May
7
Lo pequeño y lo grande, el saber y la ignorancia, el Universo y…...
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y... ¿nosotros? ~
Comments (4)

“Todo estadopresente de una sustancia simple es naturalmente una consecuencia de su estado anterior, de modo que su presente está cargado de su futuro”.










“Quien ha visto las cosas presentes ha visto todo, todo lo ocurrido desdela eternidad y todo lo que ocurrirá en el tiempo sin fin: pues todas las cosas son de la misma clase y la misma forma.”
Leyendo ese pensamiento, me digo yo: sólo el paso del tiempo las transforma para finalmente, hacerlas desaparecer para que, de inmediato, puedan surgir otras nuevas que, en realidad, serán las mismas cosas que ya fueron.
Lo que arriba vemos, un día fue como
nuestro Sol







Claro que si no existieran simetrías, en la Tierra habría días de 24 horas y otros de cinco minutos; viviríamos en un planeta deforme en la gravedad proyectaría objetos en todas direcciones; habría explosiones inexplicables. Sería un mundo peligrosamente caprichoso. Sin embargo, por muy atrás que podamos mirar en el tiempo, siempre podremos ver como se ha ido conformando un universo simétrico en el que las figuras se repiten una y otra vez. Lo que no quiere decir que todo sea igual, toda vez que, nuestro universo, dentro de esa simetría creadora que podemos contemplar en la Naturaleza, es al mismo tiempo diverso y de una belleza sin igual. ¡Cuanta grandeza!
Por fortuna, hay simetrías, hay reglas que nos dicen que los planetas son esféricos, que los rostros son simétricos, que todos los días duran lo mismo, que hay frío y calor, día y noche, que hay positivo y negativo, que todo en el universo se rige por el equilibrio que se consigue en la igualdad de fuerzas contrapuestas, y, de esa manera, se llega a la simetría que nos rodea y podemos contemplar por todas partes. Sin embargo, nuestro Universo es el de simetrías rotas.
Tres Físicos recibieron el Nobel por las “simetrías rotas de la Naturaleza”. Dos japoneses y un estadounidense. Ganaron el Premio Nobel de Física del 2008 por cosas que ayudan a explicar el comportamiento de las partículas más pequeñas de materia.
Makoto Kobayashi, Toshihide Masukaway el japonés nacido estadounidense, Yoichiro Nambu
En física, la idea de simetría refiere a un tipo de igualdad o equivalencia en una situación. En el nivel subatómico, por ejemplo, no deberías poder decir si estás viendo desplegados directamente en un espejo, o si una película de esos eventos está corriendo adelante o atrás. Y las partículas deberían comportarse justo como
sus alter egos, llamadas antipartículas.
Si cualquiera de estas reglas es violada, la simetría se rompe.
Finalmente prevaleció la materia
Una gran simetría rota surgió inmediatamente después del Big Bang, cuando sólo una infinitesimal fracción más de materia que antimateria fue creada. Debido a que estos dos tipos de partículas se aniquilan entre sí al encontrarse, ese exceso de materia fue el que prevaleció, en forma de bariones, es decir, la materia que emite radiación y podemos ver. En el suceso tuvo lugar la rotura de la simetría de la “fuerza única” que contenía todos los mecanismos y leyes de aquel primer universo. Sin embargo, no cabe ninguna duda de que existe un ingrediente más elemental e invisible que permea el universo entero, es la sustancia cósmica que nadie sabe explicar y a la que le dan raros nombres que coinciden con la realidad.
Nadie pudo estar allí para tomar una instantánea de aquel Universo primitivo
Al principio, cuando el universo era simétrico, sólo existía una sola fuerza que unificaba a todas las que conocemos, la gravedad, las fuerzas electromagnéticas y las nucleares débil y fuerte, todas emergían de aquel plasma opaco de alta energía que lo inundaba todo. Más tarde, cuando el universo comenzó a enfriarse, se hizo transparente y apareció la luz, las fuerzas se separaron en las cuatro conocidas, emergieron los primeros quarks para y formar protones y neutrones los primeros núcleos aparecieron para atraer a los electrones que formaron aquellos primeros átomos. Doscientos millones de años más tarde, se formaron las primeras estrellas y galaxias. Con el paso del tiempo, las estrellas sintetizaron los elementos pesados de nuestros cuerpos, fabricados en supernovas que estallaron, incluso antes
de que se formase el Sol. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que una supernova anónima explotó hace miles de millones de años y sembró la nube de gas que dio lugar a nuestro solar, poniendo allí los materiales complejos y necesarios para que algunos miles de millones de años
más tarde, tras la evolución, apareciéramos nosotros.
