Dic
14
¡La Flecha del Tiempo! Camina hacia el futuro incierto
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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Tratamos de explicar fenómenos que podemos observar. Sin embargo, los explicamos con conjeturas más que certezas


“En un estudio realizado por un equipo de físicos con avanzados aparatos, han hallado un resultado del que nos dicen: “La materia se construye sobre fundamentos frágiles. Los físicos acaban de confirmar que la materia, aparentemente sustancial, es en realidad nada más que fluctuaciones en el vació cuántico.”

Dentro de algunos miles de millones de años, el Sol se convertirá en una gigante roja y calcinará la Tierra
La Tierra que tiene un destino anunciado, toda vez que sabemos que un día lejano en el futuro nuestro Sol se convertirá en una gigante roja primero y en una enana blanca después y, en el proceso, calcinará nuestro planeta. Claro que para que eso llegue, parece que faltan algunos miles de millones de años. Por otra parte, también tenemos sobre nosotros, la amenaza de la Galaxia Andrómeda que se nos acerca a una velocidad escalofriante que, también, en unos pocos miles de millones de años colisionará con la Vía Láctea y, ¿Quién sabe? como sufrirá nuestro planeta tal fusión de galaxias. Claro que, por otra parte, hay estudios que nos dicen que dentro de 1.700 millones de años, la Tierra saldrá de la Zona Habitable del Sol y, entonces… Por otra parte, no debemos descartar la caída en nuestro planeta de un gran meteorito. Como veréis la situación no es precisamente para aburrirse.
La atmósfera se disipará y los océanos se evaporarán
Lo que le pueda ocurrir a nuestra civilización, además de estar supeditada al destino de nuestro planeta, de nuestro Sol y de nuestro Sistema Solar y la Galaxia, en parte, también está en manos de los propios individuos que la forman y que, con sensibilidades distintas y muchas veces dispares, hace impredecibles los acontecimientos que puedan provocar individuos que participan con el poder individual de ese parcial “libre albedrío” del que podemos disponer. Nuestro planeta dispone de condiciones especiales que hizo posible el surgir de las distintas Civilizaciones que lo han habitado desde tiempos inmemoriales.
Muchos son los planetas que, por una u otra razón, no reúnen esas condiciones y, algunos, están en las cercanis de su estrella haciendo imposible que en ellos, pueda surgir la vida. Bueno, al menos las formas de vida que aquí conocemos. ¿Será como el de arriba nuestro mundo, cuando el Sol se convierta en una gigante roja?. ¿Habremos sido capaces de escapar hacia otros mundos, antes de que eso pase?
El Tiempo es como una escalera que, a medida que la subimos, sus peldaños se va destruyendo a nuestras espaldas. Nunca podremos regresar al pasado. La flecha del tiempo, sólo sabe correr hacia el futuro incierto. El Universo sólo marcha en una dirección: ¡El Futuro! Y, como el sabio nos dijo: “Todo estadopresente de una sustancia simple es naturalmente una consecuencia de su estado anterior, de modo que su presente está cargado de su futuro.” Nos dice que lo que pasó ayer es lo que tenemos hoy, y, lo que hoy pase será determinante para el mañana.
¡La Causalidad! Si estudias… ¡Aprobarás!
Siempre hemos sabido especular con lo que pudo ser o con lo que podrá ser si… Lo que la mayoría de las veces, es el signo de cómo queremos ocultar nuestra ignorancia. Bien es cierto que sabemos muchas cosas pero también es cierto que son más numerosas las que no sabemos, y, debemos aprovechar al máximo lo poco que sabemos para determinar, dentro de lo posible, el devenir del mundo, de ese futuro incierto que la Humanidad desconoce.
El futuro es incierto e impredecible, nunca sabremos qué pasará mañana y en qué lugar estaremos
Por mucho que sondeemos en nuestras mentes, nunca podremos saber lo que mañana pasará, el futuro no existe, es algo que está por llegar y, aunque podemos formular teorías de lo que será…, nunca tendremos la capacidad de predecir el mañana. Hasta donde podemos saber, la Naturaleza pueda cambiar, de un momento a otro, el futuro de nuestro mundo y, como consecuencia el nuestro también. ¿Quién puede predecir que antes de que finalice esta década, no caerá un meteorito sobre nosotros?
Será por imaginar
Lo que tenga que pasar…, ¡pasará! Y ese destino está escrito por la propia Naturaleza que nosotros, no conocemos. Cuando se formó el Universo, quedaron escritas las leyes que lo rigen y las fuerzas que lo gobiernan, su dinámica, el ritmo al que transcurre el tiempo y crece el espacio, y todo ello, sometido a principios y energías que, en la mayoría de los casos se escapan a nuestro actual conocimiento.
Las galaxias se alejan las unas de las otras de manera que al final, estaremos sólos y el frío será el principal factor para que la vida, no pueda estar presente en un Universo que, según todos los indicios, será asolado por una congelación general, el cero absoluto de los -273 ºC impedirá que los átomos tengan actividad y, cuando eso ocurra… ¿Podremos solucionarlo de alguna manera… ? Bueno, al menos tengamos la esperanza de que podamos, si existen, huir a otros universos.
Nuca podremos tener la Galaxia en nuestras manos
Como he dicho tántas veces, creo firmemente que, de alguna manera, nuestras mentes, están conectadas con el cosmos del que formamos parte. Estamos aquí y nos parece de lo más natural, nunca nos paramos a pensar en cómo fue eso posible, en cómo surgió aquella “chispa” que encendió la lumbre para la llegada de aquella primera célula replicante que, a partir de la materia “inerte”, evolucionada hizo posible el salto descomunal hacia seres conscientes. ¿cómo fue posible tal maravilla? Sabemos que pensar que, el material del que estamos hecho (Nitrógeno, Carbono, etc.), se fabricó en las estrellas a partir del elemento más simple, el Hidrógeno que, evolucionado a materiales más complejos llegaron hasta nuestra región en el espacio en forma de Nebulosa después de una explosión supernova y, con el tiempo, se formó el Sistema Solar primitivo para constituirse, en una pequeña parte en el Planeta Tierra en el que, bajo ciertas condiciones atmosféricas, presencia de agua y de radiación cósmica…, y un sin fin de parámetros más, dio lugar al nacimiento de aquella primera célula capaz de reproducirse que evolucionó hasta nosotros.
En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es muy especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo, no se parece a nada que la conciencia conozca. Su carácter “único” hace que el ofrecer una imagen del cerebro se convierta en un reto extraordinario. Aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa del cerebro, si podemos ofrecer retazos y datos parciales de algunos de sus complicados mecanismos. Sin embargo, carecemos de información para generar una teoría satisfactoria de la conciencia.
Sí, parece que todos somos iguales pero… ¡diferentes!
A lo largo del tiempo, han sido muchas mentes las que han recibido destellos que la llevaron a intuir primero y desvelar después, secretos bien escondidos de la Naturaleza. Y, debemos aprovechar esos destellos que, periódicamente, les llegan a algunos de nosotros para tratar, dentro de lo que se pueda, de preservar a la Humanidad de ese futuro incierto.
