Nov
5
Definitivamente me gusta más el mundo de nuestros abuelos
por Emilio Silvera ~
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Una vida tranquila de trabajo y de familia, de amigos inmersos en las cosas cotidianas y sencillas de la Vida. Sin TV ni teléfono, el boca a boca era lo que transportaba las noticias, el centro de todo era la familia, todo lo demás… ¡Era poco importante de interés limitado!
Hoy nos hemos dejado llevar por el falso mensaje de que las máquinas nos salvarán del trabajo innoble para un humano, cuando desde siempre hemos sabido que no existe ningún trabajo innoble, tiene que haber de todo. ¿Cómo podríamos vivir en una sociedad en la que todos fuéramos médicos, ingenieros, físicos, químicos, astrónomos, antropólogos… Quién nos arreglaría los problemas caseros de pequeños trabajos, quién nos haría el pan, o cimentaría las calles por las que caminamos?
Me acuerdo de aquellos sublimes momentos en los que leyendo una historia, sentía como me transportaba a otro mundo, eran momentos mágicos. Ahora, lo que sienten los jóvenes es como le maniputal con mensajes que reciben en el móvil, y, lo que les cuentan, siempre va encaminado a falsos escenarios de bienestar inexistente que solo trata de ganar voluntades para tenerlos prisioneros en ese falso mundo.
Hablar de todo esto me pone enfermo, pienso en mis nietos y en la vida que les espera.
¿Alguien pondrá remedio a esta locura?
Emilio Silvera V.
Nov
4
¿El futuro de nuestro mundo? Cualquiera que podamos imaginar
por Emilio Silvera ~
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Siempre nos ha gustado conjeturar, ir más allá de lo que realmente sabemos. Hemos alcanzado un nivel aceptable sobre el comportamiento de la Naturaleza y también sobre el comportamiento Humano. Con los datos que tenemos planteamos conjeturas del futuro que nos espera, mil escenarios distintos han venido a nuestra Mente, y, cualquiera de ellos, podría ser el que nos espera.
La Ciencia Física nos dice que el Presente es el producto del lo que sucedió en el Pasado, po r lo que, el Futuro, estará cargado del Presente, es la Causalidad, todo lo que sucede es causa de lo que antes pasó.
Aquí nos dibujan un escenario tenebroso, el agua es un deidad, la energía el oro del mundo, la humanidad está dividida, otros mundos y otras civilizaciones que nos llevan a añorar el pasado que se fue, cuando el cielo era azul y la salida y puesta del sol una maravilla natural.
No me gustaría estar aquí para cuando cosas así puedan ser la realidad que nos espera.
Claro que viendo como se comportan los Gobiernos y la corrupción de los políticos… ¿Qué podemos esperar? Cualquier cosa que imaginemos podría suceder. Me ha extrañado que se dejara de lado, en el escenario imaginativo que nos presentan, a la I.A. que, según creo (si nadie lo remedia), tendrá un papel principal en nuestro Futuro.
Pero vayamos a otro tema que también ha tenido prisionera a todas las Civilizaciones que aquí han estado.

A pesar de todo ello, ni estamos seguros de que el Big Bang sucediera, hemos aceptado el modelo por ser el que se adapta más a lo que hemos observado. Tampoco sabemos si nuestro Universo es el único universo. En lo que a nosotros se refiere… Nos seguimos preguntando ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?
Los que han mandado, desde siempre, utilizaron a Dios como arma arrojadiza, para infundir el temor que les permitiera manipular mejor sus voluntades. El invento de la Salvación del alma que tantos réditos le dio a la Iglesia. A cambio de dádivas importantes, decían al ignorante fiel que su alma se había salvado.

Independientemente del tema religioso, con el paso del Tiempo, la tendencia hacia algo (no0 divino sino mágico), se trasladó a la Ciencia, a los descubrimientos de los asombrosos comportamientos de la Naturaleza y de cómo consigue aquello que persigue. Observando, estudiante y experimentando, llegamos a comprender muchos de aquellos mágicos sucesos.


Construimos grandes Telescopios que nos permitieron llegar a las estrellas, también, en el otro lado de las dimensiones, microscopios, y Aceleradores de partículas nos llevaron al mundo de lo infinitamente pequeño, es decir, conseguimos viajar desde los átomos a las estrellas.

