Oct
4
Sí, avanzamos pero… ¿Qué futuro nos espera?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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¿Qué será la materia?
A medida que los núcleos se hacen más grandes, la probabilidad de una fisión espontánea aumenta. En los elementos más pesados de todos (einstenio, fermio y mendelevio), esto se convierte en el método más importante de ruptura, sobrepasando a la emisión de partículas alfa.
Sólido, Líquido, Gaseoso, Plasma y Condensado de Bose-Einstein ¿No falta alguno?
El verdadero «cuerpo» del agujero negro es la masa que está escondida detrás de ese velo de oscuridad que produce la gravedad.
¿Qué forma habrá adoptado la materia en la Singularidad? Está tan condensada que una cucharadita de esa “materia” pesaría…
Una cucharadita de materia de la singularidad de un agujero negro pesaría millones de toneladas, debido a su increíble densidad, donde una masa estelar entera se comprime en un punto infinitesimal. Aunque la composición de la singularidad sigue siendo desconocida, la extrema concentración de materia hace que su masa sea inimaginablemente grande.
¿Qué será la materia? Conocemos algunos de los estados que adopta en función de temperaturas y otros escenarios de Gravedad, o, incluso algunos que desconocemos
El entrenamiento de los astronautas es intenso y procura adaptación a los que en el Espacio se puedan encontrar. Sin embargo, no acabamos de admitir que en ese medio, los seres humanos están fuera de su ámbito natural que está en la seguridad del planeta que los vio nacer, al que están adaptados y que difiere del medio Espacial en todo.
La Humanidad, en el Futuro lejano, se verá abocada a buscar otros planetas que le puedan acoger como ha hecho la Tierra. El Sol no es algo imperecedero, y, por muchos miles de millones de años que pueda “vivir”, finalmente, se convertirá en Gigante roja primero y estrellas enana blanca después, y, para cuando suceda… ¿Dónde estaremos nosotros?
No, no será fácil encontrar acomodo en otros mundos. Aunque tenga atmósfera y condiciones parecidas a la Tierra, la adaptación será muy dura y también el viaje para llegar a ellos. Naves grandes como ciudades que lleven todos los materiales y maquinaria que harán falta para el trabajo que nos esperaría en ese nuevo mundo.


Lo que hoy es realidad, fue ayer fantasía y será mañana recuerdo

No hay hecho que no haya sido sueño una vez, ni invento que no haya sido una vez ilusión
El Planeta habrá cambiado y… ¡Nosotros también!
Lo cierto es que, cada vez que ha salido alguien, que como el precursor de la ciencia ficción, el entrañable Julio Verne, nos hablaba de viajes imposibles y de mundos insólitos, nadie pudo creer, en aquellos momentos, que todas aquellas “fantasías” serían una realidad en el futuro más o menos lejano. Todo lo que él imagino hace tiempo que se hizo realidad y, en algunos casos, aquellas realidades-fantásticas, han sido sobrepasadas como podemos contemplar, en nuestras vidas cotidianas. Ingenios espaciales surcan los espacios de nuestro entorno espacial, y otros, lo hacen por el misterioso fondo oceánico como fue predicho hace ahora más de un siglo.
Un equipo de físicos de la Universidad de Viena y de la Academia Austriaca de las Ciencias ha logrado llevar a cabo una teletransportación cuántica a una distancia récord de 143 kilómetros, entre las islas de La Palma y Tenerife. Ahora, los profetas modernos resultan ser Físicos que nos hablan de sucesos cuánticos que no llegamos a comprender y que, son ¡tan extraños! que nos resultan poco familiares y como venidos de “otro mundo”, aunque en realidad, son fenómenos que ocurren en las profundidades del mundo de la materia, o, en las transiciones de fase que se producen en las estrellas, en los agujeros negros y en las explosiones de supernovas.
Lo cierto es que siempre hemos utilizado el 100 por 100 del cerebro que, en cada momento, estaba disponible. Es un mito aquel dicho que hemos oído tantas veces: ¡Sólo utilizamos el 10% del cerebro! Lo cierto es que lo utilizamos todo, otra cosa muy distinta es que, a medida que avanzamos y adquirimos nuevos conocimientos y vamos comprendiendo más y más, el cerebro evoluciona y adquiere más capacidad.
La Isla de la Ignorancia en la que estamos confinados, es cada día más pequeña. Vamos pudiendo explicar “cosas” que antes, nos eran totalmente desconocidas y cada vez van siendo menos los visionarios y más los estudiosos científicos, tanto teóricos como experimentadores que, en todos los campos, nos llevan, sin que nos demos cuenta, hacia el futuro que…, ¡puede ser de tantas maneras! Precisamente por eso, será bueno que nuestras mentes, no se resignen a que estemos encerrados aquí, en esta nave espacial que llamamos Tierra y que surca el espacio interestelar a muy buena velocidad aunque no todos sean conscientes de ello.
Sensores cuánticos para obtener imágenes sensacionales con la cámara del móvil



“Nuestro universo parece ser completamente uniforme. Si miramos a través del espacio desde un extremo del universo visible hacia el otro, se verá que la radiación de fondo de microondas que llena el cosmos presenta la misma temperatura en todas partes.”
Desde que nacemos estamos conectados al Universo del que somos parte

“En estos experimentos se ha comenzado con un gas cuántico unidimensional de átomos ultra-fríos, el llamado condensado de Bose-Einstein, que fue dividido rápidamente en dos mediante un átomo chip”
¡”La forma de este patrón de interferencia muestra que las dos partes aún no han olvidado que proceden originalmente del mismo átomo” !

¿Dónde estaríamos nosotros cuando se pusieron los cimientos de la Tierra?
Eso, ni más ni manos, me preguntó un día alguien en un coloquio sobre el Universo, La Tierra y, la Vida. Claro que, no podía ni sabía contestar, ya que, por aquel entonces, nosotros, sencillamente, ¡no estábamos!
Y, lo único que se me ocurrió decir fue: Bueno, no exactamente nosotros que llegamos muchísimo más tarde, pero, lo cierto es que los materiales que nos pudieron conformar, estaban en aquella nebulosa con la que regó el espacio interestelar una supernova hace ahora miles de millones de años. Después, el Tiempo hizo posible que surgiera el Sol y, a su alrededor los planetas y lunas del Sistema Solar, y, con la ayuda de muchas transiciones de fase y lo que hemos llamado evolución, y, los ingredientes precisos de atmósfera, agua, radioactividad y otros parámetros necesarios, surgió aquella primera célula replicante que lo comenzó todo, es decir, la aventura de la Vida.
