martes, 19 de marzo del 2024 Fecha
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No siempre hablamos de lo que comprendemos

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (0)

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¡La Física! Lo que busca la física fundamental es reducir las leyes de la naturaleza a una teoría final sencilla que lo explique todo. El físico y premio Nobel Steven Weinberg señala que las reglas fundamentales son lo más satisfactorio (al menos para él). Las leyes básicas de Isaac Newton, que predicen el comportamiento de los planetas, son más satisfactorias, por ejemplo, que un almanaque en el que se indique la posición de todos los planetas en cada momento. Weinberg nos dice que la Física no puede explicarlo todo, matizando que sólo puede explicar los sucesos relacionándolos con otros sucesos y con las reglas existentes.

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Por ejemplo, las órbitas de los planetas son el resultado de unas reglas, pero las distancias de los planetas al Sol son accidentales, y no son consecuencia de ley fundamental alguna. Claro que, también las leyes podrían ser fruto de casualidades. Lo que sí es cierto es que los físicos están más interesados por descubrir las reglas que por los sucesos que dichas reglas determinan, y más por los hechos que son independientes del tiempo; por ejemplo, les interesa más la masa del electrón que un tornado que se pueda producir en un lugar determinado.

La ciencia, como nos dice Weinberg, no puede explicarlo todo y, sin embargo, algunos físicos tienen la sensación de que nos estamos acercando a “una explicación del mundo” y, algún día, aunando todos los esfuerzos de muchos, las ideas de las mejores mentes que han sido, y las nuevas que llegarán, podremos, al fín, construir esa Teoría final tan largamente soñada que, para que sea convincente, deberá también, incluirnos a nosotros. Pero, paradógicamente y a pesar de estos pensamientos, existen hechos que los contradicen, por ejemplo, conocemos toda la física fundamental de la molécula de agua desde hace 7 decenas de años, pero todavía no hay nadie que pueda explicar por qué el agua hierve a los 100 ºC. ¿Qué ocurre? ¿Somos acaso demasiado tontos? Bueno, me atrevería a pronosticar que seguiremos siendo “demasiado tontos” incluso cuando los físicos consigan (por fin) esa teoría final que nos pueda dar una “explicación del mundo”. Siempre seguiremos siendo aprendices de la naturaleza que, sabia ella, nos esconde sus secretos para que persista el misterio.

¿Qué sería de nosotros si lo supiéramos todo?

La explicación que dan los físicos actualmente  sobre la subestructura de la materia se llama “el modelo estándar”. En este modelo están incluídas las doce partículas elementales y las tres fuerzas que, cuando se mezclan y se encajan, sirven para construir todo lo que hay en el universo, desde un redondo pan de pueblo hecho en un horno de leña,  hasta las más complejas galaxias, y puede explicar todos los mecanismos de acción, es decir, la mecánica del mundo.

Entre las partículas figuran los seis Quarks famosos: arriba, abajo, extraño, encanto, fondo y cima. Las otras seis partículas son Leptones: el electrón y sus dos parientes más pesados, el muón y el tau y los tres neutrinos a ellos asociados. Las tres fuerzas son la electromagnética, la fuerza nuclear fuerte (que mantiene unidos a los quarks) y la fuerza nuclear débil (responsable de la radioactividasd). Hay una cuarta fuerza: la Gravedad que, aunque tan importante como las demás, nadie ha sabido como encajarla en el modelo estándar. Todas las partículas y fuerzas de este modelo son cuánticas; es decir, siguen las reglas de la mecánica cuántica. Aún no existe una teoría de la gravedad cuántica.

En realidad, la región que denominamos Gravedad cuántica nos lleva y comprende preguntas sobre el origen del universo observable que nadie ha sabido contestar. Nos lleva a complejos procesos cuánticos situados en las épocas más cercanas imaginables en un espacio-tiempo clásico, es decir, en lo que se conoce como Tiempo de Planck a 10-43 segundos del supuesto big bang, cuando reinaba una temperatura del orden de 10 x 1031 K. Pero, como hemos dicho, al no existir una teoría autoconsistente de la Gravedad cuántica, lo único que podemos hacer (como en tantas otras áreas de la Ciencia)  es especular.

