Jul
15
Las Eras de la Tierra
por Emilio Silvera ~
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Asombrosos acontecimientos que estuvieron presentes en este mundo antes de nuestra llegada
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Invertebrados:
Los océanos del Pérmico eran ricos en una variedad de invertebrados, como braquiópodos, bivalvos, gasterópodos, corales, crinoideos, equinodermos (incluyendo erizos de mar) y foraminíferos.
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Peces:
Se encontraban diversos tipos de peces, incluyendo algunos que sobrevivieron a la extinción masiva del Devónico.
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Anfibios:
Algunos anfibios, como el Mesosaurus, un reptil parecido a un cocodrilo, habitaban tanto en agua como en tierra.
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Reptiles:
Los reptiles comenzaron a diversificarse en el Pérmico, tanto en ambientes marinos como terrestres, incluyendo los sinápsidos como el Dimetrodon.
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Causas:
Se cree que el evento de extinción masiva fue causado por una combinación de factores, incluyendo erupciones volcánicas masivas que liberaron grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, provocando un calentamiento global y acidificación de los océanos.
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Efectos:
El calentamiento global y la acidificación de los océanos llevaron a la falta de oxígeno en las aguas, lo que asfixió a muchas criaturas marinas.
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Impacto:
Se estima que alrededor del 90% de las especies marinas desaparecieron durante la Gran Mortandad, lo que la convierte en la peor extinción masiva en la historia de la Tierra.
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Recuperación:
Aunque la extinción fue devastadora, la vida marina logró recuperarse gradualmente después del evento.
Jul
15
¿Qué es la I.A.? ¡Un problema de Futuro!
por Emilio Silvera ~
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Los que estamos fuera de ese “mundillo” de la Inteligencia Artificial, no sabemos, realmente, lo que se cuece. Así que acudimos a las distintas fuentes especialistas para enterarnos de como van las cosas, al fin y al cabo, lo que pase en ese campo nos afectará de manera muy directa.
¿Vamos en la buena dirección?

Si tengo que ser sincero, diré que esa pregunta me crea muchas dudas en cuanto a la respuesta, no puedo saber (aunque lo intuyo), si las grandes corporaciones metidas en este negocio, dedican miles de millones para conseguir la ventaja en este campo con las miras puestas (sobre todo), en ganar dinero y no en tener como primer objetivo el beneficiar a la Sociedad en General.
¿Hay que recuperar las inversiones con un beneficio? Por supuesto.
?Que ese beneficio es lo principal y a costa de cualquier cosa? Ahí está la cuestión.
Este “mundillo” que sin duda será el Futuro que se nos viene encima… ¡Tiene que ser cuidadosamente controlado!, legislar y `poner barreras de lo que se puede y no se puede hacer, no dejar barra libre para que se puedan construir máquinas que sobrepasen nuestras propias facultades para operar, para construir, para tener la seguridad necesaria para nuestra especie.
Ya han hablado de incluir en los cerebros positrónicos de los Robots ese “ingrediente” humano que llamamos Conciencia, y, si las máquinas llegan a ser conscientes de SER… ¡Apaga que hemos llegado al final!
Los Robots de última Generación serán estructuras muy potentes: No comen, no duermen, no enferman, son más fuertes que los humanos, la radiación del Espacio no les afecta, son portadores en sus cerebros de chips poderosos que le dan todos los conocimientos de la Humanidad, mientras que nosotros, solo tenemos algunos, nuestros conocimientos son parciales. Si las cosas siguen por el camino emprendido… ¡Nos superarán!
Según se vislumbra, “ellos” ocuparan puestos en todos los estamentos de la Sociedad Humana, nos pondremos en sus manos poco a poco y, cuando nos demos cuenta… ¡Serán nuestros Jefes! Si finalmente se llega a eso…
¿Para qué nos querrían? ¿Para conservar los responsables de su origen?
En fin, amigos, que todo esto me da mucho miedo. Un apagón de luz de unas horas y la debacle está servida. Si pensamos en otros escenarios que se pueden producir a través de la I.A., si somos consciente del peligro real que supone si no está debidamente controlada…
¡Hay que legislar y poner barreras de lo que se puede y no se puede hacer en este campo!
En todo esto existen opiniones contradictorias entre los miembros de la comunidad científica, unos dicen que el peligro no se ve por ninguna parte, y, en cambio otros, opinan todo lo contrario.
Una cosa que debemos tener en cuenta es, precisamente, que el mismo nombre de “Inteligencia Artificial” , descalifica el término “Inteligencia”, ya que, inteligencia propiamente dicha, solo puede existir una, la Inteligencia Natural, lo otro será otra cosa pero nunca Inteligencia.
El razonamiento que nos está dando el señor que aquí nos habla… ¡Es irrefutable!
Con la inteligencia Artificial estamos dando por supuesto cosas que en realidad no están sucediendo, y, el mejor ejemplo está en el hecho que decimos: “El Robot está aprendiendo y a medida que avanza comprende cuestiones complejas que antes no podía asimilar.” Y, van más allá, cuando nos dicen: “El Robot está aprendiendo por sí solos”.