Una Tierra ígnea, incandescente, sin vida
Todas aquellas explicaciones, de ninguna manera convencieron al curioso que formuló la pregunta, sin embargo, otra no tenía y así, de momento, quedaron las cosas. Ya me gustaría a mí saber para poder contestar a todas las preguntas que me hacen. Sin embargo y es lo cierto, desde que llegamos aquí no hemos de viajar hacia el futuro que… Incierto, espera a nuestra especie que, ajena a lo que pueda pasar, y, empujada por su inmensa curiosidad, no deja de hacer preguntas y de querer saber… ¿hacia dónde vamos?
Emilio Silvera V.
Sep
28
¡El Futuro! ¿Cómo será?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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Lo cierto es que, cada vez que ha salido alguien, que como el precursor de la ciencia ficción, el entrañable Julio Verne, nos hablaba de viajes imposibles y de mundos insólitos, nadie pudo creer, en aquellos momentos, que todas aquellas “fantasías” serían una realidad en el futuro más o menos lejano. Todo lo que él imagino hace tiempo que se hizo realidad y, en algunos casos, aquellas realidades fantásticas, han sido sobrepasadas como podemos contemplar, en nuestras vidas cotidianas. Ingenios espaciales surcan los espacios siderales y, otros, lo hacen por el misterioso fondo oceánico como fue predicho hace ahora más de un siglo.
Ahora, los profetas modernos resultan ser Físicos que nos hablan de sucesos cuánticos que no llegamos a comprender y que, son ¡tan extraños! que nos resultan poco familiares y como venidos de “otro mundo”, aunque en realidad, son fenómenos que ocurren en las profundidades del mundo de la materia.
Cada vez van siendo menor los visionarios y más los estudiosos científicos, tanto teóricos como experimentadores que, en todos los campos, nos llevan, sin que nos demos cuenta, hacia el futuro que, ¡puede ser de tantas maneras! Precisamente por eso, será bueno que nuestras mentes, no se resignen a que estemos confinados aquí, en esta nave espacial que llamamos Tierra y que surca el espacio interestelar a muy buena velocidad aunque no todos sean conscientes de ello.
Ascensor Espacial Erkki Halkka
Los avances que veremos en este mismo siglo, en todos los ámbitos del saber humano, serán sorprendentes y cambiaran nuestras vidas, nuestra Sociedad para el próximo siglo, será ya muy diferentes a ésta que conocemos. Nuestras propias vidas darán un salto cuantitativo y cualitativo en su período de duración y en su calidad de bienestar, podremos vivir un siglo y medio y tendremos menos enfermedades que ahora. las posibles innovaciones tecnológicas en campos tan dispares como la salud, la economía, la demografía, la energía, la robótica, el espacio, las telecomunicaciones y los transportes, darán un vuelco a nuestra forma de vida y entraremos en otra fase del futuro que viene y del pasado que dejamos atrás.
Láminas más finas que un pelo humano y más fuerte que el acero
Estos serán los materiales con los que se construirá ese ascensor “imposible” que nos llevará 500 Km lejos de la Tierra, hacia las Estaciones Espaciales con las que se podrá acoplar, sin ninguno de los riesgos que conllevan los transbordadores actuales impulsados por Hidrógeno líquido de fácil combustión, es decir, los pasajeros van montados sobre una bomba volante y, al mejor fallo…
Los ascensores espaciales eran hasta hace muy poco materia de ficción pura, pues ningún material conocido podía soportar la enorme tensión producida por su propio peso. Actualmente ciertos materiales comienzan a parecer viables como materia prima: los expertos en nuevos materiales consideran que teóricamente los nanotubos de carbono pueden soportar la tensión presente en un ascensor espacial.3 Debido a este avance en la resistencia de los nuevos materiales, varias agencias están estudiando la viabilidad de un futuro ascensor espacial:
En Estados Unidos, un antiguo ingeniero de la NASA llamado Bradley C. Edwards ha elaborado un proyecto preliminar que también están estudiando científicos de la NASA.3 Edwards afirma que ya existe la tecnología necesaria, que se necesitarían 20 años para construirlo y que su costo sería 10 veces menor que el de la Estación Espacial Internacional. El ascensor espacial de Edwards no se parece a los presentes en las obras de ficción, al ser mucho más modesto y a la vez innovador en lo que concierne a su eventual método de construcción.
Este sería el final del recorrido y estaría preparado para conectar con bases espaciales. Ahora nos parece un suelo paero hace tiempo ya que se está trabajando, de manera muy seria, en su construcción en un futuro próximo y, desde luego, conseguirlo será un buen logro.
Existen algunos tratamientos con células madre, pero la mayoría todavía se encuentran en una etapa experimental. Investigaciones médicas, anticipan que un día con el uso de la tecnología, derivada de investigaciones para las células madre adultas y embrionarias, se podrá tratar el cáncer, diabetes, heridas en la espina dorsal y daño en los músculos, como también se podrán tratar otras enfermedades. Se les presupone un destino lleno de aplicaciones, que van desde patologías neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer o de Parkinson, hasta la fabricación de tejidos y órganos destinados al trasplante, pasando por la diabetes y los trastornos cardíacos.
En un futuro se espera utilizar células madre de cordón umbilical en terapia génica: podemos así tratar enfermedades causadas por la deficiencia o defecto de un determinado gen, introduciendo un determinado gen en la proliferación de las células madre In Vitro y trasplantar tales células en el paciente receptor. El uso de otros tipos de células como portadores de genes buenos en pacientes con enfermedades causadas por deficiencias o déficits genéticos, está siendo testeado a nivel clínico. El primer trasplante de órgano bio-artificial en humanos, por su parte, confían en que pueda ver la luz dentro de “unos cinco o diez años”.
La bioinformática o la biotecnología consiste en la aplicación de tecnología informática en el análisis de datos biológicos . Los principales esfuerzos de investigación en estos campos incluyen el alineamiento de secuencias , la predicción de genes , predicción de la expresión génica y modelado de la evolución . Algunos ejemplos son el diseño de organismos para producir antibióticos , el desarrollo de vacunas más seguras y nuevos fármacos, los diagnósticos moleculares, las terapias regenerativas y el desarrollo de la ingeniería genética para curar enfermedades a través de la manipulación génica . Veamos algunas de ellas…
Formas nuevas de comunicarse y de adquirir datos
La fusión, energía limpia y barata y, sobre todo, inagotable
Y mientras el mundo está pendiente de la crisis económica internacional, científicos e ingenieros trabajan intensamente en lo que podría ser la solución a los problemas energéticos del futuro. La palabra clave es “fusión”. Al contrario que la tradicional energía nuclear, la energía de fusión es limpia y no contamina y, sus residuos, es el Helio fácilmente aprovechable. El Proyecto ITER sigue adelante.
