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La Nebulosa Carina NGC 3372 (Imagen a la derecha)

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

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No podemos hablar de esta Nebulosa sin referirnos a la Constelación que la contiene. Carina como constelación austral que representa la quilla del barco Argo Navis. Contiene la segunda estrella más brillante del cielo, Canopus (Alfa Carinae). Otra estrella brillante es Beta Carinae (Miaplacidus). Eta Carinae es una estrella variable única embebida en la Nebulosa NGC 3372,  que nos visita hoy y de la que hemos hablado aquí no hace mucho tiempo. En la Constelación se encuentran grupos importantes de cúmulos globulares entre los que cabe destacar NGC 2516 y NGC 3532, y también IC 2602.

Casi en todas las referencias que podamos encontrar de esta Nebulosa, podemos encontrar explicaciones como esta:

“En una de las partes más luminosas de la Vía Láctea se encuentra una nebulosa dónde ocurren algunas de las cosas más inusuales. NGC 3372, conocida como la Gran Nebulosa en Carina, es hogar de estrellas masivas y nebulosas cambiantes. Eta Carina, la estrella más energética en la nebulosa, era una de las estrellas más luminosas en el cielo de 1830, pero desde entonces ha decaído rápidamente. La Nebulosa del Ojo de la cerradura (Keyhole), visible cerca del centro, aloja algunas de las estrellas más masivas conocidas, que también han cambiado su apariencia. La Nebulosa de Carina se extiende por unos 300 años-luz y se encuentra a unos 7.000 años-luz de nosotros, en la constelación de Carina. En la última década, Eta Carina ha emitido grandes destellos de luz e incluso podría explotar como una supernova dentro de los próximos mil años.”

Está claro que, en estas explicaciones no se profundiza ni se explican cuestiones de alto interés científico, como por ejemplo, los resultados que la Astrofísica, esa relativamente nueva rama de la física, puede obtener investigando lugares como este de la Nebulosa Carina en la que, se producen sucesos que nos facilita ampliar conocimientos al estudiar los sucesos que ahí ocurren y las reacciones físicas que se producen para generar energía y síntesis de nuevos elementos químicos en el Universo.

En lugares como éste, los científicos, al tratarse de un campo multidisciplinar, donde se pueden combinar observaciones astronómicas, el análisis de la composición química de los materiales ahí presentes, y, así mismo, la formación de nuevas estrellas y mundos, posibilita la investigación de los aspectos astrofísicos y también la conformación de nuevos modelos teóricos para comprender toda la evolución de las Nebulosas que, como Carina, son ricas en materia y energías que son radiadas por las estrellas jóvenes y masivas que, en Carina, son abundantes.

Muchas veces hemos podido hablar aquí de los grandes avances en la modernización astrofísica de las diferentes etapas de evolución estelar. Los desafíos actuales se centran en la realización de simulaciones en tres dimensiones espaciales de los diferentes fenómenos astrofísicos y en particular de las espectaculares explosiones de supernovas tanto termonucleares como debidas al colapso gravitatorio.

Aquí, en lugares como el que podemos contemplar, en la Nebulosa Carina, se suceden los diferentes procesos que nos pueden explicar la generación de energía y síntesis de los elementos que forman nuestro Universo. Las diferentes rutas necesarias para confeccionar la carta de elementos que nos podemos encontrar en el espacio interestelar, están aquí bien definidas y nos podemos dar cuenta de por dónde transcurren los diferentes caminos en los procesos de la nucleosíntesis y las abundancias con las que los diferentes elementos aparecen en cada una de esas rutas en función de los procesos que, en cada evento pueden surgir.

Todos sabemos que el Big Bang sólo produjo Hidrógeno y Helio, el resto de los elementos tienen que sintetizarse en otro lugar. Actualmente está bien establecido que la producción de elementos ligeros ocurre mediante las reacciones de fusión que tiene lugar en el interior de las estrellas, y, otros más complejos, son el fruto de las explosiones supernovas que se producen cuando estrellas, como Betelgeuse o Eta Carinae, llegan al final de sus vidas y, desaparecida la fusión nuclear, quedan a merced de la Gravedad que, se encarga de convertir, ese material en densos objetos que pueblan las galaxias, y, en el proceso, se producen explosiones de inusitada potencia que lanzan al espacio, chorros inmensos de materiales en forma de plasma que lo siembran para que, al enfriarse, se transformen en nuevas estrellas y nuevos mundos.

Dado que cuando nacen las estrellas están constituidas principalmente de hidrógeno, un mecanismo natural para explicar la generación de energía es la fusión de 4 núcleos de hidrógeno (protones) para dar un núcleo de Helio (partícula alfa, α), en estos procesos, se producen muchas trazas de residuos de Deuterio y Litio.

Hans Bethe propuso una explicación a todo este proceso allá por el año 1939, al sugerir la existencia de dos posibles mecanismos hoy denominados cadena pp y ciclo CON (protón-protón y ciclo del Carbono, Nitrógeno, Oxígeno). El resultado neto de ambos procesos es la conversión de cuatro protones en un núcleo de Helio que puede describirse de manera simbólica por la relación

41H → 4He + 2e+ + 2νe + energía

En el que además de un núcleo de Helio (4He, partícula α) se producen dos positrones (e+) y dos neutrinos electrónicos (ve).

Otros muchos aspectos de lo que ahí, en la Nebulosa Carina puede acontecer, nos daría para estar hablando de ello, durante días. Sin embargo, como el comentario sólo trata de dar una semblanza sencilla de lo que ahí acontece, aquí lo daremos por finalizado.

emilio silvera

 


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