Aunque nos parezca mentira, en la tercera década del siglo XXI, todavía existen criaturas que tienen el temor del castigo divino, y, por supuesto, ignoran los avances que la Humanidad ha conseguido en las distintas ramas de la Ciencia. NO hemos conseguido la igualdad para todos, o, al menos, un mínimo de Humanidad para dar a todas las criaturas la oportunidad de conocer la realidad de la Naturaleza y el mundo en el que vive.

Está claro que el proceso de humanización está aún en proceso, no hemos aceptado que todos somos iguales y que respirando el mismo aire (sin importar las regiones donde vivan, ni la familia a la que pertenece), deberíamos haber conseguido que todos tuvieran una vida digna teniendo garantizado ese mínimo necesario para vivir.
No sentimos como propio el dolor ajeno, y, eso, nos hace distantes y fríos. Todos los días podemos ver a sin techos durmiendo en un portal y tapado con cartones… ¿Quién se para a socorrerlos? Pues eso nos retrata.

Pero volviendo al tema de lo que creemos, la Humanidad ha llegado a ese punto en el que el poder y el dinero es lo que todo lo guía, los Gobiernos dominados por las grandes compañías que disponen de cientos de miles de millones, se ven abocadas a seguir sus directrices, en caso contrario, sus gobiernos pueden ser desestabilizados.
¿Hemos elegido subir la escalera que va hacia ninguna parte, o, nos llevará a la propia destrucción?
No parece que en este “barco” lleguemos a un buen puerto, lo del “creador” ha quedado muy lejos, marginado para unos pocos, lo que ahora prevalece es la tecnología que nos pueda llevar más lejos, la I.A. que finalmente dominará el mundo, los Robots pueden ser los futuros dueños de todo, los que realmente viajen al Espacio, los que dispongan los comportamientos de los pueblos… ¿De qué sirve la Filosofía, las matemáticas y el resto de las Ciencias si todo está bajo el mando de las máquinas que nosotros mismos creamos?
¡Vaya futuro que espera a la Humanidad! Claro que, si pensamos en los esfuerzos que realizó el Universo para que estuviéramos aquí… ¡Permitirá que eso suceda! No habrá una Conciencia Cósmica que lo impida?
No, creo que no, lo que suceda será solo responsabilidad nuestra y de nuestra desmedida ambición, hemos llegado a creernos “dioses”, estamos tratando de hacer “nacer” a una nueva especie no humana, que de ser realidad en el futuro… ¡Supeditará la Humanidad a la que cree irracional!
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Creo que no me gustaría estar en el “mundo que se nos avecina! En este punto me pregunto: ¿De qué ha servido tanto trabajo y tanto sufrimiento? ¿De qué nos ha valido el esfuerzo de nuestros ancestros por hacer posible que llegáramos aquí?
Creo que el Futuro está en nuestros manos (dejando de lado el Azar), nuestro comportamiento en el Presente debe ser rectificado, retomar el camino, dejar de lado aquellos pensamientos, aquellos proyectos que nos llevarán a la ruina. No se entendería bien que seamos nosotros mismos los que hagamos posible la destrucción de la especie…
¡Pero ese es, el camino que hemos emprendido!
Emilio Silvera V.
Nov
4
Los misterios del Universo
por Emilio Silvera ~
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Los “ojos” de Alma atisban supercúmulos de protoestrellas
Los cúmulos globulares aparecen como brillantes aglomeraciones de hasta un millón de estrellas antiguas, son uno de los objetos más antiguos del Universo. Si bien están presentes en gran cantidad alrededor y dentro de muchas galaxias, los ejemplares recién nacidos son extremadamente raros y las condiciones necesarias para su aparición no habían sido detectadas hasta ahora.