La ciencia de la medicina está avanzando a pasos agigantados. Los últimos avances en medicina que se dieron en estos diez o quince años pasados han sido sorprendentes, y podemos esperar un salto muy grande en la medicina dentro de los próximos años.
Algunos descubrimientos todavía no están al alcance de los pacientes, a pesar de que ya se han revelado como grandes avances científicos son necesarios muchos estudios y pruebas antes de que se puedan aplicar. No perdamos de vista en este ámbito del saber humano, ni la genética ni las nuevas nanotecnologías, lo que llaman el ojo biónico, la sangre artificial…
Ciudades construidas con materiales inteligentes que se adaptan al medio ambiente
Cambiaran nuestras ciudades y nuestras Sociedades serán diferentes, los nuevos conocimientos llegarán también, a la vida cotidiana del habitat humano y a su forma de trabajo, de viajar, e, incluso los alimentos del futuro no muy lejano, nos harán recordar con cierta nostalgia, estos que ahora criticamos.
Los modernos celulares irán insertados en el brazo
Cualquier vivienda será controlada por mecanismos informáticos
Este programa va más allá de los avances actuales para revelar la tecnología e inventos que nos permitirán ver a través de las paredes, viajar en el tiempo y en el espacio y colonizar planetas distantes. La tecnología inteligente que llevará ayudantes robóticos a los hogares, ciudades enteras a la Internet, y sistemas de entretenimiento que harán los sueños realidad en forma virtual. Sí, virtual hoy pero… ¿Y mañana?
¡Tantas galaxias y estrellas, tantos mundos, tantas maravillas! Si no podemos en un futuro más o menos lejano, visitarlas, ¿Para qué tanta diversidad y tanta belleza? Si están ahí, por algo será y, nosotros, aunque parezca que somos una ínfima cuestión en tan vasto Universo, seguramente seremos, unos privilegiados llamados a realizar grandes cosas. A pesar de nuestras muchas faltas y carencias…¡Lo estamos logrando!
Ya hemos dado los primeros pasos y, nuestros ingenios espaciales tecnológicos robotizados, han realizado para nosotros las tareas que, de momento nos están vedadas pero, démosle tiempo al tiempo y, sin duda alguna, en ese futuro soñado, estaremos en las estrellas y en esos otros mundos que presentimos hermanos de la Tierra y que podrán acoger a la Humanidad que, dentro de otros cincuenta años, llegará a la cifra de 8.000 millones de seres y, nuestro planeta, no puede con todo.
El futuro convive ya con nosotros y, al tenerlo tan cercano, no le prestamos atención a esos muchos cambios que con nosotros conviven. Lo cierto es que debe ser así, de otra manera, los cambios tan bruscos que se están produciendo, nos traumatizaría y, sin embargo, lo tomamos -unas veces por comprenderlos y otras por ignorarlos- con toda la normalidad. Esa es la manera en la que se desenvuelve el mundo de nuestra especie.
Sueños convertidos en realidad
Ya construimos ciudades flotantes para esquivar la subida del nivel del Mar
Como no podemos predecir que le puede pasar a la Tierra en el futuro, mejor será ir “preparando las maletas” que, como decía mi padre, un viejo marinero curtido en mil tempestades: ¡”Más vale un por si acaso, que un yo creí”!
Todo esos logros se producirán o se han producido ya en la Tierra pero… ¿Qué pasa con lo de viajar a otros mundos? Ahí estamos algo estancados, no sabemos como adaptar nuestras carencias a los viajes Espaciales, y, la tecnología necesaria para preservarnos de los peligros del Espacio… ¡No la tenemos!
Emilio Silvera V.
May
1
¡El futuro incierto!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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En el futuro, se ha pensado ya que en algunas ciudades muy pobladas de implementen vehículos voladores como parte de su estructura de transporte. Estos vehículos, conocidos como “autos voladores”, “aerotaxis” o “VTOLs” (Vertical Take-off and Landing).
Los expertos pronostican que viviremos las relaciones laborales y personales cada vez más en espacios virtuales. GETTY.
Pensamos en algunas escenas del futuro y dan un poco de miedo. Nuestros padres y nuestros hijos cuidados por Robots de última generación. Otros ocuparan puestos de responsabilidad en todos los niveles sociales.
Lo del apagón nos ha venido a recordar los frágiles que somos, el desastre está a la vuelta de la esquina, y… ¿No lo estaremos empeorando todo con tanta Inteligencia Artificial, el desastre los acecha y, si llega un apagón general que no tenga solución en meses ¿Qué hacemos?
Estamos entregando nuestra seguridad a la computación, no podríamos ni sacar dinero del cajero, ni pagar una factura, ni hacer la comida en casa, ni…, ni… (muchos nis).
No estamos prestando atención y la que se nos viene encima es de cuidado
A mí, particularmente, me da mucho miedo un futuro en el que las máquinas sean imprescindibles. En este mismo momento ya casi lo son. ¿Qué haríamos sin ordenadores que mediante sus programas dirigen fábricas, llevan todo el movimiento de las Bolsas del mundo y de los bancos, dirigen los satélites del espacio, llevan a cabo complicadas operaciones quirúrgicas y montan y ensamblan elaborados mecanismos industriales? El mundo quedaría paralizado.
También las misiones espaciales que nos facilitan datos de otros cuerpos celestes alejados de la Tierra están en peligro. Si no las podemos dirigir desde aquí… Todo el esfuerzo al garete.
Pienso en un mundo mucho más avanzado, dentro de 500 – 1.000 años. ¿Qué habrá pasado con los robots?, máquinas cada vez más perfectas que llegarán a autofabricarse y repararse. ¿Cómo evolucionarán a partir de esos procesadores inteligentes de la nanotecnología? ¿Llegarán algún día a pensar por sí mismos? Ahí puede estar uno de los grandes peligros de la Humanidad.
Si finalmente le dan a los Robots las prestaciones que pretenden (como consciencia de Ser)… ¡Mal irán las cosas!
La invención del robot (del checo, robota, trabajo) se debe al esfuerzo de las sociedades humanas por liberarse de las labores más ingratas y penosas a que se ven obligados algunos de sus individuos. En un principio, la apariencia de los robots sólo atendía a las razones prácticas de las funciones que cada modelo tenía que desempeñar, o sea, su morfología estaba aconsejada por criterios funcionales y prácticos.
