“Este viernes, 11 de mayo, habría cumplido 100 años uno de los científicos más excéntricos de la historia. Y mira que hay para dar y tomar, pero Richard Feynman tenía una personalidad arrolladora, una manera de pensar nada convencional, un gran sentido del humor y una capacidad para divulgar la física que le convirtieron en una estrella mediática.”
¡Le recordamos con afgecto y admiración!
May
12
En el Centro Galáctico
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Artículo de Prensa ~
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El centro galáctico – Chandra
El centro de nuestra galaxia, visto como nunca
Un vídeo en 360º realizado con datos de poderosos telescopios muestra la Vía Láctea desde el punto de vista de su agujero negro central
La Tierra se encuentra a unos 26.000 años luz del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Todavía resulta imposible viajar hasta allí, pero los científicos han podido estudiar esa región mediante el uso de poderosos telescopios que pueden detectar la luz en una varidad de formas. Ahora, un nuevo vídeo realizado con datos del Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA y otros instrumentos permite a cualquier persona interesada echar un vistazo en 360º de ese fascinante entorno de máxima gravedad alrededor del agujero negro supermasivo conocido como Sagitario A*.
La visualización parte de los datos infrarrojos proporcionados por el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (ESO) de 30 enormes gigantes estelares llamados estrellas Wolf-Rayet, que orbitan a 1,5 años luz del centro de nuestra galaxia. Los poderosos vientos de gas que fluyen de la superficie de estas estrellas llevan algunas de sus capas externas al espacio interestelar.
Las estrellas lanzan al espacio ráfagas de energía que chocan con el material circundante
Cuando el gas que fluye entra en colisión con el gas expulsado previamente de otras estrellas, las colisiones producen ondas de choque que impregnan el área. Estas ondas de choque calientan el gas a millones de grados, lo que hace que brille en los rayos X. Amplias observaciones con Chandra de las regiones centrales de la Vía Láctea han proporcionado datos críticos sobre la temperatura y la distribución de este gas de varios millones de grados.
Los astrónomos están interesados en comprender mejor qué papel juegan estas estrellas Wolf-Rayet en el vecindario cósmico en el centro de la Vía Láctea (consulta aquí la investigación). En particular, les gustaría saber cómo interactúan con el vecino más dominante: Sagitario A *, que tiene una masa equivalente a unos cuatro millones de soles.
El centro galáctico es un lugar turbulento en el que no nos gustaría estar
La visualización del centro galáctico es una película de 360 grados que sumerge al espectador en una simulación del centro de nuestra galaxia. El espectador se encuentra en la ubicación de Sagitario A * y puede ver alrededor de 25 estrellas Wolf-Rayet (objetos blancos centelleantes) que giran en órbita a su alrededor a medida que expulsan continuamente vientos estelares (escala de color negro a rojo y amarillo). Estos vientos chocan entre sí, y luego parte de este material (manchas amarillas) gira en espiral hacia el agujero negro. La película muestra dos simulaciones, cada una de las cuales comienza alrededor de 350 años en el pasado y abarca 500 años. La primera simulación muestra a Sagitario A * en un estado tranquilo, mientras que en la segunda se lo ve más violento, expulsando su propio material, lo que desactiva la acumulación de material aglomerado (manchas amarillas) que es tan prominente en la primera parte.
Un estallido hasta hace cien años
… oscurece nuestra vista del centro galáctico. De este modo, se inició una carrera para ser el primero en detectar la fuente de rayos-X de Sagitario A*
Los científicos han utilizado la visualización para examinar los efectos que Sagitario A * tiene en sus vecinos estelares (el estudio, en Arxiv.org). A medida que la fuerte gravedad del agujero negro atrae grupos de material hacia el interior, las fuerzas de marea estiran los cúmulos. El pozo cósmico también impacta en su entorno a través de estallidos ocasionales que resultan en la expulsión de material lejos de sí mismo, como se muestra en la segunda parte del vídeo. Estos arrebatos pueden tener el efecto de eliminar parte del gas producido por los vientos de Wolf-Rayet.
A partir de estos datos, los investigadores, dirigidos por Christopher Russell, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, han determinado que Sagitario A * pudo tener una relativamente poderosa explosión que se inició en los últimos siglos. Ese estallido todavía está afectando a la región a su alrededor, aunque terminó hace unos cien años.
El video en 360 grados del centro galáctico puede verse en teléfonos inteligentes utilizando la aplicación de YouTube. La mayoría de los navegadores de ordenador también permiten su visualización, pero para tener una óptica experiencia los científicos recomiendan utilizar gafas de realidad virtual (VR), como Samsung Gear VR o Google Cardboard.
May
11
No se puede viajar más rápido que la luz
por Emilio Silvera ~
Clasificado en realidad mañana ~
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Aunque planetas como Próxima b puedan ser habitables, ¿podremos viajar alguna vez hasta allí?
