jueves, 18 de abril del 2024 Fecha
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La Paradoja de Fermi

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en La vida    ~    Comentarios Comments (0)

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Imagen desde la vía láctea tomada desde la Tierra.

La paradoja de Fermi: ¿por qué aún no se ha detectado vida extraterrestre?

El científico Italiano señaló que el conocimiento humano o las observaciones sobre la Galaxia son incorrectas o incompletas.

Reportaje de Prensa

 

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Según algunas estimaciones, solamente en la galaxia en la que está ubicado el sistema solar -la vía láctea- habría más de 200.000 millones de estrellas, en las se encontrarían, al menos, 100.000 millones de planetas. Con tal volumen de cuerpos celestes, no sería de extrañar que, al menos en uno de ellos, se dieran las condiciones necesarias para que hubiese surgido la vida.

Sin embargo, a pesar de que a lo largo de la historia se ha intentado establecer contacto con otras civilizaciones, hasta ahora los resultados han sido nulos. Esta realidad llevó al científico italiano Enrico Ferni a formular su paradoja: “la creencia común de que el Universo posee numerosas civilizaciones avanzadas tecnológicamente, combinada con nuestras observaciones que sugieren todo lo contrario, es paradójica, sugiriendo que nuestro conocimiento o nuestras observaciones son defectuosas o incompletas”.

Su afirmación contradice los argumentos que defienden que es muy probable que haya vida extraterrestre. De esta forma, niega que los cálculos hechos hasta la fecha sobre la posibilidad de que haya vida en planetas cercanos sean acertados, ya que de ser así, ya se habrían encontrado esos lugares habitados.

Sin embargo, hay otras teorías que dan validez a las estimaciones y contradicen a la paradoja de la vida de Ferni, intentando dar una explicación sobre por qué no se han encontrado pruebas de vida en otros planetas.

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Figuras grabadas en la placa de la sonda espacial Pioneer 10 informando a una posible civilización extraterrestre sobre la presencia de vida humana en la Tierra.

Existen y utilizan señales encriptadas

 

Imagen relacionada

 

Las señales puede ser que estén llegando pero… ¡No sabemos descifrar sus mensajes!

 

Esta teoría fue formulada por Edward Snowden, el ex-empleado de la CIA famoso por filtrar información sobre el espionaje llevado a cabo por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

En un programa de radio en el que participó junto con el astrofísico y divulgador científico Neil deGrasse Tyson, Snowden afirmó que “lo que estamos escuchando -que podría ser un show de televisión alienígena, o una llamada telefónica, o un mensaje de GPS, lo que sea- es imposible para nosotros diferenciarlo de la radiación de fondo de microondas“.

Lo que quiere decir es que el universo desprende multitud de ondas y, entre ellas, alguna civilización podría haber camuflado sus comunicacionespara que otras, como la terrícola, no pudiese identificarlas.

Hay vida inteligente, pero no desarrollada

 

 

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Algunos científicos creen que en la actualidad puede haber vida inteligente en otros planetas que no se haya desarrollado tanto como los habitantes de la Tierra. Según esta hipótesis, los habitantes de estos cuerpos celestes estarían a niveles similares de avance tecnológico como en la Edad Media en el globo terráqueo.

Este desarrollo les permitiría sobrevivir y, cada vez más, avanzar de forma similar a como lo han hecho los terrícolas. Sin embargo, la tecnología conocida no sería suficiente como para comunicarse mediante ondas que fuesen detectables.

Existen y se intentan comunicar, pero son indetectables

 

 

Resultado de imagen de Mensajes de otros mundos que no comprendemos

 

 

Las formas actuales de comunicación se deben, en su mayoría, a estupendas casualidades. Para que se inventase el telégrafo, el teléfono o internet, se dio la situación de que personas concretas estuvieran en el sitio correcto y en un momento determinado tuvieran la idea decisiva para hacer tales avances.

Seguramente, si estas personas no hubieran existido, otras tecnologías similares pero a la vez diferentes habrían tomado su lugar. Por ejemplo, un sistema de comunicación basado en el entrelazamiento cuántico, un método que utiliza el entrelazamiento de fotones.

Según las teorías de algunos científicos, este podría ser uno de los sistemas que utilizaran los habitantes de otros planetas extraterrestres. Por una cuestión de incompatibilidad, si esta hipótesis fuera cierta, no sería posible detectar sus comunicaciones, ni que ellos detectaran las que salen de la Tierra.

La baja disponibilidad de recursos limita a todas las sociedades

 

 

 

Resultado de imagen de La no disponibilidad de recursos avanzados nos limita para encontrar vida extreaterrestre

 

 

De la misma forma que en la Tierra la crisis del petróleo, el calentamiento global o la sobrepoblación pueden limitar el crecimiento y desarrollo de la humanidad, en otros planetas ocurriría lo mismo.

Esta teoría fue formulada por Jacob Haqq-Misra y Seth Baum, dos investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania. Mientras que Enrico Fermi pensaba que el resto de civilizaciones podrían haberse exterminado a ellas mismas mediante armas, los científicos estadounidenses creen que los recursos finitos de cada planeta pueden frenar el crecimiento exponencial que permitiría en un momento determinado propiciar un contacto entre civilizaciones.

