Nov
5
Todo lo que podamos imaginar… ¡Se puede hacer realidad!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Ondas gravitacionales ~
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Miles de mundos adecuados para la vida en todas las galaxias espirales del Universo
¡Las ondas gravitacionales
Me parece al caso traer aquí este trabajo que puse hace algún tiempo ya, toda vez que el reciente hallazgo de las Ondas gravitacionales lo ha renovado y su contenido puede resultar interesante al filo de la noticia. Decía por aquel entonces:
Kip Stephen Thorne
Lo que nos cuentan Kip S. Thorne y otros especialistas en Agujeros negros nos posibilitan para entender algo mejor los mecanismos de estos extraños objetos que aún esconden misterios que no hemos sabido resolver. Está claro que muchas de las cosas que sobre agujeros negros podemos leer, son en realidad, especulaciones de cosas que se deducen por señales obervadas pero que, de ninguna manera, se pueden tomar como irrefutables verdades, más bien, las tomaremos como probables o muy probables de acuerdo a los resultados obtenidos de muchos experimentos y, ¿por qué no? de muchas horas de prácticas teóricas y pizarras llenas de ecuaciones que tratan de llegar al fondo de un saber que, desde luego, nos daría la clave de muchas cuestiones que en nuestro Universo son aún desconocidas.

En el corazón de una galaxia lejana, a más de 1.000 millones de años-luz de la Tierra y hace 1.000 millones de años, se acumuló un denso aglomerado de gas y cientos de millones de estrellas. El aglomerado se contrajo gradualmente, a medida que algunas estrellas escapaban y los 100 millones de estrellas restantes se hundían más hacia el centro. Al cabo de 100 millones de años, el aglomerado se había contraído hasta un tamaño de varios años-luz, y pequeñas estrellas empezaron, ocasionalmente, a colisionar y fusionarse, formando estrellas mayores. Las estrellas mayores consumieron su combustible y luego implosionaron para formar agujeros negros; y, en ocasiones, cuando dos de estos agujeros pasaban uno cerca del otro, quedaban ligados formando pares en los que cada agujero giraba en órbita alrededor del otro.
Cuando se forma un par de agujeros negros binarios semejantes, cada agujero crea un pozo profundo (intensa curvatura espacio-temporal) en la superficie insertada y, a medida que los agujeros giran uno en torno al otro, los pozos en órbita producen ondulaciones de curvatura que se propagan hacia afuera a la velocidad de la luz. Las ondulaciones forman una espiral en el tejido del espacio-tiempo en torno al sistema binario, muy semejante a la estructura espiral del agua que procede de un aspersor de césped que gira rápidamente. Los fragmentos de curvatura forman un conjunto de crestas y valles en espiral en el tejido espacio-temporal.
Puesto que la curvatura-espaciotemporal es lo mismo que la gravedad, estas ondulaciones de curvatura son realmente ondas de gravedad, u ondas gravitatorias. La Teoría de la Relatividad General de Einstein predice, de forma inequívoca, que tales ondas gravitatorias deben producirse siempre que dos agujeros negros orbiten uno en torno al otro.
Cuando parten hacia el espacio exterior, las ondas gravitacionales producen una reacción sobre los agujeros de la misma forma que una bala hace retroceder el fusil que la dispara. El retroceso producido por las ondas aproxima más los agujeros y les hace moverse a velocidades mayores; es decir, hacen que se muevan en una espiral que se cierra lentamente y hace que se vayan acercando el uno hacia el otro. Al cerrarse la espiral se genera poco a poco energía gravitatoria, una mitad de la cual va a las ondas y la otra mitad va a incrementar las velocidades orbitales de los agujeros.

El movimiento en espiral de los agujeros es lento al principio; luego, a medida que los agujeros se acercan, se mueven con mayor velocidad, radian sus ondulaciones de curvatura con más intensidad, y pierden ene´rgía y se cierran en espiral con más rapidez. Finalmente, cuando cada agujero se está moviendo a una velocidad cercana a la de la luz, sus horizontes se tocan y se fusionan. Donde una vez hubo dos agujeros, ahora sólo hay uno.

El horizonmte del agujero giratorio queda perfectamente liso y con su sección ecuatorial circular, con la forma descrita precisamente por la solución de Kerr a la ecuación de campo de Einstein. Cuando se examina el agujero negro liso final, no hay ningún modo de descubrir su historia pasada. No es posible distinguir si fue creado por la coalescencia de dos agujeros más pequeños, o por la implosión directa de una estrella supermasiva construida por materia, o por la implosión directa de una estrella constituida por antimateria. El agujero negro no tiene “pelo” a partir del cual se pueda descifrar su historia.

También dos estrellas de neutrones pueden producir ondas
Sin embargo, la historia no se ha perdido por completo: ha quedado un registro codificado en las ondulaciones de la curvatura espacio-temporal que emitieron los agujeros coalescentes. Dichas ondulaciones de curvatura son muy parecidas a las ondas sonoras de una sinfonía. De la misma forma que la sinfonía está codificada en las modulaciones de las ondas sonaras (mayor amplitud aquí, menor allí), también la historia de la coalescencia está codificada en modulaciones de las ondulaciones de curvatura. Y de la misma forma que las ondas sonoras llevan su sinfonía codificada desde la orquesta que la produce hasta la audiencia, también las ondulaciones de curvatura llevan su historia codificada desde los agujeros fusionados hasta los rincones más lejanos del Universo lejano.
Las ondulaciones de curvatura viajan hacia afuera por el tejido del espacio-tiempo a través del conglomerado de estrellas y gas del que nacieron los agujeros. El aglomerado no absorbe las ondulaciones ni las distorsiona en absoluto; la historia codificada de las ondulaciones permanece perfectamente invariable, se expanden hacia el exterior de la galaxia madre del aglomerado y el espacio intergaláctico, atraviesan el cúmulo de galaxias del que forma parte la galaxia progenitora, luego siguen atravesando un cúmulo de galaxias tras otro hasta llegar a nuestro propio cúmulo, dentro del cual está nuestra Vía Láctea con nuestro Sistema Solar, atraviesan la Tierra, y continúan hacia otras galaxias distantes.
Claro que, en toda esta historia hay un fallo, nosotros, los humanos, aún no somos lo suficientemente hábiles para haber podido construir aparatos capaces de detectar y oír las sinfonías mencionadas con entusiasmos por el Sr. Thorne y, que según el cree, son mensajes que nos traen esas ondas de gravedad de los agujeros negros binarios. Es como si no pudiéramos oir esa hermosa sinfonía que nos mostraría un nuevo Universo por nosotros desconocido. Ahora sabemos que por medio de potentes telescopios podemos conocer lo que es el Universo, podemos observar galaxias lejanas y estudiar cúmulos de galaxias o de estrellas y captar las imágenes de bonitas Nebulosas, todo eso es posible gracias a que al captar la luz que emitieron esos objetos cosmológicos hace decenas, cientos, miles o millones de años como señal electromagnética que viajando a la velocidad de c, hace posible que podamos ver lo observado como era entonces, en aquel pasado más o menos lejano. De la misma manera, se cree que, las ondas gravitatorias emitidas por estos objetos misteriosos, se podrán llegar a captar con tal claridad que nos permitirá saber de otra faseta (ahora) desconocida del Universo, y, sobre todo, podremos entender el pasado de esos densos objetos que, de momento, nos resultan exóticos y también extraños.
Emilio Silvera V.
Nov
5
El Universo asombroso
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el presente y el futuro incierto. ~
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“Un lejano quásar, a más de 10.000 millones de años luz de la Tierra, descubierto por astrónomos de la Universidad de California, ha servido para iluminar un fragmento de la gigantesca red de filamentos de materia que conectan las galaxias entre sí como una gran «telaraña cósmica». Es la primera vez que se consigue visualizar una parte de esta estructura, predicha por las teorías cosmológicas pero que nunca se había observado hasta ahora. [Así te dimos a conocer la investigación]“
«Este quasar está iluminando el gas a escalas que van mucho más allá de cualquier otra cosa que hayamos visto hasta ahora, dándonos el primer retrato de los filamentos de materia que se extienden entre galaxias», explicaban los científicos.
Preparando el futuro
“Un equipo del Lawrence Livermore National Laboratory hizo público en febrero que acaba de conseguir, por vez primera, que un reactor de fusión nuclear produzca más energía de la que consume. Se trata de un paso clave en el camino de lograr «ganancias de combustible» mayores que la unidad, algo fundamental en el objetivo de poder usar en el futuro una fuente energética inagotable y limpia, la misma que utilizan las estrellas.”
Interacciones magnéticas entre dos electrones
La magnetización espontánea de algunos sólidos pone en evidencia las interacciones magnéticas entre los electrones de un sólido. Recordemos entonces cómo son las interacciones dipolares entre dos dipolos y separados según un vector r.

