May
30
¡La Naturaleza! ¡El Universo! ¡La Vida!
por Emilio Silvera ~
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¿Estamos ahora en el punto de comprender por qué, si existieran seres vivos en otros planetas capaces de moverse a través de sus mares, de su atmósfera o de sus tierras, sería muy probable que, también ellos, tengan simetría bilateral? En cualquier otro planeta, igual que en la Tierra, actuarían los mismos factores que darían lugar a la mencionada simetría. La Gravedad produciría diferencias esenciales entre arriba y abajo, y la locomoción originaría marcadas diferencias entre frente y dorso. La ausencia de asimetrías fundamentales en el entorno permitiría que la simetría izquierda derecha de los cuerpos permaneciera inalterada.
¿Podemos ir más allá? ¿Podemos esperar semejanzas más concretas entre la vida extraterrestre y la vida tal como la conocemos? Creo que sí, que de la misma manera que existen planetas como la Tierra que tendrán paisajes parecidos a los que podemos contemplar en nuestro mundo, de la misma manera, dichos planetas, podrán albergar formas de vida que, habiéndo surgido en condiciones similares a las nuestras de Gravedad, Magnetismo, Radiación… Habrán seguido el mismo camino que tomamos nosotros y los otros seres que en la fauna terrestre nos acompañan.
En los extraños mares de otros planetas, si tienen la misma composición química, es difícil imaginar que la evolución de lugar a una forma más sencilla de locomoción que la que se produce ondulando colas y aletas. Que la propia evolución encontraría este tipo de propulsión viene avalado por el hecho de que, incluso en la Tierra, esta evolución se ha producido de manera totalmente espontánea e independiente. Los peces desarrollaron la propulsión cola-aleta; después, ellos mismos evolucionaron hasta convertirse en tipos anfibios que se arrastraban por tierra firme hasta llegar a ser reptiles.
Ornitorrinco: ¿Mamífero, Ave o Reptil? Lo cierto es que, sin movernos de aquí, podemos ver los mismos extraños animales que nos podríamos encontrar en cualquier lugar situado en lejanos sistemas planetarios alumbrados por otras estrellas distintas a nuestro Sol. Allí y aquí en la Tierra, predominan las mismas leyes, las mismas fuerzas, los mismos principios y los mismos ritmos que el Universo impone por el inmenso Cosmos, todas esas fuerzas fundamentales de la Naturaleza estarían presentes en cualquier lugar al que podamos ir o imaginar dentro de nuestro Universo.
Algunos reptiles fueron evolucionando y dieron lugar a a los mamíferos. cuando algunos de estos últimos regresaron al mar (los que luego han sido ballenas y focas, por ejemplo), sus piernas volvieron a evolucionar hacia las formas de las aletadestinadas a la propulsión por el medio acuático y a la navegación.
El majestuoso vuelo del Cóndor
De la misma manera, cuesta imaginarse una manera más sencilla de volar por el aire que no sea utilizando las alas. De esos ejemplos, también en la Tierra ha habido una evolución independiente y paralela de las alas. Los reptiles las desarrollaron a causa de la evolución, y llegaron a volar.
Los Pterodáctilos desaparecieron hace unos 100 millones de años
Lo mismo hicieron los insectos para liberarse de ser capturados. Algunos mamíferos, como la ardilla voladora, desarrollaron alas para planear. El murciélago, otro mamífero, desarrolló unas alas excelentes. Algunas especies de peces, que saltan por encima del agua para evitar ser capturadas, se han provisto de alas de planeo.
¡La Naturaleza! ¿Qué no será posible en ella?
En tierra firme, ¿existe algún modelo más sencillo por el cual un animal pueda desplazarse que no sea mediante apéndices articulados? Las patas de un perro, desde el punto de vista mecánico, no se diferencian demasiado de las de una mosca, pese a haber sufrido evoluciones completamente independientes una de otra. Evidentemente, la rueda es también, una máquina muy sencilla, útil para desplazarse por tierra, pero hay buenas razones técnicas que dificultan su evolución… ¡en animales!