El Modelo Estándar no es, ni mucho menos, satisfactorio. Los científicos piensan que no sólo es incompleto, sino que es demasiado complicado y, desde hace mucho tiempo, buscan, incansables, otro modelo más sencillo y completo que explique mejor las cosas y que, además, no tenga (como tiene el modelo actual) una veintena de parámetros aleatorios y necesarios para que cuadren las cuentas…, un ejemplo: el bosón de Higgs necesario para dar masa a las partículas.

¡La masa! ese gran problema. Todas las partículas tienen masa diferentes pero nadie sabe de donde salen sus valores. No existe fórmula alguna que diga, por ejemplo,  que el quark extraño debería pesar el doble (o lo que sea) del quark arriba, o que el electrón deba tener 1/200 (u otra proporción) de la masa del muón. Las masas son de todo tipo y es preciso “ponerlas a mano”, como se suele decir: cada una ha de ser medida experimental e individualmente. En realidad, ¿por qué han de tener masa las partículas? ¿de dónde viene la masa?

Norma Materia Oscura

No puedo evitarlo ni tampoco me puedo quedar callado, cuando he asistido a alguna conferencia sobre la materia y, el ponente de turno se agarra a la “materia oscura” para justificar lo que no sabe, si al final hay debate, entro en escena para discutir sobre la existencia de esa “materia fantasma” que quiere tapar nuestra enorme ignorancia.

Pero, sigamos con el problema de la masa. Para resolverlo, muchos expertos en física de partículas creen actualmente en algo que llaman “campo de Higgs”. Se trata de un campo misterioso, invisible y etéreo que está permeando todo el espacio (¿habrán vuelto al antiguo éter pero cambiándole el nombre?). Hace que la materia parezca pesada, como cuando tratamos de correr por el fondo de la piscina llena de agua pero que el agua no se pudiera ver. Si pudiéramos encontrar ese campo, o más bien la partícula la partícula que se cree es la manifestación de ese campo (llamada el bosón de Higgs), avanzaríamos un largo trecho hacia el conocimiento del universo.

                           El Gran Colisionador de Hadrones
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Aquí, en este imponente artilugio está la inventiva de nuestras mentes, se quiere dar respuesta a una serie de interrogantes que se espera solucionar con este experimento:

• Qué es la masa.
• El origen de la masa de las partículas
• El origen de la masa para los bariones.
• El número exacto de partículas del átomo.

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Claro que, si no fuera tan largo de contar, os diría que, en realidad, el Campo de Higgs se descubrió hace ya muchos siglos en la antigua India, con el nopmbre de maya, que sugiere la idea de un velo de ilusión para dar peso a los objetos del mundo material. Pocos conocen que, los hindúes fueron los que más se acercaron a las ideas modernas sobre el átomo, la física cuántica y otras teorías actuales. Ellos desarrollaron muy temprano sólidas teorías atomistas sobre la materia. Posiblemente, el pensamiento atomista griega recibió las influencias del pensamiento de los hindúes a través de las civilizaciones persas. El Rig-Veda, que data de alguna fecha situada entre el 2000 y el 1500 a. C., es el primer texto hindú en el que se exponen unas ideas que pueden considerarse leyes naturales universales. La ley cósmica está realcionada con la luz cósmica.

Anteriores a los primeros Upanishads tenemos en la India la creación de los Vedas, visiones poéticas y espirituales en las que la imaginación humana ve la Naturaleza y la expresa en creación poética, y después va avanzando hacia unidades más intensamente reales que espirituales hasta llegar al Brahmán único de los Upanishads.

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Hacia la época de Buda (500 a, C.), los Upanishad, escritos durante un período de varios siglos, mencionaban el concepto  de svabhava, definido como “la naturaleza inherente de los distintos materiales”; es decir, su eficacia causal única, , tal como la combustión en el caso del fuego, o el hecho de fluir hacia abajo en el caso dela agua. El pensador Jainí Bunaratna nos dijo: “Todo lo que existe ha llegado a existir por acción de la svabhava. Así… la tierra se transforma en una vasija y no en paño… A partir de los hilos se produce el paño y no la vasija”.

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También aquellos pensadores, manejaron el concepto de yadrccha, o azar desde tiempos muy remotos. Implicaba la falta de orden y la aleatoriedad de la causalidad. Ambos conceptos se sumaron a la afirmación del griego Demócrito medio siglo más tarde: “Todo lo que hay en el universo es fruto del azar y la necesidad”. El ejemplo que que dio Demócrito -similar al de los hilos del paño- fue que, toda la materia que existe, está formada por a-tomos o átomos.