El Espacio-Tiempo, la materia, la energía, los objetos, la vida: Todo es Uninerso
El Universo está lleno de información que debemos buscar para tratar de entender qué mensajes nos envía y lo que nos quieren decir. Sabemos que el Universo es todo lo que existe desde la materia, las fuerzas que con ella interaccionan y el Espacio y el Tiempo pero, seguimos preguntándonos ¿qué hacemos nosotros aquí?
La materia evolucionada llegó hasta nosotros valiéndose del Carbono, ese elemento esencial para la vida que conocemos.
Las estrellas evolucionan desde que en su núcleo se comienza a fusionar hidrógeno en helio, berilio, carbono, oxígeno, nitrógeno… De los elementos más ligeros a los más pesados. Avanza creando en el “corazón” termonuclear, cada vez, metales y elementos más pesados. Cuando llega al hierro y explosiona en la forma explosiva de una supernova. Luego, cuando este material estelar es otra vez recogido en una nueva estrella rica en hidrógeno, al ser de segunda generación (como nuestro Sol), comienza de nuevo
el proceso de fusión llevando consigo materiales complejos de aquella supernova.
¿Qué sabemos de la Energía ? Sí, formamos parte del Universo inmenso que podemos contemplar. Sin embargo, son muchas las cosas que no sabemos explicar y las contemplamos con asombro y algo de miedo. La ignorancia es la madre del temor y no pocas veces, de la valentía malentendida. A veces, como niños inconscientes, jugamos con cosas que no hemos llegado a comprender.
Claro que si hablamos de la energía en el Universo, no debemos dejar de prestar atención a que, la curva de energía de enlace no sólo explica el nacimiento y muerte de las estrellas y la creación de elementos complejos que también hicieron posible que nosotros estemos ahora aquí y, muy posiblemente, será también el factor determinante para que lejos de aquí, en otros sistemas solares a muchos años luz de distancia, puedan florecer otras especies inteligentes que, al igual que la especie , se pregunten por su origen y estudien los fenómenos de las fuerzas fundamentales del universo, los componentes de la materia y, como
nosotros, se interesen por el destino que nos espera en el futuro.
Cuando alguien oye por vez primera la historia de la vida de las estrellas, cómo nacen, viven y mueren, generalmente, no dice nada, pero su rostro refleja escepticismo. ¿Cómo puede vivir una estrella 10.000 millones de años? Después de todo, nadie ha vivido tanto tiempo como para
ser testigo de su evolución.
En cualquier Nebulosa podemos cúmulos de estrellas
Cuando mentalmente me sumerjo en las profundidades inmensas del universo que nos acoge, al ser consciente de su enormidad, veo con claridad meridiana lo insignificante que somos en realidad con relación al universo. Como una colonia de bacterias que habitan en una , allí tienen su mundo, lo más importante para ellas, y no se paran a pensar que puede llegar un niño que, de un simple puntapié, las envíe al infierno. Y, sin embargo, por otra parte
, al pensar en la Mente de la que somos poseedores, me paso a otro pensamiento que es, totalmente opuesto y me dice que, algo más que simples seres vivientes sí que somos. El simple hecho de ser conscientes del Universo que nos da cobijo, es ya un síntoma de una más elevada categoría.
Esto es lo más importante
Igualmente, nosotros nos creemos importantes de nuestro cerrado y limitado mundo en el que, de momento, estamos confinados. Podemos decir que hemos dado los primeros pasos para dar el salto hacia otros mundos, pero aún nos queda un largo recorrido por delante. Uno de los principales problemas con los que tenemos que luchar, es el hambre en el mundo, la igualdad de los pueblos, y, seguidamente, tendremos que pensar en nuevas fuentes de energías que cubran las exigencias de una población creciente y exigente.
En todo este galimatias de conocimientos restringidos por una enorme ignorancia, lo conveniente sería poder saber lo que realmente son los fotones y los electrones, esas dos minúsculas partículas elementales de las que sospecho, que pueden encerrar las verdades del mundo, es decir, los secretos más profundos de la Naturaleza. (¿Os acordáis de aquel número puro y adimensional? El 137 que surge del enlace con e, h, y c, donde pueden estar escondidas las cuestiones más profundas de lo que no sabemos: ahí está la esencia de la relatividad, también
nos habla de cuanto de acción de Planck y, por si fuera poco, el electromagnetismo está representado por el electrón.
