viernes, 29 de marzo del 2024 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




El Viaje Interminable… ¡Del saber!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo y... ¿nosotros?    ~    Comentarios Comments (2)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Resultado de imagen de Cetáceos en las LofotenResultado de imagen de Cetáceos en las Lofoten

Resultado de imagen de Cetaceos en Lofoten

Resultado de imagen de Cetaceos en Lofoten

Islas Lofoten, la magia de los paisajes

Desde nuestro pequeño mundo azul, situados en el lugar adecuado, podremos contemplar la inmensa Vía Láctea que nos alberga en un Sistema planetario donde, un Sol amarillo, es decir, una estrella corriente de la clase G2V, nos envía su luz y su calor para que, los seres vivos de la llamada Tierra, podamos continuar nuestra andadura por este pequeño mundo que nos cobija, y del que, desde tiempos inmemoriales, hemos podido obtener todo aquello que nos hizo falta para sobrevivir, no siempre en un ambiente agradable y placentero.

http://cdnb.20m.es/ciencia-para-llevar-csic/files/2015/04/Admiring_the_Galaxy.jpg

Pocas dudas nos pueden caber de que las dimensiones del Universo, sus escalas, no son Humanas. Nosotros comparado con nuestro propio mundo somos muy poca cosa, si lo hacemos en relación a la Vía Láctea, somo menos que un grano de arena en el desierto, y, si es el Universo el objeto de comparación… ¡Nuestra minúscula figura en ese inmenso contexto, se perdería, incluso de la vista del telescopio más potente.

Nasa

Sin embargo, y a pesar de nuestra “hipotética” pequeñez, el Mundo, se nos ha quedado pequeño. Ya hace mucho tiempo desde que, nuestra especie, preparaba expediciones para conocer éste o aquel rincón del planeta, no ha quedado ninguna región por explorar y, el pie humano, ha pisado todos los terrenos firmes que imaginarnos podamos y surcado todos los mares y océanos del globo terrestre. Sólo nos queda la asignatura pendiente de los Abismos oceánicos que, por falta de tecnología, nos son desconocidos y también las maravillas que allí se esconde,

En el ámbito del Espacio Interestelar, todavía andamos muy retrasados y quizás, dentro de algunos cientos de años podamos andar entre las estrellas, lo que, por otra parte, nos será muy necesario si queremos que nuestra especie perdure.

A1

Hemos llegado a saber con nuestros ingenios y conocimientos que, existen muchos mundos fuera de nuestro Sistema Solar, que la Vía láctea que tiene más de cien mil millones de estrellas, contiene múltiples sistemas planetarios donde infinidad de mundos, pueden, como la Tierra, tener las condiciones precisas para albergar la Vida.

Si tuviéramos una moderna nave espacial capacitada para recorrer la Galaxia, ¿qué veríamos?

Bueno, entre otras muchas maravillas nos daríamos cuenta de nuestra “pequeñez” en relación a una inmensa Galaxia que alberga más de cien mil millones de estrellas y en el que, el planeta que habitamos es menos que un granito de arena de la inmensa playa

çAh! Pero, de todas las maneras nos creemos importantes.

Pasado el Tiempo tendremos inmensos y modernos  Puertos Espaciales desde los que despegarán modernas naves de tecnología inalcanzable hoy, que nos podrán llevar a efectuar recorridos de ensueño. La Humanidad depende de su entorno para la supervivencia, y, como en nuestro Universo eterno no hay nada, resulta que el Sol (la estrella que nos da la vida con su luz y su calor), tiene su fecha de caducidad antes de convertirse en una Gigante Rija primero y en una Enana Blanca después. Para cuando eso llegue, tendremos que poseer los conocimientos científicos necesarios para poder viajar a las estrellas.

No dentro de mucho tiempo, habrán pasado los tiempos en los que, en peligrosos cohetes, hicimos aquellos primeros viajes hacia el espacio exterior, cuando salir del planeta Tierra era jugarse la vida, ya que, los combustibles empleados eran rústicos y peligrosos.