Esos destellos que los ojos de todas las Mentes no ven y que, las conexiones signóticas no piueden agarrar, lo mismo que llegan se van hacia el infinito… de un limbo desconocido donde yacen los pensamientos perdidos que, más tarde, algún otro cerebro recuperará y, la Humanidad, dará un nuevosalto en el saber del mundo.
En algún momento breve, ¿quién no ha tenido esa sensación de tener la solución a un problema científico que le preocupa y quisiera resolver?. La sensación de ese saber, de tener esa respuesta deseada, es fugaz, pasa con la misma rapidez que llegó. Nos deja inquietos y decepcionados, estaba a nuestro alcance y no se dejó atrapar. A mí me ocurre con cierta frecuencia con distintos temas que me rondan por la cabeza. Sin embargo, esa luz fugaz del saber aparece y se va sin dejar un rastro en mi mente que me permita, a partir de esa simple huella, llegar al fondo de la cuestión origen del fenómeno.
Sí, el hombre sabio es aquel que plasma en realidad sus pensamientos
Millones de conexiones transportan los pensamientos que más tarde, son convertidos en realidad. El cerebro se cuenta entre los objetos más complicados del universo y es sin duda una de las estructuras más notables que haya producido la evolución. Hace mucho tiempo, cuando aún no se conocía la neurociencia, se sabía ya que el cerebro es necesario para la percepción, los sentimientos y los pensamientos.
En tanto que es objeto y sistema, el cerebro humano es muy especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo… no se parece a nada que la conciencia conozca. Su carácter único hace que el ofrecer una imagen del cerebro se convierta en un reto extraordinario. Aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa del cerebro, sí podemos ofrecer retazos y datos parciales de algunos de sus complicados mecanismos. Sin embargo, carecemos de información para generar una teoría satisfactoria de la conciencia. Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 kg –aproximadamente- y que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones, ideas y pensamientos… y, también sentimientos que no siempre podemos explicar. ¡Increíble! ¡grandioso! Pero, ¿sabemos encausarlo? Bueno, en eso estamos.
No será fácil llegar a comprender lo que aquí vemos
Los circuitos y conexiones cerebrales generan números que sobrepasan el número de estrellas en las galaxias. Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 Kg – aproximadamente – y que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones y pensamientos.
La consecuencia más importante de todo esto es que se ha abierto la puerta a un alentador y enorme (aunque complejo) paisaje biológico nuevo.Su exploración necesitará de pensamientos creativos y nuevas ideas. Hace 40 años, todo esto era un sueño, nadie se atrevía a pensar siquiera con que este logro sería posible algún día ¡secuenciar 3000 millones de grafos de A D N! Sin embargo, aquí viene la contradicción o paradoja, el cerebro ¡que aún no conocemos!, lo ha hecho posible. La genómica es una auténtica promesa para nuestra salud, pero necesitaremos algunos saltos cuánticos en la velocidad y la eficacia de la secuenciación del A D N.
Sí, finalmente veremos que todo, sin excepción, está relacionado.
Algo de razón yace en el “Efecto Mariposa”
Está claro sin embargo que, dadas todas las dimensiones del ser humano, que incluyen aspectos tanto materiales como espirituales, será necesario mucho, mucho, mucho tiempo, para llegar a conocer por completo todos los aspectos complejos encerrados en nuestro interior que, si no me equivoco viene a ser como un extracto del Universo mismo, de la Naturaleza que, en nosotros, se elevó a su máxima expresión. ¿De qué estamos hechos? ¡De polvo de estrellas!
Si, en el polvo de las estrellas se esconde el secreto de la Vida
El adelanto que se producirá en las próximas décadas será muy visible en el aspecto biológico, la vida media d elas personas dará un gran salto y, cumplir un siglo, será entonces lo cotidiano. La Astronomía estará tan adelantada que, ni los agujeros negros, ni “la materia oscura”, serán problemas por resolver. Se habrá llegado más lejos que nunca y, nuestras bases marcianas serán el lugar de salida para misiones más lejanas y ambiciosas. La Física, que habrá hecho posible muchas de esas cuestiones, tendrá Modelos que nos dirán muchas de las cosas que ahora desconocemos, sabremos, por fín, lo que es la materia y, también por fín, habremos podido profundizar más en la compleja y extraña mecánica cuántica.
Salvando las distancias, esta misma escena se podría estar dando ahora mismo, en miles y cientos de miles de mundos que, como el nuestro, haya podido estar situado en la zona habitable de una estrella que le proporcione los elementos necesarios para la vida, sobre todo, su luz y su calor. Las formas de las criaturas de esos mundos, no tienen porque ser como las nuestras.

Emprendemos el camino, sin que nunca sepamos donde acabará. El Futuro Incierto.
Emilio Silvera Vázquez
Dic
5
El futuro incierto
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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Esto es simplemente el primer paso hacia nuestra destrucción. Dicen que los expertos quieren dotar a estos “seres” artificiales de consciencia de Ser. ¿Nos estaremos volviendo locos?
A mí, particularmente, me da mucho miedo un futuro en el que las máquinas sean imprescindibles. En este mismo momento ya casi lo son. ¿Qué haríamos sin ordenadores que mediante sus programas dirigen fábricas, llevan todo el movimiento de las Bolsas del mundo y de los bancos, dirigen los satélites del espacio, llevan a cabo complicadas operaciones quirúrgicas y montan y ensamblan elaborados mecanismos industriales? El mundo quedaría paralizado.
Pienso en un mundo mucho más avanzado, dentro de 500 – 1.000 años. ¿Qué habrá pasado con los robots?, máquinas cada vez más perfectas que llegaron a autofabricarse y repararse. ¿Cómo evolucionarán a partir de esos procesadores inteligentes de la nanotecnología? ¿Llegarán algún día a pensar por sí mismos? Ahí puede estar uno de los grandes peligros de la Humanidad.
La invención del robot (del checo, robota, trabajo) se debe al esfuerzo de las sociedades humanas por liberarse de las labores más ingratas y penosas a que se ven obligados algunos de sus individuos. En un principio, la apariencia de los robots sólo atendía a las razones prácticas de las funciones que cada modelo tenía que desempeñar, o sea, su morfología estaba aconsejada por criterios funcionales y prácticos.
Una vez superada la primera fase, el hombre trata de fabricar robots que cada vez sean más semejantes a su creador, y aunque las primeras figuras han sido algo groseras y poco hábiles en sus movimientos, poco a poco se va perfeccionando la imitación de los humanos.
Si estos “seres” artificiales llegan a comprender que “son”, si le damos conciencia, si son más fuertes que nosotros, ellos no duermen, no se cansan, no tienen enfermedades, no necesitan respirar en el Espacio exterior ni en ninguna otra parte… ¿Para qué querrían a los humanos? Lo cierto es que, pensar en toso eso… ¡Dá mucho miedo!
Un robot se diferencia fundamentalmente de una máquina por su capacidad para funcionar de modo automático sin la acción permanente del hombre. Los primeros robots se mostraron especialmente válidos para llevar a cabo aquellos trabajos sencillos y repetitivos que resultaban tediosos y pesados al hombre (al Ser Humano mejor). También son ideales para el trabajo en el que se está expuesto a cierto peligro o se trabaja con materiales peligrosos en lugares nocivos para los seres vivos.
