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Estamos rodeados de misterios

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Relativista    ~    Comentarios Comments (10)

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Fue en el siglo XX (al observar partículas subatómicas que, en los grandes aceleradores de partículas, se movían a velocidades de decenas de miles de kilómetros por segundo) cuando se empezaron a encontrar aumentos de masa que eran suficientemente grandes para poder detectarlos. Un cuerpo que se moviera a unos 260.000 Km por segundo respecto a nosotros mostraría una masa dos veces mayor que cuando estaba en reposo (siempre respecto a nosotros).

En el universo todo es cambiante. Hasta “la nada” es cambiante. La energía que lo integra, que es parte de la misma materia, también es cambiante. Se transforma de una a otra. No se destruye. Cambia y evoluciona. El cuerpo humano es una gran máquina transformadora de energía porque es energía pura. El universo, en un setenta y tanto por ciento de su espacio infinito, es energía. Vivimos y formamos parte de un universo repleto de energía. Y en ese universo variable y lleno de energía existen miles de cuatrillones de formas de comunicación, entre otras, la del intercambio de energía entre los objetos que pueblan el Universo.

Nos comunicamos con el Sol que nos manda su energía para hacer posible nuestra presencia aquí, en el planeta Tierra. La energía que se comunica a un cuerpo libre puede integrarse en él de dos maneras distintas:

  1. En forma de velocidad, con lo cual aumenta la rapidez del movimiento.
  2. En forma de masa, con lo cual se hace “más pesado”.

La división entre estas dos formas de ganancia de energía, tal como la medimos nosotros, depende en primer lugar de la velocidad del cuerpo (medida, una vez más, por nosotros). Si el cuerpo se mueve a velocidades normales, prácticamente toda la energía se incorpora a él en forma de velocidad: se moverá más aprisa sin cambiar su masa.

A medida que aumenta la velocidad del cuerpo (suponiendo que se le suministra energía de manera constante) es cada vez menor la energía que se convierte en velocidad y más la que se transforma en masa. Observamos que, aunque el cuerpo siga moviéndose cada vez más rápido, el ritmo de aumento de velocidad decrece. Como contrapartida, notamos que gana más masa a un ritmo ligeramente mayor.

La luz, formada por cuentos llamados fotones, es tan rápida que nada en el Universo, la puede alcanzar. Sin embargo sí hay algo que la puede retener mediante la fuerza de Gravedad.

Al aumentar aún más la velocidad y acercarse a los 299.792’458 Km/s, que es la velocidad de la luz en el vacío, casi toda la energía añadida entra en forma de masa. Es decir, la velocidad del cuerpo aumenta muy lentamente, pero la masa es la que sube a pasos agigantados. En el momento en que se alcanza la velocidad de la luz, toda la energía añadida se traduce en masa.

El cuerpo no puede sobrepasar la velocidad de la luz porque para conseguirlo hay que comunicarle energía adicional, y a la velocidad de la luz toda esa energía, por mucha que sea, se convertirá en nueva masa, con lo cual la velocidad no aumentaría ni un ápice.

Si pudiéramos coger con los dedos, un muón que es lanzado por el Acelerador de partículas a velocidad cercana a la de la luz, veríamos como su masa a podido aumentar más de diez veces, toda vez que, la energía que se le ha inyectado no puede seguir convirtiéndose en velocidad más allá de la de la luz, y, el excedente, se convierte en masa. Todo esto no es pura teoría, sino que tal como ha sido comprobado, es la realidad de los hechos.

La velocidad de la luz es la velocidad límite en el universo. Cualquier cosa que intente sobrepasarla adquiriría una masa infinita.

La velocidad de la luz, por tanto, es un límite en nuestro universo; no se puede superar. Siendo esto así, el hombre tiene planteado un gran reto, no será posible el viaje a las estrellas si no buscamos la manera de esquivar este límite de la naturaleza, ya que las distancias que nos separan de otros sistemas solares son tan enormes que, viajando a velocidades por debajo de la velocidad de la luz, sería casi imposible alcanzar el destino deseado.

