Ene
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Incertidumbre, Orden, Caos, Entropía…Vida.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Entropía ~ Comments (1)
Moléculas, átomos y conexiones para formar pensamientos
Imaginemos una mente inteligente que, en todo momento, pudiera tener conocimiento de todas las fuerzas que controlan la Naturaleza y también, de las condiciones en que se encuentran en cada momento todas las unidades de que consta ésta. Si esta mente tuviera una inteligencia suficiente para analizar todos estos datos, podría abarcar en una sola fórmula los movimientos de los cuerpos de mayor tamaño del universo y los de los átomos más ligeros; para ella nada sería incierto; el futuro y el pasado estarían ambos presentes ante sus ojos.
Esto sería Inteligencia Artificial
El equivalente moderno de esta mente sería un superordenador que conociera todas las posiciones y las velocidades de todas las partículas del universo, y pudiera utilizar las leyes de Newton y las que describen las fuerzas de la naturaleza (como la gravedad y el electromagnetismo), no solo para predecir la trayectoria futura de cada partícula, sino para averiguar toda la historia de su procedencia –porque en las leyes de Newton no hay nada que nos revele la dirección del tiempo y funcionan de la misma manera si éste transcurre en sentido contrario, como podemos ver fácilmente si nos imaginamos el proceso inverso del choque entre dos bolas de billar, o si invertimos el movimiento orbital de todos los planetas del Sistema Solar-.
No hay una flecha del tiempo en las leyes de Newton y, según Laplace y muchos otros, estas leyes parecen describir un mundo completamente determinista en el cual el pasado y el futuro están fijados de una manera rígida y no hay lugar para el libre albedrío.
Lo que ninguno de estos científicos parece haber observado es que el argumento fundamental se desploma si, en cualquier momento y lugar del universo, se produce una colisión simultánea entre tres partículas –aunque la valoración de si esto sería suficiente para restablecer el libre albedrío es una cuestión cuya discusión prefiero dejar a la filosofía.
El tiempo y la entropía destructora que siempre aumenta en un sistema cerrado. Considerado como sistema cerrado el Universo aumenta su entropía sin que nada lo pueda evitar..
En la física del movimiento y sus causas -Dinámica- las leyes de la naturaleza funcionan tanto si el tiempo transcurre “hacia adelante” como también si lo hiciera “hacia atrás”, es decir que son simétricas y reversibles en el tiempo. Si filmamos un choque entre dos partículas, o la órbita de un planeta entorno a su sol, y pasamos la película al revés, notaremos que las trayectorias están invertidas, lo cual es totalmente coherente para la física: no hay nada que nos indique que el tiempo está trascurriendo en sentido contrario. Si las leyes de la naturaleza no distinguen entre el pasado y el futuro, entonces ¿por qué notamos que el tiempo fluye en un sentido y no en otro? ¿De dónde sale esa asimetría del tiempo? ¿Por qué recordamos el pasado pero no el futuro?
Este mismo problema relativo al tiempo se planteó a partir de uno de los mayores triunfos de la física del siglo XIX: la investigación de la naturaleza de la luz y de otras formas de radiación electromagnética, que tuvo su momento culminante en la obra del escocés James Clerk Maxwell (1831-1879). La explicación dada por Maxwell sobre la radiación electromagnética se basa en la obra de Michael Faraday, que vivió entre 1791 y 1867, y propuso la definición de los “campos” eléctrico y magnético que surgen en torno a los objetos que poseen una carga eléctrica.
Fue Faraday el primero en sugerir que la luz podría estar producida por algún tipo de vibración de las líneas de fuerza asociadas con imágenes y partículas “cargadas”, que vibrarían como lo hacen las cuerdas de un violín al ser pulsadas. El problema estaba en que, Faraday, carecía de los conocimientos matemáticos necesarios para desarrollar la idea de maneta tal que se desarrollara un modelo perfectamente configurado. Así, en la década de 1860, llegó Maxwell para rematar el trabajo de Faraday con sus maravillosas ecuaciones vectoriales para demostrar que todos los fenómenos eléctricos y magnéticos conocidos en aquella época, incluido el comportamiento de la luz, podía ser descrito mediante un conjunto de sólo cuatro ecuaciones, que actualmente se denominan ecuaciones de Maxwell.
Statue of J. Clerk Maxwell
Newton y Maxwell, dieron al mundo el conjunto de herramientas matemáticas necesarias para controlar todo lo que la física conocía a mediados del siglo XIX. Por otra parte, lo más maravilloso de las ecuaciones de Maxwell era que, sin que se hubiera pedido, proporcionaban una descripción de la luz –las ecuaciones se crearon para describir otros fenómenos electromagnéticos, pero incluían en sí misma una solución que describía las ondas electromagnéticas que se desplazaban por el espacio a cierta velocidad- Esta velocidad es exactamente la de la luz (que ya había quedado bien determinada en la década de 1860 y pronto podría medirse con una precisión aún mayor), no dejando lugar a dudas de que la luz se desplaza como una onda electromagnética.
Las ecuaciones de Maxwell tienen dos características curiosas: una de ellas pronto tendría un profundo impacto en la física, y la otra fue considerada hasta tiempos muy recientes sólo como una rareza de menor importancia. La primera característica innovadora de estas ecuaciones es que dan la velocidad de la luz como un valor constante, independientemente de cómo se mueva su fuente con respecto a la persona o al aparato que mida su velocidad (Einstein lo supo ver con claridad cuando lo incorporó a su teoría de la relatividad especial).
La Flecha del Tiempo en el Universo…siempre hacia el futuro. Es el inexorable transcurrir del Tiempo lo que todo lo cambia marchando en la única dirección. El Presente se hace Pasado, corre hacia el futuro pero… ¡Nunca lo alcanzará!
Claro que, como todo, también las ecuaciones de Maxwell tenían sus limitaciones, especialmente en la descripción de fenómenos que se producen a escalas muy pequeñas, tales como el comportamiento de los átomos y de las partículas que los componen. En este caso, es preciso modificar tanto la descripción clásica de las descripciones electromagnéticas (Maxwell), como la descripción clásica de las interacciones entre partículas (Newton), fenómenos en los cuales se cumplen las reglas de la física cuántica. Así, las ecuaciones de Maxwell, como las de Newton, tampoco contienen la flecha del tiempo.
