Oct
18
¿La vida fuera de la Tierra? ¡Antes de que finalice el siglo!
por Emilio Silvera ~
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La vida microscópica está por todas partes…¡En otros mundos (creo) que también.
“La idea de que la vida en el Universo sólo existe en la Tierra es básicamente pre-copernicana. La experiencia nos ha enseñado de forma repetida que este tipo de pensamiento es probablemente erróneo. ¿Por qué nuestro pequeñísimo asentamiento debe ser único? Al igual que ningún país ha sido el centro de la Tierra, tampoco la Tierra es el centro del Universo.”
Así se expresaba Fred Hoyle.
Los icebergs, esas enormes montañas de hielo desgajado que flotan en el mar y que se hicieron famosas por causar el hundimiento del Titanic, ya no son patrimonio exclusivo de la Tierra. Gracias a la nave espacial Galileo, desde 1997 sabemos que también existen en Europa, uno de los cuatro satélites principales de Júpiter, que con sus 3.138 Km de diámetro tiene un tamaño muy similar al de la Luna. Si exceptuamos Marte, puede que no exista ningún otro lugar próximo a la Tierra sobre el que la ciencia tenga depositadas tantas esperanzas de que pueda haber formas de vida, con el aliciente de que en esta luna joviana ha ocurrido un proceso opuesto al del planeta rojo merced a su exploración.
Mientras que los ingenios espaciales enviados por el hombre revelaron que la naturaleza marciana es mucho más hostil para la vida de lo que insinuaban los telescopios de Schiaparelli, Lowell y Pickering, las sondas Voyager y Galileo han encontrado en Europa el mejor candidato del Sistema solar para albergar la vida extraterrestre (sin olvidar Encelado).
Los familiares paisajes de Marte
Para los exo-biólogos, esos científicos que estudian la existencia de la vida en otros lugares del Universo, Europa ha sido la gran revelación del siglo XX, y Titán, una luna de Saturno que es la segunda más grande del Sistema Solar, constituye una gran incógnita que, poco a poco, se va desvelando gracias a la misión Cassini-Huygens, uno de los más ambiciosos proyectos de la NASA.
Titán
Encelado
En el interior de Europa
Lo más importante de la exploración sobre Europa, a pesar de su enorme interés científico, no fueron sus fotografías, sino los indicios inequívocos de su océano líquido bajo la superficie que, además, tiene todas las características de ser salado.
Los enormes tubos de lava en Marte podrían albergar ciudades humanas, inmensos túneles que no se sabe lo que puedan albergar.
Como en esas profundidades del planeta rojo las temperaturas son más altas, se supone el agua líquida corre cantarina y rumorosa, allí habrán nacido líquenes, hongos y (seguramente) bacterias. Los Rover allí enviados no han podido llegar a esas profundidades que tendrán que esperar la visita de viajeros humanos o bien de Robots de última generación con instrucciones muy claras de su cometido.
Pequeños mundos de los que alguno nos dará una sorpresa
También Júpiter tiene satélites interesantes como Ganimedes, Calixto, Io y Europa
Esos dos satélites de Júpiter y Saturno conforman, junto a Marte (y Encelado), los principales puntos de atención en la búsqueda de la vida extraterrestre, aunque eso no significa que vayamos a encontrarla allí, según todos los datos que se van acumulando, el índice de probabilidades de que ciertamente exista alguna clase de vida en el planeta y las lunas mencionadas, es muy alto. Es decir, si al margen del caso privilegiado de la Tierra existen tres nombres propios en el Sistema Solar donde no está descartada su existencia, esos son, Marte, Europa y Titán.
La NASA da a conocer increíble imagen sobre Marte
Sobre Marte, el planeta más parecido a la Tierra, a pesar de sus notables diferencias, nuestros conocimientos actuales son extensos y muy valiosos, pero nos falta desvelar lo fundamental. Y es que, a pesar de los grandes avances conseguidos durante las exploraciones espaciales, los astrónomos actuales siguen obligados a contestar con un “no lo sé” cuando alguien le pregunta sobre la existencia de vida en aquel planeta.
Europa satélite de Júpiter
En lo concerniente a Europa, pocas fotografías entre las centenares de miles logradas desde que se inició la era espacial han dejado tan atónitos a los científicos como las transmitidas en 1997 por la nave Galileo. Desde 1979 se sospechaba, gracias a las imágenes de la Voyager 2, que la superficie del satélite joviano estaba formada por una sorprendente costra de hielo. Su predecesora, la Voyager 1, llegó al sistema de Júpiter en marzo de ese año, pero no se aproximó lo necesario a Europa y sólo envió fotografías de apariencia lisa como una bola de billar surcada por una extraordinaria red de líneas oscuras de naturaleza desconocida. En julio de 1979, poco después, la Voyager 2 obtuvo imágenes más detalladas, que desconcertaron a los científicos porque sugerían que la helada superficie podía ocultar un océano líquido, un paisaje inédito hasta el momento en el Sistema Solar.
Pero lo más asombroso estaba por ver, y transcurrieron dieciocho años hasta que una nueva misión espacial les mostró a los científicos que Europa es una luna tan extraordinaria que incluso parece albergar escenarios naturales como los descritos por Arthur C. Clarke en su novela 2010, Odisea dos. En enero de 1997, la NASA presentó una serie de imágenes en las que la helada superficie de Europa aparecía fragmentada en numerosos puntos. La increíble red de líneas oscuras que había mostrado una década antes la nave Voyager apareció en estas imágenes con notable detalle, que permitió ver surcos, cordilleras y, sobre todo, hielos aparentemente flotantes, algo así como la réplica joviana a los icebergs terrestres.
Lo más importante de la exploración sobre Europa, a pesar de su enorme interés científico, no fueron sus fotografías, sino los indicios inequívocos de su océano líquido bajo la superficie que, además, tiene todas las características de ser salado. La NASA ha tenido que reconocer que todos los estudios realizados en Europa dan a entender la posibilidad y muestran una notable actividad geológica y fuentes intensas de calor. Las posibilidades de vida en la superficie parecen prácticamente nulas, puesto que se halla a una distancia media del Sol de unos ochocientos millones de kilómetros y su temperatura es inferior a los 150 grados bajo cero. Sin embargo, si bajo la helada corteza existe un océano de agua líquida como creen la mayor parte de los investigadores y expertos, nos encontramos ante la mayor oportunidad para la vida en el Sistema Solar después de la Tierra.
Los sensores de las naves exploradoras han detectado un campo magnético en Europa que cambia de forma constante de dirección, hecho que sólo puede explicarse si este mundo en miniatura posee elementos conductores muy grandes. Como quiera que el hielo, presente en la corteza, no sea un buen conductor, la NASA ha sugerido que esas fluctuaciones del campo magnético de Europa estarían asociadas a la existencia de un océano de agua salada bajo la superficie.
Quizá no debamos dejarnos llevar por la imaginación pero, incluso muchos de los científicos de la NASA, tras haber visto los Icebergs fotografiados por la Galileo, recordaron emocionados el pasaje de 2010, Odisea dos, en el que el profesor Chang lanza a la Tierra un estremecedor grito desde los lejanos abismos del Sistema Solar: “¡Hay vida en Europa!” Repito: “¡Hay vida en Europa!”.
Del extraordinario viaje emprendido para dar un merecido homenaje a Cassini y Huygens y financiado de manera conjunta por la NASA y la ESA, todos tenemos un conocimiento aceptable a través de las noticias y de nuestras lecturas científicas. En el año 2004 la nave nodriza Cassini, lanzada en 1997, inició la exploración de Saturno y su corte de satélites y, la información recibida hasta el momento es de tan alto valor científico que nunca podremos agradecer bastante aquel esfuerzo.
Titán
No cabe dudas de que la NASA tenía su principal interés puesto en la nave Cassini y Saturno, pero Titán ha tenido una atención especial que los americanos compartieron con la Agencia Europea ESA, la nave principal o nodriza Cassini se desprendió del módulo Huygens de la ESA, cuya misión será caer sobre Titán, pero antes tenía que estudiar su atmósfera, su superficie y otros elementos científicos de interés que nos dijeran como era aquel “mundo”.
