Ene
20
¿Es viejo el Universo? ¿Cómo puede ser tan grande?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo asombroso ~
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“El primer matemático importante que hizo uso del signo “0”, hacia el año 810 d. C., fue el árabe Muhammad Ibn Musa al-Khwarizmi, La palabra “cero” proviene de la traducción de su nombre en sánscrito “shunya” (vacío) al árabe “sifr” (KLM), a través del italiano. Parece que los Mayas también lo utilizaron.”
Resulta más difícil imaginar naves del futuro que saber el origen del cero. El CERO es el signo numérico de valor nulo , que en notación posicional ocupa los lugares en los que no hay una cifra significativa. Si está situado a la derecha de un número entero, duplica su valor, colocado a la izquierda no lo modifica.
Todos los indicios nos llevan a la India, allí parece que aparición el uso del Cero por vez primera, también allí se habló por primera vez de vacío y de átomo.
Tartessos, la misteriosa civilización ibérica que desapareció abruptamente (y fue confundida con la mítica Atlantis)
Desde hace milenios existen referencias a Tartessos en textos griegos y romanos, pero debido a las descripciones contradictorias y, durante mucho tiempo, a la falta de pruebas arqueológicas concluyentes, no ha sido fácil para los historiadores y arqueólogos modernos identificar qué era Tartessos… ¿una ciudad, un reino, un río?
Heródoto, el historiador griego del siglo V a. C., escribió sobre una ciudad portuaria más allá de las Columnas de Hércules (el actual Estrecho de Gibraltar), lo que llevó a algunos investigadores a pensar que Tartessos era un cuerpo de agua y a otros a pensar que era un puerto (posiblemente ubicado alrededor de la actual Huelva, en la costa sur de España).
Casi todas las noticias que tenemos de Tartessos, se deben a antiguos autores griegos. En ellas se confunden con frecuencia lo histórico con la mítico y semi-mítico, con reyes como Gerión, Habis, Nórax y Argantonio. Así mismo, ha sido frecuente la identificación de la Atlántida descrita por Platón en sus diálogos Crimeo y Critia con la capital o ciudad de Tartessos.
Estos autores la sitúan por los alrededores de mi ciudad, cerca del Coto de Doñana… Sin embargo, aunque allí están efectuando excavaciones y pruebas de todo tipo… ¿Quién sabe la realidad de esa mítica leyenda!
BIOLOGÍA Y ESTRELLAS
Sí, ha nacido una estrellas
Puede que 13.800 millones de años, para nosotros, sea una eternidad. Sin embargo, sospecho que, para el Universo, es como el cumpleaños de un veinteañero. El Universo es algo tan grande que, a pesar de lo que de él hemos podido saber… La mayor parte de sus secretos están por descubrir.
¿Es viejo el universo? Todos los cálculos nos llevan a una edad de 13.700 millones de años que, comparado con el tiempo en el que nosotros hicimos acto de presencia en él, es menos que un simple parpadeo de ojos. Sin embargo, a veces nos sentimos los amos del mundo y del Universo mismo, lo que en realidad, es un simple espejismo, una ilusión que se forja en nuestras mentes que, jóvenes e inmaduras… Aún no comprenden, como son las cosas.
Medir las distancias a las estrellas mediante el paralaje
¿Cómo medir la distancia a una galaxia a través de las Cefeidas?
El método del paralaje deja de ser fiable a partir de los 1000 años luz de distancia. Por tanto, para medir la distancia a las estrellas debemos emplear otros métodos. Uno de los más conocidos y precisos es el método de las Cefeidas.
El método de las cefeidas es algo que inconscientemente hemos utilizado alguna vez. Imagina que estás en una carretera muy larga con cientos de farolas a sus lados. Todas las bombillas de las farolas tienen la misma potencia, por ejemplo, 100 W. Sin embargo, tú ves que las que tienes más cerca brillan con más fuerza. Y según vas mirando más hacia lo lejos parece que brillan cada vez menos. Esta atenuación de su brillo depende de la distancia, y es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. ¿Ya ves por dónde va el tema? Si las bombillas tuvieran potencias diferentes no podrías saber cuál está más lejos que otra. Pero al tener el mismo brillo intrínseco, es fácil calcular cuál está más cerca y cuál más lejos.
Cuando tenemos que operar con la edad y el tamaño del universo lo hacemos generalmente utilizando medidas de tiempo y espacio. Son tan inmensas las distancias y tan descomunal el tiempo que está presente en el ámbito del Universo que, hemos inventado unidades especiales para poder hablar de ellas sin tener que escribir cantidades tan grandes con los números y, el año-luz, la Unidad Astronómica, el Parsec, Kilo-parsec o Giga-parsec son palabras que expresan medidas antropomórficas y extraordinarias que se pierden en el Espacio-Tiempo.
¿Por qué medir la edad del universo con un “reloj” que hace “tic” cada vez que nuestro planeta completa una órbita alrededor del astro rey, el Sol? ¿Por qué medir su densidad en términos de átomos por metro cúbico? Las respuestas a estas preguntas son por supuesto la misma: porque queremos saber en qué lugar estamos, porque es conveniente y porque desde siempre hemos tratado de saber, lo que el universo es. Por otra parte, también en el ámbito de lo muy pequeño hemos tenido que inventar unidades que, esta vez, han querido significar lo que dice la Naturaleza y no el hombre.
Ésta es una situación en donde resulta especialmente apropiado utilizar las unidades “naturales”; la masa, longitud y tiempo de Stoney y Planck, las que ellos introdujeron en la ciencia física para ayudarnos a escapar de la camisa de fuerza que suponía la perspectiva centrada e el ser humano.
El joven Planck
Mientras que Stoney había visto en la elección de unidades prácticas una manera de cortar el nudo gordiano de la subjetividad, Planck utilizaba sus unidades especiales para sustentar una base no antropomórfica para la física y que, por consiguiente, podría describirse como “unidades naturales”.
De acuerdo con su perspectiva universal, en 1.899 Planck propuso que se construyeran unidades naturales de masa, longitud y tiempo a partir de las constantes más fundamentales de la naturaleza: la constante de gravitación G, la velocidad de la luz c y la constante de acción h, que ahora
lleva el nombre de Planck. La constante de Planck determina la mínima unidad de cambio posible en que pueda alterarse la energía, y que llamó “cuanto”. Las unidades de Planck son las únicas combinaciones de dichas constantes que pueden formarse en dimensiones de masa, longitud, tiempo y temperatura. Sus valores no difieren mucho de los de Stoney que figuran en el trabajo
siguiente de hoy:
Mp = | (hc/G)½ = | 5’56 × 10-5 gramos |
Lp = | (Gh/c3) ½ = | 4’13 × 10-33 centímetros |
Tp = | (Gh/c5) ½ = | 1’38 × 10-43 segundos |
Temp.p = | K-1 (hc5/G) ½ = | 3’5 × 1032 ºKelvin |
Estas formulaciones con la masa, la longitud, el tiempo y la temperatura de Planck incorporan la G(constante de gravitación), la h (la constante de Planck) y la c, la velocidad de la luz. La de la temperatura incorpora además, la K de los grados Kelvin.
