jueves, 28 de marzo del 2024 Fecha
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Nunca podremos saberlo todo.

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en ¡La vida! El misterio persiste    ~    Comentarios Comments (3)

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Al menos de momento, tenemos que admitir que es así. No creo que nunca podamos adquirir un conocimiento pleno de todas las cosas. Siempre nos quedarán secretos que desvelar y misterios por descubrir, y, la inmensa variedad y la vastedad compleja de la diversidad en la Naturaleza, tendrá siempre para nosotros, algunos rincones oscuros en los que moran respuestas que deseamos encontrar, y que sin embargo, es posible, que nunca lo podamos lograr.

              ¿Oiremos alguna vez que han encontrado los restos de la Atlántida?

“De todos los misterios que andan por el mundo, ninguno puede competir con las historias de tierras pérdidas y civilizaciones que ya no existen, y entre todas ellas, destaca sobremanera una: la desaparición de la Atlántida, un continente entero, que existió más allá de las Columnas de Hércules (Gibraltar) o nadie sabe dónde. A la Atlántida, se la tragó la tierra, en día y una noche, sin dejar rastro ni de ella ni de la floreciente civilización que poseía.

Al hombre por naturaleza le ha intrigado aquellos sucesos a los cuales no encuentra una explicacion lógica, y cuando sus respuestas no son las adecuadas, las ha convertido en misterios, leyendas o mitos pero, con el paso del tiempo, poco a poco, fue dejando de lado la mitología y a las divinidades para emplear la lógica y la observación del mundo, y, más tarde, llegó el experimento: la Ciencia había nacido.

Uno de los misterios más grandes se refieren a nosotros mismos, de manera fidedigna, no sabemos lo que pasó para que ahora podamos estar aquí. El cráneo de Lucy y unos huesos diminutos , cuidadosamente dispuestos en una vitrina del museo para su exhibición al público, nos pueden transportar hasta la cálida sabana africana en la que, según todos los indicios, se gestó la Humanidad hace unos tres millones de años.

 

Las estrellas, como todo en el Universo, no son inmutables y, con el paso del Tiempo, cambian para convertirse en objetos diferenters de los que, en un principio eran. Por el largo trayecto de sus vidas, transforman los materiales simples en materiales complejos sobre los que se producen procesos biológico-químicos que, en algunos casos, pueden llegar hasta la vida. Nebulosas hacedoras de mundos en las que, nacen estrellas nuevas y se transmutan los elementos sencillos en complejos, en ellas y en las estrellas surge el CHON (Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno) que son materiales esenciales para la vida.

Si viajamos hacia atrás en el tiempo, por ejemplo,  unos tres millones de años, podríamos contemplar, con asombro, a nuestros primeros antepasados. Los dinosaurios nos llevan a un tiempo de veinte a setenta veces más antiguo, a unos bosques mezosoicos por los que discurren bestias prodigiosas.

¿Qué habría pasado en la historia de la evolución si no hubiera caído aquel meteorito?

Claro que es mucho lo que aún desconocemos de la historia de la vida y, de la misma manera, se podrán expresar nuestros nietos, no es una asignatura de fácil comprensión, ya que, no teníamos aquí a un historiador recopilando todo lo que pasó, ni el tiempo que ha transcurrido nos permite encontrar las huellas necesarias que nos den una respuesta completa.

Claro que, a pesar de todo, incluso con esos enormes inconvenientes de la falta de pruebas, la historia de la Vida, es una narración tan apasionante que, seguimos y seguiremos buscando indicios del pasado que nos hablen de lo que pasó, de nosotros y de otros seres que, como nosotros mismos, surgieron a la vida tras un complejo proceso evolutivo del que, al parecer, sólo nosotros alcanzamos un nivel de consciencia superior (aquí en la Tierra que sepamos).

Reino Protista

La historia de la vida solemos relatarla al estilo de la genealogía de Abraham: las bacterias engendraron a los protozoos, los protozoos engendraron a los invertebrados, los invertebrados engendraron a los peces…y, así, sucesivamente, Claro que tales listas de conocimientos adquirido pueden ser memorizadas pero, no dejan mucho espacio para pensar que, en lugar de recitar como un papagallo esas cuestiones, es mejor, salir a espacios abiertos y a lugares remotos del planeta en los que, los vestigios e indicios nos digan que allí pasó algo, donde podamos encontrar rocas viejas y fósiles que sí, de manera fehaciente, nos hablaran de ese pasado que queremos conocer.

Los actuales descubrimientos de la Paleontología, la más tradicional de las empresas científicas, se entrelazan con nuevas ideas nacida de la biología molecular y la geoquímica. Los huesos de los dinosaurios son grandes y espectaculares y nos llevan al asombro. Pero, aparte del tamaño de sus habitantes, el Mundo de los dinosaurios se parecía mucho al nuestro. Contrasta con él la historia profunda de la Tierra, que nos cuentan fósiles microscópicos y sutíles señales químicas y que es, pese a ello, un relato dramático, una sucesión de mundos desaparecidos que, por medio de la transformación de la atmósfera y una evolución biológica, nos llevan hasta el mundo que conocemos hoy.