Una falacia, un Robot no aprende nada, simplemente se trata de que le han suministrado información, le han añadido software que le suministran nuevos datos a su cerebro positrónico que los estructura y encaja entre los datos que ya tenía, y, le facilita más información para que pueda utilizarla llegado el momento pero, nunca se trata de que “aprendió”, el robot no aprende nada, simplemente utiliza los datos que el humano le ha facilitado, no piensa por sí mismo.
Creo que se avecina un cambio importante, y, nuestros cerebros que forman parte del mundo material del Universo, tiene un ingrediente que aún no hemos llegado a comprender. Incluso con nuestra limitada comprensión actual de la naturaleza de este ingrediente ausente en nuestro saber, sí podemos empezar a señalar donde debe estar dejando su huella, y como debería estar aportando una contribución vital a lo que quiera que sea en que subyacen nuestros sentimientos y acciones conscientes.
Cada cual cuenta la “película” a su manera

Un robot no podrá nunca solucionar (como hacemos los humanos), un problema que surja de manera inesperada y que no sea habitual, no sabría qué hacer al no tener en sus datos de computación algo similar. Sin embargo, el humano, ante dicha nueva escena no prevista, discurre y piensa, y, por lo general, sí que lo soluciona mejor o peor hasta encontrar un arreglo definitivo al estropicio.

No creo que un cerebro “positrónico” pueda igualarse nunca al cerebro de un Ser inteligente… Sin embargo, sí existe el peligro de que cerebros artificiales lleguen a dominar a sus creadores…. los del cerebro “inteligente”.
He dado muchas vueltas a la IA y a la consciencia de los seres vivos. Las conclusiones a las que he podido llegar son que el pensamiento consciente debe involucrar componentes que no pueden ser siquiera simulados adecuadamente por una mera computación; menos aún podría la computación por sí sola, provocar cualquier sentimiento o intención consciente. En consecuencia, la mente debe ser realmente algo que no puede describirse mediante ningún tipo de términos computacionales. Sin embargo, noticias que llegan de nuevos descubrimientos te hacen dudar de hasta dónde podrán llegar esos “seres” artificiales creados por el hombre.
Claro que… ¡”Ellos” nunca podrían tener sentimientos (ahí radica otro de los peligros). Claro que, las grandes firmas del sector nos venden noticias como esta:
“Un proyecto nuevo financiado por la UE se propone diseñar Robots dotados de consciencia emocional capaces de interactuar con humanos en contextos cotidianos y de desarrollarse emocionalmente en respuesta a las necesidades del dueño.
La iniciativa FEELIX GROWING (acrónimo inglés de «Sentir, interactuar y expresar: una aproximación global al desarrollo con una base interdisciplinaria») cuenta con socios de campos tan diversos como la psicología comparativa y del desarrollo, la neuro-imaginería, la etología y la robótica.