Fotograma de la La guerra de las galaxias (1977)
El gran parabrisas de la nave estelar deja ver el espacio profundo extendiéndose delante de los protagonistas. El piloto, normalmente con una sencilla palanca, acciona el mecanismo que pone en marcha los propulsores y la nave alcanza la velocidad de la luz en décimas de segundo. Mientras dejan atrás a sus perseguidores, la cabina se enciende y las estrellas más cercanas se convierten en trazas luminosas que se deslizan majestuosamente formando un túnel alrededor de los viajeros.
Pues bien… “Si esto [se refiere a la mítica escena arriba descrita de La Guerra de las Galaxias en la que Han Solo, Luke, la princesa Leia y Chebwacca escapan a bordo del Halcón milenario] ocurriese realmente, en menos de un segundo esa nave debería estallar, desintegrándose por completo y haciendo pedazos a todos sus ocupantes. Fin de la película”, reconoce entre risas Arturo Quirantes, profesor titular de Física en la Universidad de Granada.

En los últimos días, el anuncio oficial de la detección de Proxima b, un planeta potencialmente habitable en la estrella más cercana a la Tierra, ha hecho volar la imaginación de todos los apasionados a la ciencia y la exploración espacial. Durante décadas, el cine y la literatura de ciencia ficción nos han transportado de un mundo a otro mediante naves capaces de alcanzar la velocidad de la luz, y ahora que tenemos un planeta a la vuelta de la esquina muchos han empezado a hacer cálculos de cómo podrían llegar hasta allí.
La Voyager 1 que ya salió del Sistema solar y anda perdida por el Espacio Interestelar
La nave más rápida que jamás ha construido la humanidad se llama Voyager 1. Despegó hace casi 40 años y en estos momentos está alejándose del Sistema Solar a la increíble velocidad de 17 km/s, o lo que es lo mismo: algo más de 60.000 km/h.
El problema es que aunque pudiésemos subirnos ahora mismo en la Voyager tardaríamos más de 70.000 años en llegar a nuestro destino en Proxima b… Necesitamos viajar mucho más rápido, y es aquí donde llegan realmente los problemas.
La USS Enterprise de Star Treck se desplaza a velocidad WARP
La idea de viajar a velocidades cercanas a la luz no es sólo el sueño de un puñado de apasionados de la ciencia ficción, es un problema científico al que tarde o temprano tendremos que enfrentarnos si queremos explorar el espacio.
En abril de este mismo año un grupo de multimillonarios, como el ruso Yuri Milner o el creador de Facebook Mark Zuckerberg, con la asistencia científica de Stephen Hawking, presentaron Breakthrough Starshot, un proyecto de investigación que plantea la posibilidad de que pequeñas sondas alcancen un 20% de la velocidad de la luz, propulsadas por velas láser.
May
11
¡¡Feliz aniversario!!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
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Richard Feynman, divulgador excepcional
Precisamente hoy se cumplen 100 años de su nacimiento, y, como Einstein y otros físicos excepcionales, quedará en la Historia de la Física por sus grandes ideas y su peculiar manera de divulgar esta rama de la Ciencia. Los alumnos se agolpaban para asistir a sus clases, un auténtico espectáculo.
Hacia un gran espectáculo de sus clases que, explicaba con gran pasión
May
11
Las Leyes del Universo… ¿Serán las mismas en todas partes?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
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Llamamos Mente a eso inmaterial que surge del cerebro, algo que ni la filosofía ha sabido explicar, y, como hacemos siempre, se acude a la metafísica para tratar de dar una torpe explicación de lo que, en realidad, no hemos llegado a comprender.

Está claro que el tiempo pasa y cada generación trata de saber lo que hicieron las que las precedieron. Los vestigios del pasado son muchos y, no siempre sabemos traducir sus mensajes pero, los estudiamos y procuramos llegar a explicaciones lógicas de lo que aquello pudo ser, y, para ello, nos transportamos a aquellos contextos del pasado, a las mentalidades de los pobladores que dejaron monumentos que, con una mezcla de lo religioso-astronómico, quería simbolizar lo que ellos creían.
Desde el Parque Nacional del Teide se puede conseguir una buena vista de nuestra Vía Láctea
La “infinitud” de la Vía Láctea, inconmensurable para nosotros, es sólo una más, de decenas de miles de millones que pueblan nuestro Universo. Así, nuestra Galaxia para nosotros “infinita”, es, sencillamente, un objeto más de los muchos que pueblan las regiones del Cosmos. Cientos de miles de millones de estrellas que brillan por todas partes, asombrosos enjambres de planetas repartidos por cientos de miles de sistemas planetarios, cuásares y púlsares, estrellas enanas blancas, marrones y negras, gigantes rojas, Nebulosas de increíbles dimensiones en las que nacen nuevas estrellas y mundos, explosiones supernovas y aguejros negros gigantes que engullen todo el material que pueda capturar… ¡El Universo! nunca dejará de asombrarnos, ni por su inmensidad, ni por su diversidad.
Utilizando una cámara nueva y más poderosa, el Telescopio Espacial Hubble, ha descubierto lo que parece ser el objeto más distante jamás observado, una proto galaxia pequeña a 13.200 millones -luz de distancia, que se remonta a tan sólo 480 millones de años después del nacimiento del universo o Big Bang. Es decir, nos ha traído una galaxia en formación a escaso tiempo del comienzo del tiempo.