Baum y Haqq-Misra piensan que todas las civilizaciones que presuntamente hay en el espacio están intentando, igual que la terrestre, establecer contacto con el resto. Sin embargo, debido a que el progreso es muy lento y las distancias son muy grandes esta meta nunca sería posible.

¿Cómo Surgió la Vida?

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Las Células de Combustible Podrían Tener la Respuesta

 

 

 

Cómo surgió la vida a partir de un ambiente tóxico e inhóspito en nuestro planeta hace miles de millones de años sigue siendo un profundo misterio. Los investigadores han simulado las condiciones de una Tierra primitiva en tubos de ensayo, incluso confeccionando algunos de los ingredientes básicos de la vida. Pero cómo estos ingredientes se unieron en células vivas, y cómo la vida fue primero capaz de generar energía, sigue siendo desconocido.

Un nuevo estudio dirigido por Laurie Barge del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ha detectado una forma única de estudiar los orígenes de la vida: las células de combustible.

 

Las pilas o células de combustible se encuentran en los coches especializados, aviones y naves espaciales de la NASA, tales como el ahora retirado transbordador espacial. Las células son similares a estas pilas en la generación de electricidad y la energía, pero requieren de combustible, como el gas de hidrógeno. En este nuevo estudio, las células de combustible se utilizan para probar las reacciones químicas que se cree que han dado lugar al desarrollo de la vida.

“Algo sobre la Tierra llevó a la vida, y creemos que un factor importante fue que el planeta proporciona energía eléctrica en el fondo del mar”, dijo Barge. “Ahora, gracias a las células de combustible el equipo ha podido probar diferentes materiales y ambientes que podrían haber ayudado al surgimiento de la vida, puede que no directamente en la Tierra, pero si en Marte, en la luna Europa y en otros lugares del Sistema Solar”. investigadora.

Una de las funciones básicas de la vida como se conoce es la capacidad de almacenar y utilizar la energía. En las células, es una forma de metabolismo y consiste en la transferencia de electrones de una molécula a otra. El proceso es igual al que se produce en nuestro propio cuerpo, que nos aporta energía.

Las células de combustible podrían tener la respuesta a cómo surgió la vida
 

Las células de combustible podrían tener la respuesta a cómo surgió la vida. Image Credit: NASA/JPL

Las pilas de combustible son similares a las células biológicas, donde los electrones también se transfieren hacia y desde las moléculas. En ambos casos, esto da como resultado electricidad y energía. Para que una célula de combustible trabaje necesita, combustible, así como gas de hidrógeno, junto con electrodos y catalizadores, que ayudan a la transferencia de los electrones. Los electrones se transfieren desde un donante de electrones (tal como hidrógeno) a un aceptor de electrones (tal como oxígeno), lo que resulta en una corriente. En sus células, las enzimas que contienen metales –los catalizadores biológicos– transfieren electrones y generan energía para la vida.

En los experimentos del equipo, los electrodos de la célula de combustible y los catalizadores están hechos del material geológico primitivo que se cree que ha existido en la Tierra primitiva. Si este material puede ayudar a transferir electrones, los investigadores observarán una corriente eléctrica. Al probar diferentes tipos de materiales, estos experimentos en células de combustible permiten que los caminos se estrechen en la química que podría haber tenido lugar cuando la vida surgió por primera vez en la Tierra.

“Lo que estamos proponiendo aquí es simular procesos energéticos, lo que podría reducir la brecha entre los procesos geológicos de la Tierra primitiva y el surgimiento de la vida biológica en el planeta”, dijo Terry Kee coautor del trabajo de investigación de la Universidad de Leeds, Inglaterra.

“Vamos a volver atrás en el tiempo para probar los minerales específicos, tales como los que contienen hierro y níquel, y que habrían sido comunes en la Tierra primitiva y podrían haber dado lugar a un metabolismo biológico”, dijo Barge.

En JPL, las pilas de combustible no son sólo para el estudio de la vida, sino que también se están desarrollando trabajos para mejorar a largo plazo los viajes espaciales tripulados. Las pilas de combustible de hidrógeno puede producir agua, que se pueden reciclar y se utiliza como combustible de nuevo.

LA NASA

 

¡La Vida! ¿En las profundidades de la Tierra?

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En la aventura que nos contaba Julio Verne en su libro Viaje al centro de la Tierra, el famoso escritor de imaginación desbordante narra la historia de una expedidón al centro de la Tierra. Los exploradores intrépidos y arriesgados aventureros descubren, con asombro, todo un mundo nuevo debajo de la superficie del planeta al que llegan recorriendo galerias sin fin y manatiales de aguas subterráneas que, en alguna ocasión, estaban poblados por extraños seres. Grandes cavernas subterráneas donde habitaban exóticos animales y seres vivos del reino vegetal de enormes dimensiones. Por desgracia, la historia de Verne contradecía la evidencia geológica de su época. Se sabe muy bien que profundidad significa caliente: la temperatura puede aumentar hasta 20 grados Celcius por cada kilómetro que se descienda y la vida, resultaría imposible para la mayoría de los organismos.

 

 

Así que, aquella historia que de niños nos transportaba al mundo mágico de las entrañas de la Tierra, en realidad, habría sido de imposible realidad por una expedición de humanos. El gradiente de temperatura continúa dentro  de la corteza de la Tierra y atraviesa su manto fundido para llegar al núcleo en donde la temperatura asciende a más de 3.000 grados Celcius. Cualquier viaje al Centro de la Tierra significaría una incineración segura para los intrépidos (¿o locos?) expedicionarios. El sueño de Verne de que podía existir vida bajo la superficie de la Tierra parecía ridículo.