Lluvia de metano en Titán
Océanos de metano en Titán
Titán es, de hecho, la luna más enigmática que se conocía. Junto a Io y Tritón en Neptuno forma el trío de únicos satélites del Sistema Solar que mantiene atmósfera apreciable; pero Titán es radicalmente diferente, puesto que mientras en aquellos dos la densidad atmosférica es muy baja, en la luna mayor de Saturno supero, incluso a la de la Tierra. Esto es algo insólito que dejó pasmado a los científicos del Jet Propulsión Laboratory de la NASA cuando obtuvieron los primeros datos a través de la Voyager. La presión atmosférica es 1,5 veces la de la Tierra, un hecho sorprendente para su tamaño, puesto que en otros lugares más grandes como el mismo Marte, la Gravedad ha sido insuficiente para retener una atmósfera apreciable.
Paisajes de la Tierra Prehistórica, lluvia de metano, ¿Cuántas sorpresas más?
Titán tiene 5 150 Km de diámetro, es la segunda luna mas grande conocida y supera en tamaño a Mercurio, pero en comparación con nuestro planeta es un mundo en miniatura, por lo que resulta excepcional algunas de las características en el halladas. Orbita Saturno en 15,945 días a una distancia de 1 221 830 Km. Es conocido desde 1655, cuando Huygens lo descubrió. De ahí que la NASA, pusiera su nombre a la sonda que acompañó a la Cassini para investigar Titán. Aunque está compuesto por rocas y hielos a partes iguales, aproximadamente. De sus océanos de metano, ¿Qué podemos decir? Sabemos que es el único satélite del Sistema Solar que tiene una atmósfera sustancial, de una gran densidad y que su composición es muy parecida a la de la Tierra, ya que el elemento fundamental, como aquí, es el nitrógeno. El papel secundario -aunque primordial- que en la Tierra desempeña el oxígeno, le corresponde en Titán al metano y también se han hallado trazas de hidrógeno. Se tienen muchas esperanzas de que, ésta luna de características tan especiales, sino ahora, algún día más lejano en el futuro podría contener formas de vida y, más adelante, incluso ser un hábitat para nosotros.
Imágenes captadas por la Huygens en Titán
La Huygens nos ha enviado imágenes más que suficientes para poder estudiar el enorme conglomerado de datos que en ellas aparecen y, tantos las fotografías como otros datos de tipo técnico tomados por los censores de la Huygens y enviados a la Tierra, tendrán que ser estudiados durante mucho tiempo hasta estar seguros de muchos de los enigmas que con ellos podamos desvelar.
La verdadera incógnita de Titán está en su superficie que aún, no se ha estudiado debidamente y, aparte de esos océanos de metano, ¿podrían existir también océanos de agua? Científicamente nada lo impide.
¡Ya veremos!
De todas las maneras, ese primer contacto tantas veces imaginado con seres parecidos a nosotros, se podrá producir en planetas que, como la Tierra tenga las condiciones necesarias para ello, y, lo que se dice planetas como la Tierra deben existir muchos, el problema está en llegar hasta ellos.
Si decimos que la NARURALEZA ES SABIA, ¿Por qué no nos preguntamos por el hecho de que haya dispuesto que otros mundos, otros estrellas como el Sol, estén tan lejos de nosotros?
Emilio Silvera V.
Oct
18
Hay que recorrer un largo camino para saber
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo cambiante ~
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“La masa con la que nace una estrella determina su historia y, sobre todo, la duración de su vida. Llamamos estrellas masivas a todas aquellas estrellas aisladas que explotan como supernovas al final de su existencia debido al colapso gravitatorio. Para que exploten como supernovas deben tener un mínimo de alrededor de ocho masas solares. Estrellas con menos masa pueden explotar, pero no por sí mismas (deben darse otras condiciones). Y hay parámetros secundarios que pueden introducir cambios, pero la masa es determinante.”
“En cuanto al máximo, el límite está en lo que la naturaleza sea capaz de producir. Hasta hace poco se creía que este límite estaba en torno a monstruos de 150 masas solares, aunque recientes trabajos lo elevan hasta 300. No obstante, no es un dato seguro ya que, cuanto más masiva es una estrella, menos vive, con lo cual estrellas más grandes serían difíciles de observar, ya que, su propia radiación las destruye.”
Verdaderamente si pudiéramos contemplar de cerca, el comportamiento de una estrella cuando llega el final de su vida, veríamos como es, especialmente intrigante las transiciones de fase de una estrella en implosión observada desde un sistema de referencia externo estático, es decir, vista por observadores exteriores a la estrella que permanecen siempre en la misma circunferencia fija en lugar de moverse hacia adentro con la materia de la estrella en implosión. La estrella, vista desde un sistema externo estático, empieza su implosión en la forma en que uno esperaría. Al igual que una pesada piedra arrojada desde las alturas, la superficie de la estrella cae hacia abajo (se contrae hacia adentro), lentamente al principio y luego cada vez más rápidamente. Si las leyes de gravedad de Newton hubieran sido correctas, esta aceleración de la implosión continuaría inexorablemente hasta que la estrella, libre de cualquier presión interna, fuera aplastada en un punto de alta velocidad. Pero no era así según las fórmulas relativistas que aplicaron Oppenheimer y Snyder. En lugar de ello, a medida que la estrella se acerca a su circunferencia crítica su contracción se frena hasta hacerse a paso lento. Cuanto más pequeña se hace la estrella, más lentamente implosiona, hasta que se congela exactamente en la circunferencia crítica y, dependiendo de su masa, explosiona como supernova para formar una inmensa nebulosa o, se transforma en nebulosa planetaria, más pequeña.
Ahí podemos observar a una estrella muy joven, de dos o tres millones de años que, en un futuro lejano será una gran Supernova. Los procesos que podríamos observar al final de la vida de una estrella gigante… ¡Son fascinantes! Arriba, envuelta en una nube de gas y polvo contemplamos a Eta Carinae.
En la escena que antes explicábamos, por mucho tiempo que nos quedemos esperando y contemplando el suceso, si uno está en reposo fuera de la estrella (es decir, en reposo en el sistema de referencia externo estático), uno nunca podrá ver que la estrella implosiona a través de la circunferencia crítica. Ese fue el mensaje inequívoco que Oppenheimer y Snyder nos enviaron. Para poder ver eso, habría que estar dentro de la estrella, instalado en la materia que está sufriendo la contracción y, no sabemos por qué eso es así.
¿Se debe esta congelación de la implosión a alguna fuerza inesperada de la relatividad general en el interior de la estrella? No, en absoluto, advirtieron Oppenheimer y Snyder. Más bien se debe a la dilatación gravitatoria del tiempo (el frenado del flujo del tiempo) cerca de la circunferencia crítica. Tal como lo ven los observadores estáticos, el tiempo en la superficie de la estrella en implosión debe fluir cada vez más lentamente cuando la estrella se aproxima a la circunferencia crítica; y, consiguientemente, cualquier cosa que ocurre sobre o en el interior de la estrella, incluyendo su implosión, debe aparecer como si el movimiento se frenara poco a poco hasta congelarse.
Por extraño que esto pueda parecer, aún había otra predicción más extrañas de las fórmulas de Oppenheimer y Snyder: si bien es cierto que vista por observadores externos estáticos la implosión se congela en la circunferencia crítica, no se congela en absoluto vista por los observadores que se mueven hacia adentro con la superficie de la estrella. Si la estrella tiene una masa de algunas masas solares y empieza con un tamaño aproximado al del Sol, entonces vista desde su propia superficie implosiona hacia la circunferencia crítica en aproximadamente una hora, y luego sigue implosionando más allá de la criticalidad hacia circunferencias más pequeñas.
Allá por el año 1939, cuando Oppenheimer y Snyder descubrieron estas cosas, los físicos ya se habían acostumbrados al hecho de que el tiempo es relativo; el flujo del tiempo es diferente medido en diferentes sistemas de referencia que se mueven de diferentes formas a través del Universo. Claro que, nunca antes había encontrado nadie una diferencia tan extrema entre sistemas de referencia. Que la implosión se congele para siempre medida en el sistema externo estático, pero continúe avanzando rápidamente superando al punto de congelación medida en el sistema desde la superficie de la estrella era extraordinariamente difícil de comprender. Nadie que estudiara las matemáticas de Oppenheimer y Snyder se sentía cómodo con semejante distorsión extrema del tiempo. Pero ahí estaba, en sus fórmulas. Algunos podían agitar sus brazos con explicaciones heurísticas, pero ninguna explicación parecía muy satisfactoria. No sería completamente entendido hasta finales de los cincuenta.
