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Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Futuro incierto    ~    Comentarios Comments (1)

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         El cerebro es capaz de inventar recuerdos de hechos que nunca ocurrieron y visitar lugares que, ¡no sabemos si existirán en alguna parte! Los cien mil millones de neuronas que no dejan de titilar produciendo fogonazos que hacen saltar las ideas que nos llegan, no pocas veces sin saber de dónde, es aún un gran misterio que los estudiosos tratan de resolver. No se ha podido llegar a saber cómo funciona el cerebro humano y su complejidad es tal que, sólo el universo mismo se le podría comparar.

La capacidad humana para aprender, inventar, buscar recursos, y sobre todo, adaptarse a las circunstancias es bastante grande. A lo largo de los últimos milenios Civilizaciones del pasado han demostrado que desarrollarse y constituir sociedades que apuntan maneras de querer hacer bien las cosas. Bueno, al menos esas son las sensaciones que yo he podido percibir.

Aunque examinando la realidad de los hechos y la Historia del pasado, las perspectivas no se cunplieron…, del todo.  No se cumplen dichas espectativas. Sociedades democráticas y de derecho –aquellas polis griegas del pasado-, El sueño de un reparto equitativo de la riqueza es una quimera.

Hay cosas de las que, sin ser los responsables directos, nos hacen sentir verguenza

Medio mundo se muere desnutrido y, el otro medio, se muere por la obesidad. Los pueblos, por motivos religiosos, de ocupación de zonas ricas en recursos energéticos y por otras causas que nunca justificaron el resultado, se están matando en pleno comienzo del siglo XXI.

                      Mientras estos monstruos sean necesarios… ¡Mal van las cosas!

Con tal panorama, nadie podrá negar que la Humanidad, no se ha ganado el derecho a tal nombre, estamos deshumanizados y en pleno proceso de “humanización”. Tenemos ingenios espaciales que nos envían datos de las estrellas, robots que hacen de planetas lejanos y hacen análisis de la composición del terreno de las lunas de Júpiter o Saturno, satélites orbitando la Tierra que nos facilitan las comunicaciones y nos envían los parámetros del tiempo en los rincones más alejados del globo, ordenadores que se programan para que un láser opere un ojo humano o mil maravillas más. Sin embargo, a pesar de todo eso, dentro de nosotros prevalece el instinto animal salvaje que de manera inconciente, nos hace desconfiar de los demás y nos empuja incluso a matar, de inhumana, por defender aquello que consideramos nuestro o que simplemente queremos. Y mientras que sea así, la “Humanidad” no será “humana”…, todavía.  Parece que nos falta evolución y que el proceso continúa, aún falta bastante tiempo para alcanzar el nivel que, de manera definitiva, nos distinga de los animales irracionales. De momento, no hemos podido conquistar esa racionalidad que tanta falta nos hace. En algunos aspectos, nos comportamos como auténticos idiotas.

¿Cuántos problemas podríamos solucionar y cuántos programas de investigación podríamos llevar a buen fin, si se destinaran los presupuestos de todos los países del mundo gastados en armas y ejércitos a causas más nobles? Estamos inmersos en una sociedad del miedo, en la que los poderosos, tienen dominado al mundo que se rige por sus intereses, y, la mayoría de las personas, aunque no tienen cadenas ni grilletes los esclavos del pasado, sí tienen otros amarres que los tienen confinados en un mundo de Hipotecas y de trabajos precarios que, de alguna manera, viene a ser lo mismo.

Hoy parece que me he salido del guión científico para explicar el motivo por el cual (guiado por el egoísmo de unos pocos), la Humanidad está dejando de lado su verdadera obligación de avanzar en el sentido del conocimiento para que, llegado el momento, puedamos hacer frente a los terribles problemas que tendremos que resolver. De momento, el más prioritario y terrible de todos es el de conseguir una digna capacidad de vida para nuestros hermanos, tenemos que procurar una digna forma de vida para todos los seres del planeta y que, de manera práctica y efectiva las regiones ricas acudan en ayuda de las regiones pobres del mundo evitando la miseria, el hambre, la enfermedad y la muerte que sin inmutarnos, estamos presenciando, cada día, cómodamente sentados en nuestro confortable sofá viendo y oyendo las horribles noticias que nos llegan esas desgraciadas regiones. Lo más lamentable es que tales sucesos, por su cotidianidad, han pasado a ser parte de nuestras vidas, se toma como algo inevitable que, al estar lejos de nosotros, no nos afecta.

