lynden-Bell en la Universidad de Cambridge a mediados de los setenta. Hay cuatro formas posibles de producir chorros; cualquiera de ellas funcionaria, y, aquí, donde se explica para el no versado en estos objetos cosmológicos, sólo explicaré el cuarto método por ser el más interesante:
El Agujero es atravesado por la línea de campo magnético. Cuando el agujero gira, arrastra líneas de campo que le rodean, haciendo que desvíen el plasma hacia arriba y hacia abajo. Los chorros apuntan a lo largo del eje de giro del agujero y su dirección está así firmemente anclada a la rotación giroscópica del agujero. El método fue concebido por Blandford poco después de que recibiera el doctorado de física en Cambridge, junto con un estudiante graduado de Cambridge, Roman Znajek, y es por ello llamado el proceso Blandford-Znajet.
Algunos dicen que en los agujeros negros está la puerta hacia la quinta dimensión (una idea peregrina), si miramos la manera en que ataca a una estrella vecina y la engulle, no creo que la lleve a dar una vuelta por esa quinta dimensión que imaginó Kaluza.
Este proceso es muy interesante porque la energía que va a los chorros procede de la enorme energía rotacional del agujero (esto debería parecer obvio porque es la rotación del agujero la que provoca el remolino en el espacio, y es el remolino del espacio el que provoca la rotación de las líneas de campo y, a su vez, es la rotación de las líneas de campo la que desvía el plasma hacia fuera.)
¿Cómo es posible, en este proceso Blandford-Znajet, que el horizonte del agujero sea atravesado por líneas de campo magnético? tales líneas de campo serían una forma de “pelo” que puede convertirse en radiación electromagnética y radiada hacia fuera, y por consiguiente, según el teorema de Price, deben ser radiadas hacia fuera. En realidad, el teorema de Price solo es correcto si el agujero está aislado, lejos de cualquier otro objeto.
Pero el agujero que estamos discutiendo no está aislado, está rodeado de un disco de acreción. Así que las líneas de campo que surgen del agujero, del hemisferio norte y las que salen del hemisferio sur se doblarán para empalmarse y ser una continuación una de otra, y la única forma de que estas líneas puedan entonces escapar es abriendo su camino a través del gas caliente del disco de acreción. Pero el gas caliente no permitirá que las líneas de campo lo atraviesen; las confina firmemente en la región del espacio en la cara interna del disco, y puesto que la mayor parte de dicha región está ocupada por el agujero, la mayoría de las líneas de campo confinadas atravesarán el agujero.
¿De donde proceden esas líneas de campo magnético? Del propio disco.
Cualquier gas en el Universo está magnetizado, al menos un poco, y el gas del disco no es una excepción. Conforme el agujero acrece, poco a poco, gas del disco, el gas lleva con él líneas de campo magnético. Cada pequeña cantidad de gas que se aproxima al agujero arrastra sus líneas de campo magnético y, al cruzar el horizonte, deja las líneas de campo detrás, sobresaliendo del horizonte y enroscándose. Estas líneas de campo enroscadas, firmemente confinadas por el disco circundante, extraerían entonces la energía rotacional del agujero mediante el proceso de Blandford-Znajet.
Los métodos de producir chorros (orificios en una nube de gas, viento de un embudo, líneas de campo arremolinadas ancladas en el disco, y el proceso Blandford-Znajet) actúan probablemente, en grados diversos, en los cuásares, en las radiogalaxias y en los núcleos característicos de algunos otros tipos de galaxias (núcleos que se denominan núcleos galácticos activos).
El 16 de marzo de 2013 se cumplió medio siglo del descubrimiento de que los cuásares eran objetos extra-galácticos muy brillantes y a enormes distancias de nosotros.
Si los cuásares y las radio-galaxias están activados por el mismo tipo de máquina de agujero negro, ¿Qué hace que parezcan tan diferentes? ¿Por qué la luz de un cuásar aparece como si procediera de un objeto similar a una estrella, intensamente luminoso y de un tamaño de 1 mes-luz o menos, mientras que la luz de radio-galaxias procede de un agregado de estrellas similar a la Vía Láctea, de un tamaño de 100.000 años-luz?
