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La Sinfonía de los Agujeros Negros binarios, ¿La oiremos alguna vez?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Agujeros negros    ~    Comentarios Comments (6)

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Lo que nos cuentan Kip S. Thorne y  otros especialistas en Agujeros negros nos posibilitan para entender algo mejor los mecanismos de estos extraños objetos que aún esconden misterios que no hemos sabido resolver. Está claro que muchas de las cosas que sobre agujeros negros podemos leer, son en realidad, especulaciones de cosas que se deducen por señales obervadas pero que, de ninguna manera, se pueden tomar como irrefutables verdades, más bien, las tomaremos como probables o muy probables de acuerdo a los resultados obtenidos de muchos experimentos y, ¿por qué no? de muchas horas de prácticas teóricas y pizarras llenas de ecuaciones que tratan de llegar al fondo de un saber que, desde luego, nos daría la clave de muchas cuestiones que en nuestro Universo son aún desconocidas.

 

En el corazón de una galaxia lejana, a más de 1.000 millones de años-luz de la Tierra y hace 1.000 millones de años, se acumuló un denso aglomerado de gas y cientos de millones de estrellas. El aglomerado se contrajo gradualmente, a medida que algunas estrellas escapaban y los 100 millones de estrellas restantes se hundían más hacia el centro. Al cabo de 100 millones de años, el aglomerado se había contraído hasta un tamaño de varios años-luz, y pequeñas estrellas empezaron, ocasionalmente, a colisionar y fusionarse, formando estrellas mayores. Las estrellas mayores consumieron su combustible y luego implosionaron para formar agujeros negros; y, en ocasiones, cuando dos de estos agujeros pasaban uno cerca del otro, quedaban ligados formando pares en los que cada agujero giraba en órbita alrededor del otro.

Cuando se forma un par de agujeros negros binarios semejantes, cada agujero crea un pozo profundo (intensa curvatura espacio-temporal) en la superficie insertada y, a medida que los agujeros giran uno en torno al otro, los pozos en órbita producen ondulaciones de curvatura que se propagan hacia afuera a la velocidad de la luz. Las ondulaciones forman una espiral en el tejido del espacio-tiempo en torno al sistema binario, muy semejante a la estructura espiral del agua que procede de un aspersor de cesped que gira rápidamente. Los fragmentos de curvatura forman un conjunto de crestas y valles en espiral en el tejido espacio-temporal.

http://eltamiz.com/wp-content/uploads/2007/12/onda-gravitatoria1.jpg

Puesto que la curvatura-espaciotemporal es lo mismo que la gravedad, estas ondulaciones de curvatura son realmente ondas de gravedad, u ondas gravitatorias. La Teoría de la Relatividad General de Einstein predice, de forma inequívoca, que tales ondas gravitatorias deben producirse siempre que dos agujeros negros orbiten uno en torno al otro.

Cuando parten hacia el espacio exterior, las ondas gravitacionales producen una reacción sobre los agujeros de la misma forma que una bala hace retroceder el fusil que la dispara. El retroceso producido por las ondas aproxima más los agujeros y les hace moverse a velocidades mayores; es decir, hacen que se muevan en una espiral que se cierra lentamente y hace que se vayan acercando el uno hacia el otro. Al cerrarse la espiral se genera poco a poco energía gravitatoria, una mitad de la cual va a las ondas y la otra mitad va a incrementar las velocidades orbitales de los agujeros.

 

El movimiento en espiral de los agujeros es lento al principio; luego, a medida que los agujeros se acercan, se mueven con mayor velocidad, radian sus ondulaciones de curvatura con más intensidad, y pierden ene´rgía y se cierran en espiral con más rapidez. Finalmente, cuando cada agujero se está moviendo a una velocidad cercana a la de la luz, sus horizontes se tocan y se fusionan. Donde una vez hubo dos agujeros, ahora sólo hay uno.

http://chandra.harvard.edu/photo/2005/j0806/j0806_2panel.jpg

El horizonmte del agujero giratorio queda perfectamente liso y con su sección ecuatorial circular, con la forma descrita precisamente  por la solución de Kerr a la ecuación de campo de Einstein. Cuando se examina el agujero negro liso final, no hay ningún modo de descubrir su historia pasada. No es posible distinguir si fue creado por la coalescencia de dos agujeros más pequeños, o por la implosión directa de una estrella supermasiva construida por materia, o por la implosión directa de una estrella constituida por antimateria. El agujero negro no tiene “pelo” a partir del cual se pueda descifrar su historia.