 

 

 

 

Sus aguas rojas, muy ácidas, y de alto contenido en metales pesados sobre todo hierro, contienen oxígeno, que permite la vida de organismos fotosintéticos y … No pocas veces, llevado por la curiosidad, he paseado por estos entornos “marcianos” que, en algunos lugares, te hacen pensar que, verdaderamente estás en otro mundo. Sin embargo, cuando miras hacia arriba y puedes contemplar la atmósfera y el cielo azul… ¡Vuelves a la Tierra!

 

 

 

Estas son dos de las muchas imágenes que del Rio Tinto podemos obtener. Hace unos días estuve por la zona curioseando en algunos de sus recovecos y meandros por los que discurre el agua roja entre los minerales del terreno, y, desde luego, parece mentira que en ese agua de un PH imposible, puede existir alguna clase de vida y, sin embargo… ¡La Hay!

 

Un proyecto de la NASA buscó vida en las aguas letales del Río Tinto y en el subsuelo de aquel pueblo de la Sierra de en Huelva. Sus similitudes con el planeta Marte nos podía enseñar lo que allí podríamos encontrar. Los trabajos comenzaron con la perforación más profunda hecha jamás en Riotinto. El objetivo era encontrar una bolsa subterránea de agua donde los responsables de la investigación esperaban encontrar una colonia de organismos nunca antes observados. De bacterias capaces de alimentarse a base de hierro y que no necesitaban ni luz ni oxígeno atmosférico para sobrevivir. Los expertos creían que estos seres vivos colonizaron Riotinto desde las profundidades, dando a la zona su inconfundible paisaje extraterrestre de ríos rojos y laderas amarillas debido a la alta concentración de ácido sulfúrico que generan al alimentarse de pirita.

 

 

El astronauta realiza un paseo en el rover 'Eurobot'. | Agencia Espacial Europea.

 

“Río Tinto es un análogo casi perfecto para probar tecnología y para simular las rocas que hay en Marte. Además, está muy cerca de una zona habitada, lo que facilita la organización de las expediciones”, explica a ELMUNDO.es Felipe Gómez, investigador especializado en ambientes extremos del CAB y coordinador del proyecto Europlanet. “Para poder hacer perforaciones en Marte es necesario probar la tecnología en la Tierra y Río Tinto es un gran lugar para hacerlo”.

 

Los biólogos tienen conocimiento desde hace mucho tiempo de que el mantillo contiene bacterias y de que las cuevas de piedra caliza pueden estar habitadas por organismos especialmente adaptados. Pero , aparte de estas excepciones, se decretó que el planeta estaba muerto por debajo del suelo. La misma era la opinión dominante respecto a las profundidades oceánicas.

 

 

Caracol abisal encontrado por la expedición. | David Shale

 

 

Caracol abisal. Todos conocemos de las extrañas criaturas que viven en las profundidades de los océanos y que, no dejan de sorprendernos cada vez que hallamos nuevas y exóticas criaturas cuyas configuraciones morfológicas van siempre, más hallá de lo que nuestra imaginación pudo dibujar en nuestras mentes. Algunos dicen que, el único lugar habitado que sigue siendo un misterio para el ser humano son los océanos abisales. Allí, en la oscuridad perpetua, acaba de ser descubierto un fantástico ecosistema con extraordinarios seres vivos capaces de vivir sin luz, a temperaturas extremadamente elevadas y en un ambiente muy tóxico, por las grandes chimeneas volcánicas que hay en el fondo oceánico. El hallazgo ha tenido lugar en el South West Indian Ridge, en el Océano Índico, a 2.700 metros de profundidad, gracias a la expedición Dragon Vent que (en la que no participó Julio Verne y, sin embargo, participa de alguna manera).

“Nada podría sobrevivir -decían- , por debajo de la “zona fótica” las capas del océano iluminadas por la luz solar. El descubrimiento de ecosistemas en los húmeros megros cambió todo eso.

Existe la hipótesis de que la vida haya surgido precisamente en estos humeros, en vez de en la superficie del océano. Yo pienso que es una posibilidad plausible, ya que es un medio tan activo como el medio superficial de aquel tiempo: hay vulcanismo, contraste de materiales y temperaturas… Hace algunos años nadie hubiera dicho que el fondo oceánico, un medio tan extremo, pudiese albergar semejantes ecosistemas. Pero si algunos supermicrobios pueden vivir varios kilómetros de profundidad najo el mar, ¿no podrían existir también bajo la tierra?

El primer científico en difundir publicamente la opinión de que la vida podría florecer a gran profundidad debajo de la Tierra parece haber sio un geólogo de Chicago llamado Edsom Bastin, allá por los años veinte. Bastín se preguntaba por qué las aguas extraídas de los campos de petróleo contenía sulfuro de hidrógeno. Él sugirió que el gas podría haber sido producido por bacterias reductoras de sulfato que viven a gran profundidad en las bolsas de petróleo.

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En 1984 se encontró un meteorito marciano en la Antártida con restos de posible actividad biológica lo cual puso otra vez a esta teoría en consideración. En los lugares ´más insospechados han encontrado moléculas y azúcares que son esenciales para la vida.

