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El Universo se expande, la Mente también

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en La Mente - Filosofía    ~    Comentarios Comments (4)

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Sin la teoría del cuanto de acción de Planck, la radiación de cuerpo negro, Einnstein no podría haber realizado su trabajo sobre el efecto fotoeléctrico que más tarde posibilito la construcción de laceres y máseres.   Tampoco Heisemberg, Dirac, Schrödinger y otros muchos, podrían haber desarrollado la teoría cuántica sin aquella idea seminal de Planck.

Tenemos la obligación de exponer nuestras ideas que, pareciendo muchas veces incompletas, pueden ser el punto de partida para el desarrollo de grandes teorías y descubrimientos.  Muchas veces se me ocurren ideas que, por pudor, no me atrevo a escribir.  Cuando las medito, a mí mismo me parecen descabelladas y, sin embargo, no me extrañaría que esté equivocado en tal clasificación.  Hasta podrían ser ciertas.

Incluso Fedor Dostoievski, en los hermanos karamazov, hizo que su protagonista Ivan Karamazov especulara sobre la existencia de dimensiones más altas y geometrías no euclinianas durante una discusión sobre la existencia de Dios.

Desde siempre, la imaginación humana, ha especulado con otras dimensiones y universos paralelos (Alicia en el País de las maravillas).  ¿Será acaso una especie de mensajes que nos llegan como recuerdos de la materia?

Imaginación:

“Se trataba de Andrómeda, hija de Cefeo, rey etíope de Yope, y de Casiopea.  Esta se había jactado de que la belleza de su hija superaba a la de todas las Nereidas juntas.  Ofendidas por este insulto, las ninfas marinas se quejaron a Poseidón, su protector, quien, como castigo, envió un diluvio y al monstruo marino para que asolaría el reino de Yope.

Desesperado, el rey consultó oráculo de Amón, que declaró que el monstruo no desaparecería hasta que la princesa Andrómeda no fuese sacrificada.  Con el corazón partido el rey siguió las indicaciones del oráculo y abandonó a su hija encadenada a una roca voladiza.

Las aguas comenzaron a subir y a bullir en espuma, mientras el monstruo, que estaba cubierto de espumas, energía lentamente.

Todos, desde la distancia, estaban mirando la escena, pendientes del monstruo.  Nadie se fijo de que manera apareció aquel joven de pies alados que, lanzándose al cuello de la bestia blandiendo una cimitarra (como ya hiciera con Medusa), de un solo golpe decapitó al monstruo.

Cuando Perseo liberó a Andrómeda de sus cadenas, sus miradas se encontraron y nació el amor entre sus almas.”

Historias así jalonan la antigüedad, y, nos muestra, la rica imaginación que poseemos los humanos, capaces de inventar mundos y situaciones que pueden ser recreados en nuestros pensamientos, los unos terribles y los otros de una inmensa belleza.

Es precisamente, esa imaginación sin límite, la que hace posible que recreemos esos nuevos mundos que, aunque no son reales en el nuestro, no quiere decir que no existan en algún otro lugar del Universo que ¡es tán grande! Es casi tan grande como nuestro poder para imaginar.

Imaginación:

Humel, con paso cansino, agotado, vió, por fin, a lo lejos, las luces mortecins del poblado.  Su cansancio no era suficiente para ensombrecer la alegría que embargaba su corazón.

Había partido de Abera, hacía ya treinta noches, el camino hasta Adra, la que ahora tenía delante, era largo y muy peligroso.  Sin embargo, el premio valía la pena.

A todos lo confines del reino había llegado la proclama del rey Yuno, el que pasara las pruebas, se casaría con su hija, la bella Hilema…….

De esta manera podría continuar durante mil folios y contar una bella historia de personajes que irían viviendo situaciones conforme quisiera mi imaginación.  Tenemos a nuestra disposición un enorme tesoro que, muchas veces, no sabemos aprovechar.

Bueno, lo que trato de decir con tanta palabrería, es que estamos en posesión de una herramienta de enorme poder, el cerebro.  ¿Qué se nos puede resistir? Creo, que con tiempo por delante, Nada.

