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¿Universos múltiples?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (2)

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Hoy, para variar, contaremos aquí alguna teoría sobre el Universo que, como otras muchas, trata de bucear en las posibilidades que podrían ser. En pensamientos surgidos de la Mente Humana, esa máquina compleja que puede llegar a tener un radio de acción de alcance infinito, ya que, todo cuanto pueda imaginar lo puede convertir en modelos de posibles futuros que, por muy improbables que pudieran parecer, la Ciencia, que no siempre va de la mano del nuestro “sentido común”, nos dice que existe una posibilidad de llevar, ese pensamiento a la realidad, o, de que en el momento de que surja de nuestras mentes, ya esa realidad estaba ahí presente pero sin que nosotros la hubiéramos podido observar. Estamos llegando a un momento en que pocas cosas serán imposibles. Sólo necesitamos: ¡Tiempo!

Universos múltiples

Archivo:Brane and dark matter.svg

¿Quién no conoce al cosmólogo Stephen Hawking que, privado de sus cuerdas vocales, incapaz de sujetar un lápiz, utiliza dispositivos mecánicos para comunicarse y realiza todos los cálculos en su cabeza?

Pues, este señor en sillita de ruedas no sólo lleva a la práctica un intenso programa de investigación, sino que, además, le queda tiempo libre para escribir libros de éxito, tales como Historia del Tiempo y otros, además de dar conferencias por todo el mundo y ocupar la cátedra lucasiana de Cambridge que un día fue de Isaac Newton, donde imparte clases de física.

Hawking, junto con su amigo Kip S. Thorne, es uno de los mayores expertos mundiales en el conocimiento de la relatividad general y de los agujeros negros.

Si a un pobre planeta se le ocurriera traspasar la linea de seguridad marcada por el horizonte de sucesos, el futuro sería fatal para él, y se vería lo que la imagen de arriba nos muestra, y, a partir de ese momento o fase, el planeta sufriría el efecto espagueti y se alargaría en grandes tubulares de materia que sería engullida por el agujero enviándolas hacia la singularidad en un viaje de irás y no volverás.

Tampoco Stephen Hawking, como antes le ocurrió a Einstein, ha podido resistir la tentación de embarcarse en la mayor búsqueda jamás soñada por un físico, la unificación final de la teoría de la gravedad de Einstein y la teoría cuántica. Como resultado, también él se ha sentido maravillado por la coherencia de la teoría decadimensional, y de hecho cierra su conocido libro con un análisis de la misma.

Es una lástima que aún no hayamos podido llegar a las cercanías de un agujero negro, y, lo que podemos hacer es la recreación de lo que allí creemos que pasa. En realidad, lo del agujero negro es una especie de realidad-fantasía que nos lleva a llenar cientos, miles de páginas con los pormenores que dentro y fuera de un objeto así podrían estar presentes y, muchos de esos sucesos que describimos, no siempre estarán con la realidad que presentimos pero que, ¡podría ser tan diferente!

Hawking ya no dedica el grueso de su energía creativa al campo que le hizo mundialmente famoso: los agujeros negros, que ahora ya están superados. Él persigue una pieza mayor: la teoría de campo unificado. La teoría de cuerdas, recordémoslo, empezó como una teoría cuántica y posteriormente absorbió a la teoría de la gravedad de Einstein. Hawking, partiendo como un puro relativista clásico más que como un teórico cuántico, enfoca el problema desde el punto de vista inverso. Él y su colega James Hartley parten del universo clásico de Einstein, y luego ¡cuantizan el universo entero!

¿Quién puede dar una explicación clara y precisa de lo que es la gravedad cuántica y la cosmología cuántica? ¿No se contradicen ambas? La primera trata del universo de lo muy pequeño y, la segunda, sin embargo, se refiere a lo muy grande. Sin embargo, el hombre elucubra sin cesar y llega a rincones del pensamiento que, no pocas veces parecen alejados de la lógica y la razón.

Hawking es uno de los fundadores de una nueva disciplina científica, denominada cosmología cuántica. A primera vista, esto parece una contradicción en los términos. La palabra cuántico se aplica al mundo infinitesimalmente pequeño de los quarks y los neutrinos, mientras que cosmología significa la extensión casi ilimitada del espacio exterior. Sin embargo, Hawking y otros creen ahora que las preguntas finales de la cosmología sólo pueden ser contestadas por la teoría cuántica. Hawking lleva la teoría cuántica a las últimas consecuencias cuánticas, que permiten la existencia de un número infinito de universos paralelos.