La constante de Planck racionalizada (la más utilizada por los físicos), se representa por ћ que es igual a h/2π que vale del orden de 1’054589×10-34 Julios segundo.
En las unidades de Planck, una vez más, vemos un contraste entre la pequeña, pero no escandalosamente reducida unidad natural de la masa y las unidades naturales fantásticamente extremas del tiempo, longitud y temperatura. Estas cantidades tenían una significación sobrehumana para Planck. Entraban en La Base de la realidad física:
“Estas cantidades conservarán su significado natural mientras la Ley de Gravitación y la de Propagación de la luz en el vacío y los dos principios de la termodinámica sigan siendo válidos; por lo tanto, siempre deben encontrarse iguales cuando
sean medidas por las inteligencias más diversas con los métodos más diversos.”
¿Quién sabe cómo serán?
¿No pecamos de inocentes encviándo aquel mensaje en el que le dimos nuestra ubicación?
En sus palabras finales alude a la idea de observadores en otro lugar del universo que definen y entienden estas cantidades de la misma manera que nosotros. Lo cierto es que estas unidades, al tener su origen en la Naturaleza y no ser invenciones de los seres humanos, de la misma manera que nosotros y, posiblemente por distintos caminos, seres de otros mundos también las hallarán y serán idénticas a las nuestras. De entrada había algo muy sorprendente en las unidades de Planck, como lo había también en las de Stoney. Entrelazaban la gravedad con las constantes que gobiernan la electricidad y el magnetismo. Planck nos decía:
“La creciente distancia entre
la imagen del mundo físico y el mundo de los sentidos no significa otra cosa que una aproximación progresiva al mundo real.”
Sí, Planck tenía razón, el mundo de los sentidos cada vez están más cerca de ese mundo real que perseguimos. Sabemos que nuestra realidad no es la realidad del mundo y, poco a poco, con descubrimientos como estos de las Unidades de Stoney-Planck, nos vamos acercando a la comprensión de esa Naturaleza creadora que permitió aquí nuestra presencia y que ahora, nosotros tratamos de saber.
Podemos ver que Max Planck apelaba a la existencia de constantes universales de la naturaleza como prueba de una realidad física al margen y completamente diferentes de las mentes humanas. Al respecto decía:
“Estos…números, las denominadas “constantes universales” son en cierto sentido los ladrillos inmutables del edificio de la física teórica. Deberíamos preguntar:
¿Cuál es el significado real de estas constantes?” Bueno, la de la imagen también es una constante pero, de otra manera. El niño se hizo hombre y el hombre se hace niño. ¡Maldita Entropía!
En la naturaleza hay una serie de constantes fundamentales, por ejemplo, algunas de ellas son: la constante universal de la gravedad (G = 6.67X10–11 Nm2/Kg2), la velocidad de la luz (3X108m/s) y la unidad fundamental de carga eléctrica (1.6X10–19 C). Claro que también tenemos la masa del protón, la carga del electrón, la Constante de estructura Fina… Y otras tambi´çen de importancia vital para la existencia de la vida.
Claro que, nosotros, simplemente somos un misterio más de los muchos que en el Universo son. Sin embargo y a diferencias de los otros, tenemos la ventaja de ser conscientes con la facultad de pensar y, además, tenemos una insaciable curiosidad. Un fallo que a menudio tenemos ha sido caer en la tentación de mirarnos el ombligo y no hacerlo al entorno que nos rodea. Muchas más cosas habríamos evitado y habríamos descubierto si por una sola vez hubiésemos dejado el ego a un lado y, en lugar de estar pendientes de nosotros mismos, lo hubiéramos hecho con respecto a la naturaleza que, en definitiva, es la que nos enseña el camino a seguir.
Hemos llegado a poder discernir la relación directa que vincula el tamaño, la energía de unión y la edad de las estructuras fundamentales de la Naturaleza. Una molécula es mayor y más fácil de desmembrar que un átomo; lo mismo podemos decir de un átomo respecto al núcleo atómico, y de un núcleo con respecto a los quarks que contiene. Y, creemos saber que…
La edad actual del universo visible ≈ 1060 tiempos de Planck
Tamaño actual del Universo visible ≈ 1060 longitudes de Planck
La masa actual del Universo visible ≈ 1060 masas de Planck
Vemos así que la bajísima densidad de materia en el universo es un reflejo del hecho de que:
Densidad actual del universo visible ≈10-120 de la densidad de Planck
Y la temperatura del espacio, a 3 grados sobre el cero absoluto es, por tanto
Temperatura actual del Universo visible ≈ 10-30 de la Planck
Hemos podido llegar a discernir sobre lo inmensamente pequeño y, también, sobre lo descomunalmente grande. Átomos y Galaxias, los dos extremos de las escalas del Universo a la que hemos posido (asombrosamente) llegar para saber, dónde estamos y cómo resulta ser nuestro entorno tanto cercano como más lejano.
Si sabemos colocarlos en su debido lugar… ¡Nos dicen tantas cosas!
Estos números extraordinariamente grandes y estas fracciones extraordinariamente pequeñas nos muestran inmediatamente que el universo está estructurado en una escala sobrehumana de proporciones asombrosas cuando la sopesamos en los balances de su propia construcción.
Con respecto a sus propios patrones, el universo es viejo. El tiempo de vida natural de un mundo gobernado por la gravedad, la relatividad y la mecánica cuántica es el fugaz breve tiempo de Planck. Parece que es mucho más viejo de lo que debería ser. Pero, pese a la enorme edad del universo en “tics” de Tiempos de Planck, hemos aprendido que casi todo este tiempo es necesario para producir estrellas y los elementos químicos que traen la vida.
En las Nebulosas Moleculares se hallaron moléculas esenciales para la Vida
¿Por qué nuestro universo no es mucho más viejo de lo que parece ser? Es fácil entender por qué el universo no es mucho más joven. Las estrellas tardan mucho tiempo en formarse y producir elementos más pesados que son las que requiere la complejidad biológica. Pero los universos viejos también tienen sus problemas. Conforme para el tiempo en el universo el proceso de formación de estrellas se frena.