“Vista de radio galaxia NGC 4261 elíptico. La galaxia elíptica gigante NGC 4261 es una de las 12 galaxias más brillantes del cúmulo de Virgo, situado a 45 millones de años luz de distancia.”
Parece casi seguro que los cuásares no son diferentes de las radio-galaxias; sus máquinas centrales también están rodeadas de una galaxia se estrellas de un tamaño de 100.000 años luz. Sin embargo, en un cuásar el agujero negro central está alimentado a un ritmo especialmente elevado por el gas de acreción y, consiguientemente, el calentamiento friccional del disco es también elevado. Este calentamiento del disco hace que brille tan fuertemente que su brillo óptico es cientos o miles de veces que el de todas las estrellas de la galaxia circundante juntas.
Los astrónomos, cegados por el brillo del disco, no pueden ver las estrellas de la galaxia, y por ello el objeto parece “cuasi estelar” (es decir, similar a una estrella; como un minúsculo punto luminoso intenso) en lugar de parecer una galaxia.
La región más interna del disco es tan caliente que emite rayos X; un poco más lejos el disco está más frío y emite radiación ultravioleta; aún más lejos está más frío todavía y emite radiación óptica (luz); en su región mas externa está incluso más frío y emite radiación infrarroja. La región emisora de luz tiene típicamente un tamaño de aproximadamente un año-luz, aunque en algunos casos, tales como 3C273, puede ser de un mes luz o más pequeña.
Estas explicaciones para los cuásares y las radio-galaxias basadas en agujeros negros son tan satisfactorias que es tentador asegurar que deben ser correctas.
Ambos, Planck y Einstein, con su ingenio, nos abrieron las puertas de nuevos horizontes: El primero sembró la semilla de lo que sería la Mecánica Cuántica, y, el segundo, nos trajo una nueva Cosmología.
Está claro que hemos podido acceder a muchos conocimientos que no hace mucho tiempo eran impensables pero, las teorías de Einstein y Planck, deben ser sobrepasadas y debemos ir mucho más lejos, allí donde residen esas respuestas que hasta el momento nadie ha sabido dar y que responderán a preguntas que fueron posibles formular, gracias a Einstein y Planck, ya que, sin los conocimientos que ellos nos hicieron llegar, no podríamos intuir que hay muchas cosas que están más allá de sus postulados.
emilio silvera
Nov
4
¡Increíbles estructuras!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Agujeros negros ~
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Recreación artística de un agujero negro. /NASA/JPL-Caltech
Un enorme agujero negro, cien mil veces más masivo que el Sol, se ha encontrado detrás de una nube de gas tóxico que flota alrededor del corazón de la Vía Láctea. Este gigante invisible sería el segundo más grande que se ha visto en nuestra galaxia después de Sagitario A, el agujero negro super-masivo ubicado en su centro. El nuevo descubrimiento, publicado en Nature Astronomy es la mejor evidencia de una clase de agujeros negros de masa intermedia, cuya existencia podría explicar cómo crecen los agujeros negros super-masivos.
En el centro galáctico se observan estrellas que llevan más de 20 años dando vueltas alrededor del Agujero Negro que allí habita.
Imagen del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, donde hay un agujero negro. Un agujero más masivo tendrá un mayor horizonte de sucesos (la frontera a partir de la cual nada, si siquiera la luz, puede escapar). Un agujero de 10.000 millones de soles en el centro de la Vía Láctea tendría un horizonte inmenso.
Los dos agujeros negros más masivos que se encontraron hasta la fecha fueron hallados en el corazón de dos galaxias gigantes, situadas a varios cientos de millones de kilómetros de la Tierra. Los agujeros negros tienen una masa más de 10 mil millones de veces mayor a la del Sol, un récord, indica un artículo publicado en la revista científica Nature.
Casi siempre la unión de dos agujeros negros gigantes vienen de la mano de la colisión de las galaxias que los contienen en su centro galáctico. Y, además de que la galaxia se transmuta en una sola mayor, el agujero también.
Localizan cientos de agujeros negros gigantes que no paran de crecer (Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/55686-localizan-cientos-agujeros-negros-gigantes-paran-crecer) La noticia nos dice que la nueva concentración está tan alejada de la Tierra que está literalmente situada “al borde del Tiempo”, ya que algunos se encuentran a una distancia de varios miles de millones de años luz de la Tierra.