Fue Wheeler el que discrepó del trabajo de Oppenheimer y Snyder, alegando, con toda la razón que, cuando ellos habían realizado su trabajo, habría sido imposible calcular los detalles de la implosión con una presión realista (presión térmica, presión de degeneración y presión producida por la fuerza nuclear), y con reacciones nucleares, ondas de choque, calor, radiación y expulsión de masa. Sin embargo, los trabajos desde las armas nucleares de los veinte años posteriores proporcionaron justamente las herramientas necesarias.
Presión, reacciones nucleares, ondas de choque, calor radiación y expulsión de masa eran todas ellas características fundamentales de una bomba de hidrógeno; sin ellas, una bomba no explosionaría. A finales de los años cincuenta, Stirling Colgate quedó fascinado por el problema de la implosión estelar. Con el apoyo de Edward Teller, y en colaboración con Richard White y posteriormente Michael May, Colgate se propuso simular semejante implosión en un ordenador. Sin embargo, cometieron un error, mantuvieron algunas de las simplificaciones de Oppenheimer al insistir desde el principio en que la estrella fuera esférica y sin rotación, y, aunque tuvieron en cuenta todos los argumentos que preocupaban a Wheeler, aquello no quedó perfeccionado hasta después de varios años de esfuerzo y, a comienzo de los años sesenta ya estaban funcionando correctamente.
Un día a principio de los años sesenta, John Wheeler entró corriendo en la clase de relatividad de la Universidad de Princeton. Llegaba un poco tarde, pero sonreía con placer. Acababa de regresar de una visita a Livermore donde había visto los resultados de las simulaciones recientes de Colgate y su equipo. Con excitación en su voz dibujó en la pizarra un diagrama tras otro explicando lo que sus amigos de Livermore habían aprendido.
Cuando la estrella en implosión tenía una masa pequeña, desencadenaba una implosión de supernova y formaba una estrella de neutrones precisamente en la forma que Fritz Wicky había especulado treinta años antes. Sin embargo, si la estrella original era más masiva lo que allí se producía (aparte de la explosión supernova) era un agujero negro notablemente similar al altamente simplificado modelo que veinticinco años calcularon Oppenheimer y Snyder. Vista desde fuera, la implosión se frenaba y se quedaba congelada en la circunferencia crítica, pero vista por alguien en la superficie de la estrella, la implosión no se congelaba en absoluto. La superficie de la estrella se contraía a través de la circunferencia crítica y seguía hacia adentro sin vacilación.
Lo cierto fue que allí, por primera vez, se consiguió simular por ordenador la implosión que debía producir agujeros negros. Está claro que la historia de todo esto es mucho más larga y contiene muchos más detalles que me he saltado para no hacer largo el trabajo que, en realidad, sólo persigue explicar a ustedes de la manera más simple posible, el trabajo que cuesta obtener los conocimientos que no llegan (casi nunca) a través de ideas luminosas, sino que, son el resultado del trabajo de muchos.
Hoy, sabemos mucho más de cómo finaliza sus días una estrella y, dependiendo de su masa, podemos decir de manera precisa que clase de Nebulosa formará, que clase de explosión (si la hay) se producirá, y, finalmente, si el resultado de todo ello será una estrella enana blanca que encuentra su estabilidad final por medio del Principio de exclusión de Pauli (en mecánica cuántica)que se aplica a los fermiones pero no a los Bosones (son fermiones los quarks, electrones, protones y neutrones), en virtud del cual dos partículas idénticas en un sistema, como los electrones en un átomo o quarks en un hadrón (protón o neutrón, por ejemplo), no pueden poseer un conjunto idéntico de números cuánticos.
El viento estelar de la estrella doblega a la materia que la circunda
La estrella azul cerca del centro de esta imagen es Zeta Ophiuchi. Cuando se ve en luz visible aparece como una estrella roja relativamente débil rodeada de otras estrellas tenues y sin polvo. Sin embargo, en esta imagen infrarroja tomada con campo amplio por el Explorador Infrared Survey de la NASA, o WISE, un punto de vista completamente diferente emerge. Zeta Ophiuchi es en realidad una muy masiva y caliente estrella azul, brillante que traza su camino a través de una gran nube de polvo y gas interestelar.
Una estrella masiva alejándose de su antiguo compañero se manifiesta haciendo un imponente surco a través de polvo espacial, como si se tratase de la proa de un barco. La estrella, llamada Zeta Ophiuchi, es enorme, con una masa de cerca de 20 veces la de nuestro Sol. En esta imagen, en los que se ha traducido la luz infrarroja a colores visibles que vemos con nuestros ojos, la estrella aparece como el punto azul en el interior del arco de choque. Zeta Ophiuchi orbitó una vez alrededor de una estrella aún más grande. Pero cuando la estrella explotó en una supernova, Zeta Ophiuchi se disparó como una bala. Viaja a la friolera velocidad de 24 kilómetros por segundo arrastrando con ella un conglomerado de polvo que distorsiona la región por la que pasa.
Mientras la estrella se mueve través del espacio, sus poderosos vientos empujan el gas y el polvo a lo largo de su camino en lo que se llama un arco de choque. El material en el arco de choque está tan comprimido que brilla con luz infrarroja que WISE puede captar. El efecto es similar a lo que ocurre cuando un barco cobra velocidad a través del agua, impulsando una ola delante de él. Esta onda de choque queda completamente oculta a la luz visible. Las imágenes infrarrojas como esta son importantes para arrojar nueva luz sobre lo que ocurre en situaciones similares.
El puntito blanco del centro es la enana blanca que emite radiación ultravioleta ionizando todo el material nebuloso
Una estrella como el Sol, al final de su existencia en la secuencia principal, forma una nebulosa planetaria y se convierte en una estrella enana blanca. En la imagen de la derecha vemos como queda lo que fue una estrella normal. En el centro, ese puntito blanco, es la enana blanca que emite radiación gamma con tanta violencia que ioniza todo el material que la circunda.
Pero, siguiendo con el tema de las implosiones de las estrellas, ¿cuál es la razón por la que la materia no se colapsa, totalmente, sobre sí misma? El mismo principio que impide que las estrellas de neutrones y las estrellas enanas blancas implosionen totalmente y que, llegado un momento, en las primeras se degeneran los neutrones y en las segundas los electrones, y, de esa manera, se frena la compresión que producía la gravedad y quedan estabilizadas gracias a un principio natural que hace que la materia normal sea en su mayor parte espacio vacio también permite la existencia de los seres vivos. El nombre técnico es: El Principio de Exclusión de Pauli y dice que dos fermiones (un tipo de partículas fundamentales) idénticos y con la misma orientación no pueden ocupar simultáneamente el mismo lugar en el espacio. Por el contrario, los bosones (otro tipo de partículas, el fotón, por ejemplo) no se comportan así, tal y como se ha demostrado recientemente por medio de la creación en el laboratorio de los condensados de Bose-Einstein.
¿Cuál es la diferencia?
Los bosones son sociables; les gusta estar juntos. Como regla general, cualquier átomo con un número par de electrones+protones+neutrones es un bosón. Así, por ejemplo, los átomos del sodio ordinario son bosones, y pueden unirse para formar condensados Bose-Einstein.
Izquierda: Los bosones son sociables; los fermiones son antisociales.
Los fermiones, por otro lado, son antisociales. No pueden juntarse en el mismo estado cuántico (por el Principio de Exclusión de Pauli de la mecánica cuántica). Cualquier átomo con un número impar de electrones+protones+neutrones, como el potasio-40, es un fermión.