Immanuel Kant llegó a la conclusión de que las galaxias eran universos-islas pero, él escribió primero que las nebulosas elípticas, ofrecían una visión que se podía asimilar a un “sistemade muchas estrellas” que se hallan a “enormes distancias”. Aquí, por primera vez se hizo un retrato del universo formado por galaxias a la deriva en la vastedad del espacio cosmológico. El libro de Kant, titulado Historia general de la naturaleza y teoría del cielo, fue publicado -si esta es la palabra apropiada- en 1755, pero su editor quebró, los libros le fueron confiscados para sus deudas y la obra de Kant, cayó en el olvido.
Los entusiasmos galácticos de Kant, a pesar de todo, contribuyeron a sensibilizar la mente humana a la riqueza potencial y la vastedad del universo. Pero el arrobamiento por sí solo por muy perspicaz que sea, es, un fundamento inadecuado para fundamentar una cosmología científica. Determinar si el universo está constituido realmente por galaxias requería hacer un mapa del universo en tres dimensiones, mediante observaciones muy exactas, si no menos arrobadoras, que la contemplación meditativa de Lambert y Kant.
Entró en escena William Herschel, el primer astrónomo que llevó a cabo observaciones agudas y sistemáticas del universo más allá del Sistema solar, donde está la mayor parte de lo que existe. De hecho, en la primera parte del siglo XIX, miles de galaxias fueron identificadas y catalogadas por William y Caroline Herschel, y John Herschel. 1900, se han descubierto en exploraciones fotográficas gran cantidad de galaxias. Éstas, a enormes distancias de la Tierra, aparecen tan diminutas en una fotografía que resulta muy difícil distinguirlas de las estrellas. La mayor galaxia conocida tiene aproximadamente trece veces más estrellas que la Vía Láctea.
El observatorio espacial Herschel ha facilitado a un grupo de astrónomos observar cinco galaxias muy lejanas gracias al efecto lente gravitatoria. Así, de alguna manera, y en memoria de Herschel, el Telescopio que lleva su nombre continñua su que fue fundamental
En 1912 el astrónomo estadounidense Vesto M. Slipher, trabajando en el Observatorio Lowell de Arizona (EEUU), descubrió que las líneas espectrales de todas las galaxias se habían desplazado la región espectral roja. Su compatriota Edwin Hubble interpretó esto como una evidencia de que todas las galaxias se alejaban unas de otras y llegó a la conclusión de que el Universo se expandía. No se sabe si continuará expandiéndose o si contiene materia suficiente para frenar la expansión de las galaxias, de forma que éstas, finalmente, se junten de , parece que ésto último no sucederá nunca. La materia del Universo parece estar aproximadamente en la tasa del la Densidad Crítica. Si es así, el Universo se expandirá para siempre y tendrá una muerte térmica: El frío desolador del Cero Absoluto (–273 ºC) donde ni los átomos se mueven.
Es curioso como Herschel, encontró en su camino la plenitud siguiendo las huellas de Kepler y Galileo a través del puente que lo llevó de la Música a la Astronomía. La habilidad de Herschel como observador era también muy refinada; sabía utilizar los telescopios. Él decía: “Ver es un arte que es necesario aprender”.
“La luz de las estrellas fijas es de la misma naturaleza [que] la luz del Sol” nos decía Newton, mientras que E. Hubble, comentaba que: “Las observaciones siempre involucran una teoría”. Ambos llevaban razón. Surgieron dos escuelas de pensamiento sobre la naturaleza de las “nebulosas elípticas” que predominaron en el siglo XIX. Una de ellas, la teoría del universo-isla de Kant y Lambert- la expresión es de Kant-, sostenía qwue nuestro Sol es una de las muchas estrellas de una Galaxia, la Vía mLáctea, y que hay otras muchas galaxias, que vemos a través de grandes extensiones de espacio nebulosas espirales y elípticas. (como eran llamadas en aquel tiempo a las galaxias que, no se podían ver con la nitidez que nos proporcionan nuestras modernos telescopios.)
Einstein entra en escena. Nació en Ulm, donde Kepler antaño había deambulado en busca de un impresor, con el manuscrito de las Tablas Rudolfinas Bajo el brazo. Einstein como sabemos, fue un niño aislado y encerrado en sí mismo. No habló los tres años. Daremos un salto hasta 1905, año en el que comenzaron a cristalizar sus pensamientos pudiendo escribir cuatro artículos memorables que lo situaron en ese lugar de privilegio de los verdaderos maestros.
N0, Einstein no llegó a la Física y la Cosmología en bicicleta, él cogió una autopista mayor, esa que está conformada por los pensamientos y que nos pueden llevar más lejos, de lo que cualquier vehículo nos podrá llevar nunca. El primero de aquellos -ahora famosos- artículos, fue publicado tres días después de cumplir los veintiseis años, contribuiría a poner los fundamentos de la física cuántica. Otro modificó el curso de la teoría atómica y la mecánica estadística. Los otros dos enunciaron lo que se conoció como la teoría de la relatividad especial.
