Nov
17
El viejo sueño de viajar al Espacio
por Emilio Silvera ~
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No pocas veces me he referido al hecho cierto de que, estrellas como el Sol, enanas amarillas de la clase G2V, tan solo en la Vía Láctea, existen unos 30.000 millones. No pocas de esa enorme cantidad de estrellas están rodeadas de sus propios planetas, y, también no pocos de esos mundos están situados en la zona habitable.
Sabemos que el Universo es igual en todas partes, todas sus regiones (por alejadas que estén), están regidas por las mismas leyes fundamentales y las mismas Constantes Universales. Así las cosas, si aplicamos la lógica llegaremos a la conclusión que, lo que pasó en nuestro Región, también pasará en otras muchas Regiones.
Mundos de Oxígeno y Carbono, océanos, con presencia de múltiples elementos creados en las estrellas, el agua líquida y otros parámetros necesarios para que la Vida florezca.

Aunque no se ha confirmado vida extraterrestre, hay indicios que sugieren la posibilidad de que otros mundos en nuestra galaxia, la Vía Láctea, puedan albergar vida. Se estima que podría haber unos 300 millones de planetas potencialmente habitables dentro de la Vía Láctea, y la búsqueda de estos exoplanetas es un área clave de la astrobiología. Lugares de interés son lunas heladas con océanos subterráneos como Europa y Encélado.

Investigaciones recientes dirigidas por un laboratorio francés calculo las dimensiones y las propiedades del planeta bautizado como Próxima b, cuyo descubrimiento se anunció en agosto y el cual destaco por sus características semejantes a la Tierra y se revelo que este es susceptible a albergar agua líquida en su superficie y, por tanto, de contener formas de vida.

Puede ser todo un océano el que cubra la superficie de Próxima b, planeta cuyo hallazgo causo gran revuelo, señalaron los investigadores franceses.
El pequeño planeta fue descubierto en órbita en torno a la estrella más cercana al Sistema Solar que es Próxima del Centauri, que se encuentra a solo 4.2 años luz de distancia de la Tierra. Próxima b está situada en una zona habitable que permite la presencia de agua líquida en la superficie, condición necesaria a la vida.
Próxima b posee una masa parecida a la de la Tierra (1.3 veces mayor) y orbita alrededor de su estrella a una distancia similar a la que hay entre el Sol y Mercurio.
Según los investigadores, para qué es potencialmente habitable, hay dos escenarios: Si es pequeño – los investigadores evaluaron su radio en 5mil 990km – es muy denso. Su nucleó seria metálico y muy grande. Formaría por si solo los dos tercios del planeta. El resto estaría compuesto de un manto rocoso y algo de agua.

El otro escenario es que Próxima b sea más grande, de un radio máximo de 8mil 920km. Estaría compuesto de 50 por ciento de rocas, rodeadas de 50 por ciento de agua.
Toda esa agua formaría un inmenso océano con 200km de profundidad, y recubriría toda la superficie del planeta.
“En esos dos casos extremos, una fina atmosfera gaseosa puede englobar al planeta, como ocurre en la Tierra y el Planeta Próxima B cercano a la Tierra podría ser habitable.”, concluyeron los especialistas.

El tiempo para llegar a Próxima Centauri dependería de la velocidad de la nave. Con la tecnología actual, el viaje tardaría decenas de miles de años. Por ejemplo, a una velocidad de 17,3 Km/s., tardaríamos 73.000 años en llegar. mientras que viajando a la velocidad de la sonda Voyager 1 se tardaría unos 77,000 años. En contraste, si se pudiera alcanzar el 20% de la velocidad de la luz, el viaje duraría alrededor de 21 años.


