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Algún día sabremos como funciona el Universo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (2)

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Dejando a un lado, a los primeros descubridores, como Ptolomeo, Copérnico, Galileo, Kepler y otros muchos de tiempos pasados, tenemos que atender a lo siguiente:

La primera revolución de la Física se produjo en 1.905, cuando Albert Einstein con su relatividad especial nos ayudo en nuestra comprensión de las leyes que gobiernan el Universo.  Esa primera revolución nos fue dada en dos pasos: 1905 la teoría de la relatividad especial y en 1.915, diez años después, la teoría de la relatividad general.   Al final de su trabajo relativista, Einstein concluyó que el espacio y el tiempo están distorsionados por la materia y la energía, y que esta distorsión es la responsable de la gravedad que nos mantiene en la superficie de la Tierra, la misma que mantiene unidos los planetas del Sistema Solar girando alrededor del Sol y, también la que hace posible la existencia de las Galaxias.

Nos dio un conjunto de ecuaciones a partir de los cuales se puede deducir la distorsión del tiempo y del espacio alrededor de objetos cósmicos que pueblan el Universo y que crear esta distorsión en función de su masa.  Se han cumplido 100 años desde entonces y miles de físicos han tratado de extraer las predicciones encerradas en las ecuaciones de Einstein (sin olvidar a Riemann) sobre la distorsión del espaciotiempo.

Un agujero negro es lo definitivo en distorsión espaciotemporal, según las ecuaciones de Einstein: está hacho única y exclusivamente a partir de dicha distorsión.  Su enorme distorsión está causada por una inmensa cantidad de energía compactada: energía que reside no en la materia, sino en la propia distorsión.  La distorsión genera más distorsión sin la ayuda de la materia.  Esta es la esencia del agujero negro.

Si tuviéramos un agujero negro del tamaño de la calabaza más grande del mundo, de unos 10 metros de circunferencia, entonces conociendo las leyes de la geometría de Euclides se podría esperar que su diámetro fuera de 10 m.: л = 3,14159…, o aproximadamente 3 metros.  Pero el diámetro del agujero es mucho mayor que 3 metros, quizá algo más próximo a 300 metros. ¿Cómo puede ser esto? Muy simple: las leyes de Euclides fallan en espacios muy distorsionados.

gravedad

Como se puede ver, el objeto pesado o masivo colocado en el centro de la superficie elástica, se ha hundido a consecuencia del peso y ha provocado una distorsión que cambia completamente la medida original del diámetro de esa circunferencia que, al ser hundida por el peso, se agranda en función de éste.

Al espacio le ocurre igual.

De la misma manera se puede considerar que el espacio tridimensional dentro y alrededor de un agujero negro está distorsionado dentro de un espacio plano de dimensión más alta (a menudo llamado hiperespacio), igual que la lámina bidimensional está distorsionada como describo en el “dibujo” de la página anterior.

Lo más intrigante de los agujeros negros es que, si caemos en uno, no tendremos manera alguna de salir o enviar señales a los que están fuera esperándonos.  Pensemos que la masa de la Tierra que es de 5’974X1024kg  (densidad de 5’52 gramos por cm3), requiere una velocidad de escape de 11’18 Km. /s., ¿Cual no será la masa y densidad de un Agujero Negro, si pensamos que, ni la luz que viaja a 299.792’458 Km. /s, puede escapar de su fuerza de gravedad?

Es tanta la densidad que no solo distorsiona el espacio, sino que también distorsiona el tiempo según las ecuaciones de Einstein: el flujo del tiempo se frena cerca del agujero, y en un punto de no retorno (llamado. El “horizonte” del agujero, o límite), el tiempo está tan fuertemente distorsionado que empieza a fluir en una dirección que normalmente sería espacial; el flujo de tiempo futuro está dirigido hacia el centro del agujero.  Nada  puede moverse hacia atrás en el tiempo*, insisten las ecuaciones de Einstein; de modo que  una vez dentro del agujero, nos veremos arrastrados irremisiblemente hacia abajo con el flujo del tiempo, hacia una “singularidad” escondida en el corazón del agujero; en ese lugar de energía y densidad infinitas, el tiempo y el espacio dejan de existir.