Lo que fue durante mucho tiempo la explicación habitual la razón por la que vemos una dirección predominante del tiempo surgió a partir de otro gran triunfo de la física del siglo XIX: la descripción de la relación entre calor y movimiento (termodinámica). Esto tuvo una importancia práctica fundamental en el mundo industrial cuando se utilizaba la fuerza de las máquinas de vapor.
Lo cierto es que, la importancia de la termodinámica reside en que permite a los físicos explicar el comportamiento de gran número de objetos –en especial, partículas de gas- que, en cierto sentido, funcionan juntos en un sistema complejo. Esto incluye el uso de promedios y estadísticas, pero se basa en gran medida en la idea de que un gas está constituido por una cantidad innumerable de partículas diminutas (átomos y moléculas) que no cesan de rebotar y chocar entre sí y con las paredes del recipiente que las contiene, cumpliendo las leyes del movimiento de Newton. Esta teoría cinética de los gases fue un ejemplo importante del modo en que las leyes universales de la física ponían orden en el caos.
La palabra “gas” fue acuñada por el físico flamenco Joannes van Helmont a partir de la palabra griega que significa “caos”; este término apareció impreso por primera vez en el libro de van Helmont titulado Ortus medicinae, publicado cuatro años después del fallecimiento de Joannes, en 1648. La idea de que los gases eran como un caos se consideró acertada durante trescientos años, hasta que Maxwell desde Gran Bretaña, y su contemporáneo Ludwig Boltzmann, desde Viena, consolidaron la teoría cinética (que hasta entonces había sido sólo una especulación), dándole una firme base científica fundamentada en las leyes de Newton.
Lo que actualmente se conoce como segundo principio de la termodinámica se puede expresar de muchas formas diferentes, pero su primer enunciado se debe al físico británico William Thomson (quien fuera posteriormente lord Kelvin) en 1852. La cuestión principal sobre la que Thomson llamó la atención era la idea de la disipación –que, aunque el modo en que funciona el mundo natural se puede describir como un gran motor que convierte el calor en trabajo (o en movimiento, que viene a ser lo mismo), debe haber siempre algo de calor que se disipa durante el proceso, aunque realmente no se pierde, sino que se propaga por todo el universo, haciendo que la temperatura global suba una pizca, una cantidad imperceptible-Esto va más allá del principio, o ley, de la conservación de la energía (el primer principio de la termodinámica), porque en este caso, aunque la cantidad total de energía del mundo (expresión con la que los victorianos se referían a lo que actualmente llamaríamos el universo) se mantiene siempre igual, la cantidad de energía útil siempre está disminuyendo. Esto implica que los físicos necesitaban un método para cuantificar la cantidad de energía útil existente en un sistema cerrado, o en el mundo (el universo en toda su amplitud), de tal manera que pudiera tenerla en cuenta y manejarla en sus ecuaciones. Esto indujo a Rudolf Clausius a proponer el concepto de entropía, lo cual hizo en Alemania a mediados de la década de 1860.
La entropía mide la cantidad de orden que hay en un sistema y, si el desorden aumenta, también lo hace la entropía. Sabiendo que en el mundo real el desorden crece en todo sistema cerrado (las cosas se desgastan) a medida que pasa el tiempo, el inevitable aumento de la entropía define una dirección del tiempo, una flecha que parte del pasado ordenado y apunta hacia el futuro desordenado. Dado que este proceso parecía inevitable y universal, los especialistas en termodinámica de la era victoriana preveían un destino último del universo en el que toda la energía útil se habría convertido en calor y todo sería una mezcla templada de materia a temperatura uniforme, una situación desoladora que llamaban la “muerte térmica” del universo.
La vida, por supuesto, parece desafiar este proceso creando orden y estructuras a partir de materiales desordenados (o, en todo caso, menos desordenados). No parece más que, el Universo, actúa como si tuviera una consciencia y, hubiera creado la vida para que, a través de ella, pudiera evitar ese final. Una planta, por ejemplo, construye su estructura, y puede fabricar flores de gran belleza, a partir del dióxido de carbono, agua y unos pocos restos de otros productos químicos. Pero sólo puede hacerlo con la ayuda de la luz solar, es decir, con energía procedente de una fuente externa. La Tierra, y en particular la vida que se desarrolla en ella, no es un sistema cerrado. Es posible demostrar, utilizando las ecuaciones desarrolladas por Thomson, Clausius y sus contemporáneos, que, en cualquier lugar del Universo donde aparece un foco de orden, esto se hace a costa de que se produzca más desorden en otro lugar.
Una explosión Supernova de una estrella masiva nunca podrá volver a su estado original. La estrella como sistema cerrado, llegó al Caos total con el paso del Tiempo y explotó para transformarse en una cosa distinta de la que fue.
A escala macroscópica, según unas leyes deducidas a partir de experimentos y observación siguiendo procedimientos científicos aprobados, ensayados y comprobados, el universo actúa de un modo irreversible. Nunca se puede hacer que las cosas vuelvan a ser como solían, todo lo que surge, aunque nos parezca igual, no lo es. Todo lo nuevo que surge a partir de lo que había, está más evolucionado y, de alguna manera, es diferente. Pero precisamente en nuestro sencillo y clásico ejemplo de irreversibilidad termodinámica, la entropía y la flecha del tiempo podemos observar con claridad la dicotomía aparente entre el mundo macroscópico y el mundo microscópico. A nivel de los átomos y las moléculas que componen el gas (en realidad un nivel sub-microscópico, pero nadie lo tiene en cuenta), toda colisión es, según las leyes de Newton, perfectamente reversible y, en ese modelo del movimiento inverso no habría nada que estuviera prohibido por las leyes de Newton. Obedeciendo ciegamente esas leyes, los átomos y las moléculas recorrerían su camino inverso para volver a quedarse en su posición original, con independencia del número de sucesos e interacciones que pudieran haber sufrido durante el proceso. Sin embargo, en el mundo real, nunca vemos que los sistemas actúen de esa manera. Las civilizaciones pasan y llegan otras nuevas, aquellas que se fueron, nunca volverán. De la misma manera, cuando una estrella, al final de su vida, explota como supernova y deja sembrado el espacio interestelar de una hermosa Nebulosa de la que, mucho más tarde, surgirán nuevas estrellas, éstas, serán de otra generación, más complejas y, aunque seguirán siendo estrellas, estarán clasificadas como diferentes, más complejas y evolucionadas que aquellas en las que tienen su origen.
La belleza del caos en todo su esplendor!
