Ago
17
NGC 7129 y otras maravillas
por Emilio Silvera ~
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Es asombroso el que podamos haber descubierto la existencia del núcleo atómico y de todo lo que allí existe: Los nucleones (protones y neutrones) conformados por tripletes de Quarks que allí confinados y retenidos por la fuerza nuclear fuerte por medio de Gluones, pasan su existencia para hacer posible que exista la materia.
El Universo asombroso

Fomalhaut es un ángel caído y el cuarto guardián de la puerta del norte. Y, también abajo V838 Monocerotis, una estrella variable situada a 20.000 años luz del Sol.
“Fomalhaut: A lo largo de la historia esta estrella ha tenido diversas variaciones de su nombre, desde Fomahant —como figura en las Tablas Alfonsíes- hasta Fomalhout. Ya fue identificada en la prehistoria y hay evidencias arqueológicas de que formaba parte de rituales en la antigua Persia. donde podría haber sido una de las cuatro «estrellas reales» persas, recibiendo el nombre de Hastorana. “

NGSC 7129
En la imagen podemos ver como los “soles” jóvenes todavía se encuentran dentro polvorienta NGC 7129 , a unos 3.000 años- luz de distancia hacia la constelación de Cefeo real . Mientras que estas estrellas están en una edad relativamente tierna, sólo unos pocos millones de años de edad, lo más probable es que nuestro propio Sol se formó en una nebulosa estelar similar hace unos cinco millones de años. Lo más notable en la imagen son las hermosas nubes de polvo azulado que reflejan la luz estelar juvenil. Pero las profundas formas de media luna rojas compactas son también marcadores de objetos estelares jóvenes enérgicos . Conocido como objetos Herbig-Haro , su forma y su color es característico de gas de hidrógeno que brilla intensamente conmocionado por chorros que fluyen lejos de las estrellas recién nacidas . Los filamentos largos se mezclan con la emisión rojiza y con las nubes azuladas que producen la emisión ionizante de las jóvenes estrellas y son causados por los granos de polvo que convierten efectivamente la luz estelar ultravioleta invisible a la luz roja visible. En última instancia se dispersarán el gas natal y el polvo en la región, las estrellas se irán separando y los cúmulo sde mantendrán unidos al centro (por la Gravedad) de la galaxia . A la distancia estimada de NGC 7129 , esta vista telescópica abarca unos 40 años luz.

La misma Nebulosa, NGC 7129, se puede contemplar de distinta manera conforme sea el sistema que la ha captado y, aquí podemos contemplar un racimo de estrellas recién nacidas anuncian su nacimiento en este día de la foto conmemorativa interestelar San Valentín obtenida con el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA. Estas estrellas jóvenes y brillantes se encuentran en una nebulosa – capullo de rosa con forma (y de color de rosa ), conocido como NGC 7129 . El cúmulo estelar y su nebulosa asociada están situadas a una distancia de 3.000 años luz en la constelación de Cefeo .
Un censo reciente de la agrupación revela la presencia de 130 jóvenes estrellas . Las estrellas se forman a partir de una enorme nube de gas y polvo que contiene suficiente materia prima para crear un millar de Sun- como las estrellas . En un proceso que los astrónomos todavía mal entiendan , fragmentos de esta nube molecular llegaron a ser tan frío y denso que se derrumbaron en estrellas. La mayoría de las estrellas de nuestra galaxia, la Vía Láctea se cree que se forman en este tipo de agrupaciones.

La imagen del Telescopio Espacial Spitzer fue obtenida con un conjunto de cámaras infrarrojas que es sensible a la luz infrarroja invisible a longitudes de onda que son alrededor de diez veces más larga que la luz visible . En este compuesto de cuatro colores , emisión a 3,6 micrones se representa en azul, 4,5 micras en verde, 5.8 micras de naranja y 8,0 micras en rojo. La imagen cubre una región que es de aproximadamente un cuarto del tamaño de la luna llena.