Una vez superada la primera fase, el hombre trata de fabricar robots que cada vez sean más semejantes a su creador, y aunque las primeras figuras han sido algo groseras y poco hábiles en sus movimientos, poco a poco se va perfeccionando la imitación de los humanos.
Si permitimos que pueda pensar…
Un robot se diferencia fundamentalmente de una máquina por su capacidad para funcionar de modo automático sin la acción permanente del hombre. Los primeros robots se mostraron especialmente válidos para llevar a cabo aquellos trabajos sencillos y repetitivos que resultaban tediosos y pesados al hombre (al Ser Humano mejor). También son ideales para el trabajo en el que se está expuesto a cierto peligro o se trabaja con materiales peligrosos en lugares nocivos para los seres vivos
Nuevas generaciones de robots que…, ¿comienzan a ser peligrosos?
Las máquinas del futuro nos pueden superar. Hemos comenzado a inventar robots que, cada vez son más sofisticados y tienen más prestaciones y, de seguir por ese camino, de no poner unas reglas claras, precisas u rígidas sobre el límite…las cosas podrían salir mal.
Una de las condiciones esenciales que debe tener una máquina-robot para ser considerada como tal es la posibilidad de ser programada para hacer tareas diversas según las necesidades y la acción que de ellos se requieran en cada situación. Y, si llegan a poseer la potestad de pensar por sí mismas, de repentizar soluciones no programadas, de sentir y ser conscientes…¡malo!
Dentro de algunas decenas de años, por ejemplo, no será necesario que ningún astronauta salga al espacio exterior para reparar estaciones espaciales o telescopios como hacen ahora, con riesgo de sus vidas, con el Hubble.
El miedo a los robots del futuro que antes citaba está relacionado con el hecho de que la robótica es el estudio de los problemas relacionados con el diseño, aplicación, control y sistemas sensoriales de los robots.
Ya van quedando muy viejos aquellos robots de primera generación (en realidad brazos mecánicos), muy utilizados en labores de menos precisión de la industria automovilística. Hoy día, los robots que se fabrican, están provistos de sofisticados sistemas “inteligentes” que son capaces de detectar elementos e incluso formas de vida rudimentarias. El proyecto de la NASA en el río Tinto es un ejemplo de ello; allí han utilizado pequeños robots capaces de comunicar datos científicos de los hallazgos en el fondo de un río. Actúan mediante programas informáticos complejos o no, que hacen el trabajo requerido.
Supermáquinas que pueden desarrollar trabajos imposibles
Las necesidades de la industria aeronáutica, poco a poco, han ido exigiendo sistemas de mayor precisión, capaces de tomar decisiones adecuadas en un entorno predefinido en función de las condiciones particulares de un momento dado. Estos ingenios, llamados de segunda generación, poseen instrumentos propios y programación informática dotada de medios de autocorrección frente a estímulos externos variables.
Los sensores utilizados por los sistemas robóticas de segunda generación son, con frecuencia, equipos de cámaras electrónicas digitales que convierten la imagen luminosa recibida desde el exterior en impulsos eléctricos que se comparan con patrones almacenados en un pequeño núcleo de memoria informática. Así mismo, disponen de instrumentos táctiles de alta sensibilidad y de detección de pesos y tensiones.
Incluso en otros planetas a millones de distancia de la Tierra, realizan los trabajos programados
Los robots de tercera generación emplean avanzados métodos informáticos, los llamados sistemas de inteligencia artificial, y procedimientos de percepción multisensorial (estoy leyendo una maravillosa tesis doctoral de un ingeniero de materiales – hijo de un buen amigo – que es fascinante, y me está abriendo la mente a nuevos campos y nuevos conceptos en el ámbito de la inteligencia artificial. Su nombre es A. Mora Fernández, y tiene la suerte de ser, además, un físico teórico matemático, con lo cual, según lo que puedo deducir de su trabajo, le espera grandes empresas y mi deseo personal es que triunfe en ese complejo mundo de fascinantes perspectivas al que pertenece).
Estos ingenios de tercera generación adoptan algunas características del comportamiento humano al contar con la capacidad para percibir la realidad del entorno desde varias perspectivas y utilizar programas que rigen su propia actuación de modo inteligente. Conscientes de su situación espacial, los robots de tercera generación comprenden directamente el lenguaje humano y lo utilizan para comunicarse con las personas.
Los Androides del futuro. ¿Tendrán autonomía de pensamiento?
La ciencia robótica, basándose en avanzados principios de la electrónica y la mecánica, busca en la constitución y modo de funcionamiento del cuerpo y del cerebro humano los fundamentos con los que diseñar androides de posibilidades físicas e intelectivas semejantes a los del ser humano.
Nada de esto es ciencia ficción; es lo que hoy mismo ocurre en el campo de la robótica. Aún no podemos hablar de robots con cerebros positrónicos capaces de pensar por sí mismos y tomar decisiones que no le han sido implantados expresamente para responder a ciertas situaciones, pero todo llegará. Ya tienen velocidad, flexibilidad, precisión y número de grados de libertad. ¿Qué hasta donde llegarán? ¡Me da miedo pensar en ello!
Pronto nos costará distinguirlos
Mecánicamente, el robot ya supera al ser humano; hace la misma tarea, con la misma velocidad y precisión o más que aquél, y tiene la ventaja de que no se cansa, puede continuar indefinidamente desempeñando la tarea en lugares que para nosotros serían imposibles por sus condiciones extremas.
Menos mal que, de momento al menos, el cerebro del ser humano no puede ser superado por un robot, ¿pero será para siempre así? Creo que el hombre es un ser que, llevado por sus ambiciones, es capaz de cometer actos que van encaminados a lograr la propia destrucción y, en el campo de la robótica, si no se tiene un exquisito cuidado, podemos tener un buen ejemplo.
Antes de dotar a estas máquinas de autonomía de obrar y de pensar, debemos sopesar las consecuencias y evitar, por todos los medios, que un robot pueda disponer como un ser humano del libre albedrío, como artificial que es, siempre debe estar limitado y tener barreras infranqueables que le impidan acciones contrarias al bienestar de sus creadores o del entorno.
Es muy importante que los sistemas sensoriales de los robots estén supeditados a los límites y reglas requeridas por los sistemas de control diseñados, precisamente, para evitar problemas como los que antes mencionaba de robots tan avanzados y libre pensadores e inteligentes que, en un momento dado, puedan decidir suplantar a la Humanidad a la que, de seguir así, podrían llegar a superar.
