Ene
21
José Germán Palencia y la Fñisica
por Emilio Silvera ~
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ELECTRÓN, PROTÓN, ORIGEN DESCUBIERTO
(Electron, Proton, Origin Discovered)
Investigador independiente
Germán Vidal Palencia
México, D.F., a 27 de septiembre de 2015
14. CONCLUSIÓN
La idea que actualmente se tiene sobre la constitución de la materia no permite vislumbrar cómo ésta se presentó en el cosmos. Solo se sabe que en el pasado remoto se encontraba reunida en una pequeña región del espacio universal. Expandiéndose violentamente a partir de un Big Bang. A continuación, poco a poco irían surgiendo las galaxias con sus estrellas. 10.000 millones de años después, se originan estructuras planetarias, entre ellas la que ahora forma al Sistema Solar, con sus planetas y demás astros. Debieron transcurrir otros 4.500 millones de años para que la vida apareciera en nuestro planeta. Y varios cientos de millones de años más tarde, también la vida humana inteligente sobre él. A partir de entonces, se inician intentos humanos por describir gradualmente el entorno planetario y cósmico en general, así como los fenómenos lumínicos relacionados con ellos.
El hombre descubre que la luz que nos inunda proveniente del Sol puede ser estudiada y analizada cada vez más profundamente. En 1678 Christian Huygens propone la Teoría Ondulatoria de la Luz. En ese entonces no existen indicios de que la luz pudiera estar formada por corpúsculos, sólo se sospecha que está constituida por ondas que se desplazan en el espacio.
Sobre la teoría corpuscular, “En 1704, Newton escribió su obra más importante sobre óptica, Opticks, en la que exponía sus teorías anteriores y la naturaleza corpuscular de la luz, así como un estudio detallado sobre fenómenos como la refracción, la reflexión y la dispersión de la luz.
Aunque sus ideas acerca de la naturaleza corpuscular de la luz pronto fueron desacreditadas en favor de la teoría ondulatoria, los científicos actuales han llegado a la conclusión (gracias a los trabajos de Max Planck y Albert Einstein) de que la luz tiene una naturaleza dual: es onda y corpúsculo al mismo tiempo. Esta es la base en la cual se apoya toda la mecánica cuántica.” (35)
Sin embargo, a pesar de los actuales avances en la mecánica cuántica, a partir de esta tesis hemos detectado errores de fondo en lo que se refiere al establecimiento de sus bases. En el Quinto Congreso Solvay que se celebró en octubre de 1927 en Bruselas, para dilucidar el tema “Electrones y Fotones”, se cometió un error fundamental al denominar fotón a la relación de Planck. Considérese que determinaron llamar fotón a una ecuación matemática (E=hv) y no a un posible corpúsculo. Por ejemplo, como el nombre que se adjudica a un electrón, un protón o un neutrón, o inclusive a un planeta o una estrella. Ellos no son ecuaciones, son entes físicos.
Sí los congresistas acordaron extraer la palabra fotón de la teoría referida a “Atomos de Luz” del físico-químico estadounidense llamado Gilbert Newton Lewis (1875-1946), quien “En 1926 acuñó el término “fotón” para la menor unidad de energía radiante.” (21), también debieron adjudicar este concepto al “cuanto de acción” de Planck, descrito a partir de su constante h, que es a la que se refería Gilbert, y no al “cuanto de luz” de Einstein, que es la relación de Planck.
Después de este congreso, en el futuro de la mecánica cuántica no pasó nada trascendente en cuanto al conocimiento adquirido desde aquella época, relacionado con lo que ahora se conoce como fotón. Lo relevante es que tal error ha significado un freno para el avance de la física cuántica moderna.