Estos nos parecían graciosos
Estos nos producen mucho miedo
Las máquinas del futuro nos pueden superar. Hemos comenzado a inventar robots que, cada vez son más sofisticados y tienen más prestaciones y, de seguir por ese camino, de no poner unas reglas claras, precisas u rígidas sobre el límite…las cosas podrían salir mal.
Una de las condiciones esenciales que debe tener una máquina-robot para ser considerada como tal es la posibilidad de ser programada para hacer tareas diversas según las necesidades y la acción que de ellos se requieran en cada situación. Y, si llegan a poseer la potestad de pensar por sí mismas, de repentizar soluciones no programadas, de sentir y ser conscientes…¡malo!
Dentro de algunas decenas de años, por ejemplo, no será necesario que ningún astronauta salga al espacio exterior para reparar estaciones espaciales o telescopios como hacen ahora, con riesgo de sus vidas, con el Hubble.
El miedo a los robots del futuro que antes citaba está relacionado con el hecho de que la robótica es el estudio de los problemas relacionados con el diseño, aplicación, control y sistemas sensoriales de los robots.
Ya van quedando muy viejos aquellos robots de primera generación (en realidad brazos mecánicos), muy utilizados en labores de menos precisión de la industria automovilística. Hoy día, los robots que se fabrican, están provistos de sofisticados sistemas “inteligentes” que son capaces de detectar elementos e incluso formas de vida rudimentarias. El proyecto de la NASA en el río Tinto es un ejemplo de ello; allí han utilizado pequeños robots capaces de comunicar datos científicos de los hallazgos en el fondo de un río. Actúan mediante programas informáticos complejos o no, que hacen el trabajo requerido.
La aeronáutica espacial… ¡Hacia el futuro!
Resulta increíble como en estas factorías, se ponen en marcha tratando a la materia prima en bruto, aquí mecánicamente se refina, se elabora y se le da el tratamiento adecuado para que, finalmente, salga el producto elaborado y embazado listo para la exposición y venta al público.
¡Si nuestros abuelos levantaran la cabeza…!
Las necesidades de la industria aeronáutica, poco a poco, han ido exigiendo sistemas de mayor precisión, capaces de tomar decisiones adecuadas en un entorno predefinido en función de las condiciones particulares de un momento dado. Estos ingenios, llamados de segunda generación, poseen instrumentos propios y programación informática dotada de medios de autocorrección frente a estímulos externos variables.
Estos dispositivos se desarrollan en años 80, y se distinguen de los anteriores por el manejo mediante servo-control y la incorporación de sensores que que aportan información del entorno: sensores táctiles, de presión de proximidad, sistemas de visión, radar, sonar, etc.
Los sensores utilizados por los sistemas robóticas de segunda generación son, con frecuencia, equipos de cámaras electrónicas digitales que convierten la imagen luminosa recibida desde el exterior en impulsos eléctricos que se comparan con patrones almacenados en un pequeño núcleo de memoria informática. Así mismo, disponen de instrumentos táctiles de alta sensibilidad y de detección de pesos y tensiones.
Muy pronto, todo será diferente
Los robots de tercera generación emplean avanzados métodos informáticos, los llamados sistemas de inteligencia artificial, y procedimientos de percepción multisensorial (estoy leyendo una maravillosa tesis doctoral de un ingeniero de materiales – hijo de un buen amigo – que es fascinante, y me está abriendo la mente a nuevos campos y nuevos conceptos en el ámbito de la inteligencia artificial. Su nombre es A. Mora Fernández, y tiene la suerte de ser, además, un físico teórico matemático, con lo cual, según lo que puedo deducir de su trabajo, le espera grandes empresas y mi deseo personal es que triunfe en ese complejo mundo de fascinantes perspectivas al que pertenece).
Realizan funciones que eliminan de la ecuación al Ser Humano
Estos ingenios de tercera generación adoptan algunas características del comportamiento humano al contar con la capacidad para percibir la realidad del entorno desde varias perspectivas y utilizar programas que rigen su propia actuación de modo inteligente. Conscientes de su situación espacial, los robots de tercera generación comprenden directamente el lenguaje humano y lo utilizan para comunicarse con las personas.
La ciencia robótica, basándose en avanzados principios de la electrónica y la mecánica, busca en la constitución y modo de funcionamiento del cuerpo y del cerebro humano los fundamentos con los que diseñar androides de posibilidades físicas e intelectivas semejantes a los del ser humano.
Nada de esto es ciencia ficción; es lo que hoy mismo ocurre en el campo de la robótica. Aún no podemos hablar de robots con cerebros positrónicos capaces de pensar por sí mismos y tomar decisiones que no le han sido implantados expresamente para responder a ciertas situaciones, pero todo llegará. Ya tienen velocidad, flexibilidad, precisión y número de grados de libertad. ¿Qué hasta donde llegarán? ¡Me da miedo pensar en ello!
Pronto nos costará distinguirlos
Mecánicamente, el robot ya supera al ser humano; hace la misma tarea, con la misma velocidad y precisión o más que aquél, y tiene la ventaja de que no se cansa, puede continuar indefinidamente desempeñando el trabajo en lugares que para nosotros serían imposibles por sus condiciones extremas.
Menos mal que, de momento al menos, el cerebro del ser humano no puede ser superado por un robot, ¿pero será para siempre así? Creo que el hombre es un ser que, llevado por sus ambiciones, es capaz de cometer actos que van encaminados a lograr la propia destrucción y, en el campo de la robótica, si no se tiene un exquisito cuidado, podemos tener un buen ejemplo.
Antes de dotar a estas máquinas de autonomía de obrar y de pensar, debemos sopesar las consecuencias y evitar, por todos los medios, que un robot pueda disponer como un ser humano del libre albedrío, como artificial que es, siempre debe estar limitado y tener barreras infranqueables que le impidan acciones contrarias al bienestar de sus creadores o del entorno.
Es muy importante que los sistemas sensoriales de los robots estén supeditados a los límites y reglas requeridas por los sistemas de control diseñados, precisamente, para evitar problemas como los que antes mencionaba de robots tan avanzados y libre pensadores e inteligentes que, en un momento dado, puedan decidir suplantar a la Humanidad a la que, de seguir así, podrían llegar a superar.
Esta simpática imagen ya ha sido superada
Pensemos en las ventajas que tendrían sobre los humanos una especie de robots tan inteligentes que ni sufrirían el paso del tiempo ni les afectaría estar en el vacío o espacio exterior, o podrían tranquilamente, al margen de las condiciones físicas y geológicas de un planeta, colonizarlo fácilmente, aunque no dispusiera de atmósfera, ya que ellos no la necesitarían y, sin embargo, podrían instalarse y explotar los recursos de cualquier mundo sin excepción. ¡Menuda ventaja nos llevarían! Además, lo mismo que nosotros nos reproducimos, los robots se fabricarán unos a otros. Ni las famosas tres leyes de Asimos me tranquilizan… ¿Las recuerdan?
Primera Ley.-
Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
Segunda Ley.-
Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
Tercera Ley.-
Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Aprenderán de nosotros, no tienen prisa, y,… ¿Después qué?
Pero, ¿Quién puede asegurar que con los complejos y sofisticados sensores y elementos tecnológicos avanzados con los que serán dotados los robots del futuro, éstos no pensarán y decidirán por su cuenta? ¡Creo que nadie está en situación de asegurar nada! La amenaza está ahí, en el futuro, y el evitarla sólo depende de nosotros, los creadores. ¡Es tanta nuestra ignorancia!