Me proponía al comenzar este trabajo a exponer muchas más cosas pero, como siempre pasa, el espacio y el tiempo no dan para tanto en este lugar y, dejo pendiente explicar cómo surge el Caos a partir del Orden y el Orden a partir del Caos, cómo podemos llegar al borde del Caos y qué transiciones de fase tienen que producirse para que, la normalidad y la simetría vuelva a reinar a partir de ese desorden que, en un principio, podría parecer irreversible.
De todo lo que aquí hemos hablado, se puede tomar razón y llegar a tener una razonada conciencia en el estudio de una galaxia espiral que, con sus millones de estrellas brillantes en los brazos espirales y sus estrellas rojas y más viejas en el centro galáctico, nos hablan claramente de la flecha del tiempo y de la entropía al considerar, la galaxia, como el sistema cerrado que, poco a poco, va tornándose más y más compleja en la composición de la materia que la conforma que, de manera irreversible va sufriendo transformaciones de todo tipo que, finalmente, la llevará a un estado crítico que hasta se podría transformar en un inmenso agujero negro como resultado final del proceso.
Lo cierto es que llegamos, como aquel que dice, antes de ayer, y, nos creemos los dueños del Universo, cuando en realidad,, somo menos que un grano de arena en la inmensa playa, o, de una gota de Agua del inmenso Océano… Pero, así somos: Engreidos y fatuos, ególatras y poco humildes. Claro que, la realidad nos hará cambiar.
Mucho es lo que nos queda por saber, lo que sabemos, reconociendo que no es poco para el exiguo tiempo que llevamos aquí (en la medida del reloj del universo), es aún insuficiente para lo que la Humanidad necesita saber. Nuestra ignorancia es grande, muy grande…, casi infinita, si la contraponemos con todo aquellos que nos queda por descubrir de los secretos de la Naturaleza. Nunca podremos acabar ese aprendizaje que se pierde en la lejanía de la flecha del tiempo en ese infinito que llamamos futuro.
emilio silvera
Ene
28
Estimuladores del cerebro: Muerte de la voluntad
por Emilio Silvera ~ Clasificado en ¡Males del mundo! ~ Comments (11)
Los misteriosos caminos de peligrosos pensamientos que pueden llegar a quitarnos la voluntad.
En todas las culturas y en todas las épocas, los seres humanos han buscado sustancias “mágicas” para impulsar los niveles de energía de la mente y del cuerpo. Desde el principio de la historia, curanderos, charlatanes y brujos han estado vendiendo tónicos, píldoras energéticas y estimulantes para potenciar el cerebro, de tal manera que hoy en día disponemos de un impresionante arsenal de fármacos que actúan sobre el cerebro para aumentar el rendimiento mental.
Conexiones múltiples que, por la acción de las drogas, pierden su frescura y pueden llegar a degenerarse.
Los estimulantes son drogas que tienen un efecto de alertar, mejoran el estado de ánimo y hacen que el intelecto funcione más rápido, con lo que aumentan potencialmente el rendimiento mental y alivian la depresión. Los estimulantes legales, como la nicotina de los cigarrillos y la cafeína del café, el té y las bebidas de cola se utilizan continuamente para regular la energía mental a un nivel óptimo.
Los estimulantes ilegales, como la cocaína y la anfetamina se diferencian de los estimulantes legales en que dan euforia, pero tienen el precio de la dependencia. Sin embargo, los estimulantes resultan interesantes no sólo por su potencial de aumentar la energía cerebral, sino también por la luz que arrojan sobre el misterio de la naturaleza de la energía mental.
Una subida artificial de la percepción, nunca será duradera, y, a la larga, sí que será dañina.
La cocaína es una droga que tiene una historia fascinante (aparte de lo nociva que pueda ser). Actualmente es una de las drogas más caras y más buscadas del mundo, utilizada por muchos millones de seres esclavizados por ella en todo el mundo. Sólo en EE UU, este polvo blanco mueve miles de millones de dólares al año. Esto promueve un enorme comercio ilegal e internacional, que sirve de financiación para algunos países, mientras desestabiliza y destruye otros.
Miles de jovenes caen en la desgracia de esta adicción que, impulsada por intereses bastardos e inhumanos, sólo buscan enriquecerse sin pararse a pensar en el terrible daño que provocan. ¿Qué hacen los Gobiernos del mundo? ¿No tienen los medios para erradicar esta plaga?
Durante miles de años, los indios andinos han utilizado, por sus propiedades estimulantes, la hoja de coca, de las que se extrae la cocaína. Estas hojas producen en esencia los mismos efectos que su extracto cristalino, aunque, cuando las hojas se mastican, la cocaína sale de su interior lentamente y la sangre la absorbe a través del intestino. De esta manera, los efectos psicoactivos de las hojas son más graduales y menos intensos que el polvo puro, que normalmente se inhala o se inyecta.
La civilización Inca del Perú consideraba la coca como un don del dios Sol, y afirmaban lo siguiente:
“Los ángeles divinos han regalado al hombre la hoja de coca para calmar el hambre, dotar de nuevo vigor al que está fatigado y desfallece, y permitir a los infortunados que olviden sus miserias.”
Inicialmente los incas restringieron su uso a las clases reales y a los sacerdotes, pero con el paso del tiempo dicho uso se extendió ampliamente. Este proceso se vio acelerado con la conquista española, ya que, al darse cuenta de sus efectos estimulantes la daban a los indios cautivos que trabajaban, y, según los cronistas españoles, en algunos documentos de aquellos tiempos se puede leer (con verguenza):
“Esta hierba es tan nutritiva y vigorizante que los indios trabajan días enteros sin tomar nada más y, si están a falta de ella, experimentan un debilitamiento de sus fuerzas.”
Em algunas regiones el consumo es preocupante
Llegamos al pueblo de aquella buena gente y, sin remordimiento de conciencia alguno, abusamos de su buena fe y los explotamos en beneficio propio. Siempre sentiremos verguenza de aquellos hechos.
Por lo tanto, los españoles, fomentaron de buena gana el uso de la coca por parte de los indios, especialmente cuando estos trabajaban en las minas de oro situadas a gran altitud.
La coca no penetró en Europa en cantidades sustanciales hasta mediados del siglo diecinueve, y su introducción se debió en gran parte a un químico corzo llamado Ángelo Mariano. Éste químico la popularizó desarrollando productos en los que se utilizaban extractos de coca. Este último se comercializó con el nombre de Vin Mariani (“el tónico mundialmente famoso para el cuerpo y el cerebro”), que se convirtió rápidamente en la bebida más popular de Europa. Se promocionó como vino y como medicina, y era una mixtura embriagadora recomendada por los médicos en toda Europa y América para cualquier padecimiento o dolor.