Esta simpática imagen ya ha sido superada
Pensemos en las ventajas que tendrían sobre los humanos una especie de robots tan inteligentes que ni sufrirían el paso del tiempo ni les afectaría estar en el vacío o espacio exterior, o podrían tranquilamente, al margen de las condiciones físicas y geológicas de un planeta, colonizarlo fácilmente, aunque no dispusiera de atmósfera, ya que ellos no la necesitarían y, sin embargo, podrían instalarse y explotar los recursos de cualquier mundo sin excepción. ¡Menuda ventaja nos llevarían! Además, lo mismo que nosotros nos reproducimos, los robots se fabricarán unos a otros. Ni las famosas tres leyes de Asimos me tranquilizan… ¿Las recuerdan?
Las tres leyes de la robótica de Asimov
- Primera Ley
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Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
-
Segunda Ley
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Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
-
Tercera Ley
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Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Tal como van avanzando las cosas, sería conveniente ampliar esos tres preceptos que se quedarían cortos en la idea de evitar que las máquinas cometan actos que puedan dañar a la Humanidad.
Pero, ¿Quién puede asegurar que con los complejos y sofisticados sensores y elementos tecnológicos avanzados con los que serán dotados los robots del futuro, éstos no pensarán y decidirán por su cuenta? ¡Creo que nadie está en situación de asegurar nada! La amenaza está ahí, en el futuro, y el evitarla sólo depende de nosotros, los creadores. ¡Es tanta nuestra ignorancia!
Ciertamente hemos imaginado mundos futuros en los que, no parece que las tres leyes de la robótica puedan preservar la integridad física de los humanos. Si los robots alcanzan ese nivel autónomo de pensamiento… Sería, ¡la rebelión de las máquinas! tantas veces vista en la ficción del cine.
¿Que puede impedir que en el futuro los robots tengan conciencia de ser, o, incluso, sentimientos?
Parece mentira que, alguna vez lleguen a sentir… ¡Que puedan llorar o reír!
Mirando a mi alrededor, de manera clara y precisa, puedo comprobar que el mundo biológico está compuesto por una variedad de seres que, siendo iguales en su origen, son totalmente distintos en sus formas y en sus mentes, y, de la misma manera, al igual que en nuestro planeta Tierra, pasará en otros situados en regiones remotas del espacio. Y, pensando en nuestras vidas, podemos llegar a preguntarnos si todo esto tiene algún sentido. ¿Para qué tanto esfuerzo y trabajo? ¿No será que estamos preparando el terreno para “seres” artificiales que, mejor dotados que nosotros para salir al espacio exterior, serán los que suplanten a la Humanidad y cumplan finalmente los sueños de ésta, que harán suyos?.
Se pasan un poco pero…. ¡Cuidado!
¡Qué lastima! Si ese fuera nuestro destino. ¡Fabricar a una especie artificial para que cumpliera nuestros deseos! Lo cierto es que, nosotros los humanos, no estamos físicamente preparados para viajar a las estrellas, y, de hacerlo, necesitaríamos dotarnos de tanta seguridad que, los costes, serían impensables. Naves como ciudades que nos transportaran muy lejos, y, pensando en que estamos supeditamos a la velocidad de la luz, estas naves-ciudades estarían preparadas para mantener a generaciones.
Ciudades que surcan el hiperespacio (Ciencia Ficción hoy… Pero ¿Y mañana?
Nuestro futuro es muy incierto, y, como podemos ver cada día, estamos supeditados a los caprichos de la Naturaleza. Conceptualmente, la biología generalmente va a la saga de la física. Si bien es cierto que las ideas de Darwin sobre la evolución han desplazado la concesión trasnochada y, ¿por qué no?, anti-ilustrada de la creación espacial, pero es cierto que bien entrado el siglo XX, muchos biólogos todavía pensaban instintivamente que los seres humanos representaban la culminación de la evolución, y que nuestra especie no era simplemente el centro del desarrollo evolutivo sino, en realidad, su razón de ser. Y, tales pensamientos, nos pueden dar una idea muy clara del nivel de sabiduría del que podemos presumir.
Ahora sabemos que nuestra contribución al árbol genealógico de la vida es tan periférica y minúscula como la de la Tierra en el Universo. El árbol, tal como lo podemos ver hoy, es realmente frondoso. Desde que surgió la vida en la Tierra, probablemente haya producido cientos de miles de millones, quizás billones, de ramitas, donde cada ramita representa una especie, y Homo sapiens es sólo una más entre ellas. En pocas palabras, nuestra especie ha sido tan cabalmente “periferalizada” por la biología como lo ha sido por la cosmología. Sólo somos una de las formas de vida que habita el Universo y, no es seguro que seamos la más inteligente.
Con seguridad no sabemos de donde venimos, ni quiénes somos, ni hacia donde vamos
Una vez que hemos comprendido que no somos “los elegidos” y que, estamos en este Mundo, una infinitesimal fracción de una Galaxia de entre cientos de miles de millones de ellas, podemos ser conscientes de que, la humildad será nuestra mejor elección para no equivocarnos y llevarnos decepciones que, en otro caso, serían de consecuencias muy graves. Muchas pueden ser las criaturas que, habitantes de otros mundos, nos pueden superar en inteligencia y conocimientos y, seguramente por eso, porque en nuestro fuero interno algo nos dice que es así, nos estamos preparando para ese futuro que irremediablemente llegará, y, lo único que podemos hacer es crear réplicas de nosotros mismos que, aunque artificiales, puedan representarnos de alguna manera en ese futuro incierto.
No podemos saber lo que vendrá. ¡Es tan grande el Universo!
Ese encuentro maravilloso que tantas veces hemos imaginado, es posible que no lo sea tanto. No podemos saber las criaturas que pueden estar presentes en otros mundos y con qué medios puedan contar. Siempre se me hizo cuesta arriba el hecho de que, algún día del futuro, los robots fabricados por nosotros, podrían adquirir la supremacía del planeta. Sin embargo, alguna vez he pensado también que, quizás, sea la única manera de poder hacer frente a lo que vendrá.
Hemos oído en no pocas ocasiones que la realidad supera a la imaginación, y, desde luego, simplemente con ver todo lo que existe en el Universo, podemos dar fe de tal afirmación. ¿Quién iba a pensar hace 150 años en la existencia de Agujeros Negros o Estrellas de Neutrones? Y, de la misma manera que aquí en la Tierra surgieron cientos de miles de especies y formas de vida a lo largo de su historia, ¿qué prohíbe que en otros mundos surgieran también especies de vida que ni podemos imaginar? ¿Y, la Naturaleza? En Japón hemos visto estos días de lo que es capaz y, desde luego nada puede ser descartado.