Usando el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), en Chile, un grupo de astrónomos descubrió lo que podría ser el primer cúmulo globular a punto de nacer que se conozca: una nube de gas molecular increíblemente masiva y densa pero aún sin estrellas.
“Podemos estar en presencia de uno de los más antiguos y extremos modos de formación estelar en el Universo”, dijo el astrónomo Kelsey Johnson, de la Universidad de Virginia en Charlottesville y autor principal de un artículo que será publicado en el Astrophysical Journal. “Este interesante objeto parece arrancado directamente del Universo temprano”, agrega Johnson, “descubrir un objeto que tiene todas las características de un cúmulo globular, pero que aún no haya comenzado a formar estrellas, es como encontrar un huevo de dinosaurio a punto de eclosionar”.
Este objeto, al que el astrónomo se refiere irónicamente como el Petardo, se encuentra a aproximadamente 50 millones de años luz, al interior de una famosa dupla de galaxias en colisión (NGC 4038 y NGC 4039) conocidas como las galaxias Antena. Las fuerzas gravitacionales generadas por el proceso de fusión entre ambas están desencadenando una cantidad colosal de formaciones estelares, gran parte de ellas al interior de densos cúmulos.
Pero lo que hace único al Petardo es su enorme masa concentrada en un espacio relativamente pequeño y sin la presencia de estrellas en él. Todos los cúmulos similares observados anteriormente por los astrónomos están repletos de estrellas. El calor y la radiación de esas estrellas han alterado considerablemente el ambiente circundante, borrando cualquier evidencia de sus fríos y tranquilos inicios.
Gracias a ALMA, los astrónomos pudieron encontrar y estudiar detalladamente un ejemplo prístino de un cúmulo en su estado original, antes que las estrellas cambien para siempre sus características únicas. Esto proporcionó a los astrónomos un primer vistazo de las condiciones que pueden haber llevado a la formación de muchos cúmulos globulares (si no todos).


Nebulosas con gases moleculares precursores de la Vida
“Nebulosas con este potencial se habían considerado hasta ahora adolescentes, posteriores al inicio de la formación estelar”, dijo Johnson. “Esto significaba que el semillero ya se había alterado. Y para entender la formación de un cúmulo globular necesitas ver su verdadero origen”, agregó.

La mayoría de los cúmulos globulares se formaron durante un ‘baby boom’ ocurrido hace aproximadamente 12 mil millones de años, en los inicios de las galaxias. Cada una contiene densas agrupaciones de hasta un millón de estrellas de segunda generación, estrellas con concentraciones de metales pesados notoriamente bajas, lo que indica que se formaron muy temprano en la historia del Universo. Nuestra propia Vía Láctea es conocida por contener al menos unos 150 cúmulos de estas características, aunque podría contener muchos más.
A través del Universo se siguen formando cúmulos de estrellas de diferentes tamaños. Es posible, aunque muy improbable, que los más grandes y densos terminan transformándose en cúmulos globulares.
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El cúmulo globular Omega Cantauri con diez millones de estrellas, es más grande que la Vía Láctea. “Omega Centauri, ω Cen o NGC 5139 es un cúmulo globular situado en la constelación de Centaurus. Fue descubierto por Edmond Halley en 1677. Este cúmulo orbita alrededor de nuestra galaxia, la Vía Láctea, siendo el más grande y brillante de los cúmulos globulares que la orbitan. Es uno de los pocos que puede ser observado a simple vista. Omega Centauri esta a unos 18.300 años luz (5.6 kpc) de la Tierra y contiene varios millones de estrellas de Población II. Las estrellas de su centro están tan juntas entre si que se cree que se encuentran a tan solo 0,1 años luz las unas de las otras. Su edad estimada es de cerca de 12 mil millones de años. Contiene alrededor de 10 millones de estrellas.
“La probabilidad de supervivencia para que un cúmulo de estrellas joven y masivo se mantenga intacto es muy baja, de alrededor del uno por ciento” dijo Johnson. “Fuerzas externas e internas tienden a separar estos objetos, ya sea formando cúmulos abiertos como las Pléyades o desintegrándolos completamente para formar parte del halo galáctico”.
Sin embargo, los astrónomos piensan que el objeto que observaron con ALMA, que contiene gas molecular equivalente a 50 millones de veces la masa del Sol, es lo suficientemente denso como para tener una buena probabilidad de ser uno de los afortunados en convertirse en cúmulo estelar.
Los cúmulos globulares evolucionan rápidamente, en sólo un millón de años, desde su estado embrionario carente de estrellas. Esto significa que el objeto descubierto por ALMA está pasando por una etapa muy especial de su vida, ofreciendo a los astrónomos una oportunidad única de estudiar un componente importante del Universo temprano.
Los datos de ALMA también indican que la nube del Petardo se encuentra bajo una presión extrema, aproximadamente 10 mil veces mayor que las típicas presiones interestelares, lo que apoya las teorías que señalan que para formar cúmulos globulares se requieren altas presiones.
Al explorar las galaxias Antena, Johnson y su equipo observaron las débiles emisiones de las moléculas de monóxido de carbono, lo que les permitió obtener imágenes y características de distintas nubes de gas y polvo. La falta de indicador térmico apreciable –revelador de la presencia de gas calentado por estrellas cercanas– confirma que este objeto recién descubierto aún se encuentra en su estado prístino, sin alteraciones.
Posteriores estudios con ALMA pueden revelar nuevos ejemplos de supercúmulos de protoestrellas en las galaxias Antena y en otras galaxias en colisión, aportando luces sobre los orígenes de estos antiguos objetos y su función en la evolución galáctica.
(Fuente: OBSERVATORIO ALMA/DICYT)
Nov
4
Sí, podemos ver con la Mente ¡Con tanta claridad!
por Emilio Silvera ~
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Dependiendo de nuestro estado de ánimo, podemos imaginar cualquier escenario que la razón o sinrazón nos pueda sugerir. Las neuronas se comunican entre sí en las uniones llamadas sinapsis. … En una sinapsis química, un potencial de acción provoca que la neurona presináptica libere neurotransmisores. Estas moléculas se unen a receptores en la célula postsináptica y modifican la probabilidad de que esta dispare un potencial de acción.
Es curioso, cuando mi mente está libre y divagando sobre una gran diversidad de cuestiones que, sin ser a propósito, se enlazan o entrecruzan unas con otras, y lo mismo estoy tratando de sondear sobre el verdadero significado del número 137 (sí, ese número puro, adimensional, que encierra los misterios del electromagnetismo, de la luz y de la constante de Planck (se denomina alfa (α) y lo denotamos 2πe2/hc), o que me sumerjo en las profundidades del número atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks confinados en el núcleo atómico merced a la fuerza nuclear fuerte.