“Físicos del Instituto Weizmann de Ciencia en Israel han medido la interacción extremadamente débil entre los imanes más pequeños, dos electrones individuales, algo muy difícil de observar. Para ello, tuvieron que neutralizar el ruido magnético, que era un millón de veces más fuerte que la señal que tenían detectar.”
Cada día que pasa, los físicos experimentales consiguen nuevos logros que nos llevan a un mayor conocimiento del funcionamiento de la naturaleza en su más infinitesimal expresión.
Antes ficciones, ahora, realidad
“Investigadores de la Universidad de California Riverside (EE.UU.) crearon un nuevo tipo de dispositivo de memoria holográfica que mejora considerablemente las limitaciones de almacenamiento, al leer datos de manera paralela en vez de lineal, como lo hacen los sistemas convencionales. De esta forma, es capaz de almacenar múltiples imágenes en la misma zona utilizando luz y ángulos diferentes.”
Tenemos por delante (y no a muy largo plazo) un futuro inimaginable.
Siempre queriendo saber: Una explosión Supernova en el Laboratorio
“Un equipo de la Universidad de Oxford en Reino Unido utilizó una de las instalaciones de láser más poderosas del mundo para crear pequeñas versiones de explosiones de supernovas en el laboratorio. En concreto, la supernova simulada es Casiopea A, que ha desconcertado a los astrónomos debido a su estructura nudosa irregular que sugiere la presencia de campos magnéticos muy fuertes.”
El resultado fueron fuertes campos magnéticos similares a los observados en Casiopea A. La técnica también podría ser utilizado para simular una amplia gama de procesos astrofísicos, según los investigadores.
Comprimen datos cuánticos por primera vez
“Físicos de la Universidad de Toronto (Canadá) demostraron por primera vez que es posible comprimir datos cuánticos en una serie de qubits idénticos, uno de los retos a los que se enfrentarán los ordenadores del futuro, que se esperan mucho más rápidos y eficaces. La técnica podría allanar el camino para un uso más eficaz de memorias cuánticas.”
La experiencia nos dice que, será mejor apartar la palabra imposible, ya que, a la vista de los descubrimientos que se van realizando en el ámbito de la mecánica cuántica… ¡cualquier cosa que podamos imaginar, será posible!
El rayo tractor acústico

“Investigadores de la Universidad Dundee en Reino Unido y de la de Wesleyan en Illinois (EE.UU.) crearon el primer rayo tractor acústico, que puede atraer un objeto disparándole ondas ultrasónicas. La técnica podría tener una amplia gama de aplicaciones en la medicina, como la manipulación de objetos, fluidos y tejidos dentro del cuerpo, o la entrega de fármacos encapsulados a la ubicación exacta en el organismo que requiere tratamiento.”
Los avances se producen en todos los ámbitos y disciplinas del saber Humano, cada rama científica avanza en una carrera sin fin, lo que antes era un “milagro” hoy resulta lo natural y cotidiano y, en un futuro, si pudiéramos estar aquí para verlo, al igual que les pasaría a nuestros abuelos si vieran nuestro mundo presente, el asombro nos dejaría sin habla.
Hilbert llevaba razón cuando dejó en su tumba de Gotinga en Alemania, aquel mensaje:
Tenemos que saber, sabremos.
Fuente: El apartado de Ciencia de ABC
Nov
5
Existen muchas clases de mundos
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo de la Conciencia, El Universo y la Mente ~
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El increíble planeta que orbita tres soles y durante años es de día. HD 131399Ab goza de triples atardeceres y triples auroras.
Científicos que estudian cómo podría ser la vida vegetal en un planeta similar a la Tierra con dos o tres ‘soles’ han encontrado que podría verse negra o gris, si el sistema está dominado por una enana roja. También podrían, las plantas y vegetación en general ser del color azulado dependiendo de la luz que a ellas pudiera llegar, es decir, de qué clase de estrella las alimentara.
Astrónomos de la NASA descubrieron el primer planeta que gira alrededor de 2 soles, igual que el “Tatooine” de Luke Skywalker en la película “La guerra de las galaxias”. También los habrá con tres y más soles.
La NASA descubre un planeta gigante que no debería existir
Las maravillas del universo son inagotables, y muy lentamente tenemos acceso a ellas. Hay lugares con tres soles de distintos colores: amarillo (como el nuestro), azul y verde, o blanco y rojo. Hay dos que casi se están tocando, sólo los separa una ligera y brillante materia cósmica que parece pura luz. Hay un mundo que tiene cientos de lunas, y no muy lejos de él brilla un Sol que no es mayor que nuestro planeta Tierra. He podido ver un núcleo atómico de 3.000 m de diámetro que gira 160 veces por segundo. Hay soles que se desplazan por el universo a velocidades enormes y bacterias que escapan de las galaxias y vagan por el cosmos hasta encontrar un planeta donde instalarse. Las nubes de gas y polvo inundan los espacios entre las galaxias, y después de girar durante miles de millones de años, se juntan y forman nuevas galaxias de estrellas y planetas.

Mundos como el que arriba podemos contemplar, existen ahí fuera. Cuando un mundo está calentado por dos o más soles, las condiciones varian de las de la Tierra y, dependiendo de la clase de estrella de que se trate, así será ese mundo y las cosas que él estén presentes. También, quién sabe, pueden existir lugares fuera de nuestro universo (algunos científicos así lo creen), en otros paralelos o en otras dimensiones que no podemos ver, y, que algún día, cuando seamos lo suficientemente listos, podremos visitar. Ya hay quien presiente la existencia de esas dimensiones más altas.

¡Somos Universo! ¡Somos Naturaleza!

Para nosotros, pequeñas criaturas de una grandeza enorme, el universo resulta pavoroso. Pero también fascinante y maravilloso. ¡Qué paradoja! Se cuenta una anécdota de Leonardo Da Vinci que, paseando por el campo, llegó a la entrada de una profunda y oscura caverna, con la mano sobre los ojos, trató de atisbar en el interior. No se vislumbraba nada, la oscuridad era mucha e impedía la visión. Se quedó allí un buen rato, pensando qué hacer. Al fín, su curiosidad por las maravillas que allí dentro podrían estar ocultas, pudo más que el peligro de encontrar la morada de una fiera. De manera sencilla, la anécdota explica nuestra historia, siempre avanzaremos para saber, sin mirar el peligro que puede estar acechando.
¿Cómo puede algo dar miedo y placer o fascinación al mismo tiempo? Pues así es. Nos produce miedo su enormidad y nuestra ignorancia. Nos produce placer lo que vamos descubriendo y fascinación los misterios que encierra y a los que nuestra curiosidad y osadía no resiste la necesidad de desvelar.