Pero, estábamos diciendo: “…no pueden poseer un conjunto idéntico de números cuánticos.” A partir de ese principio, sabemos que, cuando una estrella como nuestro Sol deja de fusionar Hidrógeno en Helio que hace que la estrella deje de expandirse y quede a merced de la Gravedad, ésta implosionará bajo el peso de su propia masa, es decir, se contraerá sobre sí misma por la fuerza gravitatoria pero, llegará un momento en el cual, los electrones, debido a ese principio de exclusión de Pauli que les impide estar juntos, se degeneran y se moverán de manera aleatoria con velocidades relativista hasta el punto de ser capaces de frenar la fuerza provocada por la gravedad, y, de esa manera, quedará estabilizada finalmente una estrella enana blanca.
Si hablamos de una estrella supermasiva, su produce la implosión arrojando las capas externas al espacio interestelar mientras que el grueso de la estrella se comprime más y más sin que nada la pueda frenar, aquí no sirve el Principio de exclusión de Pauli para los fermiones y, es tal la fuerza gravitatoria que se desencadena como consecuencia de que la estrella supergigante no puede seguir fusionando y queda a merce4d de una sola fuerza: La Gravedad, que ésta, la comprime hasta lo inimaginable para convertir toda aquella ingente masa en una singularidad, es decir, un punto de densidad y energía “infinitas” que ni la luz puede escapar de allí, y, el tiempo se ralentiza y el espacio se curva a su alrededor.
Si la estrella original es más masiva, la degeneración de los electrones no será suficiente para frenar la fuerza gravitatoria y, los electrones se fusionaran con los protones para convertirse en neutrones que, bajo el mismo principio de exclusión sufrirán la degeneración que frenará la fuerza de gravedad quedando entonces una estrella de neutrones. Por último, si la estrella es, aún más masiva, ni la degeneración de los neutrones será suficiente para frenar la inmensa fuerza gravitatoria generada por la masa de la estrella que, continuará la implosión contrayéndose cada vez más hasta desaparecer de nuestra vista convertida en un agujero negro.
¿Qué forma adoptará, qué transición de fase se produce en la materia dentro de una Singularidad?
¡Resulta todo tan complejo! Sin embargo, nuestra curiosidad nos lleva, imparables, hacia el conocimiento del que carecemos.
Emilio Silvera V.
Oct
18
¡El Universo y Nosotros! ¿Sabremos algún día la verdadera relación?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Biologia ~
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Ese Tiempo en el que nos parece que todo es maravilloso, que podemos con el mundo
Max Planck nos decía:
“La ciencia no puede resolver el misterio final de la Naturaleza. Y esto se debe a que, en el último análisis, nosotros somos parte del misterio que estamos tratando de resolver”.
Somos un gran secreto… ¡Ni nosotros mismos sabemos, a Ciencia cierta quiénes somos
Y, desde luego, no parece que fuese muy desencaminado, nuestra complejidad es tan grande que, llegar a comprendernos, no será nada fácil. Aunque eso sí, sólo una cosa está clara: ¡Somos parte del Universo!
Las respuestas está en nuestras Mentes, sólo hay que saber buscar
¿Quién no ha tenido alguna vez, la sensación de que sabe la respuesta ? ¿De que todo está ahí, en su mente, escondido y a punto de salir a la superficie? Esas sensaciones que parecen querer hablarnos, contarnos ese secreto tan largamente perseguido por muchos y no desvelado por ninguno. Sin embargo, ese momento es efímero y, lo mismo que llegó, se fue. La frustración que deja en nosotros esa sensación de tener ese algo a mano y de que se nos esfume y desaparezca sin más, es verdaderamente…dolorosa.
Bueno, a mí me pasa continuamente, siento que de un momento a otro, mi mente, me daría respuestas a preguntas que no han sido contestadas. El tiempo inexorable pasa y, las respuestas no llegan. ¡Qué impotencia! Parece como si una gran Nebulosa ocupara nuestra mente y todo lo tuviera envuelto en una espesa niebla que no nos deja ver lo que buscamos.
Imagino que, de vez en cuando, la niebla se ve despejada por alguna especie de “viento solar” dejando ver lo que allí está presente. En algunas mentes, entonces, saltan esas respuestas (Newton, Planck, Einstein y otros) y son ofrecidas al mundo para que puedan continuar avanzando.
Los aspectos inconscientes de la actividad mental, como las rutinas motoras y cognitivas, así como los recuerdos, intenciones y expectativas inconscientes, las preocupaciones y los estados de ánimos, desempeñan un papel fundamental a la hora de conformar y dirigir nuestras experiencias conscientes. Todo está siempre estrechamente relacionado, nada ocurre en nosotros que no esté unido a lo que pasa en nuestro entorno, somos una parte de un todo que se llama Universo, y, aún cuando somos autónomos en el pensamiento y en la manera de obrar, existen condicionantes exteriores que inciden, de una u otra manera en nosotros, en lo que somos.
Sin la fuerza de Gravedad, nuestras mentes serían diferentes (o no serían), estamos estrechamente conectados a las fuerzas que rigen el Cosmos y, precisamente, somos como somos, porque las fuerzas fundamentales de la Naturaleza, son como son y hacen posible la vida y la existencia de seres pensantes y evolucionados que son capaces de tener conciencia de SER, de hacer preguntas tales como: ¿de donde venimos? ¿Hacia donde vamos?
Los qualia son las cualidades subjetivas de la experiencia consciente, como la sensación de ver el color rojo, la calidez del sol o el sabor de una manzana. Son la manera única y personal en que cada individuo experimenta el mundo, y su naturaleza subjetiva y privada los convierte en un gran desafío para la filosofía y la neurociencia.
La qualia y la discriminación, correlatos neuronales de la percepción del color, ¿ un grupo neuronal, un quale ¿, los gualia y el núcleo dinámico, los qualia en el tiempo neuronal, el desarrollo de los qualia: referencia al propio yo, lo consciente y lo inconsciente, los puertos de entrada y de salida, los bucles largos y rutinas cognitivas, aprendizaje por el estudio y la experiencia, rupturas talamocorticales: posibilidades de núcleos escindidos, la observación, el lenguaje, el pensamiento, los mensajes exteriores, la unificación de datos y la selección lógica de respuestas, y, por fin: el significado último de las cosas (las preguntas de la filosofía), la metafísica.
Sí, por todas estas fases del estudio y del pensamiento he tenido que pasar para llegar a una simple conclusión:
No pocas veces, la imagen de nuestra imaginación nos juega malas trastadas y nos hace ver… ¡Lo que ya no somos!
“No somos la imagen de nadie” y, simplemente, como seres que evolucionamos, sin que nos demos cuenta, mutamos y nos adaptamos al medio cambiante y, mientras eso ocurre, llegan mensajes que no comprendemos a la primera. No, no exagero, dentro de esa imagen de frágil físico y de escasa capacidad para poder dar respuesta a ciertas preguntas, en realidad, se esconden cualidades y potenciales que, no sabemos ni podemos medir. En realidad, somos una compleja estructura de pensamientos que puede llegar…muy lejos.
Dentro de nuestro ser están todas las respuestas y solo necesitamos tiempo para encontrarlas. Nuestra mente, es la energía del Universo, aún no sabemos utilizarla y pasaran, posiblemente, millones de años hasta que estemos preparados para saber lo que en realidad, es la conciencia.
Mientras eso llega, algunos curiosos como yo, con más voluntad que conocimientos, tratan de especular con ideas y conceptos que nos puedan dar alguna luz sobre tan complicado problema.
Nuestra mente es una maravilla de la Naturaleza, algo tan grande que, a pesar de los muchos avances y conocimientos alcanzados, no podemos explicar… aún.
Está claro que, como me ha comentado un amigo, la materia tiene memoria y, es precisamente esa memoria, la que hace posible el avance de nuestros conocimientos a través de la mente que, sin duda, está directamente conectada con el resto del Universo y las fuerzas que lo gobiernan que son las que hacen posible su funcionamiento tal como acontece.
La curiosidad y la sabiduría, esas gotas del transcurrir del tiempo que salpican el río de la vida a través de la experiencia y nos hace saber… ¡Algunas cosas!
Pero nada es tan sencillo ni podemos hablar de lo sensorial sin tener en cuenta el plano más simple y cotidiano que está referido a la materia, a nuestro cuerpo, las sensaciones, las experiencias vivídas, lo que aprendemos, el estudio y la profundqa observación que nos lleva de la mano de la curiosidad hasta la fuente de la que mana el agua de la sabiduría.