Lo cierto amigos, es que miremos al lugar que escojamos mirar en las extensas regiones de nuestra propia Galaxia, podemos estar preparados para sentir el asombro que nos inunda y la maravilla que nos lleva a esa admiración que denotamos ante la increíble belleza que, sólo la Naturaleza sabe crear.
“
En Astronomía Picture Of The Day la pude contemplar en todo su esplendor y en Observatorio la presentaban así: “Dentro de la polvorienta NGC 7129 , a unos 3.000 años luz de distancia en la constelación de Cepheus , todavía hay soles jóvenes. Estas estrellas tienen una edad relativamente joven, sólo unos pocos millones de años. Seguramente, nuestro Sol se formó en un vivero estelar similar hace unos cinco mil millones de años.”
Lo más evidente de esta imagen son los bonitos nubes verdes-azuladas de polvo que reflejan la luz de las estrellas jóvenes. Pero las formas de media luna de color rojo oscuro también son indicadoras de objetos estelares jóvenes y energéticos. La forma y color de estos objetos, conocidos como objetos Herbig-Haro , son característicos del gas hidrógeno brillante impactado por chorros expelidos por estrellas recién nacidas.
Los largos y pálidos filamentos de emisión rojiza que se mezclan con las nubes azulados están causados por granos de polvo que, por fotoluminescencia , convierten la luz estelar ultravioleta invisible en luz roja visible.
A la larga, el gas y el polvo natales de esta región se dispersarán y, mientras el cúmulo suelto orbita el centro de la galaxia, las estrellas se distanciarán progresivamente. A la distancia estimada de NGC 7129 , esta vista telescópica abarca unos 40 años luz.”

Aquí, la fascinante NGC 2170 que, muerta una imagen celeste compuesta con un pincel cósmico, la nebulosa polvorienta NGC 2170 que brilla en la superior izquierda. Y, mirando la imagen, nos lleva a dejar libre la imaginación que partiendo de lo que ahí se puede contemplar, puede crear mil diferentes momentos en los que nacen nuevas estrellas, nacen nuevos mundos, la radiación ultravioleta ioniza enormes extensiones del espacio interestelar y, pasado el tiempo, algunas de esas estrellas masivas, ahora nuevas, explotarán en Supernovas que regarán el espacio interestelar con nuevas nebulosas.
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Reflejando la luz de las cercanas estrellas calientes, NGC 2170 está unida a otras nebulosas de reflexión azuladas, una región compacta de emisión roja y serpentinas de polvo oscuro contra un telón de fondo de estrellas. Al igual que los pintores de naturalezas muertas habituales en el a menudo escogen sus temas, las nubes de gas, el polvo y las estrellas calientes fotografiadas aquí son también comúnmente encontradas en este escenario; una masiva nube molecular de formación estelar en la constelación Monoceros. La nube molecular gigante, Mon R2, está muy cercana, estimándose en solo 2.400 años luz de distancia más o menos. A esa distancia, este lienzo tendría 15 años luz de diámetro.
Nubes de polvo con estrellas recién formadas en su interior brillan en longitudes de onda infrarrojas en imagen en falsos colores tomada por el satélite WISE La imagen revela una de las regiones de formación estelar más cercanas, una del complejo nebular de Rho Ophiuchi, situada a unos 400 años-luz de distancia, en las proximidades del límite sur de la constelación de Ofiuco (Ophiuchus).
Después de haberse formado en una extensa nube de hidrógeno molecular frío, las nuevas estrellas calientan el polvo circundante, lo que produce las emisiones en infrarrojo. Las estrellas en proceso de formación, llamadas YSO (Young Stellar Objects), están inmersas en la compacta nebulosa de tonos rosados, pero son invisibles los telescopios ópticos.


Ago
16
¿El Misterio? Persistirá, ¡como el Tiempo!
por Emilio Silvera ~
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Los habitantes de este mundo hemos, hemos conseguido construir un cuadro plausible del Universo, de la Naturaleza que tratamos de comprender. Hemos llegado a ser conscientes de que, en ella, en la Naturaleza, están todas las respuestas que buscamos y, nosotros mismos no hemos llegado a conocernos por ese mismo hecho de que formando parte del misterio que deseamos desvelar, también
somos parte del mayor secreto que esconde el Universo… ¡La Vida Inteligente!