Es curioso cuando mi mente está libre y divagando sobre una gran diversidad de cuestiones que, sin ser a propósito, se enlazan o entrecruzan las unas con las otras, y lo mismo estoy tratando de sondear sobre el verdadero significado del número 137 (sí, ese número puro, adimensional, que encierra los misterios del electromagnetismo, de la luz y de la constante de Planck – se denomina alfa (α) y lo denotamos 2πe2/hc), que me sumerjo en las profundidades del número atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks. Sin embargo, mi visión mental no se detiene en ese punto, continúa avanzando y se encuentra con una sinfonía de colores que tiene su fuente en miles y miles de cuerdas vibrantes que, en cada vibración o resonancia, producen minúsculas partículas que salen disparadas para formar parte en otro lugar, de algún planeta, estrella, galaxia e incluso, de algún personaje inteligente.
Me pregunto por el verdadero significado de la materia, y cuanto más profundizo en ello, mayor es la certeza de que allí están encerradas todas las respuestas. ¿Qué somos nosotros? Creo que somos materia evolucionada que ha podido alcanzar un nivel evolutivo en el que ya se tiene conciencia de Ser. Y, si eso es así (que lo es), ¿Qué puede impedir que en el futuro los robots tengan conciencia de ser, o, incluso, sentimientos? ¿No estaremos creando una nueva raza?
Sabremos alguna vez lo que es realmente la luz, o lo que es el Agua tan esencial para la Vida. También nos gustaría saber lo que somos realmente los humanos, nuestro real origen, de dónde venimos, hacia dónde vamos, qué hacemos aquí… Es tanta la carga que soportamos que, aunque inmaterial (la llamamos ignorancia), que es la causa de la mayor parte de los males que nos aquejan.
Pienso que toda materia en el universo está cumpliendo su función (nosotros también sin saberlo), para conformar un todo que, en definitiva, está hecho de la misma cosa, y que a partir de ella surgen las fuerzas que rigen el cosmos y toda la naturaleza del universo que nos acoge. La luz, la gravedad, la carga eléctrica y magnética, las fuerzas nucleares, todo, absolutamente todo, se puede entender a partir de la materia, tanto a niveles microscópicos como a dimensiones cosmológicas, todo son aspectos distintos para que existan estrellas y galaxias, planetas, árboles, desiertos, océanos y seres vivos como nosotros, que somos capaces de pensar en todo esto.
Parece mentira que, alguna vez, lleguen a sentir…llorar o reír
Mirando a mi alrededor, de manera clara y precisa, puedo comprobar que el mundo biológico está compuesto por una variedad de seres que, siendo iguales en su origen, son totalmente distintos en sus formas y en sus mentes, y, de la misma manera, al igual que en nuestro planeta Tierra, pasará en otros situados en regiones remotas del espacio. Y, pensando en nuestras vidas, podemos llegar a preguntarnos si todo ésto tiene algún sentido. ¿Para qué tanto esfuerzo y trabajo? ¿No será que estamos preparando el terreno para “seres” artificiales que, mejor dotados que nosotros para salir al espacio exterior, serán los que suplan a la Humanidad y cumplan finalmente sus sueños.
… Como lleguen a tener entendimiento…
¡Qué lastima! Si ese fuera nuestro destino. ¡Fabricar a una especie artificial para que cumpliera nuestros deseos! Lo cierto es que, nosotros los humanos, no estamos físicamente preparados para viajar a las estrellas, y, de hacerlo, necesitaríamos dotarnos de tanta seguridad que, los costes, serían impensables. Naves como ciudades que nos transportaran muy lejos, y, pensando en que estamos supeditamos a la velocidad de la luz, estas naves-ciudades estarían preparadas para mantener a generaciones.
Ciudades que surcan el hiperespacio. Atlantis, la ciudad perdida hecha por los antiguos
Nuestro futuro es muy incierto, y, como podemos ver cada día, estamos supeditados a los caprichos de la Naturaleza. Conceptualmente, la biología generalmente va a la saga de la física. Si bien es cierto que las ideas de Darwin sobre la evolución han desplazado la concesión trasnochada y, ¿por qué no?, anti-ilustrada de la creación espacial, pero es cierto que bien entrado el siglo XX, muchos biólogos todavía pensaban instintivamente que los seres humanos representaban la culminación de la evolución, y que nuestra especie no era simplemente el centro del desarrollo evolutivo sino, en realidad, su razón de ser. Y, tales pensamientos, nos pueden dar una idea muy clara del nivel de sabiduría del que podemos presumir.
Ahora sabemos que nuestra contribución al árbol genealógico de la vida es tan periférica y minúscula como la de la Tierra en el Universo. El árbol, tal como lo podemos ver hoy, es realmente frondoso. Desde que surgió la vida en la Tierra, probablemente haya producido cientos de miles de millones, quizás billones, de ramitas, donde cada ramita representa una especie, y Homo sapiens es sólo una más entre ellas. En pocas palabras, nuestra especie ha sido tan cabalmente “periferalizada” por la biología como lo ha sido por la cosmología. Sólo somos una de las formas de vida que habita el Universo y, no es seguro que seámos la más inteligente.
Ciudades futuras que ni podemos imaginar
Una vez que hemos comprendido que no somos “los elegidos” y que, estamos en este Mundo, una infinitesimal fracción de una Galaxia de entre cientos de miles de millones de ellas, podemos ser conscientes de que, la humildad será nuestra mejor elección para no equivocarnos y llevarnos decepciones que, en otro caso, serían de consecuencias muy graves. Muchas pueden ser las criaturas que, habitantes de otros mundos, nos puedan superar en inteligencia y conocimientos y, seguramente por eso, porque en nuestro fuero interno algo nos dice que es así, nos estamos preparando para ese futuro que irremediablemente llegará, y, lo único que podemos hacer es crear réplicas de nosotros mismos que, aunque artificiales, puedan representarnos de alguna manera en ese futuro incierto.
Ese encuentro maravilloso que tantas veces hemos imaginado, es posible que no lo sea tanto. No podemos saber las criaturas que pueden estar presentes en otros mundos y con qué medios puedan contar. Siempre se me hizo cuesta arriba el hecho de que, algún día del futuro, los robots fabricados por nosotros, podrían adquirir la supremacía del planeta. Sin embargo, alguna vez he pensado también que, quizás, sea la única manera de poder hacer frente a lo que vendrá.
Ideas que surgen de la imaginación desbordante de nuestras mentes
Hemos oído en no pocas ocasiones que la realidad supera a la imaginación, y, desde luego, simplemente con ver todo lo que existe en el Universo, podemos dar fe de tal afirmación. ¿Quién iba a pensar hace 150 años en la existencia de Agujeros Negros o Estrellas de Neutrones? Y, de la misma manera que aquí en la Tierra surgieron cientos de miles de especies y formas de vida a lo largo de su historia, ¿qué prohíbe que en otros mundos surgieran también especies de vida que ni podemos imaginar? ¿Y la Naturaleza?Con un suspiro puede acabar con todos nosotros que, en realidad, somos menos que una mota de polvo en la inmensa Orión. Sin embargo algunos, se crren importantes, ¡ilusos!