Investigadores europeos están desarrollando un software que dará a los robots la capacidad de aprender cuándo una persona está triste, feliz o enfadada. El proyecto Feelix Growing está uniendo sencillos robots que pueden detectar diferentes parámetros (expresiones faciales, voz y cercanía) para determinar estados emocionales. El objetivo del proyecto es desarrollar un robot que pueda servir a los humanos con necesidades especiales, como los enfermos y los ancianos mediante redes neuronales adaptables, el robot puede aprender la manera correcta de responder a las emociones de la gente a partir de la experiencia. Por ejemplo, si alguien tiene miedo, el robot puede aprender a cambiar su comportamiento para parecer menos amenazante. Si alguien parece feliz, el robot puede tomar nota mental (¿positrónica, espintrónica…?) de lo que logró esa respuesta. Y si alguien parece enfadado o solitario, puede darle una palmadita en la espalda, ofrecerle una bebida fuerte y decir: “No te preocupes, te mereces a alguien mejor”. Sólo podemos esperar que no se hayan olvidado de las tres leyes de Asimov:
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Primera Ley
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Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
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Segunda Ley
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Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
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Tercera Ley
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Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Bien es verdad que no tenemos una comprensión científica de la mente humana. Sin embargo, esto no quiere decir que el fenómeno de la consciencia deba permanecer fuera de la explicación científica. Ya se están buscando caminos científicos para dar esa explicación del misterio más profundo (seguramente) del Universo. Y, a pesar de no conocer a fondo nuestra mente, ya estamos tratando de incorporar, a mentes artificiales lo poco que de ella sabemos. ¿No será una temeridad?
Ahí hay mucho más de lo que se pueda producir en un entramado electrónico artificial
La comprensión es, después de todo, de lo que trata la ciencia; y la ciencia es mucho más que la mera computación mecánico-electrónica. Sin embargo, parece que la realidad desmiente estos pensamientos y, podría llegar el momento en el que, la Inteligencia Artificial alcance niveles preocupantes al dotar, a esos “seres” artificiales de pensar por sí mismos y, si me apuran, hasta de tener sentimientos.
¿Cuál es el campo de acción de la ciencia? ¿Son solamente los atributos materiales de nuestro Universo los que son abordables con sus métodos, mientras nuestra existencia mental debe quedar para siempre fuera de su alcance? ¿O podríamos llegar algún día a una comprensión científica adecuada del profundo misterio de la mente? ¿Es el fenómeno de la consciencia humana algo que está más allá del dominio de la investigación científica, o podrá la potencia del método científico resolver algún día el problema de la propia existencia de nuestro yo consciente?

No se ocultan, están intentando construir Robots que tengan conciencia… ¿Qué les pasa? ¿No ven el peligro?
Sí, tenemos la facultad de meditar profundamente y, a través de esas meditaciones alcanzar un estadio de mayor “consciencia” y comprensión, un estado tal que, nos puede llevar a una conexión tan real con el Universo que es como si viajáramos fuera de este mundo para visitar, ese otro mundo hecho de pura luz donde podríamos encontrar la sabiduría que necesitamos.
Jul
15
La Tierra un planeta ideal para la Vida
por Emilio Silvera ~
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Cuando tengamos los medios tecnológicos necesarios para ello, podremos comprobar que solo en nuestra Galaxia, existen miles de millones de planetas que, como la Tierra, podrán haber tenido, la tienen en este mismo momentos, o, la tendrán, las condiciones idóneas para vida en diversas formas y distintas inteligencias.
Cuando ese momento llegue, toda la Humanidad cambiará, ese primer contacto hará que todo se transforme, y, lo que no sabemos es si será para mejor.
Jul
14
El Asombroso pasado de la Tierra
por Emilio Silvera ~
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Jul
14
¡El Universo y la Mente! Una prueba de la evolución de la materia hasta...
por Emilio Silvera ~
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¿El origen del Universo? ¡Cómo puedo saberlo yo!
Las galaxias elípticas masivas tienen gas frío pero no crean estrellas
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto galaxias elípticas masivas en el Universo cercano que contienen mucho gas frío, a pesar de que estas galaxias no pueden producir nuevas estrellas. Las comparaciones con otros datos sugieren que, mientras que el gas caliente se enfría en estas galaxias, las estrellas no se forman porque el gas es removido y golpeado por los chorros del agujero negro supermasivo que está en su centro.
La única explicación posible para la formación de las galaxias, a pesar de la expansión de Hubble, es que allí, existía una especie de sustancia cósmica que generaba Gravedad, y, de esa manera, pudo ser retenida la materia para conformarlas.