Ninguna nave espacial, por los métodos convencionales, podrá alcanzar nunca la velocidad de la luz. Seguramente, los hombres inventarán otros procedimientos para que esas naves puedan burlar ese muro ahora infranqueable y, discurrirán otros caminos que nos posibiliten llegar hasta las estrellas.

Los científicos, físicos experimentales, tanto en el CERN como en el FERMILAB, aceleradores de partículas donde se estudian  los componentes de la materia haciendo que haces de protones o de muones, por ejemplo, a velocidades cercanas a la de la luz choquen entre sí para que se desintegren y dejen al descubierto sus contenidos de partículas aún más elementales.  Pues bien, a estas velocidades relativistas cercanas a c (la velocidad de la luz), las partículas aumentan sus masas; sin embargo, nunca han logrado sobrepasar el límite de c, la velocidad máxima permitida en nuestro universo.

Es preciso ampliar un poco más las explicaciones anteriores que no dejan sentadas todas las cuestiones que el asunto plantea, y quedan algunas dudas que incitan a formular nuevas preguntas, como por ejemplo: ¿por qué se convierte la energía en masa y no en velocidad?, o ¿por qué se propaga la luz a 299.793 Km/s y no a otra velocidad?

La única respuesta que podemos dar hoy es que así es el universo que nos acoge y las leyes naturales que lo rigen, donde estamos sometidos a unas fuerzas y unas constantes universales de las que la velocidad de la luz en el vacio es una muestra.

A velocidades grandes cercanas a la de la luz (velocidades relativistas) no sólo aumenta la masa del objeto que viaja, sino que disminuye también su longitud en la misma dirección del movimiento (contracción de Lorentz) y en dicho objeto y sus ocupantes – si es una nave – se retrasa al paso del tiempo, o dicho de otra manera, el tiempo allí transcurre más despacio. A menudo se oye decir que las partículas no pueden moverse “más deprisa que la luz” y que la “velocidad de la luz” es el límite último de velocidad.

Pero decir esto es decir las cosas a medias, porque la luz viaja a velocidades diferentes dependiendo del medio en el que se mueve. Donde más deprisa se mueve la luz es en el vacío: allí lo hace a 299.792’458 Km/s. Este sí es el límite último de velocidades que podemos encontrar en nuestro universo.

Fotones viajeros

Tenemos el ejemplo del fotón, la partícula mediadora de la fuerza electromagnética, un bosón sin masa que recorre el espacio a esa velocidad antes citada.

Einstein en su teoría de la relatividad especial de 1.905, nos decía que en nuestro universo nada puede ir más rápido que la luz. También nos dejó dicho que masa y energía don dos aspectos de una misma cosa. Que la materia se puede convertir en energía  (muchos son los ejemplos que tenemos de ello, y, no todos son buenos)  pero,  ¿es posible hacer lo contrario y convertir energía en materia?

Sí sería posible convertir energía en materia, pero hacerlo en grandes cantidades resulta poco práctico. Veamos por qué .Según la teoría de Einstein, tenemos que E = mc2, donde e representa la energía, medida en ergios, m representa la masa, medida en gramos, y c es la velocidad de la luz en centímetros por segundo.

La luz se propaga en cualquier medio.

La luz se propaga en el vacío a una velocidad aproximada a los 30.000 millones (3×1010) de centímetros por segundo. La cantidad c2 representa el producto c×c, es decir:

3×1010 × 3×1010, ó 9×1020.

Por tanto, c2 es igual a 900.000.000.000.000.000.000.

Así pues, una masa de un gramo puede convertirse, en teoría, en 9×1020 ergios de energía.

El ergio es una unida muy pequeña de energía que equivale a: “Unidad de trabajo o energía utilizado en el sistema c.g.s y actúa definida como trabajo realizado por una fuerza de 1 dina cuando actúa a lo largo de una distancia de 1 cm: 1 ergio = 10-7 julios”. La kilocaloría, de nombre quizá mucho más conocido, es igual a unos 42.000 millones de ergios. Un gramo de materia convertido en energía daría 2’2×1010 (22 millones) de kilocalorías.  Una persona puede sobrevivir cómodamente con 2.500 kilocalorías al día, obtenidas de los alimentos ingeridos. Con la energía que representa un solo gramo de materia tendríamos reservas para unos 24.110 años, que no es poco para la vida de un hombre.