Ahora encontraremos la partícula de Higgs que nos dará información para poder abrir muchas puertas cerradas, será una llave maestra.  Seguramente, también con el LHC, aparecerán los esquivos quarks y también los Gluones, daremos un paso enorme en el conocimiento de la materia y del Universo. Y, ¿el gravitón?.

Después continuaremos, teniendo nuevas ideas y conocimientos, con la dichosa teoría M que, aún nos queda muy lejos.  Para verificarla necesitaríamos disponer de la energía de Planck.

Pensemos en la masa de una partícula cuya longitud de onda compton es igual a la longitud de Planck.  Esta dada por Fórmula, donde ђ es la constante de Planck racionalizada, c es la velocidad de la luz y G es la constante gravitacional.  La descripción de una partícula elemental de esta masa, o partículas que interaccionan con energías por partícula equivalente a ella, requiere una teoría cuántica de la gravedad.  Como la masa de Planck es del orden de 10-8 Kg (equivalente a una energía de 1019 GeV) y, por ejemplo, la masa del protón es del orden de 10-27 kg y las mayores energías alcanzables en los aceleradores de partículas actuales (antes del LHC) son del orden de 103 GeV, los efectos de gravitación cuántica no aparecen en los laboratorios de física de partículas. Sin embargo, en el universo primitivo las partículas tenían energías del orden de la masa de Planck, de acuerdo con la teoría del Big Bang, y es, por tanto, necesaria una teoría cuántica de la Gravedad que es, precisamente, lo que nos promete, la teoría M:

Mecánica Cuántica y Relatividad General ¿juntas? ¿Para Cuándo?

Ese nuevo Universo de dimensiones más altas donde todo tiene cabida cualquier interacción incorporando supersimetría y en la que los objetos básicos son objetos unidimensionales (supercuerdas).

Se piensa que las supercuerdas tienen una escala de longitud de unos 10-35m y, como distancias muy cortas están asociadas a energías muy altas que, como dije antes, son del orden de 1019 GeV, muy por encima de la energía que se podría conseguir hoy.

Las cuerdas asociadas con los bosones sólo son consistentes como teorías cuánticas en un espacio-tiempo de 26 dimensiones; aquellas asociadas con fermiones sólo lo son en un espacio-tiempo de 10 dimensiones.  Se piensa que las cuatro dimensiones microscópicas surgen por un mecanismo de Kaluza-Klein, estando las restantes dimensiones “enrolladas” para ser muy pequeñas en la longitud de Planck.

Una de las características más atractivas de la teoría de supercuerdas es que dan lugar a partículas de espín 2, que son identificadas con los gravitones.  Por tanto, una teoría de supercuerdas automáticamente contiene una teoría cuántica de la interacción gravitacional.  Se piensa que las supercuerdas están libres de infinitos que no pueden ser elminados por renormalización, que plagan todos los intentos de construir una teoría cuántica de campos que incorpore la gravedad.  Hay algunas evidencias de que la teoría de supercuerdas esta libre de esos infinitos indeseables,  pero no hay prueba definitiva.

Aunque carecemos de pruebas evidentes de supercuerdas, algunas característica de las supercuerdas son compatibles con los hechos experimentales observados en las partículas elementales, como la posibilidad de las partículas nos respeten paridad, lo que en efecto ocurre en las interacciones débiles.

Aunque nuestras posibilidades energéticas y técnicas, hoy en día, son nulos para obtener las 1019 GeV que serían necesarios para verificar las supercuerdas, no tenemos que descartar que, se pueda avanzar por indicios y datos experimentales indirectos que vayan cubriendo pequeñas parcelas de ese total que será la teoría M.

Mientras tanto, Edgard Witten, continúa pensando, su privilegiado cerebro matemático desarrollo cientos de ecuaciones mientras parece que mira, fijamente, al paisaje.

Parece que esa rama de la geometría que se ocupa de las propiedades de los objetos geométricos que permanecen inalterados bajo deformaciones continuas, como el doblado, estirado, etc.  Son técnicas matemáticas que emplean la topología son de gran importancia en las teorías modernas de las interacciones fundamentales.