Habrá que despejar las brumas de la mente que nos impiden ver el paisaje. Tenemos que despertar de este terrible sueño, para poder ver la horrible realidad. Tenemos la obligación moral, ética y social de cambiar el actual de las cosas. El mundo no puede seguir así por mucho tiempo.

Un futuro mejor

Sin importar la procedencia familiar, ni el lugar de nacimiento, y teniendo en las capacidades personales de cada uno, todos, sin excepción, recibirán las enseñanzas más adecuadas a sus capacidades. No podemos dejar escapar mentes de inmensa imaginación y poderosas ideas por el simple hecho de no tener los medios para poder desarrolarlas. Recuerdo, en neste punto que, el padre de Newton, era un humilde y pequeño agricultor que ni sabia escribir. Sin embargo, ello no impidió que su hijo destacara como uno de los científicos más grandes de nuestro mundo.

Matemáticos, físicos, químicos, biólogos, astrónomos, o simples peones de factorías, uno será lo que quiera ser, lo que su mente le permita y sus deseos les exijan, hagámos que sea una realidad el tan aireado -pero inexistente- libre albedrio. Dejémos que cada cual pueda elegir su destino y que surjan escritores, músicos pintores o actores. También el espíritu tiene que ser alimentado.

 

El mejor amigo… ¡Un libro! Allí, lo mismo encontramos bellas  historias que hacen volar nuestra imaginación, como las respuestas a preguntas que nadie nos supo contestar. una fantástica aventura, pasando por un poema de amor, hasta el más intrincado secreto de la Naturaleza

Ahora, cada uno de nosotros -por lo general-, tiene lo que ha podido conseguir, no lo que verdaderamente quería. ¿Cuántos magníficos médicos, profesores, ingenieros o físicos no se habrán perdido por falta de apoyo? Tenemos que poner los medios que sean necesarios para que todos podamos ser lo que realmente queremos, una de las bases de la felicidad está en el principio de realizar aquello que más nos atrae. ¿Cuántas veces hemos oído decir… ¡me gusta tanto lo que hago que, más que un , es un gozo!?

Es totalmente cierto, el que hace lo que le gusta no siente el paso del tiempo, se podría pasar horas y horas inmerso en su trabajo, fascinado con lo que llena sus sentidos, mentalmente situado en su mundo particular, sin que nada le pueda distraer, se aísla del entorno y consigue la felicidad a través de lo que hace.

Nada como esa felicidad, - al hacer lo que nos gusta
sin miedo ni vergüenza
por lo que vallan a decir los demás.

Está claro que la calidad de vida, en todos los aspectos, estará presente allí donde se esté desarrollando una actividad acorde con los deseos de las personas que la llevan a cabo. Quien desarrolla un no deseado se limita a cumplir de cualquier manera, está todo el rato mirando el reloj deseando que la jornada finalice, su rostro refleja el fastidio que la tarea le produce. Por el contrario, quien hace aquello que de verdad le gusta, lo hará a conciencia, buscará la perfección y la belleza en aquello que realiza, y, mientras lo hace, estará tan centrado y concentrado en su trabajo que, para un atento observador, parciera que está fuera de este mundo, fuera del entorno, sumergido en su propia realidad.

Dicho todo lo anterior, si no conseguimos algún día que todo eso sea una realidad todos, difícilmente lograremos un mundo plenamente desarrollado y habitado por gente felices que, habiendo desarrollado sus intelectos, también, como consecuencia de ello, habrán logrado construir una Sociedad en la que, todos tendrán su lugar y nadie estará ni se sentirá postergado.

¿Cuántos problemas desaparecerán si pudiéramos conseguir eso? Qui´zas algún día lejos, muy lejos aún en el futuro, podremos gozar de un panorama así, en el que todos, tengan la oportunidad de desarrollar sus cualidades y las mentes, plenamente evolucionadas, darán sus ideas que todas las puedan compartir.

¿Que aún falta mucho para que eso llegue -si es que llega algún día-? No tanto como a simple vista nos pueda parecer, el transcurrir del tiempo es inexorable y, lo mismo que todo tuvo un principio, también tendrá un final y, mientras ese final llega, si por el camino podemos alcanzar cosas buenas…, mucho mejor. Cuando me pongo a escribir y a dejar mis ideas por ahí, escritas en las hojas de papel de una libreta, o, en éstas mismas páginas del Blog… Pienso que:

d-brana

“El gráfico representa un modelo de manguera de un espacio-tiempo de dimensiones más altas de Kaluza-Klein, donde la longitud, o mejor, la dimensión a lo largo de la longitud de la manguera representa el 4-espacio-tiempo normal, y la dimensión alrededor de la manguera representa la dimensión extra “pequeñas” (quizá escala de Planck). Imaginemos un “ser” que habite en mundo, que rebasa estas dimensiones extra “pequeñas”, y por ello no es realmente consciente de ellas.