En el contexto del universo, hay energías que se convierten en masa. Esa difícil transformación, no resulta nada fácil de conseguir en un laboratorio manipulado por el hombre, Hay cosas que aún, se escapan a nuestras posibilides y a las de nuestros ingenios tecnológicos.

O digámoslo de otro modo: si fuese posible convertir en energía eléctrica la energía representada por un solo gramo de materia, bastaría para tener luciendo continuamente una bombilla de 100 vatios durante unos 28.200 años. O bien: la energía que representa un solo gramo de materia equivale a la que se obtendría de quemar unos 32 millones de litros de gasolina.

Nada tiene de extraño, por tanto, que las bombas nucleares, donde se convierten en energías cantidades apreciables de materia, desaten tanta destrucción. La conversión opera en ambos sentidos. La materia se puede convertir en energía y la energía en materia. Esto último puede hacerse en cualquier momento en el laboratorio, donde continuamente convierten partículas energéticas (como fotones de rayos gamma) en 1 electrón y 1 positrón sin ninguna dificultad. Con ello se invierte el proceso, convirtiéndose la energía en materia. Claro que, sólo lo hacemos en esas infinitesimales proporciones. Bueno, para empezar no está mal.

Estos personajes del futuro, tenían la posibilidad de obtener alimentos de una máquina que transformaba la energía en viandas. ¿Cuando será realidad tal logro? Sería una buena solución para muchas regiones de la Tierra. Sin embargo, lejos queda esa posibilidad futura.

Pero, lo que nosotros podemos lograr en ese plano,  sería hablar de una transformación de ínfimas cantidades de masa casi despreciable. ¿Pero podremos utilizar el mismo principio para conseguir cantidades mayores de materia a partir de energía?

Bueno, si un gramo de materia puede convertirse en una cantidad de energía igual a la que produce la combustión de 32 millones de litros de gasolina, entonces hará falta toda esa energía para fabricar un solo gramo de materia, lo que nos lleva al convencimiento de que no sería muy rentable invertir el proceso.

Ya arriba dejo la imagen de quellos viajeros espaciales de la Nave Enterprise, cuando tenían hambre, le piden a una dispensadora de alimentos lo que desean comer o beber, y la máquina, a partir de la energía, le facilita todo aquello que necesiten. La serie Star Trek, unas de las mejores que han sido realizadas, reflejan algunas licencias que como esta de la máquina dispensadora, no explican de dónde precede la fuente de energía que utilizan y, que según lo que se ve, tendría que ser inagotable.

Antes de que llegara Einstein, los físicos del siglo XIX creían que la materia y la energía eran dos cosas completamente diferentes. Materia es todo aquello que ocupaba un espacio y que poseía masa. Y al tener masa también tenía inercia y respondía al campo gravitatorio. La energía en cambio, no ocupaba espacio ni tenía masa, pero podía efectuar trabajo. Además, se pensaba que la materia consistía en partículas (átomos), mientras que la energía, se componía de ondas.

Por otra parte, esos mismos físicos del XIX creían que ni la materia ni la energía, cada una por su parte, podía ser creada ni destruida. La cantidad de materia del universo era constante, igual que la cantidad total de energía.  Había pues una ley de conservación de la energía y de conservación de la materia.

Albert Einstein, en 1.905, les demostró que la masa es una forma muy concentrada de energía. La masa podía convertirse en energía y viceversa.  Lo único que había que tener en cuenta era la ley de conservación de la energía. En ella iba incluida la materia.

Hacia los años veinte se vio además que no se podía hablar de partículas y ondas como si fuesen dos cosas diferentes. Lo que se consideraban partículas actuaban en ciertos aspectos como si de ondas se tratara, y lo que normalmente se consideraban ondas actuaban en ciertos aspectos como partículas.