Haber qué matemáticas podemos tener en las próximos 30 años, cuando tengamos la fusión para producir energía barata, y, entonces, seguramente, Witten, o cualquier otro nuevo genio, nos daría una agradable sorpresa.

El título del presente trabajo, referido a la expansión del Universo y de la mente, no tiene más conexión que la que, en sí mismo se lee.  El Universo se expansiona continuamente, nuestra mente también. Formamos parte del Universo y con él, crecemos.

En el tratado filosófico de Aristóteles, a los que los comentaristas llamaron Filosofía primera y también Teología, aparecen referencias a la Metafísica como la ciencia del ser, y trata de indagar las primeras causas y principios de las cosas, la naturaleza íntima y el destino de los seres.

La metafísica, desde Wolf, se ha dividido en autología o doctrina del ser, y metafísica especial, que se subdivide en cosmología, que trata de la naturaleza, causa y origen del mundo; psicología racional, que hace el mismo estudio en relación al Alma Humana, y teología natural o teodicea, cuyo objeto es la demostración de la existencia de Dios, la naturaleza divina y sus relaciones con el mundo.  Ha sido combatida por los empíricos, naturalistas y agnósticos.  En especial Kant y los sistemas positivistas modernos son los que tuvieron más pequeño en negar su posibilidad y su carácter científico.

Es interesante, profundicemos algo más. (Ta meta ta physika) Obra de Aristóteles, dada a conocer por su discípulo Andrónico de Rodas h.70 a. de C.Su autor se centra en el estudio del ser en tanto ser, es decir, del ser en un sentido eminente, forma sin materia o acto puro.   Aborda la metafísica a partir de una crítica de los sistemas precedentes, en especial el de Platón.

Aristóteles abordó el saber empírico, techné y ciencia, la metafísica en particular, el método para estudiar metafísica, análisis de ciertos axiomas como el principio de no-contradicción, claves y conceptos de metafísica, la sustancia y el movimiento, de lo uno y lo múltiple, del primer motor inmóvil (la divinidad) y sobre las ideas.

Fue el primer filósofo que escribió un tratado sistemático de metafísica y definido el objeto de esta disciplina.  Andrónico, como antes decía, se topó con unos manuscritos del maestro, situados más allá de los libros de la Física (Ta meta ta physika), de ahí el nombre: metafísica.  No es de extrañar, por lo tanto, que esta palabra, que connota un tipo de conocimiento transfísico, haya sido utilizada por numerosas doctrinas ocultistas de toda indole.

El término tuvo excelente acogida y fue utilizado, en adelante, para denominar a aquella parte de la filosofía que versa sobre el ser (to ón).

Musía: la sustancia, la esencia.

El problema de definir el objeto y el método de la metafísica surge de la dificultad inherente al problema del ser (to ón), cuya multiplicidad de sentidos (todas las cosas son, pero no de la misma manera) se deduce de un análisis de las oraciones copulativas, en las que un predicado se atribuye a un sujeto de dos maneras radicalmente distintas entre sí: afirmando aquellas características que definen esencialmente al sujeto (esencia, sustancia, que es algo) o a una cualidad o característica inherente al sujeto y en ningún modo definitoria de su esencia (accidentes).

Estas maneras de decirse el ser se corresponden, según el estagirita, con las diez categorías de formas de ligarse un predicado a un sujeto: esencia o sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, situación, posesión, acción y pasión.

En cuanto al método de conocimiento utilizado por la metafísica, este no es experimental (a posteriori) o empírico, sino que se basa en deducciones anticipadas, es decir, independiente de la experiencia.

Aristóteles, ¿qué duda nos puede caber?, fue un pilar de la filosofía y el pensamiento que ha llegado a nuestros días con múltiples variantes de la evolución lógica de los tiempos.

“Todas las cosas son, pero no de la misma manera.”

La frase tiene guasa.  En tan simple expresión está encerrada la verdad del Universo.  Nosotros hablamos de “ser” y queremos referirnos a lo que piensa y siente, a lo que tiene conciencia.

