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La Invariancia de lo que entendemos por ¡Tiempo!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (9)

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Para poder contestar la pregunta ¿Cuándo comenzó el tiempo?, nos vemos obligado a retroceder 13.500 millones de años, hasta lo que conocemos como Big Bang, el origen del Universo, allí, en ese preciso momento, nació el tiempo y el espacio.

El Big Bang es la teoría más acertada del origen y evolución del Universo que se originó a partir de un estado inicial de alta temperatura y densidad que, desde entonces ha estado siempre expandiéndose y, es precisamente esta expansión la que da lugar al espacio (cada vez mayor) que abarca el Universo y, al mismo ritmo, crece o transcurre el tiempo inexorable.

El paso del tiempo lo cambia todo, los sistemas se transforman, viven y mueren para dar paso a otros nuevos sistemas. Estrellas que brillan durante miles de millones de años y con el paso del tiempo consumen su material-combustible nuclear y mueren explotando en Novas para con su material complejo, contribuir a la formación de nuevas estrellas y planetas, e, incluso formas de vida.

Todo envejece, se deteriora por la acción de la entropía, del paso del tiempo. Sin embargo, él no cambia, es invariante, continúa su camino mientras que, a su alrededor, las mutaciones son continuas y lo único que permanece inalterable es: El Tiempo.

Me encantaría tener sabiduría para poder exponer de manera más amplia y precisa lo que es el tiempo, lo que aquí dejo escrito (después de documentarme), es corto y no me deja satisfecho, cualquier persona mejor preparada lo habría hecho mejor pero, de todas formas, la voluntad que he puesto en este trabajo compensa sus posibles deficiencias y el lector sabrá disculpar las mismas.

De todas las maneras posibles en los que me he detenido a pensar sobre lo que es y supone el tiempo, la que más me impresiona es aquella que me hacer ver claramente que no podemos impedir su transcurrir, que su paso nos llevará hacia la eternidad convertidos en polvo, dejando atrás a los seres queridos que, nos gustaría seguir protegiendo, sin llevarnos la certeza de lo que el destino les tiene reservado a sus vidas. Esa incertidumbre me causa una dolorosa impotencia infinita que, en no pocas ocasiones, llego a sentir como un dolor físico y real causado por un pensamiento profundo del significado y las implicaciones irreversibles que el paso del tiempo nos trae a todos.

Individualmente hablando, el tiempo está bien mientras nos acompaña en nuestro recorrido a lo largo de nuestras vidas, después él continúa su camino mientras nosotros desaparecemos. Colectivamente, el tiempo es muy importante, cada uno de nosotros hacemos un trabajo y desarrollamos una actividad que se va sumando a la de los demás, con el tiempo, el trabajo, ese conocimiento adquirido, continúa aumentando y, ese tiempo “infinito” es el que necesitamos, nosotros y los que vendrán detrás para resolver problemas muy graves que se presentarán en el futuro y que, de poder resolverlos o no poder, dependerá que la Humanidad perdure.

El tiempo será la mejor herramienta con la que podemos contar para resolver todos los problemas. Así lo dijo Hilbert:

“Por muy inabordables que parezcan estos problemas, y por muy desamparados que nos encontremos frente a ellos hoy, tenemos la íntima convicción de que debe ser posible resolverlos mediante un número finito de deducciones lógicas. Y, para ello, la mejor herramienta es el tiempo, él nos dará todas las respuestas a preguntas que hoy no podemos ni sabemos contestar”.

En la tumba de David Hilbert (1862-1943), en el cementerio de Gotinga (Alemania), dice: Debemos saber. Sabremos.

Estoy totalmente de acuerdo con ello, el ser humano está dotado de un resorte interior, algo en su mente que llamamos curiosidad y que nos empuja, pero para que esa curiosidad consiga algo, necesitamos ¡Tiempo!

emilio silvera

 

  1. 1
    Crusellas
    el 13 de enero del 2010 a las 14:48

    Pero es que, querido Emilio, ni tú ni nadie puede hablar con exactitud sobre el Tiempo. Yo creo que el Tiempo es el eje de cualquier análisis filosófico. Ya los presocráticos lo entendieron así, y lo abordaron con esa clarividencia especial que sólo ellos poseían.