Lo cierto es que, por todas partes, están presentes múltiples indicadores de actividad biológica a gran profundidad por debajo de la superficie de la Tierra. Esa hubiera sido la realidad en los tiempos de Verne si los geólogos hubieran sabido buscar de manera adecuada. Hasta los años sesenta no se descubrieron depósitos minerales subterráneios que parecían haber sido precipitados por microbios. Hierro, Azufre, Manganeza, Zinc y otras sustancias que se sabía eran utilizadas por las bacterias, aparecían concentradas en forma sospechosa. De hecho, un estudiante australiano de la Universidad de Londres, Lloyd Hanilton, descubrió formas inequívocas de microbios fósiles en vetas de mineral de jaspe. Él concluyó que éstas eran vestigios de microbios precipitadores de hierro que se habian hecho un hogar en los poros de las rocas.

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Martialis heureka, hormiga ciega adaptada a la vida subterránea, de aspecto tan extraño que también es llamada “hormiga marciana”. Foto: Christian Rabelin. No deberíamos sorprendernos al hallar formas extrañas de vida en lugares imposibles y en los que ni podíamos imagfinar que existieran.

A pesar de la evidencia creciente de la vida subterránea,  la opinión dominante de que la corteza de la Tierra es estéril no empezó realmente a cambiar hasta finales de los años sesenta. Los gobiernos trataban de investigar sobre la reducción de los residuos nucleares, cómo eliminarlos. El material radiactivo había sido enterrado en estratos profundos sobre la hipótesis de que nada podría sucederle. Sin embargo, estudios del agua subterránea ya habían sugerido que las bacterias ya podrían aquellos depósitos del subsuelo, y muestras de rocas extraídas de sondeos revelaban señales de tal presencia del mundo bacteriano y, si los microbios podían invadir los acuíferos profundos también podrían entrar en los vertederos nucleares subterráneos y corroer los recipientes contenedores para liberar, con el tiempo, los residuos. Preocupaciones análogas invadieron el mundo del petróleo cuando se descubrió que, de la misma manera, las bacterias también podían onfiltrarse en las reservas de crudo y correonperlos.

Bacterias

Cada ser vivo, dentro de su entorno, busca el medio de cubrir sus necesidades metabólicas y, en algunos casos, lo hacen de la manera más asombrosa que podamos imaginar. Colonias de miles de millones de estos dimunutos “personajillos” proliferan en los lugares más increíbles de la Tierra, los océanos y las profundidas terres…también se han localizado en la atmósfera a respetables alturas. El estudio de lo que cada una de ellas pueden hacer, no sólo es fascinante sino que, en no pocas ocasiones, hacen posible que nosotros, los humanos, podamos estar tan cómodamente instalados en un planeta de cuya atmósfera y medio ambiente, son responsables los diminutos procariotas.

Todos recordareis aquellos que, bautizados como Bacillus infernus, fueron encontrados en profundos pozos de más de 3 km de profundidad en los sedimentos del Triásico en la cuenca Taylorsville en Virginia, Estados Unidos. Descubrieron hipertermófilos únicos en forma de bastón, entre los que se incluían los antes nombrados.

                                             Nanobacterias halladas en las nubes

Está claro a partir de todos los descubrimientos llevados a cabo que,  la Tierra posee un submundo viviente generalizado cuya basta extensión sólo ahora se está revelando. Si las bacterias proliferan a una profundidad de medio kilómetro o más, como los exámenes sugieren, entonces, sumando sobre todo el planeta, ellas darían parte del diez por ciento de toda la biomasa de la Tierra. Y, la estimación podría ser mayor, ya que, se sospecha que, a mayior profundidad también podrían estar presentes estos “seres diminutos” que aguantan temperaturas de más de 110 grados Celcius (en unos 4 kilómetros de profundidad).

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Desde la especulación infomal de Darwin de que la vida empezó en alguna pequela charca caliente, la sabiduría convencional ha consistido en que la vida es y siempre fue un fenómeno de superficie. El descubrimiento de la Biosfera profunda y caliente ha alterado espectacularmente esta visión. Si la vida puede florecer muy por debajo de la superficvie de la Tierra, quizá deberíamos mirar hacia abajo en busca el crisol en el que se forjó el primer ser vivo.

 Unas raras criaturas aparecen varios kilómetros bajo la superficie de la Tierra

¿Os acordáis cuando salió aquella noticia? “Unas raras criaturas aparecen varios kilómetros bajo la superficie de la Tierra. Las especies, entre ellas una jamás vista antes, soportan temperaturas de hasta 48 grados en las profundidades donde no se creía posible que existiera la vida compleja. Desde su descubrimiento hace más de dos décadas, la biosfera del subsuelo profundo ha sido considerada como el reino de los organismos unicelulares, un reino que se extiende más de tres kilómetros bajo la corteza de la Tierra. Las limitaciones de temperatura, energía, oxígeno y el espacio parecían excluir la posibilidad de una vida más compleja. Los científicos no creían que organismos multicelulares podrían vivir en esas profundidades, pero se equivocaban.