Todo el gas y el polvo cósmico que constituyen las materias primas de las estrellas habrían sido procesados por las estrellas y lanzados al espacio intergaláctico donde no pueden enfriarse y fundirse en nuevas estrellas. Pocas estrellas hacen que, a su vez, también sean pocos los sistemas solares y los planetas. Los planetas que se forman son menos activos que los que se formaron antes, la entropía va debilitando la energía del sistema para realizar trabajo
.
La producción de elementos radiactivos en las estrellas disminuirá, y los que se formen tendrán semividas más largas. Los nuevos planetas serán menos activos y el vulcanismo parará su actividad al ser frenado el planeta geológicamente y carecerán de muchos de los movimientos internos que impulsan la deriva continental y la elevación de las montañas en el planeta. Si esto también hace menos probable la presencia de un campo magnético en un planeta, entonces será muy poco probable que la vida evolucione hasta formas complejas.
Las estrellas típicas como el Sol, emiten desde su superficie un viento de partículas cargadas eléctricamente que barre las atmósferas de los planetas en órbitas a su alrededor y, a menos que el viento pueda ser desviado por un campo magnético, los posibles habitantes de ese planeta lo podrían tener complicado soportando tal lluvia de radiactividad. En nuestro sistema solar el campo magnético de la Tierra ha protegido su atmósfera del viento solar, pero
Marte, que no está protegido por ningún campo magnético, perdió su atmósfera hace tiempo.
Probablemente no es fácil mantener una larga vida en un planeta del Sistema solar. Poco a poco hemos llegado a apreciar cuán precaria es. Dejando a un lado los intentos que siguen realizando los seres vivos de extinguirse a sí mismos, agotar los recursos naturales, propagar infecciones letales y venenos mortales y emponzoñar la atmósfera, también existen serias amenazas exteriores.
Los movimientos de cometas y asteroides, a pesar de tener la defensa de Júpiter, son una seria y cierta amenaza para el desarrollo y persistencia de vida inteligente en las primeras etapas. Los impactos no han sido infrecuentes en el pasado lejano de la Tierra, habiendo tenido efectos catastróficos. Somos afortunados al tener la protección de la Luna y de la enorme masa de Júpiter que atrae hacia sí los cuerpos que llegan desde el exterior desviándolos de su probable trayectoria hacia nuestro planeta.
La caída en el planeta de uno de estos enormes pedruscos podría producir extinciones globales y retrasar en millones de años la evolución. Cuando comento este tema no puedo evitar el recuerdo del meteorito caído en la Tierra que impactó en la península de Yucatán hace 65 millones de años, al final de la Era Mesozoica, cuando según todos los indicios, los dinosaurios se extinguieron. Sin embargo, aquel suceso catastrófico para los grandes lagartos, en realidad supuso que la Tierra fue rescatada de un callejón sin salida evolutivo. Parece que los dinosaurios evolucionaron por una vía que desarrollaba el tamaño físico antes que el tamaño cerebral.
La desaparición de los dinosaurios junto con otras formas de vida sobre la Tierra en aquella época, hizo un hueco para la aparición de los mamíferos. Se desarrolló la diversidad una vez desaparecidos los grandes depredadores. Así que, al menos en este caso concreto, el impacto nos hizo un gran favor, ya que hizo posible que 65 millones de años más tarde pudiéramos llegar nosotros. Los dinosaurios dominaron el planeta durante 150 millones de años; nosotros en comparación, llevamos aquí tres días y, desde luego, ¡la que hemos formado!
Y no podemos tener la menor duda, mientras que estemos aquí, seguiremos pretendiendo y queriendo saber sobre los secretos de la Naturaleza que, al fin y al cabo, puede ser nuestra salvación. Ya saben ustedes: ¡Saber es poder!
Claro que todo esto nos lleva a pensar en aquellas palabras del pensador:
“No está muerto lo que duerme eternamente, y, con el paso de los Eones, hasta la muerte tiene que morir.”
Ese es el destino final de todo y de todos, del Universo también.
Emilio Silvera Vázquez
Ene
19
Siempre el Futuro…en el Horizonte, inalcanzable
por Emilio Silvera ~
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“En Cosmología, las condiciones “iniciales” raramente son absolutamente iniciales, pues nadie sabe como calcular el estado de la materia y el espacio-tiempo antes del Tiempo de Planck, que culminó alrededor de 10-43 de segundo Después del Comienzo del Tiempo.”
Por si sientes curiosidad sobre lo que es el Tiempo de Planck, en cifras equivale a:
5.39124 x 10-44 segundos, es decir, a:
0,000000000000000000000000000000000000000000539124 segundos.
Este número es el mínimo tiempo en el que puede ocurrir algo, digamos, con sentido. Los científicos para lograr conocer las estructuras del Universo a su escala más grande, deben retroceder en el Tiempo. centrando sus teorías en el momento en que todo comenzó. Esa barrera se conoce como el Tiempo de Planck.
Aquí hago una observación importante: El Tiempo de Planck es un muro insalvable para los grandes telescopios como el James West. Estos telescopios han tratado de captar el Big Bang, y, lo único que han logrado es captar estrellas y galaxias situadas (que vivieron) hace 13.500 millones de años. Más allá no han podido llegar debido a que, los telescopios, captan la luz de esos objetos que viajan hacia nosotros desde aquella lejanía, y, a partir del Tiempo de Planck, el Universo era opaco y oscuro, no había luz, los fotones estaban confinados y, hasta que no se liberaron y el Universo se hizo transparente, los telescopios no pudieron captar las imágenes de estrellas, galaxias y otros objetos. Así que, tenemos crudo saber si, realmente, se produjo el Big Bang.
Seguimos:
Es verdaderamente encomiable la pertinaz insistencia del ser humano por saber, y, en el ámbito de la Astronomía, desde los más remotos “tiempos” que podamos recordar o de los que tenemos alguna razón, nuestra especie ha estado interesada en saber, el origen de los objetos celestes, los mecanismos que rigen sus movimientos y las fuerzas que están presentes.
Claro que, nosotros, los Humanos, llevamos aquí el tiempo de un parpadeo del ojo si lo comparamos con el Tiempo del Universo. Sin embargo, nos hemos valido de todos los medios posibles para llegar al entendimiento de las cosas, incluso sabemos del pasado a través del descubrimiento de la vida media de los elementos y mediante algo que denominamos datación, como la del Carbono 14, podemos saber de la edad de muchos objetos que, de otra manera, sería imposible averiguar. La vida de los elementos es muy útil y, al mismo tiempo, nos habla de que todo en el Universo tiene un Tiempo Marcado. Por ejemplo, la vida media del Uranio 238 sabemos que es de 4.000 millones de años, y, la del Rubidio tiene la matusalénica vida media de 47.000 millones de años, varias veces la edad que ahora tiene el Universo.