Cualquier cosa puede ser posible, ¡es tan frágil la línea que nos separa del Caos!
Es cierto, nuestras limitaciones son enormes, enorme es también nuestra ignorancia y, si somos conscientes de ello, habremos dado un gran paso para hacer frente a lo que pueda venir. Al menos no nos cogerá desprevenido y, el suceso es menos doloroso cuando se espera.
Sí, es verdad, que a veces, confundimos la ilusión y la euforia del momento con la realidad. Sin embargo, nada más lejos de ser cierto. Vivimos en una falsa seguridad cotidiana que nos hace no pensar en lo que puede llegar: Un accidente, una enfermedad, un meteorito caído del cielo, un terremoto, o, incluso una estrella enana marrón que choque con la Luna y dé al traste con nuestra tranquila vida en este planeta.
Como si de entrelazamientos cuánticos se tratará, el destino, ¡tiene tantas bifurcaciones!
Así que, ilusos y tranquilos (de otra manera sería horrible la vida), en estos últimos años hemos sido capaces de determinar los genes responsables de las más variadas manifestaciones de nuestra existencia: susceptibilidad a la obesidad, diferentes tipos de tumores, esquizofrenia, depresión o la mayor o menor capacidad para danza y ritmo. Y, con sorpresa para algunos, se ha podido saber que nuestra secuencia genética sólo difiere un 0’5% de nuestros parientes cercanos neandertales o que tampoco estamos muy lejos, genéticamente hablando, de algunos equinodermos que divergieron de nuestra rama evolutiva hace ahora 500 millones de años.
También, al mismo tiempo, hemos construido ingenios que enviados a otros mundos, situados a millones de kilómetros del nuestro, nos mandan imágenes que podemos contemplar tranquilamente sentados en el salón de nuestras casas. Y, paralelamente, se trabaja en cerebros artificiales espintrónicos y, más adelante, positrónicos que ocuparan cuerpos perfectos de robots que, aunque artificiales, algún día llegarán a pensar y sentir. ¿Serán nuestros sucesores? ¿Serán los que finalmente realizarán nuestros sueños de viajar a las estrellas?
Si tenemos que señalar el mayor de los misterios…
Sin embargo, y a pesar de tantas proezas, si en algo sigue la ciencia gateando en la oscuridad, es precisamente en el total desconocimiento de la parte más compleja y delicada de nuestro cuerpo: ¡ el Cerebro! ¡Si tuviéramos tiempo!
Emilio Silvera Vázquez
Nov
4
¡Imaginación! Sucesos del futuro
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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La Nave del Consorcio Internacional de Naciones, Aurora, que salió de la Tierra el 4 de abril de 2.090 para desarrollar el proyecto “Otros mundos, otras formas de Vida”, nos envía increíbles imágenes del océano interior de la luna Europa, donde extrañas conformaciones (que no sabemos lo que son y al parecer están construidas por seres inteligentes, han causado el asombro de los viajeros-aventureros que, asombrados, contemplaron la misteriosa y gigantesca criatura que majestuosa surcaba las aguas oceánicas de Europa.
(A la derecha una imagen del hemisferio posterior de Europa en sus colores naturales que muestran las enormes fracturas de la superficie helada. La fotografía se hizo el 7 de septiembre de 1996 por la nave espacial Galileo a 677.000 Km del satélite que tiene un tamaño próximo al de la Luna.)
El hallazgo ha causado una gran conmoción en los medios y, por fin sabemos que la vida no es una exclusividad de la Tierra. Ahora, habrá que seguir investigando para obtener respuesta a miles de preguntas que tienen que ser contestadas.
Junto al Video las noticias decían:
“Una nave espacial de la NASA despegó el lunes para explorar Europa, la luna de Júpiter, y descubrir si su vasto océano oculto puede contener las claves de la vida. Europa Clipper tardará cinco años y medio en llegar a Júpiter, donde entrará en órbita alrededor del planeta gaseoso gigante y se acercará sigilosamente a Europa durante decenas de sobrevuelos bañados por la radiación.
Los científicos están casi seguros de la existencia de un océano profundo y global bajo la corteza helada de Europa. Y donde hay agua, puede haber vida, lo que convierte a la luna en uno de los lugares más prometedores para buscarla.”

Los ingenios robóticos submarinos que han introducido en los huecos abiertos en la superficie de Europa no dejan de enviar increíbles imágenes de extrañas estructuras que ningún ser con un alto grado de inteligencia podría haber construido. Parecen conformaciones naturales, hechas por la propia naturaleza y las energías allí presentes.
¿Cómo serán esos Seres vivos inteligentes que, al menos de momento, no han dado ninguna señal de que se han percato de la presencia de los humanos?
Algunas de las cosas que aquí aparecen no son naturales, alguien las ha tenido que hacer
Por otra parte, la expedición “Fermi” que salió de la Tierra el día 7 de enero de 2091 con destino a un sistema planetario descubierto en Orión, después de investigar durante meses, halló un planeta idóneo para la vida al que mandaron sondas que en distintas regiones han captado imágenes asombrosas que prueban la presencia de la vida inteligente.
En la Tierra quedaron asombrados al recibir la primera imagen de una ciudad alienígena
Como aquí en la Tierra, distintas regiones con distintos climas y hábitats podrían albergar a un sin fin de criaturas que no serán conocidas hasta que llegue allí la expedición humana programada que tratará de tomar contacto con los posibles seres de inteligencia superior.
Otra ciudad oscura y misteriosa enclavada en otro mundo
Ahora estamos en el comienzo para desvelar los posibles y asombrosos secretos que estaban bien escondidos en esos otros mundos hasta los que no habíamos podido llegar. Además de que tengamos la Incertidumbre de no saber si, nuestro mundo, ha sido o está siendo observado por seres inteligentes o robotizados de otras civilizaciones extraterrestres.
A pesar de nuestras altas tecnologías seguimos sin saber nada de aquel extraño aparato que fue fotografiado por encima de las nubes en el espacio de Alemania. El piloto que lo captó lo vió desaparecer a velocidades inusuales para las aeronaves conocidas y, los científicos están extrañados del hallazgo y de las consecuencias que podrían llevar consigo.
La Sonda sideral Einswton, ha mandado imágenes de un mundo situado a menos de 1/10 de UA de su estrella. Se le ha dado el nombre de Averno y las temperaturas allí medidas han sobrepasado los 800 ºC, y, la esperanza de que esté presente alguna forma de vida es irrisoria.
Los últimos experimentos científicos han logrado por fin abrir una ventana al Hiperespacio, se mantiene abierta con materia extraña y, al menos de momento no se sabe hasta donde podrá llegar y dónde estará situada la puerta de salida, parece que todo depende de la cantidad de energía de la que se pueda disponer y, se quiere lograr dirigir al lugar exacto ese pasillo hiperespacial que nos podría llevar hasta mundos lejanos de la nuestra y en otras galaxias.
Como no es seguro que la primera expedición tenga la posibilidad de volver, se está haciendo entrevistas de personas cualificadas en las distintas áreas que, de manera voluntaria, estén dispuestas a tomar el riego de un viaje de irás y no volverás.