Entender las claves que explican el devenir de la vida sobre este planeta, con la idea en el horizonte de aspiraciones intelectuales a que nos aboca la conciencia del SER, no resulta fácil, la complejidad de la empresa exige tener en cuenta múltiples factores que no siempre estamos preparados para comprender, y, sobre todo, debemos ser muy conscientes de que formamos parte de un Universo inmenso, y, estamos supeditamos a las fuerzas que lo rigen. Lo mejor para hacer nuestras vidas más fáciles, es tratar de comprender la Naturaleza de ese Universo nuestro.
Sí, el Universo podría ser considerado como la mayor Obra de Arte que, a su vez, es capaz de generar otras Obras de Arte que, en alguna ocasión, dan mucho que pensar, ya que, el surgir de la vida partiendo del simple hidrógeno que evoluciona en las estrellas del cielo…es ¡Increíble! pero, sin embargo, nada más cierto hay.
¡La Vida! Siempre me llamó la atención y elevó el grado de curiosidad ese gran misterio que llamamos ¡vida!, y, cada vez que he tenido la oportunidad, no me he perdido el poder aprender alguna cosa sobre ella. Ya os he contado en otras ocasiones mi experiencia con la eminente y privilegiada mente de…
Lynn Margulis comenzó a explorar los caminos de la genética a partir de un libro escrito en el siglo XIX por Edmund B.Webs. En ese texto encontró reflexiones sobre la herencia citoplasmática y datos sobre las bacterias, entonces no muy consideradas en el estudio del origen de la vida.
Ya no está entre nosotros. Sin embargo, tuve el honor de estrechar su mano
Lynn Margulis fue una importante e influyente bióloga estadounidense. Además de ser una de las madres del evolucionismo, aportó notables conocimientos a la ciencia, como por ejemplo, su teoría de la aparición de las células eucariotas, o la de la simbiogénesis, por nombrar solo algunas.
La doctora Margulis fue profesora del Departamento de Geociencias de la Universidad de Massachusselts (Estados Unidos) relacionó el papel de las bacterias con la microbiología, una ciencia surgida de la medicina, de la salud pública y del procedimiento seguido para procesar los alimentos. De ahí saltó al estudio del tema que ocupa su curso magistral: Contribución de los microbios a la evolución.
El pequeño Monasterio franciscano de La Rábida en Huelva, dónde Colón fue acogido por los frailes y se fraguó el viaje a Las Américas.
Junto al Monasterio se levanta un enorme obelisco que fue construido en conmemoración del cuarto centenario del nuevo continente y, en su interior, como podeis ver arriba, existen obras pictóricas conmemorativas de la gesta que pintó Daniel Vázquez Díaz. El monasterio tipológicamente pertenece al Gótico-Mudéjar incorporado a la Rábida desde el período Almohade.
La iglesia-Santuario es de dimensiones pequeñas y estructura compacta posee una sola nave y un hermoso artesonado de influencia mudéjar que cubre la bóveda primitiva. El ábside posee arcos apuntados. En las paredes conserva pinturas de Juan de Dios realizadas en el Siglo XVIII que tratan temas de la vida de San Francisco.
El claustro del Monasterio de la Rábida es pequeño y sigue el modelo de San Isidoro y Guadalupe: estilo mudéjar. Se amplió en el siglo XVII con un cuerpo superior y se le incorporaron almenas como protección de invasiones.
Tiene en sus paredes frescos del siglo XV que han sido restauradas. El claustro estuvo punto de desaparecer en 1855 por la desamortización, y salvado el conjunto por el Gobernador Alonso. Es uno de los monumentos mas importantes y significativos en la historia de España y de América, fue declarado primer monumento histórico de los pueblos Hispanos y en 1856 fue declarado el tercer monumento nacional y patrimonio de la humanidad.
Me desvío del tema. Muy cerca del entorno, junto al Monasterio, está la Sede de la Universidad Internacional Iberoamericana de La Rábida, en la que, se imparten Cursos de verano y se acogen a grandes personalidades en los distintos campos del saber que dan conferencias muy apreciadas. Aquí, en el pasado no muy lejano, tuve la suerte de asistir a una de Lynn Margulis y pude hablar con ella que respondío a mis preguntas con amabilidad y sabiduría.
Ella centraba el curso en la enorme importancia que tenían los microbios para nosotros, no siempre bien valorados. Los microbios pueden ser definidos como organismos que no podemos ver a simple vista y, la cultura popular dice que tan sólo sirven de agentes para canalizar enfermedades, pero esa apreciación conlleva un error muy serio. Por ejemplo: el 10% del peso del cuerpo humano en seco está compuesto por microbios, sin los cuales no podemos vivir ni siquiera un día. Ellos asumen tareas tan importantes como la de generar el oxígeno del aire que precisamos para respirar. Además, tienen un papel fundamental en la evolución de la vida: todos los seres vivos considerados simples –animales, plantas, hongos, etc.- están hechos de microbios en combinación simbiótica con otros organismos. Se trata de una historia que se aleja en el pasado hasta 3.500 millones de años en el curso de la vida sobre la superficie de nuestro planeta: La Tierra.
Los conceptos que maneja y esgrime la doctora en genética, están encuadrados en una visión totalmente contradictoria con la religión y otros muchos conceptos culturales. Así se supone que era la Tierra cuando surgieron aquellas primeras formas de vida, aún se estaba enfriando y ya se habían formado los océanos y se estaba formando la atmósfera.
Pregunté a la doctora Margulis si la mala imagen de los microbios nacía de un estudio deficiente de la microbiología, o si simplemente surgía a partir de tópicos sin fundamentos. Su contestación fue:
“La asociación de esos pequeños organismos con aspectos negativos se explica por el origen de su estudio científico, que siempre estuvo relacionado con descubrimientos ligados a la investigación en torno a enfermedades. Junto a esta idea, lo cierto es que pensamos en formas ideales que corresponden al esquema platónico de hace casi 30 siglos, cuando en realidad no existen tales ideas sino organismos que interaccionan con el medio ambiente en el que se encuentran. Esta colaboración recibe el nombre de ecología. De hecho, el concepto de independencia no tiene sentido en este campo: al margen de los microbios moriríamos inmediatamente”.
Nos creemos lo contrario pero, siempre seremos aprendices, no tenemos tiempo para más. De todas las maneras es mejor enseñar al niño de hoy para evitar la cárcel al hombre de mañana.
Aquel día, como casi todos los días de mi vida, aprendí cosas nuevas y muy interesantes que me confirmaron que nuestras vidas, podrían ser cualquier cosa, menos simples. Es tal el nivel de complejidad implicado que, precisamente por eso, no somos capaces de explicarla al completo, solo vamos dominando parcelas limitadas que, algún día, al ser unidas, nos darán las respuesta.
En fin amigos, que como habreis podido deducir, aunque nuestras limitaciones nos impongan barreras, no debemos rendirnos ante ninguna de ellas y, si persistimos, finalmente encontraremos el camino de pasarlas para poder ir un poco más allá. Era Jhon Wheeler el que nos decía: “Vivímos en una isla rodeada por un mar de ignorancia. Pero, cada nuevo conocimiento que adquirimos, hace la isla mayor, y, la ignorancia decrece en nesa pequeña proporción”
Claro que, si los conocimientos que vamos adquiriendo son continuados… Finalmente, ¿podríamos secar ese mar de ignorancia?
Pero, ¿Que tiene todo esto que ver con el título del trabajo? Bueno, lo único que puedo decir es que, nosotros… ¡También somos universo!
Emilio Silvera V.
Oct
18
¿Recordar? ¿Olvidar? Todo está dentro de nosotros
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Los recuerdos ~
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Dentro de nosotros están “las dos”, la que fue joven y la que ha envejecido, a la primera la traen los recuerdos
Sí, parece que todo está dentro de nosotros pero… cuando el tiempo transcurre, se queda dormido. Como siempre pasa, nunca la cosa es tan sencilla y, unas veces necesitamos recordar y otras quisiéramos olvidar situaciones que nos desagradan y nos traen malos recuerdos. Claro que, tratar de olvidar a alguien es recordarlo para siempre y obtenemos el efecto contrario del que buscamos. La memoria, también, recorre misteriosos caminos que no siempre hemos sabido comprender. Las personas mayores, con frecuencia, nos relatan hechos de su infancia que tienen vívidos y frescos en su mente. Sin embargo, no se acuerdan de lo que pasó el día anterior.