Recordemos que el punto de partida de la teoría cuántica está en el cuanto de acción de Planck, h, que más tarde desarrollaron Werner Heisenberg, con su principio de incertidumbre, y Schrödinger, con su función de ondas, Y, que describe todos los diversos estados posibles de una partícula. Cuanto más grande y oscuro es el nubarrón, mayor es la concentración de vapor de agua y polvo en el lugar en el que está situada la nube, con lo cual, podemos estimar rápidamente la probabilidad de encontrar grandes concentraciones de agua y polvo en ciertas partes del cielo.

La función de onda del Universo de Schrödinger que nos dice la probabilidad que tenemos de saber donde se encuentra una partícula determinada. A partir del Principio de Incertidumbre de Heisenberg, surgió la ecuación de Schrödinger para paliar, en parte tal incertidumbre.

El nubarrón puede compararse a una sola función de onda electrónica.Al igual que el nubarrón, esta llena todo el espacio. Análogamente, cuanto mayor es su valor en un punto, mayor es la probabilidad de encontrar allí el electrón. Así mismo, las funciones de onda pueden estar asociadas con objetos grandes, como personas. Ahora mismo, que estoy sentado en mi sillón de la mesa del despacho que tengo en mi casa para escribir sobre ciencia, sé que tengo una función de onda de probabilidad de Schrödinger. Si de algún modo pudiera ver mi función de onda, se parecería a una nube con una forma muy aproximada a la de mi cuerpo. Sin embargo, algo de la nube se extenderá por todo el espacio, más allá de Júpiter e incluso más allá del Sistema Solar, aunque allí sea prácticamente nula. Esto significa que existe una probabilidad muy grande de que yo esté, de hecho, sentado en mi sillón y no en el planeta Júpiter. Aunque parte de mi función de onda se extienda incluso más allá de la Vía Láctea, hay sólo una posibilidad infinitesimal de que yo este sentado en otra galaxia.

                                                                                                            ¿Qué no puede imaginar el hombre?

La nueva idea de Hawking consistía en tratar el universo entero como si fuera una partícula cuántica. Repitiendo algunos pasos simples, nos dirigimos a conclusiones esclarecedoras.

Empezamos con una función de onda que describe el conjunto de todos los universos posibles. Esto significa que el punto de partida de la teoría de Hawking debe ser un conjunto infinito de universos paralelos, la función de onda del universo. El análisis bastante simple de Stephen Hawking, reemplazando la palabra partícula por universo, ha conducido a una revolución conceptual en nuestras ideas sobre la cosmología.

Según algunas imágenes que han sido creadas,  la función de onda del universo se extiende sobre todos los universos posibles.

El objetivo al que se enfrentan los cosmólogos cuánticos es verificar matemáticamente esta conjetura, demostrar que la función de onda del universo es grande para nuestro universo presente y prácticamente nula para los demás universos. Esto demostraría entonces que nuestro universo familiar es en cierto sentido único y también estable. Por el momento, los cosmólogos cuánticos son incapaces de resolver este importante problema.

Si tomamos a Hawking en serio, ello significa que debemos empezar nuestro análisis con un número infinito de todos los universos posibles en mutua coexistencia. Para decirlo de otra manera, la definición de la palabra universo ya no sería “todo lo que existe”; ahora significa “todo lo que puede existir”.

La cosmología cuántica de Hawking también supone que la función de onda del universo permite que estos universos colisionen. Pueden desarrollarse agujeros de gusano que unan estos universos. Sin embargo, estos agujeros de gusano no son como los que describí antes para viajar en el tiempo según dice Thorne y que conectan diferentes partes dentro del mismo espacio tetradimensional. Los nuevos agujeros de gusano conectan universos entre sí.

El físico Alan Harvey Guth dice francamente: “El principio antrópico es algo que la gente propone si no pueden pensar en algo mejor que hacer.”

Para Richard Feynman, el objetivo de un físico teórico es “demostrarse a sí mismo que está equivocado en cuanto sea posible”. Sin embargo, el principio antrópico es estéril y no puede ser refutado. Weinberg dijo: “aunque la ciencia es claramente imposible sin científicos, no está claro que el universo sea imposible sin ciencia.”