En la frasecita de marras, a las cosas (la materia), se le concede la categoría de ser.  Si lo pensamos detenida y profundamente, es así.  Todo, en cada momento, ocupa su lugar en el tiempo que le ha tocado vivir.  La ley de la conservación de la masa es muy significativa. ¿Dónde estaba la materia que conforma ni ser, hace 3.000 millones de años? Posiblemente estaba a miles de millones de grados de temperatura en el núcleo de una estrella situada a 9.500 años-luz de nuestro (ahora) Sistema Solar.

Pero esa materia era, y, a su manera, tenía su propia conciencia, en aquel momento y en aquel lugar, le tocó ser aquella cosa.  Todo  ES.

La metafísica es lo que trasciende, lo superior, el ser supremo, el Universo de lo sensorial, tener el conocimiento sin saberlo.

Cuando se rebasan los límites de la razón, las ideas entran en el mundo de lo ilusorio, sin embargo, dónde está ese limite.

El cuerpo y El alma: Heterogéneos e incluso incompatibles entre sí: el mundo material, el cuerpo humano es una máquina que se comporta siguiendo las estrictas leyes del mecanismo.

La mente, sin embargo, no puede ser reducida a lo puramente mecánico, rigiéndose por otros principios absolutamente diferentes, divergentes, superiores.

Por lo tanto, dependiendo de si lo que existe se concibe como una entidad material o una entidad puramente espiritual, la metafísica genera dos concepciones radicalmente distintas: el materialismo (Demócrito, Epicuro, Hobbes, Marx y Engels, etc.) y el idealismo (Platón, Berkeley, Hegels, etc). Concepciones que se reflejan no sólo en el ámbito estrictamente filosófico, sino en la propia ciencia que, como sabemos, no está al margen de presupuestos metafísicos.

Muchas veces, como el balbuceo de un niño, hablamos de cosas que no entendemos, es simplemente una maraña de ideas que nos ronda por la cabeza y, nosotros, osados como siempre, decimos lo que se nos ocurre sobre ellas, y, lo sorprendente es, que a veces, hasta acertamos.

¿No estaremos llamados a empresas más grandes y trancendentes?

Nuestro lugar final será el del regreso a las estrellas de donde procedemos, y, como para que eso llegue y sea una realidad aún falta mucho, esperemos mientras tanto aprovechando el tiempo y trabajando para desvelar los misterios de la Naturaleza que nos impiden avanzar.

emilio silvera

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 28 de mayo del 2011 a las 11:12

    La Conexión del Universo con nuestras Mentes, es algo que puede dejar ningún lugar a dudas. Nuestras Mentes son fruto de la Mecánica del Universo que, como sabemos, es cambiante, dinámica y creadora. Los cambios de fases que se producen en la Materia a través de las Fuerzas Fundamentales y acordes a las Constantes Universales, hacen posible que, nuestras Mentes, tengan el desarrollo adecuado en eso que llamamos evolución y que, crece al mismo tiempo que lo hace el Universo que nos acoge. En realidad, El Universo es todo: La Materia que contiene, no importa la forma que ésta pueda adoptar (Nebulosa, estrella o planeta. ¡AH!, también la de seres viviso e incluso pensantes, es decir. conscientes de su SER. Claro que, además de la Materia están el Espacio y el Tiempo, es decir, el espaciotiempo que Minkouski atribuyó a la relatividad especial. En fin, el Universo es todo…también nosotros que somos una parte de él.
    Todos sabemos como comenzó el Universo (bueno, al menos conocemos el modelo más aceptado al que denominamos Big Bang). Hasta pasados más de 200 mil años, no aparecieron las primeras estrellas, y, tuvieron que pasar más de 10 milmillones de años para que, en el Universo, apareciera eso que clasificamos como vida.
    El conocimiento que de la vida tenemos, sólo está en la Tierra, el único Planeta situado en una Zona Habitable al que, no es que hayamos podido tener acceso, sino que es nuestra cuna. En él, en el planeta Tierra, la vida llegó pronto, se calcula que unos 500 millones de años desde su formación es el tiempo en el cual aparecieron los primeros signos elementales de vida en el planeta.
    Cuatro mil millones de años más tarde, aparecieron nuestros primeros ancestros más cercanos al hombre moderno de hoy, y, esa evolución imparable, ha costado un recorrido muy largo. Sin embargo, si pensamos en lo que la vida era en sus comienzos y hasta donde ha podido llegar, no tendremos duda alguna de que, junto con el Universo ha podido evolucionar hasta cotas increíbles.
    Sí, amigos míos, El UNiverso se expande y nuestras Mentes también.
     