Era de esperar que los avances del último siglo en física cuántica y la cosmovisión derivada de ellos llevaran a una variación de la definición de “consciencia” y “mente”.
Parece que ahora
estamos entrando en la edad adulta, quiero significar que después de siglos y milenios de esporádicos esfuerzos, finalmente hemos llegado a comprender algunos de los hechos fundamentales del Universo, conocimiento que, presumiblemente, es un requisito de la más modesta pretensión de nuestra madurez cosmológica.
Situados a unos 30.000 años luz del centro galáctico
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Cúmulo Local de Galaxias

Sabemos, por ejemplo, dónde estamos, que vivimos en un planeta que gira alrededor de una estrella situada en el borde de la Galaxia espiral a la que llamamos Vía Láctea, cuya posición ha sido determinada con respecto a varios cúmulos vecinos que, en conjunto, albergan a unas cuarenta mil galaxias extendidas a través de un billón de años-luz cúbicos de espacio.

También sabemos más o menos, cuando hemos entrado en escena, hace unos cinco mil millones de años que se formaron el Sol y los planetas de nuestro Sistema Solar , en un Universo en expansión que probablemente tiene una edad entre dos y cuatro veces mayor. Hemos determinado los mecanismos básicos de la evolución de la Tierra, hallado prueba también de evolución química a escala cósmica y hemos podido aprender suficiente física como para comprender e investigar la Naturaleza en una amplia gama de escalas desde
los Quarks saltarines en el “mundo” microscópico hasta el vals de las galaxias.

El Tiempo inexorable nunca dejó de fluir y mientras eso sucedía, nuestra especie evolucionaba, aprendía al observar los cielos y cómo y por qué pasaban las cosas. Hay realizaciones humanas de las que, en verdad, podemos sentirnos orgullosos. Aquellos habitantes de Sumer y Babilonia, de Egipto o China y también de la India y otros pueblos que dejaron una gran herencia de saber a los Griegos que pusieron al mundo occidental en el camino de la ciencia, nuestra medición del pasado se ha profundizado desde
unos pocos miles de años a más de diez mil millones de años, y la del Espacio se ha extendido desde un cielo de techo bajo no mucho mayor que la distancia que nos separa de la Luna hasta el radio de más de diez mil millones de años-luz del universo observable.

¿Quieres ver cómo luce el universo a gran escala? Este mapa desarrollado por un profesor de la Universidad Johns Hopkins es perfecto para hacerlo.

“Con su conocimiento, Brice Ménard, profesor de la Universidad Johns Hopkins, ha desarrollado un mapa del universo observable. En una web interactiva, podrás explorar desde nuestro punto en el ancho vacío espacial, pasando por millones de galaxias distantes y distintas en composición, hasta llegar a la barrera que nos separa del resto del universo: el límite observable.
Entre las galaxias que podemos observar en el diagrama construido por Brice Ménard, tenemos las espirales, categoría en la que entra la Vía Láctea. Andrómeda, otra más grande en vías de colisionar con la nuestra, también se encuentra en esta misma categoría. Mientras desplazamos, vemos cómo el color cambia de celeste a amarillo, exponiendo a las galaxias elípticas cuyo color suele ser más amarillento y más brillante que el de las variantes espirales.”

Hace aproximadamente 13.8 mil millones de años, el Big Bang dio origen al universo que conocemos. Por aquel entonces, las cosas eran muy diferentes a como las conocemos hoy en día, aunque con el pasar del tiempo fue tomando forma. Así, cientos de millones de años más tarde, aparecían las primeras fuentes de luz en el universo: las estrellas.
Las galaxias observadas por el James Webb se encuentran en un rango inferior a los primeros 500 millones de años de edad del universo. Es decir, son muy, muy antiguas, y su corrimiento al rojo así lo hace saber.

Tenemos razones para esperar que nuestra época sea recordada (si por ventura queda alguien para recordarlo) por sus contribuciones al supremo tesoro intelectual de toda la Humanidad unida al contexto del Universo en su conjunto por unos conocimientos que, aunque no suficiente, sí son los necesarios para saber dónde estamos y, ahora
, debemos buscar la respuesta a esa pregunta:
¿Hacia dónde vamos?



Claro que, el futuro es incierto
Como
en la física, en el mundo y en nuestras vidas, también está presente el principio de incertidumbre y, de ninguna manera, podemos saber del mañana. Sin embargo, cuanto más sabemos del universo, tanto más claramente comprendemos lo poco que sabemos de él.