El debate sobre el principio antrópico estuvo en letargo durante muchos años, aunque fue reactivado recientemente por la función de onda del universo de Hawking. Si Hawking está en lo cierto, entonces existen en realidad un número infinito de universos paralelos, muchos de ellos con diferentes constantes físicas. En algunos de ellos, quizá los protones se desintegran con demasiada rapidez, o las estrellas no pueden fabricar los elementos pesados por encima del hierro, o el Big Crunch tiene lugar demasiado deprisa porque su densidad crítica sobrepasa en mucho a la ideal y no da tiempo a que pueda comenzar la germinación de la vida, y así sucesivamente. De hecho, un número infinito de estos universos paralelos están muertos, sin las leyes físicas que puedan hacer posible la vida tal como la conocemos.

                                                                                                    ¿Cómo se pasará de un universo al otro?

En tal universo paralelo (el nuestro), las leyes de la física eran compatibles con la vida que conocemos. La prueba es que nosotros estamos aquí para tratar esta cuestión. Si esto es cierto, entonces quizá no haya que invocar a Dios para explicar por qué la vida, por preciosa que sea, es posible en nuestro universo. Sin embargo, esto reabre la posibilidad del principio antrópico débil, es decir, que coexistimos con nuestros universos muertos y que el nuestro sea el único compatible para vida.

La segunda controversia estimulada por la función de onda del universo de Hawking es mucho más profunda y, de hecho, aun está sin resolver. Se denomina el Gato de Schrödinger.

La teoría cuántica, recordémoslo, afirma que para todo objeto existe una función de onda que mide la probabilidad de encontrar dicho objeto en un cierto punto del espacio y del tiempo. La teoría cuántica afirma también que nunca se conoce realmente el estado de una partícula hasta que se haya hecho una observación. Antes de que haya una medida, la partícula puede estar en uno de entre una diversidad de estados, descritos por la función de onda de Schrödinger. Por consiguiente, antes de que pueda hacerse una observación o medida, no se puede conocer realmente el estado de la partícula.De hecho, la partícula existe en un estado ultramundano, una suma de todos los estados posibles, hasta que se hace una medida.

Cuando esta idea fue propuesta por primera vez por Niels Bohr y Werner Heisemberg, Einstein se revolvió contra ella. “¿Existe la luna sólo porque la mira un ratón?”, le gustaba preguntar. Según la teoría cuántica, en su más estricta interpretación, la Luna, antes de que sea observada, no existe realmente tal como la conocemos. “La Luna puede estar, de hecho, en uno cualquiera de entre un número infinito de estados, incluyendo el estado de estar en el cielo, de estar explotando, o de no estar allí en absoluto. Es el proceso de medida que consiste en mirarla el que decide que la Luna está girando realmente alrededor de la Tierra”. Decía Einstein con ironía.

Edwin Schrödinger, autor de la ecuación con su función de onda, se disgustó con estas interpretaciones de su ecuación. Para demostrar lo absurdo de la situación creada, Schrödinger colocó un gato imaginario en una caja cerrada. El gato estaba frente a una pistola, que está conectada a un contador Geiger, que a su vez está conectado a un fragmento de uranio. El átomo de uranio es inestable y sufrirá una desintegración radiactiva. Si se desintegra un núcleo de uranio, será detectado por el contador Geiger que entonces disparará la pistola, cuya bala matará al gato.

Para decidir si el gato está vivo o muerto, debemos abrir la caja y observar al gato. Sin embargo, ¿cuál es el estado del gato antes de que abramos la caja? Según la teoría cuántica, sólo podemos afirmar que el gato esta descrito por una función de onda que describe la suma de un gato muerto y un gato vivo.

Para Schrödinger, la idea de pensar en gatos que no están ni muertos ni vivos era el colmo del absurdo, pero la confirmación experimental de la mecánica cuántica nos lleva inevitablemente a esta conclusión. Hasta el momento, todos los experimentos han verificado, favorablemente, la teoría cuántica.

La paradoja del gato de Schrödinger es tan extraña que uno recuerda a menudo la reacción de Alicia al ver desaparecer el gato de Cheshire en el centro del cuento de Lewis Carroll: “Allí me verás”, dijo el Gato, y desapareció, lo que no sorprendió a Alicia que ya estaba acostumbrada a observar cosas extrañas en aquel lugar fantástico. Igualmente, los físicos durante años se han acostumbrados a ver cosas “extrañas” en la mecánica cuántica.