La comunidad científica presente en ese congreso donde acudieron los más renombrados personajes de la física y la química, “Fue una generación de oro de la ciencia, posiblemente como no ha habido otra en la historia. Diecisiete de los veintinueve asistentes eran o llegaron a ser ganadores de Premio Nobel, incluyendo a Marie Curie, que había ganado los premios Nobel en dos disciplinas científicas diferentes (Premios Nobel de Física y de Química).(36) Los científicos allí reunidos convinieron cambios necesarios para la física cuántica del momento. Sin embargo, como lo hemos visto en esta tesis, la confusión latente sobre las radiaciones electromagnéticas al definirse como fotón a cada frecuencia de radiación EM diferente, ha impedido ahondar en las propiedades que ellas tienen, dado que estas son parte constituyente de toda materia existente.
La recomendación a seguir derivado de este problema es actuar con la misma autoridad científica con que en aquella época aplicaron los congresistas para llamar fotón al “cuanto de luz” de Einstein. La comunidad científica contemporánea debe también tomar la decisión de dar marcha atrás y hacer como dijo Gilbert Newton Lewis: deben nombrar fotón al “cuanto de acción” de Planck, que es la menor unidad de energía radiante conocida. Su teoría fue publicada en octubre de 1926, exactamente un año antes de que se llevara a cabo el Congreso Solvay en octubre de 1927. Por cierto que Gilbert no fue invitado a ese importante evento científico.
Se demuestra, a partir de las ideas de Einstein sobre el “Efecto Fotoeléctrico” y el “Efecto Compton” descubierto por el físico Arthur Compton, que la luz se comporta como partícula además de como onda. Pero se especifica y concluye en esta obra, que las radiaciones electromagnéticas constituidas como ondas, cada una de ellas va asociada a una partícula de energía h, indistinguibles unas de las otras (todas iguales). Dicho esto, acogiendo las propias ideas de Planck: “…Su mente dio al fin con dos pasos en el campo de la estadística que hacían posible explicar perfectamente las observaciones de Rubens. El primero de ellos establecía que la energía emitida y absorbida sólo lo hacía en forma de paquetes pequeños pero finitos, y el segundo agregaba que tales paquetes eran indistinguibles uno del otro.” (7)
El caso es que el cosmos está inundado de partículas electromagnéticas discretas de energía h. Es a partir de estas partículas que la materia se encuentra formada. Durante los procesos radiantes pueden asociarse estas partículas separadas a diferentes distancias unas de las otras, pudiendo detectarse con instrumentos ópticos y electrónicos la frecuencia por segundo con que viajan a través del espacio, como ocurre con la luz roja, los rayos x, las ondas de radio, etc., etc.
Es claro que la separación diversa entre partículas EM con sus ondas asociadas, que se conoce por la frecuencia por segundo con que llegan a un detector, está determinada por el tipo de reacción nuclear o atómica de donde son emitidas, que puede darse en las estrellas, en las reacciones químicas, etc. Ello no quiere decir que dada la separación entre partículas determinándose frecuencias diversas en las diferentes radiaciones EM, cambie el estatus físico de cada partícula, inclusive tampoco las partículas energéticas consideradas en paquete, al que ahora mismo se le denomina fotón o cuanto de luz.
Nosotros llamamos subfotón a las partículas y sus ondas asociadas de radiación EM de energía h indicada por la constante de Planck. Todas energéticamente iguales, independientemente de si van separadas a mayor o menor distancia unas de las otras durante sus movimientos a través del espacio. Sin embargo, Fotón sería la palabra más apropiada para estas partículas de energía radiante.
Al paquete de energía al que ahora mismo se llama fotón, en su lugar simplemente se le debería denominar radiación electromagnética roja, azul, de rayos x, gamma, etc. De antemano cada una de ellas tiene una frecuencia y energía específica conocida y reconocible científicamente. No se requiere de alguna palabra adicional para conocer las características de las radiaciones EM, tal como lo es la palabra fotón, aplicada modernamente, pero que resulta obsoleta. Mientras esto no ocurra, el campo de la física teórica seguirá científicamente congelada, como ocurre desde que se celebró el V Congreso Solvay, hace 88 años.