Como he apuntado antes, en alguna parte de este mismo trabajo, la descripción relativista del agujero negro procede de la obra de Kart Schwarzschil.   En 1.916, apenas unos meses después de que Einstein formulara sus famosas ecuaciones, Schwarzschild fue capaz de resolver exactamente las ecuaciones de Einstein y calcular el campo gravitatorio de una estrella masiva estacionaria.

La solución de Schwarzschild tiene varias características interesantes:

  • En primer lugar, una línea de no retorno rodea al agujero negro: cualquier objeto que se acerque a una distancia menor que este radio será absorbido inevitablemente en el agujero.
  • En segundo lugar, cualquiera que cayera dentro del radio de Schwarzschild será consciente de un “universo especular”  al “otro lado” del espacio-tiempo.

Einstein no se preocupaba por la existencia de este extraño universo especular porque la comunicación con él era imposible.  Cualquier aparato o sonda enviada al centro de un agujero negro encontraría una curvatura infinita; es decir, el campo gravitatorio sería infinito y, como ya dije antes, ni la luz podría escapar a dicha fuerza, e igualmente, las ondas de radio electromagnéticas, también estarían prisioneras en el interior de un agujero negro, con lo cual, el mensaje nunca llegará al exterior.  Allí dentro, cualquier objeto material sería literalmente pulverizado, los electrones serían separados de los átomos, e incluso los protones y los neutrones dentro de los propios núcleos serían desgajados.  Además, para penetrar en el Universo alternativo, la sonda debería ir más rápida que la velocidad de la luz, lo que no es posible; c es la velocidad límite del Universo.

Así pues, aunque este universo especular es matemáticamente necesario para dar sentido a la solución de Schwarzschild, nunca podría ser observado físicamente (al menos por el momento).

En consecuencia, el famoso puente de Einstein-Rosen que conecta estos dos universos, fue considerado un artificio matemático.

puente_einstein-rosen

El puente de Einstein-Rosen conecta universos diferentes. Einstein creía que cualquier cohete que entrara en el puente sería aplastado, haciendo así imposible la comunicación entre estos dos universos. Sin embargo, cálculos más recientes muestran que el viaje a través del puente, aunque podría ser muy difícil, no sería imposible, existen ciertas posibilidades de que, algún día, se pudiera realizar

Posteriormente, los puentes de Einstein – Rosen se encontraron pronto en otras soluciones de las ecuaciones gravitatorias, tales como la solución de Reisner – Nordstrom que describe un agujero eléctricamente cargado.  Sin embargo, el puente de Einstein – Rosen siguió siendo una nota a pie de página curiosa pero olvidada en el saber de la relatividad.

Las cosas comenzaron a cambiar con la solución que el trabajo matemático presentado por el neozelandés Roy Kerr, presentado en 1.963 encontró otra solución exacta de las ecuaciones de Einstein.  Kerr supuso que cualquier estrella colapsante estaría en rotación.  Así pues, la solución estacionaria de Schwarzschild para un agujero negro no era la solución físicamente más relevante de las ecuaciones de Einstein.

La solución de Kerr causó sensación en el campo de la relatividad cuando fue propuesta.   El astrofísico Subrahmanyan Chandrasekhar llegó a decir:

“La  experiencia que ha dejado más huella en mi vida científica, de mas de cuarenta años, fue cuando comprendí que una solución exacta de las ecuaciones de Einstein de la relatividad general, descubierta por el matemático Roy Kerr,  proporciona la representación absolutamente exacta de innumerables agujeros negros masivos que pueblan el Universo.   Este estremecimiento ante lo bello, este hecho increíble de que un descubrimiento motivado por una búsqueda de la belleza en matemáticas encontrará su réplica exacta en la Naturaleza, es lo que me lleva a decir que la belleza es aquello a lo que lleva la mente Humana en su nivel más profundo”.