Recuerdo haber visto con los chicos, cuando eran pequeños, aquella película en la que L. Frank Baum, en Ozma de Oz, inventó una raza de hombres, llamada “los rodadores” , con cuatro piernas como un perro pero que, una de ellas terminaba con una ruedecilla que les hacía correr velozmente para causar el pánico en la pequeña protagonista de la fantástica historia. Y, de la misma manera, si nos paramos a observar la Naturaleza y las criaturas que en ella han llegado a surgir, el asombro de tan fantástico logro, nos llega a dejar sin habla.
Pese a que ningún animal utiliza ruedas para auto-propulsarse a través del suelo o del aire, sí existen bacterias que se mueven por los líquidos haciendo rodar sus flagelos a modo de propulsores.
Existen mecanismos de rotación en el interior de las células esparcir filamentos retorcidos de ADN. Algunos animales unicelulares se desplazan a través del agua haciendo que ruede todo su cuerpo. Si estudiamos el mundo microscópico de esos infinitesimales seres, nos quedaríamos maravillados de la inmensa diversidad de mecanismos que utilizan para poder realizar sus actividades cotidianas.
Órganos sensoriales como los ojos y nariz también deben ser como son si la vida evoluciona hacia alguna clase de actividad inteligente avanzada. Las ondas electromagnéticas son ideales para dar al cerebro un cuidadoso “mapa” del mundo exterior. Las ondas de presión, transmitidas por moléculas, proporcionan pistas adicionales de gran valor sobre el entorno, y son captadas por los oídos. Las moléculas emanadas por una sustancia se detectan por la nariz.
Por ahí fuera, cualquier cosa que podamos imaginar… ¡Podría ser posible!
No es imposible que puedan existan culturas avanzadas extraterrestres inteligentes en las que el olfato y el gusto no sean solamente los sentidos dominantes, sino que también sean los que proporcionan los principales medios de comunicación entre individuos. Hasta hace muy pocos años, los biólogos no han descubierto que, en especies animales terrestres, se transmite una gran cantidad de información mediante una transferencia directa de sustancias que se denominan feromonas.
Puesto que tanto la luz como el sonido y las moléculas existen efectivamente en otros planetas, parece que la evolución debería crear también sentidos que explotaran éstos fenómenos como excelente medio de control de las circunstancias de la vida. Aquí en la Tierra, por ejemplo, el ojo no ha tenido menos de tres desarrollos independientes sí: Los ojos de los vertebrados, los ojos de los Insectos y los de las diversas clases de moluscos.
Cómo lucen los rostros de insectos desde cerca? ‘Temibles’ fotografías
¡La Naturaleza! Esa maravilla y, a pesar de las diferencias, todos los seres vivos del planeta estamos hecho de los mismos ingredientes y la base: ¡El Carbono!
El pulpo, por ejemplo, tiene un ojo particularmente bueno (de hecho, en algunos aspectos es mejor que el nuestro); posee párpados, córnea, iris, pupila, retina igual que el ojo humano, ¡aunque ha evolucionado de completamente independiente del ojo de los vertebrados! Es difícil encontrar un ejemplo más sorprendente de cómo la evolución, actuando según dos líneas de desarrollo desconectadas, puede llegar a crear dos instrumentos nada sencillos que, en esencia, poseen la misma función e idéntica estructura.
Los ojos, igual que otros órganos sensoriales, tienen buenas razones para constituir una forma de cara habitual. En primer lugar, constituye una gran ventaja que ojos, nariz y oídos estén situados cerca de la boca, pués así son de utilidad para buscar alimentos. Asimismo, resulta ventajoso que estén colocados en las proximidades del cerebro: la sensibilidad está allí, y debe reaccionar para conseguir alimentos, eludir peligros y atisbar el mundo que nos rodea transmitiendo, por medio de los sentidos al cerebro, lo que pasa a nuestro alrededor.
El propio cerebro, al evaluar e interpretar los impulsos sensoriales, lo hace mediante redes eléctricas: una especie de microcomputador de inmensa complejidad. Los filamentos nerviosos que conducen los impulsos eléctricos pueden ser esenciales el cerebro de los seres vivos avanzados (de ello hemos hablado aquí con frecuencia).