Sin embargo, considerando plausible la aplicación de rigor científico para la determinación de los conceptos que utiliza la ciencia, es de confiarse que más tarde o más temprano estaremos llamando fotón a todos y cada uno de los corpúsculos que integran a las radiaciones electromagnéticas, sin importar cuál sea la frecuencia por segundo con que viajen a través del espacio, en cualquiera circunstancia con que éste se halle presente. La energía de cualquier tipo de radiación EM, siempre será conocida mediante la ecuación E=hv, reconocida como cuanto de luz de Einstein, y también como relación de Planck.
Para finalizar, queremos decir al lector que estamos conscientes de que todos estaríamos esperando una conclusión de la obra que se enfocara en el tema que sugieren los títulos de la compilación. Sin embargo, ha decir verdad, los elementos de investigación correspondientes han superado estas expectativas pues en el afán de ir adaptándolos a la física contemporánea, en esta se descubrieron inconsistencias que han impedido un avance fluido en las nuevas argumentaciones que estarían por construirse, sobre todo al intentar incrustar el contenido teórico de la tesis con el de índole estándar ya establecido. Preferimos concluir, enfatizando el resultado de la investigación teniendo en consideración los términos vistos en estos párrafos. Después de todo, el éxito que esperamos al presentar este trabajo, dependerá de que la comunidad científica valore nuestro aviso y considere una revisión de los puntos de conflicto señalados. Como trabajo paralelo, seguiremos desarrollando la tesis basándonos en los términos ya descritos, en cada uno de los capítulos realizados hasta el momento.
José Germán Vidal Palencia
REFERENCIAS
7.- Información recuperada el 2 de agosto de 2015 de: La nueva física cumple cien años. http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/3/usrn/lentiscal/2-CD-Fiisca-TIC/HistoriaCiencia-F/Cien%20a%C3%B1os%20de%20mec%C3%A1nica%20cu%C3%A1ntica.pdf
21.- Información recuperada el 6 de julio de 2015 de: Gilbert N. Lewis.
https://es.wikipedia.org/wiki/Gilbert_N._Lewis
35.- Información recuperada el 22 de septiembre de 2015 de: Isaac Newton
https://es.wikipedia.org/wiki/Isaac_Newton
36.- Información recuperada el 23 de septiembre de 2015 de: Congreso Solvay. https://es.wikipedia.org/wiki/Congreso_Solvay
Ene
20
Hoy ha tocado elucubrar sobre la vida en otros mundos
por Emilio Silvera ~
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Algunos soñares fueron quemados en la hoguera de la Santa Inquisición por decir: “Existen otras criaturas en mundos lejanos”. El pensamiento es viejo, los intentos por demostrarlo también (años 50), los medios utilizados han sido muchos tanto técnicos como humanos, y, el resultado, hasta el momento… ¡Nulo!
China instaló el Telescopio más grande del mundo para buscar vida fuera de la Tierra
Hemos especulado que en la Tierra primigenia, una vez que se enfrió, teniendo en la superficie el agua líquida, y, los elementos químicos necesarios, la radiación solar, el clima con sus estaciones, la atmósfera cambiante, los volcanes, las tectónicas… Todos esos elementos pudieron contribuir a que, en un momento dado, surgiera aquella primera célula replicante que dio comienzo a la fascinante historia de la vida.
Tampoco podemos negar que, de entre los muchos meteoritos que en el pasado cayeron a nuestro mundo, alguno de ellos trajera esporas biológicas que, al llegar a la superficie de nuestro mundo germinaran con el calor del Sol y su luz, ayudadas por el agua corriente presente en nuestro planeta. Es lo que llaman la Panspermia que, ni podemos afirmar ni negar, ya que, en aquel suceso no había ningún cronista presente.
Claro que la Naturaleza, no tendría ningún problema para hacer en cualquier planeta que tengas las condiciones adecuadas, lo que hizo en la Tierra. Y, si es así (que lo es= ¿Por qué no habría vida en otros muchos planetas?