Descubren en Australia los fósiles de bacterias más antiguas de la Tierra - Agencia de noticias  EFE Agencia

         En Australia fueron descubiertos los fósiles de bacterias más antiguas de la Tierra

Pero, ¿cómo podemos llegar a comprender acontecimientos que ocurririeron hace unos miles de millones de años? Una cosa es aprender que en las llanuras mareales de hace mil quinientos millones de años vivían bacterias fotosintéticas, y otra muy distinta entender cómo se infiere que unos fósiles microscópicos pertenecen a bacterias fotosintéticas, cómo se averigua que las rocas que los rodean se formaron en antiguas llanuras mareales y cómo se estima su edad en mil quinientos millones de años.

En tanto que empresa humana, está es también la historia de la exploración que se extiende desde el espacio interior de las moléculas al espacio literalmente exterior del espacio interestelar y de los planetas como Marte.

cara_marte_3

 Muchas de las imágenes del planeta Marte, nos hablan de secretos que… ¿De dónde sale el metano allí detectado? ¿Lo producen metanógenos?

Muestras recogidas en Marte nos podrán hablar de qué aspectos de nuestra biología terrestre se pueden encontrar allí donde existe la vida, existió la vida o, ¿quién sabe? existirá. Seguramente en Marte podremos encontrar, para nuestro asombro, productos específicos de nuestra particular historia que yacen allí para darnos una respuesta pero, el camino que hemos de seguir para buscar la vida en el Universo dependerá, en gran medida, de lo que podamos encontrar en nuestro “barrio”: Marte, Encelado, Europa, Titán, Ganímedes y otros pequeños mundos que, cuando les dedicamos una profunda mirada, nos envían promesas que, no podemos desatender.

Uno de los temas más claros en la historia evolutiva es el carácter acumulativo de la diversidad biológica. Las especies individuales (al menos la de los organismos nucleados) aparecen y desaparecen en una sucesión geológica de extinciones que ponen de manifiesto la fragilidad de las poblaciones en un mundo de competencia y cambio ambiental. Pero la historia de las asociaciones -de formas de vida con una morfología y fisiología características- es una historia de acumulación. La visión de la evolución a gran escala es indiscutiblemente la de una acumulación  en el tiempo gobernada por las reglas del funcionamiento de los ecosistemas. La serie de sustituciones que sugieren los enfoques al estilo de la genealogía de Abraham no consigue captar este atribuito básico de la historia biológica.

Otro de los grandes temas es el de la coevolución de la Tierra y la Vida. Tanto los organismos como en Ambiente han cambiado drásticamente con el tiempo, a menud de forma concertada. Los cambios del clima, la geología e incluso la composición de la atmósfera y de los océanos han influido en el curso de la evolución, del mismo modo que las innovaciones biológicas han influido, a su vez, en la historia del medio ambiente.

Los científicos saben que, la Vida, nació por mediación de procesos físicos -tectónicos, oceanográficos y atmósfericos- estos mismos procesos antes mencionados, sustentaron la vida era tras era al tiempo que modificaban  continuamente la superficie de la Tierra. Por fin la vida se expandió y diversificó hasta convertirse en una fuerza planetaria por derecho propio, uniéndose a los procesos tectónicos y físico-químicos en la transformación de la atmósfera y los océanos. Creo que, el surgimiento de la vida como una característica definitoria de nuestro planeta es algo que, no podemos calificar con una plabra menor a la de un hecho extraordinario. Sin embargo, creo, que para que surja la vida sólo se necesita “un sol” y “un planeta” que estén a la adecuada distancias, ya que todos los materiales necesarios estarán allí dispuestos para que se conformen… ¡de tántas maneras!

¿Cuántas veces habrá ocurrido lo mismo en la vastedad del Universo?

emilio silvera

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 1 de julio del 2013 a las 8:52

    Es, al menos curioso que, en lo referente a la Atlántida, sea aquí en mi tierra, concretamente la región Doñana, en la que unos arquólogos la están buscando y, según dicen, con buenas perspectivas de hallar, restos definitorios de aquella gente que, en el remoto pasado (dicen) que estuvieron por aquí y, como en todos estos “sucesos”, se cuentan cosas más o menos fantásticas desde los tiempos de Homero y Platón hasta nuestros en los que, al no haberse resuelto el misterio, continúa viva esa llama de la curiosidad innata qur todos llevamos dentro al nacer y que nos empuja a querer…¡Saber!
    Y, a pesar de la “llama encendida de la curiosidad”, nunca podremos saberlo todo. La Naturaleza, al menos así lo creo, nos raciona de manera sabia los conocimientos que, en cada momento, debemos tener. Para todo hay que ser maduro y no podemos dejar una pistola en manos de un niño, ya sabemos lo que puede pasar.
    El trabajo que aquí se presente hace una breve referencia a la vida que en nuestro planeta disfruta de plena presencia en un medio idóneo para ella y que, según vamos pudiendo saber, aparece allí donde se le concede la mínima oportunidad, no importa el lugar ni lo “imposible” que nosotros podamos estimar que pueda ser5 para la aparición de la vida, ella, aparece como por arte de magia en aquellos lugares imposibles como en alguno de los que arriba se comentan y, siendo así (que lo es)… ¿Qué le puede impedir estar en otros mundos?
    Decir Universo es decir Vida porque, si estudiamos el recorrido que éste ha hecho desde su nacimiento en el supuesto Big Bang, no parece otra cosa sino que, ha estado trabajando más de diez mil años, para que nosotros, podamos estar aquí.
    Saludos.

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