Si la vida en otros planetas llega a alcanzar el nivel de inteligencia de nuestra especie en la Tierra, parece probable que tendría al menos, algunos rasgos humanoides. La ubicación de los dedos en los extremos de los brazos reporta, evidentemente, indudables ventajas. De la misma manera y para su seguridad, el valioso cerebro debe estar fuertemente encastado y, además, tan alejado del suelo como sea posible, su seguridad es esencial.
Imaginar podemos todo lo que a nuestras mentes pueda acudir, incluso seres con ojos en las puntas de los dedos pero, la Naturaleza es racional, no pocas veces decimos que es sabia y, si pensamos en todo lo que antes hemos leído y visto, no tenemos más remedio que aceptarlo: ¡La Naturaleza es realmente Sabia! y, lo mismo que aquí en la Tierra, habrá sabido conformar criaturas en esos mundos lejanos en los que, la diversidad, será tan abundante como lo es en nuestro propio planeta y, lo mismo que en él, en esos otros mundos estará presente la evolución y la adaptación al medio que, en definitiva, son las reglas que rigen cuando la vida está presente.
emilio silvera
May
30
Mejor Conectados
por Emilio Silvera ~
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Las claves de la evolución humana, según Ignacio Martínez
El paleontólogo español, Premio Príncipe de Asturias, destaca las ideas y los valores compartidos en el proyecto de Atapuerca que unieron al equipo.

El nuevo protagonista deMejor Conectadoses uno de los paleontólogos españoles que tiene el honor de formar parte del proyecto Atapuerca, el cual ha supuesto un trabajo colectivo compartiendo valores y conocimientos. Le gusta que le llamen Nacho y es doctor en biología, autor de valiosos artículos en revistas internacionales como Nature o Science, así como de libros de ensayo y divulgación científica junto a su amigo y maestro Juan Luis Arsuaga y en solitario.
La tolerancia, el respeto y la justicia son valores universales básicos para construir un proyecto duradero en el que la importancia es hacer sentir a cada integrante parte fundamental del equipo. Ignacio Martínez Mendizábal ha recibido el Premio Príncipe de Asturias por sus hallazgos sobre la evolución del hombre en los yacimientos de Atapuerca, un proyecto en el que se puso en valor las conexiones personales y el trabajo en equipo. Actualmente es catedrático del Área de Antropología Física en el Departamento de Ciencias de la Vida de la Universidad de Alcalá de Henares, entre otras funciones.
Ignacio Martínez descifra en Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica, la historia de la humanidad, la evolución humana y los valores universales que se han ido creando a lo largo del tiempo.

Durante la historia ha habido muchos acontecimientos que nos han inspirado en masa para unirnos y crecer como especie. Es cierto que existe un hilo que conecta los grandes hitos de la historia que nos ayudaron a avanzar e innovar gracias al arma secreta de la evolución humana. Por ello, siempre hemos apostado por aquello que nos conectaba para evolucionar.
El humano es un ser consciente cuyos actos están motivados por razonamientos, es decir, la toma de decisiones forma parte de la persona y de su entorno. Hacemos lo que hacemos queriendo hacerlo, y eso nos hace generosos.
Valores compartidos: el arma secreta de la humanidad
El principal valor compartido: La Familia
En palabras del protagonista de Mejor Conectados, “las ideas y los valores compartidos son el cemento que cohesiona a los grupos humanos”. “Somos la especie que, en términos evolutivos, ha triunfado”. Según comenta Ignacio Martínez, se debe a dos aspectos: la capacidad tecnológica y la capacidad de trabajar en equipo y compartir conocimiento.
El potencial de los hombres como especie en la historia de la humanidad es la cooperación, la capacidad de unirnos para alcanzar un fin común así como de esforzarnos e incluso sacrificarnos por las personas que nos rodean.
Ignacio Martínez Mendizábal habla en primera persona de la cooperación humana. En su perfil profesional practica el trabajo colectivo: “me he especializado en ser la comadrona de los fósiles, el que los trae a este mundo”. Y recalca que sin cada uno de los miembros del equipo, esto no sería posible.