¿Qué es lo más inmenso que puedes imaginar?
Cómo son Laniakea y el Arco Gigante, las estructuras cósmicas más enormes que hemos logrado vislumbrar
Seguramente tienes respuestas pues, por suerte, la cultura y la ciencia nos han acostumbrado desde la noche de los tiempos a superar los límites de los sentidos, de manera que en nuestras mentes habitan nociones tan inconcebibles como el Universo, que más allá de ser un lugar y es un maravilloso concepto.
Pero, ¿qué es lo más grande que conocemos?

Para encontrarlo, hay que asomarse al cosmos, así que ¡a dejar volar la imaginación! Allí están objetos tan pequeños como los átomos y tan grande como las galaxias. El viaje desde lo infinitesimal hasta el macro-cosmos


A esa fuerza se le llamó el “Gran Atractor”.
Nuestra galaxia va en dirección a algo que no podemos ver con claridad. El punto focal de ese movimiento es el Gran Atractor, el producto de miles de millones de años de evolución cósmica,
La vastedad del Universo nos lleva a poder comprender algunas estructuras cósmicas y mecanismos que se producen y repiten como, el caso de la destrucción que nos lleva a la construcción. Es decir, una estrella masiva vieja explota y siembre el Caos y la destrucción en una extensa región del espacio, y, es precisamente ese hecho el que posibilita que, nuevas estrellas y nuevos mundos surjan a la vida. Sin embargo, la grandeza, la lejanía, esa inmensidad que se nos escapa a nuestra comprensión terrestre, nunca nos dejará comprender el universo en detalle y, siendo así, siempre tendremos secretos que desvelar y misterios que resolver.
Hasta llegar aquí, hicimos un largo recorrido
Si añadimos a todo eso que, si poseyésemos un atlas de nuestra propia Galaxia y que dedicase una sola página a cada
sistema estelar de la Vía Láctea (de modo que el Sol y sus planetas estuviesen comprimidos en una página), tal atlas tendría más de diez mil millones de volúmenes de diez mil páginas cada uno. Se necesitaría una biblioteca del tamaño de la de Harvard para alojar el Atlas, y solamente ojearlo al ritmo de una página por segundo nos llevaría más de diez mil años.


Añádance los detalles de la cartografía planetaria, la potencial biología extraterrestre, las sutilezas de los principios científicos involucrados y las dimensiones históricas del cambio, y se nos hará claro que nunca aprenderemos más que una diminuta fracción de la historia de nuestra Galaxia solamente, y hay cien mil millones de galaxias más.
Sabiendo todo todo esto, siendo consciente de que, realmente, es así, tendremos que convenir con el físico Lewis Thomas cuando
dijo: “El mayor de todos los logros de la ciencia del siglo XX ha sido el descubrimiento de la ignorancia humana”.

La ignorancia, como todo en el Universo, es relativa. Nuestra ignorancia, por supuesto, siempre ha estado
con nosotros, y siempre seguirá estando, es una compañera con la que cargamos toda nuestra vida y que nos pesa. Algunos procuramos que pese lo menos posible para hacer más llevadero el viaje. Lo nuevo está en nuestras consciencias y de ellas, ha surgido nuestro despertar al comprender de sus abismales dimensiones, y es eso más que otro cosa, lo que señala la madurez de nuestra especie. El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final pero la aventura del aprendizaje siempre será interminable y eterno, quizá (no me he parado a pensarlo) pueda ser esa la única forma de eternidad que pueda existir.