Existen varias maneras de abordar esta dificultad de lo incomprensible en mecánica cuántica. En primer lugar, podemos suponer que Dios existe. Puesto que todas las “observaciones” implican un observador, entonces debe haber alguna “conciencia” en el universo. Algunos físicos como el premio Nobel Eugene Wigner, han insistido en que la teoría cuántica prueba la existencia de algún tipo de conciencia cósmica universal.

La segunda forma de tratar la paradoja es la preferida por la gran mayoría de los físicos en activo: ignorar el problema.

El físico Richard Feynman dijo en cierta ocasión: “Creo que es justo decir que nadie comprende la mecánica cuántica. No siga diciéndose a sí mismo, si puede evitarlo, “¿pero cómo puede ser así?” porque usted se meterá “hasta el fondo” en un callejón sin salida del que nadie ha escapado. Nadie sabe como puede ser eso”. De hecho, a menudo se ha dicho que de todas las teorías propuestas en el siglo XX, la más absurda es la teoría cuántica. Algunos dicen que la única cosa que la teoría tiene a su favor es que “es indudablemente correcta”.

Sin embargo, existe una tercera forma de tratar esta paradoja, denominada teoría de los muchos universos. Esta teoría (como el principio antrópico) no gozó de mucho favor en la última década, pero está siendo revitalizada por la función de onda del universo de Stephen Hawking.

I. B. S. Haldane nos decía: “La naturaleza no sólo es más extraña de lo que suponemos; es más extraña de lo que podamos suponer.”

Lo mismo llevaba razón.

emilio silvera

emilio silvera

 

  1. 1
    Tille
    el 17 de diciembre del 2011 a las 1:04

    Sin comentarios

    Responder
  2. 2
    Tom Wood
    el 26 de enero del 2012 a las 11:37

    Muy correcto este articulo y además sintético (sin los babeos que otros acostumbran); directo al grano y sin la paja.  Mira, yo creo que existe el talento, es palpable en todas las actividades humanas. Pero además de esto, los científicos son como los atletas de alto rendimiento. Entrena y entrenan hasta el cansancio, para alcanzar altos rendimientos, para mejorar sus record. Aunque después los que alcanzan los mejores regimientos, lo enmascaren todo en su genialidad innata. Ahora, han visto ustedes la cantidad de artículos que han generado los neutrinos superlumínicos de Opera. No vamos a analizar el experimento, ni entrar en polémicas de que sea  cierto, o falso, a eso no me refiero,… Me refiero a que ante lo desconocido, lo que esta fuera de las grandes secciones de entrenamiento, lo que requiere de la creatividad y la imaginación, no somos tan iluminados. Los científicos que trabajan en ese proyecto y sus proyectos adyacentes, no son cualquier cosa. Los científicos que están publicando sobre eso, son la crema planetaria.
    La publicación de Opera es tan básica, que para mi todo lo que ocurre solo puede ser refutado dentro de esos 730Km, lo que este pasando, halla error o no lo halla.  Para mi, solo tenemos que enfocarnos en 6 cosas, algunas de las cuales, por lo trillada que están no nos preocupan mucho. Aquí solo, tenemos que ver 6 cosas: La arrancada, la llegada, la longitud, el tiempo de “vuelo”, que ocurra una transformación desconocida, de nueva física en ese trayecto y por ultimo que no se estén colando neutrinos extraterrestre en ese pelotón a lo largo de esa línea viajera; recuerden que la tierra es “redonda”. Pero un gran numero de artículos de prestigiosos científicos, personas con muchas publicaciones famosas, han pasado esto por alto.
    Olvidemos a esos científicos que se salen de estas 6 alternativas, y vayamos al punto donde quería llegar, y de lo que se esta hablando.
    Dentro de esas 6 razones, están la cuántica y/o la relatividad; no me extenderé en eso.
     