¿Sabremos alguna vez? Hilbert, en su tumba, tiene grabado que sí, en su epitafio nos dice:
“Tenemos que saber , ¡sabremos!”.
Me gustaría que tal predicción fuera cierta alguna vez . Sin embargo creo que, si finalmente se consigue, estará aún muy lejos en el Futuro incierto.
Emilio Silvera Vázquez
May
7
El Tiempo: creador de Historias.
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo ~
Comments (4)
En unas simples tablillas pero, las tres fases del Tiempo, quedan bien representadas: el Pasado que señala hacia atrás, el Tiempo que se fue, el Futuro que señala hacia adelante, el Tiempo por venir, y, el Presente que está enmarcado entre esos dos puntos y hacia ambos debe señalar marcando el Tiempo en el que nunca podremos estar. Cuando se piensa detenidamente en esto del Tiempo, unas veces hacemos una composición de esa ¿realidad? temporal que… ¡Está y no está!
Mientras escribo estas líneas, lo que era Presente se trastoca en Pasado, y mientras tanto, no deja de correr hacia el Futuro que nunca podrá ser alcanzado por los personajes que se supone que contemplan su transcurrir.
Nosotros podemos ver el paso del Tiempo al contemplar la salida del Sol y su puesta, el día y la noche repetidos una y otra vez mientras que caminamos hacia ese horizonte inalcanzable que llamamos Futuro. Estamos condenados a vivir en un Eterno Presente.
Recordamos los momentos felices y los tristes también. Llegamos al Presente que fluye sin cesar, inexorable mientras que cambiamos y hacemos el recorrido hacia ese inevitable final, y, mientras, el Tiempo que reverbera nos deja su huella y aquellos Tiempos que se fueron y podemos recordar. El otro Tiempo, el que está por venir, sólo lo podemos conjeturar y, con certeza, nunca sabremos lo que podrá traer.
Sí, vivimos en un continúo Presente que se compone del Pasado que vamos dejando atrás y del (hipotético) Futuro hacia el que ilusoriamente creemos viajar , ambos, Pasado y Futuro, están conectados con este Presente nuestro y, mientras que al primero lo podemos recordar, al segundo sólo lo podemos intuir, ya que, cuando entra en nuestro Tiempo, deja de ser Futuro y se hace Presente.
Creo que nunca (a pesar del ingenio y la imaginación derrochada por los escritores de ciencia ficción) podremos viajar al pasado que se fue y ya no existe, ni al futuro que aún no está, que tampoco existe y, viajar a un lugar inexistente…se hace raro.
Representación de “La verdad, el Tiempo y la Historia”
“Todo parece confluir en la representación de la Historia y de la Verdad histórica. El Tiempo, alado y con un reloj de arena que simboliza el paso de los instantes y la llegada de la Muerte, trae del brazo a la Verdad, que se representaba desnuda para simbolizar la ausencia de disfraz o enmascaramiento. La Verdad reina sobre todo, es la figura central, y porta un cetro y un libro, que encierra la verdad histórica.”
No pocas veces han cambiado el “rostro” de la historia para que ésta diga lo contrario de lo que fue. Intereses bastardos que hicieron del héroe un cobarde y del cobarde un héroe.
Desde siempre, los que ganan las guerras cuentan la Historia a su manera
Siempre hemos querido representar de mil maneras simbólicas lo que tendría que ser y, en realidad, siempre hacemos lo contrario. Sabiendo como son las cosas tratamos de ocultarlas a los demás, por conveniencias políticas, hemos tratado de cambiar la Historia aconsejados de trasnochados separatismos o de intereses inconfesables. Con el Tiempo siempre nos gustó jugar a que prevalezca nuestra “verdad” y, la mayoría de las veces, esa inconfesable manera de pensar, ha traído mucho dolor y sufrimiento pero, el Tiempo pasa y… ¡Nada cambia!
El Tiempo no es absoluto, su transcurrir dependerá del Observador, eso dice la Relatividad especial
Él, metido en su “mundo” especial, decía cosas como ésta:
Creo que las verdades sólo la dicen los Físicos y los poetas, esas personas privilegiadas que viven fuera del mundo sin salir de él:
“Si existe la materia oscura, podría tomar la forma de planetas espejo, estrellas espejo y galaxias espejo. Ahora un físico dice que la evidencia más reciente parece confirmar la idea.”