¿Qué es lo que nos hace darlo todo por los demás?
Sin duda de nuevo gna la familia: La fuerza que mueve el mundo
La familia es algo que nos mueve a nivel sanguíneo. Sin embargo, en nuestra sociedad hay algo que nos une sin tener esa concordancia en el ADN: los valores compartidos. “En este mundo tan individualista se ve que los grupos que comparten valores son los que triunfan“, apunta Nacho.
Tolerancia, respeto y justicia. Estos son los valores universales básicos para construir un proyecto que dure en el tiempo en el que todos los integrantes se sientan valorados y estén de acuerdo con lo que reciben. Así hablamos de la justicia en la historia de la humanidad.
Por otro lado, destaca la importancia de sentirnos y hacer sentir a todo el equipo como iguales, de eso trata el respeto en las relaciones entre personas. Del mismo modo, la tolerancia nos impulsa a expresarnos como somos y a entendernos a pesar de nuestras diferencias, esto es lo que realmente enriquece la evolución humana.
“Atapuerca es una montaña mágica”
Tras el descubrimiento de los restos de la Sima de los Huesos en 1992, comenzaron a tener relevancia a nivel científico y social. Dos años después, al este de la ciudad de Burgos, se produjo el hallazgo de los restos humanos de una nueva especie desconocida hasta entonces, el Homo Antecessor, debido al cual la UNESCO declaró los yacimientos de la sierra de Atapuerca, Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. “Atapuerca es una montaña mágica”, asegura Martínez.
Ignacio Martínez, explica sobre su trabajo en el yacimiento que “interpretamos el pasado en función del presente”. “Los huesos están rotos y son viejos”, asegura Nacho, en tono divertido. A través de ellos no podemos conocer directamente la historia de la humanidad.
Además de los valores, Martínez destaca que hay un aspecto más que todos los humanos tienen en común: el llamado “sentimiento poético”. Todos los seres humanos nos emocionamos ante determinadas cosas y eso nos conecta sin necesidad de palabras.
“Solo hay un primate en la biosfera actual que vuele y somos las personas”, porque cuando conectamos, podemos hacer cosas increíbles. “Volamos por nuestro talento, por la fuerza de nuestra voluntad y porque ha sido un sueño compartido”, reflexiona Nacho. Porque cuando compartimos objetivos no encontramos límite.
¿Qué es Mejor Conectados?
Mejor Conectados es una iniciativa de Telefónica donde personalidades de éxito como Ferran Adrià, Teresa Perales, Javier Gómez Noya o Nacho Azofra, u otros personajes como el emprendedor Javier Perea, o el violinista Kamran Omarli, retratan a la perfección la idea de que “cuando conectamos, somos capaces de hacer cosas increíbles”; que es la verdad universal sobre la que se lanza Mejor Conectados.
El objetivo de Mejor Conectados no es otro que poner en valor el poder de las conexiones humanas: «Queremos hacer nuestro mundo más humano conectando la vida de las personas», afirma José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica.
«En Telefónica, creemos en un mundo más humano. Un mundo que se mueve gracias al talento de las personas. Por eso apoyamos el talento como mejor sabemos: conectándolo. Mejor Conectados quiere ser un lugar donde inspirarse, encontrarse, conectar y lograr cosas increíbles», explica Rafael Fernández de Alarcón, director de Marketing Global de Telefónica.
¿Qué podemos encontrar en cada apartado de la plataforma?
En el apartado‘Inspírate’se visualizarán testimonios de algunos embajadores de la marca y que son personas muy conocidas, como el ya mencionado tenista Rafa Nadal, el chef Ferrán Adrià, la nadadora paralímpica Teresa Perales, el triatleta Javier Gómez Noya o el exjugador de baloncesto Nacho Azofra. Además, también cuentan su historia Javier Perea, de Smart Protection, una start-up apoyada por Wayra, o Kamran Omarli, violinista de la Cátedra de Violín Telefónica de la Escuela Música Reina Sofía.