Uranio y Rubidio
¿Cuánto vive un protón?
“Durante mucho tiempo se ha considerado como una partícula estable, pero los recientes desarrollos de modelos de la Gran Unificación, han sugerido que podría decaer con una semi-vida de aproximadamente 1032 años. Se están realizando experimentos para ver si se pueden detectar tales decaimientos. El decaimiento del protón violaría la conservación del número bariónico y, al hacerlo, sería el único proceso conocido en la naturaleza que lo hace.”
“Cuando se dice que un protón está formado por dos quarks up y uno down, se quiere decir que su apariencia neta o su conjunto neto de números cuánticos, coinciden con esa imagen. La naturaleza del confinamiento de quarks sugiere que los quarks están rodeados por una nube de gluones, y dentro del diminuto volumen de los protones, se pueden producir otros pares quark-antiquark y luego aniquilarse sin cambiar la apariencia externa neta del protón.”
El decaimiento del protón sería a un pión neutro y positrón
“Una de las consecuencias de las teorías de la Gran Unificación, es que el protón decaería con una semi-vida por encima del orden de 1032 años. Una semi-vida tan larga es muy difícil de medir, pero se está llevando a cabo un experimento en una mina profunda en las minas de hierro de Soudan.
Partículas y Mínima vida sugerida x 1032 años
Como podremos ver, los protones libres en la naturaleza parece que tienen una larga vida asegurada.
El Neutrón
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Bueno, lo que sí hemos podido constar es que, en nuestro Universo, nosotros somos casi los que tenemos una vida más corta, Existen los insectos de la familia de los efemerópteros, comúnmente conocidos como efímeras. Y la verdad es que el nombre les viene al pelo, porque esta especie no tarda ni 24 horas en morir. Su etapa larval (cuando se denominan ninfas), sin embargo, puede llegar a durar varios años. Las moscas domésticas generalmente viven de 15 a 25 días, pero pueden sobrevivir hasta 2 meses en condiciones óptimas.
- Abeja
- Efímera
- Gastrotricha
- Mosca de la fruta
- Mariposa luna
- Mosquito
- Mariposa
- Hormiga
Animales que viven más que los Humanos:
- Esponja Antártica.
- Almeja de Islandia.
- Tiburón de Groenlandia.
- Ballena de Groenlandia.
- Ratopín Rasurado.
- Tortuga galápago.
Cuando hablo del Tiempo siempre me voy por ramas, pasa una idea por mi mente y la sigo cuando por lo general, me desvía del camino emprendido cuando comencé el trabajo. Claro que, visto así puede resultar más auténtico.
¡Dichoso Tiempo! Me gustaría tanto atraparlo.
Emilio Silvera Vázquez
Ene
19
¿Un gran misterio y la única estructura invisible del Universo? ¡El...
por Emilio Silvera ~
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Lo cierto es que… ¡Nadie sabe explicar lo que el Tiempo es!
Lo hemos cuantizados en Tic del Tiempo de Planck.
Lo hemos macro-temporizado en Eones (Mil millones de años).
Lo hemos dividido en tres apartados: Pasado, Presente y Futuro.
El Pasado:
Es el Tiempo que se fue, un Tiempo al que no podemos volver, allí quedan nuestros errores que solo podemos rectificar en otro Tiempo, el Presente. El Pasado, si es el nuestro, lo podemos recordar, si es el Pasado de otros lo veremos en la Historia si su trayectoria lo mereció. El Tiempo Pasado está ¿Muerto, Desaparecido, Tiempo que dejó de existir, Tiempo al que nunca podremos volver?
El Presente:
Bueno, el presente es un regalo (la palabra lo dice), el Presente es el Tiempo que tenemos para realizar nuestros sueños, durante toda nuestra vida estamos inmersos en un Tiempo Presente que, de inmediato, se marcha al Pasado mientras que nosotros evolucionamos. El Presente es el que nos da a todos la oportunidad de conseguir hacer realidad nuestros anhelos. Si nos dormimos y dejamos para después, el trabajo y el poner nuestros esfuerzos en conseguir nuestros proyectos… ¡El Tren no pasa dos veces! El Presente es el Tiempo que tenemos para decirle a nuestra amada lo que la queremos, el Presente es un Tiempo de Confinación de nuestra especie que, aunque nadie lo piense, vive confinada en el Presente, nunca podremos estar en el Futuro, ese Tiempo que vendrá y que aún no existe, será el Tiempo de nuestros descendiente pero… ¡Para ellos también será Presente!
Así que nadie ha podido nunca vivir en el Pasado ni tampoco en el Futuro.
El Futuro:
Bueno, hablamos mucho de él, de un Tiempo que aún no existe, el Tiempo por venir, es el Tiempo incierto, no sabemos lo que allí estará presente, no sabremos nunca lo que nos traerá (haciendo la aclaración de que, si el Futuro está cargado del Presente, algo de lo que hagamos hoy estará allí mañana). El Futuro se presta a Conjeturas y Teorías, de lo que podría ser… Una muralla insalvable nos impide llegar al Tiempo Futuro, aunque la Ciencia Ficción (que no pocas veces ha sido precursora de la Ciencia), se empeñe en contarnos cómo aventureros intrépidos viajan al Futuro y se enteran de qué número fue premiado en la Lotería, regresa al Presente y se hace millonario. Como regocijar la mente no está mal pero… ¡El Futuro es inalcanzable porque no existe!
El Tiempo no se puede ver, no s3e puede tocar, no lo podemos “comprar” (el entrecomillado es que, en ocasiones, los millonarios han alargado sus vidas a base de dinero), finalmente todos tenemos que morir. Tampoco lo podemos prestar (claro que, si donamos un riñón… ¡Hemos regalado Tiempo!
También existe ese Tiempo Psicológico, nuestras Mentes crean un Tiempo ficticio, en según que ocasiones, por ejemplo:
La pareja de enamorados que pasan una hora juntos y sienten que el Tiempo pasó volando, la hora ha sido un minuto. Por el contrario, el enfermo en la cama del hospital pasando dolor, un minuto es como una hora.
Otro extraño comportamiento del Tiempo (según nos cuentan), es que, si viajamos a velocidades cercanas a la velocidad de la luz en el vacío (c), el Tiempo se ralentiza, pasa más lento. También el Tiempo se paraliza y pasa más lento cerca de un Agujero Negro.