Materia oscura a través del espejo
-
Un proyecto internacional trata de detectar el fotón oculto (‘hidden photon’)
-
Se trata de una partícula que podría guiar a los físicos hacia un camino más concreto de la teoría de cuerdas y cercar el estudio de la materia oscura.

Podría decirse que la materia oscura es una de las grandes incógnitas del cosmos. Es un elemento que se resiste a ser descubierto y, aunque compone un 23% de la masa del Universo, la humanidad todavía no ha podido detectarlo.
¿Primeras evidencias de que una “materia espejo” podría llenar el Universo?
Gravedad cuántica ¿Dónde estará?
Si en el Amor hay respeto… ¡Será Eterno!
En el LHC liberan haces de protones que a la velocidad de c chocan y enseñan las entrañas de la materia
Ya veis (me refiero a Físicos y Poetas), por una razón los unos y por otras razones los otros, ambos están fuera de este mundo y se encierran en sus “mundos privados” para transmitirles al mundo “real” lo que ven, lo que sienten. Por una parte se nos habla de la Naturaleza, de cómo creen ellos que funciona el Universo y tratan de decirnos por qué lo hace de esta o aquella manera y, se esfuerzan por comprender, dedicando horas, días y años a desvelar los secretos que están con nosotros y no sabemos desvelar, ellos, los físicos, hacen ese inmenso trabajo para que el mundo siga adelante con los pies bien asentados en el suelo y, nuestras mentes, estén, lo más cerca posible a la realidad del mundo.
Hay otros mundos que estén en este, los poetas viven en ellos
Los otros, los poetas, ven otro mundo. Ellos son más etéreos e inmateriales, están inmersos en un universo de percepciones imperceptibles para los demás y, cuando consiguen “ver” con claridad en esas bellas que les muestran “sus realidades”, entonces y sólo entonces, la cuentan para que los demás sepan de ellas y puedan “oír” sus pensamientos. Alguien dijo que los poetas hablan en voz baja consigo mismo y, el mundo, les oye por casualidad.
Lo cierto es que, todos, en un momento dado de nuestras vidas, hemos dejado este mundo nuestro para “viajar a otros mundos” en el que, nuestra imaginación, nos podía proporcionar cosas que en este mundo no había. ¿Qué cosas? me preguntarán algunos y, la lista sería tan grande que no tendríamos espacio para exponerlas todas. Haced un ejercicio mental y poner algunos de vuestros deseos en esa lista. Este ejercicio que parece vano, para aquellos que nada tienen, es el arma más efectiva de una ensoñación que les da fuerza para resistir esa dolorosa realidad, para ellos, es como la oración para el religioso, lo conforta y le da esperanzas,
Lo muy grande y lo muy pequeño: Una Galaxia y un átomo
Retrato de Gottfried Leibniz, por Christoph Bernhard
El dijo:
“Todo estado presente de una sustancia simple es naturalmente una consecuencia de su estado anterior, de modo que su presente está cargado de su futuro”
Sí, existen cosas imprevisibles que pueden cambiar nuestras vidas
Estas palabras de Leibniz nos dice que el mundo se rige por la causalidad. Nada es si antes no fue y, lo que es hoy es la consecuencia del pasado y lo será de su futuro pero, ¿Dónde dejamos el Azar? La causa o fuerza que supuestamente determina que los hechos y circunstancias imprevisibles o no intencionados se desarrollen de una manera o de otra.
“Quien ha visto las cosas presentes ha visto todo, todo lo ocurrido desde la eternidad y todo lo que ocurrirá en el Tiempo sin sin; pues todas las cosas son de la misma clase y la misma forma”. De alguna manera, Marco Aurelio nos quería transmitir el mensaje de que todo es un ciclo continúo, que nada es nuevo y lo que hoy es, también lo fue ayer y lo será mañana. ¿Se estaría refiriéndose a la condición humana, o, por el contrario, hablaba del Universo?