Cualquier cosa puede ser posible, ¡es tan frágil la línea que nos separa del Caos!
Es cierto, nuestras limitaciones son enormes, enorme es también nuestra ignorancia y, si somos conscientes de ello, habremos dado un gran paso para hacer frente a lo que pueda venir. Al menos no nos cogerá desprevenido y, el suceso es menos doloroso cuando se espera.
Sí, es verdad, que a veces, confundimos la ilusión y la euforia del momento con la realidad. Sin embargo, nada más lejos de ser cierto. Vivimos en una falsa seguridad cotidiana que nos hace no pensar en lo que puede llegar: Un accidente, una enfermedad, un meteorito caído del cielo, un terremoto, o, incluso una estrella enana marrón que choque con la Luna y dé al traste con nuestra tranquila vida en este planeta.
El destino, ¡tiene tantas bifurcaciones! Parece un laberinto de espejos que lo hace incierto
Así que, ilusos y tranquilos (de otra manera sería horrible la vida), en estos últimos años hemos sido capaces de determinar los genes responsables de las más variadas manifestaciones de nuestra existencia: susceptibilidad a la obesidad, diferentes tipos de tumores, esquizofrenia, depresión o la mayor o menor capacidad para danza y ritmo.
Y, con sorpresa para algunos, se ha podido saber que nuestra secuencia genética sólo difiere un 0’5% de nuestros parientes cercanos neandertales o que tampoco estamos muy lejos, genéticamente hablando, de algunos equinodermos que divergieron de nuestra rama evolutiva hace ahora 500 millones de años.
También, al mismo tiempo, hemos construido ingenios que enviados a otros mundos, situados a millones de kilómetros del nuestro, nos mandan imágenes que podemos contemplar tranquilamente sentados en el salón de nuestras casas. Y, paralelamente, se trabaja en cerebros artificiales positrónicos y, más adelante, positrónicos que ocuparan cuerpos perfectos de robots que, aunque artificiales, algún día llegarán a pensar y sentir. ¿Serán nuestros sucesores? ¿Serán los que finalmente realizarán nuestros sueños de viajar a las estrellas?
Que la posibilidad de unos cebros artificiales nos puedan inquietar… ¡Son muy reales!
Sin embargo, y a pesar de tantas proezas, si en algo sigue la ciencia gateando en la oscuridad, es precisamente en el total desconocimiento de la parte más compleja y delicada de nuestro cuerpo:
¡El Cerebro! ¡Si tuviéramos tiempo!
Emilio Silvera Vázquez
Feb
26
VIAJE A MARTE Los humanos que viajen a Marte pueden sufrir demencia...
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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El cerebro puede verse afectado por la exposición continua a los rayos cósmicos y quizás ni siquiera recordar el viaje
Recreación artística de una futura colonia en Marte – Archivo
Viajar a Marte, un reto que la NASA se prepara para conseguir a partir de 2030 y que también persiguen algunas empresas privadas, se convertirá en la hazaña del milenio, pero la gran aventura está plagada de peligros, entre ellos los que supone estar sometido a las altísimas dosis de radiación de partículas provenientes del espacio durante el trayecto. Un estudio publicado en la revista Science en 2013 decía que la exposición acumulada, para un astronauta con billete de ida y vuelta, sin contar la estancia más o menos prolongada en el Planeta rojo, equivale a hacerse 33.000 radiografías. Ahora, investigadores de la Universidad de California Irvine (UCI) se han interesado por lo que supondría esa radiación para el cerebro humano y sus conclusiones elevan aún más la alarma. Los astronautas que viajen a Marte podrían sufrir demencia crónica. Quizás, a su regreso, ni se acordarían del viaje.
La medicina espacial es una práctica médica en desarrollo que estudia la salud de los astronautas viviendo en el espacio exterior. El propósito principal de esta búsqueda académica es descubrir qué tan bien y por cuánto tiempo pueden sobrevivir las personas en las condiciones extremas del espacio, y qué tan rápido pueden re-adaptarse al ambiente terrestre a su regreso. La medicina espacial también busca desarrollar medicina preventiva para apaciguar el sufrimiento causado al vivir en un ambiente para el que los seres humanos no se encuentran bien adaptados.
Por supuesto, no es posible eliminar todas las amenazas; el factor más importante que afecta el bienestar físico humano es la ingravidez, que también se define como microgravedad. Vivir en este tipo de ambiente impacta el cuerpo en tres maneras diferentes: pérdida de la propiocepción, cambios en la distribución de los fluidos, y el deterioro del sistema muscular.
La ESA estudia a fondo el impacto de la radiación en los viajeros del Espacio
Según describe en Scientic Reports Charles Limoli, profesor de oncología radiactiva en la Escuela de Medicina de la UCI, la exposición a las partículas cargadas de alta energía -al igual que las que se encuentran en los rayos cósmicos que bombardean a los astronautas durante los vuelos espaciales prolongados- causan importantes daños cerebrales a largo plazo en roedores, lo que resulta en alteraciones cognitivas y demencia. Limoli ya dio a conocer sus resultados en 2015, pero ahora ha ampliado su estudio, comprobando los efectos con el paso del tiempo.
Fuera del artículo:
Los peligrosos rayos cósmicos primarios
«Esta no es una noticia positiva para los astronautas que hagan un viaje de dos o tres años a Marte», admite el especialista. «El entorno espacial plantea peligros específicos a los astronautas. La exposición a estas partículas puede conducir a una serie de posibles complicaciones del sistema nervioso central que pueden ocurrir durante el trayecto por el espacio y persistir mucho tiempo después, como una disminución del rendimiento, déficit de memoria, ansiedad, depresión y problemas para la toma de decisiones. Muchas de estas consecuencias adversas a la cognición pueden continuar y progresar durante toda la vida».
La radiación no le sienta bien a ningún metabolismo celular
En el experimento, los roedores fueron sometidos a una irradiación de partículas cargadas (oxígeno totalmente ionizado y titanio) en el Laboratorio de Radiación Espacial de la NASA en el Laboratorio Nacional de Brookhaven en Nueva York, y luego se enviaron al de Limoli en la UCI.
Seis meses después de la exposición (el primer estudio contemplaba los resultados seis semanas después), los investigadores todavía encontraron niveles significativos de inflamación del cerebro y daño en las neuronas de los ratones. La red neural del cerebro se veía afectada por la reducción de las dendritas y espinas de las neuronas, lo cual interrumpe la transmisión de señales entre las células del cerebro. Estas deficiencias fueron paralelas a los malos resultados de las cobayas en las tareas de comportamiento diseñadas para probar el aprendizaje y la memoria.