Los Quarks confinados en las entrañas de protones y neutrones, cuando tratan de separarse son retenidos por Bosones, partículas que transmiten la Fuerza Nuclear Fuerte. Los físicos llaman libertad asintótica a este hecho, y, la particularidad de la fuerza nuclear fuerte es que aumenta con la distancia, es decir, lo contrario de las otras fuerzas que cuanto más lejos más débil.

Cuando por fin supe lo que era realmente el núcleo atómico, me asombró la magia que emplea la Naturaleza para desarrollar su trabajo y conseguir los fines propuestos. El núcleo atómico posee más del 99% de toda la masa del átomo, y, es una parte de cien mil, es decir, si dividimos el átomo en cien mil parte, el núcleo sería una de ellas.
Claro que las cosas no son tan fáciles, digamos que en el núcleo están los llamados nucleones (protones y neutrones),que son partículas de la familia de los hadrones en su rama bariónica. Los nucleones están conformados a su vez por tripletes de Quarks, el protón 2 Quark up y 1 Quark Down, mientras que el neutrón está compuesto por 2 Quarks Down y 1 Quark up.
Pero ahí no termina la cosa, dichos Quarks, como antes he dicho, están confinados dentro de los hadrones llamados en esta función nucleones, confinados y retenidos por los Gluones transmisores de la fuerza nuclear fuerte.
Los neutrones son misteriosos
Los misterios del neutrón abarcan tanto su estructura fundamental como los objetos estelares que componen:
Aunque es una partícula neutra, está formada por Quarks y es inestable fuera del átomo. Además, el estudio de las estrellas de neutrones revela fenómenos extremos, como su ultra-densidad, los campos magnéticos más potentes del universo y la posible existencia de estados de la materia desconocidos en su núcleo.
La densidad de una estrella de neutrones es extremadamente alta, variando desde menos de 1×109 kg/m³ en la corteza hasta más de 6×1017 kg/m³ en su núcleo. Una cucharadita de material de una estrella de neutrones podría pesar miles de millones de toneladas, lo que la hace más densa que un núcleo atómico.
La densidad de la materia que alcanza al ingresar en la singularidad del agujero negro, hace que la materia esté en un estado que… ¡Es desconocido! De lo que no existen dudas es que, esa materia deja de ser la materia que conocemos y será otra cosa.
Estas extrañas verdades aún no han sido comprendidos del todo por la Ciencia, son hechos a los que no siempre le encontramos explicación.
Emilio Silvera V.
Nov
4
?Tratando de saber?, ¡Un viaje interminable!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
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Del artículo Electrón, Protón, Origen Descubierto de nuestro amigo JOSÉ GERMÁN VIDAL PALENCIA. Se trata de un compendio bien hecho que nos habla e muchas cuestiones que nosotros, siempre quisimos saber. Se remonta a los comienzos del Tiempo y están presentes la Materia simple y compleja, las partículas creadoras de todas las cosas que vemos a nuestro alrededor y, también nos habla de las energías y fuerzas que hacen de nuestro Universo el que nosotros conocemos, haciendo posible que nosotros estemos aquí para contarlo. Según nos dice José Germán… entre otras muchas cosas…