Así podemos hablar de ondas del electrón, por ejemplo; y también de partículas de luz, o fotones. Pero existe una diferencia entre la una y el otro, mientras que la partícula que denominamos electrón, posee una “masa en reposo” mayor a cero, los fotones por el contrario, no tienen masa alguna, por ese motivo, estas partículas se mueven siempre a una velocidad de 299.792’458 metros por segundo a través del vacío, no debemos olvidar que un fotón es una partícula de luz.

Estamos inmersos en un Universo palpitante, en el que todo es movimiento y energía, nada está estático y, hasta las más ínfimas partículas de materia, se mueven a velocidades alucinantes. Es una dinámica que está marcada, o, regida, por las leyes fundamentales, las fuerzas rigen el Cosmos infinito. Nosotros, siempre curiosos y deseosos de saber, buscamo en lo más profundo del SER del UNIVERSO, para desentrañar lo que es y lo que somos. ¿Lo conseguiremos algún día?

Eso, me lo podeis preguntar dentro de unos pocos millones de años, y, seguramente, aún no os sabría contestar.

emilio silvera

Fuentes: diversas obras de ciencia con una brizna de mi propio archivo mental.

 

  1. 1
    Ramon Marquès
    el 18 de julio del 2011 a las 20:50

    Hola Emilio:
    Este artículo ha sido como viajar placenteramente por el espacio a través de la energía que no vemos. Gracias, la enhorabuena y un fuerte abrazo. Ramon Marquès

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 19 de julio del 2011 a las 4:49

      Amigo Ramón, como siempre te digo, es un placer tenerte por aquí. Está bien que disfrutes con lo que solemos poner en éstas páginas, es una señal de que tu curiosidad persiste y, siendo así, la vida sigue con fuerzas y lleva a la mente a querer saber…qué es lo que pasa con esos secretos que deseamos desvelar, y, la energía del Universo, amigo mío, es uno de los más grandes misterios en el que aún, no hemos podido descorrer el velo totalmente. Hemos podido ver una parte y nos queda otra por conocer.
      ¡La Energía! Ese algo que mueve el Universo (Todo en el Universo es Energía), de lo que nos habló Einstein que pudo descubrir donde estaba escondida (en la materia misma), y, sin embargo, aún parece querer escamotearnos algunos parámetros que nos son desconocidos para completar el cuadro.
      Esperémos que algún día, sepamos explicar lo que la energía es.
      Un abrazo amigo.

      Responder
  2. 2
    Abdel Majluf
    el 18 de julio del 2011 a las 23:51

    LLevas la razón amigo mio, la energía se puede transformar en trabajo, pero también en materia. Un agujero negro es teoricamente un buen ejemplo, transformando materia en energía y la energía oscura, pues, ese es otro cuento.
    Cuantos misterios habrá que seguir develando……muchos, lastima que nosotros solo alcanzaremos a conjeturar y ha
    creer en algunas hipotesis que en un futuro, serán derrocadas por otras, pero amigo mio, asi será por cientos y cientos de años, te aseguro, quizas nunca loremos entender el universo.
    Es como si pensaramos en la vida en otros planetas, aunque encontremos un planeta azul, con atmosfera y vegetación, donde los bloques fundamentales àra la vida se encuentren presentes, asi igual podriamos encontrarnos con la disyuntiva, de que tipo de vida existe, o dicho de otra manera, en que era geológica se encuentra. Ya en nuestro planeta tenemos el ejemplo de que han existido a lo menos 5 extinciones masivas y solo despues de la última aparecio el hombre, hoy nos encontramos en una casi sexta extinción, donde un papel fundamental juegan las abejas, que estan desapareciendo y con ello la polinización, de lo que se desprende la fotosintesis, además de los fondos oceánicos que sufren ya una catastrofe inminente, y que como no esta a la vista como un bosque, quizas no se ha tomado mucho en cuenta, pero resumiendo y volviendo al tema, nadie nos aseura, que de ocurrir otra extinción, el hombre vuelva a nacer.
    Al mirar otro planeta con vda sea inteligente o no, claramente la presencia de humanoides, no se hace tan fácil.