Una particularidad que tienen en común todos los organismos vivos de la Tierra, desde las bacterias hasta los seres humanos, es que toda la vida que se puede encontrar en nuestro planeta es orgánica o, lo que es lo mismo, está compuesta por moléculas basadas en el carbono. ¿Podría existir alguna clase de vida basada en otro elemento? Algunos dicen que sería posible en el Silicio.
Lo cierto es que, nadie sabe nada a ciencia cierta sobre este tema de la presencia de la Vida en nuestro Universo. Sin embargo, nos tenemos que ajustar a la lógica, y, el sentido común nos dice… ¡Que hay vida por todas partes!
Creo que la Vida es imparable en el Universo, y, casi seguro estoy de que también, como la que está presente en la Tierra, estará basada en el Carbono.
Lo dicho y como dijo el sabio: “La ausencia de pruebas, no es prueba de ausencia”.
emilio silvera
En los videos os dejo otras opiniones
Ene
20
¿Dónde están los xtraterrestres?
por Emilio Silvera ~
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En la década de los 50 comenzaron los intentos de nuestra especie para contactar con otras Civilizaciones situadas en otros mundos que orbitaran otras estrellas diferentes al Sol. Lo cierto es que, a pesar del inmenso dinero gastado, de los radio-telescopios construidos, y del personal puesto al servicio del proyecto…¡El fracaso ha sido descomunal!
Claro que, el Universo es tan grande que, las distancias con las que tenemos que tratar… ¡No son Humanas! En otras ocasiones he referido que, a pesar del Tiempo que llevamos tratando de realizar ese primer contacto, lo cierto es que, sólo hemos investigado una pequeña porción del Espacio, en realidad se podría comparar con la superficie de una piscina olímpica y el Océano Atlántico.
Hay un dato que no podemos despreciar, El Universo parece que sabía que íbamos a venir, y, no lo digo de manera gratuita. Veamos: Por muy lejos que estén sus regiones, todas ellas están regidas por las mismas Leyes Fundamentales y las mismas Constantes Universales, lo que significa que, lo que pasa “allí”, también sucede “aquí”, pueden variar algunas detalles relacionados con las condiciones específicas del planeta de que se trate pero, en lo esencial, todo será similar o parecido.
Otro dato a tener en cuenta es el Tiempo ha tardado las estrellas en “fabricar” los elementos 4esenciales biológicos de los que estamos hechos, han sido diez mil años para que todos esos elementos estén presentes en los mundos que ahora pueden habitar seres vivos, inteligentes o no.
Kepler – 1649 c, un planeta que podría tener agua líquida en su superficie y, donde hay agua… ¡La vida está cerca! Sólo en la Galaxia Vía Láctea , los planetas como el Son son unos 30.000 M., y, por lo general, la mayoría tienen sus propios planetas formando un sistema planetario, y, algunos de esos planetas, están situados en la zona habitable. Y, siendo así, la vida estaría presente, ya que, los mecanismos serían similares a los de la Tierra.
La imagen no tiene nada que ver pero, imaginemos que una joven periodista entrevista al reputado Astrónomo:
- Dígame maestro, verdad que si se encontraran a los alienígenas, sería un milagro.
- Jovencita, el milagro sería si no lo encontráramos.
Así son las cosas y, sólo el Tiempo nos podrá conceder la posibilidad de ese encuentro esperado y temido a la vez. De los encuentros de distintas civilizaciones no tenemos buen recuerdo. Y, además, pienso yo que, si la Naturaleza es sabia, y nos han situado tan lejos a unos de los otros… ¿Por qué será?
Ene
20
Ha llegado el momento de despejar la incógnita extraterrestre?
por Emilio Silvera ~
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Un grupo de investigadores, con el astrónomo de la Universidad de Penn State Jason Wright a la cabeza, trabaja actualmente en la elaboración de un informe en el que pide a la NASA que se tome en serio la búsqueda de inteligencias extraterrestres y que incluya esas investigaciones en su agenda oficial.