Bueno, no lo puedo evitar, mi imaginación se desboca y corre rápida por los diversos pensamientos que por la mente pasan, de uno se traslada a otros y, al final, todo resulta un conglomerado de ideas que, en realidad, quieren explicar, dentro de esa diversidad, la misma cosa.

emilio silvera

¡La Humanidad! Que desconoce su propio destino

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Humanidad    ~    Comentarios Comments (0)

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A merced del Universo, sobre el frágil puente de nuestra ignorancia y ante la luz cegadora de nuestras propias mentes que no nos deja “ver” el infinito mundo del conocimiento de las cosas, de la Naturaleza y de nosotros mismos.  presentó “El Origen de las Especies”, allá por el año 1887, Thomas Henry Huxley dijo:

“Lo conocido es finito, lo desconocido infinito; intelectualmente nos hallamos en un islote en medio del océano ilimitado de lo inexplicable. La tarea de  generación es reclamar un poco más de terreno, añadir algo de extensión y solidez de nuestras posesiones”

 

Einstein supo ver más allá y en su mente se aclaró un poco la neblina de la ignorancia  llegar a comprender cómo era posible que pudiéramos ver escenas como la que en la imagen queda reflejada, unos mundos suspendidos en el espacio y en movimiento continuo bailando la danza inacable del ritmo universal que influye en el comportamiento de todo lo que existe. Él nos decía:

“El eterno misterio del mundo es su comprensibilidad”

 

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Agunos pensaron en un mundo “infinito”

 

Está claro que  fuímos capaces de salir de nuestras regiones y nos arriesgamos a salir al mundo, nos pudimos dar  de que toda la Humanidad es una. Aquellos viajeros descubrieron nuevas islas, nuevas tierras, nuevos mares, nuevos pueblos y nueva gente que, en contra de lo que las leyendas contaban, resultaron ser iguales que ellos, es decir, al trazar las mapas del inesperado mundo nos pudimos alegrar de todos aquellos nuevos conocimientos y de poder saber que, aparte de costumbres y de lenguas, todo era igual en todas partes: ¡La Humanidad! Que llegó a inventar la Historia y la Ciencia a través de la Filosofía natural, observando el mundo que nos rodea y las cosas que en él pasaban.

                      Plutarco nos decía:

“Es más fácil encender una vela que maldecir la oscuridad”

a éste mismo personaje también se atribuye:

“Nunca te podrás bañar en las mismas aguas de un río”.

Alguien, no recuerdo  quién, decía:

“Que tu miedo a fallar no te impida jugar”.

Otra frase que se me quedó en la memoria decía:

“Cuando veas un gigante, examina antes la posición del Sol no vaya a ser la sombra de un enano”.

Me gusta mucho aquella atribuida a Charles Chaplin :

“Todos somos aficionados, la vida es tan corta que no da  más”.

 

 

 

 

Todos estos pensamientos que habéis leído arriba, nos viene a decir que el SER Humano, siempre ha  utilizando su cerebro, esa parte mental de nosotros, para recapacitar y pensar en los múltiples ámbitos en los que interaccionamos con el Mundo, y, siempre, hemos estado haciendo preguntas o valorando qué es lo que hacemos aquí. Y sí, toda la Humanidad es una, cada uno de los personajes de esta gran Comedia que llamamos la Historia de la Humanidad, ha tenido su papel en El Gran Escenario del Mundo. Eso, a pesar de que muchos, ni se enteran de lo que pasó, de lo que pasa y, ni piensan en lo que podría pasar.

Pintura La Humanidad

El artista ha tratado de plasmar a la Humanidad con sus los sentimientos, los deseos, el dolor y sus frustraciones, pasiones, pensamientos y esperanzas y miedos que son la consecuencia de no saber… que será del mañana. Pero no era esta mi intención esta mañana , al ponerme a teclear, llevaba la idea de contar algún episodio del pasado, algún que otro personaje y lo que en algún momento pasó.

Somos tan ilusos que hemos llegado a creer que nuestras manos sostiene el pincel que dibujará el futuro del Mundo. ¿Es así? Por mucho que podamos buscar una respuesta a esa pregunta, nada de lo que podamos encontrar nos dará la respuesta de qué pueda suceder, el futuro no existe, aún no ha llegado pero…, sí es cierto que será un reflejo de lo que podamos hacer . Como nos dice la Física:

El mañana estará cargado del presente que es, la consecuencia del pasado -causalidad-. Sin embargo, algunos físicos se empeñan en decir que, el futuro podría incidir en el pasado. ¿Cómo es eso posible?