Sin embargo, la historia no se ha perdido por completo: ha quedado un registro codificado en las ondulaciones de la curvatura espacio-temporal que emitieron los agujeros coalescentes. Dichas ondulaciones de curvatura son muy parecidas a las ondas sonoras de una sinfonía. De la misma forma que la sinfonía está codificada en las modulaciones de las ondas sonaras (mayor amplitu aquí, menor allí), también la historia de la coalescencia está codificada en modulaciones de las ondulaciones de curvatura. Y de la misma forma que las ondas sonoras llevan su sinfonía codificada desde la oequesta que la produce hasta la audiencia, también las ondulaciones de curvatura llevan su historia codificada desde los agujeros fusionados hasta los rincones más lejanos del Universo lejano.

http://www.empresasdechihuahua.com/html/Universos/images/paralelo.jpg

Las ondulaciones de curvatura viajan hacia afuera por el tejido del espacio-tiempo a través del conglomerado de estrellas y gas del que nacieron los agujeros. El aglomerado no absorbe las ondulaciones ni las distorsiona en absoluto; la historia codificada de las ondulaciones permanece perfectamente invariable, se expanden hacia el exterior de la galaxia madre del aglomerado y el espacio intergaláctico, atraviesan el cúmulo de galaxias del que forma parte la galaxia progenitora, luego siguen atravesando un cúmulo de galaxias tras otro hasta llegar a nuestro propio cúmulo, dentro del cual está nuestra Vía Láctea con nuestro Sistema Solar, atraviesan la Tierra, y continúan hacia otras galaxias distantes.

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Claro que, en toda esta historia hay un fallo, nosotros, los humanos, aún no somos lo suficientemente hábiles para haber podido construir aparatos capaces de detectar y oir las sinfonías  mencionadas con entusiamos por el Sr. Thorne y, que según el cree, son mensajes que nos traen esas ondas de gravedad de los agujeros negros binarios. Es como si no pudiéramos oir esa hermosa sinfonía que nos mostraría un nuevo Universo por nosotros desconocido. Ahora sabemos que por medio de potentes telescopios podemos conocer lo que es el Universo, podemos observar galaxias lejanas y estudiar cúmulos de galaxias o de estrellas y captar las imágenes de bonitas Nebulosas, todo eso es posible gracias a que al captar la luz que emitieron esos objetos cosmológicos hace decenas, cientos, miles o millones de años como señal electromagnética que viajando a la velociodad de c, hace posible que podamos ver lo observado como era entonces, en aquel pasado más o menos lejano. De la misma manera, se cree que, las ondas gravitatorias emitidas por estos objetos misteriosos, se podrán llegar a captar con tal claridad que nos permitirá saber de otra faseta (ahora) desconocida del Universo, y, sobre todo, podremos entender el pasado de esos densos objetos que, de momento, nos resultan exóticos y también extraños.

emilio silvera

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 6 de noviembre del 2014 a las 8:51

    Cuando hablamos de Agujeros negros, la mayoría de las personas que nos puedan estar oyendo, no se hacen una idea exacta de lo que suponen esos exóticos objetos presentes en nuestro Universo. Nos estamos refiriendo a una singularidad, es decir, a un punto matemático en el que ciertas cantidades físicas alcanzan valores infinitos. Por ejemplo, de acuerdo a la relatividad general de Einstein, la curvatura del espacio-tiempo se hace infinita en un agujero negro. Es decir, allí, el espacio y el tiempo dejan de existir.

    En la teoría del Big Bang, el Universo “nació” de una de estas singularidades en la que la densidad y la temperatura de la materia eran infinitas y, todo aquello se expandió y dio lugar al comienzo del Tiempo y del espacio allí encerrados. La materia entonces se pudo organizar en átomos, éstos en moléculas y aquellas en objetos que ahora, podemos contemplar en forma de estrellas y mundos en las galaxias.