    Parménides en el s.VI a.C. ya afirma que no puede haber “cambio”, y por tanto existencia, puesto que todo cambio significa pasar de un estado a otro y para que se posibilite ese cambio ha de surgir algo “nuevo”, debe haber una variación. Y de la Nada, nada puede surgir. Y el elemento básico para que se pueda existir una sucesión de cosas es el Tiempo. Por tanto, tenemos un elemento que es el Tiempo, y su sola existencia ya define, per se, la necesidad de un cambio. Y esta paradoja la solventó Parménides diciendo que no hay cambio alguno, que todo es ilusorio.

    Un discípulo suyo, Zenón de Elea, intentó hacer asequible tan metafísica paradoja con la aporía de Aquiles y la Tortuga, de todos conocida, y jamás resuelta, por más que se diga “¡hombre, es evidente que al final alcanza a la tortuga!”, y sin embargo está claro que el razonamiento es impecable, porque en cada movimiento que hacemos transcurre un tiempo infinito y un espacio infinito. “No señor –se me argüirá- tanto espacio y tiempo son infinitamente divisibles, pero son finitos”. Y mi respuesta es que, dejando de lado las teorías que afirman que el tiempo y el espacio no son infinitamente divisibles (habría una especie de “cuantos” espacio-temporales), teóricamente pueden nacer, desarrollarse y desaparecer universos enteros en un milisegundo. Y en realidad eso ocurre en los choques de partículas de gran energía. Si desmenuzáramos todo el proceso que se da en una fracción infinitésima de segundo, veríamos que es tan compleja y rica en acontecimientos como el nacimiento y muerte de un sistema estelar, con sus diez mil millones de años de vida.

    Todo es relativo, esa fue la gran verdad que descubrió Einstein, pero no de un modo subjetivo, no porque “nos lo parezca”, sino porque no existe lo grande ni lo pequeño, lo rápido o lo lento, todo depende del sistema de referencia. Un fotón en el vació no tiene tiempo. Para ese fotón que va a la velocidad de la luz (o sea de él mismo, valga el chascarrillo) el tiempo es “cero”. Del mismo modo que alguien que cayese a un agujero negro, jamás acabaría de caer desde su perspectiva, más sí para el que lo ve desde fuera.

    Ahí radica el problema del Tiempo, en que es una dimensión más, relativa, y, lo que es más importante, teóricamente se pude recorrer en ambas direcciones: de pasado a futuro y viceversa. Y sin embargo, esto último supone una paradoja infranqueable para la razón.

    Todo esto es lo que me fascina del Tiempo. Y realmente fue Einstein quien nos dio la certera visión de lo que REALMENTE es. Todo lo de Bergson es flatus voci.

    El hecho, por último, de saber que para que exista tiempo ha de haber espacio (y viceversa), y de que esa misma relatividad del tiempo supone tener claro que todo está detenido y acabado a la vez, es lo que hace que uno se de cuenta que Einstein no hizo otra cosa que dar la razón a Parménides.

    Así pues, estamos como al principio, sólo que esta vez sabemos que andamos por el camino correcto.

    Responder
  2. 2
    Crusellas
    el 13 de enero del 2010 a las 14:53

    Perdón, cómo escribí previamente mi comentario en Word y luego lo pegué, se han colado los códigos iniciales del texto de Word, y ha quedado esa chapuza. Lo tendré en cuenta para posteriores intervenciones.

    También se me pasó despedirme. Disculpad.