 

Resultado de imagen de La experiencia nos dice que lo que pasará en el futuro es la consecuencia de lo que pase en el presente

 

Dependiendo de lo que hagan hoy, así será su mañana

 

Nuestra experiencia nos dice que lo que pasa en el futuro es consecuencia de lo que pasó en el pasado, es decir, lo que los físicos llaman causalidad. Sin embargo, un equipo de físicos con Yakir Ahoronov a la cabeza, han realidado un experimento que desdice tal aseveración y rompe con ese Principio de la Física de la Causalidad.

 

Pero, ontemos algunas Historias.

En algún párrafo de lo que más arriba digo, me refería a que, “En 1537, el gran cartógrafo portugués Pedro Nunes, al trazar los mapas del inesperado mundo de Occidente, se alegraba de la existencia de “nuevas islas, nuevas tierras, nuevos mares, nuevos pueblos; y, lo que es más, un  cielo y estrellas nuevas”.

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¿Cuántas veces no habremos contemplado ésta Imagen? Que en realidad (como pasa casi siempre), no responde a lo que pasó. Es una escena montada por el artista para  la presentación ante el público de aquél acontecimiento que aún y a pesar  del tiempo que ha pasado seguimos queriendo valorar.

El (re) descubrimiento de América hizo que los europeos se encontraran frente a frente con la gran variedad de la Humanidad. Al principio se sintieron tentados a convertir el asombroso continente americano en el entorno natural de las razas legendarias y “monstruosas”, descritas con todo detalle en la Historia natural de Plinio, y que desde entonces habían hechizado a los viajeros. Cuando los europeos llamaron “indios” a los nativos del  Mundo, no sólo contenían un error geográfico sino que también expresaban sus espectativas de hallar criaturas fantásticas.

Algunos albergaban en sus corazones la emoción y el miedo de hallar a “fantásticas criaturas” de “tierras lejanas”. Todavía, hace 500 , los hombres sentían temores irracionales transmitidos por historias y leyendas que, sus escasos entendimientos, fijaban fuertemente en sus mentes temerosas.

Colón informó,  su sorpresa y en cierto modo también para su decepción, que “en estas islas fasta aquí no he hallado ombres mostrudos, como mucho pensavan, más antes es toda gente de muy lindo acatamiento…Así que mostruos no he hallado ni noticia, salvo… una iente… los cuales comen carne umana…Elos no son más disformes que los otros…” Estos indios, aseguró Colón a los soberanos españoles, “son todos de muy linda estatura, altos de cuerpos e de muy lindos gestos…”

Aquellos rústicos marineros de Huelva, Palos y Moguer, se quedaron con las ganas de ver a los Bellos Unicornios bebiendo en las tranquilas y transparentes aguas de un riachuelo enclavado en el maravillo y selvático lugar que llevaban grabados en sus mentes.

Aunque  prosaica y tranquilizadora noticia despojó a las nuevas tierras de su encanto legendario, las “razas monstruosas” continuaron existiendo. La poesía, el folklre y el romance repetían antiguas historias de legendarias Amazonas (“sin pechos” mujeres que vivían sin hombres, y eran denominadas así porque se amputaban el pecho derecho  tensar el arco con más fuerza).

La Guerra,la Caza, la Agricultura y el entrenamiento de niñas Amazonas eran sus tareas principales. Se dice que fueron las primeras humanas en cabalgar caballos. Las Amazonas eran devotas de la Diosa de la Caza, Artemisa. Fue Homero, el que al introducir a las Amazonas en sus leyendas, estas recorrieron el mundo y, la imagen de aquellas mujeres guerreras estaban  asentadas en las mentes de las generaciones venideras.

También, dentro del amplio espectro de monstruos que todos esperaban encontrar en aquellas tierras, estaban los Cíclopes (los gigantes de un sólo ojo de Homero y Virgilio), cinocéfalos (“cabeza de perro”, que se comunicaban ladrando, tenían unos dientes enormes y lanzaban fuego por la boca), pigmeos (que se trenzaban el pelo para hacerse con él prendas de vestir y luchaban con las grullas que les robaban las cosechas), antípodas (“pies al revés”, que vivían en la  inferior del mundo y tenían que andar cabeza abajo), Había también amictrias (“insociables”, que se alimentaban de carne cruda y tenían un prominente labio).