Según los expertos, parecen que son varias las razones por las que un lugar en el subsuelo marino -o, mejor aún, en los sedimentos rocosos bajo el mismo- parece el emplazamiento natural más prometedor para el origen y la evolución temprana de la vida. La más obvia concierne a la continua amenaza de impactos cósmicos que proliferan en aquellos primeros momentos cuando la Tierra era joven. La violencia del intenso bombardeo habría esterilizado efectivamente la superficie de la Tierra una y otra vez. Con rocas vaporizadas haciendo hervir los océanos y fundiendo la Tierra, las condiciones habrían sido letales al menos hasta una profundidad de decenas de metros. Sin embargo, a más profundidad, los organismos habrían podido soportar incluso los mayores impactos.

Así, de alguna manera, Julio Verne se salía con la suya aunque, de una manera menos deslumbrante y con escenarios muy diferentes a los que el nos ofrecía en sus magnificos relatos.

Al final resulta que, el visionario Verne, podía llevar razón y, la Vida, sí estaba presente en las profundidades de la Tierra aunque, con menos fantasía de la que el volvó en sus historia. Seguramente, le habría encantado poder ver alguna de esas películas que han proliferado para hacernos disfrutar con sus historias “hechas realidad” en el cine.

¡La Vida! Según la entiendo,  se abrirá paso en cualquier medio que le de la más mínima oportunidad.

emilio silvera

El misterio de la Vida en nuestro planeta

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en La vida    ~    Comentarios Comments (0)

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Así es cómo apareció la vida en la Tierra

¿Cuál es el origen de la vida? El comienzo de todo lo que conocemos tuvo lugar hace miles de millones de años. Y aunque es difícil de desentrañar, cada día tenemos más y más detalles claros de cómo empezó.

 Así es cómo apareció la vida en la Tierra

                  La Tierra primitiva comenzó a enfriarse y surgieron lasa condiciones necesarias para la Vida

Fuente: Gerald Prins

Imaginad una tierra roja y árida, caliente. Con géiseres escupiendo a un cielo oscuro y plomizo en las zonas más frías. En las más calientes solo existe la lava. No hay nada que se parezca a una planta. Ni tan siquiera musgo o verdín. Por supuesto que no, porque la vida todavía no existe. Solo hay cosas. Minerales, moléculas, materia inerte… En una charca cercana, junto a una roca parda, algo se mueve en su interior. Pero no podemos verlo porque son moléculas, tan pequeñas que son indistinguibles del líquido donde están. De pronto, el calor, el movimiento, otras moléculas o la mezcla de todo esto, junto con un poco de suerte, marcan el inicio de algo completamente nuevo: el primer germen del origen de la vida está creciendo.

5 hipótesis sobre el origen de la vida

 

origen de la vida

 

El primer periodo de la tierra, probablemente, fue muy parecido a esto.

 

Todas las evidencias con las que contamos sitúan el origen de la vida alrededor de unos 4.000 millones de años atrás. Sin embargo, no nos queda tan claro cómo o dónde apareció. Si ya nos cuesta seguir nuestra propia historia hasta la raíz, podéis imaginar la tarea tan enorme que supone el enfrentarse a algo como desentrañar el secreto que nos hizo, en última instancia, aparecer a nosotros y todo lo vivo que nos rodea. Pero, ¿qué es el origen de la vida?

Llamamos así al momento donde las moléculas comunes del universo (y de nuestro planeta) se unieron para formar los primeros compuestos precursores de la vida: moléculas especiales parecidas a las complejas sustancias que hoy nos forman; capaces de dar el primer paso en las características de la vida: reproducción y evolución. En concreto, hablamos de un sistema rudimentario parecido a nuestros actuales ADN (y ARN), el sistema de transmitir información; nuestros aminoácidos, los pequeños ladrillos con los que construimos la vida; y a nuestras membranas celulares, que define la situación exacta de la célula y son precursores de otros orgánulos. Actualmente existen cinco grandes hipótesis sobre el origen de la vida que dirigen la gran mayoría de los esfuerzos investigadores.

La teoría hidrotermal

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Ésta explica cómo el origen de la vida habría tenido lugar en el agua caliente y llena de moléculas. Gracias al aporte energético producido por el calor terrestre o por un evento externo (como un rayo), las moléculas se ensamblarían de forma natural en nuevas moléculas más complejas. Parte de esta hipótesis está demostrada en laboratorio, donde se ha observado cómo las moléculas, efectivamente, tienen tendencia a formar estructuras más compleja de forma “espontánea”. Esto debió ocurrir en profundidad, pues la luz ultravioleta debido a la falta de atmósfera habría destruido los compuestos más grandes.

La gran glaciación

Una glaciación global pudo ocurrir hace unos 3.700 millones de años. Entonces, el hielo podría haber protegido una serie de compuestos que evolucionarían lentamente bajo una capa enorme. Más adelante, con la adquisición de una atmósfera por parte de la Tierra, los rayos UV no penetrarían tanto, el planeta se calentaría debido a un aumento del brillo del sol y los ciclos que están surgiendo y los compuestos saldrían al aire


La Panspermia

Resultado de imagen de la panspermia

La llegada de la vida desde el exterior es una de las teorías más populares. Aunque de las menos sostenibles hasta el momento. En ella se explica que los precursores de la vida no estaban aquí, en la Tierra, sino que llegaron de otro lugar: un asteroide u otro planeta, como pudiera ser Marte. Hasta ahora ningún dato avala concretamente esta hipótesis, aunque sí hemos detectado moléculas precursoras de precursoras. Aunque esto no es nada especialmente asombroso.