El equipo ha elaborado ya una serie de artículos en los que se sostiene la idea de que los científicos deberían buscar en el Universo una amplia gama de «señales tecnológicas» que puedan revelar la presencia de una civilización alienígena. Señales que podrían ser de radio, luminosas, de láser o incluso el calor residual dejado por las actividades tecnológicas de los supuestos ET.
La esperanza es que esos documentos sean aceptados por la NASA y se incluyan finalmente en un informe al Congreso de los Estados Unidos para finales de 2020, (el « Astro 2020: Decadal Survey on Astronomy and Astrophysics»,) en el que se decidirá el futuro (y la financiación) que recibirán la Astronomía y la Astrofísica durante la próxima década. Para ello, Wright y sus colegas quieren detallar cuáles son las prioridades de la comunidad de científicos que se dedican a ese tipo de investigaciones.
Hasta ahora y desde hace mucho tiempo, la búsqueda de inteligencias extraterrestres ha recibido muy escasa financiación, a todas luces insuficiente para abordar una búsqueda que tiene el potencial de cambiar por completo la historia de la Humanidad.
Una alta apuesta
«La apuesta es muy alta – afirma Wright-. Si el informe al final dice que estudios como los de SETI son una prioridad científica nacional, y que necesitan financiación de la NSF (National Science Fundation) y de la NASA, entonces se hará».
Las primeras investigaciones para buscar seres inteligentes «ahí fuera» comenzaron el la pasada década de los 60, cuando el astrónomo Frank Drake (el de la famosa ecuación) utilizó por primera vez un radiotelescopio, el de Green Bank, para buscar señales de radio procedentes de otros mundos.
Contac fue otra de las muchas películas que quieren escenificar ese esperado contacto
En 1985 la astrónoma Jill Tarter (que inspiró el personaje interpretado por Jodie Foster en la película Contact), fundó el SETI (Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre). La NASA no aportó financiación alguna hasta 1992, pero la retiró apenas un año después debido a las reticencias del Congreso.
Fue después el turno de las instituciones privadas, que permitieron que el instituto fuera sobreviviendo. Y en 2015 llegaron los multimillonarios rusos Yuri y Julia Milner, que se unieron (y financiaron generosamente) la búsqueda de ET. En resumen, dice Wright, la búsqueda de «tecno firmas» fuera de la Tierra no ha llegado nunca a convertirse en una disciplina científica «seria» y con financiación gubernamental.
Convertir la SETI en un campo serio
El Sistema Alfa Centauri, que es el más cercano a nosotros y nos resulta inalcanzable
¿Hay alguien ahí?
«Si la NASA declarara la búsqueda de firmas tecnológicas como una prioridad científica -afirma el investigador- entonces podríamos solicitar dinero para poder seguir trabajando en ello. Podríamos capacitar a los estudiantes para que se dediquen a eso. Y nos pondríamos a la altura de los campos más maduros de la Astronomía».
Impresión artística de polvo y cometas orbitando alrededor de la estrella de Tabby (NASA/JPL-Caltech).
Un conjunto de más de 1700 observadores —muchos de ellos españoles— han estudiado la estrella de Tabby desde octubre de 2015 hasta finales de 2017
Uno de los mínimos brillo de Tabby. Se aprecia la dependencia con el color (Boyajian et al.).
Las nuevas observaciones se han realizado en varias longitudes de onda, lo que supone una mejora con respecto a los datos de Kepler, que eran en una sola banda. La principal novedad es que se ha visto que las variaciones de brillo dependen del color.
Los cuatro mínimos de brillo de Tabby vistos en 2017 (Boyajian et al.).
Wright, que entró en SETI en 2014, ha tomado ya parte en varias investigaciones del Instituto, entre ellas el estudio de la famosa « estrella de Tabby», cuyos inusuales y aparentemente aleatorios oscurecimientos hicieron pensar a algunos investigadores que estaba rodeada por una «megaestructura extraterrestre» quizá destinada a absorber energía de la estrella.