Claro que, existen otros aspectos del Timpo que tampoco sabemos explicar: ¿Qué Tiempo estaría presente si en un futuro muy adelantado de la Humanidad, viajamos dentro de una Fluctuación Cuántica? y ¿Qué Tiempo existe si viajamos en un Agujero de Gusano?
De situaciones y paradojas relacionadas con el Tiempo, podríamos hablar durante días y días. Sin embargo, hay que tener presente que, todas esas situaciones (en su mayor parte), siguen siendo teorías y conjeturas, ya que, la realidad es que nadie, a lo largo de nuestra Historia, ni grandes pensadores, filósofos y físicos, han sabido explicar lo que el Tiempo es.
Emilio Silvera Vázquez
Ene
19
¡El Universo y la Mente! Una prueba de la evolución de la materia hasta...
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Mente ~
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Todavía, a estas alturas del comienzo de 2.025, los cosmólogos no saben como se formaron las galaxias
Es verdaderamente admirable constatar cómo ha ido evolucionando nuestro entendimiento del mundo que nos rodea, de la Naturaleza, del Universo. Hubo un tiempo en el que, los individuos de nuestra especie deambulaban por el planeta pero no sabían comprender el “mundo”, ni podían pensar siquiera en el misterio que representaban los fenómenos naturales que a su alrededor se sucedían.
Pasado el tiempo, pudieron mirar hacia arriba y, la presencia de aquellos puntitos brillantes en la oscura y misteriosa oscuridad de la noche, el paso de los cometas, y otras maravillas que no podían explicar, despertó su curiosidad consciente y comenzaron a plantearse algunas preguntas. Muchas decenas de miles de años más tarde, nuestro deambular por el planeta, las experiencias y la observación de la Naturaleza, nos llevó a comprender, algunas de las cosas que antes no tenían explicación.
Pensadores del pasado dejaron la huella de sus inquietudes y los llamados filósofos naturales, hicieron el ejercicio de dibujar el “mundo” según ellos lo veían. Nos hablaron de “elementos” de “átomos” y, aunque no era el concepto que ahora de esas palabras podamos tener, ya denotaba una gran intuición en el pensamiento humano que trataba de entender la Naturaleza y cómo estaban hechas las cosas que nos rodeaban. Ellos, a la materia primigenia la llamaron “Ylem” la sustancia cósmica.
Es cierto que siempre hemos querido abarcar más de lo que nuestra “sabiduría” nos podía permitir. Ahora, en el presente, las cosas no han cambiado y tratamos de explicar lo que no sabemos, y, para ello, si hay que inventarse la “materia oscura”, las “fluctuaciones de vacío”, los “universos paralelos”, los “agujeros de gusano”, o, cualesquiera otros conceptos o fenómenos inexistentes en el mundo material o experimental… ¡qué más da! Lo importante es exponer las ideas que nos pasen por la cabeza que, de alguna manera, pasando el tiempo, se harán realidad. Nuestras mentes, como digo, siempre fueron por delante de nosotros mismos y ha dejado al descubierto esa intuición que nos caracteriza y que, de alguna manera, nos habla de esos hilos invisbles que, no sabemos explicar como pero, nos conectan con el resto del Universo del que, al fin y al cabo, formamos parte, ¡la que piensa!
Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, nos habló de la importancia del agua para la vida. Él intuyó que sin agua, la vida sería estéril en el planeta. Allí donde el agua corria y se mezclaba con las sustancias de la tierra, unido a los fenómenos naturales y ayudada por el tiempo, hacía posible el surgir de la vida.
Ellos cambiaron la manera de “ver” el Mundo
Ahora, que hemos podido realizar un cierto avance en el “conocimiento del mundo que nos rodea”, no le damos la verdadera importancia que tienen algunos pensamientos del pasado que, en realidad, son los responsables de que ahora, nos encontremos en el nivel de conocimiento que hemos podido conquistar. Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, fue el primero que dejó a un lado la mitología para utilizar la lógica y, entre otras muchas cosas, indicó la importancia que tenía el agua para la existencia de la vida. Empédocles nos habló de los elementos y Demócrito del a-tomo o átomo., Arquitas de Tarento (filósofo, soldado y músico), el amigo de Platón y seguidor de Pitágoras, ya se preguntaba: ¿Es el Universo infinito?
Él mismo se contestaba diciendo que todo tenía un límite y pensaba en el final que lindaba con el “vacío”, allí donde nada impedía que su espada, lanzada con fuerza en el borde del universo, siguiera su camino sin fin, ninguna fuerza podría pararla y con ninguna clase de materia podría chocar. Así, con esos pensamientos surgidos de la mente humana, podemos constatar que, desde siempre, hemos tratado de saber de qué están hechas las cosas, cómo funciona la Naturaleza y de qué manera funciona el universo que tratamos de comprender.
Muchas son las muestras de la expansión de nuestras Mentes
El Universo se expande y nuestras mentes también. Eso que llamamos Tiempo siguió su transcurrir inexorable, los pensamientos de los grandes pensadores se fueron acumulando en un sin fin de conjeturas y teorías que, poco a poco, pudimos ir comprobando mediante la observación, el estudio y la experimentación hasta que pudimos llegar a saber de qué estaban hechas las estrellas y cómo la materia se transmutaba en sus “hornos” nucleares para crear elementos que hicieran posible el surgir de la vida en los mundos (no creo que la vida esté supeditada a este mundo nuestro).
“Materia es todo aquello que tiene localización espacial, posee una cierta cantidad de energía, y está sujeto a cambios en el tiempo y a interacciones con aparatos de medida. En física y filosofía, materia es el término para referirse a los constituyentes de la realidad material objetiva, entendiendo por objetiva que pueda ser percibida de la misma forma por diversos sujetos. Se considera que es lo que forma la parte sensible de los objetos perceptibles o detectables por medios físicos. Es decir es todo aquello que ocupa un sitio en el espacio, se puede tocar, se puede sentir, se puede medir, etc.”
Todo son átomos, todo está hecho de Quarks y Leptones, también nosotros
Toda la materia que nos rodea, desde una pelota de fútbol hasta la gran estrella que ilumina nuestro cielo, el Sol, está formada por partículas fundamentales, también llamadas elementales, que son los componentes básicos de la materia. Estas partículas se clasifican en dos tipos o grupos: quarks y leptones.