Cuando Planck, por aquel entonces director editorial de la Revista científica Annalen der Physik, levantó la mirada después de leer el artículo sobre la relatividad especial, sabiendo inmediatamente que el mundo había cambiado. La era Newton había terminado y había surgido una nueva ciencia reemplazarla.
La odisea que llevó a Einstein hasta la relatividad especial -y de ella a la relatividad general, que expresaría la cosmología de los espacios curvos- empezó cuando tenía cinco años y su padre le mostró una brujula de bolsillo para que estuviera entretenido pero, aquello, le fascinó y, no podía saber qué magia hacia que la aguja señalara siempre hacisa el mismo lugar sin tener en el movimiento. Al preguntar, le dijeron que la Tierra está envuelta dentro de un campo magnético que era el responsable de tal “milagro” y, aquello, al joven Einstein, le maravilló y despertó su curiosidad que nunca le dejó entonces. Él decía que detrás de las cosas debe haber algo profundamente oculto, que nos podría explicar el por qué se comportan de ciertas maneras.
Como antes decía, en el siglo XX hemos podido ser testigos de múltiples y maravillosos descubrimientos científicos que han cambiado la concepción que del mundo podíamos tener: La teoría de Planck del cuanto que nos llevó directamente a la Mecánica Cuántica, el Relatividad de Einstein que nos lleva a un espacio-tiempo de cuatro dimensiones, nos dijo que la luz marcaba el límite de transmitir la información y, también, que la masa y la energía eran una misma cosa, así como que, ¡el Tiempo!, era relativo y no absoluto. Más tarde, en su ampliación de la teoría en 1916, nos dijo que la presencia de grandes masas distorsionaba el espacio-tiempo.
Estos dos claros exponentes de aquella revolución científica nos abrieron los ojos y la mente a un Universo distinto que , después de dichas teorías, tenía más sentido. Otro de aquellos descubrimientos explosivos, fue la teoría cosmológica del big bang, que surgió como combinación de ambas, y, justo es que se diga, quienes fueron sus protagonistas que, no por sabido, estará demás dejar aquí un pequeño homenaje.
Cuando Einstein publicó en 1916 la teoría de la relatividad general era consciente de que ésta modificaría la universal de Newton: la solución a sus ecuaciones no sólo sustituyo el planteamiento dinámico de fuerza de atracción por otro geométrico de deformación del espacio-tiempo, sino que permitía explicar el universo en su conjunto.
El Puente de Einstein-Rosen es una teoría creada por Albert Einstein.
Fue él el primer sorprendido al encontrar que dicha solución global traía como consecuencia un mundo cambiante, un universo que inicialmente estimó en contracción. Como esto no le cabía en la cabeza introdujo un término en las ecuaciones que contrarrestara el efecto gravitatorio: una fuerza repulsiva, a la que llamó constante cosmológica (Λ) constante dotaba al espacio vacío de una presión que mantenía separados a los astros, logrando así un mundo acorde a sus pensamientos: estático, finito, homogéneo e isótropo.
“La ecuación que gobierna la aceleración de la expansión del Universo, incluyendo la constante cosmológica. El aspecto de la gravedad incluye densidad (p) y presión (ρ) de la materia y la enegía, el signo negativo significa que este aspecto ralentiza la expansión. La constante cosmológica, representada con Λ, tiene signo positivo, por lo tanto contribuye a la aceleración. El parámetro “a” es un factor de escala que mide el tamaño del Universo, y los puntos dobles indican la segunda derivación (aceleración) con respecto al tiempo.”
Más tarde, Einstein comentaría que la introducción de constante, había sido el mayor error de su vida, porque (con una mejor estimación de la densidad) podía haber predicho la expansión del universo antes de que fuera observada experimentalmente. Claro que, su excusa era admisible, cuando el introdujo la constante cosmológica, nadie sabía que el universo estaba en expansión. Sin embargo, estudios posteriores han venido a confirmarla.
La Cruz de Einstein
Con todo y a pesar de su enorme importancia, la teoría de la relatividad no llegó a tener verdadera importancia hasta que, en 1919, Arthur Eddintong confirmó la predicción del físico alemán con respecto a la curvatura de la luz, aprovechó el eclipse solar de Sol de ese año. De la noche a la mañana, Einstein se convirtió en el físico más popular del mundo al predecir con su ingenio y con su enorme intuición fenómenos que eran reales antes de que éstos fueran comprobados. Así, con carácter desenfadado, expresándose en términos sencillos y muy distintos ( estirados) que los de sus colegas, había dado respuesta a preguntas que habían sido formuladas pero, que nadie hasta entonces, había sabido contestar.