Asimismo, junto a las historias de estas personalidades, en Mejor Conectados podemos encontrar ‘Aprende’. Se trata de una serie de pequeñas “clases magistrales” en las que grandes figuras como Perico Delgado, Iñaki Gabilondo, Toni Nadal, María Zabala, Rafa Nadal o Amaya Valdemoro ofrecen, en primera persona, consejos y reflexiones que nos pueden servir de inspiración y aprendizaje. En definitiva, para establecer mejores relaciones en nuestro día a día.
Libertad Digital
May
30
¡La Historia! que no siempre refleja lo que fue
por Emilio Silvera ~
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HIPARCO DE NICEA (190 – 120 a.C.)
Astrónomo, matemático y geógrafo nacido en Grecia. Llevó a cabo sus observaciones en Rodas, donde construyó un observatorio astronómico en Alejandría (Egipto). Ninguno de sus estudios ha llegado hasta nuestros días, pero tenemos noticia de ellos gracias a los escritos de Estrabón (Geógrafo e historiador griego, 64 a.C.–22 d.C.?) y de Claudio Ptolomeo.
En 134 a.C. observó una nueva estrella en la constelación de Escorpión; alentado por el descubrimiento, el cual, no fue superado en precisión hasta el siglo XVI; elaboró un catálogo en torno a 850 estrellas, clasificadas según su luminosidad aparente, que distingue seis magnitudes, está en la base de la actual clasificación fotométrica de las estrellas.
Pero vayamos directamente al objeto del comentario de hoy que, no es otro que, dejar claro que no siempre se le concede el mérito de alguna idea, al primero que la pudo engendrar. Así ha sido a lo largo de la historia y así seguirá siendo (cada vez menos).
Alguna vez hemos comentado aquí que, la Revolución copernicana debe algún mérito a Aristarco de Samos que en el s III a. de C., ya había propuesto lo mismo. Incluso a los mayas, en este mismo sentido, se le debe algún agradecimiento, toda vez que, en el año 1000 d. C. también habían propuesto un sistema solar heliocéntrico.
Aristarco de Samos
Todo esta realidad no viene a quitarle a Copérnico ningún mérito, ya que fue él el que tuvo que reparar las resquebrajadas matemácas del sistema de Tolomeo. Doscientos años antes de Pitágoras, ciertos filósofos del norte de la india habían llegado a comprender que la gravitación hace que el Sistema solar se mantenga y que, por consiguiente, el Sol, por ser el objeto de mayor masa, tenía que estar en el centro del Sistema.
En el siglo II d.C., Claudio Tolomeo planteó un modelo del Universo con la Tierra en el centro. En el modelo, la Tierra permanece estacionaria mientras los planetas, la Luna y el Sol describen complicadas órbitas alrededor de ella.
Aparentemente, a Tolomeo le preocupaba que el modelo funcionara desde el punto de vista matemático, y no tanto que describiera con precisión el movimiento planetario. Aunque posteriormente se demostró su incorrección, el modelo de Tolomeo se aceptó durante varios siglos.
El Almagesto: Antiguo libro astronómico de Ptolomeo
La primera y más famosa obra de Tolomeo, escrita originariamente en griego, se tradujo al árabe como al-Majisti (Obra magna). En Europa, las traducciones latinas medievales reprodujeron el título como Almagesti, y desde entonces se le conoce simplemente como Almagesto. En esta obra, Tolomeo planteó una teoría geométrica para explicar matemáticamente los movimientos y posiciones aparentes de los planetas, el Sol y la Luna contra un fondo de estrellas inmóviles. Esta obra no incluía ninguna descripción física de los objetos del espacio.
Su teoría resulta confusa y, por muchas consultas que de ella queramos hacer, no pueden ser solucionadas las incongruencias que en el modelo están presentes. Este efecto de la teoría de Tolomeo recibe el nombre del problema del ecuante y, según parece, tampoco los griegos pudieron encontrar la solución. El problema del ecuante, sin embargo, no pudo engañar a los árabes y, durante el final de la Edad Media, varios astrónomos islámicos idearon unos teoremas que corregían los fallos de Tolomeo.