Es verdaderamente admirable constatar cómo ha ido evolucionando nuestro entendimiento del mundo que nos rodea, de la Naturaleza, del Universo. Hubo un tiempo en el que, los individuos de nuestra especie deambulaban por el planeta pero no sabían comprender el “mundo”, ni podían pensar siquiera en el misterio que representaban los fenómenos naturales que a su alrededor se sucedían.

Pasado el tiempo, pudieron mirar hacia arriba y, la presencia de aquellos puntitos brillantes en la oscura y misteriosa oscuridad de la noche, el paso de los cometas, y otras maravillas que no podían explicar, despertó su curiosidad consciente y comenzaron a plantearse algunas preguntas. Muchas decenas de miles de más tarde, nuestro deambular por el planeta, las experiencias y la observación de la Naturaleza, nos llevó a comprender, algunas de las cosas que antes no tenían explicación.
Grandes pensadores del Pasado que buscaban el por qué de las cosas
Pensadores del pasado dejaron la huella de sus inquietudes y los llamados filósofos naturales, hicieron el ejercicio de dibujar el “mundo” según ellos lo veían. Nos hablaron de “elementos” de “átomos” y, aunque no era el concepto que ahora de esas palabras podamos tener, ya denotaba una gran intuición en el pensamiento humano que trataba de entender la Naturaleza y cómo estaban hechas las cosas que nos rodeaban. Ellos, a la materia primigenia la llamaron “Ylem” la sustancia cósmica.

Es cierto que siempre hemos querido abarcar más de lo que nuestra “sabiduría” nos podía permitir. Ahora, en el presente, las cosas no han cambiado y tratamos de explicar lo que no sabemos, y, para ello, si hay que inventarse la “materia oscura”, las “fluctuaciones de vacío”, los “universos paralelos”, los “agujeros de gusano”, o, cualesquiera otros conceptos o fenómenos inexistentes en el mundo material o experimental… ¡qué más da! Lo importante es exponer las ideas que nos pasen por la cabeza que, de alguna manera, pasando el tiempo, se harán realidad. Nuestras mentes, como digo, siempre fueron por delante de nosotros mismos y ha dejado al descubierto esa intuición que nos caracteriza y que, de alguna manera, nos habla de esos hilos invisibles que, no sabemos explicar como pero, nos conectan con el resto del Universo del que, al fin y al cabo, formamos parte, ¡la que piensa!
Los Siete Sabios de Grecia fueron personajes del siglo VII y VI a. C que brillaron en el mundo de la ciencia, la filosofía y la política. Sus nombres: Bías de Priene, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto, Pítaco de Mitilene, Quilón de Esparta, Solón de Atenas y Tales de Mileto.


Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, nos habló de la importancia del agua para la vida. Él intuyó que sin agua, la vida sería estéril en el planeta. Allí donde el agua corría y se mezclaba con las sustancias de la tierra, unido a los fenómenos naturales y ayudada por el tiempo, hacía posible el surgir de la vida.

La Evolución de la materia “inerte” hacia los Pensamientos, como los que Einstein generó en su Teoría de la Relatividad General, en la que nos mostró una nueva cosmología
Ahora, que hemos podido realizar un cierto avance en el “conocimiento del mundo que nos rodea”, no le damos la verdadera importancia que tienen algunos pensamientos del pasado que, en realidad, son los responsables de que ahora, nos encontremos en el nivel de conocimiento que hemos podido conquistar. Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, fue el primero que dejó a un lado la mitología para utilizar la lógica y, entre otras muchas cosas, indicó la importancia que tenía el agua para la existencia de la vida. Empédocles nos habló de los elementos y Demócrito del a-tomo o átomo., Arquitas de Tarento (filósofo, soldado y músico), el amigo de Platón y seguidor de Pitágoras, ya se preguntaba: ¿Es el Universo infinito?

