martes, 23 de abril del 2024 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




Hito cientíco

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Biologia    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Resucitan con éxito un oso de agua, la única criatura capaz de vivir en el espacio

 

Imagen microscópica en alta resolución de un oso de agua,...Imagen microscópica en alta resolución de un oso de agua, ‘Tardigrada sobre musgo’, de Nicole Ottawa y Oliver Meckes, una de las mejores fotografías de 2013 para National Geographic y la NASA.Eye of Science/Science Source
POR M. CastilloMargacastillo

 

 

 

Investigadores japoneses han revivido con éxito un oso de agua, la única criatura capaz de vivir por sus propios medios en el espacio exterior.

Investigadores del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón (NIPR, en sus siglas inglesas) han resucitado con éxito un oso de agua, un microanimal casi indestructible capaz de vivir en condiciones extremas y el único que ha sido capaz hasta ahora de vivir en el espacio exterior sin ayuda de un traje hermético e incluso reproducirse, según confirmó un experimento que realizó la NASA en 2007.

Los científicos han “revivido” al tardígrado después de haber estado congelado durante 30 años en la Antárdida, tras ser hallado en unas muestras de musgo obtenidas en noviembre de 1983 cerca de la base polar Showa que Japón tiene en la Antártida Oriental, informa Efe.

El proceso de descongelación del oso de agua comenzó en mayo de 2014, explica el NIPR. Hasta el momento se había logrado revivir a uno de estos microanimales tras un máximo de nueve años de congelación, por lo que este logro supondría un nuevo hito científico.

Un ser de ciencia ficción

 

 

 

Imagen microscópica de un ‘Tardigrada’.Sinclair Stammers/ UNIVERSITY OF NORTH CAROLINA AT CHAPEL HILL

El tardígrado (Tardigrada), popularmente conocido como oso de agua, es el género de este invertebrado del que existen miles de especies, es el ser vivo más resistente conocido.

Su morfología es muy característica. Se parece a un diminuto topo o un oso perezoso, y es capaz de sobrevivir en ambientes inhóspitos con temperaturas de entre más de 100 grados centígrados o por debajo de los 200 bajo cero, bajo elevada presión o radiación atmosférica que hacen casi imposible la vida. Se le ha encontrado en los ecosistemas más extremos: desde las cumbres del Himalaya hasta aguas termales o profundos océanos antárticos.

Lo consiguen entrando en estado de criptobiosis, un proceso que les permite sobrevivir en condiciones no aptas para la vida, reduciendo sus procesos metabólicos a la mínima expresión. Para ello reducen el contenido de agua de su organismo, prescinden durante años de alimento y reparan constantemente su código genético.

Roba ADN a otros seres vivos

La secuenciación de su genoma el año pasado por parte de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, EEUU, reveló que poseen la mayor proporción de carga genómica externa conocida en cualquier otro ser viviente.

Es decir, que el oso de agua es capaz de “robar” el ADN de otros organismos (virus, bacterias, otros microorganismos) y encriptarlo en su propio código genético, lo que le confiere esa extraordinaria capacidad de adaptación a un medio ambiente adverso. Esta habilidad la tienen en mayor o menor medida el resto de seres vivos, pero el Tardigrada la emplea de forma inusitada.

Los investigadores del NIPR consideran que “la supervivencia de este espécimen tras haber permanecido en temperaturas inferiores a los 20 grados bajo cero durante más de tres décadas ayudará a conocer mejor los procesos criptobiónicos”.

¿A Marte en 20 Años? No lo veo muy probable

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Noticias    ~    Comentarios Comments (12)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Ellen Stofan, jefa científica de la NASA: “El hombre llegará a Marte en 20 años”

Por Zuberoa Marcos | 20-01-2016

Ellen Stofan

Ellen Stofan

Jefa científica de la NASA

Con cuatro años Ellen Stofan vio en directo por primera vez el lanzamiento de un cohete al espacio. Y siendo alumna de primaria ya animaba debates entre sus compañeros de colegio acerca de la posibilidad de colonizar la Luna. No es extraño teniendo en cuenta que se crió corriendo (es un decir) por los pasillos del Centro de Investigación Lewis de la NASA en Cleveland, del que su padre, el ingeniero aeroespacial Andrew Stofan, era director.

Así que podría decirse que la pasión de Ellen por el espacio exterior, los astronautas y la investigación ya venía de serie. Cincuenta años más tarde de aquella primera cuenta atrás, y tras doctorarse en Geología Espacial y desarrollar una brillante carrera, es Científica Jefa de la NASA y una de las personas que con más autoridad puede hablar en el mundo acerca de la posibilidad de que nuestra especie termine llegando a otros planetas. Y también, claro, descubrir si existe vida más allá de la Tierra. En este terreno tan pantanoso, en el que se mezclan con demasiada facilidad ciencia y supercherías, Stofan se muestra vehemente. Tanto que en una conferencia se atrevió a afirmar que “en diez años tendremos indicadores suficientes para afirmar la existencia de vida extraterrestre. Y en 20 o 30 años podremos encontrar las evidencias suficientes para demostrarlo”.

Mientras llega ese momento, Stofan continúa impulsando la carrera espacial. Una apuesta cuyo próximo reto es conseguir que el ser humano aterrice en la superficie de Marte. La tarea no es sencilla porque implica avances necesarios en todas las ramas de la ciencia que uno pueda imaginar: desde la ingeniería aeroespacial hasta la botánica, la biología o los interfaces informáticos. Para conseguirlo Ellen echa mano de su memoria y recupera su pasión infantil para transmitirla a los más pequeños: “Necesitamos que los niños de todo el mundo se emocionen con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, porque van a ser necesarias las mejores mentes de este planeta para conseguir los objetivos que nos hemos marcado”.

Texto: J. L Álvarez Cedena