No parece que nuestra evolución sea debida a senderos evolutivos predeterminados que conducían infaliblemente, desde formas simples, a lo que somos, al hombre; más bien, la evolución procede de un modo convulsivo, sin un plan determinado, y la mayor parte de formas de vida conducen a callejones sin salida en la evolución. Así se han extinguido tantas, y continuarán extinguiéndose. Esperemos que no estemos en la lista.
En realidad, somos el producto de una larga serie de accidentes biológicos. En la perspectiva cósmica no tememos razones de peso para pensar que seamos los primeros, que seremos los últimos o los mejores. Sin embargo, esa seria de accidentes biológicos, ¿fueron fortuitos? Ya me gustaría poder responder a esta pregunta.

¿La Evolución del Universo? ¡La nuestra también!
A lo que sí puedo responder es al hecho innegable de que, en lo más profundo de nuestro ser habita un ente superior, algo grande capaz de lo más sublime. ¿Puede algo así surgir de la nada? ¿Qué mecanismos intervinieron? ¿se debe todo al azar? ¿es la materia inerte con la química y la energía, la responsable de todo?
Me gustaría estar en ese tiempo futuro en el que la ciencia es tan avanzada que tiene como reliquias antiguas teorías como la relatividad, la mecánica cuántica y la teoría de supercuerdas. ¿Qué maravillas no tendrán entonces?
Si el dinero que se mueve en otros menesteres se hiciera en la Ciencia… ¡Dónde podríamos estar!
La ciencia avanza despacio, no porque no interese a la gente, sino porque los gobiernos no le destinan los presupuestos necesarios para que su avance esté relacionado con el conocimiento que ya poseemos. Tenemos magníficos físicos, astrofísicos, astrónomos, matemáticos y otros científicos de las distintas disciplinas que viven en la inseguridad de que el político o el organismo de turno le conceda la subvención necesaria para realizar sus proyectos. El interés general queda postergado en favor de oscuros intereses de grupos. ¡Es una vergüenza!
A pesar de todos los inconvenientes, los avances científicos y del conocimiento no pueden ser frenados. El querer saber y descubrir está asociado con una especie de energía inagotable que finalmente vencerá. La curiosidad, ese germen que llevamos dentro de nosotros y que nos empuja a saber… ¡Finalmente, vencerá!

Los secretos de la materia que estamos dejando al descubierto
En realidad, la ciencia es el poder. Por tal motivo, todos los políticos tratan de manejar el ámbito científico por si surge algo que puedan utilizar en beneficio propio y, de los militares no hablemos. Siempre mirando con el rabillo del ojo a esos posibles nuevos inventos que podrían emplear en sus locas actividades de destrucción.
La gente sencilla sí se interesa por los temas científicos, lo que ocurre es que en la niñez, en las escuelas, la enseñanza es muy deficiente, y cuando llegan a mayores, son unos incultos científicos que, de manera interesada, han sido dejados en la ignorancia por algunos.
Todos deberíamos tener un mínimo de conocimientos sobre las cuestiones importantes de nuestro mundo y nuestro universo. Saber las cosas básicas como el por qué brillan las estrellas, de qué está hecha la materia, qué son los átomos, cómo se expande el universo y que la Tierra es una nave espacial que nos lleva en un viaje alrededor del Sol y con todo el Sistema solar a través del universo a 30 Km/s.

¿Cómo se puede decir tanto con tan poco?
No puedo olvidar la fascinación que sentí cuando vi por vez primera ante mis ojos esta pequeña ecuación: E = mc2. Su sencillez y la enormidad del mensaje que encierra, me dejaron totalmente sorprendido y al mismo tiempo, maravillado. Pues bien, lo mismo que me ocurrió a mí, seguramente le ocurrirá a muchos otros si les damos la oportunidad de conocer, de saber sobre las cosas que les rodea y con las que conviven, sin que tengan la menor idea de qué son y cómo funcionan. La gravedad, el electromagnetismo, las fuerzas nucleares… creo que todo esto, sin tecnicismos ni profundidades científicas, puede ser explicado para dar un conocimiento básico que, al menos, evite la actual ignorancia, y para conseguirlo, el único camino es la divulgación.

Mi enorme interés y afición por estos temas de la ciencia me llevó a crear una Asociación Cultural de Física y Astronomía, estando empeñado en celebrar reuniones periódicas en las que podamos hablar de todos estos temas. No se encuentra mucho apoyo oficial en este sentido. La divulgación de la ciencia está desdeñada y parece que no interesa que la gente sepa.
He dado algunas charlas de este tipo, y en personas mayores corrientes no versadas, es difícil crear en una hora una situación que les interese. Te miran pero no te oyen. No se puede despertar en ellos interés alguno, e incluso, no es raro oír algún bostezo o ver alguna que otra cabezada de los concurrentes. ¡Una pena! Ellos no son los culpables, no les dieron la oportunidad de saber. Sin embargo, la misma situación con jóvenes, es totalmente diferente y, si se sabe despertar su curiosidad… ¡Te fríen a preguntas!
Sí, es posible que, como leí en alguna parte: “La ignorancia del Pueblo es la materia prima del Poder”
Recuerdo con satisfacción una charla que di a los chavales de segundo de bachiller de ciencia. Éstos sí que, a los diez minutos de empezar mi charla, estaban enganchados en los átomos, en la formación de las estrellas y en las fuerzas fundamentales del universo. La charla estaba prevista de 9 a 10. Tardó algo más, hasta las 12. Durante la misma se fueron agregando profesores y personal diverso y, al finalizar, les pregunté si tenían dudas sobre lo que se había tratado. Aquello duró hasta las 14 horas. Un sin fin de preguntas me bombardeó desde los alumnos y los profesores. Fue divertido, y creo que también instructivo.
Discuten sin ver el simple problema El ponente, sin pudor alguno, les dijo: “Nada más pesado que el aire podrá nunca volar, y, a los pocos meses voló el avión de los Hermanos Wright
La osadía del “ignorante” no tiene límites. Recuerdo que hace años, estando por motivos de trabajo en Madrid, al regresar a mi hotel sito frente al Congreso de los Diputados, vi un movimiento de gente inusual y pregunté. Se trataba de un congreso de astrónomos y astrofísicos. No teniendo mejor cosa que hacer, y como el tema me interesaba, me procuré la manera de acceder al salón preparado a tal efecto, y asistí a unas intervenciones muy interesantes.
En el coloquio final, los conferenciantes contestaban las preguntas, y ni corto ni perezoso pregunté: “¿No es posible que el universo, en lugar de terminar en un Big Crunch, pueda hacerlo como un enorme agujero negro que lo abarque todo?” Aquel amable caballero miró algo sorprendido hacia el lugar donde tan campechano me encontraba cómodamente sentado en mi confortable butaca (también giraron sus cabezas hacia mí los que me rodeaban), y me preguntó a su vez, “¿En qué se basa usted para preguntar eso?”. Mi respuesta, al parecer, les hizo gracia, y todo quedó en una anécdota simpática. Yo había contestado:
Un gigantesco agujero negro está viviendo en el centro de nuestra Galaxia
Mi contestación:
“Según he leído en alguna parte, en el corazón de nuestra galaxia habita un enorme agujero negro que se traga todo aquello que se le pueda acercar, engullendo la materia de objetos como estrellas que lo hace más grande y más poderoso.
Si estos monstruos estelares son el resultado final de las estrellas supermasivas, tienen que existir a cientos de miles por el universo. Y si todos se tragan la materia circundante, ¿por qué no llegará un momento en que se traguen los unos a los otros creando un enorme agujero negro con la materia de todo el universo?“
Aunque parezca mentira, mi pregunta fue la causante de una enorme discusión. Unos estaban a favor y otros en contra de mi idea. Por mi parte, llegó un momento que cansado me marché a dormir; tenía que madrugar. Pero aquello fue muy divertido. No deberíamos sorprendernos por nada, nuestro cerebro se encuentra entre los objetos más complicados del universo y es sin duda una de las estructuras más notables que haya producido la evolución.
La percepción, los sentidos y los pensamientos… Para poder entender la conciencia como proceso es preciso que entendamos cómo funciona nuestro cerebro, su arquitectura y desarrollo con sus funciones dinámicas. Lo que no está claro es que la conciencia se encuentre causalmente asociada a ciertos procesos cerebrales pero no a otros.
El cerebro humano es especial; su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo exterior, no se parece a nada que la ciencia conozca. Tiene un carácter único y ofrecer una imagen fidedigna del cerebro no resulta nada fácil; es un reto tan extraordinario que no estamos preparados para cumplir en este momento. Estamos lejos de ofrecer esa imagen completa, y sólo podemos dar resultados parciales de esta enorme maravilla de la naturaleza.