Miedo y ansiedad, tmbién dmencia
No digamos de la radiación en nosotros, y, la sensación de soledad, el miedo, la Ansiedad
Además, el equipo de Limoli descubrió que la radiación afecta a la «extinción del miedo», un proceso activo por el cual el cerebro suprime asociaciones desagradables y estresantes anteriores, como cuando alguien que casi se ahoga aprende a disfrutar del agua de nuevo. Estos déficits pueden hacer a los sujetos «más propensos a la ansiedad», dice Limoli, lo que podría convertirse en un grave problema en el transcurso de un viaje lleno de dificultades, ya tan estresante de por sí.
Tipos similares más graves de disfunción cognitiva son comunes en pacientes con cáncer cerebral que han recibido altas dosis en tratamientos de radiación a base de fotones.
Si bien los déficits parecidos a la demencia en los astronautas tardan meses en manifestarse, el tiempo necesario para una misión a Marte es suficiente para su desarrollo. Las personas que trabajan durante largos períodos en la Estación Espacial Internacional (ISS), sin embargo, no se enfrentan al mismo nivel de bombardeo de rayos cósmicos galácticos porque todavía están en la magnetosfera que protege la Tierra.
El trabajo de Limoli forma parte del Programa de Investigación Humana de la NASA. Investigar cómo afecta la radiación espacial a los astronautas y las maneras de mitigar esos efectos es crítico para los planes de futuras misiones a Marte y más allá.
Las soluciones parciales se están explorando. La nave espacial podría ser diseñada para incluir áreas de aumento de blindaje, tales como las utilizadas para el descanso y el sueño. Sin embargo, estas partículas cargadas de alta energía atravesarán la nave, «y realmente no hay escapatoria».
Los tratamientos preventivos ofrecen alguna esperanza. El grupo de Limoli está trabajando en estrategias farmacológicas que implican compuestos que eliminan los radicales libres y protegen la neurotransmisión.
Reportaje de prenda (con alguna introducción).
Feb
20
¿Cómo será el futuro? Me gustaría conocerlo
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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Lo cierto es que, cada vez que ha salido alguien, que como el precursor de la ciencia ficción, el entrañable Julio Verne, nos hablaba de viajes imposibles y de mundos insólitos, nadie pudo creer, en aquellos momentos, que todas aquellas “fantasías” serían una realidad en el futuro más o menos lejano. Todo lo que él imagino hace tiempo que se hizo realidad y, en algunos casos, aquellas realidades fantásticas, han sido sobrepasadas como podemos contemplar, en nuestras vidas cotidianas. Ingenios espaciales surcan los espacios siderales y, otros, lo hacen por el misterioso fondo oceánico como fue predicho hace ahora más de un siglo.
En un estudio por un equipo de físicos con avanzados aparatos, han hallado un resultado del que nos dicen:
“La materia se construye sobre frágiles objetos. Los físicos acaban de confirmar que la materia, aparentemente sustancial, es en realidad nada más que fluctuaciones en el vació cuántico. Los investigadores simularon la frenética actividad que sucede en el interior de los protones y neutrones, que como sabéis son las partículas que aportan casi la totalidad de la masa a la materia común.”
Las consecuencias de la existencia del cuanto mínimo de acción fueron revolucionarios para la comprensión del vacío. Mientras la continuidad de la acción clásica suponía un vacío plano, estable y “realmente” vacío, la discontinuidad que supone el cuanto nos dibuja un vacío inestable, en continuo cambio y muy lejos de poder ser considerado plano en las distancias atómicas y menores. El vacío cuántico es de todo menos vacío, en él la energía nunca puede quedar estabilizada en valor cero, está fluctuando sobre ese valor, continuamente se están creando y aniquilando todo tipo de partículas, llamadas por eso virtuales, en las que el de su energía por el tiempo de su existencia efímera es menor que el cuanto de acción. Se llaman fluctuaciones cuánticas del vacío y son las responsables de que exista un que lo inunda todo llamado de punto cero.
Ahora, los profetas modernos resultan ser Físicos que nos hablan de sucesos cuánticos que no llegamos a comprender y que, son ¡tan extraños! que nos resultan poco familiares y como venidos de “otro mundo”, aunque en realidad, son fenómenos que ocurren en las profundidades del mundo de la materia.
Cada vez van siendo menor los visionarios y más los estudiosos científicos, tanto teóricos como experimentadores que, en todos los campos, nos llevan, sin que nos demos cuenta, hacia el futuro que, ¡puede ser de tantas maneras! Precisamente por eso, será bueno que nuestras mentes, no se resignen a que estemos confinados aquí, en esta nave espacial que llamamos Tierra y que surca el espacio interestelar a muy buena velocidad aunque no todos sean conscientes de ello.
Ascensor Espacial Erkki Halkka
Los avances que veremos en este mismo siglo, en todos los ámbitos del saber humano, serán sorprendentes y cambiaran nuestras vidas, nuestra Sociedad para el próximo siglo, será ya muy diferentes a ésta que conocemos. Nuestras propias vidas darán un salto cuantitativo y cualitativo en su período de duración y en su calidad de bienestar, podremos vivir un siglo y medio y tendremos menos enfermedades que ahora. las posibles innovaciones tecnológicas en campos tan dispares como la salud, la economía, la demografía, la energía, la robótica, el espacio, las telecomunicaciones y los transportes, darán un vuelco a nuestra forma de vida y entraremos en otra fase del futuro que viene y del pasado que dejamos atrás.
Estos serán los materiales con los que se construirá ese ascensor “imposible” que nos llevará 500 Km lejos de la Tierra, hacia las Estaciones Espaciales con las que se podrá acoplar, sin ninguno de los riesgos que conllevan los transbordadores actuales impulsados por Hidrógeno líquido de fácil combustión, es decir, los pasajeros van montados sobre una bomba volante y, al mejor fallo…
Los ascensores espaciales eran hasta hace muy poco materia de ficción pura, pues ningún material conocido podía soportar la enorme tensión producida por su propio peso. Actualmente ciertos materiales comienzan a parecer viables como materia prima: los expertos en nuevos materiales consideran que teóricamente los nanotubos de carbono pueden soportar la tensión presente en un ascensor espacial.3 Debido a este avance en la resistencia de los nuevos materiales, varias agencias están estudiando la viabilidad de un futuro ascensor espacial:
En Estados Unidos, un antiguo ingeniero de la NASA llamado Bradley C. Edwards
ha elaborado un proyecto preliminar que también están estudiando científicos de la NASA.Edwards afirma que ya existe la tecnología necesaria, que se necesitarían 20 años para construirlo y que su costo sería 10 veces menor que el de la Estación Espacial Internacional. El ascensor espacial de Edwards no se parece a los presentes en las obras de ficción, al ser mucho más modesto y a la vez innovador en lo que concierne a su eventual método de construcción.