Copérnico abordó el mismo problema del ecuante. Faltaba un siglo para que naciera Isaac Newton, por lo que Copérnico al igual que le había sucedido antes a Tolomeo y a los árabes, no podía recurrir a la gravitación para conseguir entender el problema. Por lo tanto no pasó de forma inmediata de un sistema solar geo-céntrico a un sistema heliocéntrico. Lo que hizo fue mejorar primero el sistema de Tolomeo, situando aquella visión de los cielos desde la Tierra sobre una base matemática más sólida. Fue después de conseguir esto cuando Copérnico transportó todo el sistema del Modelo centrado en la Tierra al Modelo centrado en el Sol.
Como hemos dicho, más de un milenio más tarde, en el siglo XVI, la teoría volvería a ser formulada, esta vez por Nicolás Copérnico, uno de los más influyentes astrónomos de la Historia, con la publicación en 1543 del libro DE Revolutionibus Orbium Coelestium. La diferencia fundamental entre la propuesta de Aristarco en la antigüedad y la teoría de Copérnico es que este último emplea cálculos matemáticos para sustentar su hipótesis. Precisamente a causa de esto, sus ideas marcaron el comienzo de lo que se conoce como la revolución científica. No sólo un cambio importantísimo en la astronomía, sino en las ciencias en general y particularmente en la cosmovisión de la civilización. A partir de la publicación de su libro y la refutación del sistema geocéntrico defendido por la astronomía griega, la civilización rompe con la idealización del saber incuestionable de la antigüedad y se lanza con mayor ímpetu en busca del conocimiento.
Hace más de 400 años, la Iglesia Católica atacaba el Heliocentrismo
No olvidemos que en los tempestuosos tiempos los de la Reforma. En astronomía la Iglesia Católica no admitía el sistema geocéntrico de Tolomeo (los planetas y el sol giran alrededor de la tierra) y despreciaba el nuevo sistema heliocéntrico (los planetas y la tierra giran alrededor del sol), paradójicamente difundido por un monje polaco llamado Copérnico; el sistema heliocéntrico tenía más visos de realidad, pero la tradición cuesta desterrarla.
Todo aquello hizo suponer a todos que Copérnico había podido construir este nuevo sistema planetario utilizando las matemáticas de que se disponía en aquel momento y que la revolución copernicana dependía de que se aplicaran de una manera nueva y creativa algunas obras clásicas griegas, tales como los Elementos de Euclides y el Almagesto de Tolomeo. Esta idea comenzó a derrumbarse a finales de la década de 1950, cuando varios expertos, entre ellos Otto Neugebauer, de la Brown Universyte, Edward Kennedy, de la Universidad Americana de Beirut, Noel Swerdlow, de la Universidad de Chicago, y George Saliba, de la Universidad de Columbia, reexaminaron los modelos matemáticos utilizados por Copérnico.
Descubrieron que, para revolucionar la Astronomía, Copérnico necesitaba dos teoremas que no habían sido desarrollados por las sabios de la antigua Grecia. Neugebauer reflexionó sobre este problema: ¿fue el propio Copérnico quien construyo estos teoremas o los tomó de alguna cultura no griega? Entretanto, Kennedy, que trabajaba en Beirut, descubrió unos textos de astronomía escritos en árabe y fechados antes del añ0 1350 d. C. Estos documentos contenían una geometría que no resultaba familiar. Durante una visita a Estados Unidos, Kennedy se los mostró a Neugebauer que, de inmediato, se dio cuenta de la importancia que tenían aquellos documentos que eran el fiel reflejo del modelo utilizado por Copérnico para explicar el movimiento de la Luna.
Los árabes tuvieron una gran importancia en la Astronomía
Muchos fueron los sabios árabes, matemáticos y astrónomos que dieron un enorme empuje a los conocimientos científicos de todas estas disciplinas, y, el ser una sociedad encerrada en sí misma, posibilitó que sus logros quedaran más encerrados en su propio mundo. Cuando al fin, se pasó por medio de la conquista de España a otros países de Europa, se comenzó a conocer aquellos grandes logros del pueblo árabe que, como en esta ocasión que aquí contamos, se apropiaron otros para lograr una figura en la Historia que…debería compartir con muchos otros que tuvieron la idea antes que él.