La solución de Kerr de un agujero negro giratorio permite que una nave espacial pase a través del centro del agujero por el eje de rotación y sobrevivir al viaje a pesar de los enormes pero finitos campos gravitorios en el centro, y seguir derecha hacia el otro Universo especular sin ser destruida por la curvatura infinita.

El Universo, como todos sabemos, abarca a todo lo que existe, incluyendo el espacio y el tiempo y, por supuesto, toda la materia esté en la forma que esté constituida.  El estudio del Universo se conoce como cosmología.  Si cuando escribimos Universo nos referimos al conjunto de todo, al cosmos en su conjunto, lo escribimos con mayúscula, el universo referido a un modelo matemático de alguna teoría física, ese se escribe con minúscula.

El Universo real está constituido en su mayoría por espacios aparentemente vacíos, existiendo materia concentrada en galaxias formadas por estrellas y gas (también planetas, quásares, púlsares, cometas, estrellas enanas blancas y marrones, estrella de neutrones, agujeros negros y otros muchos objetos espaciales).  El Universo se esta expandiendo, las galaxias se alejan continuamente los unas de las otras.  Existe una evidencia creciente de que existe una materia oscura invisible, no bariónica, que puede constituir muchas veces la masa total de las Galaxias visibles.  El concepto más creíble del origen del Universo, es la teoría del Big Bang de acuerdo con la cual el Universo se creó a partir de una singularidad infinita de energía y densidad a inmensas temperaturas de millones de grados k, hace ahora unos 15.000 millones de años.

Los científicos y estudiosos del Universo han especulado mucho con la clase de Universo que nos acoge, y para ello, han realizado las más diversas teorías de universo abierto, universo cerrado, universo estacionario, universo en expansión, inflacionario, estático, oscilatorio, etc. etc. etc.  Pero, ¿Cuál tenemos?

En páginas de este mismo trabajo, aparecen unos gráficos de figuras geométricas que pueden representar perfectamente tres clases de universos: el Universo plano, el Universo abierto, y,  el Universo cerrado.

Hagámoslo más simple:

formas-de-universos

El tipo de universo que nos acoja estaría diseñado y tendrá su final en función de la Densidad Crítica que, está referida a la “Densidad media” requerida para que la Gravedad detenga la expansión del Universo.  Un universo con una densidad muy baja se expandirá para siempre, mientras que uno con una densidad muy alta colapsará finalmente (Universo cerrado).  Sin embargo, un Universo con exactamente la densidad crítica, alrededor de 10-29 g/cm3, es descrito por el modelo de Einstein – De Sitter, que se encuentra en la línea divisoria de los otros dos extremos.  La densidad media de materia que puede ser observada directamente en nuestro Universo representa sólo el 20% del valor crítico.  Pero como antes comentamos, puede existir, sin embargo, una gran cantidad de materia oscura que elevaría la cantidad hasta el valor crítico que es, el que parece que existe realmente.

¡Ya veremos! Si con los 10-29 g/cm3 = 10-5 átomos/cm3+ la materia oscura, el Universo resultante es el ideal y equilibrado para evitar el Big Crunch que, es el estado final del universo de Friedmaniano, cerrado, es decir que su densidad excede a  la Densidad Crítica, dicho Universo se expande desde el Big Bang inicial, alcanza un radio máximo, y luego colapsa hacia el Big Crunch, donde la densidad de materia se volvería infinita al confluir toda la materia del Universo en un punto de una energía, densidad y temperatura infinitas ¡Una Singularidad !