    Del estudio del universo y los objetos que lo pueblan hemos podido ir aprendiendo muchas cosas y otras, las hemos deducido de los resultados obtenidos en observaciones y pruebas experimentales. Ahora sabemos el destino final de las estrellas masivas cuando, al agotar su combustible nuclear de fusión, implosionan y pasan a otra fase, se convierten en otra cosa muy distinta a la que fueron.

    Hablamos de Agujeros negros, agujeros blancos y también, de agujeros de gusano que son posibles estados que adopta la materia en circunstancias especiales que pueden estar presentes en nuestro universo bajo unas circunstancias poco corrientes.

    El agujero blanco sería la inversión temporal del colapso de un objeto en un agujero negro. Las ecuaciones de la reltividad general que describen dicho colapso son simétricas en el tiempo, de manera que no existe ninguna razón teórica por la que no podría invertirse. Un agujero blanco sería, por tanto, un lugar desde donde aparecería espontáneamente materia en nuestro universo. Claro que, hasta la fecha, no se ha detectado ningún objeto con estas características.

    El agujero de gusano o túnel hipotético en el espaciotiempo están basados en las teorías cosmológicas, son hipótesis en las que el espaciotiempo es suave y simplemente conexo. Para dar una analogía tridimensional, el espacio-tiempo se asume que es como una esfera en vez de como un toro; una efera se dice que es simplemente conexa pero un toro no.

    En cosmología cuántica se piensa que, a escalas del orden de 10-35 m, el espacio-tiempo tiene una estructura muy complicada y múltiplemente conexa en la que “túneles” y “asas” constituyen atajos entre puntos aparentemente distantes.

    En principio, el Agujeros de Gusano suficientemente grandes podrían permitir viajar a una parte distante del Universo mucho más rápidamente con la que lo hace la luz (sin violar la teoría relativista referida a c), y, en algunas circunstancias, viajar en el Tiempo. La existencia de los agujeros de gusano, como habréis podido comprender, es, no obstante, muy especulativa.

    De los agujeros negros… ¡Qué podría decir que no se dijera ya! Un objeto con un campo gravitacional tan intenso que, ni la luz, que viaja a 299.792.458 metros por segundo, puede escapar de sus garras. La materia alcanza tal densidad que desaparece de la vista, el tiempo se distorsiona y paraliza y el espacio se curva hasta el punto de desaparecer.

    El Universo, tenemos que reconocer que es, ¡asombroso!

     

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  2. 2
    Emilio Silvera
    el 6 de noviembre del 2014 a las 8:54

    Me pasó lo que siempre me ocurre en esos momentos en los que entro a tratar sobre temas que me fascinan, quiero explicar una cosa concreta y me desvío, mis pensamientos me llevan lejos en múltiples direcciones y olvido el objetivo principal que, en este caso, eran las ondas gravitacionales que se forman cuando dos agujeros negros binarios están presentes.

    El trabajo me reclama y no tengo tiempo para ese comentario que, dejaré para mejor ocasión.

    Y, ¿A ustedes se les ocurre comentar algo sobre el tema que aquí tratamos?

    ¡Animaos para esponer vuestros pensamientos!

    Responder
  3. 3
    Craisi Sí
    el 6 de noviembre del 2014 a las 21:21

    Hola Emilio. que tal todo? Bueno veo que a tope con tus enormes aportes.
    Hacia mucho tiempo que no estaba por aquí y ya veo que todo sigue muy bien.
    Te confieso que no he leído todo el artículo. Pero hay uno que me ha llamado la atención el título ¿lo más importante? siempre será el Amor. Lo miraré con atención en cuanto tenga otro cuanto tiempo.
    Me hace ilusión recordar lo bien que lo he pasado leyendo y meditando algunos temas desarrollados por ti.
    Por aquí nos vemos.
    Saludos amigo.

    Responder
    • 3.1
      Emilio Silvera
      el 7 de noviembre del 2014 a las 6:51

      ¡Hola, Craisi Sí!

      Es cierto que hacía tiempo que no pasabas por auqí. Encantado de poder saludarte amigo. Si has leido todo el artículo habrás podido comprobar lo fascinante que resultan estos objetos exóticos que se producen en el Universo cada vez que una estrella masiva muere.