La hipótesis de los simples

Esta hipótesis explica, de forma similar a la teoría hidrotermal cómo los precursores provinieron de ciclos moleculares de reacción sencillos que fueron siendo cada vez más complejos. Sin embargo, al contrario que la anterior, esta necesita de una especie de membrana o cápsula primitiva para poder evolucionar en el sentido adecuado. Esto representa su principal inconveniente.

La hipótesis del ARN

La hipótesis del ARN resulta bastante lógica pero a la vez, imposible en sus primeros estadios. El ARN es precursor del ADN en nuestra biología. También es un mensajero, codificador y relativamente estable pero dinámico. Algunos virus y bacterias solo contienen ARN. Todo esto nos hace suponer que el ARN fue antes que el ADN. Sin embargo, esto solo vemos posible que se sitúe mucho después del origen molecular de la vida. Es muy difícil que el ARN Existen muchos indicios para suponer que el ARN fue antes que el ADNpreceda a las membranas rudimentarias moleculares ya que es bastante inestable en el medio (entre otras cosas).

Sin embargo, una reciente hipótesis cree haber encontrado algunas novedades al respecto. Según un estudio, en un primer momento surgió el ARN de forma natural y espontánea (cosa que también se ha comprobado como posible bajo ciertas circunstancias). Esa cadena con información, por supuesto, no fue suficiente. Entonces, en ese caldo de cultivo, el ARN encontraría lo necesario para formar un aminoácido primordial. Es decir, la manera de transmitir información y los ladrillos esenciales fueron antes que las membranas. Para ello necesitarían un “ayudante” molecular desconocido. Más adelante surgirían las membranas y todo lo que conlleva. No obstante, sigue siendo una hipótesis bastante complicada de asumir.

Lo que vino después

En un momento dado, millones de años atrás, tendríamos unas moléculas muy primitivas capaces de formar membranas de forma natural. Lo hacen así porque su estructura química se lo pide, pues tal es su naturaleza. Por otro lado, otras moléculas serían capaces de transformar a otras, de nuevo, gracias a sus propiedades. Lo que transforman son pequeñas piezas capaces de unirse en largas cadenas, las cuales adoptan formas y propiedades distintas según se unen. Ya tenemos las tres piezas esenciales: ya ha surgido la vida. Con el tiempo, tras mucho ensayo y error, fruto de la casualidad o de la naturaleza de las moléculas, se unieron. Así que de pronto, no sabemos muy bien cuando, aparece LUCA. LUCA, por sus siglas en inglés, es el hipotético ancestro común de todos los seres vivos. Es la primera prueba ordenada del origen de la vida. Y, por supuesto, es solo una hipótesis pues no sabemos si en realidad hay varios “LUCA” o solo uno.

Fuente: Nature

Pero imaginemos que solo surgió un LUCA, un ancestro común. Muy básico. De nuevo, tras ensayo y error, de forma natural y bajo condiciones extremas: calor, presión, ataques de otros químicos presentes en el medio, LUCA se convirtió en algo parecido a una célula capaz de reproducirse. De crear nuevas moléculas y adquirir nuevas propiedades. LUCA comenzó a dar pasos en el camino de la evolución. Cuando tienes millones de años y nada más que hacer, lo único que te queda es evolucionar. Pero esto, como podréis imaginar, no es el final, sino el comienzo de una historia enorme, difícil de entender o tan siquiera de abarcar.

Los primeros organismos unicelulares (de una sola célula) más sencillos aparecerían con el tiempo; seres parecidos pero muchísimos más complejos que LUCA. Después, otros organismos aún más complejos y grandes, pero todavía unicelulares, seguirían evolucionando. No fue hasta muchísimo después que comenzaron a aparecer las primeras asociaciones de células, viviendo en colonias. Más tarde esas colonias se especializarían, dedicándose cada célula a una función. Y aquí llegamos a la primera letra del primer párrafo del prólogo de la vida. Y para que nos hagamos una idea, esa única letra ocupa el 70% del libro que tenemos sobre el tiempo y la historia. Así que como esto se puede hacer un poco largo, me temo, tendremos que continuar otro día.

¡Nuestras Mentes! ¿Estarán predestinadas?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en La vida    ~    Comentarios Comments (1)

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                   No siempre podemos ver con claridad

                                                      Vivimos en un mundo hecho para la Vida

Algunas veces, mirando la historia evolutiva de la vida, uno tiende a pensar que, de todas las estructuras complejas producidas por la biología terrestre (es lo único que conocemos), ninguna es más importante que el cerebro, el más complejo de todos los órganos. Lo que nos lleva a plantearnos una prgunta: ¿Son los cerebros sólo accidentes aleatorios de la evolución, o son los unevitables productos derivados de un proceso de complejificación que sigue unas leyes? Una hipótesis muy generalizada es que si surge la vida en otros planetas, ésta tendrá un desarrollo muy similar al de la vida en nuestro planeta, la Tierra. Los defensosres de SETI, la bísqueda de inteligencia estraterrestre, argumentan que en el curso de miles de años la vida estraterrrestre se hará más compleja para formar plantas y animales, y finalmente descubrirá su cognición y la inteligencia, como sucedió aquí. Eso en los planetas que estén en evolución y, en otros, evolucionados como la Tierra, la vida ya estará presente.