    Un cordial saludo. (Ahora sí)

    Responder
  3. 3
    gerardo perez
    el 13 de enero del 2010 a las 22:16

    Buen amigo  Crusellas te paso lo mismo que a mi (por copiar y pegar) pero en fin, en cuanto a tu comentario del tiempo en “se puede recorrer en ambas direcciones” ¿popdrias explicarlo un poco mas o en su caso recomendarme donde leer mas al respecto .—un fuerte abrazo amigo

    d

     

     

     

     

     

    Responder
  4. 4
    Crusellas
    el 13 de enero del 2010 a las 23:07

    Querido Gerardo, hasta donde yo sé, el tiempo, es “simplemente” una dimensión más, que se añade a las tres espaciales en las que existimos. De modo que, si queremos localizar un punto “p”, habrá que dar siempre las cuatro coordenadas: x, y, z, t; y siempre respecto a un punto origen (o)

    Pongamos un ejemplo cotidiano. Supongamos que deseamos encontrar a un persona en un cine. Habrá que dar las coordenadas de la butaca: fila (x), columna (y) y el piso en que está, que sería la altura (z) ¿basta con esas tres coordenadas? ¡No! porque esa misma butaca es ocupada por distintas personas durante las distintas sesiones a lo largo de los días. Por tanto nos falta la cuarta coordenada: la temporal. Entonces sí encontraremos seguro a la persona; Fulanito de Tal se encuentra en la butaca de la fila 5, columna 8, entresuelo, el martes en la sesión de las siete.

    Por tanto, vemos que el tiempo es una coordenada más. Según eso, Fulanito, de pronto decide que no le gusta esa butaca, y se cambia de fila, de columna y de piso, y puede hacerlo cuantas veces quiera. Igualmente puede decidir no ir a la sesión de siete y acudir a la de las once.

    Pero supongamos que son las ocho de la tarde. Puede acudir a la sesión de nueve, de once, etc, pero no a la de las cinco de ese día, no puede recorrer la dimensión temporal hacia atrás. Transponiéndolo al aspecto espacial es como si de la fila cinco pudiera pasar a la ocho, nueve, etc, pero no a la fila cuatro, y lo mismo para el resto de dimensiones espaciales.

    Esta imposibilidad “existencial” para ir hacia atrás en el tiempo, no tiene justificación física.  En principio, Einstein demostró que no había imposibilidad matemática, pero sí física, puesto que para viajar hacia atrás en el tiempo había que superar la velocidad de la luz, lo cual era imposible, pero el genial Kurt Gödel (el autor del Teorema de Incompletitud, que revolucionó los cimientos de la matemática y la filosofía), demostró que tampoco había imposibilidad física, que pude viajarse hacia atrás en el tiempo “desdoblando” el tiempo, lo cual se consigue haciendo girar el Universo a la suficiente velocidad (tarea complicada hasta para uno de Bilbao), luego se ha demostrado que en física cuántica las partículas pueden viajar hacia atrás en el tiempo. Y hasta aquí llego, porque todos estos conceptos se me escapan y no tengo formación matemática para formular todo esto.

    Si quieres más información puedes leer esta reseña de los famosos trabajos de Ronald Mallet y su loable empeño de hacer viajar partículas en el tiempo:

    http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=2117

    De todos modos no nos vendría mal algo de ayuda del maestro Emilio, porque creo que mi exposición tiene algunos errores de bulto.

    Un abrazo amigo.

    Responder
  5. 5
    Crusellas
    el 13 de enero del 2010 a las 23:28

    Pero claro, aunque lográsemos viajar hacia atrás en el tiempo, siempre surgiría la famosa “paradoja del abuelo”.

    Un hombre viaja hacia atrás en el tiempo y mata a su abuelo antes de que este se case. Si lo mata, entonces no podrá nacer su propio padre, ni él mismo, con lo cual no podrá existir jamás, por tanto si no puede existir, no ha nacido y no ha podido hacer ese viaje en el tiempo ni matar a su abuelo, pero si el abuelo no muere, puede nacer el padre… etc.

    Esta paradoja se intenta resolver con la Teoría de los infinitos mundos paralelos, donde se postula que habría infinitos mundos reales con todas las posibilidades de existencia, de modo que viajar hacia atrás en el tiempo supone viajar a uno de los infinitos mundos donde puede habría una realidad en la que el abuelo muere y no tiene más descendencia. Pero también habría otro mundo en que el abuelo se acuesta con Marilyn Monroe, y otra donde es homosexual, y otra donde llega a Papa de Roma… O sea, todo lo que nuestra imaginación pueda pensar sucede en algún mundo.