Hace unos días, mi hija Alicia me enseñó una vieja fotografía de mi padre, el viejo pescador. No pude contener una lágrima que se escapó y traté de ocultarla. ¡Qué sentimientos!
Aunque nos cueste creerlo el Tiempo, se lo lleva todo y los recuerdos no son una excepción. Como las ondas que se producen en la superficie del agua y se alejan y alejan hasta desaparecer, así pasa con los recuerdos que vez se ven más borrosos en nuestra memoria. El más destacado explorador del oscuro continente del la memoria fue el inspirado vagabundo Giordano Bruno (1548-1600). Cuando era un joven fraile en Nápoles se había iniciado en el famoso arte domínico de la memoria, y al abandonar la orden de santo Domingo, los legos esperaban que desvelara los secretos de estos religiosos.
El hablaba de innumerables soles y “Tierras” pobladas por criaturas
Y no los decepcionó pues en sus obras De umbris idearum y Cantus circaeus (1582), Bruno explicó que la destreza en la memorización no era ni natural ni mágica, sino producto de una ciencia especial. Giordano Bruno nos introduce en su ciencia de la memoria con un encantamiento de la propia Circe (¿Os acordáis de ella? Sí, aquella que llegado Ulises a la extraña isla, tenerlo enbrujado en las redes amorosas, convirtió a sus camaradas marinos aventureros en cerdos) con el que muestra el particular poder de las imágenes de los decanos del zodíaco.
Las imágenes estrella, las sombras de ideas, que representan objetos celestes, estaban más próxima a la realidad perdurable que las imágenes de este mundo transitorio e inferior. El sistema de Bruno para “recordar” estas “sombras de ideas utilizadas para la escritura interior” a partir de las imágenes celestes condujo a sus discípulos al conocimiento de una realidad más elevada.
“Sirve para dar al caos amorfo… Para controlar la memoria es necesario que los números y los elementos estén ordenados… según ciertas formas fáciles de recordar (las imágenes del zodiaco)… Os digo que si lo contempláis con atención seréis capaces de alcanzar un arte tan figurativo que no sólo facilitará la tarea de la memoria sino que también incrementará los poderes del alma de una manera maravillosa.”
¿Encontraremos el camino que nos lleve a un buen puerto?
El proceso de Giordano Bruno a cargo de la Inquisición romana. Relieve de bronce de Ettore Ferrari (1845-1929), Campo dei Fiori, Roma. Lo procesaron por decir que existían otros muchos mundos en los que, al igual que en la Tierra, vivían muchas criaturas. en prisión lo visitó un amigo, al despedirse el le dijo:
“No estamos separándonos Sagredo, la separación no existe, todos somos uno, para siempre … El único con el Alma”
Pero la necesidad cotidiana de recurrir a la memoria ya nunca fue tan importante en los días anteriores al papel y los libros impresos. La gloria de la memoria declinó. En 1580 Montaigne declaró que “una buena memoria va generalmente unida a la debilidad de juicio”. Y los enterados añadieron burlonamente: “No hay nada más corriente que un tonto con buena memoria.”
Mucho se ha discutido sobre la verdadera aportación de Gutenberg a la industria de las artes gráficas, aunque de ningún modo se le puede atribuir la invención de la , cuyos principios eran explotados con anterioridad a sus descubrimientos. Ya a comienzos del siglo XV se imprimían naipes y estampas con motivos religiosos, mediante la aplicación de una plancha de madera grabada y embadurnada con tinta grasa, sobre el papel o el pergamino. Este procedimiento de impresión, la xilografía, era originario de Extremo Oriente, China o Corea, y entró en Europa a través de Italia. Aquello cambió el mundo como ahora, también lo ha cambiado para nosotros Internet.
recordemos que en los siglos posteriores a la Imprenta, el interés pasó de la técnica de la memoria a su patología. A fines del siglo XX, el interés por la memoria se ve desplazado por el interés por la afasia, la amnesia, la histeria, la hipnosis y, por supuesto, el psicoanálisis. El interés pedagógico por el arte de la memoria fue desplazado por un interés en el arte de aprender, que pasó a ser considerado un proceso social.
Sí, hay veces que queremos dar la espalda al pasado y huir
Y con ello nació un renovado interés por el arte de olvidar. Cuando Simónides de Ceo se ofreció enseñar al estadista ateniense Temístocles el arte de la memoria, éste no aceptó, según informa Cicerón. “Enséñame no el arte de recordar sino el de olvidar, pues recuerdo cosas que no deseo recordar y no puedo olvidar cosas que deseo olvidar.”
El estudio del olvido se convirtió en una meta de la psicología moderna, que examinó experimentalmente y midió los procesos mentales por primera vez. “La psicología un largo pasado; sin embargo, su historia real es breve”, observó Hermann Ebbinghaus (1850-1909). Sus sencillísimos experimentos, que William James calificó de “heróicos”, fueron descritos en Úber das Gedächttnis (La memoria, una contribución a la psicología experimental, 1885) y pusieron los cimientos de la psicología experimental moderna.
Las técnicas hipnotizar han sido diferentes a lo largo del tiempo pero, no todos se dejan
Ebbinghaus creó elementos primitivos y carentes por sí mismos de significado para sus experimentos. Silabas sin sentido. Tomando dos consonantes cualesquiera y colocando una vocal en medio formó unas dos mil trescientas unidades recordables (y olvidables) y las ordenó en series. Para sus experimentos, las sílabas tenían la ventaja de que no provocaban asociaciones. Durante dos años se utilizó a sí mismo como sujeto con el que probar la capacidad de retención y reproducción de estas silabas anotando escrupulosamente las características y resultados de las pruebas y el de veces requerido para llegar a recordar y los intervalos transcurridos entre los intentos.
Ebbinghaus confiaba en que también los fenómenos mentales podrían ser sometidos a un “tratamiento experimental y cuantitativo”, y no solamente las meras percepciones sensoriales (que Gustav Fechner [1801-1887], a quien Ebbinghaus dedicaba su obra, ya había comenzado a estudiar). La “curva de olvido” de Ebbinghaus relacionaba el olvido con el paso del tiempo. Sus conclusiones, que aún son válidas, demostraron que el olvido tiene lugar, en su mayor parte, poco después del “aprendizaje” si se dejaba de utilizar lo aprendido.
Hay que poseer sensibilidad para sentir la música, sus mensajes
De modo inesperado el mundo interior del pensamiento comenzó a ser explorado con los instrumentos de las matemáticas modernas. Pero otros exploradores, seguidores de la tradicción neoplatónica, mantiuvieron vivo el interés por los misterios de la memoria. El propio Ebbinghaus dijo que había estudiado “el resurgir involuntario a la luz de la conciencia de imágenes mentales procedentes de la oscuridad de la memoria”. Unos pocos Psicólogos más se precipitaron irreflexivamente en esa “oscuridad” del inconsciente, pero mientras lo hacían afirmaron haber inventado una nueva “ciencia”.
¿Por qué olvidamos?
¿Cuáles son las principales razones por las cuales nos olvidamos de información? Una de los más conocidos investigadores de la memoria de hoy en día, Elizabeth Loftus, ha identificado las cuatro razones principales por las que la gente olvida.
Fallo en la recuperación, Inducciones, Falta de almacenamiento y Olvidos motivados.
Ella lo explica mucho mejor que yo así que, seguimos con el trabajo y diremos que, los fundadores de la Psicología moderna se interesaban más por el olvido como proceso de la vida diaria. El incomparable William James (1842-1910) observó:
“En el uso práctico de nuestro intelecto olvidar es una función tan importante como recordar… Si lo recordáramos todo, en la mayoría de las ocasiones nos sentiríamos tan mal como si no recordáramos nada. Tardaríamos tanto en recordar un espacio de tiempo, como el tiempo original tardó en transcurrir, y nunca adelantaríamos en nuestro pensamiento. Todos los tiempos recordados sufren… una reducción; y tal reducción se debe a la omisión de un enorme de hechos que componían la totalidad del tiempo. Así pués, alcanzamos el paradógico resultado de que la condición del recuerdo es que olvidemos. Sin olvidar por completo un prodigioso número de estados de la conciencia y sin el olvido momentáneo de un gran número de éstos, no podríamos recordar nada en absoluto, como dice M. Ribot.”