“La masa con la que nace una estrella determina su historia y, sobre todo, la duración de su vida. Llamamos estrellas masivas a todas aquellas estrellas aisladas que explotan como supernovas al final de su existencia debido al colapso gravitatorio. Para que exploten como supernovas deben tener un mínimo de alrededor de ocho masas solares. Estrellas con menos masa pueden explotar, pero no por sí mismas (deben darse otras condiciones). Y hay parámetros secundarios que pueden introducir cambios, pero la masa es determinante.”
“En cuanto al máximo, el límite está en lo que la naturaleza sea capaz de producir. Hasta hace poco se creía que este límite estaba en torno a monstruos de 150 masas solares, aunque recientes trabajos lo elevan hasta 300. No obstante, no es un dato seguro ya que, cuanto más masiva es una estrella, menos vive, con lo cual estrellas más grandes serían difíciles de observar.”

Una supergigante

Nova, Supernova, Hiper-nova
Verdaderamente si pudiéramos contemplar de cerca, el comportamiento de una estrella cuando llega el final de su vida, veríamos como es, especialmente intrigante las transiciones de fase de una estrella en implosión observada desde un sistema de referencia externo estático, es decir, vista por observadores exteriores a la estrella que permanecen siempre en la misma circunferencia fija en lugar de moverse hacia adentro con la materia de la estrella en implosión. La estrella, vista desde un sistema externo estático, empieza su implosión en la forma en que uno esperaría. Al igual que una pesada piedra arrojada desde las alturas, la superficie de la estrella cae hacia abajo (se contrae hacia adentro), lentamente al principio y luego cada vez más rápidamente. Si las leyes de gravedad de Newton hubieran sido correctas, esta aceleración de la implosión continuaría inexorablemente hasta que la estrella, libre de cualquier presión interna, fuera aplastada en un punto de alta velocidad. Pero no era así según las fórmulas relativistas que aplicaron Oppenheimer y Snyder. En lugar de ello, a medida que la estrella se acerca a su circunferencia crítica su contracción se frena hasta hacerse a paso lento. Cuanto más pequeña se hace la estrella, más lentamente implosiona, hasta que se congela exactamente en la circunferencia crítica y, dependiendo de su masa, explosiona como supernova para formar una inmensa nebulosa o, se transforma en nebulosa planetaria, más pequeña.

Ahí podemos observar a una estrella muy joven, de dos o tres millones de años que, en un futuro lejano será una gran Supernova. Los procesos que podríamos observar al final de la vida de una estrella gigante… ¡Son fascinantes!

En la escena que antes explicábamos, por mucho tiempo que nos quedemos esperando y contemplando el suceso, si uno está en reposo fuera de la estrella (es decir, en reposo en el sistema de referencia externo estático), uno nunca podrá ver que la estrella implosiona a través de la circunferencia crítica. Ese fue el mensaje inequívoco que Oppenheimer y Snyder nos enviaron. Para poder ver eso, habría que estar dentro de la estrella, instalado en la materia que está sufriendo la contracción y, no sabemos porque eso es así.