Molécula de cocaína
No es de extrañar que las damas y los caballeros de finales del siglo diecinueve bebieran Vin Mariano con gran entusiasmo, ya que combinaba un vino suave y agradablemente embriagador con una vigorizante dosis de cocaína, y todo ello se presentaba con una poderosa recomendación médica. ¿Qué más se podía pedir? Mariano fue aclamado como uno de los grandes ciudadanos europeos del momento y el Papa le concedió una medalla especial. ¡Lo que son las cosas!
El éxito de Vin Mariano inspiró a un farmacéutico de Georgia, John Pemberton, el invento de la Coca-Cola en 1886. La preparación original no fue exitosa, y, se anunciaba como estimulante para el dolor de cabeza. Se sustituyó rápidamente por un extracto de la nuez de cola, una fuente de cafeína. Esta nueva Coca-Cola se anunció como “la bebida intelectual de la templanza”. En 1888 se le añadió el agua de soda, obteniéndose la versión “Clásica” de esta bebida, aunque desde luego esta versión seguía conteniendo cocaína. La cocaína desapareció de la Coca-Cola a principios del siglo veinte, cuando se observó que causaba adicción, y se sustituyó por unos niveles más altos de cafeína. Las propiedades estimulantes de la Coca-Cola actual y de otras bebidas de cola se deben principalmente a la cafeína, así como a los altos niveles de azúcar.
La cocaína se purificó como un extracto de las hojas de coca en 1860, y esto marcó los comienzos de los problemas. La coca y los extractos de coca se han utilizado durante cientos de años sin que causaran ninguna dependencia psicológica observable y sin que aparecieran efectos secundarios negativos. Pero la cocaína purificada era diferente, y se tardó bastante tiempo en conocer esta diferencia. Uno de los defensores más influyentes de la cocaína fue Sigmund Freud.
En 1884, cuando era un joven neurólogo, Freud pidió prestada la gran cantidad de dinero que se necesitaba para comprar la droga pura y la experimentó en sí mismo y en muchos de sus amigos y pacientes. Descubrió que aquella droga aumentaba su energía y su virilidad, y acababa con la depresión. Escribió a Martha su prometida, al saber que ella había perdido el apetito:
“Pobre de ti, princesa, cuando llegue te voy a besar hasta que te pongas colorada y te voy a dar de comer hasta que te pongas gordita. Y si te resistes, vas a ver quien es más fuerte, una niña modosita que no come lo suficiente o un hombre grande y salvaje que tiene cocaína en el cuerpo. Cuando tuve mi última depresión grave, volví a tomar cocaína y una pequeña dosis me hizo subir a las alturas de un modo maravilloso. Ahora estoy precisamente reuniendo documentación para elaborar un canto de alabanza a esta sustancia mágica.”
Freud escribió realmente un largo trabajo científico elogiando las propiedades médicas y estimulantes de la cocaína, y recomendándola para una variedad de situaciones. Como consecuencia de esto, el uso de la cocaína se difundió aún más: se recetaba muy frecuentemente para aliviar la ansiedad y la depresión, y Freud disfrutó de la gloria que todo esto le reportaba.
Sin embargo, fue descubierto gradualmente que la cocaína creaba una adicción psicológica. Fleischl, un amigo íntimo de Freud, se volvió incontrolablemente adicto, y el propio Freud lo encontró una noche en estado crítico de delirium tremens, imaginando que serpientes blancas reptaban por su piel.
Una de las peores lacras que sufre la Humanidad viene de la mano de gente sin conciencia que, por dinero, matan a sus hermanos sin importarles el dolor que causan en familias que han quedado destrozadas por este veneno.
Transforma y mata a las criaturas que tienen la debilidad de caer en sus garras malditas
Los que viven de este tráfico que llevan a criaturas jóvenes e inocentes al más cruel destino, a un mundo de oscuridad y pérdida de cualquier valor humano… ¡Habría que darles escarmientos ejemplares! Con la muerte no pagarían el mal causado.
Se abusó de la cocaína durante todo el siglo veinte, pero su ampliamente difundido uso ilegal se disparó en realidad durante la década de 1980, especialmente en América, de tal forma que el tráfico ilegal de cocaína figura entre los mayores negocios del mundo, sin importar el daño que se hace a millones de criaturas por todo el mundo, y, lo peor de todo es que, en ese negocio están implicados Gobiernos y políticos y, hasta personas “honorables” de nuestra sociedad que, camuflados bajo una capa de honradez y falsa moralidad, están matando a muchas personas inocentes y destrozando a familias enteras para que ellos, gente sin conciencia ni moral, disfruten de una riqueza que está manchada por la sangre de muchos y el dolor de todos.
A los que viven de las drogas y matan a nuestros jovenes… ¡Los encerraría para la eternidad!
Por eso Freud nunca me ha caído bien, y, si de mí dependiera, los Gobiernos del mundo actuarían de otra manera muy diferente contra toda esa gentuza que pulula alrededor de ese negocio de la muerte y la desgracia que, convierte a personas decentes y normales en parias sin voluntad y, de paso, han logrado alejar la alegría de vivir en muchos padres y familias que son muy desgraciados al contemplar, impotentes, como se hunde su ser querido.
emilio silvera
Ene
27
¿El núcleo del átomo? ¡Una maravilla de la Naturaleza!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El núclo atómico ~ Comments (1)
Las partículas del núcleo atómico. Protón y neutrón (sin olvidar los tripletes de Quarks que los constituyen y los Bosones intermediarios de la fuerza nuclear fuerte (Los Gluones)
En 1920 (Rutherford) descdubrió las partículas positivas que forman los átomos, los protones.
Por lo tanto en los núcleos de los átomos hay unas partículas positivas que se llaman protones. En el hidrógeno solo hay una partícula ya que recordemos su masa era casi la misma.
Se comprobó que el número de protones es una característica especial de cada elemento químico, ya que todos los átomos del mismo elemento tienen el mismo número de protones. Se llama número atómico (Z) al número de protones que tienen los átomos de un elemento químico. A cada elemento químico le corresponde un número atómico desde 1 hasta 106.
Todavía tenemos que buscar otras partículas en el núcleo atómico. La masa de los protones de un núcleo es mucho menor que la masa del núcleo.