Este sería el final del recorrido y estaría preparado para conectar con bases espaciales. Ahora nos parece un suelo pero hace tiempo ya que se está trabajando, de manera muy seria, en su construcción en un futuro próximo y, desde luego, conseguirlo será un buen logro.
Existen algunos tratamientos con células madre, pero la mayoría todavía se encuentran en una etapa experimental. Investigaciones médicas, anticipan que un día con el uso de la tecnología, derivada de investigaciones para las células madre adultas y embrionarias, se podrá tratar el cáncer, diabetes, heridas en la espina dorsal y daño en los músculos, como también se podrán tratar otras enfermedades. Se les presupone un destino lleno de aplicaciones, que van desde patologías neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer o de Parkinson, hasta la fabricación de tejidos y órganos destinados al trasplante, pasando por la diabetes y los trastornos cardíacos.
En un futuro se espera utilizar células madre de cordón umbilical en terapia génica: podemos así tratar enfermedades causadas por la deficiencia o defecto de un determinado gen, introduciendo un determinado gen en la proliferación de las células madre In Vitro y trasplantar tales células en el paciente receptor. El uso de otros tipos de células como portadores de genes buenos en pacientes con enfermedades causadas por deficiencias o déficits genéticos, está siendo testeado a nivel clínico. El primer trasplante de órgano bio-artificial en humanos, por su parte, confían en que pueda ver la luz dentro de “unos cinco o diez años”.
La bioinformática o la biotecnología consiste en la aplicación de tecnología informática en el análisis de datos biológicos . Los principales esfuerzos de investigación en estos campos
incluyen el alineamiento de secuencias , la predicción de genes , predicción de la expresión génica y modelado de la evolución . Algunos ejemplos son el diseño de organismos para producir antibióticos , el desarrollo de vacunas más seguras y nuevos fármacos, los diagnósticos moleculares, las terapias regenerativas y el desarrollo de la ingeniería genética para curar enfermedades a través de la manipulación génica . Veamos algunas de ellas…
Formas nuevas de comunicarse y de adquirir datos
La fusión, energía limpia y barata y, sobre todo, inagotable
Y mientras el mundo está pendiente de la crisis económica internacional, científicos e ingenieros trabajan intensamente en lo que podría ser la solución a los problemas energéticos del futuro. La palabra clave es “fusión”. Al contrario que la tradicional energía nuclear, la energía de fusión es limpia y no contamina y, sus residuos, es el Helio fácilmente aprovechable. El Proyecto ITER sigue adelante.
La ciencia de la medicina está avanzando a pasos agigantados. Los últimos avances en medicina que se dieron en estos diez o quince años pasados han sido sorprendentes, y podemos esperar un salto muy grande en la medicina dentro de los próximos años.
Algunos descubrimientos todavía no están al alcance de los pacientes, a pesar de que ya se han revelado como grandes avances científicos son necesarios muchos estudios y pruebas antes de que se puedan aplicar. No perdamos de vista en este ámbito del saber humano, ni la genética ni las nuevas nanotecnologías, lo que llaman el ojo biónico, la sangre artificial…
Cambiaran nuestras ciudades y nuestras Sociedades serán diferentes, los nuevos conocimientos llegarán también, a la vida cotidiana del hábitat humano y a su forma de trabajo, de viajar, e, incluso los alimentos del futuro no muy lejano, nos harán recordar con cierta nostalgia, estos que ahora criticamos.
Los modernos celulares irán insertados en el brazo
Cualquier vivienda será controlada por mecanismos informáticos
Este programa va más allá de los avances actuales para revelar la tecnología e inventos que nos permitirán ver a través de las paredes, viajar en el tiempo y en el espacio y colonizar planetas distantes. La tecnología inteligente que llevará ayudantes robóticos a los hogares, ciudades enteras a la Internet, y sistemas de entretenimiento que harán los sueños realidad en forma virtual. Sí, virtual hoy pero… ¿Y mañana?
¡Tantas galaxias y estrellas, tantos mundos, tantas maravillas! Si no podemos en un futuro más o menos lejano, visitarlas, ¿Para qué tanta diversidad y tanta belleza? Si están ahí, por algo será y, nosotros, aunque parezca que somos una ínfima cuestión en tan vasto Universo, seguramente seremos, unos privilegiados llamados a realizar grandes cosas. A pesar de nuestras muchas faltas y carencias…¡Lo estamos logrando!
Ya hemos dado los primeros pasos y, nuestros ingenios espaciales tecnológicos robotizados, han realizado para nosotros las tareas que, de momento nos están vedadas pero, démosle tiempo al tiempo y, sin duda alguna, en ese futuro soñado, estaremos en las estrellas y en esos otros mundos que presentimos hermanos de la Tierra y que podrán acoger a la Humanidad que, dentro de otros cincuenta años, llegará a la cifra de 8.000 millones de seres y, nuestro planeta, no puede con todo.
El futuro convive ya con nosotros y, al tenerlo tan cercano, no le prestamos atención a esos muchos cambios que con nosotros conviven. Lo cierto es que debe ser así, de otra manera, los cambios tan bruscos que se están produciendo, nos traumatizaría y, sin embargo, lo tomamos -unas veces por comprenderlos y otras por ignorarlos- con toda la normalidad. Esa es la manera en la que se desenvuelve el mundo de nuestra especie.
Sueños convertidos en realidad.
¿Cómo no podemos predecir que le puede pasar a la Tierra en el futuro?, mejor será ir “preparando las maletas” que, como decía mi padre, un viejo marinero curtido en mil tempestades: ¡”Más vale un por si acaso, que un yo creí”!
De todas estas elucubraciones de cómo será el Futuro, lo que más me preocupa (aparte de la incapacidad humana para la racionalidad), es ese “universo” de la Inteligencia Artificial. Ahí se están volcando enormes capitales, más que para desterrar el hambre en el mundo, y, tales esfuerzos, finalmente nos llevará a conseguir, esos “seres artificiales que, si les damos la facultad de pensar por sí mismos y llegan a tener consciencia de SER… ¿Listos estamos!
Emilio Silvera Vázquez