Encontrar quien te tienda una mano salvadora
No pocas veces tenemos en la punta de los “dedos del recuerdo” aquello que se nos escapa en la más profunda oscuridad de la mente y ni llegamos a poder tocarlo, aunque sabemos que está ahí… ¡se nos escapa! , en un siglo en el que el volumen del conocimiento humano es inconmensurable y todo se guarda en una memoria colectiva de fácil acceso, la que llamamos Internet y a la que podemos acudir en busca de ayuda para recordar y obtener respuestas, parece menos importante que nunca el conservar en la memoria los hechos y los conocimientos que no nos son necesarios de manera habitual para nuestras vidas cotidianas y nuestros trabajos.
Como nuestra ignorancia es tan grande, no sabemos a qué lugar van a parar los recuerdos y, a veces, no puedo evitar pensar que todas las cosas que forman de nuestra historia, los sucesos de nuestras vidas que pasan con el transcurrir del tiempo, van a parar a algún rincón de nuestras mentes que, como si de un agujero negro se tratara, allí los retiene siempre y, de vez en cuando, de manera extraña e inexplicable, alguno logra salir y se nos aparece en la superficie de la memoria.
Hay tántas cosas que no sabemos que nos pasamos la vida dando “palos de ciego” sobre lo que ésto o aquello podría ser y, finalmente, nos damos de que, nunca podremos saberlo todo y, aunque vayamos dejando a los que vienen los hechos más importantes que reflejamos en la Historia para que el olvido no se los lleve, aún así, siempre tendremos más preguntas que respuestas, ya que, el Universo, es demasiado grande para nosotros y, nuestras mentes se expanden a menor velocidad que el espacio-tiempo sin fin.
De todas las maneras, yo prefiero recordar lo que pasó, ya que, todos esos recuerdos son “mis recuerdos” y forman parte de mi vida. Algunos serán dolorosos y otros felices pero, entre todos ellos, se cuenta mi historia y, amigos míos, la vida no se nos ha dado como un regalo y, ¡tenemos que pagarla! ¡De tántas maneras!
Emilio Silvera V.
Oct
18
Las Galaxias y la vida… ¡Reducen la Entropía!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
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- ¿Por qué en nuestro planeta hay vida y no la hay en ningún otro del sistema solar? (hasta donde sabemos)
- ¿Todos los seres vivos son iguales? Es decir ¿Están hechos de los mismos materiales?
- ¿Qué tienen en común todos los seres vivos? ¿Qué están basados en el Carbono?
Tras describir las funciones comunes de los SERES VIVOS, pensemos en la célula como organismo fundamental para la vida y clasificaremos los seres vivos en cinco reinos.
Cada segundo las células se replican
Estamos en un planeta lleno de vida y tal maravilla se nos olvida con frecuencia
Nuestro planeta, la Tierra, forma parte del Universo, y, es una prueba indiscutible de que sus componentes biológicos y físicos forman parte de una única red que funciona de un modo autorregulado, y, de esa forma, mantiene las condiciones que son ampliamente adecuadas para la existencia de vida, pero que sufren fluctuaciones a todas las escalas (incluidos los ritmos de alternancia de glaciaciones y periodos inter-glaciales, así como las extinciones masivas). En un sentido real, la Tierra es el lugar que alberga una red de vida multiforme, y la existencia de esta red (Gaia) sería visible para cualquier forma de vida inteligente que hubiera en Marte o en cualquier otro planeta y que fuera capaz de aplicar la prueba conocida de Lovelock y buscar señales de reducción de la entropía.
La vida es un signo de entropía negativa cuando se replica y reproduce
Ni la NASA, tomó nunca la prueba de Lovelock lo suficientemente en serio como para aplicarla a la búsqueda de vida en el Sistema Solar; pero si se lo tomó en serio para buscar vida más allá del Sistema Solar. Ahora, parece que han recapacitado y han enviado a Marte y otros lugares de nuestro entorno, una pléyade de ingenios que ya nos han enviado datos de imágenes de cómo son otros mundos y de las posibilidades que en ellos pueden existir de que la vida esté presente. De momento han encontrado hielo de agua, han diluido porciones de la tierra marciana en agua y debidamente tratada, han hallado la presencia de magnesio, sodio, potasio y cloruros. En algunos lugares, como Titán, por ejemplo, hay más que evidencia de agua porque las sales están allí con otros elementos esperanzadores y una atmósfera prometedora. Además han encontrado los compuestos químicos necesarios para la vida como la conocemos. y, lo sorprendente de estos lugares (también Marte) es que no son un mundos extraños, sino que, en muchos aspectos, son iguales que la Tierra fue en el pasado o podrá ser en el futuro. Por eso es importante que los estudiemos.
En alguna ocasión me he referido al comentario que hizo Darwin:
“… los materiales primigenios… en alguna pequeña charca caliente, tendrían la oportunidad de hacer el trabajo
y organizarse en sistemas vivos…”
LAS AGUAS CÁLIDAS DEL PARQUE YELLOWSTONE
“Modelo matemático revela el origen de la colorida gama de las albercas termales en el Parque Nacional Yellowstone”
Uno de los lugares más fríos del Sistema Solar donde no se ha encontrado vida es el cráter Hermite, situado cerca del polo norte de la Luna. Las temperaturas en este cráter pueden descender hasta los -247°C, lo que lo convierte en uno de los lugares más fríos jamás registrados en nuestro sistema planetario.
Hasta que supimos que existían otros sistemas planetarios en nuestra Galaxia, ni siquiera se podía considerar esta posibilidad como una prueba de que la vida planetaria fuera algo común en la Vía Láctea. Pero ahora se sabe que más de cien estrellas de nuestra zona de la galaxia tienen planetas que describen órbitas alrededor de ellas. Casi todos los planetas descubiertos hasta ahora son gigantes de gas, como Júpiter y Saturno (como era de esperar, los planetas grandes se descubrieron primero, por ser más fáciles de detectar que los planetas pequeños), sin embargo, es difícil no conjeturar que allí, junto a esos planetas, posiblemente estarán también sus hermanos planetarios más pequeños que, como la Tierra, pudieran tener condiciones para generar la vida en cualquiera de sus millones de formas, incluso desconocidas para nosotros como ocurre aquí mismo en nuestro planeta.
Súpertierras que son fáciles de detectar por su inmensas masas pero, los planetas terrestres también están por ahí, orbitando a miles y miles de estrellas y a la distancia adecuada para poder contener la vida. Los elementos más abundantes del Universo: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno (CHON). Están ahí, dispersos por las Nebulosas que forman sus materiales en estrellas y mundos.
Lee Smolin, de la Universidad de Waterloo, Ontario, ha investigado la relación existente entre, por una parte, las estrellas que convierten unos elementos más sencillos en algo como el CHON y arroja esos materiales al espacio, y, por otra parte, las nubes de gas y polvo que hay en éste, que se contrae para formar nuevas estrellas y mundos.
Así la contemplamos desde algunas regiones de la Tierra
Nuestro hogar dentro del espacio, la Vía Láctea, es una entre los cientos de miles de millones de estructuras similares dispersas por todo el Universo visible, y parece ser una más, con todas las características típicas – de tipo medio en cuanto a tamaño, composición química, etc.- La Vía Láctea tiene forma de disco plano, con alrededor de cien mil años luz de diámetro, y está formada por doscientos mil millones de estrellas que describen órbitas en torno al centro del disco.
Hay que pensar que el Sol contiene más del 99% de toda la masa del Sistema solar, Los vientos solares que se eyectan del Sol, en una pequeña parte llega a nuestro planeta, y, de esa manera, hace posible la presencia de ola Vida, la fotosíntesis y otros mecanismos naturales para que nuestro mundo sea habitable para tantas especies de criaturas.