Hablamos del cerebro humano por ser el “desconocido” mejor conocido, muchas son las inteligencias que están presentes en nuestrto planeta y que, no hemos podido llegar a conocer. De algunos animales, podemos haber vislumbrado alguna clase de inteligencia y, si me apuran, hasta de sentimientos pero, lo que se dice conocer lo que se puede fraguar en sus cerebros…, es una gran incognita para nosotros que, somos los seres predominantes en el planeta y, además de ser conscientes hemos llegado a presentir que tenemos “Alma”, algo tan complejo que, siendo portadora de los sentimientos y los pensamientos, es, sin embargo, inmaterial y etérea. Eso que llamamos Alma es en realidad la sabiduría, la que nos lleve a comprender sobre las cosas, sobre el mundo, sobre el Universo y, también sobre la misma condición humana. Es el símbolo de nuestra evolución, es la Mente que trasciende lo material y entra en otro espaciotiempo que, todavía, no hemos podido comprender. No pocas veces hemos oido decir: “Sólo utilizamos el diez por ciento de nuestro cerebro”, lo cierto es que utilizamos el cien por cient pero, lo que realmente queremos decir es que, hasta el momento, sólo hemos desarrollado el diez por ciento del total. ¡Qué seremos cuando podamos utilizar el cien por cien totalmente desarrollado?

Visible Body | 3D Human Anatomy | Esa maravilla: Humanos | Scoop.it

El cerebro es de una complejidad tal que, no hemos podido llegar a comprender toda su grandeza, y, sabemos que rige todo lo que acontece en nuestros cuerpos, desde él se emiten las ordenes necesarias para hacer los precisos movimientos, para hablar o correr, o, en otros casos, para pensar y generar pensamientos y…

«Te amo con todo mi... cerebro» | Esa maravilla: Humanos | Scoop.it

también sentimientos que, en realidad y a través del Amor y la Familia, es el verdadero motor que mueve el mundo en el que vivímos, es el mayor incentivo que tenemos para luchar y seguir adelante en la dura batalla que, la Naturaleza y la Vida, nos plantea cada día.

Decíamos que en otros planetas (al menos en una fracción de todos los planetas presentes en las galaxias), también habrá surgido y evolucionado la vida inteligente que, como la nuestra, habrá avanzado y desarrollado su propia tecnología, e incluso algunas de esas comunidades tecnológicos pueden estar en este preciso momento tratando (como hacemos nosotros) de entrar en contacto con nosotros y con otras inteligencias dispersas a lo largo y a lo ancho del vasto Universo. Así pues, los investigadores de SETI suscriben generalmente la idea de la escala de progreso, al aceptar que no sólo la vida, sino también la mente, están en cierto sentido predestinadas a aparecer en el universo.

 

Así, el recipiente puede ser diferente pero, el cerebro portador de la mente, será parecido o similar al nuestro y se regirá por los mismos parámetros y funciones. Un inmenso entramado de neuronas y cogniciones que reciben, controlan y envían información que procesa para conocer el mundo exterior y comprender, su lugar en el Cosmos.

Claro que, este punto de vista, aunque dominante, esconde de nuevo una hipótesis enorme acerca de la naturaleza del Universo. Significa aceptar, de hecho, que las leyes de la naturaleza están “amañadas” no sólo a favor de la complejidad, o sólo a favor de la vida, sino también a favor de la Mente. Dicho de otra manera, creo que la Naturaleza misma es MENTE, de otra manera a mí me resulta muy difícil copmprender que la mente no esté inscrita de una fiorma fundamental en esas leyes naturales que todo lo rigen y hacen que las cosas ocurran como vemos que pasan. Es,así, altamente significativo, por supuesto, que los productos de la tendencia de complejificación de la naturaleza -seres inteligentes como el Homo Sapiens- sean capaces de entender lass propias leyes que han dado lugar al “entendimiento” si, esos sujetos, fueran totalmente ajenos a ella.

En cierta manera, tales pensamientos son visiones inspiradoras. Pero, ¿es verosímil? ¿Podemos que creer que el universo no sólo es bioamigable, sino también menteamigable. ¿Son tántos los mundos que, como la Tierra, tendrán las condiciones precisas para la vida? y, ¿Será la vida, toda la vida del Universo, basada, como la de la Tierra en el Carbono?

Claro que, en este apartado del saber humano, son muchas las versiones que, a lo largo de nuestra historia han sido vertidas. En 1964, el biólogo George Simpson escribió un artíoculo escéptico titulado “Sobre la no predominancia de los humanoides”, en el que reslataba la futulidad de la búsqueda de vida estraterrestre acanzada. Lo calificaba como “una apuesta contra las probabilidades más adversas de la historia”. Señalando que los seres humanos son el producto de innumerables incidentes históricos especiales, concluía:

“La hipótesis hecha tan abiertamente por astrónomos, físicos y algunos bioquímicos, según la cual una vez que la vida se pone en marcha en alguna parte, los humanoides aparecerán final e inevitablemente, es lisa y llanamente falsa”. En un famoso debate con el defensor de SETI Carl Sagan, el Biólogo Ernst Mayr se hacía eco del escepticismo de Simpson: “En la Tierra entre millones de linajes u organismos y quizá 50.000 millones de sucesos de especiación, sólo uno condujo a una alta inteligencia; eso me hace creer en su completa improbabilidad”.