El conocimiento que creemos que tenemos sobre cómo está conformada la materia y las fuerzas fundamentales que con ella interaccionan, nos ha llevado a escenificar un Universo algo más comprensible que aquel, que nuestros ancestros imaginaron con la presencia de dioses y divinidades que eran los que, creaban los “mundos” o, el universo mismo, cada vez que soñaban. Es asombroso que hayamos podido llegar hasta la consciencia siendo la línea de salida la “materia inerte”. Sin embargo, el recorrido ha sido árduo y muy largo…, ¡diez mil millones de años han necesitado las estrellas para poder solidificar los elementos de la vida para crear, en algunos de los muchos mundos presentes en las galaxias, el protoplasma vivo que diera lugar a esa primera célula replicante que comenzara la fascinante aventura de la vida hasta llegar a los pensamientos.
¿Es que acaso no somos nosotros mismos, parte del Universo?
Si nos preguntaran: ¿Es consciente el Universo? Tendríamos que contestar de manera afirmativa, toda vez que, al menos una parte, ¡la que piensa!, representada por seres vivos y que forman parte de ese inmenso universo, sí que lo es. La vida es la consecuencia de la materia evolucionada hasta su más alto nivel y, a partir de ella, ha podido surgir eso que llamamos cerebro del que surge el concepto de mente, ese ente inmaterial y superior que trasciende y va más allá, lo que los filósofos llamaron Ser y quisieron explicar mediante la metafísica. Todavía, no sabemos lo que la vida es y tampoco, podemos explicar, lo que es la energía, o, por exponer algún concepto de los muchos que denota nuestra ignorancia, tampoco podemos contestar a una simple pregunta: ¿Qué es el Tiempo? ¿Existe en realidad o simplemente es una abstracción de la mente?
Lo cierto es que nuestra especie ha dejado profundas huellas de su deambular por el mundo. Muchos de sus “tesoros y obras” quedaron enterrados en las profundidades del tiempo o inundados por los diluvios que las distintas civilizaciones que fueron nos contaron con sus maravillosas leyendas que, en realidad, trataban de explicar algo que sucedió y que no llegaban a comprender y, para ello, inventaban bonitas historias en las que, narraban hechos que quedaron difuminados por la fantasía hasta el punto de no saber, en el presente, donde termina la realidad y comienza la leyenda y si eran ciertas o no las bonitas “historias” que nos contaron.
Lo cierto es que con frecuencia sucede que al surgir ideas nuevas que tienden a querer explicar científicamente lo que es la Naturaleza, aparecen viejos datos que relacionan esas nuevas ideas con aquellos viejos problemas. Tenemos que admitir que todavía “no sabemos” cómo es la realidad del mundo y que, nuestra realidad, no tiene que coincidir con la verdadera realidad que incansables buscamos y que, no siempre podemos “ver” aunque la tengamos delante de nuestros propios ojos.
De hecho, no sabemos explicar ni cómo se pudieron formar las galaxias, y, a pesar de ello, no tenemos empacho de hablar de singularidades y agujeros de gusano o de universos paralelos. ¡La imaginación!, creo que sin ella, no habríamos podido llegar hasta aquí. La imaginación unida a la curiosidad ha sido desde siempre, el motor que nos llevó hacia el futuro.
Si en realidad existe “el infinito”, seguro que está en nuestras mentes, o, posiblemente en otras que, como las nuestras, han imaginado cómo ensanchar el mundo y universo de los pensamientos sin límite alguno, el único límite que existe, amigos míos, es el de nuestra ignorancia para llegar a comprender lo que la Naturaleza es. En la Naturaleza están todas las respuestas a las preguntas que planteamos y que nadie sabe contestar. En ella, en la Naturaleza, buscan nuestros sabios esas respuestas y, para poder encontrarlas hemos inventado los aceleradores de partículas, los microscopios y telescopios que nos llevan a ese “otro universo” que el ojo desnudo no puede ver pero que, no deja de ser nuestro propio mundo, y, al ser conscientes de ello, también lo somos de nuestras limitaciones. En realidad, la única manera de avanzar es ser consciente de que no sabemos, toda vez que, si creyéramos que ya lo sabiamos todo… ¿para qué seguir buscando?
Todo está hecho de Quarks y Leptones, desde una galaxia hasta el fiero león que habita en la selva
El pensamiento filosófico es un “mundo” que ensanchó los límites de la mente humana, nos llevó hasta la Ciencia, en un mundo en el que, las semillas de Quarks y Leptones se constituían en un universo material en el que, unas fuerzas fundamentales interaccionaban para hacer posible el ritmo de todo lo que podemos observar, de todo lo que existe y que llegó, a crear el espacio-tiempo y dentro de toda esa inmensidad, ¡los pensamientos y la imaginación! de objetos complejos que llamamos cerebro y transportan mentes creadoras de ideas como la de universos en la sombra, cuerdas cósmicas y otros muchos fantásticos fenómenos que pueblan un paisaje inmenso de “cosas” en constante ebullición que se transforman para crear otras diferentes. Para que eso sea posible, a veces podemos contemplar lugares violentos donde impera un Caos aparente pero, necesario para la creación.
Estamos rodeados de cosas bellas presentes en cualquier lugar al que podamos mirar pero… ¿Prestamos atención?
“Todas las cosas son” Pero no de la misma manera.
Con esas sencillas palabras, el sabio, elevó a todas las cosas a la categoría de SER. ¿Tendrá memoria la materia? ¿Será posible que eso que llamamos materia “inerte”, no sea en realidad tan inocua ni tan insensible como imaginamos? Es posible que cada estado de la materia sea un paso necesario para poder llegar hasta su estado de consciencia que, en este mundo, se ha revelado en nosotros.
Emilio Silvera Vázquez
Ene
19
¡La Flecha del Tiempo! Camina hacia el futuro incierto
por Emilio Silvera ~
Clasificado en conciencia ~
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Dentro de algunos miles de millones de años, el Sol se convertirá en una gigante roja
La Tierra que tiene un destino anunciado, toda vez que sabemos que un día lejano en el futuro nuestro Sol se convertirá en una gigante roja primero y en una enana blanca después y, en el proceso, calcinará nuestro planeta. Claro que para que eso llegue, parece que faltan algunos miles de millones de años. Por otra parte, también tenemos sobre nosotros, la amenaza de la Galaxia Andromeda que se nos acerca a una velocidad escalofriante que, también, en unos pocos miles de millones de años colisionará con la Vía Láctea y, ¿quién sabe? como sufrirá nuestro planeta tal fusión de galaxias. Claro que, por otra parte, hay estudios que nos dicen que dentro de 1.700 millones de años, la Tierra saldrá de la Zona Habitable del Sol y, entonces… Por otra parte, no debemos descartar la caída en nuestro planeta de un gran meteorito. Como veréis la situación no es precisamente para aburrirse.