Nuevos motores que consumirán energías hoy desconocidas nos llevarán a los confines del Cosmos.

Visitar los planetas y lunas de nuestro entorno no será ningún problema y, con los nuevos motores y sistemas de combustión, se habrán acabado los largos viajes de meses, y, las naves, llevarán sistemas de gravedad artificial que anulará la ingravidez, el material del que estarán hechas las naves, será inteligente y se auto reparará cuando un micrometeorito perfore el fuselaje. Estará provista de gravedad artificial, y será autosuficiente para abastecer las necesidades de cientos de viajeros.

Entonces sí, podremos acercarnos a las hermosas Nebulosas planetarias y, a pesar de su fuerte radiación, no sufriremos daño, la nave estará provista de escudos electromagnéticos impenetrables. Podremos ver a ojo desnudo las estrellas enanas blancas que llevan en su interior.

Lo que nuestra especie habrá logrado dentro de 500 años… ¡Hoy nos parecería magia!, aunque “mañana” será lo cotidiano pero, ese es el futuro que nunca podremos presenciar, es decir, el Presente de otros.

IC 418: La nebulosa Espirógrafo

De la misma manera podremos acercarnos a lugares tan bellos como este y contemplar, maravillados como (dejando ahí los aparatos adecuados de toma de datos y grabación) a partir del gas y el polvo pueden surgir nuevas estrellas o nuevos mundos, y, con el tiempo, nuevas formas de vida.

La Nebulosa del Capullo desde CFHT

Lugares como este que sobrepasa todo aquello que podamos imaginar, nos haría pensar y preguntarnos:

¿Quién sabe como podría ser aquella Nebulosa de la que surgió el Sistema Solar? ¿Sería como ésta que llaman, por su , del Capullo? Algunas veces me da que pensar nuestra presencia aquí, en el planeta Tierra y, con la imaginación, viajo hacia muy atrás en el tiempo, “veo” una estrella masiva que, llegado al final de su ciclo en la secuencia principal, expulsa sus capas exteriores de materia al espacio interestelar que, en ese momento, ha sido sembrado del gas y el polvo del que, millones, o miles de millones de años más tarde, surgiría nuestro Sistema Solar.

 

En el interior de nuestro cerebro encontramos conexiones sin fin, más de cien mil neuronas, como estrellas hay en la Vía Láctea, y, todas ellas (las neuronas) trabajan para que asimilemos los mensajes que nuestro entorno genera y que, captados por los sentidos, llegan al centro neurálgico para que los recicle y queden archivados para cuando los necesitemos.

Hay que ser conscientes de que, los seres vivos, son parte de este Universo que creó las condiciones necesarias para su presencia. La maravilla y el hecho más asombroso está, precisamente, en que a partir de la materia “inerte” se pudiera evolucionar hasta llegar a los pensamientos y sentimientos, un estado superior de consciencia que aún nadie ha podido explicar.

 

 

Resultado de imagen de Sinapsis en el cerebro

 

 

Si contáramos una sinapsis cada segundo, tardaríamos 32 millones de años en hacer el recuento. Si consideramos el número posible de circuitos neuronales, tenemos que habérnosla con cifras hiper.astronómicas: 10 seguido de al menos un millón de ceros (En comparación con el número de partículas del universo conocido que asciende a “tan sólo” 1079 es decir, es el número conocido como NEdd (Número de Eddintong), el Universo se quedará pequeño comparado con lo que nosotros llevamos dentro y podemos llegar a ser a pesar de nuestra engañosa pequeñez… ¡Lo más grande del Universo!

emilio silvera

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 31 de agosto del 2017 a las 6:50

    Es cierto, el saber es un viaje interminable, durante toda nuestras vidas estamos tratando de saber sobre ésto o aquello y, siempre nos quedarán múltiples cosas que ignoramos y que nunca podremos desvelar. Como decía Popper, “Cuanto más profundizo en el conocimiento de las cosas, más conscienmte soy de lo poco que se. Mientras que mis conocimientos son limitados, mi ignorancia es infinita”. Así resultan ser las cosas y, cada cual sabe un “poquito” del tema que eligió, estudió o es su preferido pero, nunca podremos saberlo todo. El Universo es demasiado grande, casi infinito para nosotros, y, los secretos que esconde están muy bien guardados, tanto que, pasarán algunos milenios antes de que podamos decir, con propiedad, que sabemos.