De lo que no cabe duda, dice Wright, es que durante los últimos cinco años la actitud de la mayoría de los científicos hacia la búsqueda de vida extraterrestre ha cambiado profundamente. Antes, trabajar como astrónomo en el SETI se consideraba un auténtico suicidio profesional y académico, cosa que ahora está dejando de suceder.
Sin ir más lejos, la propia NASA solicitó en 2018 un informe sobre qué se consideran «tecno firmas» y cómo buscarlas, algo que animó a los investigadores de SETI a pensar que la agencia espacial podría estar ya preparada para incluir, también, esta clase de investigaciones entre sus competencias. Ese informe, en el que también participó Wright, se publicó el pasado mes de Diciembre en arxiv.org.
La carrera de los exoplanetas
El Telescopio Espacial Kepler buscador de planetas
La situación de SETI también ha cambiado (a mejor) desde el lanzamiento del telescopio Kepler en 2009, que descubrió miles de exoplanetas durante sus años de misión, que terminó precisamente el año pasado. Algunos de esos mundos lejanos, en efecto, tienen ciertos parecidos con la Tierra, en incluso se ha sugerido que unos cuantos serían capaces de sustentar vida.
Biofirmas de desequilibrio a través de la historia de la Tierra e implicaciones para la detección de vida en exoplanetas
La «carrera de los exoplanetas», pues, ha causado además un notable incremento de investigaciones sobre biofirmas, signos externos de que alguno de esos planetas fuera del Sistema Solar no solo son «aptos», sino que efectivamente han conseguido desarrollar y mantener vida (aunque sea microbiana) en sus superficies. Y, para Wright, ambos tipos de búsqueda, la de biofirmas y la de tecno firmas, son como las dos caras de una misma moneda.
«La Astrobiología y la búsqueda de Vida -concluye Wright- se ha convertido en la parte más importante de todo lo que hace la NASA. Y el hecho de que no busque también vida inteligente se ha vuelto cada vez más incongruente con sus otras actividades».
Fuente: ABC-Ciencia
Ene
19
PLANIFICACION DEL UNIVERSO FÍSICO
por Emilio Silvera ~
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“TODAVÍA nos hallamos en el alba del conocimiento agobiados por
supersticiones, ilusiones mentales y prejuicios heredados. Todavía nos
encontramos ordenando las partes del gigantesco rompecabezas,
obteniendo constantemente nuevas perspectivas para la completa
interpretación del Universo y de sus abrumadoras complicaciones”.
Gordon Garbedian: Einstein, hacedor de Universos.
Escribe el doctor Ovidio Pracilio:
“Una vez captada su maravillosa grandeza, ya no es posible sustraerse a la fascinación que sobre uno ejerce el problema de Platón. Como a Eudoxio, y posteriormente Aristóteles, Copérnico, Galileo y tantos más no me pareció que fuera de solución imposible. Y ello, porque creí que el enunciado del problema era fundamentalmente correcto, es decir, que el Universo físico es la resultante de una perfecta planificación, obra de una Sabiduría también perfecta que usó para esa planificación una Matemática que, necesariamente, debe ser igualmente perfecta.
Si buscamos lo perfecto en Matemática, debemos coincidir con lo que indudablemente consideraba Platón: lo único en ella perfecto es lo esferoidal, es decir, la Esfera, con sus derivados el Círculo y la Circunferencia.
Como lo probó el matemático Fourier, con una elección adecuada de un gran número de curvas armónicas simples, hasta una arista de curvas agudas. Esto es de una rigurosidad absoluta en las creaciones del mundo físico, porque en última instancia hasta la línea recta (que es tal para el hombre) no es otra cosa en la Naturaleza que una sucesión de puntos esféricos o esferas de dimensión infinitesimal ubicadas en el espacio conforme a un sistema geométrico fundamental.