La ciencia, como todo en el Universo, tiene sus límites
La dificultad de explicarlo todo no se debe a nuestra debilidad mental, sino a la estructura misma del universo. En los últimos siglos hemos descubierto que la trama del cosmos puede abordarse en varios niveles diferentes. Mientras no se descubre el siguiente nivel, lo que ocurre en el anterior no se puede explicar, sólo puede describirse. En consecuencia, para el último nivel que se conoce en cada momento nunca hay explicaciones, sólo puede haber descripciones.
La Ciencia es intrínsicamente abierta y exploratoria, y comete errores todos los días. En verdad, ese será siempre su destino, de acuerdo con la lógica esencial del segundo teorema de incompletitud de Kurt Gödel. El teorema demuestra que la plena validez de cualquier sistema, inclusive un sistema científico, no puede
demostrarse dentro del sistema. Es decir, tiene que haber algo fuera del marco de cualquier teoría para poder comprobarla. La lección que podemos haber aprendido es que, no hay ni habrá nunca una descripción científica completa y comprensiva del universo cuya validez pueda demostrarse.
No es que pertenezcamos al Universo, formamos parte
de él
Y, a todo esto, debemos alegrarnos de que así sea, de que no podamos comprender el Universo en toda su inmensa dimensión y diversidad. Nuestras mentes necesitan que así sea y, tendrán, de esa manera, el escenario perfecto para seguir creciendo a medida que busca todas esas respuestas que nos faltan y, lo bueno del caso es que, cada
respuesta que encontramos, viene acompañada de un montón de nuevas preguntas y, de esa manera, esa historia interminable de nuestra aventura del saber…llegará hasta la eternidad de nuestro tiempo que, necesariamente, no tiene por que ser el tiempo del universo.
emilio silvera.
Ago
15
¡Qué bonito es vivir!
por Emilio Silvera ~
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Nuestro mundo es una maravilla, nos ofrece paisajes en regiones de fantasía, la Naturaleza, ante nuestros propios ojos realiza cosas imposibles. Y, de vez en cuando, surgen Seres que, con sus dotes para asombrarnos, consiguen deleitarnos con sus especiales maneras de mostrarnos lo que la Naturaleza ha podido conseguir por medio de algunos seres vivos que lograron evolucionar hasta los sentimientos.
Ago
15
Misterios de la Naturaleza
por Emilio Silvera ~
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or qué la materia no puede moverse más deprisa que la velocidad de la luz? ¿Por qué cuando se acerca a las velocidades relativistas, es decir, la velocidad de la luz en el vacío, c, la energía inercial se convierte en masa y, al llegar a c (299.792,458 m/s), sería infinita?
En astrofotografía el seeing se mide mediante el tamaño de la estrella resultante en la imagen, tomando como referencia el diámetro Full Half-Maximum Width (FHMW), en segundos de arco (arcseg o “).

El seeing tiene una influencia directa sobre la calidad de la imagen, pues los fotones se dispersaran en diferentes direcciones creando una imagen más borrosa que la ideal en el sensor de la cámara.

Las dos imágenes anteriores se encuentran en la web https://www.handprint.com/ASTRO/seeing2.html, así como un análisis más profundo sobre este tema.

Fotones que salen disparados a la velocidad de c. ¿Qué podría seguirlos?
Para contestar esta pregunta hay que advertir al lector que la energía suministrada a un cuerpo puede influir sobre él de distintas maneras. Si un martillo golpea a un clavo en medio del aire, el clavo sale despedido y gana energía cinética o, dicho de otra manera, energía de movimiento. Si el martillo golpea sobre un clavo, cuya punta está apoyada en una madera dura e incapaz de moverse, el clavo seguirá ganando energía, pero esta vez en forma de calor por rozamiento al ser introducido a la fuerza dentro de la madera.
Albert Einstein demostró en su teoría de la relatividad especial que la masa cabía contemplarla como una forma de energía (E = mc2.) Al añadir energía a un cuerpo, esa energía puede aparecer en la forma de masa.

De hecho, el LHC necesita acelerar las partículas con muchos aceleradores secundarios, que forman una especie de cadena, y, de esa manera consigue que las partículas lanzadas en haces por los tubos consigan alcanzar velocidades relativistas que llegan a incrementar sus masas.
En condiciones ordinarias, la ganancia de energía en forma de masa es tan increíblemente pequeña que sería imposible medirla. Fue en el siglo XX (al observar partículas subatómicas que, en los grandes aceleradores de partículas, se movían a velocidades de decenas de miles de kilómetros por segundo) cuando se empezaron a encontrar aumentos de masa que eran suficientemente grandes para poder detectarlos. Un cuerpo que se moviera a unos 260.000 Km por segundo respecto a nosotros mostraría una masa dos veces mayor que cuando estaba en reposo (siempre respecto a nosotros).