      No dejes de leer ese otro que mencionas, ya que, el Amor, amigo mío, es el motor del mundo.

      ¿Qué haríamos sin él? Se dice que un hombre solo está en mala compañía y, ¡Que gran verdad! Sin el apoyo, sin el cariño, sin la ayuda de una compañera… ¿Qué podemos hacer?

      Un abrazo.

      Responder
  4. 4
    kike
    el 7 de noviembre del 2014 a las 0:25

    Haciendo un esfuerzo de imaginación sobre lo que sería el encontrarse cayendo por el horizonte de eventos de un a.n., he llegado a pensar en mi febril ignorancia que ese momento de casi imposible realización pudiera asemejarse con entrar en en el “cielo”, en en el “paraíso”, en la “gloria”, y hasta caer en “el infierno”.

     Imaginaos ese preciso momento que teóricamente pudiera llegar tras irnos acercando poco a poco a ese profundo pero invisible pozo, solo constatable por sus tremendos efectos, y tras un inconcebible viaje, alcanzar el horizonte de eventos (o sucesos), en el que de repente, las fuerzas y leyes naturales de la física universal conocida, dejan de existir, y nos mostraran un paisaje espacio-temporal completamente diferente.

     Veríamos como todas las dimensiones cambiaban; veríamos como toda la materia visible formaría como un especie de baile a nuestro alrededor; como hasta la luz iría convergiendo hacia nuestra dirección; veríamos de manera muy poco explicable con palabras(ni de ninguna forma),  como, en todo nuestro horizonte “exterior”,  los astros visibles tomaran unos rumbos muy extraños, al tiempo, que precisamente por la modificación del tiempo que se supone ocurrirá en el horizonte de eventos, todo transcurriría tan despacio, que si aunque solo tardásemos unas décimas de segundos en ser engullidos y “espaguetizados” por el a.n, y debido  a la relatividad extrema del espacio/tiempo que al parecer ocurre en ese lugar tan especial, podría significar para el sujeto afectado, con su supuesta percepción humana, toda una vida contemplando maravillas; y eso además sin necesidades biológicas.

     Solo el hecho de pensar en la sensación inconcebible  que pudiera ocurrir por el mero hecho de presenciar que toda la luz visible convergiera hacia tu situación, ya sería una maravilla por sí sola.

      Entonces, si lo que pudiera ocurrir en menos de un segundo fuera percibido por la mente como toda una vida; y sobre todo, si esa fracción mínima de tiempo fuera extremadamente agradable, podría significar a la postre como entrar en los “cielos”; o si me apurais, dependiendo de las circunstancias, en “los infiernos”. 

     ¿Sería posible que al fin y al cabo exista realmente esa idea religiosa que se encuentra tan trasnochada en la actualidad?.

     Si así fuera, tanto los pecadores como los virtuosos deberán esperar bastante tiempo…. 

     Perdonad mis desvaríos; no estoy loco (del todo). 

      

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    • 4.1
      Emilio Silvera
      el 7 de noviembre del 2014 a las 7:14

      ¡Hola, amigo mío!

      Te has tomado a pie juntillas mi pregunta final: “Y, ¿A ustedes se les ocurre comentar algo sobre el tema que aquí tratamos?”. Y, desde luego, vaya si se te ha ocurrido algo. Has dejado volar la imaginación y nos ofrece un escenario que, en ese contexto… ¡Todo podría ser posible!

      La superficie que tiene este radio crítico se denomina horizonte de sucesos, y marca la frontera dentro de la cual esta atrapada toda la información. De esta forma, los acontecimientos dentro del agujero negro no pueden ser observados desde fuera. La teoría muestra que tanto el espacio como el tiempo se distorsionan dentro del horizonte de sucesos y que los objetos colapsan a un único punto del agujero, que se llama singularidad, situada en el propio centro del agujero negro. Los agujeros negros pueden tener cualquier masa.

      Pueden existir agujeros negros supermasivos con cientos de miles de masas solares, verdaderos montruos, en los centros de las galaxias activas. En el otro extremo, miniagujeros negros con un radio de 10-10 m y masas similares a las de un asteroide pudieron haberse formado en las condiciones extremas que se dieron poco después del Big Bang.