Y si la Naturaleza ha usado en la planificación del Universo físico y de todas las creaciones que lo componen, una Matemática perfecta, el hombre que quiera conocer las leyes matemáticas de esa planificación deberá trabajar únicamente con la Geometría Esferoidal, y haciendo uso exclusivo del compás.
Si partimos de la conclusión de que tal premisa es correcta, sólo nos quedará una tarea por realizar si queremos desentrañar del caos de las formas y movimientos aparentes de la Realidad Perfecta de la planificación universal. Y esa tarea es la de combinar exclusivamente movimientos geométricos circulares y uniformes, como quería Platón, para explicar con ellos los movimientos de los cuerpos celestes(comenzando por los más cercanos y que tienen movimientos más perceptibles) y para explicar los movimientos de las partículas elementales que componen los átomos y para explicar también la conformación de los organismos naturales.
Y así lograremos, tal vez, la solución del problema, cuando usando solamente el compás y haciéndole andar por senderos circulares, establezcamos órbitas circulares para los movimientos planetarios y estos movimientos sean uniformes; y establezcamos órbitas circulares para los movimientos de las partículas elementales que componen los átomos, igualmente uniformes; y determinemos la conformación de los organismos naturales con trazos circulares, marcados por el compás, moviéndose sobre caminos igualmente circulares.
La tarea es abrumadora, indudablemente. Quien tuvo la paciencia de afrontarla y ejecutarla, como la tuve yo –sigue diciendo el doctor Pracilio- trazando decenas de millones de círculos sobre el papel en años y años de inacabable investigación, sólo encuentra compensación a ese esfuerzo cuando después de miles de fracasos desalentadores logra un día combinar de tal modo los círculos, que los cuerpos celestes parecen someterse por fin a marchar con movimientos uniformes en órbitas circulares, y logra hacer surgir del papel las formas de los organismos naturales con la sola combinación de trazos circulares marcados por el compás que
se mueve uniformemente también por sendas circulares, y constriñe a las partículas infinitamente pequeñas a girar de tal modo en órbitas circulares, que la composición de sus movimientos combinados, transmitidos desde el microcosmos, surjan hasta la superficie de nuestra percepción como vibraciones, rayos, ondulaciones, etc., que si bien siguen una dirección rectilínea, lo es solamente en tanto ello es una resultante
de movimientos igualmente circulares y uniformes.
Al publicar el fruto de 40 años de esfuerzos en el sentido preindicado, no es mi propósito, ni me considero con autoridad para ello, discutir, negar o confirmar ninguna de las teorías científicas enunciadas y estudiadas a todo lo largo de la historia por astrónomos, matemáticos, físicos o filósofos.
Solo una muestra de algunos de esos grandes científicos
Soy un admirador sincero y entusiasta de todos los grandes hombres que con el esfuerzo de sus concepciones intelectuales y el trabajo de sus pacientes investigaciones fueron construyendo lo que actualmente es ese grandioso edificio de la Ciencia, en cuyo interior disfruta la humanidad de una civilización cada día más portentosa.
Mi actitud mental hacia toda concepción científica, sea ella antigua o moderna, es de considerar que cada una es un enfoque de precioso valor, aunque sea parcial, para el estudio del Universo y de las leyes que lo gobiernan. Tal vez por ello, y por ser un enamorado de todas las teorías científicas tal como las conozco en
sus trazos más generales, nunca aferré mi pensamiento a una sola desechando a las otras o contraponiéndolas. Cada una, a mi entender, ha percibido una parte de la verdad total, y la unión de todos esos trozos de verdad, en una tarea de síntesis nos dará un día la vislumbre correcta de la Realidad.
“En la presente exposición –se lee en La Grande Síntesis de Ubaldi- parto de lo externo hacia lo interior: de la materia, que es la realidad de nuestros sentidos, al espíritu, que contiene una realidad más verdadera y más alta; marcho de la superficie a lo profundo, de la multiplicidad fenoménica al principio Uno que la
rige. Por eso he llamado a este trabajo La Grande Síntesis”.