Aquellos documentos habían sido escritos en Damasco por Ibn al – Shatir, que murio enn 1375. Su obra incluía, entre otras cosas, un teorema utilizado por Copérnico que había sido desarrollado originalmente por otro astrónomo islámico, Nasir al – Din al – Tusi, que es el nombre con el que se conoce este teorema actualmente. Al – Din vivió unos 300 años antes que Copérnico.
El par de Tusi, el teorema que utilizó Copérnico era árabe
El par de Tusi, que es el nombre con que se conoce este teorema actualmente, resolvía un problema que en la antigüedad se remontaba a varios siglos atrás y que había atormentado a Tolomeo y al resto de los astrónomos griegos: cómo puede un movimiento cirdcular generar un movimiento lineal. Imaginemos un gran esfera que contiene en su interior otra cuyo tamaño es la mitad de la primera, de tal manera que la esfera menor tenga un solo punto de contacto con la mayor. Si la esfera grande rota con una velocidad determinada y la pequela tiene un movimiento de revolución en sentido contrario cuya velocidad es el doble de la velocidad de la primera, el par de Tusi afirma que el punto de tangencia original oscilará hacia atrás y hacia adelante a lo largo del diámetro de la esfera mayor. Situando adecuadamente las esferas celestes, este teorema explica el modo en que el epiciclo podría moverse uniformemente en torno al ecuante de la esfera deferente. Todo esto podría hacer colocando unas esferas que se desplazaran con un movimiento uniforme en torno a unos ejes que pasaran por sus centros, evitando así las dificultades que plantean las configuraciones de Tolomeo. Una analogía aprioximada sería el pistón de una máquina de vapor, que mueve hacia atrás y hacia adelante cuando la rueda está girando.
Nasir ad din al- Tusi considerado entre los matemáticos árabes como padre de la Trigonometría
Matemático, médico, filósofo, astrónomo, teólogo, físico, químico,…. iraní murió un día como hoy, 26 de Junio, de 1274. Es considerado como uno de los fundadores de la trigonometría y logró publicar un tratado de trigonometría plana y esférica, completa. Su sistema planetario era el más avanzado de la época y con Ptolomeo y Copérnico es uno de los más importantes eruditos de la Astronomía. De muy joven , ya huérfano de padre, se dedicó al estudio del Corán y de distintas ramas de la Ciencia: Matemáicas, Física, química,….. Cuando los ejércitos de Gengis Khan asolaron su país se unió a los ismaelitas, donde alcanzó las más altas cotas de investigación científica y por lo tanto su contribución a la ciencia fue muy importante. En el último año de su vida se fué a Bagdag, donde murió.
Así que, podemos deducir de todo esto que, Copérnico, para poder llevar a cabo su excelente trabajo (nadie le quita el mérito que tiene lo que hizo) utilizó las matemáticas de aquellos dos árabes sabios y, lo único que le reprochamos es que no los mencionara, ya que sin ellos, su modelo geocéntrico nunca podría haber visto la Luz.
Astrolabios en al-Andalus: una historia de éxito
Nos ha costado conocer el verdadero Universo pero, lo vamos consiguiendo.
Copérnico, al Igual que Einstein con Riemann, conformó su modelo gracias a trabajos que otros hicieron mucho antes y que posibilitaron que pudieran completar los suyos. Esto en ciencia, es bastante corriente y, todos los nuevos inventos o teorías están apoyados en ideas anteriores que son depuradas o bien, son colocadas tal cual, en los lugares adecuados.
Aunque sea cierto que Copérnico plagió, si miramos la Historia, todos los grandes descubrimientos tienen algo de las ideas de otros que le dieron luz a las propias ideas al autor del descubrimiento o de la teoría. Einstein es el mejor ejemplo, ya que, sin Grossman, Riemann, Mach, Planck, Lorentz… Nunca podría haber plasmado sus teorías.