Será extraño ver imágenes como esta
Por fin se ha encontrado la manera de invertir el curso de la vida, como nos decía De Grey en el siglo XXI, la genética y su conocimiento profundo nos llevará a codearnos con la inmortalidad (vivir 500 o 1.000 años ya lo parece). envejecer no es una consecuencia inevitable de la condición humana. Según se ha podido lograr ahora, el avance de nuestros conocimientos han cambiado esa situación del pasado, ya que, el envejecimiento sólo era el resultado de daños acumulados a nivel celular o molecular, que los avances médicos pueden ahora prevenir e incluso revertir. Ya la ciencia puede ofrecer una longevidad que se codee con la inmortalidad. “Hemos logrado extender la vida sana, no de prolongar la fragilidad de la vejez”.
Los antiguos aceleradores de partículas (incluido el famoso LHC del siglo XXI), han quedado desfasados y, ahora, otros monstruosos equipos que funcionan a 350 TeV, pueden llegar más allá de los Quarks y localizar las cuerdas vibrantes que conforman la esencia de la materia, es la sustancia primera.
Las cuerdas viven en el falso vacío, y, al tener la energía de Planck (1019 GeV, la pudimos encontrar
Hemos llegado a saber que, durante la expansión, el estado de falso vacío empieza a decaer en el vacío habitual produciéndose una sopa muy caliente de partículas que precisamente corresponde al punto de partida del Big-Bang estándar.
La falsa materia oscura que permeaba todo el Universo
Ya no hablamos de “materia oscura” que por fin, quedó descartada allá por los años 2.054, al poder captar con telescopios modernos y muy potentes que, mucho más allá de nuestro universo, existen otros que, siendo masivos como el nuestro generan una inmensa fuerza de gravedad que tira de nosotros y, en un futuro aún muy lejano, comenzarán a fusionarse universos que se atraen.
La noticias que fue una gran sorpresa, en realidad no debería serlo, ya que, en nuestro universo los sucesos se repiten una y otra vez: se fusionan estrellas y galaxias, ¿por qué no lo harían los universos?
Lo mismo que en el siglo XX y XXI podíamos captar imágenes de galaxias que se fusionaban, en el futuro podremos captar las mismas imágenes de universos que se juntan para formar otros mayores. Esa inmensidad cosmológica no es bien asimilada por nuestras mentes tridimensionales pero, si queremos progresar y estar al día en lo que vendrá, una condición inexcusable será la de retirar de nuestras mentes la palabra Imposible.
¡Todo lo que podamos imaginar será realidad!
Bueno, de vez en cuando dejar libre la imaginación nos libera de tensiones y también de frustraciones.
Ahora nos llega noticias de aquella expedición “En busca del nuevo mundo” que partió en 2,32 para Próxima Centauri, y, que durante generaciones viajaron por el Espacio, y, al llegar, habían mutado, se habían convertido en otra especie al vivir miles de años en el Espacio Interestelar en la ingravidez, sus cuerpos eran delgados y habían desarrollado alas que los mantenía flotando. La expedición “Futuro” había contactado con ellos, y, les habían puesto al día de quienes eran en origen, habían firmado un convenio de colaboración mutua.
Nos podrán pasar tantas cosas en ese futuro que vendrá
Emilio Silvera Vázquez
Sep
11
¿Será ese el futuro? ¡Qué triste!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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Los Robots están cerca de ser inmortales, y eso son malas noticias para la Humanidad. El problema radica en que le demos consciencia de SER. Si son conscientes de su existencia y piensan por sí mismos… ¿Para qué nos querrían?

La inmortalidad de los robots puede chocar contra nuestra propia mortalidad, y lo peor es que no estamos preparados para aceptarlo.
¿Cuánto dura un robot? Como cualquier otro aparato, la respuesta es “hasta que deje de funcionar o saquen un sustituto”. Pero hasta ahora nadie sabe qué es lo que pasa cuando ninguna de las dos cosas ocurra.
Estamos creando sistemas inteligentes capaces de aprender por si solos, de evolucionar frente a los cambios; entra dentro de lo posible que llegue el día en el que creemos una IA que no haga falta cambiar.
Los robots cumplirán el sueño de la inmortalidad de los humanos
Los haremos inmortales mientras nosotros morimos
Un sistema que sea capaz de adaptarse perfectamente a nuestras necesidades; nada de comprar el último modelo cuando salga, ya tendríamos el último modelo que existirá para siempre.
Después de tanto tiempo buscando la inmortalidad, el ser humano sería capaz de crear una “vida inmortal”, aunque no sea la suya.
Y después de tanto tiempo, es inevitable que nazca una conexión emocional con este sistema; si yo mismo tuve una conexión semejante con la calculadora que me ayudó a sacar los estudios, es muy probable que la pueda tener con una IA, la verdad.
Ya hay muchas historias de ciencia ficción con ese mismo planteamiento; recientemente, Her fue todo un éxito que nos hablaba de relaciones entre humanos y sistemas artificiales.
Pero tenemos que mirar más allá. Tenemos que mirar al momento en el que, inevitablemente, tengamos que acabar con esa inteligencia.
Personas electrónicas que deben “morir” al pulsar un botón
No es una idea demasiado futurista; la Unión Europea ya tiene una propuesta en la mesa para la creación de un nuevo estado legal: “persona electrónica”.
“Personas electrónicas”, la nueva propuesta en la Unión Europea para los robots
Una persona electrónica también tendría sus obligaciones y deberes, aunque estos afectarían principalmente a su propietario; por ejemplo, los robots estarían registrados en una seguridad social que financiaría los posibles problemas y daños que produjesen.
Si un robot sufre un error y empieza a provocar daños materiales o personales, debería haber alguien responsable de ello, y una manera de pagarlo.
La proposición, que recientemente ha dado otro paso en el Parlamento Europeo, también incluye un “botón de apagado” obligatorio; un método para desactivar cualquier robot en cualquier momento, si la autoridad lo considera necesario.
Según Tenzin Priyadarshi, CEO del Centro Dalai Lama de ética y valores en el MIT, los botones de apagado pueden existir por dos razones.
- Para evitar que información valiosa acabe en las manos equivocadas.
- Para evitar que un robot o IA se rebele.
Ambos son peligros reales que ya son considerados factores a tener en cuenta en la actualidad; puede que ese robot sea tuyo, pero hay posibilidades de que pueda ser hackeado, o que un error haga que deje de obedecerte.
Cuando la creación se rebela contra su creador
O incluso, que el robot crea que el problema eres tú. Ya dice la primera ley de la robótica de Asimov que los robots nunca deben hacer daño a un ser humano; pero cada vez más mentes están preocupadas de que los robots que creamos no sigan esa ley.
Es por eso que nacen iniciativas que buscan asegurarse de que esta transición ocurre sin problemas. Hoy mismo Apple se ha unido a Partnership on AI, una organización de algunos de los más grandes actores de la industria; su objetivo es crear una Inteligencia Artificial que sea ética.
Apple se une a Google y Microsoft para crear una ética para Inteligencia Artificial
En cambio, algunas de las mentes más reconocidas de la actualidad, como Stephen Hawking o Elon Musk, piden prudencia. Hay muchas cosas que pueden salir mal si tomamos el camino equivocado; por ejemplo, que la Tercera Guerra Mundial sea entre robots asesinos.