Su engañosa pequeñez esconde… ¡tanta grandeza!
Nuestro cerebro adulto, con poco más de 1 Kg de peso, contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas. La parte o capa ondulada más exterior o corteza cerebral, que es la parte del cerebro de evolución más reciente, contiene alrededor de treinta millones de neuronas y un billón de conexiones o sinapsis. Si contáramos una sinapsis cada segundo, tardaríamos 32 millones de años en acabar el recuento. Si consideramos el número posible de circuitos neuronales, tendremos que habérnoslas con cifras hiper-astronómicas. Un 10 seguido de, al menos, un millón de ceros (en comparación, el número de partículas del universo conocido asciende a “tan sólo” un 10 seguido de 79 ceros). ¡A que va a resultar que no somos tan insignificantes!
Como un universo cuajado de estrellas nuestro cerebro es
Con tan enorme cantidad de circuitos neuronales, ¿Cómo no vamos a ser capaces de descifrar todos los secretos de nuestro universo? ¿De qué seremos capaces cuando podamos disponer de un rendimiento cerebral del 80 ó 90 por ciento?
El límite de lo que podremos conseguir tiene un horizonte muy lejano. Desde hablar sin palabras sonoras a la (no es broma) auto-transportación. Si somos pura energía pensante, no habrá límite alguno; el cuerpo que ahora nos lleva de un lugar a otro, ya no será necesario, y como los fotones que no tienen masa, podremos desplazarnos a velocidades lumínicas.
¿Quién sabe lo que “mañana” podremos hacer?
Tecnologías que hoy sólo podemos imaginar serán un hecho que nos permitirá viajar a las estrellas, dominar la salu de los miembros de la especie más allá de los 200 años, crear naves espaciales que hoy sólo son un sueño, encontrar la manera de “burlar” las velocidad de la Luz en el vacío…
Creo que estoy corriendo demasiado en el tiempo, volvamos a la realidad. A veces mi mente se dispara. Lo mismo visito mundos extraordinarios con mares luminosos de neón líquido poblados por seres transparentes, que viajo a galaxias muy lejanas pobladas de estrellas de fusión fría circundadas por nubes doradas compuestas de antimateria en la que, los positrones medio congelados, se mueven lentamente formando un calidoscopio de figuras alucinantes de mil colores. ¡La mente, qué tesoro!
Cuando seamos capaces de convertir en realidad todo aquello en lo que podamos pensar, entonces, habremos alcanzado la meta. Para eso aún falta un poco, sin embargo, nosotros tenemos mucho tiempo por delante. Dejamos lo que logramos descubrir a los que nos siguen, ellos a los que vendrán después, y así hasta que nuestro destino esté cumplido. ¿Qué cual es nuestro destino? Lo he dicho tantas veces que repetirlo…
El mundo físico se representa gobernado de acuerdo a leyes matemáticas. Desde este punto de vista, todo lo que hay en el universo físico está realmente gobernado en todos sus detalles por principios matemáticos, quizá por ecuaciones tales como las que nos dejaron hombres ilustres que, como Einstein (por ejemplo), nos dejó dicho, por medio de ellas, como era nuestro Universo.
Lo más seguro es que la descripción real del mundo físico esté pendiente de matemáticas futuras, aún por descubrir, fundamentalmente distintas de las que ahora tenemos. Llegarán nuevos Gauss, Riemann, Euler, Ramanujan, etc. que, con sus nuevas ideas, transformarán el pensamiento matemático.
Antes tendremos que haber descifrado las funciones modulares de los cuadernos perdidos de Ramanujan, o por ejemplo, el verdadero significado del número 137, ése número puro adimensional que encierra los misterios del electrón (e) – electromagnetismo -, de la constante de Planck (h) – el cuando te acción – y de la luz (c) – la relatividad -.
“En Matemáticas, y con más exactitud en topología, la conjetura de Poincaré (también llamada hipótesis de Poincaré) es un resultado sobre la esfera cuatridimensional (la 3-esfera); la hipótesis dejó de ser una conjetura para convertirse en un teorema tras su comprobación en 20031 por el matemático Grigori Perelman. El teorema sostiene que la esfera cuatridimensional, también llamada 3-esfera o hiperesfera, es la única variedad compacta cuatridimensional en la que todo lazo o círculo cerrado (1-esfera) se puede deformar (transformar) en un punto. Este último enunciado es equivalente a decir que solo hay una variedad cerrada y simplemente conexa de dimensión 3: la esfera cuatridimensional.“
Perelman es un matemático extraño, vive en Rusia, alojado en un pequeño apartamento de 60 metros con su madre, y, en el tiempo libre sale al campo con un canato para buscar setas. Le dieron la Medalla Fiel que sería entregada por el Rey Juan Carlos en Madrid, en el Año Internacional de las Matemáticas junto con el premio por haber resuelto la Conjetura de Poincaré… ¡No compareció! Su explicación fue: “Cómo voy a recibir premios de manos de gente que no saben por qué me dan esos premios”.
Los resultados son lentos, no se avanza con la rapidez que todos deseamos. Poincaré expuso su conjetura y ahora, más de un siglo después, Perelman la ha resuelto. Riemann expuso su geometría del espacio curvo, y hasta 60 años más tarde no fue descubierta por Einstein para hacer posible su formulación de la relatividad general, donde describe cómo las grandes masas distorsionan el espacio y el tiempo por medio de la fuerza de gravedad que generan.
Emilio Silvera V.
Nov
5
Buscando la Gravedad cuántica
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
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No será nada fácil lograr el casamiento de la Relatividad con la Cuántica. El Modelo Estándar adolece de que la Gravedad no está presente, cuando tratan de juntar la Cuántica con la Gravedad… ¡Aquello rechina! Surgen infinitos que no se pueden evitar.
Entre
los teóricos, el casamiento de la relatividad general y la teoría cuántica es el problema central de la física moderna. A los esfuerzos teóricos que se realizan con ese propósito se les llama “super-gravedad”, “súper-simetría”, “supercuerdas” “teoría M” o, en último caso, “teoría de todo o gran teoría unificada”.
Ahí tenemos unas matemáticas exóticas que ponen de punta hasta
los pelos de las cejas de algunos de los mejores matemáticos del mundo (¿y Perelman? ¿Por qué nos se ha implicado?). Hablan de 10, 11 y 26 dimensiones, siempre, todas ellas espaciales menos una que es la temporal. Vivimos en cuatro: tres de espacio (este-oeste, norte-sur y arriba-abajo) y una temporal. No podemos, ni sabemos o no es posible instruir, en nuestro cerebro (también tridimensional), ver más dimensiones. Pero llegaron Kaluza y Klein y compactaron, en la longitud de Planck las dimensiones que no podíamos ver. ¡Problema solucionado!
¿Quién puede
ir a la longitud de Planck para
medirla?
Ni vemos la longitud de Planck ni las dimensiones extra
La puerta de las dimensiones más altas quedó abierta y, a los teóricos, se les regaló una herramienta maravillosa. En el Hiperespacio, todo es posible. Hasta
el matrimonio de la relatividad general y la mecánica cuántica, allí si es posible encontrar esa soñada teoría de la Gravedad cuántica.
Así que, los teóricos, se han embarcado a la búsqueda de un objetivo audaz: buscan una teoría que describa la simplicidad primigenia que reinaba en el intenso calor del universo en sus primeros tiempos, una teoría carente de parámetros, donde estén presentes todas las respuestas. Todo debe ser contestado a partir de una ecuación básica.
¿Dónde radica el problema?
Nuestro universo es tridimensional y no podemos ver otro más allá… ¡si existe!
El problema está en que la única teoría candidata no tiene
conexión directa con el mundo de la observación, o no lo tiene todavía si queremos expresarnos con propiedad. La energía necesaria para ello, no la tiene ni el nuevo acelerador de partículas LHC que con sus 14 TeV no llegaría ni siquiera a vislumbrar esas cuerdas vibrantes de las que tanto se habla.
La verdad es que, la teoría que ahora tenemos, el Modelo Estándar, concuerda de manera exacta con todos los datos
a bajas energías y contesta cosas sin sentido a altas energías.
Con sus 20 parámetros aleatorios (parece que uno de ellos ha sido hallado -el bosón de Higgs-), el Modelo estándar de la f´çisica de partículas que incluye sólo tres de las interacicones fundamentales -las fuerzas nucleares débil y fuerte y el electromagnetismo-, ha dado un buen resultado y a permitido a los físicos trabajar ampliamente en el conocimiento del mundo, de la Naturaleza, del Universo. Sin embargo, deja muchas preguntas sin contestar y, lo cierto es que, se necesitan nuevas maneras, nuevas formas, nuevas teorías que nos lleven más allá.
¡Necesitamos algo más avanzado!
Se ha dicho que la función de la partícula de Higgs es la de dar masa a las partículas que conocemos y están incluidas en el Modelo estándar, se nos ha dicho que ha sido encontrada pero
, nada se ha dicho de cómo ésta partícula transmite la masa a las demás. Faltan algunas explicaciones.
El secreto de todo radica en conseguir la simplicidad: el átomo resulto ser complejo lleno de esas infinitesimales partículas electromagnéticas que bautizamos con el nombre
de electrones, resultó que tenía un núcleo que contenía, a pesar de ser tan pequeño, casi toda la masa del átomo. El núcleo, tan pequeño, estaba compuesto de otros objetos más pequeños aún, los quarks que estaban instalados en nubes de otras partículas llamadas gluones y, ahora
, queremos continuar profundizando, sospechamos, que después de los quarks puede
haber algo más.
¿Acaso las partículas circulan por el campo de Higgs y se ven frenadas por éste que les adosa la masa?
Bueno, la idea nueva que surgió es que el espacio entero contiene un campo, el campo de Higgs, que impregna el vacío y es el mismo en todas partes. Es decir, que si miramos a las estrellas en una noche clara estamos mirando el campo de Higgs. Las partículas influidas por este
campo, toman masa. Esto no es por sí mismo destacable, pues las partículas pueden tomar energía de los campos (gauge) de los que hemos comentado, del campo gravitatorio o del electromagnético. Si llevamos un bloque de plomo a lo alto de la Torre Eiffel, el bloque adquiriría energía potencial a causa de la alteración de su posición en el campo gravitatorio de la Tierra.