      Sí, en el Universo son muchas las cosas que existen para nuestro asombro y, no pocas veces, nuestras mentes tienen que hacer un alto en el camino, para pensar profundamente, hasta llegar a comprender lo que allí existe y como llegó a poder formarse.

      Alrededor del agujero negro puede formarse un disco de acreción cuando cae materia sobre él desde una estrella cercana que, para su mal, se atreve a traspasar el horizonte de sucesos. Es tan enorme la fuerza de gravedad que genera el agujero negro que, en tal circunstancias, literalmente hablando se come a esa estrella compañera próxima. En ese proceso, el agujero negro produce energía predominantemente en longitudes de onda de rayos X a medida que la materia está siendo engullida hacia la singularidad.

      En la singularidad, dejan de existir el tiempo y el espacio; podríamos decir que el agujero negro está fuera, apartado de nuestro universo, pero en realidad deja sentir sus efectos ya que, como antes dije, se pueden detectar las radiaciones de rayos X que emite cuando engulle materia de cualquier objeto estelar que se le aproxime más allá del punto límite que se conoce como horizonte de sucesos. Con la explicación anterior he querido significar que, de acuerdo con la relatividad de Einstein, cabe la posibilidad de que una masa redujera sin límite su tamaño y se autoconfinara en un espacio infinitamente pequeño y que, alrededor de esta, se forme una frontera gravitacional a la que se ha dado el nombre de horizonte de sucesos.

      Sí, es posible que una vez que hayamos representado la singularidad mediante las matemáticas de la relatividad general, la única otra manera de hacerlo sea en el interior de nuestras mentes (como hizo Kike), imaginando lo que puede ser, y qué acontecimientos podrían ser posibles en ese inimaginable lugar. Claro que, también la imagen pueda estar refiriéndose a que, nuestras mentes también son singularidades de la materia que han llegado a ser conscientes.

      El concepto mismo de “singularidad” desagradaba a la mayoría de los físicos, pues la idea de una densidad infinita se alejaba de toda comprensión. La naturaleza humana está mejor condicionada a percibir situaciones que se caracterizan por su finitud, cosas que podemos medir y pesar, y que están alojadas dentro de unos límites concretos; serán más grande o más pequeñas pero, todo tiene un comienzo y un final pero… infinito, es difícil de digerir.

      Además, en la singularidad, según resulta de las ecuaciones, ni existe el tiempo ni existe el espacio. Parece que se tratara de otro universo dentro de nuestro universo toda la región afectada por la singularidad que, eso sí, afecta de manera real al entorno donde está situada y además, no es pacífica, ya que se nutre de cuerpos estelares circundantes que atrae y engulle.

      Se afirma que las singularidades se encuentran rodeadas por un horizonte de sucesos, pero para un observador, en esencia, no puede ver nunca la singularidad desde el exterior. Específicamente implica que hay alguna región incapaz de enviar señales al infinito exterior. La limitación de esta región es el horizonte de sucesos, tras ella se encuentra atrapado el pasado y el infinito nulo futuro. Lo anterior nos hace distinguir que en esta frontera se deberían reunir las características siguientes:

      • debe ser una superficie nula donde es pareja, generada por geodésicas nulas;
      • contiene una geodésica nula de futuro sin fin, que se origina a partir de cada punto en el que no es pareja, y que
      • el área de secciones transversales espaciales jamás pueden disminuir a lo largo del tiempo.

      Todo esto ha sido demostrado matemáticamente por Israel, 1.967; Carter, 1.971; Robinson, 1.975; y Hawking, 1.978 con límite futuro asintótico de tal espaciotiempo como el espaciotiempo de Kerr, lo que resulta notable, pues la métrica de Kerr es una hermosa y exacta formulación para las ecuaciones de vacío de Einstein y, como un tema que se relaciona con la entropía en los agujeros negros.

      De todas las maneras amigo Kike, yo, por si acaso, no me acercaría a ningún agujero negro y menos aún, trataría de ir más allá del horizonte de sucesos, los efectos del tirón gravitatorio me espaguetizría antes de ser engullido por la singularidad y, la verdad, no debe ser muy agradable encontrarse en tal situación.

      Un abrazo amigo.

       

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