Todos tenemos el recuerdo de haber visto la Odisea de Homero,  el astuto Ulises (Kirk Douglas), burla al cíclope Polifemo y logra salvar a sus hombres prisioneros en la cueva de éste. Estos personajes y todos los que arriba menciono, estaban fuertemente grabados en la memoria de muchas generaciones que, habiendo leído o escuchado contar aquellas historias, tenían la certeza de sus existencias.

La colección de extraños personajes es interminable y, cada uno de ellos, con sus peculiares configuraciones que, sobre todo, eran llamativas y despertaban la fantasía de todos. Claro que estos y otros pueblos monstruosos habitaban un limbo situado  la Teología y la Fantasía. Si como afirmaba la Biblia, todos los hombres eran descendientes de Adan, quizás esas defomidades eran el castigo recibido por algunos hijos de éste por sus pecados o por comer hierbas prohibidas. “Los descendientes mostraban en sus cuerpos lo que los ascendientes se habían ganado por sus fechorías”, declaró un poeta alemán del siglo XII. “Lo que los padres eran por dentro, los hijos lo eran por fuera.”

Colón informó que los pueblos que había encontrado no eran monstruos sino simplemente salvajes, señaló sin proponérselo hacia una nueva ciencia de la cultura. Y hacia unas ideas de progreso. Los casos extremos de la diversidad humana ya no quedaban relegados al reino de la fantasía, pues podían ser observados de cerca.

Una de las escenas de la película "La Misión".

    Alguna de aquellas escenas de la visita de Colón podría haber sido como ésta de la película La Misión.

En una carta a los Reyes Católicos Colón les :

“…ellos son tanto sin engaño y tan liberales de lo que tienen, que no lo creeria sino el que lo viese. Ellos de cosa que tengan, pidiéndosela, jamás dicen que no, antes convidan a la persona con ello, y muestran tanto amor que darían los corazones, y quier sea cosa de valor, quier sea de poco , luego por cualquier cosica de cualquier manera que sea que se le dé por ello sean contentos. Yo defendí que no se les diera cosas tan siviles como pedazos de escudilla rotas y pedazos de vidrio roto y cabos de agugetas; haunque cuando ellos esto podían llegar, les parecía haver la mejor joya del mundo…”

 

 

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Los reyes Católicos Isabel y Fernando que costearon la aventura de Colón

 

Esto nos muestra la candidez de aquellos seres y se explica todo lo que vino después.

Claro que, el descubrimiento de América abrió posibilidades nuevas, intrigantes primero y revolucionarias después. En el siglo XVIII ya era evidente que existían muchas especies de plantas y animales “propios de esa  del mundo”. Algunos naturalistas atrevidos llegaron a proponer que en lugar de una sola Creación en el Jardín del Edén, podía haber habido “creaciones separadas” en diferentes partes del mundo y especialmente adaptadas a las diferentes regiones. Luego, ¿por qué no podía haber “creaciones separadas” de la Humanidad?

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                              Bonita vista (hoy) de una zona de la Ciudad de Montevideo en Uruguay

Claro que, pasando el tiempo, todo aquello se transformó y surgieron cosas buenas. Montevideo, ciudad del sur de Uruguay, capital del país y del departamento homónimo, situada en la margen izquierda del río de la Plata. Urbe  diseñada, con amplios y espaciosos bulevares, es la mayor ciudad del país y centro económico, administrativo y cultural.

De entre sus lugares más destacados cabe mencionar el cerro, al que Montevideo debe su (procedente de la expresión portuguesa monte vide eu, ‘he visto un monte’) y el Mercado del Puerto, antigua estación ferroviaria convertida en la actualidad en destino gastronómico de lugareños y visitantes.

El casco antiguo, localizado en el extremo de la península que se adentra en el río de la Plata, acoge varios monumentos y edificios coloniales; de  ellos, cabe destacar la Puerta de la Ciudadela (1742), la Casa de Lavalleja (1783), el Cabildo —antigua sede legislativa del país y cuna de la independencia uruguaya— y la hermosa catedral, levantada entre 1790 y 1804. Ambos edificios se sitúan en la plaza de la Constitución. Por su , la plaza de la Independencia, que ocupa el antiguo límite de la ciudad alberga el mausoleo del héroe nacional José Gervasio Artigas, rodeado por fuentes y palmeras. En la plaza arranca la avenida 18 de Julio, principal arteria de Montevideo donde se sitúan los palacios de Estévez (siglo XVII) y Salvo (1927).