Comparando a la ciencia con uno de los más difíciles rompecabezas, tal como lo hace Garberdian en el párrafo transcripto al comienzo, cuya figura integral está despedazada en millones de trozos que hay que combinar, diría que cada teoría científica, cualquiera que sea la rama de la ciencia a que pertenezca, es un trozo más grande o más pequeño al que habrá que ubicar en el conjunto para que un día el hombre pueda admirar la perfección de la planificación universal.
Ya lo dijo el profesor Albert Michelson:
“Llegará un día, no muy lejano, en que las líneas que convergen desde regiones del pensamiento en apariencias remotas, se encontrarán en un terreno común. Entonces, la naturaleza del átomo y las fuerzas que entran en juego para producir la unión química; la interacción entre dichos átomos y el éter no diferenciado, tal como se manifiesta en el fenómeno de la luz y la electricidad; la estructura de la molécula; la causa que determinan la cohesión, la elasticidad y la gravitación, todo quedará ordenado dentro de un cuerpo único, compacto y consistente del conocimiento científico”.
Mi trabajo y los modestos frutos que se encontrarán allí, son pues, desde mi punto de vista, algo que no es más que un aporte para el logro de esa finalidad. Y si debiera expresar en forma ejemplificativa el concepto personal de lo que considero es el resultado de mis humildes aunque laboriosas investigaciones, diría
que no es otra cosa que el posible descubrimiento de un instrumento matemático accesorio, que puede ser colocado por el astrónomo sobre el lente de su telescopio, por el físico sobre el punto de mira de su microscopio, por el médico sobre sus ante- ojos con los que estudia el organismo humano, o del zoólogo que lo hace con el de los animales, o el botánico de los vegetales, etc., y a través del cual los ojos de cada uno de esos observadores de los cuerpos celestes, átomos u organismos naturales, los pueden ver adecuando sus formas y sus movimientos a esquemas geométricos esferoidales, relacionados con uno fundamental, matemáticamente perfecto.
Y si, unidos todos, así logramos, podremos afirmar, entonces, que encontramos la solución al “problema de Platón”.
Es, pues por todo ello, que no se encontrará en mis trabajos ninguna teoría ni hipótesis alguna. Considero que hablar de una teoría “de la planificación universal” como fruto exclusivo de una mente humana, carecería de sentido, desde que todos los hombres de ciencia que ha tenido y tiene el mundo no han hecho ni
hacen otra cosa que trabajar en ello, sea que lo manifiesten en forma expresa o que resulte implícitamente de sus obras científicas y de sus investigaciones.
Ya lo dijo Isaac Newton: “Si yo he tenido una visión más amplia, es porque me he subido a los hombros de los gigantes”.
Desde que el hombre abrió los ojos a la luz del entendimiento y vio el mundo en que vive y el universo que lo contiene y se dio cuenta de que todo ello preexistía con respecto a él, y desde que comenzó la tarea de conocer a ese mundo y a ese universo, su investigación no tuvo otra finalidad que la de descubrir los planes
de la Creación a través de las leyes que la gobiernan y que los fenómenos naturales ponen en evidencia. De modo que, según yo interpreto, todo esfuerzo científico ejecutado en nuestro mundo se encaminó siempre hacia la única meta de descubrir las leyes de la planificación universal, no importa que unos lo hicieron en forma deliberada y admitiéndolo, y otros no.
Cuando Einstein, por ejemplo, nos dijo que trabajó 30 años de su vida en lo que consideró su obra más perfecta: la teoría del “campo unificado” según la cual una sola ecuación matemática enlazaría entre sí a todas las leyes físicas del Universo (y las explicaría, por supuesto) implícitamente nos dijo que él también creía en la existencia de una Sabiduría Natural poseedora de esa única ecuación matemática que él intentó descubrir y creyó descubrir (aunque no lo pudo demostrar) y que con esa ecuación, es decir, con esa matemática perfecta, fue planificado, creado y es gobernado el Universo. Así lo interpreto yo”.
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