    Saludos cordiales

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 19 de julio del 2011 a las 4:50

      Como bien apuntas…¡Nos queda tanto por desvelar!

      Responder
  3. 3
    Abdel Majluf
    el 18 de julio del 2011 a las 23:58

    Y pensando en lo mismo, te has dado cuenta de cuantas enanas blancas como será nuestro sol, se han encontrado con sistemas solares muertos…Universo primitivo?..quizas, aquí una interrogante necesaria
    ¿Fueron hace mucho tiempo habitables los planetas alrededor de estrellas que están ya muertas? Pareciera que si, hoy se han encontrado pruebas de que entre un 1 y un 3 por ciento de las estrellas enanas blancas tienen planetas rocosos y asteroides orbitándolas, recordemos que nuestra estrella el Sol, terminará su vida convertida precisamente en una enana blanca, Esto sugiere que estos objetos albergaron en un tiempo sistemas solares similares al nuestro. Las enanas blancas son los compactos y calientes remanentes dejados cuando estrellas como el Sol alcanzan el final de sus vidas. Hoy gracias a los datos del Telescopio Espacial Spitzer, podemos realizar estos estudios, donde ya se han encontrado asteroides en órbita alrededor de un gran número de enanas blancas, tal vez hasta 5 millones en nuestra propia Vía Láctea.
    Por otro lado, las atmósferas de estas enanas blancas constan completamente de hidrógeno y helio pero a veces están contaminadas con elementos más pesados como calcio y magnesio. Las nuevas observaciones sugieren que estas estrellas del tamaño de la Tierra a menudo se ven contaminadas por una lluvia gradual de polvo que orbita cerca y que emite radiación infrarroja.
    Hoy se sugiere, que al menos 1 de cada 100 estrellas enanas blancas están contaminadas de esta forma y que el polvo se origina en cuerpos rocosos como asteroides (también conocidos como planetas menores). En nuestro Sistema Solar, los planetas menores son los restos dejados por los bloques básicos de los planetas rocosos terrestres como la Tierra.
    “En la búsqueda de planetas similares a la Tierra, ya hemos identificado numerosos sistemas que son excelentes candidatos para albergarlos”, “Allí donde persisten como enanas blancas, cualquier planeta terrestre probablemente no será habitable, pero puede haber lugares donde la vida se desarrolló en épocas anteriores”.
    Los nuevos hallazgos indican que el polvo está completamente contenido dentro del límite de Roche de la estrella — lo bastante cerca para que cualquier objeto mayor de unos pocos kilómetros fuese destrozado por las mareas gravitatorias (el mismo fenómeno que llevó a la creación de los anillos de Saturno). Esto respalda la hipótesis sobre que los discos de polvo alrededor de las enanas blancas se producen por planetas menores perturbados por mareas. Para pasar tan cerca de la enana blanca, un asteroide debe ser perturbado fuera de su órbita normal – y esto puede ocurrir durante un encuentro cercano con planetas aún no detectados.
    Debido a que las enanas blancas descienden en la secuencia principal de estrellas como el Sol, implica que al menos entre un 1% y un 3% de las estrellas de la secuencia principal tienen planetas terrestres a su alrededor.
    Tal vez el aspecto más apasionante de esta investigación es que la composición de estos asteroides despedazados puede medirse usando los elementos pesados vistos en la enana blanca.
    Por último una interrogante, “¿Los planetas extrasolares rocosos que encontremos son similares a los planetas terrestres de nuestro Sistema Solar?, pareciera que sí, cual verdaderos sistemas solares del universo primitivo, tal vez, la vida ya estuvo presente allí.