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Claro que, todos aquellos territorios vieron pasar el tiempo y se conviertieron en modernas urbes que hoy, caminan de la mano de la tecnología y de los inventos y descubrimientos que la Ciencia nos ha ofrecido por medio de la evolución de una Humanidad con destino incierto pero que trata, por todos los medios, de labrarse un porvenir que algunos se empeñan en oscurecer y, entre todos, tenemos que lograr que no lo consigan.

Lo cierto es que, como siempre digo, nunca se sabe  se comienza un trabjo por qué caminos irá y en qué puede desembocar. Comenzaba diciendo:

“A merced del Universo, sobre el frágil puente de nuestra ignorancia y ante la luz cegadora de nuestras propias mentes que no nos dejan “ver” el infinito mundo del conocimiento de las cosas, de la Naturaleza y de nosotros mismos.  presentó “El Origen de las Especies”, allá por el año 1887, Thomas Henry Huxley dijo:

“Lo conocido es finito, lo desconocido infinito; intelectualmente nos hallamos en un islote en medio del océano ilimitado de lo inexplicable. La tarea de cada generación es reclamar un poco más de terreno, añadir algo de extensión y solidez de nuestras posesiones”

 

 

 

 

“El comportamiento humano puede ser genuinamente deliberado ya que solo los seres humanos se guian en sus conductas por un conocimiento de lo que ocurrió antes de que nacieran y por una idea preconcebida de lo que puede ocurrir después de que hayan muerto;  pues, sólo los seres humanos se orientan por una luz que ilumina una extensión mayor que la parcela de tierra sobre la que se encuentran.”

 

Creo que esta podría ser una buena forma de finalizar esta extraña página.

emilio silvera

¡Cuántos enigmas! Seguimos queriendo saber

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo asombroso    ~    Comentarios Comments (0)

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Nosotros, los habitantes de  mundo, hemos logrado armar un cuadro plausible de un universo universo (mucho) mayor. Hemos logrado entrar en lo que podríamos llamar la “edad adulta”, con lo que quiero significar que a través de siglos de esporádicos esfuerzos, finalmente hemos empezado a comprender algunos de los hechos fundamentales del universo, conocimiento que  presumiblemente, es un requisito de la más moderna pretensión de madurez cosmológica.

Hemos podido llegar a comprender las grandes estructuras de las galaxias que pueblan el espacio interestelar y también, hemos logrado llegar al ámbito más pequeño de los átomos, esos pequeños objetos que todo lo conforman y que, a su vez, están hechos de los objetos más pequeños conocidos, pequeñas partículas que repartidas en varias familias conocidas como Quarks, Leptones, Hadrónez y Bosones, se las arreglan para que nuestro Universo sea tal como lo podemos observar al interaccionar con esas cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza de las que dicen, que al principio fue una sola fuerza.

La Nebulosa del Capullo,  catalogada como IC 5146, es una nebulosa particularmente hermosa situada a unos 4.000 años-luz de distancia  la constelación del Cisne (Cygnus). Un hermoso complejo de Luz y nebulosidad oscura que rodea a un cúmulo muy disperso. A veces, cuando miramos la Naturaleza, no podemos por menos que admitir que, las cosas que crea y construye, no podrían ser hechas por el mejor pintor o arquitecto que, en su sabiduría, nunca llegaría a igualarla.

Sabemos, por ejemplo, dónde estamos, que vivímos en un planeta que gira alrededor de una estrella situada en la  interior de uno de los brazos de la Galaxia (el Brazo de Ortión). La Vía Láctea, una galaxia espiral, está a su vez situada cerca de las afueras de un supercúmulos de galaxias, cuya posición ha sido determinada con respecto a varios supercúmulos vecinos que  en conjunto albergan a unas cuarenta mil galaxias extendidas a través de un billón de  años-luz cúbicos de espacio. Nosotros, inmersos en esa inmensidad, somos un simple puntito dentro de la propia Galaxia y, no digamos en relación al Universo entero.