No un pulsar tampoco puede ser más rápido que la luz

La energía que se comunica a un cuerpo libre puede integrarse en él de dos maneras distintas:
- En forma de velocidad, con lo cual aumenta la rapidez del movimiento.
- En forma de masa, con lo cual se hace “más pesado”.
La división entre estas dos formas de ganancia de energía, tal como la medimos nosotros, depende en primer lugar de la velocidad del cuerpo (medida, una vez más, por nosotros).


Si el cuerpo se mueve a velocidades normales, prácticamente toda la energía se incorpora a él en forma de velocidad: se moverá más aprisa sin cambiar su masa.
A medida que aumenta la velocidad del cuerpo (suponiendo que se le suministra energía de manera constante) es cada vez menor la energía que se convierte en velocidad y más la que se transforma en masa. Observamos que, aunque el cuerpo siga moviéndose cada vez más rápido, el ritmo de aumento de velocidad decrece. Como contrapartida, notamos que gana más masa a un ritmo ligeramente mayor.

En gracia quizás podamos superarla pero, en velocidad…no creo, la luz marca el límite que impone el Universo, y c, su velocidad en el vacío espacial, es el que nunca podremos superar. Quizás se encuentre la manera de poder burlarlo por medios aún no encontrados pero, superarlo…
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Esto es lo que veríamos si viajamos en una nave a velocidad relativista
Al aumentar aún más la velocidad y acercarse a los 299.792’458 Km/s, que es la velocidad de la luz en el vacío, casi toda la energía añadida entra en forma de masa. Es decir, la velocidad del cuerpo aumenta muy lentamente, pero la masa es la que sube a pasos agigantados. En el momento en que se alcanza la velocidad de la luz, toda la energía añadida se traduce en masa que, llegado a cierto límite, podría ser infinita y, como infinito no hay nada, nos quedamos con que nunca, nada, podrá sobrepasar esa velocidad.

“El LHC es un colisionador circular de hadrones (protón contra protón). El futuro ILC será un colisionador lineal de leptones (electrón contra positrón); dos brazos lineales de unos 30 km de longitud con imanes superconductores acelerarán los leptones hasta energías de 0,5 TeV. ¿Hay alguna alternativa a estos colisionadores gigantescos? En los 1980 se propuso usar ondas de choque en plasmas para acelerar electrones y positrones en su estela, dando lugar a colisionadores de partículas de pequeño tamaño.”
Cuando viajamos a la velocidad de la luz o casi a la velocidad de la luz el tiempo pasa mucho más despacio para nosotros que para nuestro amigo en la Tierra. No es que nosotros lo notemos, porque ya hemos visto antes que para nosotros todo sigue igual, pero cuando nos crucemos con él veremos que él ha envejecido mucho más que nosotros. Además las distancias las vemos diferentes, para nosotros las distancias entre puntos se vuelven más cortas, pero esto es algo que, una vez más, no podemos ver porque cualquier regla que llevemos también se encogerá en la misma proporción que el resto de distancias.
¿Por qué la masa de un objeto aumenta a medida que se aproxima a la velocidad de la luz en el vacío?
Lo que parece claro es que, la velocidad de la luz en el Espacio vacío es el límite que impone el Universo. Si una nave se acerca a la velocidad de c, se verá frenada de tal manera que, la energía inercial se convertirá en masa en función de la ecuación E = mc2.
El cuerpo no puede sobrepasar la velocidad de la luz porque para conseguirlo hay que comunicarle energía adicional, y a la velocidad de la luz toda esa energía, por mucha que sea, se convertirá en nueva masa, con lo cual la velocidad no aumentaría ni un ápice.
Todo esto no es pura teoría, sino que tal como ha sido comprobado, es la realidad de los hechos.
¿Que velocidad podría ser la de la luz en otros mundos paralelos que pudieran existir fuera de nuestro universo?