En otros mundos habitables nos podríamos encontrar con sorpresas y escenarios que se dieron en la Tierra sin que nosotros hubiéramos llegado. Si fuese ese el escenario en uno de los mundos que visitemos en el Futuro, ¿Cómo podríamos solucionar ese grave problema?
En el presente, Kepler-442b, es el único planeta conocido que sería ‘más habitable’ que la misma Tierra.
Según las investigaciones, las características de este mundo y su estrella le dan mejores condiciones de habitabilidad que nuestro planeta.
Kepler-442b, un planeta maravilloso en el presente muy lejos de nuestro alcance
“A pesar de los notables avances tecnológicos en astronomía y exploración espacial, la búsqueda de un nuevo hogar para la humanidad, la llamada ‘Tierra 2.0′, aún no ha tenido éxito. No obstante, en los últimos años se han detectado varios candidatos, entre ellos, uno que podría tener aún mejores condiciones de habitabilidad que nuestro planeta: Kepler-442b.
Descubierto por el telescopio espacial Kepler de la NASA en 2015, este planeta tiene poco más del doble de la masa terrestre y es un 30% más grande (razón por la que es considerado una supertierra). Asimismo, está ubicado a 1.194 años luz de nuestro hogar.”
Inalcanzable en el Presente, y, no sabemos si en el Futuro tendremos la llave de los Agujeros de Gusano.
Y, para todas esas eventualidades, parece que podemos tener por delante el tiempo suficiente para prepararnos y, cuando lleguen, haber puesto en práctica soluciones que puedan salvar a nuestra especie tan frágil y tan fuerte a la vez.
La atmósfera se disipará y los océanos se evaporarán, la vida tal como la conocemos.. ¡Desaparecerá! Y, precisamente por eso, la Humanidad (si es que aún sigue por aquí y no se ha extinguido -más de 4.000 millones de años es mucho Tiempo-, tendremos Tiempo más que suficiente para idear salidas y conseguir tecnologías de las que hoy carecemos.
Claro que… ¿Qué encontraremos en otros mundos en lo que al Oxígeno y al Agua se refiere? ¿A qué velocidad trabará la química en esos otros planetas? No, las cosas no serán nada fáciles para nosotros en ese Futuro que sabemos que llegará y no sabemos si estaremos aquí.
Lo que le pueda ocurrir a nuestra civilización, además de estar supeditada al destino de nuestro planeta, de nuestro Sol y de nuestro Sistema Solar y la Galaxia, en parte, también está en manos de los propios individuos que la forman y que, con sensibilidades distintas y muchas veces dispares, hace impredecibles los acontecimientos que puedan provocar individuos que participan con el poder individual de ese parcial “libre albedrío” del que podemos disponer. Nuestro planeta dispone de condiciones especiales que hizo posible el surgir de las distintas Civilizaciones que lo han habitado desde tiempos inmemoriales.
Muchos son los planetas que, por una u otra razón, no reúnen esas condiciones y, algunos, están en las cercanis de su estrella haciendo imposible que en ellos, pueda surgir la vida. Bueno, al menos las formas de vida que aquí conocemos. ¿Será como el de arriba nuestro mundo, cuando el Sol se convierta en una gigante roja?. ¿Habremos sido capaces de escapar hacia otros mundos, antes de que eso pase?
El Tiempo es como una escalera que, a medida que la subimos, sus peldaños se va destruyendo a nuestras espaldas. Nunca podremos regresar al pasado. La flecha del tiempo, sólo sabe correr hacia el futuro incierto. El Universo sólo marcha en una dirección: ¡El Futuro! Y, como el sabio nos dijo: “Todo estado presente de una sustancia simple es naturalmente una consecuencia de su estado anterior, de modo que su presente está cargado de su futuro.” Nos dice que lo que pasó ayer es lo que tenemos hoy, y, lo que hoy pase será determinante para el mañana.
Ingenio nunca nos ha faltado
Siempre hemos sabido especular con lo que pudo ser o con lo que podrá ser si… Lo que la mayoría de las veces, es el signo de cómo queremos ocultar nuestra ignorancia. Bien es cierto que sabemos muchas cosas pero también es cierto que son más numerosas las que no sabemos, y, debemos aprovechar al máximo lo poco que sabemos para determinar, dentro de lo posible, el devenir del mundo, de ese futuro incierto que la Humanidad desconoce.
Por mucho que sondeemos en nuestras mentes, nunca podremos saber lo que mañana pasará, el futuro no existe, es algo que está por llegar y, aunque podemos formular teorías de lo que será…, nunca tendremos la capacidad de predecir el mañana. Hasta donde podemos saber, la Naturaleza pueda cambiar, de un momento a otro, el futuro de nuestro mundo y, como consecuencia el nuestro también. ¿Quién puede predecir que antes de que finalice esta década, no caerá un meteorito sobre nosotros?
Será por imaginar
Lo que tenga que pasar…, ¡pasará! Y ese destino está escrito por la propia Naturaleza que nosotros, no conocemos. Cuando se formó el Universo, quedaron escritas las leyes que lo rigen y las fuerzas que lo gobiernan, su dinámica, el ritmo al que transcurre el tiempo y crece el espacio, y todo ello, sometido a principios y energías que, en la mayoría de los casos se escapan a nuestro actual conocimiento.
Las galaxias se alejan las unas de las otras de manera que al final, estaremos solos y el frío será el principal factor para que la vida, no pueda estar presente en un Universo que, según todos los indicios, será asolado por una congelación general, el cero absoluto de los -273 ºC impedirá que los átomos tengan actividad y, cuando eso ocurra… ¿Podremos solucionarlo de alguna manera… ? Bueno, al menos tengamos la esperanza de que podamos, si existen, huir a otros universos.
Nuca podremos tener la Galaxia en nuestras manos
Como he dicho tantas veces, creo firmemente que, de alguna manera, nuestras mentes, están conectadas con el cosmos del que formamos parte. Estamos aquí y nos parece de lo más natural, nunca nos paramos a pensar en cómo fue eso posible, en cómo surgió aquella “chispa” que encendió la lumbre para la llegada de aquella primera célula replicante que, a partir de la materia “inerte”, evolucionada hizo posible el salto descomunal hacia seres conscientes. ¿cómo fue posible tal maravilla? Sabemos que pensar que, el material del que estamos hecho (Nitrógeno, Carbono, etc.), se fabricó en las estrellas a partir del elemento más simple, el Hidrógeno que, evolucionado a materiales más complejos llegaron hasta nuestra región en el espacio en forma de Nebulosa después de una explosión supernova y, con el tiempo, se formó el Sistema Solar primitivo para constituirse, en una pequeña parte en el Planeta Tierra en el que, bajo ciertas condiciones atmosféricas, presencia de agua y de radiación cósmica…, y un sin fin de parámetros más, dio lugar al nacimiento de aquella primera célula capaz de reproducirse que evolucionó hasta nosotros.