Como
E=mc2, ese aumento de la energía potencial equivale a un aumento de la masa, en este
caso la masa del Sistema Tierra-bloque de plomo. Aquí hemos de añadirle amablemente un poco de complejidad a la venerable ecuación de Einstein. La masa, m, tiene
en realidad dos partes. Una es la masa en reposo, m0, la que se mide en el laboratorio cuando
la partícula está en reposo. La partícula adquiere la otra parte de la masa en virtud de su movimiento (como los protones en el acelerador de partículas, o los muones, que aumentan varias veces su masa cuando son lanzados a velocidades cercanas a c) o en virtud de su energía potencial de campo. Vemos una dinámica similar en los núcleos atómicos. Por ejemplo, si separamos el protón y el neutrón que componen un núcleo de deuterio, la suma de las masas aumenta.
Pero la energía potencial tomada del campo de Higgs difiere en varios aspectos de la acción de los campos familiares. La masa tomada de Higgs es en realidad masa en reposo. De hecho, en la que quizá sea la versión más apasionante de la teoría del campo de Higgs, éste genera toda la masa en reposo. Otra diferencia es que la cantidad de masa que se traga del campo es distinta para
las distintas partículas. Los teóricos dicen que las masas de las partículas de nuestro modelo estándar miden con qué intensidad se acoplan éstas al campo de Higgs.
La influencia de Higgs en las masas de los quarks y de los leptones, nos recuerda el descubrimiento por Pieter Zeeman, en 1.896, de la división de los niveles de energía de un electrón cuando
se aplica un campo magnético al átomo. El campo (que representa metafóricamente el papel de Higgs) rompe la simetría del espacio de la que el electrón disfrutaba.
Hasta
ahora no tenemos ni idea de que reglas controlan los incrementos de masa generados por el Higgs (de ahí la expectación creada por el nuevo acelerador de partículas LHC). Pero
el problema es irritante: ¿por qué sólo esas masas –Las masas de los W+, W–, y Zº, y el up, el down, el encanto, el extraño, el top y el bottom, así como
los leptones – que no forman ningún patrón obvio?

No dejamos de experimentar para
saber cómo es nuestro mundo, la Naturaleza, el Universo que nos acoge
Las masas van de la del electrón 0’0005 GeV, a la del top, que tiene que ser mayor que 91 GeV. Deberíamos recordar que esta
extraña idea (el Higgs) se empleó con mucho éxito para formular la teoría electrodébil (Weinberg-salam). Allí se propuso el campo de Higgs como una forma
de ocultar la unidad de las fuerzas electromagnéticas y débiles. En la unidad hay cuatro partículas mensajeras sin masa –los W+, W–, Zº y fotón que llevan la fuerza electrodébil. Además está el campo de Higgs, y, rápidamente, los W y Z chupan la esencia de Higgs y se hacen pesados; el fotón permanece intacto. La fuerza electrodébil se fragmenta en la débil (débil porque los mensajeros son muy gordos) y la electromagnética, cuyas propiedades determina el fotón, carente de masa. La simetría se rompe espontáneamente, dicen los teóricos. Prefiero la descripción según la cual el Higgs oculta la simetría con su poder dador de masa.
Las masas de los W y el Z se predijeron con éxito a partir de los parámetros de la teoría electrodébil. Y las relajadas sonrisas de los físicos teóricos nos recuerdan que Gerard ^t Hooft y Veltman dejaron sentado que la teoría entera esta libre de infinitos.