Desde un punto de vista científico, no es importante que Copérnico fuera un plagiario o no lo fuera. Las prubas son circunstanciales y, ciertamente, pudo haber inventado los teoremas por sí mismo. Sin embargo, no hay duda de que los astrónomos árabes le ganaron por la mano. Además, la costumbre de aquellos tiempos era que, en las obras originales, los autores dejaran señales aleatorias dentro de sus obras y que nada tenían que ver con lo que allí se trataba y, para desgradcia de Copérnico, en la suya iban aquellas señales que, como una trampa le tendieron los sabios árabes. Eso delataba su había bebido de aquellas fuentes.
También habría que nombrar a Hepatia de Alejandría
La astronomía griega se transmitió hacia el Este a los sirios, indios y árabes después de la caída del Imperio Romano. Los astrónomos árabes recopilaron nuevos catálogos de estrellas en los siglos IX y X y desarrollaron tablas del movimiento planetario.
El astrónomo árabe Azarquiel, máxima figura de la escuela astronómica de Toledo del siglo XI, fue el responsable de las Tablas toledanas, que influyeron notablemente en Europa.
En 1085, año de la conquista de la ciudad de Toledo por el rey Alfonso VI, se inició un movimiento de traducción del árabe al latín, que despertó el interés por la astronomía (entre otras ciencias) en toda Europa. En la Escuela de traductores de Toledo se tradujeron las Tablas toledanas y el Almagesto de Tolomeo y, en 1272, se elaboraron las Tablas alfonsíes bajo el patrocinio de Alfonso X el Sabio; estas tablas sustituyeron a las de Azarquiel en los centros científicos europeos.
Junto a la obra histórica y jurídica, Alfonso X fomentó la traducción de libros astronómicos y astrológicos, en especial de procedencia árabe y judía, traducidos por lo general al latín y de esta lengua al castellano. Entre éstos pueden citarse los Libros del saber de astronomía. La crítica ha aceptado que su labor se redujo, en la mayoría de las ocasiones, a la de organizador, director e inspirador del trabajo.
Los trabajos de investigación y traducción de esta admirable escuela permitieron que obras fundamentales de la antigua cultura griega fueran rescatadas del olvido y transmitidas a la Europa medieval a través de España. A partir de estas versiones, y gracias a las mismas, España transmitió a Europa todos aquellos saberes que cubrían campos como la geografía, la astronomía, la cartografía, la filosofía, la teología, la medicina, la aritmética, la astrología o la botánica, entre otros. Esta escuela fue el origen y la base del renacer científico y filosófico de las famosas escuelas de Chartres y, más tarde, de la Sorbona.
Durante este periodo en Europa dominaron las teorías geocentristas promulgadas por Ptolomeo y no se presentó ningún desarrollo importante de la astronomía. Solamente Johannes Müller (llamado Regiomontanus) comenzó a realizar y reunir nuevas mediciones y observaciones.
En el siglo XV comenzaron a surgir dudas sobre la teoría de Tolomeo: el filósofo y matemático alemán Nicolás de Cusa y el artista y científico italiano Leonardo da Vinci cuestionaron los supuestos básicos de la posición central y la inmovilidad de la Tierra. Había empezado el Renacimiento.
Sí, como otras veces hemos comentado, la ciencia occidental es un logro admirable, hemos sabido levantar un edificio científico de grans proporciones equivalente al que construyeron Galileo, Newton, Leibniz, Lavoisier, Dalton, Faraday, Planck, Rutherford, Einstein, Heisenberg, Pauli, Gell-Mann y tantos otros pero, todos esos logros, ¿huebieran sido posible sin las semillas sembradas por otras culturas del pasado?
¿Cómo podían comprender el mundo sin tener los datos que ahora tenemos, ¿acaso la intuición?
La respuesta tiene poco que pensar: ¡NO! Nunca habríamos logrado tanto sin aquellos filósofos naturalezas y pensadores del pasado, muchos son las culturas que nos dejaron su saber para que, más tarde nosotros pudiéramos desarrollarlas hasta límites que, verdaderamente son dignos de admiración.
Pero no olvidemos a los primeros, a los antiguos, a los libre pensadores que con sólo sus mentes, podían llegar tan lejos…, tan lejos que vino hasta nosotros sus complejos y maravillosos pensamientos. ¡Recordémoslos!
emilio silvera