¿Se debe esta congelación de la implosión a alguna fuerza inesperada de la relatividad general en el interior de la estrella? No, en absoluto, advirtieron Oppenheimer y Snyder. Más bien se debe a la dilatación gravitatoria del tiempo (el frenado del flujo del tiempo) cerca de la circunferencia crítica. Tal como lo ven los observadores estáticos, el tiempo en la superficie de la estrella en implosión debe fluir cada vez más lentamente cuando la estrella se aproxima a la circunferencia crítica; y, consiguientemente, cualquier cosa que ocurre sobre o en el interior de la estrella, incluyendo su implosión, debe aparecer como si el movimiento se frenara poco a poco hasta congelarse.
Por extraño que esto pueda parecer, aún había otra predicción más extrañas de las fórmulas de Oppenheimer y Snyder: si bien es cierto que vista por observadores externos estáticos la implosión se congela en la circunferencia crítica, no se congela en absoluto vista por los observadores que se mueven hacia adentro con la superficie de la estrella. Si la estrella tiene una masa de algunas masas solares y empieza con un tamaño aproximado al del Sol, entonces vista desde su propia superficie implosiona hacia la circunferencia crítica en aproximadamente una hora, y luego sigue implosionando más allá de la criticalidad hacia circunferencias más pequeñas.
Allá por el año 1939, cuando Oppenheimer y Snyder descubrieron estas cosas, los físicos ya se habían acostumbrados al hecho de que el tiempo es relativo; el flujo del tiempo es diferente medido en diferentes sistemas de referencia que se mueven de diferentes formas a través del Universo. Claro que, nunca antes había encontrado nadie una diferencia tan extrema entre sistemas de referencia. Que la implosión se congele para siempre medida en el sistema externo estático, pero continúe avanzando rápidamente superando al punto de congelación medida en el sistema desde la superficie de la estrella era extraordinariamente difícil de comprender. Nadie que estudiara las matemáticas de Oppenheimer y Snyder se sentía cómodo con semejante distorsión extrema del tiempo. Pero ahí estaba, en sus fórmulas. Algunos podían agitar sus brazos con explicaciones heurísticas, pero ninguna explicación parecía muy satisfactoria. No sería completamente entendido hasta finales de los cincuenta.
Fue Wheeler el que discrepó del trabajo de Oppenheimer y Snyder, alegando, con toda la razón que, cuando ellos habían realizado su trabajo, habría sido imposible calcular los detalles de la implosión con una presión realista (presión térmica, presión de degeneración y presión producida por la fuerza nuclear), y con reacciones nucleares, ondas de choque, calor, radiación y expulsión de masa. Sin embargo, los trabajos desde las armas nucleares de los veinte años posteriores proporcionaron justamente las herramientas necesarias.

Presión, reacciones nucleares, ondas de choque, calor radiación y expulsión de masa eran todas ellas características fundamentales de una bomba de hidrógeno; sin ellas, una bomba no explosionaría. A finales de los años cincuenta, Stirling Colgate quedó fascinado por el problema de la implosión estelar. Con el apoyo de Edward Teller, y en colaboración con Richard White y posteriormente Michael May, Colgate se propuso simular semejante implosión en un ordenador. Sin embargo, cometieron un error, mantuvieron algunas de las simplificaciones de Oppenheimer al insistir desde el principio en que la estrella fuera esférica y sin rotación, y, aunque tuvieron en cuenta todos los argumentos que preocupaban a Wheeler, aquello no quedó perfeccionado hasta después de varios años de esfuerzo y, a comienzo de los años sesenta ya estaban funcionando correctamente.
Un día a principio de los años sesenta, John Wheeler entró corriendo en la clase de relatividad de la Universidad de Princeton. Llegaba un poco tarde, pero sonreía con placer. Acababa de regresar de una visita a Livermore donde había visto los resultados de las simulaciones recientes de Colgate y su equipo. Con excitación en su voz dibujó en la pizarra un diagrama tras otro explicando lo que sus amigos de Livermore habían aprendido.
Cuando la estrella en implosión tenía una masa pequeña, desencadenaba una implosión de supernova y formaba una estrella de neutrones precisamente en la forma que Fritz Wicky había especulado treinta años antes. Sin embargo, si la estrella original era más masiva lo que allí se producía (aparte de la explosión supernova) era un agujero negro notablemente similar al altamente simplificado modelo que veinticinco años calcularon Oppenheimer y Snyder. Vista desde fuera, la implosión se frenaba y se quedaba congelada en la circunferencia crítica, pero vista por alguien en la superficie de la estrella, la implosión no se congelaba en absoluto. La superficie de la estrella se contraía a través de la circunferencia crítica y seguía hacia adentro sin vacilación.