Relatividad y Gravedad Cuántica. Universidadde Cambridge.
En esta
última dirección ha publicado numerosos libros y artículos, donde aborda la asignatura pendiente de la unificación de la mecánica cuántica y la teoría del campo gravitatorio. El camino que ha seguido Penrose es encontrar una base común a ambas.
Para ello ha introducido dos modelos: los “spin
networks” y los “twistors”, el primero discreto, con una métrica intrínseca, no relativista, previo al concepto de espacio, el segundo continuo, con una métrica extrínseca, relativista e inmerso en un espacio-tiempo dado.
Claro que son varias las corrientes que quieren abrirse camino hacia otras físicas nuevas.
La Física nos lleva de vez en cuando a realizar viajes alucinantes. Se ha conseguido relacionar y hacer
vibrar a dos diamantes en el proceso conocido como entrelazamiento cuántico. El misterioso proceso, al que el propio Eisntein no supo darle comprensión completa, supone el mayor avance hasta
la fecha y abre las puertas de la computación cuántica. Para
que nos hagamos una idea del hallazgo, en 1935 Einstein lo llegó a denominar como
la “acción fantasmal a distancia”. Un efecto extraño en donde se conecta un objeto con otro de manera que incluso si están separados por grandes distancias, una acción realizada en uno de los objetos afecta al otro.
Esa nueva teorías quiere explicarlo todo. Nada puede
estar fuera de ella: El Universo que es, todo lo que existe, ahí estará
La teoría de supercuerdas tiene
tantas sorpresas fantásticas que cualquiera que investigue en el tema reconoce que está llena de magia. Es algo que funciona con tanta belleza… Cuando cosas que no encajan juntas e incluso se repelen, si se acerca la una a la otra alguien es capaz de formular un camino mediante el cual, no sólo no se rechazan, sino que encajan a la perfección dentro de ese sistema, como ocurre ahora con la teoría M que acoge con naturalidad la teoría de la relatividad general y la teoría mecánico-cuántica; ahí, cuando
eso se produce, está presente la belleza.
Lo que hace que la teoría de supercuerdas sea tan interesante es que el marco estándar mediante el cual conocemos la mayor parte
de la física es la teoría cuántica y resulta que ella hace imposible la gravedad. La relatividad general de Einstein, que es el modelo de la gravedad, no funciona con la teoría cuántica. Sin embargo, las supercuerdas modifican la teoría cuántica estándar de tal manera que la gravedad no sólo se convierte en posible, sino que forma parte natural del sistema; es inevitable para que éste sea completo.

¿Por qué es tan importante encajar la gravedad y la teoría cuántica? Porque no podemos admitir una teoría que explique las fuerzas de la naturaleza y deje fuera a una de esas fuerzas. Así ocurre con el Modelo Estándar que deja aparte y no incluye a la fuerza gravitatoria que está ahí, en la Naturaleza.
La teoría de supercuerdas se perfila como la teoría que tiene implicaciones si tratamos con las cosas muy pequeñas, en el microcosmos; toda la teoría de partículas elementales cambia con las supercuerdas que penetra mucho más; llega mucho más allá de lo que ahora es posible.
La topología es, el estudio de aquellas propiedades de los cuerpos geométricos que permanecen inalteradas por transformaciones continuas. La topología es probablemente la más joven de las ramas clásicas de las matemáticas. En contraste con el álgebra, la geometría y la teoría de los números, cuyas genealogías datan de tiempos antiguos, la topología aparece en el siglo diecisiete, con el nombre
de analysis situs, es decir, análisis de la posición.
De manera informal, la topología se ocupa de aquellas propiedades de las figuras que permanecen invariantes, cuando dichas figuras son plegadas, dilatadas, contraídas o deformadas, de modo que no aparezcan nuevos puntos, o se hagan coincidir puntos diferentes. La transformación permitida presupone, en otras palabras, que hay una correspondencia biunívoca entre los puntos de la figura original y los de la transformada, y que la deformación hace
corresponder puntos próximos a puntos próximos. Esta última propiedad se llama continuidad, y lo que se requiere es que la transformación y su inversa sean ambas continuas: así, trabajarnos con homeomorfismos.

En cuanto a nuestra comprensión del universo a gran escala (galaxias, el Big Bang…), creo que afectará a nuestra idea presente, al esquema que hoy rige y, como
la nueva teoría, el horizonte se ampliará enormemente; el cosmos se presentará ante nosotros como un todo, con un comienzo muy bien definido y un final muy bien determinado.
Para cuando
eso llegue, sabremos lo que es, como se genera y dónde están situados los orígenes de esa “fuerza”, “materia”, o, “energía” que ahora no sabemos ver para explicar el movimiento de las galaxias o la expansión del espacio mismo.
Emilio Silvera V.
Nov
5
¡El futuro incierto!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en el futuro ~
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En el futuro, se ha pensado ya que en algunas ciudades muy pobladas se implementen vehículos voladores como parte de su estructura de transporte. Estos vehículos, conocidos como “autos voladores”, “aerotaxis” o “VTOLs.
Los expertos pronostican que viviremos las relaciones laborales y personales cada vez más en espacios virtuales.



Pensamos en algunas escenas del futuro y dan un poco de miedo. Nuestros padres y nuestros hijos cuidados por Robots de última generación. Otros ocuparan puestos de responsabilidad en todos los niveles sociales.
Lo del apagón nos ha venido a recordar los frágiles que somos, el desastre está a la vuelta de la esquina, y… ¿No lo estaremos empeorando todo con tanta Inteligencia Artificial, el desastre los acecha y, si llega un apagón general que no tenga solución en meses ¿Qué hacemos?
Estamos entregando nuestra seguridad a la computación, no podríamos ni sacar dinero del cajero, ni pagar una factura, ni hacer la comida en casa, ni…, ni… (muchos nis).
No estamos prestando atención y la que se nos viene encima es de cuidado
A mí, particularmente, me da mucho miedo un futuro en el que las máquinas sean imprescindibles. En este mismo momento ya casi lo son. ¿Qué haríamos sin ordenadores que mediante sus programas dirigen fábricas, llevan todo el movimiento de las Bolsas del mundo y de los bancos, dirigen los satélites del espacio, llevan a cabo complicadas operaciones quirúrgicas y montan y ensamblan elaborados mecanismos industriales? El mundo quedaría paralizado.
De otro lado están los gastos en el Espacio que, no siempre, han sido acertados. Las 5 misiones más caras:

-
- 1. Programa Espacial Shuttle: Con un costo estimado de $196 mil millones, fue responsable del lanzamiento de la mayoría de las misiones espaciales tripuladas de la NASA entre 1981 y 2011.

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- 2. Estación Espacial Internacional (EEI): Este proyecto cooperativo entre múltiples agencias espaciales tiene un costo estimado de $160 mil millones, lo que la convierte en el objeto individual más caro jamás construido.


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- 3. Programa Espacial Apollo: Las misiones que llevaron al ser humano a la Luna costaron aproximadamente $25.4 mil millones.

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- 4. Sistema de Posicionamiento Global (GPS): Este sistema de navegación satelital tiene un costo total de $12 mil millones.

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- 5. Telescopio Espacial James Webb (JWST): El telescopio espacial más potente jamás construido tiene un coste estimado de $8.8 mil millones, sin incluir los costos operativos iniciales.
Claro que la tecnología y la I.A., han posibilitado las misiones espaciales que nos facilitan datos de otros cuerpos celestes alejados de la Tierra y si no las podemos dirigir desde aquí… Todo el esfuerzo al garete.

Pienso en un mundo mucho más avanzado, dentro de 500 – 1.000 años. ¿Qué habrá pasado con los robots?, máquinas cada vez más perfectas que llegarán a autofabricarse y repararse. ¿Cómo evolucionarán a partir de esos procesadores inteligentes de la nanotecnología? ¿Llegarán algún día a pensar por sí mismos? Ahí puede estar uno de los grandes peligros de la Humanidad.
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Si finalmente le dan a los Robots las prestaciones que pretenden (como consciencia de Ser)… ¡Mal irán las cosas!
La invención del robot (del checo, robota, trabajo) se debe al esfuerzo de las sociedades humanas por liberarse de las labores más ingratas y penosas a que se ven obligados algunos de sus individuos. En un principio, la apariencia de los robots sólo atendía a las razones prácticas de las funciones que cada modelo tenía que desempeñar, o sea, su morfología estaba aconsejada por criterios funcionales y prácticos.
Una vez superada la primera fase, el hombre trata de fabricar robots que cada vez sean más semejantes a su creador, y aunque las primeras figuras han sido algo groseras y poco hábiles en sus movimientos, poco a poco se va perfeccionando la imitación de los humanos.