El astrónomo holandés Willem de Sitter obtuvo en 1917 una solución a las ecuaciones del sabio alemán, sugiriendo la posibilidad de que el universo fuera infinito, aparentemente estático y de densidad prácticamente nula en el que tan solo había energía. Por otro lado, el matemático ruso Alexander Friedmann consiguió en 1922 varias soluciones a las ecuaciones proponiendo universos que se contraían o que se expandían, según los valores que tomara la constante cosmológica. Cuando su se publicó en Alemania, Einstein respondió con una nota en la misma revista presumiendo un error matemático. El error resultó finalmente inexistente, pero Einstein tardó en rectificar, por lo que la respuesta de Friedmann quedó en un segundo plano.
Lo cierto es que Einstein, ha dado en el “blanco” con muchas de sus Ideas y, si pudiéramos coger una Gran Nave superlumínica y recorriéramos el espacio interestelar paseando por las distintas regiones del Universo, veríamos que – el vaticinó-, todo es igual en todas partes: Cúmulos y supercúmulos de Galaxias, Galaxias cuajadas de estrellas en cúmulos y sueltas con sus sistemas planetarios, púlsares de giros alucinantes, magnéteres creando inmensos capos electromagnéticos, agujeros negros que se tragan todo lo que traspasa el Horizonte de suscesos, Hermosas y brillantes Nebulosas de las que surgen las nuevas estrellas, nuevos mundos y, muy probablemente… nuevas formas de vida.
Está claro que pensar siquiera en que en nuestro universo, dependiendo de la región en la que nos encontremos, habrá distintas leyes físicas, sería pensar en un universo chapuza. Lo sensato es pensar como Einstein y creer que en cualquier parte del universo rigen las mismas leyes físicas, hasta que no se encuentre pruebas reales a de lo contrario, los científicos suponen con prudencia que, sea cual fueren las causas responsables de las pautas que llamamos “Leyes de la Naturaleza”, es mucho más inteligente adoptar la creencia de la igualdad física en cualquier parte de nuestro universo por muy remota que se encuentre; los elementos primordiales que lo formaron fueron siempre los mismos.
Arriba Satélite Gravity Probe B. Dedicado a medir la curvatura del campo gravitatorio terrestre debido a la teoría de la relatividad de Einstein. Abajo los científicos chinos comandados por Juan Yin crearon fotones entrelazados mediante la estimulación de un cristal con luz ultravioleta, que produjo un par de fotones con la misma longitud de onda, pero opuestos. Por separado, ambas teorías funcionan muy bien y se pueden medir y comprobar límites excepcionales. Sin embargo, si las juntamos…
Los “universos” de lo pequeño y lo grande parecen incompatibles. Sin embargo, en las cuerdas sí encajan
Cuando los físicos empezaron a apreciar el papel de las constantes en el dominio cuántico y explotar la nueva teoría de la gravedad de Einstein para describir el universo en conjunto, las circunstancias eran las adecuadas para que alguien tratara de casarlas. Y, entonces, en eso estamos pero, el casamiento, no se consuma.
Hay aspectos de la física que me dejan totalmente sin habla y quedan fuera de nuestra realidad que, inmersa en lo cotidiano de un mundo macroscópico, nos aleja de ese otro mundo misterioso e invisible donde residen los cuantos que con su comportamiento, me obligan a pensar y me transportan este mundo material nuestro a ese otro fascinante, donde residen las maravillas del universo, sus cimientos infinitesimales en los que residen las “ladrillos” de las estrellas y galaxias…también de los mundos y de los seres vivos. La materia es tan compleja que aún no hemos podido llegar a comprenderla…del todo.
emilio silvera
May
11
¿La Inteligencia Artificial? Es cosa de futuro
por Emilio Silvera ~
Clasificado en I. A. ~
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La informática Margaret Ann Boden(1936) cumple hoy años. Profesora de investigación en el Departamento de Informática de la Universidad de Sussex, su trabajo abarca los campos de la inteligencia artificial, la psicología, la filosofía, las ciencias cognitivas y las ciencias de la computación.
“Es absurdo pensar que tenemos la ‘superinteligencia’ a la vuelta de la esquina”
Margaret Boden (Maggie para los amigos) ha visto de todo desde 1936. Nació en el Londres de los bombardeos y de Alan Turing, se abrió paso en el masculino mundo de la ciencia y se descolgó en 1977 con Inteligencia Artificial y Hombre Natural, uno de los libros pioneros en un campo que ha contribuido a ensanchar gracias a su ‘sabiduría’ adquirida en los mundos de la medicina, de la filosofía, de la psicología y de las ciencias cognitivas.
A sus 82 años, Boden sigue activa desde su mirador en la Universidad de Sussex, fiel a su condición de insaciable “mariposa intelectual”. Nos recibe con vestido floreado en su casa de Brighton, que pronto sentimos como nuestra. Y nos invita a hacer un recorrido por las estanterías donde alternan libros y pequeños frascos de vidrio que se estiran hasta tiempos de los romanos. Estamos aquí para hablar de su último libro, Inteligencia Artificial (Turner), y para intentar distinguir entre la paja y el heno en un terreno pantanoso en el que se atrevió a adentrar en sus últimos meses de vida el mismísimo Stephen Hawking.
- ¿Cuál es la idea más equivocada que tenemos sobre la inteligencia artificial?