Cada elemento químico se caracteriza por el número de protones de su núcleo, que se denomina número atómico (Z). Así, el hidrógeno ( 1H) tiene un protón, el carbono ( 6C) tiene 6 protones y el oxígeno ( 8O) tiene 8 protones en el núcleo.
El número de neutrones del núcleo puede variar. Casi siempre hay tantos o más neutrones que protones. La masa atómica(A) se obtiene sumando el número de protones y de neutrones de un núcleo determinado.
Un mismo elemento químico puede estar constituído por átomos diferentes, es decir, sus números atómicos son iguales, pero el número de neutrones es distinto. Estos átomos se denominan isótopos del elemento en cuestión. Isótopos significa “mismo lugar“, es decir, que como todos los isótopos de un elemento tienen el mismo número atómico, ocupan el mismo lugar en la Tabla Periódica.
isótopos del Hidrógeno
isótopos del Carbono
Desde 1918 estaba probado que existían los isótopos. Estos, eran átomos que tenían propiedades químicas iguales (parecían elementos iguales, por tanto), tenían el mismo número atómico, pero sus masas atómicas eran diferentes. En el núcleo debían existir partículas neutras que contribuyeran a la masa pero no tuvieran carga eléctrica.
La curiosidad acerca del tamaño y masa del átomo atrajo a cientos de científicos durante un largo período en el que la falta de instrumentos y técnicas apropiadas impidió lograr respuestas satisfactorias. Con posterioridad se diseñaron numerosos experimentos ingeniosos para determinar el tamaño y peso de los diferentes átomos.
El átomo más ligero, el de hidrógeno, tiene un diámetro de aproximadamente 10-10 m (0,0000000001 m) y una masa alrededor de 1,7 x 10-27 kg (la fracción de un kilogramo representada por 17 precedido de 26 ceros y una coma decimal).
Como no es el objeto del trabajo, no hablaremos hoy de los Quarks, y, simplemente diremos que en la naturaleza no se encuentran quarks aislados. Estos siempre se encuentran en grupos, llamados Hadrones. de dos o tres quarks, conocidos como mesones y bariones respectivamente. Esto es una consecuencia directa del confinamiento de color. En el año 2003 se encontró evidencia experimental de una nueva asociación de cinco quarks, los Pentaquarks, cuya evidencia, en principio controvertida , fue demostrada gracias al Colisionador de Partículas LHC en el pasado Julio de 2.015.
Pero sigamos con lo que nos ocupa y veámos que los Quarks están confinados dentro de los nucleones (protones y neutrones) donde la fuerza fuerte les retiene y nos los deja que se vayan alejando más de lo debido como se explica en el cuadro de arriba.
Dentro del nucleo se desatan las fuerzas de la Naturaleza, la que conocemos como fuerza nuclear fuerte, la más potente de las cuatro fuerzas fundamentales que, intermediada por otras partículas de la familia de los Bosones, los Gluones, no dejan que los Quarks se alejen y son retenidos allí, dentro de los nucleones donde tienen su función de conformar los hadrones másicos del núcleo que le aporta la materia al átomo.
Los Gluones, son las partículas intermediarias de la fuerza fuerte, y, de la misma manera, existen otros Bosones encargados de mediar en las otras fuerzas conocidas de la Naturaleza: El Fotón para los fenómenos electromagnéticos, el Gravitón (no encontrado aún) para la fuerza de Gravedad, y, los W+, W–y Zº para la fuerza nuclear débil. Los Gluones se encargan de la fuerza nuclear fuerte para el que el núcleo del átomo sea posible
Lo cierto es que, el núcleo atómico está cargado positivamente y, tal carga, hace la llamada para que, un enjambre de electrones, con cargas negativas, vengan a rodear el núcleo atómico y, de esa manera, queda estabilidado el átomo, ese pequeño objeto que conforma todas las cosas hechas de materia.
Así, los electrones que rodea el núcleo, con su carga eléctrica negativa que complementa la positiva de los protones y hace estable al átomo; una masa de solamente 1/1.836 de la del núcleo más ligero (el del hidrógeno). Y, sin embargo, la importancia del electrón es vital en el universo.
Repasando todo esto, no puedo dejar de recordar aquellas palabras que el físico Freeman Dyson escribió:
“Cuando miramos en el universo e identificamos los muchos accidentes de la física y la astronomía que han colaborado en nuestro beneficio, casi parece que el universo debe haber sabido, en cierto sentido, que nosotros íbamos a venir“.
Fijaros en el hecho cierto de que, si la carga del electrón, o, la masa del protón, variaran aunque sólo fuese una diezmillonésima parte… ¡La vida no podría existir en el Universo! Estamos hechos de átomos y, con tal cambio, éstos nunca se habrían podido conformar.
emilio silvera.
Ene
26
Estrellas cercanas que podrían facilitar la presencia de vida
por Emilio Silvera ~ Clasificado en las estrellas y la Vida ~ Comments (2)
Hay una veintena de estrellas que se encuentran dentro de un radio de acción marcado por los doce años-luz de distancia al Sol. ¿Cuál de ella se nos presenta como la más probable para que, algunos de sus planetas pudieran albergar alguna clase de vida, incluso Vida Inteligente? La estrella más cercana a nosotros es Alfa Centauri que, en realidad es un sistema estelar situado a unos 4.37 años-luz de nosotros (unos 42 billones de kilómetros). En realidad, se trata de un sistema de tres estrellas.
Alfa Centauri contiene al menos un planeta del tamaño terrestre con algo más de la masa de la Tierra que está orbitando a Alfa Centauri B. Sin embargo, su cercanía a la estrella, unos 6 millones de kilómetros lo hace tener una temperatura de más de 1.ooo ºC lo que parece ser muy caliente para albergar alguna clase de vida.
Alfa Centauri, seguramente por su cercanía a nosotros, ha ejercido siempre una sugestiva atracción para nosotros cuando miramos el cielo nocturno. Resulta ser, en su conjunto, la tercera estrella más brillante de todas, y junto con Hadar (Beta Centauri), las dos en la imagen de arriba, es una muy importante y útil referencia para la localización de la Cruz del Sur. Además, y como se trata de una estrella triple, Alpha Centauri A, la componente principal, se constituye en una buena candidata para la búsqueda de planetas del mismo tipo que la Tierra.