Seguramente lo que hay más allá del Universo… ¡Sean otros universos! La Nada no existe
Él mismo se contestaba diciendo que todo tenía un límite y pensaba en el final que lindaba con el “vacío”, allí donde nada impedía que su espada, lanzada con fuerza en el borde del universo, siguiera su camino sin fin, ninguna fuerza podría pararla y con ninguna clase de materia podría chocar. Así, con esos pensamientos surgidos de la mente humana, podemos constatar que, desde siempre, hemos tratado de saber de qué están hechas las cosas, cómo funciona la Naturaleza y de qué manera funciona el universo que tratamos de comprender.
Como todo en nuestro Universo, nuestras Mentes también evolucionan
El Universo se expande y nuestras mentes también. Eso que llamamos Tiempo siguió su transcurrir inexorable, los pensamientos de los grandes pensadores se fueron acumulando en un sin fin de conjeturas y teorías que, poco a poco, pudimos ir comprobando mediante la observación, el estudio y la experimentación hasta que pudimos llegar a saber de qué estaban hechas las estrellas y cómo la materia se transmutaba en sus “hornos” nucleares para crear elementos que hicieran posible el surgir de la vida en los mundos (no creo que la vida esté supeditada a este mundo nuestro).

Puede estar representada de muchas maneras pero, materia es.
“Materia es todo aquello que tiene localización espacial, posee una cierta cantidad de energía, y está sujeto a cambios en el tiempo y a interacciones con aparatos de medida. En física y filosofía, materia es el término para referirse a los constituyentes de la realidad material objetiva, entendiendo por objetiva que pueda ser percibida de la misma forma por diversos sujetos. Se considera que es lo que forma la parte sensible de los objetos perceptibles o detectables por medios físicos. Es decir es todo aquello que ocupa un sitio en el espacio, se puede tocar, se puede sentir, se puede medir, etc.”

El conocimiento que creemos que tenemos sobre cómo está conformada la materia y las fuerzas fundamentales que con ella interaccionan, nos ha llevado a escenificar un Universo algo más comprensible que aquel, que nuestros ancestros imaginaron con la presencia de dioses y divinidades que eran los que, creaban los “mundos” o, el universo mismo, cada vez que soñaban. Es asombroso que hayamos podido llegar hasta la consciencia siendo la línea de salida la “materia inerte”. Sin embargo, el recorrido ha sido arduo y muy largo…, ¡diez mil millones de años han necesitado las estrellas para poder solidificar los elementos de la vida para crear, en algunos de los muchos mundos presentes en las galaxias, el protoplasma vivo que diera lugar a esa primera célula replicante que comenzara la fascinante aventura de la vida hasta llegar a los pensamientos.

El Universo se contempla a través de nuestros ojos y de otros muchos que en los mundos están observando su evolución.
Si nos preguntaran: ¿Es consciente el Universo? Tendríamos que contestar de manera afirmativa, toda vez que, al menos una parte, ¡la que piensa!, representada por seres vivos y que forman parte de ese inmenso universo, sí que lo es. La vida es la consecuencia de la materia evolucionada hasta su más alto nivel y, a partir de ella, ha podido surgir eso que llamamos cerebro del que surge el concepto de mente, ese ente inmaterial y superior que trasciende y va más allá, lo que los filósofos llamaron Ser y quisieron explicar mediante la metafísica. Todavía, no sabemos lo que la vida es y tampoco, podemos explicar, lo que es la energía, o, por exponer algún concepto de los muchos que denota nuestra ignorancia, tampoco podemos contestar a una simple pregunta: ¿Qué es el Tiempo? ¿Existe en realidad o simplemente es una abstracción de la mente?