- Yo diría que hay dos ideas equivocadas. La primera es que la inteligencia artificial (IA) puede hacer mucho más de lo que es capaz realmente. Y la segunda es que puede hacer mucho menos. Entre estos dos polos nos movemos, y esa ha sido mi idea con este libro. Examinar la naturaleza de la IA, hacer balance de dónde estamos e intentar vislumbrar el futuro, con los pies en el suelo y sin caer en escenarios de ciencia ficción.
- Meses antes de morir, con su voz computerizada, Stephen Hawking advirtió: “El desarrollo pleno de la inteligencia artificial puede significar el fin de la raza humana” ¿Verdadero o falso?
- Ese tipo de afirmaciones genéricas sirven al final para infundir el temor a lo desconocido. Con todos mis respetos para Stephen Hawking, y reconociendo sus grandes méritos en el campo de la Física, no se puede intentar abarcar todo y hablar ex cátedra de un campo que no era su especialidad. Por no hablar de la profunda contradicción: él tenía que estar en el fondo agradecido a la IA porque le permitía hablar y comunicarse con los humanos.
Hawking era tan asombrosamente popular que todo lo que salía de su boca se elevaba inevitablemente a titular. Hizo mucho por la divulgación de la ciencia, pero no estaba en una posición privilegidada para hablar de la IA. Al fin y al cabo, su aproximación era la de un astrofísico, preocupado por el futuro de la Tierra y urgiendo a la especie humana a colonizar otros planetas.El filósofo Nick Bostrom, al frente del Instituto para el Futuro de la Humanidad en la Universidad de Oxford, considera también la superinteligencia como el “mayor riesgo existencial” para la humanidad, por delante incluso del cambio climático…
Crear seres artificiales que tendrán poderes muy superiores al humanoOtra peligrosa generalización. Bostrom tiene ideas un poco locas, como la noción misma de la superinteligencia (una inteligencia superior a la humana) a mediados de siglo o incluso antes. Son predicciones un poco absurdas. Bostrom está contribuyendo también, a su manera, a infundir el miedo a ese futuro apocalíptico, y desviar por ejemplo la atención del cambio climático, que es un peligro presente y real, que va a comprometer enormemente las vidas de las próximas generaciones.
“Con todos mis respetos para Stephen Hawking, y reconociendo sus grandes méritos en el campo de la Física, no se puede intentar abarcar todo y hablar ex cátedra de un campo que no era su especialidad”
- ¿Y qué nos dice de las predicciones de Ray Kurzweil, el profeta de la singularidad?
- Kurzweil es aún peor, precisamente por todo lo contrario. Habla de la singularidad (el momento en el que la inteligencia de las máquinas superan a la del hombre) como una especie de santo grial o de utopía tecnológica. En su opinión, la inteligencia artificial (combinada con la nanotecnología y con la biología sintética) servirá para acabar con las enfermedades, con las guerras e incluso con la muerte. Además predice que el momento está bien cerca, en torno al 2030… ¡Nos quedan 12 años! Lo tenemos como quien dice a la vuelta de la esquina… Es absurdo.
Pensar que con la IA puedes resolver conflictos tan humanos como el de Oriente Próximo (y ya puestos, el de Irlanda del Norte o el Cataluña) es totalmente ridículo. Los que creen en la singularidad ignoran las limitaciones de la IA actual. Se basan sólo en los avances tecnológicos exponenciales, pero ignoran un hecho: el aumento de potencia de los ordenadores y de la disponibilidad de datos no garantiza una IA de nivel humano.El fundador de Tesla, Elon Musk, es otra de las voces más notorias ante los riesgos de la IA ¿No deberíamos darle algo de crédito?A Elon Musk hay que agradecerle sobre todo que ponga sobre la mesa la cuestión ética y que ponga dinero para investigar temas que deberíamos haber estado investigando durante años. Su contribución al Instituto para el Futuro de la Vida me parece muy valiosa. Es esencial plantearnos escenarios de futuro, pero hay que hacerlo con investigaciones rigurosas y multidisciplinarias que nos adviertan de los riesgos reales.En la parte final de su libro, usted reconoce sin embargo que pese a todos los “mitos” que rodean la IA, hay realmente motivos para “estar preocupados”. ¿Cuáles son?