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En la parte interios del Brazo de Orión (señalada con la línea) está el Sistema Solar, a 30.000 años-luz del Centro Galáctico en una región bastante tranquila que nos permite contemplar (con nuestros ingenios tecnológicos tanto en la Tierra como en el Espacio) lo que que ocurre en otras regiones lejanas y las fuerzas desatadas que azotan aquellos lugares. Incluso enviamos pequeñas naves robotizadas a otros mundos y “lunas” para que nos digan cómo son y lo que allí existe.

También sabemos más o menos, cuando hemos entrado en escena, hace cinco mil millones de años que se formaron el Sol y sus planetas, en un universo en expansión que probablemente tiene una edad entre dos y cuatro veces mayor. Hemos determionado los mecanismos básicos de la evolución en la Tierra, hallado pruebas también de la evolución química a escala cósmica y aprendido suficiente física como investigar la naturaleza en una amplia gama de escalas, desde los saltarines quarks  el vals de las galaxias.

          La Polis griega que trajo la Democracia. Lugares como el de arriba fueron testigos de ello

Hay realizaciones de las que la Humanidad puede, con justicia, sentirse orgullosa. Desde que los antiguos griegos pusieron el mundo occidental en el camino de la ciencia, nuestra medición del pasado se ha profundizado desde unos pocos miles de años a más de diez mil milloners de años, y la del espacio se ha extendido desde un cielo de techo bajo no mucho mayor que la distancia real de la Luna hasta el radio de más de doce mil millones de años-luz del universo observable. Tenemos razones para esperar que nuestra época sea recordada (si finalmente queda alguien para recordarlo) por sus contribuciones al supremo tesoro intelectual de toda la sociedad, su concepto del universo en su conjunto.

¿Qué pintor podría imaginar una Joya semejante? Vemos a IC 5146, La Nebulosa del Capullo en su región central. Una inmensa actividad de radiación de las estrellas nuevas masivas que ionizan el gas circundante.

Cuanto más sabemos sobre el universo, tanto más claramente nos damos  de lo poco que sabemos. Cuando se concebía  el Cosmos como un pulcro jardín, con el cielo como techo y la Tierra como suelo y su historia coexistía con la del árbol genealógico humano, aún era posible imaginar que podíamos llegar algún día a comprender sus estructuras y sus detalles. Ya no puede abrigarse esa ilusión. Con el tiempo, podemos lograr una comprensión de la estructura cósmica, pero nunca comprenderemos el universo en detalle; resulta demasiado grande y variado para eso.

                    Uno de los muchos salones de la Biblioteca de Harvard

Si tuviéramos un atlas de nuestra galaxia que dedicase una sola página a cada sistema estelar de la Vía Láctea (de modo que el Sol y sus planetas estuviesen comprimidos en una página), tal atlas tendría más de diez mil millones de volúmenes de diez mil páginas cada uno. Se necesitaría una biblioteca del tamaño de la de Harvard  alojar el atlas, y solamente ojearlo al ritmo de una página por segundo requieriría más de diez mil años. Añádanse los detalles de la cartografía planetaria, la potencial biología extraterrestre, las sutilezas de los principios científicos involucrados y las dimensiones históricas del cambio y se nos hará claro que nunca aprenderemos más que una diminuta fracción de la historia de nuestra galaxia solamente, y resulta que hay cien mil millones de galaxias más.

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       Galaxias situadas en las regiones más lejanas del Universo han sido captada por el Hubble

El Hubble nos muestra una imagen del universo profundo en el que aparecen unas pocas galaxias de entre los cien mil millones que lo pueblan y que no podemos abarcar en toda su inmensa extensión.No existe ningún telescopio capaz de conseguir una toma del universo entero que, conocemos por regiones que vamos uniendo las unas a las otras para poder saber como el universo es.

Ya nos lo dijo el físico Lewis Thomas: “El mayor de todos los logros de la ciencia del siglo XX ha sido el descubrimiento de la ignorancia humana”. Nuestra ignorancia, por supuesto, siempre ha  con nosotros  y siempre seguirá estando. Lo nuevo es nuestra conciencia de ella, nuestro despertar a sus abismales dimensiones, y es esto, más que cualquier otra cosa, lo que señala la madurez de nuestra especie. El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la ventura del aprendizaje es interminable.