En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es muy especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo, no se parece a nada que la conciencia conozca. Su carácter “único” hace que el ofrecer una imagen del cerebro se convierta en un reto extraordinario. Aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa del cerebro, si podemos ofrecer retazos y datos parciales de algunos de sus complicados mecanismos. Sin embargo, carecemos de información para generar una teoría satisfactoria de la conciencia.
Sí, parece que todos somos iguales pero… ¡diferentes!
A lo largo del tiempo, han sido muchas mentes las que han recibido destellos que la llevaron a intuir primero y desvelar después, secretos bien escondidos de la Naturaleza. Y, debemos aprovechar esos destellos que, periódicamente, les llegan a algunos de nosotros para tratar, dentro de lo que se pueda, de preservar a la Humanidad de ese futuro incierto.
¿Es la complejidad del cerebro la esencia del Universo? Bueno, es una perspectiva egoísta de verlo. No sabemos cuántos cerebros pensantes existirán en los miles de millones de mundos que pululan por los cien mil millones de galaxias que existen, la lógica nos dice que son muchas las especies que andan por ahí fuera.
Esos destellos que los ojos de todas las Mentes no ven y que, las conexiones neuronales no pueden agarrar, lo mismo que llegan se van hacia el infinito… de un limbo desconocido donde yacen los pensamientos perdidos que, más tarde, algún otro cerebro recuperará y, la Humanidad, dará un nuevo salto en el saber del mundo.
En algún momento breve, ¿Quién no ha tenido esa sensación de tener la solución a un problema científico que le preocupa y quisiera resolver?. La sensación de ese saber, de tener esa respuesta deseada, es fugaz, pasa con la misma rapidez que llegó. Nos deja inquietos y decepcionados, estaba a nuestro alcance y no se dejó atrapar. A mí me ocurre con cierta frecuencia con distintos temas que me rondan por la cabeza. Sin embargo, esa luz fugaz del saber aparece y se va sin dejar un rastro en mi mente que me permita, a partir de esa simple huella, llegar al fondo de la cuestión origen del fenómeno.
Una maraña de circuitos y conexione sin fin. Hasta donde conocemos… ¡Es la estructura más compleja del Universo!
Millones de conexiones transportan los pensamientos que más tarde, son convertidos en realidad. El cerebro se cuenta entre los objetos más complicados del universo y es sin duda una de las estructuras más notables que haya producido la evolución. Hace mucho tiempo, cuando aún no se conocía la neurociencia, se sabía ya que el cerebro es necesario para la percepción, los sentimientos y los pensamientos.
En tanto que es objeto y sistema, el cerebro humano es muy especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo… no se parece a nada que la conciencia conozca. Su carácter único hace que el ofrecer una imagen del cerebro se convierta en un reto extraordinario. Aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa del cerebro, sí podemos ofrecer retazos y datos parciales de algunos de sus complicados mecanismos. Sin embargo, carecemos de información para generar una teoría satisfactoria de la conciencia. Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 kg –aproximadamente- y que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones, ideas y pensamientos… y, también sentimientos que no siempre podemos explicar. ¡Increíble! ¡grandioso! Pero, ¿sabemos encausarlo? Bueno, en eso estamos.
No será fácil llegar a comprender lo que aquí vemos
Los circuitos y conexiones cerebrales generan números que sobrepasan el número de estrellas en las galaxias. Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 Kg – aproximadamente – y que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones y pensamientos.
La consecuencia más importante de todo esto es que se ha abierto la puerta a un alentador y enorme (aunque complejo) paisaje biológico nuevo.Su exploración necesitará de pensamientos creativos y nuevas ideas. Hace 40 años, todo esto era un sueño, nadie se atrevía a pensar siquiera con que este logro sería posible algún día ¡secuenciar 3000 millones de grafos de A D N! Sin embargo, aquí viene la contradicción o paradoja, el cerebro ¡que aún no conocemos!, lo ha hecho posible. La genómica es una auténtica promesa para nuestra salud, pero necesitaremos algunos saltos cuánticos en la velocidad y la eficacia de la secuenciación del A D N.
Sí, finalmente veremos que todo, sin excepción, está relacionado. Algo de razón subyace en el conocido como “Efecto Mariposa”. El Sol incide en nuestro planeta y hace posible que la vida se desarrolle en él, la luz y el calor hace brotar las plantas, posibilita la fotosíntesis, y, también nosotros, reaccionamos a sus efectos.
Está claro sin embargo que, dadas todas las dimensiones del ser humano, que incluyen aspectos tanto materiales como espirituales, será necesario mucho, mucho, mucho tiempo, para llegar a conocer por completo todos los aspectos complejos encerrados en nuestro interior que, si no me equivoco viene a ser como un extracto del Universo mismo, de la Naturaleza que, en nosotros, se elevó a su máxima expresión. ¿De qué estamos hechos? ¡De polvo de estrellas!
Si, en el polvo de las estrellas se esconde el secreto de la Vida
El adelanto que se producirá en las próximas décadas será muy visible en el aspecto biológico, la vida media d elas personas dará un gran salto y, cumplir un siglo, será entonces lo cotidiano. La Astronomía estará tan adelantada que, ni los agujeros negros, ni “la materia oscura”, serán problemas por resolver. Se habrá llegado más lejos que nunca y, nuestras bases marcianas serán el lugar de salida para misiones más lejanas y ambiciosas. La Física, que habrá hecho posible muchas de esas cuestiones, tendrá Modelos que nos dirán muchas de las cosas que ahora desconocemos, sabremos, por fín, lo que es la materia y, también por fín, habremos podido profundizar más en la compleja y extraña mecánica cuántica.
El Amor de una madre puede ser el ejemplo más grande de Amor en nuestra especie
Salvando las distancias, esta misma escena se podría estar dando ahora mismo, en miles y cientos de miles de mundos que, como el nuestro, haya podido estar situado en la zona habitable de una estrella que le proporcione los elementos necesarios para la vida, sobre todo, su luz y su calor.

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¡Tener mente abierta! Podrá evitar posibles sorpresas. Rodo lo que puedas imaginar… ¡Podría ser realidad en alguna parte del Universo!
Emilio Silvera Vázquez