Las tres estrellas se formaron a partir de la misma nebulosa de materia interestelar. El trío de estrellas se van orbitando las unas a las otras a un ritmo como de vals, unidas por los lazos invisibles de la fuerza gravitatoria que generan y con la que se influyen mutuamente. Lo cierto es que las estrellas triples gozan de pocas probabilidades para albergar la vida, porque no pueden mantener a sus planetas en una órbita estable y segura, la inestablidad que producen las tres estrellas en esos posibles planetas, parece que sería insoportable para formas de vida inteligente. Claro que, las distancias a las que se encuentran unas estrellas de otras es grande y… ¿quién sabe? Nunca podemos afirmar nada sin haberlo confirmado.
La estrella de Barnard y el mundo que la orbita
La siguiente estrella más allá de Alfa Centauri es la estrella de Barnard, situada a 6 años-luz aproximadamente de nuestro Sol, o, lo que es lo mismo, a unos sesenta mil billones de kilómetros de distancia. Esta estrella parece contar con una familia de planetas. Sin embargo, es una estrella muy vieja, casi tanto como el propio universo, y, por tanto, es deficitaria en la mayoría de los elementos químicos esenciales para la vida. Es poco prometedora para buscar vida en sus alrededores.
Las 10 estrellas más cercanas al Sol se encuentran en un rango de distancia entre los 4 y 10 años luz. Para tener una idea, la Vía Láctea mide unos 100.000 años luz, lo cual convierte a estas estrellas en verdaderas vecinas:
En un radio de 12,5 años-luz
- Alfa Centauri (que, en realidad, es un sistema de tres estrellas): a 4,2 años luz.
- Estrella de Barnard: a 5,9 años luz.
- Wolf 359: a 7,7 años luz.
- Lalande 21185: a 8,2 años luz
- Sirio (un sistema binario de estrellas): a 8,6 años luz
- Luyten 726-8 (otro sistema binario): a 8,7 años luz.
- Ross 154: a 9,7 años luz
- Ross 248: a 10,3 años luz
- Epsilon Eridani: a 10,5 años luz.
- Lacaille 9352: a 10,7 años luz
Más allá de Barnard existe un cierto numero de estrellas, todas ellas poco prometedoras para la existencia de vida y de inteligencia porque, o son demasiado pequeñas y frías para emitir la clase de luz que la vida tal como la conocemos requiere, o demasiado jóvenes como para que haya aparecido la vida inteligente en los planetas que las circundan. No encontraremos otra estrella que pueda albergar la vida y seres inteligentes hasta que no viajemos a una distancia próxima a los once años-luz del Sol.
Épsilon Eridani está situada a unos 10,5 años-luz del Sol, es una de las estrellas más cercanas al Sistema Solar y la tercera más próxima visible a simple vista. Está en la secuencia principal, de tipo espectral K2, muy parecida a nuestro Sol y con una masa algo menor que éste, de unas 0,83 masas solares. Es joven, sólo tiene unos 600 millones de años de edad mientras que el Sol tiene 4.600 millones de años.
Épsilon emite menos luz visible y luz ultravioleta que nuestra estrella, pero probablemente sea suficiente para permitir allí el comienzo de la vida que, si tenemos en cuenta el corto tiempo que ha pasado, no llegaría a poder ser inteligente. Claro que, los cálculos realizados sobre la vida de las entrellas en general y sobre esta en particular… ¡No son fiables! Y, siendo así (que los), tampoco podemos estar seguro de lo que en sus alrededores pueda estar presente. Se le descubrió un planeta orbitando a su alrededor, Épsilon Eridani b, que se descubrió en el año 2000. La masa del planeta está en 1,2 ± 0,33 de la de Júpiter y está a una distancia de 3,3 Unidades Astronómicas. Se cree que existen algunos planetas de reciente formación que orbitan esta estrella.
“Epsilon Eridani es un joven sistema estelar que se encuentra a muy poca distancia del Sistema Solar. Está a solo 10,5 años-luz. Así que, a la vuelta de la esquina (cósmicamente hablando) tenemos un objetivo perfecto para su estudio. Por eso no es sorprendente que los científicos hayan centrado su atención en él para poder comprender mejor la evolución de los sistemas planetarios. Lo más interesante, es que tiene un parecido remarcable con nuestro propio Sistema Solar, y eso no es común.”
Más allá de Épsilon Eridani hay nueve estrellas que se encuentran todavía dentro de un margen de distancia del Sol que no sobrepasan los 12 años-luz. Sin embargo, todas ellas, menos una, son demasiado jóvenes, demasiado viejas, demasiado pequeñas o demasiado grandes para poder albergar la vida y la inteligencia. La excepción se llama Tau Ceti.
Tau Ceti está situada exactamente a doce años-luz de nosotros y satisface todas las exigencias básicas para que en ella (en algún planeta de su entorno) haya podido evolucionar la vida inteligente: Se trata de una estrella solitaria como el Sol -al contrario que Alfa Centauri- no tendría dificultad alguna en conservar sus planetas que no serían distorsionados por la gravedad generada por estrellas cercanas. La edad de Tau Ceti es la misma que la de nuestro Sol y también tiene su mismo tamaño y existen señales de que posee una buena familia de planetas. No parece descabellado pensar que, de entre todas las estrellas próximas a nosotros, sea Tau Ceti la única con alguna probabilidad de albergar la vida inteligente.
La noticia que publicaron los medios decía: ¡Descubren un nuevo planeta extrasolar que se encuentra en una zona habitable! El planeta orbita en torno a la estrella Tau Ceti, a doce años luz del Sol. Hay cinco cuerpos cuya masa oscila entre dos y seis veces la de la Tierra.
¿Quién sabe lo que en algunos de esos planetas que orbitan la estrella Tau Ceti pudiera estar pasando? Y, desde luego, dadas las características de su sistema planetario y la cercanía que parece existir entre alguno de los mundos allí presentes, si algún ser vivo inteligente pudiera contemplar el paisaje al amanecer, no sería extraño que pudiera ser testigo de una escena como la que arriba contemplamos. ¿Es tan bello el Universo! Cualquier escena que podamos imaginar en nuestras mentes… ¡Ahí estará! en alguna parte.
Es cierto que la vida, podría estar cerca de nosotros y que, por una u otra circunstancia que no conocemos, aún no hayamos podido dar con ella. Sin embargo, lo cierto es que podría estar mucho más cerca de lo que podemos pensar y, desde luego, es evidente que el Sol y su familia de planetas y pequeños mundos (que llamamos lunas), son también lugares a tener en cuenta para encontrarla aunque, posiblemente, no sea inteligente.