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Hay una difundida y errónea suposición de que la ciencia se ocupa de explicarlo todo, y que  por ende, los fenómenos inexplicados preocupan a los científicos al amenazar la hegemonía de su visión del mundo. El técnico en bata del laboratorio, en la película de bajo presupuesto, se da una palmada en la frente cuando se encuentra con algo  y exclama con voz entrecortada: “¡Pero…no hay explicación para esto!” En realidad, por supuesto, cada cinetífico digno se apresura a abordar lo inexplicado, pues es lo que hace avanzar a la ciencia. Son los grandes sistemas místicos de pensamiento, envueltos en terminologhías demasiado vagas para ser erróneas, los que explican todo, raramente se equivocan y no crecen.

 

Los grandes pensadores

 

La ciencia es intrínsecamente abierta y exploratoria, y comete errores todos los días. En verdad, éste será siempre su destino, de acuerdo con la lógica esencial del segundo teorema de incompletitud de Kurt Gödel. El teorema de Gödel demuestra que la plena validez de cualquier sistema, inclusive un sistema científico, no  demostrarse dentro del sistema. En otras palabras, la comprensibilidad de una teoría no puede establecerse a menos que haya algo fuera de su marco con lo cual someterla a prueba, algo más allá del límite definido por una ecuación termodinámica, o por la anulación de la función de onda cuántica o por cualquier otra teoría o ley. Y si hay tal marco de referencia más amplio, entonces la teoría, por definición, no lo explica todo. En resumen, no hay ni habrá nunca una descripción científica completa y comprensiva del universo cuya validez pueda demostrarse.

El Creador (si en verdad existe un “creador”) debe haber sido afecto a la incertidumbre, pues Él nos la ha legado  siempre. La cual, diría yo, es una conclusión saludable y debe de alegrarnos. Mirar esa imposibilidad de saberlo todo, esa incertidumbre cierta que llevamos con nosotros y que nos hace avanzar a la búsqueda incansable de nuevos conocimientos, es en realidad, la fuente de la energía que nos mueve.

                       Busto de Alejandro Magno

 

Podemos recordar aquí lo que cuentan de Alejandro Magno: Él lloró  le dijeron que había infinitos mundos (“¡Y nosotros no los hemos conquistado, ni siquiera uno!”), pero la situación parece más optimista a quienes se inclinan a desatar, no a cortar, el nudo gordiano de la Naturaleza. Ningún hombre y mujer, realmente reflexivo, debería desear saberlo todo, pues cuando el conocimiento y el análisis son completos, el pensamiento se detiene. Sin curiosidad, sin un secreto que descubrir o un misterio que desvelar… ¡Qué haríamos! La decadecadencia y el hastío se apoderaría de nosotros.

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                                                                        Observación y experimento

¿Por qué, pues, la ciencia tiene éxito? La respuesta es que nadie lo sabe. Es un completo misterio por qué la mente humana  comprender algo del vasto universo. Lo cierto es que somos una parte evolucionada de la Naturaleza y estamos supeditados a ella, nosotros, la especie Humana, hemos hecho acto de presencia cuando la Naturaleza lo consideró oportuno, después de más de diez mil millones de años de la evolución de la materia en las estrellas y, finalmente, mutando en un pequeño planeta con las adecuadas condiciones para ello. No somos tan importantes como algunos creen y, desde luego, en el contexto del Universo, nunca seremos determinantes. Nuestra presencia es local y, ni en nuestra pequeña región podemos dominar nada. Supeditados a una pequeña estrella del tipo G2V, amarilla y en compañía de algunos planetas y pequeñas lunas, nos creemos los amos del universo cuando, en realidad, en su contexto entero, somos menos que una mota de polvo en una gran Nebulosa.

Claro que… ¡Pensamos!

 solía decir Einstein: “Lo más incomprensible del universo es que sea comprensible”. Quizá como nuestro cerebro evolucionó mediante la accion de las leyes naturales, éstas resuenan de algún modo en él. La Naturaleza presenta una serie de repeticiones de pautas de conductas que reaparecen a escalas diferentes, haciendo posible identificar principios, como las leyes de la conservación, que se aplican de modo  y éstas pueden proporcionar el vínculo entre lo que ocurre dentro y fuera del cráneo humano. Pero el misterio realmente, no es que coincidamos con el universo, sino que en cierta medida estamos en conflicto con él, y sin embargo podemos comprender algo de él. ¿Por qué esto es así?

Habrá que seguir buscando respuestas.  tiempos inmemoriales, el hombre pregunta a las estrellas si el Universo es eterno e infinito y el cielo le responde cada noche. Pero, ¿sabemos oir la respuesta?

¡Es todo tan complejo! ¡Es todo tan hermoso!

emilio silvera