Si permitimos que pueda pensar…
Un robot se diferencia fundamentalmente de una máquina por su capacidad para funcionar de modo automático sin la acción permanente del hombre. Los primeros robots se mostraron especialmente válidos para llevar a cabo aquellos trabajos sencillos y repetitivos que resultaban tediosos y pesados al hombre (al Ser Humano mejor). También son ideales para el trabajo en el que se está expuesto a cierto peligro o se trabaja con materiales peligrosos en lugares nocivos para los seres vivos
Nuevas generaciones de robots que…, ¿comienzan a ser peligrosos?
Las máquinas del futuro nos pueden superar. Hemos comenzado a inventar robots que, cada vez son más sofisticados y tienen más prestaciones y, de seguir por ese camino, de no poner unas reglas claras, precisas u rígidas sobre el límite…las cosas podrían salir mal.
Una de las condiciones esenciales que debe tener una máquina-robot para ser considerada como tal es la posibilidad de ser programada para hacer tareas diversas según las necesidades y la acción que de ellos se requieran en cada situación. Y, si llegan a poseer la potestad de pensar por sí mismas, de repentizar soluciones no programadas, de sentir y ser conscientes…¡malo!
Dentro de algunas decenas de años, por ejemplo, no será necesario que ningún astronauta salga al espacio exterior para reparar estaciones espaciales o telescopios como hacen ahora, con riesgo de sus vidas, con el Hubble.
El miedo a los robots del futuro que antes citaba está relacionado con el hecho de que la robótica es el estudio de los problemas relacionados con el diseño, aplicación, control y sistemas sensoriales de los robots.


La segunda era llegará entre 2032-2050 y se caracterizará por la existencia de varias inteligencias artificiales generales y la adopción generalizada de robots humanoides. Es la llamada “Era de los Robots Humanoides y la IA Genera.
Ya van quedando muy viejos aquellos robots de primera generación (en realidad brazos mecánicos), muy utilizados en labores de menos precisión de la industria automovilística. Hoy día, los robots que se fabrican, están provistos de sofisticados sistemas “inteligentes” que son capaces de detectar elementos e incluso formas de vida rudimentarias. El proyecto de la NASA en el río Tinto es un ejemplo de ello; allí han utilizado pequeños robots capaces de comunicar datos científicos de los hallazgos en el fondo de un río. Actúan mediante programas informáticos complejos o no, que hacen el trabajo requerido.
Supermáquinas que pueden desarrollar trabajos imposibles
Las necesidades de la industria aeronáutica, poco a poco, han ido exigiendo sistemas de mayor precisión, capaces de tomar decisiones adecuadas en un entorno predefinido en función de las condiciones particulares de un momento dado. Estos ingenios, llamados de segunda generación, poseen instrumentos propios y programación informática dotada de medios de autocorrección frente a estímulos externos variables.
Los sensores utilizados por los sistemas robóticas de segunda generación son, con frecuencia, equipos de cámaras electrónicas digitales que convierten la imagen luminosa recibida desde el exterior en impulsos eléctricos que se comparan con patrones almacenados en un pequeño núcleo de memoria informática. Así mismo, disponen de instrumentos táctiles de alta sensibilidad y de detección de pesos y tensiones.

Incluso en otros planetas a millones de distancia de la Tierra, realizan los trabajos programados
Los robots de tercera generación emplean avanzados métodos informáticos, los llamados sistemas de inteligencia artificial, y procedimientos de percepción multisensorial (estoy leyendo una maravillosa tesis doctoral de un ingeniero de materiales – hijo de un buen amigo – que es fascinante, y me está abriendo la mente a nuevos campos y nuevos conceptos en el ámbito de la inteligencia artificial. Su nombre es A. Mora Fernández, y tiene la suerte de ser, además, un físico teórico matemático, con lo cual, según lo que puedo deducir de su trabajo, le espera grandes empresas y mi deseo personal es que triunfe en ese complejo mundo de fascinantes perspectivas al que pertenece).
Estos ingenios de tercera generación adoptan algunas características del comportamiento humano al contar con la capacidad para percibir la realidad del entorno desde varias perspectivas y utilizar programas que rigen su propia actuación de modo inteligente. Conscientes de su situación espacial, los robots de tercera generación comprenden directamente el lenguaje humano y lo utilizan para comunicarse con las personas.
Los Androides del futuro. ¿Tendrán autonomía de pensamiento?
La ciencia robótica, basándose en avanzados principios de la electrónica y la mecánica, busca en la constitución y modo de funcionamiento del cuerpo y del cerebro humano los fundamentos con los que diseñar androides de posibilidades físicas e intelectivas semejantes a los del ser humano.
Nada de esto es ciencia ficción; es lo que hoy mismo ocurre en el campo de la robótica. Aún no podemos hablar de robots con cerebros positrónicos capaces de pensar por sí mismos y tomar decisiones que no le han sido implantados expresamente para responder a ciertas situaciones, pero todo llegará. Ya tienen velocidad, flexibilidad, precisión y número de grados de libertad. ¿Qué hasta donde llegarán? ¡Me da miedo pensar en ello!
Pronto nos costará distinguirlos, todavía vemos que no tienen Alma, pero…
Mecánicamente, el robot ya supera al ser humano; hace la misma tarea, con la misma velocidad y precisión o más que aquél, y tiene la ventaja de que no se cansa, puede continuar indefinidamente desempeñando la tarea en lugares que para nosotros serían imposibles por sus condiciones extremas.
Menos mal que, de momento al menos, el cerebro del ser humano no puede ser superado por un robot, ¿pero será para siempre así? Creo que el hombre es un ser que, llevado por sus ambiciones, es capaz de cometer actos que van encaminados a lograr la propia destrucción y, en el campo de la robótica, si no se tiene un exquisito cuidado, podemos tener un buen ejemplo.
Antes de dotar a estas máquinas de autonomía de obrar y de pensar, debemos sopesar las consecuencias y evitar, por todos los medios, que un robot pueda disponer como un ser humano del libre albedrío, como artificial que es, siempre debe estar limitado y tener barreras infranqueables que le impidan acciones contrarias al bienestar de sus creadores o del entorno.
Es muy importante que los sistemas sensoriales de los robots estén supeditados a los límites y reglas requeridas por los sistemas de control diseñados, precisamente, para evitar problemas como los que antes mencionaba de robots tan avanzados y libre pensadores e inteligentes que, en un momento dado, puedan decidir suplantar a la Humanidad a la que, de seguir así, podrían llegar a superar.


Esta simpática imagen ya ha sido superada
Pensemos en las ventajas que tendrían sobre los humanos una especie de robots tan inteligentes que ni sufrirían el paso del tiempo ni les afectaría estar en el vacío o espacio exterior, o podrían tranquilamente, al margen de las condiciones físicas y geológicas de un planeta, colonizarlo fácilmente, aunque no dispusiera de atmósfera, ya que ellos no la necesitarían y, sin embargo, podrían instalarse y explotar los recursos de cualquier mundo sin excepción. ¡Menuda ventaja nos llevarían! Además, lo mismo que nosotros nos reproducimos, los robots se fabricarán unos a otros. Ni las famosas tres leyes de Asimos me tranquilizan… ¿Las recuerdan?