Desde que inventamos el hacha, cualquier tecnología se puede utilizar para el bien o para el mal. Uno de los elementos más preocupantes es obviamente su uso para fines militares, con la producción de soldados robóticos o el uso cada vez más extendido de drones, que de momento son manejados a distancia por seres humanos, pero que el futuro podrían tener capacidad incluso para “reconocer” un blanco. La ciberseguridad tiene cada vez una mayor connotación militar también. De hecho estamos asistiendo ya a ciberguerras invisibles en la que está en juego muchas veces nuestra capacidad para seguir adelante con nuestra vida cotidiana, conforme se vaya implantando el internet de las cosas y la IA se extienda a sectores vitales de nuestra economía, de la banca al suministro eléctrico.¿Qué nos puede decir de la privacidad de los ciudadanos, a la luz del reciente escándalo de Facebook y Cambridge Analytica? ¿No corremos el riesgo de ser manipulados por un puñado de corporaciones? ¿El Big Data es acaso el Gran Hermano?Afortunadamente, todo lo que ha pasado recientemente va a servirnos para despertar a tiempo. Creo que es un tema ante el que la opinión pública está ya muy sensibilizada, y los gigantes tecnológicos nos pueden seguir escondiendo la cabeza o hacer como si cosa no fuera con ellos. En este sentido, creo que la Unión Europea ha marcado el horizonte con la Regulación General de Protección de Datos (GDPR), que entrará en vigor en mayo. Es un primer paso para defender los derechos de los ciudadanos y poner a las compañías en su sitio. Pero harán falta dar más pasos: hoy por hoy, los usuarios de internet estamos prácticamente desprotegidos y dejando rastros en cada paso que damos. La extracción, manejo y gestión de datos es el gran negocio del siglo XXI.Usted advierte que la amenaza primordial de la IA es el “desempleo tecnológico”. Algunos estudios hablan de un 40% de empleos automatizados en las próximas dos décadas. ¿Nos quitará el trabajo un robot?En este terreno, la gente tiene razones sobradas para estar preocupada. Lo que está ocurriendo con la revolución tecnológica es comparable con la Revolución Industrial, sólo que en esta ocasión me temo que se van destruir más empleos de los que se construyan. Todos los trabajos rutinarios o mecánicos están amenazados. La parte más rutinaria de los abogados o de los médicos será también desempeñada por máquinas, que estarán incluso mejor capacitadas para hacer diagnósticos. Ningún sector quedará indemne de la inteligencia artificial, y el efecto a medio plazo debería precuparnos.
Muchos trabajos van a desaparecer, y los que surjan van a ser altamente especializados, como el análisis de datos. Los profesionales van a tener que adaptarse a la nueva situación, y el sistema educativo va a necesitar también un severo ajuste. Creo que deberíamos tener ya un profundo debate sobre cómo adaptar la sociedad a la nueva situación. Tengo, eso sí, la esperanza de que seamos sensatos a la hora de ceder el testigo a las máquinas, y que no sólo primen factores económicos. Hay trabajos que siempre harán mejor los humanos, y muchos otros en los que precisamente se valorará el contacto humano, frente al tratamiento impersonal de la máquina.
“Los usuarios de internet estamos desprotegidos y dejamos rastros en cada paso que damos. La extracción, manejo y gestión de datos es el gran negocio del siglo XXI”
- ¿Cómo afectará la IA a nuestra vida diaria a corto plazo?
- Ningún aspecto de nuestra vida va a escapar a la IA. Todos los sectores van a resultar afectados de una u otra manera. Basta que con que alguien con suficiente imaginación identifique el problema y escriba el programa. Muchos de los cambios que veremos serán a mejor, pero todos los avances tecnológicos tienen consecuencias no previstas. Internet nos ha hecho la vida más fácil sin salir de casa, pero se lo está poniendo muy difícil a los comercios a pie de calle.
- ¿Y cuándo veremos coches sin conductor circulando por las calles?
- No soy muy amiga de hacer previsiones a corto o medio plazo, entre otras cosas porque siempre hay elementos imprevisibles que cambian por completo el escenario. La tecnología está ahí, pero hay muchos otros factores que conviene tener en cuenta. El más importante de ellos, el factor humano. El imperativo ético para la implantación de tecnologías de IA debería ser ese: poner a los seres humano primero.
- La Inteligencia Artificial Amigable, acuñada por Eliezer Yudkowsky, va por ese camino…
- La FAI (por sus siglas en inglés) propone efectivamente “un efecto positivo sobre la humanidad”, pero va más allá de las cuestiones éticas y reclama también principios como la transparencia, para garantizar que las tecnologías sigan siendo “amigables” ante posibles cambios. Es una noción interesante que refleja el interés creciente que hay entre los expertos por poner los valores humanos al frente de la IA.
- Usted ha levantado también la voz contra el uso y abuso de robots de compañía…
- Es uno de los asuntos que más me preocupa, es cierto. Se están comercializando ya los “acompañantes computerizados” para ancianos, los “robots niñera” e incluso robots sexuales… Mi tesis es ésta: no podemos intentar solucionar un problema esencialmente humano, como el de la soledad o el aislamiento social, usando una máquina como sustituta.
El cuidado de los mayores, por ejemplo, requiere sobre todo atención humana ¿Y qué estamos haciendo? Recortando los gastos sociales y poniendo en la calle a trabajadores irremplazables. El robot no puede ser un cuidador. Puede en todo caso dar la alarma si una persona se pone enferma, puede controlar que se tome las pastillas o puede incluso entretenerla, pero nunca cuidar a una persona, ni mantener una conversación para la que se requiere empatía e inteligencia emocional.