El cuerpo humano no está preparado para soportar tal velocidad
Sabemos que es teóricamente imposible viajar a la velocidad de la luz (c), porque la masa aumentaría hasta el infinito a medida que la nace se acercara a ese límite impuesto por la Naturaleza, requiriendo una cantidad infinita de energía para acelerar aún más. Solo las partículas sin masa, como los fotones, pueden moverse a esta velocidad, que es de aproximadamente 299.792.458 kilómetros por segundo en el vacío.
En un viaje de esas característica seríamos testigos de muchas cosas: Percepción del tiempo, Distorsión del espacio, Contraste temporal, y otros fenómenos naturales que aún no hemos llegado a comprender.
Llegados a este punto de imposibilidad, la frustración nos lleva a imaginar otras posibilidades, como la de Agujeros de Gusano, una puerta al Espacio-Tiempo que doble el propio Espacio y nos lleve de un lugar a otro muy lejano en menos tiempo.
Teorías especulativas
- Agujeros de gusano: Teóricamente, se podrían usar “atajos” a través del espacio-tiempo, como los agujeros de gusano, para viajar a puntos distantes sin superar nunca la velocidad de la luz localmente. Sin embargo, para crearlos se necesitaría energía negativa, algo que se considera teóricamente posible pero no se ha encontrado en la práctica.
Toda esta realidad de la imposibilidad que tenemos para viajar a otros mundos fuera del sistema solar (aunque sean los más cercanos), nos hace pensar en nuestras propias limitaciones, y sabiendo que en el futuro estaremos expuestos a ciertos acontecimientos astronómicos que, para salvaguardar a la propia especie, sí que necesitaremos escapar de este pequeño y maravilloso mundo que nos acogió durante tanto tiempo y nos permitió evolucionar hasta llegar a comprender (en parte), dónde estamos en el contesto de la propia Galaxia y poco más.
El sol agotará su combustible nuclear de fusión y se convertirá en Gigante Roja que arrasará la Tierra, los océanos se evaporarán y la vida desaparecerá tal como la conocemos. Seguirá el proceso y la estrella moribunda eyectará sus capas exteriores al Espacio Interestelar formando una Nebulosa planetaria.
El resto de la masa del moribundo sol, empujada por la Gravedad, se contraerá más más, y solo la degeneración de los electrones (que son Fermiones sometidos al Principio de exclusión de Pauli), frenará el proceso y apar4ecerá una densa estrella enana blanca que radiará furiosamente en el ultravioleta, ionizando el material de la Nebulosa planetaria.

También sabemos que la galaxia Andrómeda se acerca a nosotros a gran velocidad, y, en unos miles de millones de años, se fusionará con la Vía Láctea. El acontecimiento nos aconseja que, para cuando eso vaya a pasar… ¡No estemos aquí!
La posibilidad de que sucedan otros acontecimientos de los que no tenemos conocimiento, es muy real, estaremos en manos del Azar, sucesos que cuando sean detectados podría ser muy tarde para poder evitarlos y salvar a la propia especie.
Todos estos conocimientos y otros de los que carecemos, son los que nos aconsejan la posibilidad de poder llegar a otros mundos que nos dieran cobijo antes de que todo mesto suceda. Claro que, no sabemos si para entonces, estaríamos aquí. Parece que las civilizaciones tienen un Eón de vida (1.ooo millones de años), y, si es así… ¿Para qué marearse tanto buscando soluciones innecesarias?
Una cosa debemos tener clara, no somos tanto como creemos ser, siempre hemos estado y (parece) que seguiremos estando a merced de la Naturaleza. Sin embargo, nuestro Instinto de conservación es grande y en nuestras mentes está la idea de luchar ante lo que presentimos que se avecina, no importa que no tengamos los medios para ello pero imaginamos las formas en las que podríamos fugarnos de la Tierra para llegar a otros mundos que están habilitados para darnos una buena acogida.
A todo esto, nos debemos de parar para reflexionar un momento y preguntarnos: ¿Por qué la Naturaleza nos lo pone tan difícil y ha situado a los posible planetas habitables fuera de nuestro alcance?
Me gustaría saber la respuesta a esa pregunta pero, ¿No dicen que la Naturaleza es sabia? Pués por alguna razón lo dispuso así.
Emilio Silvera V.
















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