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 19 de julio del 2011 a las 5:10

      Elucubras bien sobrte el tema y me quedo con tu último interrogante sobre los planetas extrasolares similares al nuestro, y, habiendo estado orbitándo a una estrella similar a la nuestra (enana blanca), es posible que, si alguno estaba situado en la zona habitable, la vida floreciera como ha pasado aquí en la Tierra. Ahora bien, si esa estrella cumplió su ciclo y se convirtió en una enana blanca, es probable que ese planeta similar o parecido a nuestra Tierra, acabara calcinado en la fase de Gigante Roja, y, siendo así, sólo caben dos posibilidades:
      1. Que los seres vivientes terminaran allí, en aquel momento fatídico su andadura, o,
      2. Que si tuvieron tiempo para ello y desarrollaron la tecnología necesaria, huyeran a otros mundos.
      De todas las maneras, la cuestión no es nada fácil, como bien dices, aquí mismo en la Tierra han sucedido episodios de extinciones importantes, sobre todo cinco de ellos bien determinados hoy, son los que marcan la pauta de tales sucesos y, nosotros estamos aquí sin saber cuando podrá llegar nuestra hora final. Eso no depende de nosotros, es la Naturaleza la que lleva la voz cantante.
      Simplemente tenemos la esperanza de que, al estar en una zona muy tranquila, podamos ir capeando el temporal mientras aprendemos, mientras avanzamos en el conocimiento de las leyes físicas, las matemáticas, la biología y la química, y, de tal manera lograr adquirir aquellos conocimientos que nos serán necesarios para partir hacia otros planetas que, como la Tierra, nos puedan dar cobijo.
      Si la debacle llega antes de que eso sea una realidad, la Humanidad lo tendrá mal, muy mal. Estamos hablando de fuerzas que no podemos comprender en toda su inmensidad, y, sin embargo, nuestra especie, con su fragil envoltura pero, con su poderosa mente, pudiera alcanzar el nivel necesario para hacer frente a situaciones que hoy, sería impensable de poder vencer.
      Ya debes saber que del último cálculo que se ha realizado, sólo en nuestra Galaxia, la Vía Láctea pueden existir miles y miles de planetas como la Tierra (me callo la cantidad que dieron oficialmente, es una barbaridad de grande) y, siendo así…¿quién sabe lo que por aquellos mundos pueda estar deambulando, o, pesando?
      No sabemos gran cosa, estamos balbuceando en muchas cuestiones que se nos escapan, y, la única manera de comenzar una conversación sin tartamudear, hablando de manera limpia y clara (es una metáfora), es la de adquirir los conocimientos necesarios para ello.
      Pero eso sí, en cualquier estrella de la clase G2V como la nuestra que estén orbitando planetas rocosos y se encuentren a una distancia adecuada de “su sol”, la vida pudiera estar presente y bulliciosa, haciendo de las suyas, sobre todo, si han suirgido allí (como por otra parte es probable) seres que, como nosotros, sean conscientes de SER.
      Un saludo amigo

      Responder
  4. 4
    eduardo ruiz romero
    el 20 de julio del 2011 a las 13:11

    nos creemos los reyes del universo o eso pensaran muchos de los gobernantes de este mundo cientificos de la nasa ydemas .pero pienso que algun dia no muy lejano esos seres de lo cual estoy convencido que habitan otroa mundos se daran a conocer de una forma clara y concisa y espero que sea para darnos una leccion de civismo de respeto para nuestros semejantes y nuestro planeta. un saludo

    Responder
  5. 5
    abdel majluf
    el 20 de julio del 2011 a las 14:46

    Emilio, no me resistí de no entregarte mi artículo completo, aca lo tienes, espero te guste y me des tu opinión, al igual que el resto de los amigos.

    ¿ Como serán los seres vivos en otros Mundos?

    ¿ Que buscamos seres vivos o hmanoides?
    En los últimos años, los avances experimentados en el campo de la astronomía, han sido comparables a los alcanzados en el campo de la física en el siglo 20. Y esto nos ha generado una gran expectación, esperando ese gran momento en que alguna agencia espacial, emita un comunicado de prensa, indicando que han encontrado un planeta donde existe vida.
    Para esto, se está buscando esas exotierras tanto dentro como fuera de nuestro sistema solar, acá, en nuestra vecindad, las mayores expectativas están enfocadas a las lunas de los planetas jovianos, Titán, Europa, Ío, Ganimedes por nombrar algunas y por supuesto nuestro vecino marte, que claramente algo nos tendrá que develar.