Lo cierto fue que allí, por primera vez, se consiguió simular por ordenador la implosión que debía producir agujeros negros. Está claro que la historia de todo esto es mucho más larga y contiene muchos más detalles que me he saltado para no hacer largo el trabajo que, en realidad, sólo persigue explicar a ustedes de la manera más simple posible, el trabajo que cuesta obtener los conocimientos que no llegan (casi nunca) a través de ideas luminosas, sino que, son el resultado del trabajo de muchos.
Hoy, sabemos mucho más de cómo finaliza sus días una estrella y, dependiendo de su masa, podemos decir de manera precisa que clase de Nebulosa formará, que clase de explosión (si la hay) se producirá, y, finalmente, si el resultado de todo ello será una estrella enana blanca que encuentra su estabilidad final por medio del Principio de exclusión de Pauli (en mecánica cuántica)que se aplica a los fermiones pero no a los Bosones (son fermiones los quarks, electrones, protones y neutrones), en virtud del cual dos partículas idénticas en un sistema, como los electrones en un átomo o quarks en un hadrón(protón o neutrón, por ejemplo), no pueden poseer un conjunto idéntico de números cuánticos.

Zeta Ophiuchi es una estrella con un pasado complicado, ya que probablemente fue expulsada de su lugar de nacimiento por una poderosa explosión estelar. Un nuevo análisis del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA ha proporcionado información sobre la historia de esta estrella fugitiva.
La estrella azul cerca del centro de esta imagen es Zeta Ophiuchi. Cuando se ve en luz visible aparece como una estrella roja relativamente débil rodeada de otras estrellas tenues y sin polvo. Sin embargo, en esta imagen infrarroja tomada con campo amplio por el Explorador Infrared Survey de la NASA, o WISE, un punto de vista completamente diferente emerge. Zeta Ophiuchi es en realidad una muy masiva y caliente estrella azul, brillante que traza su camino a través de una gran nube de polvo y gas interestelar.

Una estrella masiva alejándose de su antiguo compañero se manifiesta haciendo un imponente surco a través de polvo espacial, como si se tratase de la proa de un barco. La estrella, llamada Zeta Ophiuchi, es enorme, con una masa de cerca de 20 veces la de nuestro Sol. En esta imagen, en los que se ha traducido la luz infrarroja a colores visibles que vemos con nuestros ojos, la estrella aparece como el punto azul en el interior del arco de choque. Zeta Ophiuchi orbitó una vez alrededor de una estrella aún más grande. Pero cuando la estrella explotó en una supernova, Zeta Ophiuchi se disparó como una bala. Viaja a la friolera velocidad de 24 kilómetros por segundo arrastrando con ella un conglomerado de polvo que distorsiona la región por la que pasa.
Mientras la estrella se mueve través del espacio, sus poderosos vientos empujan el gas y el polvo a lo largo de su camino en lo que se llama un arco de choque. El material en el arco de choque está tan comprimido que brilla con luz infrarroja que WISE puede captar. El efecto es similar a lo que ocurre cuando un barco cobra velocidad a través del agua, impulsando una ola delante de él. Esta onda de choque queda completamente oculta a la luz visible. Las imágenes infrarrojas como esta son importantes para arrojar nueva luz sobre lo que ocurre en situaciones similares.

Pero, siguiendo con el tema de las implosiones de las estrellas, ¿Dónde está la razón por la que la materia no se colapsa, totalmente, sobre sí misma? El mismo principio que impide que las estrellas de neutrones y las estrellas enanas blancas implosionen totalmente y que, llegado un momento, en las primeras se degeneran los neutrones y en las segundas los electrones, y, de esa manera, se frena la compresión que producía la gravedad y quedan estabilizadas gracias a un principio natural que hace que la materia normal sea en su mayor parte espacio vacío también permite la existencia de los seres vivos. El nombre técnico es: El Principio de Exclusión de Pauli y dice que dos fermiones (un tipo de partículas fundamentales) idénticos y con la misma orientación no pueden ocupar simultáneamente el mismo lugar en el espacio. Por el contrario, los bosones (otro tipo de partículas, el fotón, por ejemplo) no se comportan así, tal y como se ha demostrado recientemente por medio de la creación en el laboratorio de los condensados de Bose-Einstein.
¿Cuál es la diferencia?