Con certeza, ni sabemos cuentos cientos de miles de millones de estrellas puede haber en nuestra propia Galaxia, la Vía Láctea. Sabemos más o menos la proporción de estrellas que pueden albergar sistemas planetarios y, sólo en nuestro entorno galáctico podrían ser cuarenta mil millones de estrellas las que pudieran estar habilitadas para poder albergar la vida en sus planetas.
Estas cifras asombrosas nos llevan a plantear muchas preguntas, tales como: ¿Estarán todas esas estrellas prometedoras dando luz y calor a planetas que tengan presente formas de vida, unas inteligentes y otras no? ¿O sólo lo están algunas? ¿O ninguna a excepción del Sol y su familia. Algunos astrónomos dicen que la ciencia ya conoce la respuesta a esas preguntas. Razonan que la Tierra es una clase de planeta ordinario, que contiene materiales también ordinarios que pueden encontrarse por todas las regiones del Universo, ya que, la formación de estrellas y planetas siempre tienen su origen en los mismos materiales y los mismos mecanismos y, en todas las regiones del Universo, por muy alejadas que estén, actúan las mismas fuerzas, las mismas constantes, los mismos ritmos y las mismas energías.
Gliese 581 ¿Otra promesa vida?
Planetas como la Tierra y muy parecidos los hay en nuestra propia Galaxia a miles de millones y, si la vida hizo su aparición en esta paradisíaca variedad de planeta, estos astrónomos se preguntan, ¿por qué no habría pasado lo mismo en otros planetas similares al nuestro? ¿Tiene acaso nuestro planeta algo especial para que sólo en él esté presente la vida? La Naturaleza, amigos míos, no hace esa clase de elecciones y su discurrir está regido por leyes inamovibles que, en cualquier circunstancia y lugar, siempre emplea los caminos más “simples” y lógicos para que las cosas resulten como nosotros las podemos contemplar a nuestro alrededor. Y, siendo así (que lo es), nada aconseja a nuestro sentido común creer que estamos solos en tan vasto Universo.
El célebre astrónomo, con una sonrisa oía la pregunta del joven periodista:
– ¿Verdad señor que sería un milagro encontrar vida en otros planetas?
– El milagro joven, ¡sería que no la encontráramos!
emilio silvera
Ene
26
¡El Origen del Universo! ¿Cómo puedo saberlo yo?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo asombroso ~ Comments (0)
¿Dónde estabas tú cuando yo puse los cimientos de la Tierra? Dilo si tienes entendimiento. Claro que a esta pregunta, lo único que podríamos contestar sería: ¿Quién sabe realmente? La especulación sobre el origen del universo es una vieja actividad humana que está sin resolver, ya que, pretendemos saber algo que no sabemos si llegó a ocurrir, toda vez que incluso, podría ser, que el universo esté aquí desde siempre. Y, si llegó como algo nuevo, tampoco sabemos, a ciencia cierta, cómo y de dónde lo hizo. Pero, nosotros, los humanos, no dejamos de especular con esta cuestión de compleja resolución y dejamos volar nuestra imaginación en forma de conjeturas y teorías que, no siempre son el fiel reflejo de lo que pudo pasar que, de momento, permanece en el más profundo anonimato.
Claro que, la Humanidad y el Universo están tan juntos, tan conectados que, sería imposible que no hablaran de él, y, sobre todo, que no trataran de saber su comienzo (si es que lo hubo) y, hurgar en su dinámica para poder entender nuestra presencia aquí junto con las estrellas de las que procedemos y de las galaxias que son las villas del Universo que alojan a cientos de millones de mundos habitados que, como la Tierra, tendrán otras criaturas que también se preguntaran por el principio y el final para poder conocer sus destinos.
¿De la nada? ¡Si surgió es porque había? Siempre hemos tratado de saber el origen de esa inmensidad
Algunos nos dicen que el Universo surgió de la “Nada” y, está claro que la Nada no puede existir y, si surgió es porque había, con lo cual, la Nada queda invalidada. Pero, si hubo un suceso de creación, ¿que duda nos puede caber de que tuvo que haber una causa? Lo cierto es que, en las distintas teorías de la “creación” del universo, existen muchas reservas.
No obstante tales reservas, unos pocos científicos trataron de investigar la cuestión de cómo pudo haberse originado el universo, aunque admitiendo que sus esfuerzos quizás eran “prematuros”, como dijo Weinberg con suavidad. En el mejor de los casos, contemplado con una mirada alentadora, el trabajo realizado hasta el momento, parece haber encendido una lámpara en la antesala de la génesis. Lo que allí quedó iluminado era muy extraño, pero era, en todo caso, estimulante. No cabía descubrir algo familiar en las mismas fuentes de la creación.
Hemos podido contemplar como en la Nebulosa del Águila nacen nuevas estrellas masivas. Sin embargo, no hemos llegado a poder saber, con certeza como surgió el Universo entero y de dónde y porqué lo hizo para conformar un vasto espacio-tiempo lleno de materia que evolucionaría hasta poder conformar las estrellas y los mundos en enormes galaxias, y, en esos mundos, pudieron surgir criaturas que, conscientes de SER, llegaron desde un nivel animal rudimentario, hasta los más sofisticados pensamientos que les hicieron preguntarse: ¿Quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos? Y, esas preguntas, realizadas 14.000 millones de años después del comienzo del tiempo, y junto a la pregunta del origen del Universo, todavía, no han podido ser contestadas. Nuestro intelecto evoluciona pero, sus límites son patentes.
Una estrella que se forma en la Nebulosa comienza siendo protoestrellas y, cuando entra en la secuencia principal, brilla durante miles de millones de años dutante los cuales crea nuevos elementos a partir del más sencillo, el Hidrógeno. Los cambios de fase que se producen por fusión en el horno nuclear de las estrellas, son los que han permitido que existieran los materiales necesarios para la química de la vida que, al menos hasta donde sabemos, no apareció en nuestro planeta Tierra, hasta hace unos 4.o0o millones de años, y, desde entonces, ha estado evolucionando para que ahora, nosotros, podamos preguntas, por el origen del universo.
Los científicos han imaginado y han puesto sobre la mesa para su estudio, dos hipótesis, la llamada génesis del vacío, y la otra, génesis cuántica y ambas, parecían indicar mejor lo que el futuro cercano podía deparar al conocimiento humano sobre el origen del Universo.