    Bueno ya usted expuso los argumentos de que presumimos conocer o entender la cuántica y esto no es tan evidente como se cree. Argumentos dados por personas serias, personas con conocimiento de causas, personas que ya nos le interesaba la fama o el ego científico, ya lo han disfrutado hasta la saciedad cuando decidieron decir esto, cuando necesitaron decir lo que en realidad sentían,…
    Pero no creo que sea solo la cuántica; por eso traje a colación lo de OPERA.
    ¿Pero podemos decir que entendemos la relatividad básica? No hablo de las ecuaciones complejas y no lineales de la TGR de Einstein. No, me refiero a que si cada vez, que necesitamos la relatividad para una aplicación practica, se forma el desastre de artículos que ha generado Opera con sus neutrinos superlumínicos; debemos bajar nuestro ego científico, humano, terrícola y decir: ¡No entendemos la relatividad más básica, tan bien como presumimos! ¡No entendemos la relatividad que debemos usar en los laboratorios terrestres!, la que podemos tocar con nuestras manos, la que podemos medir cuantas veces queramos. La que no necesita que explote una supernova, ¿quien sabe cuando?, la verificable a voluntan. ¿En que me baso? En que casi todos los artículos sobre este tema van encaminado a la relatividad, que no se esta teniendo en cuenta al relacional el tiempo y los relojes (olvidemos los pormenores). Lo que quiero decir es que toda la comunidad científica habla de que ahí debe estar el error. Pero la relatividad es una, no puede haber tantas formas de meterla en una medición tan básica. Por otra parte, ¿no presumíamos de conocer los pormenores? Al punto de poder poner un cohete donde se nos antoje; algo probado, con esto ningún ministerio de defensa o gobierno jugaría, o se autoengañaría. Hablo de la física relativista implícita en esto, no importa para ello, la diferencia entre los sistemas de GPS civil y militar. Además, un cohete intercontinatal, viaja mas distancia que 730Km y atraviesa cientos de condiciones meteorológicas distintas, además de otras variables.
    Mi duda o mi pregunta es; ¿Que si cada vez que tengamos que usar la relatividad (la que sea), tenemos que hacer una investigación científica diferente, para ver como se aplica o se adapta a la situación? Entonces podemos decir:
    1-No sabemos mucho sobre la relatividad.
    2-La relatividad es tan compleja, que nunca la dominaremos, la aplicaremos o la entenderemos bien.  Lo mismo que dicen de la cuántica.
    3-Nos satisface unas ciencias que por sus complejidades o filosofías; hasta en los casos mas terrícolas (todos usan el GPS), no podemos estar seguros de ella. O necesitan tantas polémicas científicas, como para no encontrar la solución o donde esta el error. Del que todos hablan, pero parece mas buscando publicidad, que porque se crean lo que dicen. Al menos el que publica algo debe dominar el trasfondo, al menos eso demostraría que domina o dominamos esa ciencia.
    4-Si esto se va ha manifestar así, en cada nuevo reto que se nos presente en el futuro, estamos en el mismo caso de cuando no usamos los invariantes, y tal vez sea hasta mejor, abandonar la física de los invariares. La física que mantiene la forma de las ecuaciones para todos los experimentos. Tal vez seria hasta mejor para algunos casos buscar la ley o característica de cada situación, sin importar que cambien algunos términos, sin importar los invariantes. Pero si funciona para algunos casos, ¿cual es la realidad?, ¿que seria del método científico que usábamos hasta ahora? Si esto se repite en el futuro, estoy seguro que esto que planteo (se que es algo serio), muchos lo abordaran. Existe mucha física de esa por ahí. Si lo que tratamos de quitarnos de arriba, el esfuerzo físico-matemático, el interpretativo físico, el experimental, no se va ha lograr, si no nos beneficiamos tanto de sus postulados. Si la práctica nos comienza a demostrar eso mas a menudo (no será mañana, eso lleva tiempo), de seguro la física se va a ver en la necesidad de buscar otras alternativas, no solo las relativistas invariantes.
    Hay mas, pero si las hasta ahora irreconciliables cuántica y relatividad, no nos son suficientemente claras para explicar los nuevos resultados experimentales, como las expansiones, la simple relatividad de un reloj satelital,… de seguro los perfeccionistas, imaginativos e inconformes terrícolas las van a tener que dejar atrás. La ciencia existe para eso, para reducir nuestras dudas; no para que cada uno de nosotros de una explicación o interpretación diferente de una misma cosa o digamos que nadie entiende nada. No el espíritu de la ciencia y los científicos es otro.
    Al menos para mí, es correcto decir que por ahora nadie entiende mucho, ni la cuántica, ni la relatividad. Aunque, los atletas bien entrenados traten de demostrar que ellos si lo ven todo desde arriba, que lo dominan todo y juegan a sus antojos con estas físicas; esos existen y existirán, que no les quepa la menor duda.

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