    Pero con la mayor tecnología alcanzada, hoy nuestros gigantescos ojos, están puestos en los exoplanetas, aquellos que se encuentran en los sistemas solares más allá de la heliosfera. Allí hemos estado buscando algunos candidatos, que cumplan con características similares a nuestro planeta, entre estos podemos destacar, que se encuentren en la zona habitable, es decir donde el agua se presente en estado líquida, pero también que sea rocoso, y es allí donde yo subrayaría una cierta consecuencia a tener en cuenta.

    Hace muchos años, más exactamente en 1961, el astrónomo estadounidense Frank Drake, creo una ecuación, una formula una fórmula matemática para realizar estimaciones acerca del número de civilizaciones tecnológicamente avanzadas existentes en la Galaxia, basándose en varios datos.
    La fórmula propuesta fue la siguiente:

    N= R* x Fp x ne x F1 x Fi x Fc x L
    ¿Pero, en qué consiste?
    N: Representa el resultado de la ecuación, lo que queremos conseguir expresado en el total de civilizaciones.
    R: El número total de estrellas en la Vía Láctea o cualquier otra Galaxia que tomemos para estudio
    Fp: Es la fracción de esas estrellas que tienen sistemas planetarios.
    ne: corresponde al número de planetas apropiados para la vida, por cada sistema planetario.
    F1: es la fracción de esos planetas donde se desarrolla la vida.
    Fi: es la fracción de esos planetas donde se desarrolló la inteligencia.
    Fc: la fracción de los planetas capaces de comunicarse a través de señales de radio.
    L: la fracción de tiempo de vida del planeta durante la cual vive la civilización.

    Pero si analizamos esta fórmula, llegaremos a la conclusión, que lo que se busca es una vida humanoide similar a la nuestra, cual clon cósmico habitando en otra tierra. Distante de nosotros.

    Pero, creo necesario recordar, que un planeta como el nuestro, necesariamente debe ser tectónico y por cierto, con ciclos como los que se han ido sucediendo en nuestro planeta. Y al tocar este punto, me quiero referir a los periodos de glaciaciones, de calentamiento global, a colisiones como los asteroides, meteoritos y en general a todo lo que ha hecho que durante la vida de esta tierra, haya habido ya cinco extinciones masivas, y solamente después de la última aparecimos nosotros, los seres humanos.

    Por consiguiente, encontrar un planeta azul, con atmosfera, oxígeno, agua, vegetación, no necesariamente nos indicará que existan humanoides, si las leyes de la naturaleza son universales y la casualidad se diera, lo que podríamos encontrar, podrían ser, seres vivos como los que reinaron en los periodos pasados, recordemos aquellos antecedentes que no se tomaron en consideración:

    – Primera extinción: 435 millones de años (paleozoico-era primaria). Una larga glaciación casi acaba con la vida marina, algunos peces sobreviven y los invertebrados pagan un duro tributo.
    – Segunda extinción: 367 millones de años (devónico). Desaparecen un gran número de especies de peces y el 70 % de los invertebrados marinos.
    – Tercera extinción: 245 millones de años (en la frontera de la era primaria y secundaria). La más dramática de todas ya que perecieron el 90 % de todas las especies marinas y terrestres, en ellos, el 98 % de los crinoideos, 78 % de los braquiopodos, 76 % de los briozoos, 71 % de cefalopodos, 21 familias de reptiles y 6 de anfibios, además de un gran número de insectos
    – Cuarta extinción: 210 millones de años (triásico). Desaparecen el 75 % de los invertebrados marinos. Y se extinguen los reptiles mamiferianos, dando paso a los dinosaurios.
    – Quinta extinción: 65 millones de años (cretácico). Desaparecen los dinosaurios y los amonites además de otro buen número de especies. Los mamíferos se extienden por los espacios terrestres y los peces se adueñan de los mares.
    Los trilobites, los dinosaurios, los tigres de dientes de sable están extinguidos y sólo se les conoce por los fósiles. Los paleontólogos estiman que por lo menos el 99.9 % de todas las especies de organismos que han existido están ahora extinguidas.