Hemos construido un Modelo cercano a lo que observamos, y, al menos de momento, es lo mejor que tenemos para describir eso que llamamos Big Bang. Si la realidad fue otra, en el presente la desconocemos
La Génesis de vacío: El problema central de la cosmología es explicar como algo surge de la “nada”. Por “algo” entendemos la totalidad de la materia y la energía, el espacio y el tiempo: el universo que habitamos. Pero la cuestión de lo que significa NADA es más sitíl. En la ciencia clásica, “nada” era un vacío, el espacio vacío que hay entre dos partículas de materia. Pero esta concepsión siempre planteaba problemas, como lo atestigua la prolongada indagación sobre si el espacio estana lleno de éter, y en todo caso no sobrevivió al advenimiento de la física cuántica.
El vacío cuántico nunca es realmente vacío, sino que resoba de partículas “virtuales”. Las partículas virtuales pueden ser concebidas como la posibilidad esbozada por el principio de indeterminación de Heisenberg de que una partícula “real” llegue en un tiempo determinado a un lugar determinado. Como las siluetas que salen de pronto en un campo de tiro policial, representan no sólo lo que es sino también lo que podría ser. Desde el punto de vista de la física cuántica, toda partícula “real” está rodeada por una corona de partículas y antipartículas virtuales que borbotean del vacío, interaccionan unas con otras y luego desaparecen.
Las ondas fluctúan de forma aleatoria e impredecible, con energía positiva momentáneamente aquí, energía negativa momentáneamente allí, y energía cero en promedio. El aspecto de partícula está incorporado en el concepto de partículas virtuales, es decir, partículas que pueden nacer en pares (dos partículas a un tiempo), viviendo temporalmente de la energía fluctuacional tomada prestada de regiones “vecinas” del espacio, y que luego se aniquilan y desaparecen, devolviendo la energía a esas regiones “vecinas”. Si hablamos de fluctuaciones electromagnéticas del vacío, las partículas virtuales son fotones virtuales; en el caso de fluctuaciones de la gravedad en el vacío, son gravitones virtuales.
Las fluctuaciones de vacío la imaginamos de muchas maneras
Claro que, en realidad, sabemos poco de esas regiones vecinas de las que tales fluctuaciones toman la energía. ¿Qué es lo que hay allí? ¿Está en esa región la tan buscada partícula de Higgs? Sabemos que las fluctuaciones de vacío son, para las ondas electromagnéticas y gravitatorias, lo que los movimientos de degeneración claustrofóbicos son para los electrones. Si confinamos un electrón a una pequeña región del espacio, entonces, por mucho que uno trate de frenarlo y detenerlo, el electrón está obligado por las leyes de la mecánica cuántica a continuar moviéndose aleatoriamente, de forma impredecible. Este movimiento de degeneración claustrofóbico que produce la presión mediante la que una estrella enana blanca se mantiene contra su propia compresión gravitatoria o, en el mismo caso, la degeneración de neutrones mantiene estable a la estrella de neutrones, que obligada por la fuerza que se genera de la degeneración de los neutrones, es posible frenar la enorme fuerza de gravedad que está comprimiendo la estrella.
Una cosa sí sabemos, las reglas que gobiernan la existencia de las partículas virtuales se hallan establecidas por el principio de incertidumbre y la ley de conservación de la materia y de la energía.
En un nuevo estudio, un grupo de físicos ha propuesto que la gravedad podría disparar un efecto desbocado en las fluctuaciones cuánticas, provocando que crezcan tanto que la densidad de energía del vacío del campo cuántico podría predominar sobre la densidad de energía clásica. Este efecto de predominancia del vacío, el cual surge bajo ciertas condiciones específicas pero razonables, contrasta con la ampliamente sostenida creencia de que la influencia de la gravedad sobre los fenómenos cuánticos debería ser pequeña y subdominante.
Claro que, hablar aquí del vacío en relación al surgir del universo, está directamente asentado en la creencia de algunos postulados que dicen ser posible que, el universo, surgiera de una Fluctuación de vacío producida en otro universo paralelo y, desde entonces, funciona de manera autónoma como un nuevo universo de los muchos que son en el más complejo Metaverso.
Inmediatamente después de que la llamada espuma cuántica del espacio-tiempo permitiera la creación de nuestro Universo, apareció una inmensa fuerza de repulsión gravitatoria que fue la responsable de la explosiva expansión del Universo primigenio (inflación(*)).Las fluctuaciones cuánticas del vacío, que normalmente se manifiestan sólo a escalas microscópicas, en el Universo inflacionario en expansión exponencial aumentaron rápidamente su longitud y amplitud para convertirse en fluctuaciones significativas a nivel cosmológico.
En el Modelo corriente del big bang que actualmente prevalece y que, de momento, todos hemos aceptado al ser el que más se acerca a las observaciones realizadas, el universo surgió a partir de una singularidad, es decir, un punto de infinita densidad y de inmensa energía que, explosionó y se expansionó para crear la materia, el espacio y el tiempo que, estarían gobernados por las cuatro leyes fundamentales de la naturaleza:
Fuerzas nucleares débil y fuerte, el electromagnetismo y la Gravedad. Todas ellas, estarían apoyadas por una serie de números que llamamos las constantes universales y que hacen posible que nuestro universo, sea tal como lo podemos contemplar. Sin embargo, existen algunas dudas de que, realmente, fuera esa la causa del nacimiento del Universo y, algunos postulan otras causas como transiciones de fase en un universo anterior y otras, que siendo más peregrinas, no podemos descartar.
Nosotros, estamos confinados en el planeta Tierra que es un mundo suficientemente preparado para acoger nuestras necesidades físicas, pero, de ninguna manera podrá nunca satisfacer nuestras otras necesidades de la Mente y del intelecto que produce imaginación y pensamientos y que, sin que nada la pueda frenar, cual rayo de luz eyectado desde una estrella masiva refulgente, nuestros pensamientos vuelan también, hacia el espacio infinito y con ellos, damos rienda suelta a nuestra más firme creencia de que, nuestros orígenes están en las estrellas y hacia las estrellas queremos ir, allí, amigos míos, está nuestro destino.
El Universo es grande, inmenso, casi infinito pero, ¿y nosotros? Bueno, al ser una parte de él, al ser una creación de la Naturaleza, estamos formando parte de esta inmensidad y, precisamente, nos ha tocado desempeñar el papel de la parte que piensa, ¿tendrá eso algún significado?
Yo, no lo sé… Pero… ¿¡Quién sabe realmente!? Pero… Veamos en la entrada siguiente como creemos que se formaron los pequeños objetos que conforman la materia.
emilio silvera