Que un robot sea “inmortal” para el ser humano medio puede ser de gran ayuda; pero si perdemos la perspectiva, también puede ser nuestra perdición.
Nota aparte del reportaje:
Si algún día los Robot son conscientes de Ser, son más listos y más fuertes que nosotros, ellos podrán hacer todo lo que nosotros no podemos, los viajes espaciales no les afectaran al no necesitar comer ni beber, ni las radiaciones le pueden hacer daño… Entonces, ¿Para qué nos querrán?
Ago
17
¿Hacia donde vamos?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro, El Futuro incierto ~
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Se supone que, en los comienzos del universo, justo después del Big Bang, existió un plasma de quarks y gluones, dos partículas confinadas hoy en la materia pero que entonces vagaban libremente… Ahora hemos construido aceleradores de partículas que tratan de recrear aquellos momentos para poder “ver” lo que allí pasó y, buscamos el origen de la masa y partículas exóticas que nos digan algo sobre esa supuesta masa “perdida”, o, que no alcanzamos a ver.
Cuando se lee un buen libro, se saborean sus pasajes más interesantes y, al final, sientes un poco de pena porque aquello se termine tan pronto. Sientes que quieres más, te quedas algo insatisfecho de no haber podido llegar más lejos, de profundizar más en aquello que tanto llamó tu atención y despertó tu curiosidad. Saber sobre el enigma planteado por el autor y no desarrollado hasta el final dejando un estado en el lector que lo preocupa, es tan vital para la mente que, cuando no puedes desarrollar ciertos pensamientos por falta de conocimientos, te sientes frustrado y, de alguna manera, sufres por no saber.
Habiendo finalizado la lectura de Las sombras de la Mente, de Roger Penrose, en la que nos habla de la posibilidad de comprender de forma científica lo que la conciencia es y, extrapola dicha conciencia, hasta ese otro mundo de la I.A., en el que, si nada lo remedia, estamos inmersos hasta tal punto que, en el futuro más o menos lejano, será lo que predomine tanto aquí en la la Tierra, como en los mundos y lunas que nos acompañan en el Sistema solar, e, incluso, mucho más allá. Ellos serán, los Robots, los que surquen los cielos y el espacio interestelar en busca de las estrellas.
Es posible que podamos llegar a los límites de la realidad pero… ¿No crearemos una nueva raza para que, sin nosotros saberlo nos suplante en el futuro?
La computación y el Pensamiento consciente
En los últimos tiempos, mucho es lo que se habla de la I.A., y, algunos, nos preguntamos: ¿Será posible que en un futuro más o menos lejano, eso que llamamos Inteligencia Artificial, nos pueda superar?
¿Hasta dónde llegarán?
Hay corrientes en ese sentido que nos llevan a pensar y, ¿por qué no? A preocuparnos profundamente. Si hacemos caso de esas afirmaciones (quizá algo extremas pero, con visos de verdad) de los que defienden a capa y espada el futuro de la I.A., diciendo que, con el tiempo, los ordenadores y los robots superarán a los humanos en inteligencia al llegar a tener todas y cada una de las capacidades humanas y otras que, los humanos nunca podrán tener. Entonces, estos ingenios serían capaces de hacer muchísimo más que ayudar simplemente a nuestras tareas inteligentes.
De hecho, tendrían sus propias y enormes inteligencias. Podríamos entonces dirigirnos a estas inteligencias superiores en busca de consejo y autoridad en todas las cuestiones complejas y de interés que, por nosotros mismos, no pudiéramos solucionar; ¡y finalmente podrían resolver los problemas del mundo que fueron generados por la Humanidad!
Alan Turing estaba convencido de que algún día, las máquinas serían tan inteligentes como los humanos. Y para demostrarlo, inventó el Test de Turing, en 1950. El Test de Turing se basa en la idea de que si no puedes distinguir las respuestas de un programa frente a las de un humano, entonces es porque la inteligencia artificial es tan inteligente como nosotros.
Así se empieza pero… ¿Cómo se acaba? ¿Será la computadora cuántica la respuesta?
La Nasa ha fabricado un robot que pesa 150 kilogramos, tiene aspecto humanoide y se llama Robonaut-2 (R-2 para los amigos). Este androide será lanzando al espacio y pronto será el nuevo compañero de los tripulantes de la Estación Espacial Internacional. Por algo se comienza y, nunca se sabe como todo terminará.
Pero, si todo eso fuera así (que podría llegar a serlo), podríamos extraer otras consecuencias lógicas de estos desarrollos potenciales de la I.A. que muy bien podría generar una cierta alarma muy justificada ante una situación tan atípica, en la que, unos “organismos” artificiales creados por nosotros mismos, nos superen y puedan llegar más lejos de lo que nosotros, podríamos ser capaces de llegar nunca. ¿No harían estos ordenadores y Robots, a la larga, que los Humanos fueran superfluos para ellos?
Si los Robots guiados por ordenadores insertados en sus cerebros positrónicos o espintrónicos, o, guiados por un enorme y potente Ordenador Central, resultaran ser muy superiores a nosotros en todos los aspectos, entonces, ¿no descubrirían que pueden dirigir el mundo sin necesidad alguna de nosotros? La propia Humanidad se habría quedado obsoleta. Quizá, si tenemos suerte, ellos podrían conservarnos como animales de compañía (como alguien dijo en cierta ocasión); o, si somos inteligentes, podríamos ser capaces de transferir las “estructuras de información” que somos “nosotros mismos” a una forma de robot (como han pensado algunos otros), o quizá no tengamos esa suerte y no lleguemos a ser tan inteligentes…
Investigadores de la Universidad de Bremen en Alemania dio a conocer el simio robot – un aparatito de cuatro extremidades que se tambalea a lo largo de su frente “nudillos” y patas traseras. El robot de 40 libras, que tuvo más de tres años en desarrollarse, puede moverse hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados – todo ello sin un cable de control. Cuenta con sensores de presión en sus patas traseras, y puede incluso dar vuelta en torno a sí mismo.
Colonizar el espacio con robots es un antiguo argumento de obras de ciencia-ficción, algo que podrían hacer realidad en Japón en no demasiado tiempo. La imagen de arriba, a no tardar mucho, podría ser una realidad. De momento hemos enviado sondas y naves espaciales de todo tipo y rovers-laboratorios andarines pero, en el futuro cercano, la cosa irá en aumento de cantidad y calidad.
Red neuronal estructura disipativa
Todo efecto incide en su trama
Por otra parte, quiero pensar que, lo que hace y es capaz de realizar nuestro cerebro creador de pensamientos, nunca será del dominio de la I.A. que, nunca podrán describir o realizar funciones que de manera natural realizan nuestras mentes. ¿Llegarán a tener mentes de verdad los Robots del futuro? ¿Será posible que lleguen a tener sentimientos, a sentir miedo, a poder llorar? ¿Tiene algún sentido que hablemos de semejantes cosas en términos científicos? También podríamos pensar que, la Ciencia, no está capacitada para abordar ciertas cuestiones relacionadas con la complejidad de la Conciencia Humana.