    Hoy día, los geólogos están comenzando a aceptar que las grandes extinciones, son procesos normales en la historia geológica de nuestra tierra.

    Hoy estamos presenciando el comienzo de la sexta extinción masiva, de la que quizás, no sobreviviremos y claramente, se hace improbable que posterior a la recuperación del planeta, el hombre vuelva a reaparecer, la prueba, es que en más de 500 millones de años en los que se han sucedido las extinciones o aún más, en casi 3.000 millones de años desde que se inició la vida en la tierra, recién según las dataciones, Toumai, el que pudo ser el primer homínido o por lo menos uno de los primeros antecesores del homo sapiens, solo tiene entre seis y siete millones de años.

    ¿Cuantas extinciones masivas aún quedan por sucederse en nuestro planeta, aun en su periodo azul, y con nuestra estrella en su etapa normal, osea en secuencia principal?, ¿Cuantas especies, se desarrollarán y quizás lleguen a etapas mucho más avanzadas que nosotros?.

    La vida para mi debe ser omnipresente en nuestro universo, pero claramente, al mirar allá arriba, habrá que pensar quizás, como en la guerra de las galaxias, en que los seres vivos inteligentes o no, no necesariamente deben parecerse a nosotros. Quizas debamos de dejar de ser tan egolatras y pensar que la belleza no necesariamente debe ser como nosotros la vemos.
    Quizas, las exotierras sean exóticas, pero las formas de vida allí, lo sean aún más. Hoy estamos decubriendo que hay muchos planetas candidatos girando al rededor de estrellas distintas a la nuestra, soles rojos naranjas, incluso algunoscandidatosgirandoen medio de sistemas binarios.

    Y por último,no podemos descartar que existan otros tipos de vida diferentes a los que nosotros conocemos aca en la tierra habitando otros tipos de mundos, con oceanos de metano líquido, quizas, lo cierto es que, aun estamos aca, observando y divagando, mirando hacia el pasado en busca de aquellos, los candidatos.

    Saludos cordiales.

    Responder
  6. 6
    abdel majluf
    el 20 de julio del 2011 a las 18:13

    A proposito de lo último, quizas lo  único que se podría repetir, es encontrar  seres provistos de mentes y conciencia, aunque el envoltorio sea distinto al que llevamos nosotros.

    Responder
  7. 7
    emilio silvera
    el 20 de julio del 2011 a las 18:29

    Se te saluda amigo Abdel.
    Siempre resulta interesante lo que tienes que decir, y, desde luego, lo que podamos encontrar o los que nos puedan encontrar…¿quién puede decir como serán? Cualquier idea que nos venga a la mente podría ser acertada.
    En lo de la envoltura es probable que lleves razón, la morfología exterior dependerá de muchas cosas. La mente, si son seres inteligentes, funcionará más o menos, como la nuestra (creo).
    De todqas las maneras, creo que serán seres que, como nosotros mismos, estarán basados en el Carbono, y, si es así (que probablemente lo será), tendrán muchas similitudes con nuestra especie, y, en sus mundos, como en el nuestro, existirán otros animales que, cuando los podamos contemplar, seguramente serán las delicias de los biólogos.
    ¡La vida en otros mundos!
    Tal como funciona el Universo…¡Ahí fuera estará! Lo que no te puedo decir es como llegar hasta ellos, las distancias insalvables (por ahora) nos tienen aislados en este pequeño mundo alejado de todo tráfico, el BNrazo de Orión que nos acoge, como sabes bien, es una zona muy tranquila y alejada del Centro Galáctico, tenemos estrellas vecinas que la más cercana está a 4,3 años-luz de nuestro Sol, y, con lo que podemos disponer hoy para desplazarnos…pensar en hacerle una visita…es imposible.
    Pero bueno, sigamos haciendo cálculos, sigamos imaginando, sigamos soñando, sigamos teorizando, y, sobre todo, sigamos investigando y observando que…todo llegará.
    Hasta otra amigo mío.

    Responder

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