La estrella, bautizada como SO-102, está orbitando cerca del agujero negro situado en el centro de la Vía Láctea cada 11 años y medio terrestres, mucho más rápido que los 60 años o más que normalmente les lleva al resto de las estrellas orbitar alrededor del mismo. Esta es la segunda estrella descubierta que presenta una órbita tan corta, -la otra, SO-2, gravita alrededor del agujero negro cada 16 años- gracias a nuevas técnicas mejoradas de imagen.


Esta ilustración muestra las órbitas de los objetos en el sistema estelar triple HR 6819. El sistema consta de una estrella interior (órbita en azul) y un agujero negro (órbita en rojo), así como una tercera estrella en una órbita más amplia (también en azul).


Oct
23
Pululando por la Red
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Agujeros negros, General ~
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Bienvenidos a mi sitio, soy Abdel Majluf, cosmólogo, investigador y divulgador científico. Durante el último tiempo, me he dedicando a investigar y encontrar respuesta a los misterios del Universo. Hoy que he aprendido a conocerlo un poco mas, quiero compartir esa información.





Una cosa debemos tener clara: Aún sabiendo muchas cosas sobre los Agujeros negros y de su procedencia, como funcionan, su “singularidad” y el Horizonte de sucesos, de cómo atrae a la luz y engulle a las estrellas vecinas… ¡Nos quedea mucho por saber.
Jun
21
Sagitario A
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Agujeros negros ~
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MADRID, (EUROPA PRESS)
Los agujeros negros “no devoran todo lo que es lanzado hacia ellos”, según un estudio publicado en la revista ‘Science’ que se basa en la observación de Sagitario A, un agujero negro con 4 millones más de masa que el sol, situado a 26.000 años luz de la Tierra en la Vía Láctea.
“Contrariamente a lo que piensan algunas personas, los agujeros negros no devoran todo lo que es lanzado hacia ellos. Sagitario A* está aparentemente encontrando mucha comida difícil de engullir”, explica gráficamente Feng Yuan, investigador del Observatorio Astronómico de Shanghai y coautor del estudio.
Utilizando el teslescopio Chandra de rayos X de la NASA, los investigadores han descubierto que menos de un 1 por ciento del gas que rodea al agujero negro llega a alcanzar el punto de no retorno, también conocido como horizonte de sucesos, el lugar en el que es atrapada cualquier materia.
En lugar de eso, una gran cantidad de gases es expulsado antes de alcanzar el punto de no retorno. “La mayoría del gas debe ser lanzado fuera para que una pequeña parte pueda alcanzar el agujero negro”, explica Feng Yuan.
Este nuevo descubrimiento es el resultado de una ambiciosa campaña de observación con el teslescopio Chandra de rayos X que ha permitido a los investigadores recoger datos durante cinco semanas del agujero negro, el único descubierto hasta ahora los suficiente cerca de la Tierra como para poder observar en detalle lo que sucede a su alrededor.
Los investigadores captaron durante estas semanas imágenes de rayos X del gas supercaliente presente cerca del agujero negro. Según han podido observar los científicos, el agujero negro captura gas expulsado por estrellas cercanas y lo proyecta más allá de su punto de no retorno para que se enfríe y pueda ser absorbido.
El gas que tiene cerca Sagitario A* está muy caliente y difuso, por lo que es difícil para el agujero negro capturarlo y engullirlo, lo que convierte a este agujero negro de la Vía Láctea en “uno de los más fríos” vistos por el coautor del estudio Sera Markoff, de la Universidad de Amsterdam. Los agujeros negros capaces de activar cuásar y producir grandes cantidades de radiación tendrían a mano reservas de gases más fríos y densos que Sagitario A*, de acuerdo a la teoría de los investigadores.
La NASA ha señalado que el estudio tiene “importantes implicaciones en la comprensión de los agujeros negros”. Así por ejemplo, podría ayudar a enteder la sombra que se ve en el horizonte de sucesos que rodea a Sagitario A* y que contrasta con el brillo de la materia que envuelve al agujero negro.