Dic
24
¿El viaje a otras estrellas? Un engaño de la mente para evitar la...
por Emilio Silvera ~
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Realmente de lo que se trata es de que, no hemos asimilado de manera plena y consciente, de lo que suponen las distancias del Universo que, nos deberíamos mentalizar de una vez por todas que… ¡No son humanas!
¿Un viaje a la galaxia Andrómeda? Un lugar alejado de nosotros unos dos millones y medio de años luz. ¿Estamos locos?
Bueno, resulta que así somos, nuestros pensamientos, para evitar la imposibilidad del Presente, nos lleva a la posibilidad del Futuro, Una posibilidad solo imaginada, no basada en una realidad científica, tal como hemos hecho con teorías que no se pueden verificar y que tienen viso de ser4 ciertas (la Teoría de Cuerdas es un ejemplo).
Claro que pensar en que estamos confinados en este pequeño mundo por la Eternidad… ¡Es duro de asimilar!
Por eso hablamos de viajar a otros mundos, y, sabiendo de la imposibilidad humana de resistir tales viajes, nos hemos sacado de la manga la hibernación de los cuerpos durante decenas o cientos de años, sin envejecer, para despertar cerca del destino, y, mientras tanto, se producen turnos entre equipos de trabajo de los distintos especialistas para vigilar que todo marchaba bien.
Claro que en estos cálculos (de manera interesada), se han obviado los problemas 1ue la hibernación o criogenización puede producir en los cuerpos humanos que, al congelar las células aparecen cristales que las destruyen.
Claro que, la afirmación de que la hibernación humana “cristaliza las células y las destruye” es un malentendido:
La hibernación natural reduce drásticamente el metabolismo y la temperatura para ahorrar energía sin dañar las células, mientras que la congelación sin crio-protectores (como en la crio-preservación fallida) sí causa daño por cristales de hielo; los científicos estudian la hibernación animal para inducir estados similares en humanos (letargo inducido) y prevenir daños celulares, no para destruirlos, con aplicaciones en medicina y viajes espaciales.
Es decir, no sabemos como lo hacen los animales como el Oso. Sin embargo, como hacemos siempre, nos adueñamos de secretos de la Naturaleza para hacernos creer que ya los podemos utilizar, cuando de hecho, estamos lejos de poder hacerlo.
Así las cosas, acudimos a ideas fantásticas, tales como, el Hiper-Espacio, los Agujeros de Gusano, es decir, el abrir unas puertas secretas que existen en el entramado espacial y por ese “camino” (un atajo), poder burlar a la velocidad de la luz, no vencerla, para llegar a regiones muy lejanas en relativamente poco tiempo.
Todos esos pensamientos fantásticos fruto de la imaginación (con algún atisbo científico o matemático no demostrado), nos lleva a fantasear con esos viajes para nosotros imposibles. No nos hacemos a la idea de que, nuestro lugar está aquí, en el planeta Tierra, y, aunque somos conscientes de lo mucho que nos cuesta llegar a lugares cercanos como planetas y lunas, y, mandamos ingenios robotizados para que nos cuenten lo que ahí existe, y como son aquellos otros mundos.
¿Por qué la Naturaleza determinó que las estrellas estuvieran separadas a grandes distancias las unas de las otras?
Bueno, si se dice que la Naturaleza es sabia… ¡Sus razones habrá tenido para hacerlo de esa manera!
Emilio Silvera V.
















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