Ninguna nave, por los medios convencionales, podrá nunca superar la velocidad de la luz
La velocidad de la luz es la velocidad límite en el universo. Cualquier cosa que intente sobrepasarla adquiriría una masa infinita, y, siendo así (que lo es), nuestra especie tendrá que ingeniarse otra manera de viajar para poder llegar a las estrellas, ya que, la velocidad de la luz nos exige mucho tiempo para alcanzar objetivos lejanos, con lo cual, el sueño de llegar a las estrellas físicamente hablando, está lejos, muy lejos. Es necesario encontrar otros caminos alejados de naves que, por muy rápida que pudieran moverse, nunca podrían superar la velocidad de la luz, el principio que impone la relatividad especial lo impide, y, siendo así, ¿cómo iremos?
Si llegamos a conseguir abrir puertas estelares...
Otra salida sería poder disponer de Agujeros de Gusano
La velocidad de la luz, por tanto, es un límite en nuestro universo; no se puede superar. Siendo esto así, el hombre tiene planteado un gran reto, no será posible el viaje a las estrellas si no buscamos la manera de esquivar este límite de la naturaleza, ya que las distancias que nos separan de otros sistemas solares son tan enormes que, viajando a velocidades por debajo de la velocidad de la luz, sería casi imposible alcanzar el destino deseado.

De momento sólo con los Telescopios podemos llegar tan lejos. Ahí han captado la galaxia más lejana del Universo
Los científicos, físicos experimentales, tanto en el CERN como en el FERMILAB, aceleradores de partículas donde se estudian y los componentes de la materia haciendo que haces de protones o de muones, por ejemplo, a velocidades cercanas a la de la luz choquen entre sí para que se desintegren y dejen al descubierto sus contenidos de partículas aún más elementales. Pues bien, a estas velocidades relativistas cercanas a c (la velocidad de la luz), las partículas aumentan sus masas; sin embargo, nunca han logrado sobrepasar el límite de c, la velocidad máxima permitida en nuestro universo.
Es preciso ampliar un poco más las explicaciones anteriores que no dejan sentadas todas las cuestiones que el asunto plantea, y quedan algunas dudas que incitan a formular nuevas preguntas, como por ejemplo: ¿por qué se convierte la energía en masa y no en velocidad?, o ¿por qué se propaga la luz a 299.793 Km/s y no a otra velocidad?

Sí, la Naturaleza nos habla, simplemente nos tenemos que parar para poder oír lo que trata de decirnos y, entre las muchas cosas que nos dice, estarán esos mensajes que nos indican el camino por el que debemos coger para burlar a la velocidad de la luz, conseguir los objetivos y no vulnerar ningún principio físico impuesto por la Naturaleza.
La única respuesta que podemos dar hoy es que así, es el universo que nos acoge y las leyes naturales que lo rigen, donde estamos sometidos a unas fuerzas y unas constantes universales de las que la velocidad de la luz en el vacío es una muestra.
“A velocidades grandes cercanas a la de la luz (velocidades relativistas) no sólo aumenta la masa del objeto que viaja, sino que disminuye también su longitud en la misma dirección del movimiento (contracción de Lorentz) y en dicho objeto y sus ocupantes –si es una nave – se retrasa al paso del tiempo, o dicho de otra manera, el tiempo allí transcurre más despacio.”
A menudo se oye decir que las partículas no pueden moverse “más deprisa que la luz” y que la “velocidad de la luz” es el límite último de velocidad. Pero decir esto es decir las cosas a medias, porque la luz viaja a velocidades diferentes dependiendo del medio en el que se mueve. Donde más deprisa se mueve la luz es en el vacío: allí lo hace a 299.792’458 Km/s. Este sí es el límite último de velocidades que podemos encontrar en nuestro universo.
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Fotones emitidos por un rayo coherente conformado por un láser
Tenemos el ejemplo del fotón, la partícula mediadora de la fuerza electromagnética, un bosón sin masa que recorre el espacio a esa velocidad antes citada. Hace no muchos días se habló de la posibilidad de que unos neutrinos hubieran alcanzado una velocidad superior que la de la luz en el vacío y, si tal cosa fuera posible, o, hubiera pasado, habríamos de relegar parte de la Teoría de la Relatividad de Einstein que nos dice lo contrario y, claro, finalmente se descubrió que todo fue una falsa alarma generada por malas mediciones. Así que, la teoría del genio, queda intacta.
¡La Naturaleza! Observémosla.
emilio silvera
Ago
15
Evolución de las estrellas
por Emilio Silvera ~
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