Las tres leyes de la robótica de Asimov
- Primera Ley
-
Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
-
Segunda Ley
-
Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
-
Tercera Ley
-
Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Tal como van avanzando las cosas, sería conveniente ampliar esos tres preceptos que se quedarían cortos en la idea de evitar que las máquinas cometan actos que puedan dañar a la Humanidad.
Pero, ¿Quién puede asegurar que con los complejos y sofisticados sensores y elementos tecnológicos avanzados con los que serán dotados los robots del futuro, éstos no pensarán y decidirán por su cuenta? ¡Creo que nadie está en situación de asegurar nada! La amenaza está ahí, en el futuro, y el evitarla sólo depende de nosotros, los creadores. ¡Es tanta nuestra ignorancia!
Ciertamente hemos imaginado mundos futuros en los que, no parece que las tres leyes de la robótica puedan preservar la integridad física de los humanos. Si los robots alcanzan ese nivel autónomo de pensamiento… Sería, ¡la rebelión de las máquinas! tantas veces vista en la ficción del cine.
¿Que puede impedir que en el futuro los robots tengan conciencia de ser, o, incluso, sentimientos?
Parece mentira que, alguna vez lleguen a sentir… ¡Que puedan llorar o reír!
Mirando a mi alrededor, de manera clara y precisa, puedo comprobar que el mundo biológico está compuesto por una variedad de seres que, siendo iguales en su origen, son totalmente distintos en sus formas y en sus mentes, y, de la misma manera, al igual que en nuestro planeta Tierra, pasará en otros situados en regiones remotas del espacio. Y, pensando en nuestras vidas, podemos llegar a preguntarnos si todo esto tiene algún sentido. ¿Para qué tanto esfuerzo y trabajo? ¿No será que estamos preparando el terreno para “seres” artificiales que, mejor dotados que nosotros para salir al espacio exterior, serán los que suplanten a la Humanidad y cumplan finalmente los sueños de ésta, que harán suyos?.
Se pasan un poco pero…. ¡Cuidado!
¡Qué lastima! Si ese fuera nuestro destino. ¡Fabricar a una especie artificial para que cumpliera nuestros deseos! Lo cierto es que, nosotros los humanos, no estamos físicamente preparados para viajar a las estrellas, y, de hacerlo, necesitaríamos dotarnos de tanta seguridad que, los costes, serían impensables. Naves como ciudades que nos transportaran muy lejos, y, pensando en que estamos supeditamos a la velocidad de la luz, estas naves-ciudades estarían preparadas para mantener a generaciones.


Ciudades que surcan el hiperespacio (Ciencia Ficción hoy… Pero ¿Y mañana?
Nuestro futuro es muy incierto, y, como podemos ver cada día, estamos supeditados a los caprichos de la Naturaleza. Conceptualmente, la biología generalmente va a la saga de la física. Si bien es cierto que las ideas de Darwin sobre la evolución han desplazado la concesión trasnochada y, ¿por qué no?, anti-ilustrada de la creación espacial, pero es cierto que bien entrado el siglo XX, muchos biólogos todavía pensaban instintivamente que los seres humanos representaban la culminación de la evolución, y que nuestra especie no era simplemente el centro del desarrollo evolutivo sino, en realidad, su razón de ser. Y, tales pensamientos, nos pueden dar una idea muy clara del nivel de sabiduría del que podemos presumir.
Ahora sabemos que nuestra contribución al árbol genealógico de la vida es tan periférica y minúscula como la de la Tierra en el Universo. El árbol, tal como lo podemos ver hoy, es realmente frondoso. Desde que surgió la vida en la Tierra, probablemente haya producido cientos de miles de millones, quizás billones, de ramitas, donde cada ramita representa una especie, y Homo sapiens es sólo una más entre ellas. En pocas palabras, nuestra especie ha sido tan cabalmente “periferalizada” por la biología como lo ha sido por la cosmología. Sólo somos una de las formas de vida que habita el Universo y, no es seguro que seamos la más inteligente.

Con seguridad no sabemos de donde venimos, ni quiénes somos, ni hacia donde vamos
Una vez que hemos comprendido que no somos “los elegidos” y que, estamos en este Mundo, una infinitesimal fracción de una Galaxia de entre cientos de miles de millones de ellas, podemos ser conscientes de que, la humildad será nuestra mejor elección para no equivocarnos y llevarnos decepciones que, en otro caso, serían de consecuencias muy graves. Muchas pueden ser las criaturas que, habitantes de otros mundos, nos pueden superar en inteligencia y conocimientos y, seguramente por eso, porque en nuestro fuero interno algo nos dice que es así, nos estamos preparando para ese futuro que irremediablemente llegará, y, lo único que podemos hacer es crear réplicas de nosotros mismos que, aunque artificiales, puedan representarnos de alguna manera en ese futuro incierto.
No podemos saber lo que vendrá. ¡Es tan grande el Universo!
Ese encuentro maravilloso que tantas veces hemos imaginado, es posible que no lo sea tanto. No podemos saber las criaturas que pueden estar presentes en otros mundos y con qué medios puedan contar. Siempre se me hizo cuesta arriba el hecho de que, algún día del futuro, los robots fabricados por nosotros, podrían adquirir la supremacía del planeta. Sin embargo, alguna vez he pensado también que, quizás, sea la única manera de poder hacer frente a lo que vendrá.
Hemos oído en no pocas ocasiones que la realidad supera a la imaginación, y, desde luego, simplemente con ver todo lo que existe en el Universo, podemos dar fe de tal afirmación. ¿Quién iba a pensar hace 150 años en la existencia de Agujeros Negros o Estrellas de Neutrones? Y, de la misma manera que aquí en la Tierra surgieron cientos de miles de especies y formas de vida a lo largo de su historia, ¿qué prohíbe que en otros mundos surgieran también especies de vida que ni podemos imaginar? ¿Y, la Naturaleza? En Japón hemos visto estos días de lo que es capaz y, desde luego nada puede ser descartado.
Cualquier cosa puede ser posible, ¡es tan frágil la línea que nos separa del Caos!
Es cierto, nuestras limitaciones son enormes, enorme es también nuestra ignorancia y, si somos conscientes de ello, habremos dado un gran paso para hacer frente a lo que pueda venir. Al menos no nos cogerá desprevenido y, el suceso es menos doloroso cuando se espera.
Sí, es verdad, que a veces, confundimos la ilusión y la euforia del momento con la realidad. Sin embargo, nada más lejos de ser cierto. Vivimos en una falsa seguridad cotidiana que nos hace no pensar en lo que puede llegar: Un accidente, una enfermedad, un meteorito caído del cielo, un terremoto, o, incluso una estrella enana marrón que choque con la Luna y dé al traste con nuestra tranquila vida en este planeta.


El destino, ¡tiene tantas bifurcaciones! Parece un laberinto de espejos que lo hace incierto
Así que, ilusos y tranquilos (de otra manera sería horrible la vida), en estos últimos años hemos sido capaces de determinar los genes responsables de las más variadas manifestaciones de nuestra existencia: susceptibilidad a la obesidad, diferentes tipos de tumores, esquizofrenia, depresión o la mayor o menor capacidad para danza y ritmo.

Y, con sorpresa para algunos, se ha podido saber que nuestra secuencia genética sólo difiere un 0’5% de nuestros parientes cercanos neandertales o que tampoco estamos muy lejos, genéticamente hablando, de algunos equinodermos que divergieron de nuestra rama evolutiva hace ahora 500 millones de años.



También, al mismo tiempo, hemos construido ingenios que enviados a otros mundos, situados a millones de kilómetros del nuestro, nos mandan imágenes que podemos contemplar tranquilamente sentados en el salón de nuestras casas. Y, paralelamente, se trabaja en cerebros artificiales positrónicos y, más adelante, positrónicos que ocuparan cuerpos perfectos de robots que, aunque artificiales, algún día llegarán a pensar y sentir. ¿Serán nuestros sucesores? ¿Serán los que finalmente realizarán nuestros sueños de viajar a las estrellas?
Que la posibilidad de unos cebros artificiales nos puedan inquietar… ¡Son muy reales!
Sin embargo, y a pesar de tantas proezas, si en algo sigue la ciencia gateando en la oscuridad, es precisamente en el total desconocimiento de la parte más compleja y delicada de nuestro cuerpo:
¡El Cerebro! ¡Si tuviéramos tiempo!
Emilio Silvera Vázquez
















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