Esta imagen del Sol se captó en la provincia de Alicante (España)
El Sol, en realidad, sólo es importante para nosotros al ser el cuerpo central de nuestro Sistema Solar, y con mucho, la estrella más cercana al planeta Tierra y la única que se puede estudiar con todo lujo de detalles. Se clasifica como una estrella G2V: una estrella amarilla con una temperatura efectiva de 5.770 K (tipo espectral G2) y una enana de la secuencia principal (clase de luminosidad V). Los detalles de su composición son sobradamente sabidos por todos y cabe destacar su abundancia de hidrógeno – 71% en masa- y de helio el 27% y elementos más pesados hasta completarlo. Por lo tanto, nuestro Sol no destaca por nada entre esa multitud de de cientos de miles de millones de estrellas.
El centro de la Galaxia, un lugar turbulento
Recorre su órbita a una distancia del centro que viene a ser más o menos dos tercios del diámetro. En el centro de la Galaxia las estrellas forman una protuberancia, de tal modo que desde el exterior daría la sensación de estar viendo un enorme huevo frito, en el que la protuberancia sería la yema. Sin embargo, el modo en que este disco gira revela que todo el material brillante (materia bariónica) que compone la parte visible de la Vía Láctea queda sujeto por el tirón gravitatorio que la propia masa galáctica genera. Otros hablan de una materia invisible que no brilla ni emite radiación y que viene a ser más o menos diez veces mayor que la materia visible de la Galaxia y que suponen diseminada en un halo situado alrededor de ella, extendiéndose mucho más allá del borde del disco de estrellas brillantes.
Buscan “materia oscura” con neutrinos. Una perdida de tiempo y dinero
Descubrir qué es realmente esta materia oscura (si existe, yo prefiero llamarla no luminosa o materia escondida) constituye un tema de crucial interés para los astrónomos, pero no entraremos ahora en eso, ya que, para lo que estamos tratando, no tiene importancia. Muchas galaxias en forma de disco se caracterizan por una especie de serpentinas que se alejan en espiral desde su centro, lo que hace que se les aplique el nombre de galaxias espirales. Es fácil estudiar las pautas que siguen los llamados “brazos espirales”, porque las galaxias se encuentran relativamente cerca unas de otras, si comparamos estas distancias con sus tamaños.
Una fuerza misteriosa hace que las figuras se repitan en las formas de los objetos
Andrómeda (que no es la que arriba vemos), la galaxia espiral más cercana comparable a la Vía Láctea, se encuentra con respecto a nosotros a una distancia de poco más de dos millones de años luz; parece una gran distancia, pero la galaxia de Andrómeda es tan grande (un poco mayor que la Vía Láctea) que, incluso a esa distancia, vista desde la Tierra cubre un trozo de cielo del tamaño de la Luna, y puede observarse a simple vista en una noche despejada y sin luz lunar, si nos situamos lejos de las ciudades y de otras fuentes de emisión de luz.
Los brazos espirales, que son una característica tan llamativa en galaxias como la nuestra, son visibles porque están bordeados por estrellas calientes de gran masa que relucen con mucho brillo. Esto significa que también son estrellas jóvenes, ya que no hay estrellas viejas que tengan gran cantidad de masa.
La hermosa Orión
No hay misterio alguno en cuanto al modo en que mantienen esa forma espiral. Se debe exclusivamente a un fenómeno de retroalimentación. Las nubes gigantescas a partir de las cuales se forman las estrellas pueden contener hasta un millón de veces la masa del Sol cuando empieza a contraerse gravitatoriamente para formar estrellas. Cada nube que se contrae produce, no una sola estrella de gran tamaño, sino todo un conglomerado de estrellas, así como muchas estrellas menores. Cuando las estrellas brillantes emiten luz, la energía de esta luz estelar (especialmente en la parte ultravioleta del espectro) forma una burbuja dentro de la nube, y tiende a frenar la formación de más estrellas. Sin embargo, una vez que las estrellas de gran masa han recorrido sus ciclos vitales y han explotado, sembrando además el material interestelar con elementos de distintos tipos, la onda expansiva ejerce presión sobre las nubes interestelares cercanas y hace que éstas comiencen a contraerse.
Las ondas procedentes de distintas supernovas, al entrecruzarse unas con otras, actúan mutuamente para barrer el material interestelar y formar nuevas nubes de gas y polvo que se contraen produciendo más estrellas y supernovas, en un ejemplo clásico de interacción que se mantiene por sí sola en la que intervienen una absorción de energía (procedentes de las supernovas) y una retroalimentación.
Si la nube es demasiado densa, su parte interna se contraerá gravitatoriamente de manera rápida, formando unas pocas estrellas grandes que recorren sus ciclos vitales rápidamente y revientan la nube en pedazos antes de que puedan formarse muchas estrellas. Esto significa que la generación siguiente de estrellas nace de una nube más delgada, porque ha habido pocas supernovas que barrieran material formando pedazos densos. Si la nube es tan delgada que su densidad queda por debajo de la densidad óptima, nacerán muchas estrellas, y habrá gran cantidad de explosiones supernovas, lo cual producirá gran número de ondas de choque que barrerán el material interestelar, acumulándolo en nubes más densas.
Sí, siento debilidad por esta Nebulosa que, para los astrónomos, es un gran laboratorio espacial
De esta manera, por ambas partes, las retroalimentaciones operan para mantener un equilibrio aproximadamente constante entre la densidad de las nubes y el número de supernovas (y estrellas de tipo Sol) que se producen en cada generación. La propia pauta espiral resulta del hecho de que la galaxia realiza movimiento de rotación y está sometida al tirón gravitatorio que crea la fuerza de marea proveniente de esa materia no luminosa.
Claro que, la materia interestelar es variada. Existen nubes de gas y polvo fríos, que son ricas en interesantes moléculas y se llaman nubes moleculares gigantes; a partir de estas nubes se forman nuevas estrellas (y planetas). Hay nubes de lo que consideraríamos gas “normal”, formadas por átomos y moléculas de sustancias tales como el hidrógeno, y quizá tan caliente como una habitación cerrada durante toda la noche y con la temperatura de dos cuerpos dormidos y emitiendo calor. Además, hay regiones que se han calentado hasta temperaturas extremas mediante la energía procedente de explosiones estelares, de tal modo que los electrones han sido arrancados de sus átomos para
formar un plasma cargado de electricidad.
La densidad de materia entre las estrellas es escasa, dado que estas la absorbieron y la que había están convertidas en cuerpos homogéneos que brillan y generan calor transformando el material más sencillo en otro más complejo y pesado. También, alrededor de estas estrellas se forman los mundos.
Dentro del medio interestelar las densidades varían. En la modalidad más común, la materia existente entre las estrellas es tan escasa que sólo hay un átomo por cada mil centímetros cúbicos de espacio: en la modalidad más densa, las nubes que están a punto de producir nuevas estrellas y nuevos planetas contienen un millón de átomos por centímetro cúbico. Sin embargo, esto es algo muy diluido si se compara con el aire que respiramos, donde cada centímetro cúbico contiene más de diez trillones de moléculas, pero incluso una diferencia de mil millones de veces en densidad sigue siendo un contraste espectacular.
La cuestión es que, unos pocos investigadores destacaron allá por 1.990 en que todos estos aspectos –composición, temperatura y densidad- en el medio interestelar dista mucho de ser uniforme. Por decirlo de otra manera más firme, no está en equilibrio, y parece que lo que lo mantiene lejos del equilibrio son unos pocos de procesos asociados con la generación de las pautas espirales.
Esto significa que la Vía Láctea (como otras galaxias espirales) es una zona de reducción de la entropía. Es un sistema auto-organizador al que mantienen lejos del equilibrio, por una parte, un flujo de energía que atraviesa el sistema y, por otra, como ya se va viendo, la retroalimentación. En este sentido, nuestra Galaxia supera el test de Lovelock para la vida, y además prestigiosos astrofísicos han argumentado que las galaxias deben ser consideradas como sistemas vivos.
Creo que llevan toda la razón. También la Tierra, como sistema cerrado, es “un sistema vivo” (Gaia) que, se recicla y renueva mediante los fenómenos naturales que podemos ahora contemplar y, hasta comprender.
Emilio Silvera V.