Es posible que, de la misma manera, también nosotros estémos imposibilitados ver esas dimensiones extra que, sin embargo,  nos permita ver más allá de las matemáticas topológicas, más allá de las fluctuaciones de vacío, más allá de los quarks, más allá de las singularidades y… ¿Por qué no decirlo? ¡Más allá de nuestro propio Universo! No podemos olvidarnos de que dentro de varios eones, nuestro Universo podría morir.  Estamos obligados a buscar la manera (si existe), de escapar de ese destino fatal.”

“Algo tuyo queda en esas hojas de papel o en las páginas escritas en un blog virtual que, de alguna manera, grita los mensajes que surgen de tu mente”.

     

Cuando escribo, mis pensamientos recorren los caminos más inesperados, y relaciono cosas que a simple vista nadan tienen que ver con el tema que estoy tratando, pero no es así, todo, de alguna manera, está conectado. Nuestros cerebros son tan complejos que se podrían definir los entes pensante del Universo -en otra ocasión trataremos sobre “La expansión del Universo–La expansión de la mente“, un tema que nos habla de cómo todo evoluciona, cambia y se transforma y, nosotros, no somos ninguna excepción.

¡Ah! Si no podemos aquello que queremos hacer… ¿Dónde queda el libre Albedrío?

            No siempre hemos podido elegir el camino a seguir

Así que, al igual que ocurre con el Amor (que nadie puede elegir de quién se podrá enamorar), pasa en los demás estadios de la vida de una persona que, no pocas veces, se ve abocada a situaciones y momentos que cambian su vida sin que nada pueda hacer por remediarlo. Una cosa es nuestra intención y nuestros deseos y otra muy distinta, lo que el destino nos tenga reservado. Cualquier suceso puede cambiar nuestras vidas. Siendo yo pequeño, mi padre fue parte de un terrible suceso. Siendo marinero pescador, en la amdrugada fría y oscura de un día de febrero de hace ya muchos años, el pequeño barco de madera en el que navegaba por las aguas de Cabo Verde, fue embestido por un mercante que lo partío en dos.

File:Satellite image of Cape Verde in December 2002.jpg

Dos días pudo aguantar agarrado a un tablón de su propio barco y, por suerte, los marineros de otro mercante que pasó por allí recogieron y lo llevaron a puerto. Aquella experiencia lo dejó asmático e imposibilitado para poder embarcarse más. Y, siendo aquello lo único que sabía hacer, la familia quedó desampaarada y sin ingresos. En aquellos tiempos no daban subsidios ni pagas por accidentes. Siendo el mayor de los hermanos, aunque un niño en edad de seguir en la escuela, tuve que dejarla y ponerme a trabajar para ayudar en casa y, de ahí, se puede seguir una larga historia que cambió por completo mi vida y también, la de toda mi familia. Un hecho fortuíto, un accidente, cambió nuestro futuro.

¿Quién está exento de que le pase algo similar, de que algún suceso cambie su vida para siempre?

¿El Libre Albedrío? Sí, en una pequeña fracción de nuestros actos, nos permite elegir lo que queremos pero… ¡Nunca podremos hacer todo lo que podamos desear! El Libre Albedrio no existe, es una abstracción, una ilusión de la mente que se nos ha dado para que, no podamos caer en la desesperación al ser consciente de que no somos dueños de nuestros propios destinos. Hacemos todo lo que podemos por conseguir lo deseado y, a vedes, hasta lo podemos conseguir pero… ¡Ahí está lo imprevisto!

emilio silvera

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 18 de febrero del 2014 a las 6:42

    ¿El Libre Albedrío? ¿Dónde está?

    Nadie sabe lo que pasará mañana. Procuramos hacer siempre aquello que nos parece lo mejor para nosotros y para nuestros seres queridos y, a veces, nos sale bien y conseguimos pequeños triunfos. Sin embargo, eso que llaman el Libre Albedrío, es una abstracción de nuestra especie, es algo que en realidad, no existe. Nunca podremos hacer todo aquello que queramos, no somos libres de elegir siempre, toda vez que, son muchos los condicionantes que nos atan y nos obligan a tomar determinados caminos que, no siempre son los que hubiéramos querido tomar.

     

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