El final del Universo, sea cual fuere la Densidad crítica, nunca será bueno para la Humanidad.  El universo cerrado nos achicharrará en una enorme bola de fuego.  El universo abierto nos congelaría con el termómetro marcando el cero absoluto (-273,16 Celsius)*. ¿Qué más da el tipo de Universo que nos acoge?  El final nos lo pondrá muy difícil.

Pero el problema de la Humanidad – si es que llegamos -, está antes de todo eso.  Nuestro planeta que tiene unos 4.000 millones de años, contiene los materiales necesarios, la atmósfera ideal, los ríos, los océanos y los mares, las plantas y todo aquello que podamos necesitar.  Pero sobre todo, tenemos la luz y el calor que nos regala el Sol.  Sin el Sol, la vida no sería posible en el Planeta Tierra.

Nuestra atmósfera tiene una composición en volumen de 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y un 0’9% de argón, además de dióxido de carbono, hidrógeno y otros gases como vapor de agua.   La distancia que nos separa del Sol, unos 150 millones de kilómetros (una Unidad Astronómica), hace que la distancia sea la ideal para que la temperatura permita la vida en el planeta.  De la enorme importancia que el agua tiene para la vida casi no es necesario mencionarlo aquí, sin agua no estaríamos.

Pues muy bien, todo eso está previsto que se acabe en unos 4.500 millones de años.  Cuando nuestro Sol, estrella mediana amarilla del tipo G2V, con un diámetro de 1.392.530 Km., con una masa de 1,989 x 1030 Kg, y, que consume 4.654.000 toneladas de hidrógeno cada segundo, de las que 4.650.000 las convierte en Helio y, 4.000 toneladas son expulsadas al espacio exterior en forma de luz y de calor, de lo que una pequeña parte llega a la Tierra y nos permite vivir (como expliqué antes en alguna parte anterior de este mismo trabajo).

La vida del Sol durará lo que dure su combustible nuclear, el Hidrógeno, que la mantiene activa y su horno nuclear sirve de contrapunto a la enorme fuerza gravitatoria que genera su enorme masa.

Cuándo se agote el hidrógeno, el Sol se resistirá a morir y fusionará helio y después oxígeno…,  llegará un momento en que la estrella se convertirá en una gigante roja, su órbita aumentará tanto que se tragará el planeta Mercurio, se tragará Venus y, quedará muy cerca del Planeta Tierra.  En ese proceso, las temperaturas de nuestro planeta, habrán alcanzado miles de grados, los océanos se habrán evaporado y cualquier clase de vida desaparecerá.

La gigante roja se convertirá, mediante una enorme explosión: en una Nova, las capas exteriores de los materiales del Sol, serán expulsados de manera violenta al espacio y, el resto, no teniendo la energía termonuclear que la contrarrestre, quedaría a merced de la fuerza gravitatoria que la estrujará literalmente sobre su propio núcleo, hasta convertirla en una estrella enana blanca de gran densidad que, con el tiempo, se ira enfriando para ser un cadaver estelar.

¿Qué podrán hacer nuestros descendientes? ¿Cómo podrán escapar a situación tan terrible?

En tales circunstancias debemos poner nuestras esperanzas en que sobre todo, sabrán aprovechar “El Tiempo”* para ir buscando soluciones que nos permitan, antes de que todo eso pueda llegar, a trasladarnos a otros mundos.  Si es posible, en otro sistema solar, ya que, en el nuestro sin el Sol, tendríamos algo de frío.

¡Qué poca gente piensa en éstos graves problemas que tiene planteados, a plazo fijo, nuestra Humanidad!

La capacidad humana para aprender, inventar, buscar recursos, y sobre todo, adaptarse a las circunstancias es bastante grande.  A lo largo de los últimos milenios ha demostrado que puede desarrollarse y constituir sociedades que, apuntan maneras de querer hacer bien las cosas (al menos sobre el papel).