Claro que, por otra parte, no podemos dejar de pensar en el hecho cierto de que, la propia materia parece tener una existencia meramente transitoria puesto que puede transformarse de una forma en otra, de una cosa en otra, e, incluso, puede llegar esa transformación ser tan compleja como para cambiar desde la materia “inerte” hasta el ser consciente.

Incluso la masa de un cuerpo material, que proporciona una medida física precisa de la cantidad de materia que contiene el cuerpo, puede transformarse en circunstancias apropiadas en pura energía (E = mc2) de modo que, incluso la sustancia material parece ser capaz de transformarse en algo con una actualidad meramente matemática y teórica. Dejemos en este caso, la cuántica y otras teorías a un lado para centrarnos en el tema que tratamos de la I.A. y sus posibles consecuencias.
¿Permite la Física actual la posibilidad de una acción que, en principio, sea imposible de simular en un ordenador? Hoy esa respuesta no está disponible y, cuando eso vaya a ser posible, tendríamos que estar en posesión de una nueva Física mucho más avanzada que la actual.
No debemos apartarnos de un hecho cierto: Nuestra Mente, aunque está apoyada por un ente físico que llamamos cerebro y recibe la información del exterior a través de los sentidos, también es verdad que, de alguna manera, sale de nosotros, está fuera de nuestros cuerpos y, viaja en el tiempo y en el espacio, aprende y conoce nuevos lugares, nuevas gente, nuevos conocimientos de su entorno y de entornos lejanos y, a todos ellos, sin excepción, se puede trasladar de manera incorpórea con un simple pensamiento que, de manera instantánea, nos sitúa en este o aquel lugar, sin importar las distancias que nos puedan separar.
Así La parte física y la parte mental, aunque juntas, están separadas de una manera muy real y, desde luego, existe una clara divisoria entre lo físico y lo mental que ocupan distintos dominios de alcance también distintos y, hasta donde pueda llegar el dominio mental ¡No se conoce!
Circuitos y conexiones de infinita potencia. Ahí están encerrados otros mundos de inimaginable belleza, agujeros negros gigantes, púlsares y quásares, estrellas de neutrones y fantásticas nebulosas de increíbles figuras de las que surgen sin cesar nuevas estrellas y nuevos mundos. También ahí residen pensamientos y recuerdos y, hasta es posible re-memorizar imágenes nunca vistas de universos paralelos… ¿Cómo son posible todas esas maravillas? Y, ante esa poderosa “herramienta”, me pregunto, podrá alguna vez, la Inteligencia Artificial hacer algo parecido.
El futuro es incierto
Si todo sigue por el camino emprendido, pronto veremos éstas imágenes como cotidianas
Si dejamos que los Robots lleguen a tener consciencia de SER… ¡Será un problema para la Humanidad!
Quisiera pensar que, el humano, siempre prevalecerá sobre el “ser Artificial”, sin embargo, tal optimismo, si pensamos en hacerlo real, nunca podrá estar a nuestro alcance. La evolución de la Ciencia, las necesidades de nuestra especie, las exigencias de una Sociedad creciente que llena el planeta hasta límites insoportables…Todo eso, nos llevará a seguir procurando ayuda de ese “universo artificial” que, al fin y a la postre, es la única salida que tenemos para poder llegar a otros mundos en los que poder alojarnos para que, el planeta Tierra, no se vea literalmente asfixiado por la superpoblación. Así que, siendo las cosas así (que lo son), estamos irremisiblemente abocados a ese futuro dominado por la I.A. que, si tenemos suerte, nos dejará convivir con ella y, si no la tenemos… Muy cruda.
Así que, el día que los Robots sean equiparables a los Humanos, ese día, habrá comenzado el principio del fin de la especie que, tan tonta fue, que creó a su propio destructor.
Hay pensamientos que producen miedo
Claro que, para que todo esto llegue a pasar, podrían transcurrir siglos. No parece que sea muy factible que una simulación realizada por un Robot avanzado pueda ser semejante a lo que un Humano puede hacer hoy. Sin embargo, cuando los ordenadores y Robots hayan alcanzando la inteligencia de pensamiento y discurrir del cerebro Humano, ese día, amigos míos, no creo que sea un día para celebrar.
Claro que, la idea de poner unir nuestras mentes a esos “Seres”, podría ser una salida, una solución híbrida para paliar nuestras carencias de salir al espacio exterior por nosotros mismos y dentro de la frágil coraza humana que contiene a nuestras Mentes pensantes que, dentro de tan ligera y débil estructura, no tienen la seguridad suficiente para realizar ciertas tareas.
Si les otorgamos la Consciencia de Ser… ¡A la larga, estaremos perdidos!
No quiero ser pesimista ni llevar a vuestro ánimo ideas intranquilizadoras. Sin embargo, si la cosa sigue adelante por el camino emprendido, el futuro que nos espera será ese: Convivir con los Robots, emitir leyes para su control, tratar de que hagan sólo aquellos trabajos y tareas encomendadas pero, ¿Cómo podremos evitar que, algún día, más evolucionados al exigirle cada vez más complejidad en las ayudas que nos tendrán que prestar, comiencen a pensar por sí mismos?
Así que, como estamos dando a esos Robots el “Conocimiento”, la “Comprensión”, la “Consciencia” y, la “Inteligencia”, lo estamos haciendo partícipes y están tomando posesión, de los bienes más valiosos que podemos poseer y, tal dislate…¡Podríamos pagarlo muy caro!
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“Un Robot no puede hacer daño a un ser humano o, mediante la inacción que un ser humano sufra daños”
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“Un Robot debe de obedecer las ordenes dadas por los seres humanos, salvo que esto provoque un conflicto con la primera ley”
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“Un Robot debe proteger su propia existencia, a no ser que provoque un conflicto con las dos primeras”
Estas leyes fueros enunciadas por Isaac Asimov con el objetivo de intentar que la finalidad inicial para la que se originó la robótica no fuera modificada y eso ocasionara problemas a la humanidad. Sin embargo…
¨Las Voyager 1 y Voyager 2 fueron lanzadas por la NASA en el verano de 1977 desde Cabo Cañaveral, Florida. La Voyager 2 se lanzó el 20 de agosto de 1977, primero que la Voyager 1, lo cual es una fuente de confusión. Posteriormente, el 5 de septiembre de 1977, se lanzó la Voyager 1.
Nuestros sueños e conquistar el Espacio exterior y de poblar otros mundos, hace más de 50 años que se puso en marcha. Desde entonces, hemos enviado aparatos más o menos sofisticados lejos de la Tierra y, nos han enviado información de Mercurio, de Venus y Marte, de Saturno y Júpiter, de las Lunas que, como Io, Titán, Encelado, Ganímedes Europa y otras pueden tener algún interés científico para el futuro de la Humanidad. Estos “artilugios” guiados desde nuestro planeta, nos envían imágenes de lugares que nunca pudimos imaginar.
Así, las máquinas pueden hacer lo que nosotros no podemos y “ellas” no duermen ni comen y, cuando no puedan obtener energía del propio Sol, lo harán de pilas atómicas que durarán cientos de años. La radiación del espacio no les afecta y la falta de gravedad tampoco. Ellos tendrán todos los atributos que nos faltan para conquistar el espacio, y… ¿De nosotros que será?
La pregunta queda en el aire, toda vez que, en este momento, nadie la sabe contestar.
Emilio Silvera V.