    Todo esto, que parece ciencia ficción (y probablemente lo sea), tiene muchos seguidores entre los físicos. Porque en cualquier caso hay que hacer un esfuerzo por compaginar la Paradoja del Abuelo, con la posibilidad física de viajar hacia atrás en el tiempo.

    Un abrazo.

    Responder
  6. 6
    gerardo perez
    el 14 de enero del 2010 a las 6:40

    buenas noches amigo Crusellas (en mexico pasan de las 10 p.m.) me alegra aber preguntado, dar las gracias es devaluar un regalo (por si las dudas mil gracias) y despues de leer tu amable y clara explicacion, y la pagina…segun yo mas o menos entendi, lo que si te digo es que por un momento me encontre con “mirada bovina”  (ojos en la pantalla y una vista a la nada) digno de fotografia., como dice el profesor don  Emilio tema complicado,  estando de acuerdo contigo aportara en su momento mucho al tema don EMILIO , ya que no es la primera vez que toca el tema y se nota que lo tiene en la mira (si no as leido el anterior te lo recomiendo) yo lo queria repasar pero no lo encontre . un fuerte abrazo mi hermano.

    Responder
  7. 7
    emilio silvera
    el 14 de enero del 2010 a las 8:18

    Bonita charla entre amigos en la que me hubiera gustado participar pero, el amigo Crusellas lo ha explicado bastante bien y, ahí lo dejamos. Sin embargo, prometo ocuparme del tema en algunos de mis futuros comentarios.

    Un abrazo para ambos.

    Responder
  8. 8
    gerardo perez
    el 18 de enero del 2010 a las 2:04

    Con un timido saludo y con un pido disculpas por mi ultimo comentario, estimado amigo don Emilio,  quiero escribir  el sig.comentario , y al final la ref. bibligrafica como la tengo en mis notas.

    DURANTE LA FASE DE EXPANCION  EL TIEMPO EN TRES ASPECTOS.

    1.- La flecha del tiempo del universo en expancion: el universo a lo largo del tiempo se expande y la materia se aleja entre si.

    2.-La flecha termodinamica del tiempo(flecha de la entropia): Hay un aumento gradual de desorden en la materia y energia del cosmos (segunda ley de la remodinamica), es decir la entropia del universo aumenta inexorablemente,los “sistemas” del universo en expancion  se van desordenando gradualmente y van perdiendo energia (aumento de entropia) dicha energia perdida se diluye en el espacio y en el momento de maxima expancion el universo estara en estado de muerte termica y totalmente desordenado.

    3.-La flecha biologica del tiempo: es el tiempo tal y como lo percibimos los seres vivos, desde nuestro pasado hacia nuetro futuro . los seres vivos (como seres materiales) estamos inmersos en la fase de expancion del unuverso y en el proceso del aumento de entropia ; pero la vida es un estado especial de la materia . La materia viva lucha contra el aumento de entropia , la materia viva es una materia mas ordenada  pues incorpora energia del entorno (se nutre) y se ordena .- lo cual implica que el entorno se desordena paralelamente , ya que la entropia global debe aumentar (segundo principio de la termod.) los seres vivos son algo asi como pequeños intentos  de freno del aumento de la entropia ;son unidades materiales de lucha contra el desorde del universo en expancion.(esto ultimo me gusto como sono) muy bonito ¿no profesor?

    la referencia como la tengo en la carpeta de” mis  documentos” (que sufre de una alta entropia de tanto copiar y pegar—seleccionar y guardar) es: UNIVERSO OSCILANTE (BIG-CRUNCH)  biologo  Francisco carrillo gil.

     

     

    Responder
  9. 9
    gerardo perez
    el 18 de enero del 2010 a las 2:09

    perdon se me paso el despidete, un fuerte abrazo profesor y amigo

    P.D, un saludo al amable y atento amigo Crusellas

    Responder

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