Abr
24
¡Nuestro Mundo!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
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La Tierra, nuestro pequeño mundo, es un planeta privilegiado que ha ofrecido durante Eones, a todas las especies que lo poblaron, los medios que necesitaban para vivir. Los cambios naturales de su evolución produjeron diferentes escenarios y mediante grandes extinciones masivas los especies fueron mermadas, las pocas que sobrevivieron están ahora aquí con nosotros (el 1%), y, no sabemos en el Futuro lo que pueda pasar, ya que, al parecer, dentro de 1.700 Millones de años, la Tierra se saldrá de la zona habitable, y, también otros fenómenos naturales podrán cambiar lo que ahora conocemos.
Algún día lejos en el Futuro, la Humanidad, si quiere que la especie no se extinga, tendrá que tener los medios necesarios (que ahora no tenemos), para poder dar el salto final hacia las estrellas que es nuestro destino final y también (no lo olvidemos), es nuestro origen, ya que, sin estrellas no estaríamos aquí. En las estrellas se “fabricaron los elementos de los que estamos hechos todos los seres vivos conocidos.
¿Dónde podremos estar dentro de 1.000 años?
¿Qué cambios se producirán en el planeta en los próximos siglos?
¿Vendrá algún meteorito de grandes dimensiones a visitarnos?
¿Qué cambios podrán producir las placas tectónicas en el Futuro?
¿Seremos nosotros los responsables de nuestra propia destrucción con la Inteligencia Artificial?
¿Construiremos un Acelerador de Partículas de tantas energías que finalmente provocará una debacle?
¿Llegaremos a conseguir que el proceso de humanización finalice antes de que sigamos matándonos?
Como veréis las preguntas son más que las respuestas, y, precisamente por eso, aquel filósofo decía:
“Cambiaría todo lo que se, por la mitad de lo que no se”
Seguiremos adelante sabiendo que el Futuro siempre será… ¡Incierto!
Abr
24
Un fino equilibrio que nos permite estar aquí
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Astronomía y Astrofísica ~
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Las estrellas típicas como el Sol, emiten desde su superficie un viento de partículas cargadas eléctricamente que barre los atmósferas de los planetas en órbitas a su alrededor y a menos que el viento pueda ser desviado por un campo magnético, los posibles habitantes de ese planeta lo podrían tener complicado soportando tal lluvia de radiactividad. En nuestro sistema solar el campo magnético de la Tierra ha protegido su atmósfera del viento solar, pero Marte, que no está protegido por ningún campo magnético, perdió su atmósfera hace tiempo.
Probablemente no es fácil mantener una larga vida en un planeta del Sistema solar. Poco a poco hemos llegado a apreciar cuán precaria es. Dejando a un lado los intentos que siguen realizando los seres vivos de extinguirse a sí mismos, agotar los recursos naturales, propagan infecciones letales y venenos mortales y emponzoñar la atmósfera, también existen serias amenazas exteriores.
Contaminamos nuestro entorno y ciudades, los océanos, incluso el Espacio exterior, y, estamos a merced de la posible caída de grandes pedruscos que podrían provocar grandes calamidades, no digamos de pandemias y otros terrores
Los movimientos de cometas y asteroides, a pesar de tener la defensa de Júpiter, son una seria y cierta amenaza para el desarrollo y persistencia de vida inteligente en las primeras etapas. Los impactos no han sido infrecuentes en el pasado lejano de la Tierra habiendo tenido efectos catastróficos. Somos afortunados al tener la protección de la luna y de la enorme masa de Júpiter que atrae hacia sí los cuerpos que llegan desde el exterior desviándolos de su probable trayectoria hacia nuestro planeta.
La caída en el Planeta de uno de estos enormes pedruscos podría producir extinciones globales y retrasar en millones de años la evolución. Como se supone que pasó con aquellos grandes animales del Jurásico.