Aunque después, en realidad, no se cumpla lo estipulado como Sociedades Democráticas y de Derecho. El reparto equitativo de la riqueza es una quimera. Medio mundo se muere de desnutrición mientras el otro medio se muere por la obesidad.  Los pueblos, por motivos religiosos, de ocupación de zonas ricas en recursos energéticos y por otras causas que nunca justificaron el resultado, se están matando en pleno comienzo del siglo XXI.

Con tal panorama, nadie podrá negar que la Humanidad esté en pleno proceso de “Humanización”.  Tenemos ingenios espaciales que nos envían datos de las estrellas, robots que hacen fotos de planetas lejanos y hacen análisis de la composición del terreno de las lunas de Júpiter o Saturno, Satélites orbitando la Tierra que nos facilitan las comunicaciones y nos envían los parámetros del tiempo en los rincones más alejados del globo, ordenadores que se programan para que un láser opere un ojo humano o mil maravillas más.  Sin embargo, a pesar de todo eso, dentro de nosotros prevalece el instinto animal salvaje que, de manera inconciente, nos hace desconfiar de los demás y nos empuja incluso a matar, de forma inhumana, por defender aquello que consideramos nuestro o que simplemente queremos.  Y mientras que sea así, la “Humanidad” no sería humana al cien por cien.  Parece que el proceso continúa, aún falta bastante tiempo para alcanzar el nivel que, de manera definitiva, nos distinga de los animales irracionales.  De momento, no hemos podido conquistar esa racionalidad que, por otra parte tanta falta nos hace.  En algunos aspectos, nos comportamos como auténticos idiotas.

¿Cuántos problemas y  programas de investigación podríamos solucionar y llevar a buen fin, si se destinara los presupuestos de todos los países del mundo gastados en armas y ejércitos a causas más nobles?

Estamos inmersos en una Sociedad del miedo.  Si tenemos más armas el vecino nos respetará y la paz está segura, y, de paso, como somos más fuertes, nos imponemos al otro.  Pero ¿qué manera de pensar es esa?

Me he salido del guión científico para explicar el motivo por el cual (guiado por el egoísmo de unos pocos), la Humanidad está dejando de lado su verdadera obligación de avanzar en el sentido del conocimiento para que, llegado el momento, puedan hacer frente a los terribles problemas que tendrán que resolver, pero de momento, el más terrible de todos es el de conseguir una digna capacidad de vida para todos, es el de procurar una digna forma de vida para todos los seres del planeta y que, de manera práctica y efectiva las regiones ricas acudan en ayuda de las regiones pobres del mundo, evitando la miseria, el hambre, la enfermedad y la muerte que sin inmutarnos estamos presenciando, cada día,  cómodamente sentados en nuestro confortable sofá viendo y oyendo las horribles noticias que nos llegan desde esas desgraciadas regiones. Lo más lamentable es que tales sucesos, por su cotidianidad, han pasado a ser parte de nuestras vidas, se toma como algo inevitable, que es así y nada podemos hacer.

Habrá que despertar de éste terrible sueño – realidad y aunque pueda resultar doloroso, tenemos la obligación moral, ética y social de cambiar el estado actual de las cosas.

emilio silvera


* Según Kip S. Thorne, sería posible utilizando un agujero de gusano y, para que esto sea posible, se necesita materia exótica. Volver

* El cero absoluto está referido en realidad al punto cero de la escala de temperatura termodinámica, igual a -273.16° Celsius ó -459,69° Fahrenheit.  Se afirma la posibilidad de que allí cese el movimiento molecular.  El cero absoluto es teóricamente la temperatura más fría posible, en la práctica es inalcanzable. Volver

* 4.000 millones de años (si antes no nos extinguimos como otras especies antes que nosotros). Volver

 

  1. 1
    yu
    el 25 de abril del 2011 a las 18:43

    es una poronga, esta chomaso nadie me responde lo q quiero manga de putos

    Responder
  2. 2
    yu
    el 25 de abril del 2011 a las 18:44

    puyooooooooooooooooooooool

    Responder

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