    Es curioso como funcionan las cosas, si sabemos podemos utilizar esos conocimientos para muchas cosas, y, desde luego, del tema que dominamos, las cosas nos sorprenden menos que de otras desconocidas, el saber el por qué de las cosas te da seguridad, la ignorancia incertidumbre y miedo a lo desconocido.

    Mi mujer, alguna vez me ha señalado la excesiva cantidad de libros que en casa tenemos (posiblemente más de 5.000), ella dice que sólo sirven para coger polvo y suciedad. Sin embargo, yo los miro con ensoñación y veo, en cada uno de ellos una puerta hacia otra dimensión, allí, en esos pequeños objetos de cientos de páginas, me puedo sumergir y entrar en otros mundos sin salir de este, allí encuentro respuestas a preguntas que nunca antes nadie me supo contestar y, en definitiva, allí están todos los tesoros que mi Alma necesita.

    Es curioso como cada cual tiene su propio sentido de lo que realmente vale. ¿El dinero? Sí, es necesario para cubrir las necesidades pero, no es lo más importante. Sólo fui consciente de su verdadero valor cuando lo necesité para acudir en ayuda de mis hijos y caí en la cuenta de que, nunca me había preocupado ese problema, lo msentí profundamente, ya que, puede que no quieras nada para tí pero… ¡Para tus hijos! 

    En fin la vida es extraña y, el tener una vasta cultura no es suficiente para llenar todos tus anhelos sino que hay que ser pragmático y algo egoísta (ese es mi fallo), claro que, por otra parte, pienso que a mí nada me dieron y, sin embargo ellos, todos tuvieron la oportunidad de estudiar, unos se licenciaron y otros no, cada cual eligió su propio camino y, al final, ¿quién sabe lo que es lo mejor? No todos podemos ser Einstein.

    Como me pasa siempre, comienzo con una idea y, de manera inesperada llega otra que me desvía.

    Saludos.

    Responder
  2. 2
    Emilio Silvera
    el 31 de agosto del 2017 a las 7:11

    Hace ya mucho, mucho tiempo, desde que, nuestra especie, deambulaba por el planeta sin rumbo, en busca de comida y refugio. En las crudas noches de invierno, hacenados en grutas y cuevas, procuraban calentarse mientras, asustados, oían las tormentas y la lluvia y cerraban los ojos espantados con la claridad de la caída del rayo.

    Aquello quedó muy atrás en el Tiempo, y, ahora, podemos explicar, de manera sencilla, lo que son las estrellas, como nacen y como mueren y en qué se convierten una vez finalizado su ciclo de fusión. Sabemos de estrellas enanas blancas, de neutrones, púlsares y magnéteres, de cuásares y de galaxias, sin olvidar los agujeros negros y los grandes brotes de energías gamma que se producen en lejanas regiones del Universo.

    Desde aquellos tiempos pasados, nuestra especie ha inventado muchas cosas y descubiertos otras, y, por medio de la palabra escrita y de las matemáticas, con ayuda de la observación y del experimento, se han hecho grandes avances en las distintas disciplinas del saber humano.

    Si el Tiempo nos respeta, y, si no tenemos ninguna catástrofe natural contra la que no podamos hacer nada (La caída de un gran meteorito, por ejemplo), esperemos que no seamos tan torpes como para estropear, nosotros mismos, el futuro.

    ¡Cuidado con la Inteligencia Artificial!

    Responder

Deja un comentario



Comentario:

XHTML

Subscribe without commenting