Claro que el hombre, cuando pronunció esas palabras, no pensaba en el hecho cierto de que, el Universo, es igual en todas partes y en todas sus regiones rigen las mismas leyes. Existen miles de millones de planetas como la Tierra, con las condiciones ideales para que surja en ellos en la vida (y, de hecho, así habrá pasado), no podemos creer que somos algo especial y único, en el universo son más de cien mil millones de galaxias, mucho más abundante es el número de estrellas y, no digamos de mundos… ¿Por qué no sería también de la misma manera con seres inteligentes?

¿De qué manera podría ser la vida en otros mundos? De haberla, podría ser ¡de tántas maneras! que no debemos descartar aquella que teniendo la condición de vida, incluso esté fuera de nuestro alcance de visión y, estándo a nuestro lado, sea totalmente ajena a nuestros sentidos. Las formas que la vida pueda tomar (aquí mismo en la Tierra somos testigos), son de múltiples fasetas, de diversas maneras y, hasta desconocidas. ¿quién conoce a todos los seres vivos que conviven con nostros en el aTierra?

Por otra parte, el especialista Jay Gould denuncia análogamente la idea de que la vida está destinada a producir mente. Imaginemos, dice él, que una catastrofe barriera toda la vida avanzada sobre la Tierra, dejando sólo microbios. Si se repitiera el drama evolutivo, ¿qué sucedería? ¿Cabría esperar una pauta de desarrollo básicamente similar, en la que volverían a emerger peses, vertebrados, mamíferos, reptiles y bípedos inteligentes? Nada de eso, concluye él. La historia de la vida sobre la Tierra es una loteria gigantesca, con muchos más perdedores que ganadores.

Muchas formas de vida pasada, ya no están aquí con nosotros. De hecho, sólo el 1% de las epecies que han poblado la Tierra viven actualmente y, tenemos que tener claro que, la única manera de evolucionar es mutar, sin mutaciones no hay evolución, dado que la dinámica del planeta es cambiante y nos exige una adaptación, aunque a lo largo de miles de años, nosotros y otros seres vivos mutan para sobrevivir.

La vida contiene tantos accidentes del destino, tántas carambolas arbitrarias que la pauta de cambnio es esencialmente aleatoria. Los millones de pasos fortuitos que construyen nuestra propia historia evolutiva nunca sucederían por segunda vez, ni siquiera en lineas generales. La historia recorrería “otro camino” , de modo que, “la enorme mayoría de las repeticiones nunca produciría…una criatura con autoconsciencia… La probabilidad de que este escenario alternativo (por ejemplo, repetición) contenga algo remotamente parecido a un ser humano debe ser practicamente nula”.

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          Claro que, las posibilidades de vida en otros planetas es grande

Si eso fuera así (que lo podría ser, ningún dato tenemos a favor de lo contrario), ¿qué seres surgirían a la vida? o, quizás, no surgiera ninguno. Es difícil refutar la lógica del argumento de Simpson y Gould. Si la evolución mno es otra cosa que una lotería, una caminata de borracho, entonces hay pocas razones por las que la vida debiera ir más allá del nivel de los microbios, ninguna expectativa que avanzara obligatoriamente hacia la inteligencia, el cerebro, la conciencia y al “Alma” y, mucho menos, que pudiera desarrollar características humanoides. Nos veríamos entonces obligados a coincidir con la melancólica conclusión de Monod: “El hombre sabe que finalmente está solo en la inmensidad del universo, del que ha emergido sólo por azar”.Sólo si hay más que azar en ello, , sólo si la Naturaleza tiene un sesgo ingeniosamente incorporado hacia la vida y la muerte, esperaríamos ver repetido en otros mundos, lo que con la vida ocurrió en el nuestro.

La búsqueda de la vida en otros lugares del Universo es, por consiguiente, el terreno de prueba para dos visiones del mundo diametralmente opuestas. Por una parte, está la ciencia ortodoxa, con su filosofía nihilista del universo sin sentido, leyes impersonales carentes de finalidad, un cosmos en el que la vida y la mente, la ciencia y el arte, la esperanza y el miedo son sólo embellecimientos accidentales y casuales en un tapiz de corrupción cósmica irreversible.

Creo que todo lo que podamos imaginar… será menos que la realidad que ahí fuera nos podemos encontrar cuando, de verdad, salgamos al espacio.

Por otra parte, hay una versión alternativa innegablemente romántica, pero posiblemente cierta de todas formas, la visión de un universo autoorganizador y autocomplejificador, gobernado por leyes ingeniosas que animan a la materia para que ésta alcance una evolución predeterminada que la lleva hacia la consciencia y la mente. Un Universo en el que la emergencia de seres pensantes sería una parte fundamental e integral del esquema global de las cosas. Es decir, un Universo en el que no estamos solos y en el que, esa misma complejidad de la que hablamos, nos lleva a través de la mutación hacia la evolución necesaria para la adaptación al ritmo que el Universo nos marca.

Particularmente me quedo con la segunda opción. De no ser así, si el Universo nos trajo por razones fortuítas y sólo se debe al azar nuestra presencia aquí, entonces, ¿para qué tantos mundos?, ¿para qué tanto sufrimiento y dolor?, ¿para qué, en definitiva, tanto Amor y sacrificio? ¡Sería todo un sinsentido tan grande!

emilio silvera

PD. Doy las gracias a Paul Davies por escribir “El Quinto Milagro”, de cuyas páginas pude sacar algunas de estas ideas.