Los bosones son sociables; les gusta estar juntos. Como regla general, cualquier átomo con un número par de electrones más protones más neutrones es un bosón. Así, por ejemplo, los átomos del sodio ordinario son bosones, y pueden unirse para formar condensados Bose-Einstein.
Los bosones son sociables; los fermiones son antisociales.
Los fermiones, por otro lado, son antisociales. No pueden juntarse en el mismo estado cuántico (por el Principio de Exclusión de Pauli de la mecánica cuántica). Cualquier átomo con un número impar de electrones más protones más neutrones, como el potasio-40, es un fermión.
Pero, estábamos diciendo: “…no pueden poseer un conjunto idéntico de números cuánticos.” A partir de ese principio, sabemos que, cuando una estrella como nuestro Sol deja de fusionar Hidrógeno en Helio que hace que la estrella deje de expandirse y quede a merced de la Gravedad, ésta implosionará bajo el peso de su propia masa, es decir, se contraerá sobre sí misma por la fuerza gravitatoria pero, llegará un momento en el cual, los electrones, debido a ese principio de exclusión de Pauli que les impide estar juntos, se degeneran y se moverán de manera aleatoria con velocidades relativista hasta el punto de ser capaces de frenar la fuerza provocada por la gravedad, y, de esa manera, quedará estabilizada finalmente una estrella enana blanca.

Si hablamos de una estrella supermasiva, su produce la implosión arrojando las capas externas al espacio interestelar mientras que el grueso de la estrella se comprime más y más sin que nada la pueda frenar, aquí no sirve el Principio de exclusión de Pauli para los fermiones y, es tal la fuerza gravitatoria que se desencadena como consecuencia de que la estrella supergigante no puede seguir fusionando y queda a merce4d de una sola fuerza: La Gravedad, que ésta, la comprime hasta lo inimaginable para convertir toda aquella ingente masa en una singularidad, es decir, un punto de densidad y energía “infinitas” que ni la luz puede escapar de allí, y, el tiempo se ralentiza y el espacio se curva a su alrededor.
Si la estrella original es más masiva, la degeneración de los electrones no será suficiente para frenar la fuerza gravitatoria y, los electrones se fusionaran con los protones para convertirse en neutrones que, bajo el mismo principio de exclusión sufrirán la degeneración que frenará la fuerza de gravedad quedando entonces una estrella de neutrones. Por último, si la estrella es, aún más masiva, ni la degeneración de los neutrones será suficiente para frenar la inmensa fuerza gravitatoria generada por la masa de la estrella que, continuará la implosión contrayéndose cada vez más hasta desaparecer de nuestra vista convertida en un agujero negro.
Dentro de la singularidad del agujero negro ¿Qué ha pasado con la materia allí comprimida, en que se convirtió?
¿QuéNos dicen que:

La materia comprimida en la singularidad de un agujero negro deja de existir tal como la conocemos y se convierte en un estado de energía infinitamente denso en un punto del espacio-tiempo en el que las leyes de la física dejan de funcionar. Aunque no se sabe con certeza qué ocurre en la singularidad, se considera que la materia se colapsa hasta un punto infinitamente pequeño y denso, aumentando la masa del agujero negro y la fuerza de su gravedad que genera, de hecho, ni la luz puede escapar de esa atracción, y, allí, el Espacio se distorsiona y el Tiempo se paraliza.
¡Resulta todo tan complejo!
Lo que conocemos como el Principio de exclusión de Pauli, que nos dice que los fermiones no se pueden juntar, es lo que hace que cuando una estrella llega al final de su vida y deja de fusionar elementos para contraerse sobre sí misma, debido a la Gravedad que genera, se produce la degeneración de los electrones que se degeneran al verse tan juntos, y la Gravedad se ve frenada para conseguir la transición de fase de una estrella como el Sol a una enana blanca.
Emilio Silvera V.
















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