    Responder
  2. 2
    emilio silvera
    el 28 de mayo del 2011 a las 11:13

    La Conexión del Universo con nuestras Mentes, es algo que puede dejar ningún lugar a dudas. Nuestras Mentes son fruto de la Mecánica del Universo que, como sabemos, es cambiante, dinámica y creadora. Los cambios de fases que se producen en la Materia a través de las Fuerzas Fundamentales y acordes a las Constantes Universales, hacen posible que, nuestras Mentes, tengan el desarrollo adecuado en eso que llamamos evolución y que, crece al mismo tiempo que lo hace el Universo que nos acoge. En realidad, El Universo es todo: La Materia que contiene, no importa la forma que ésta pueda adoptar (Nebulosa, estrella o planeta. ¡AH!, también la de seres viviso e incluso pensantes, es decir. conscientes de su SER. Claro que, además de la Materia están el Espacio y el Tiempo, es decir, el espaciotiempo que Minkouski atribuyó a la relatividad especial. En fin, el Universo es todo…también nosotros que somos una parte de él.Todos sabemos como comenzó el Universo (bueno, al menos conocemos el modelo más aceptado al que denominamos Big Bang). Hasta pasados más de 200 mil años, no aparecieron las primeras estrellas, y, tuvieron que pasar más de 10 milmillones de años para que, en el Universo, apareciera eso que clasificamos como vida. El conocimiento que de la vida tenemos, sólo está en la Tierra, el único Planeta situado en una Zona Habitable al que, no es que hayamos podido tener acceso, sino que es nuestra cuna. En él, en el planeta Tierra, la vida llegó pronto, se calcula que unos 500 millones de años desde su formación es el tiempo en el cual aparecieron los primeros signos elementales de vida en el planeta.Cuatro mil millones de años más tarde, aparecieron nuestros primeros ancestros más cercanos al hombre moderno de hoy, y, esa evolución imparable, ha costado un recorrido muy largo. Sin embargo, si pensamos en lo que la vida era en sus comienzos y hasta donde ha podido llegar, no tendremos duda alguna de que, junto con el Universo ha podido evolucionar hasta cotas increíbles.Sí, amigos míos, El UNiverso se expande y nuestras Mentes también.

    Responder
  3. 3
    Adolfo
    el 30 de mayo del 2011 a las 4:47

    Respetuosamente, no es sensato evitar volcar al papel esas ideas aparentemente descabelladas. Puede ser el resultado de elucubraciones de la mente que están más allá de lo que percibimos como actividad consciente; pero… no soy experto en asuntos de la mente (psicologo, psiquiatra, etc.) para plantear este juicio. Sencillamente, no debemos reprimirlas, y, cuando aloran, registrarlas; humildemente y por respeto a esa parte desconocida de nosotros mismos.
    Atentamente…

    Responder
  4. 4
    emilio silvera
    el 30 de mayo del 2011 a las 6:15

    Bien dicho amigo, nunca sabemos de donde pueden partir las ideas y por qué surgen. Como bien dices, incluso podrían estar asentadas en esa parte de nosotros que no conocemos pero que, nosotros, sin saberlo, podemos llevar dentro una serie de respuestas que, si la mente las lanza al exterior, mejor será registrarlas…por si acaso.
    Los caminos de nuestro inconciente son desconocidos y no pocas veces tenemos el impulso de hacer algo a lo que no podemos dar explicación, y, de la misma manera, aparecen ideas que no siempre se ajustan a eso que denominamos el “sentido común” que, desde luego, difiere, en no pocas ocasiones del mundo real que, por otra parte, tampoco coincide con el nuestro, es decir, con nuestra realidad.
    Así que, lo más sensato será recoger y analizar todas las ideas que nos puedan llegar, nunca se sabe.
    Un saludo.

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