Lo cierto es que nuestra especie ha dejado profundas huellas de su deambular por el mundo. Muchos de sus “tesoros y obras” quedaron enterrados en las profundidades del tiempo o inundados por los diluvios que las distintas civilizaciones que fueron nos contaron con sus maravillosas leyendas que, en realidad, trataban de explicar algo que sucedió y que no llegaban a comprender y, para ello, inventaban bonitas historias en las que, narraban hechos que quedaron difuminados por la fantasía hasta el punto de no saber, en el presente, donde termina la realidad y comienza la leyenda y si eran ciertas o no las bonitas “historias” que nos contaron.
Lo cierto es que con frecuencia sucede que al surgir ideas nuevas que tienden a querer explicar científicamente lo que es la Naturaleza, aparecen viejos datos que relacionan esas nuevas ideas con aquellos viejos problemas. Tenemos que admitir que todavía “no sabemos” cómo es la realidad del mundo y que, nuestra realidad, no tiene que coincidir con la verdadera realidad que incansables buscamos y que, no siempre podemos “ver” aunque la tengamos delante de nuestros propios ojos.
De hecho, no sabemos explicar ni cómo se pudieron formar las galaxias, y, a pesar de ello, no tenemos empacho de hablar de singularidades y agujeros de gusano o de universos paralelos. ¡La imaginación!, creo que sin ella, no habríamos podido llegar hasta aquí. La imaginación unida a la curiosidad ha sido desde siempre, el motor que nos llevó hacia el futuro.

Si en realidad existe “el infinito”, seguro que está en nuestras mentes, o, posiblemente en otras que, como las nuestras, han imaginado cómo ensanchar el mundo y universo de los pensamientos sin límite alguno, el único límite que existe, amigos míos, es el de nos impone nuestra ignorancia para llegar a comprender lo que la Naturaleza es. En la Naturaleza están todas las respuestas a las preguntas que planteamos y que nadie sabe contestar. En ella, en la Naturaleza, buscan nuestros sabios esas respuestas y, para poder encontrarlas hemos inventado los aceleradores de partículas, los microscopios y telescopios que nos llevan a ese “otro universo” que el ojo desnudo no puede ver pero que, no deja de ser nuestro propio mundo, y, al ser conscientes de ello, también lo somos de nuestras limitaciones. En realidad, la única manera de avanzar es ser consciente de que no sabemos, toda vez que, si creyéramos que ya lo sabíamos todo… ¿para qué seguir buscando?
Todo está hecho de Quarks y Leptones, desde una galaxia hasta el fiero león que habita en la selva, nosotros y todas las estrellas que brillan en el firmamento.
El pensamiento filosófico es un “mundo” que ensanchó los límites de la mente humana, nos llevó hasta la Ciencia, en un mundo en el que, las semillas de Quarks y Leptones se constituían en un universo material en el que, unas fuerzas fundamentales interaccionaban para hacer posible el ritmo de todo lo que podemos observar, de todo lo que existe y que llegó, a crear el espaciotiempo y dentro de toda esa inmensidad, ¡los pensamientos y la imaginación! de objetos complejos que llamamos cerebro y transportan mentes creadoras de ideas como la de universos en la sombra, cuerdas cósmicas y otros muchos fantásticos fenómenos que pueblan un paisaje inmenso de “cosas” en constante ebullición que se transforman para crear otras diferentes. Para que eso sea posible, a veces podemos contemplar lugares violentos donde impera un Caos aparente pero, necesario para la creación.
Estamos rodeados de cosas bellas presentes en cualquier lugar al que podamos mirar pero… ¿Prestamos atención?
“Todas las cosas son”
Con esas sencillas palabras, el sabio, elevó a todas las cosas a la categoría de SER. ¿Tendrá memoria la materia? ¿Será posible que eso que llamamos materia “inerte”, no sea en realidad tan inocua ni tan insensible como imaginamos? Es posible que cada de la materia sea un paso necesario para poder llegar hasta su estado de consciencia que, en este mundo, se ha revelado en nosotros.

Y, en todo ese aparente maremágnum, apareció la vida. “La Vida, una cúpula de vidrio multicolor, mancha el blanco resplandor de la eternidad.” De la misma manera que no llegamos a comprender el Universo, tampoco conocemos lo que la vida es, y, hasta las definiciones que hemos encontrado para explicarla, ni se acercan a la realidad, a la grandiosidad, a la maravillosa verdad que el universo nos muestra a través de la vida, en la que, a veces, subyacen los pensamientos y los mejores sentimientos.
Emilio Silvera V.
















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