Stephen Hawking definía la inteligencia como “la capacidad para adaptarse a a los cambios”. ¿Se quedo corto en la definición?Definir la inteligencia es una misión casi imposible. ¿La habilidad para lograr nuestros objetivos y satisfacer nuestras necesidades? Esa definición tampoco me vale. Al fin y al cabo el cerebro sigue encerrando muchos misterios que aún no hemos conseguido descifrar, y mucho menos emular. Y hay quienes sostienen que hemos tenido hasta ahora una visión demasiado “cerebral”… Durante mucho tiempo se circunscribió la inteligencia a su dimensión racional, pero ahora hablamos de inteligencia emocional y de inteligencia social, y en esos dos terrenos les queda aún un largo camino que recorrer a las máquinas.Usted identifica precisamente la emoción, la creatividad y el lenguaje como los tres talones de Aquiles de la Inteligencia Artificial Fuerte (IAF), que aspira a igualar o a exceder la inteligencia humana…Es cierto. Pero también lo es que, incluso en estos ámbitos que seguimos considerando “esencialmente humanos”, la IA ha llegado ya más lejos de lo que mucha gente cree. No solo en el terreno del lenguaje, que quizás es el más conocido, también en el de la creatividad y en sus tres variantes (combinatoria, exploratoria y transformacional). La emoción puede resultar lo más ajeno a la inteligencia emocional y, sin embargo, desde finales de los años 90 ha habido intentos de trasladar a una máquina los aspectos funcionales de la ansiedad, como el sistema Minder de Aaron Sloman, pensado para meterse en la piel de una enfermera humana y decidir las prioridades.
- ¿Y qué me dice de la sabiduría? ¿Tendremos algún día máquinas “sabias”?
- La sabiduría es algo que no tendrá una máquina en un futuro predecible. Sobre esto ha escrito mucho el filósofo Nicholas Maxwell, que distingue claramente entre sabiduría y conocimiento. La sabiduría va mucho más allá del conocimiento y comporta la experiencia, la sensatez y la prudencia, entre otras cualidades.
- ¿La sabiduría es algo que se adquiere con los años?
- No lo sé. Lo que yo he intentado no perder es la curiosidad intelectual. Alguna vez he dicho que me considero “una mariposa intelectual”. Al fin y a cabo llegué hasta la inteligencia artificial después de haber tocado muchos palos. Mi primer interés fue la medicina, de ahí salté a la filosofía, después la psicología y las ciencias cognitivas. Todo este camino me permitió tener una visión bastante amplia de lo que es la IA.
“La inteligencia artificial no alcanzará la ‘sabiduría’ en un futuro predecible”
- Usted es pionera con uno de los primeros libros sobre el tema en 1977…
- Tanto como pionera no, pero sí fui una de las primeras mujeres en interesarse por el tema.
- ¿Cuál fue su experiencia en un mundo académico y científico dominado por los hombres?
- Bastante surrealista a veces. Recuerdo que cuando leí mi primer paper sobre teoría explicativa del conocimiento, intentando indagar en el concepto de verdad, el jurado no me felicitó como suele ser habitual. El único comentario que me hicieron fue: “Como usted es una mujer, la verdad no le parece importante”… Yo no me dejé desalentar, pero el ambiente en el que nos movíamos era realmente opresivo, y más aún en terreno abonado para los hombres como el de la informática.
La historia que lo dice todo es la de Stephanie Shirley, emprendedora y auténtica pionera de la tecnología de la información en este país. Todo el mundo la conoce como Steve Shirley, porque tuvo que masculinizar su nombrepara que la aceptaran en ofertas de trabajo.Al cabo de más de 50 años sigue arraigada en Brighton y vinculada a la Universidad de Sussex. ¿No cayó en la tentación de Oxford o Cambridge?Ofertas no me faltaron, pero he sido fiel a la Universidad de Sussex porque fue pionera con la creación de la Escuela de Ciencias Cognitivas e Informáticas (COGS, por sus siglas en inglés) y por su aproximación multidisciplinar, que creo que fue muy visionaria.
>_ “Cuando leí mi primer paper, el jurado me dijo: “Como usted es una mujer, la verdad no le parece importante”… Yo no me dejé desalentar, pero el ambiente en el que nos movíamos era realmente opresivo”
- ¿Qué consejo le daría a una mujer que decida explorar el mundo de la inteligencia artificial?
- Que vaya a por ello, con deteminación y sin dudar. Y sin ponerse nunca en una situación de inferioridad o debilidad frente a los hombres, sobre todo en las entrevistas de trabajo.
- ¿Y qué opinan sus cuatro nietos de la abuela de la inteligencia artificial?
- Mis nietos, una niña y tres niños, son nativos digitales y tienen una relación con las máquinas bastante más natural. Pero he de confesar que me preocupa su futuro. Creo que será la primera generación en mucho tiempo que vivirá en peores condiciones económicas que sus padres y enfrentada además a un mundo cargado de incertidumbre y de grandes retos, de la automatización al cambio climático, que es lo que más me preocupa… Por no hablar del Brexit. Es injusto que les estemos cerrando las puertas de Europa, como es absurdo que renunciemos a la financiación de la UE, que es esencial para la investigación en muchas universidades británicas.