Claro que, la Belleza, la podemos ver por todas partes: En el Amanecer en la montaña… por ejemplo
Hay personas más sensibles que ven más allá que los demás. Algunos, sienten como las piedras les hablan y el rumor del viento les trae mensajes. Saben entender el lenguaje del río rumoroso, escuchan lo que la Naturaleza nos quiere decir y, cuando miran al cielo estrellado, captan cosas que el resto de los mortales no pueden. Ellos forman parte de un grupo especial como el de aquel sabio que decía:
“Todas las cosas son”
No importa la forma que puedan adoptar, todo es vida inanimada o no. Como decía aquel hombre sabio: “No todo lo que duerme eternamente está muerto, y con el paso de los eones, hasta la misma muerte tiene que morir”.
¿Puede morir la muerte? Sí, la muerte morirá cuando se extinga la vida… ¡Se habrá quedado sin trabajo!
Todo lo que existe tiene una función, no importa que no siempre la podamos conocer
Con éstas sencillas palabras (, “Todas las cosas son”), elevó a todas las “cosas” a la categoría de ser. Una sencilla piedra brillante en el lecho del río, el árbol que mueve sus hojas al son del viento, la montaña con sus especiales ruidos que llevan el encanto de la Naturaleza, los misteriosos, húmedos y frondosos bosques, también el desierto árido y las inmensas llanuras, los interminables océanos y los mares…Todos son “seres” vivos que, a su manera, participan de este carrusel cósmico del Universo y, en cada momento, “esas cosas” desempeñan su papel en el mundo y, si están ahí, por algo será. No es habitual que nos paremos a pensar en estas cuestiones que, en realidad, son tan importantes como todas las demás. La materia amigos míos, esté en la forma que esté, tiene memoria.
Bueno, en realidad creo que, la materia, es “vida dormida”.
Emilio Silvera
May
7
¿La magía? Puede estar en cualquier lugar
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El divagar de la Mente ~
Comments (3)
Sí, amigos míos, la Belleza puede estar en todas partes y, a cualquier lugar que podamos mirar nos podemos encontrar con esa maravillosa imagen que nos deje sin respiración. También una nirada o una bella canción… Nos pueden transportar a otro mundo sin salir de este.
También aquí está presente la magia, y, aunque no entendemos a los especímenes de las otras especies, tenemos que aceptar que, entre ellos, existe una comunidad y llegado el momento van todos a una.
La magia de la existencia de cientos de miles de especies en los distintos sistemas ecológicos. Observando las diferentes formas de vida que existen en nuestro planeta, y, aplicando la lógica, tendremos que convenir que lo más probable es la existencia de otras formas de vida en miles de mundos por todo el universo.
También aquí está presente la magia que nos permite tener un lugar para vivir, mientras que (aunque no nos demos cuenta), viajamos por el espacio a 107.000 Km/h., alrededor del Sol, y, mientras el planeta gira sobre sí mismo a 1.700 km/h. También eso es magia.
¿Qué me dicen ustedes de la magia que está presente en el hecho de que, nosotros, confinados en este pequeño planeta, hemos sido capaces de enviar a este ingenio al Espacio para que nos muestre las maravillas del Universo.
También encontramos magia en lo que hacen las estrellas, que transforman elementos sencillos como el Hidrogeno en otros más complejos como el Berilio, Helio, Carbono, Oxígeno, Nitrógeno… Y, cuando mueren, de sus residuos, con el paso de miles de millones de años ¡Nacen estrellas nuevas! Mientras que parte de ese material se comprime sobre sí mismo y se convierte en otra cosa distinta a la que fue.
¿Qué clase de magia hace posible que existan estos monstruos de Gravedad “infinita”
¿Qué podemos decir del vínculo que existe entre la madre y su hijo, la magia del nacimiento de un nuevo Ser?
También hay magia entre estas dos escenas, si miramos quiénes fuimos y quiénes somos
El Conocimiento que hemos logrado en las distintas ramas del saber humano.
No puedo dejar de mencionar la magia presente en los sentimientos que están con nosotros en el ámbito de nuestros seres queridos. Eso es, amigos míos, lo que nos hace más especiales, y, ¿Qué duda nos puede caber? Lo que hace posible la Sociedad (en la que algunos políticos no tienen cabida), y, en cuanto a los demás (pocos por cierto), tendrían que darse cuenta de que son ciudadanos como los demás, y, rechazar toda clase de privilegios ¿Aforados! ¿Por qué razón!
Eso es magia negativa para nosotros y positiva para ellos que no la han ganado.
Emilio Silvera Vázquez
May
6
¿Vida sólo en la Tierra? ¡Qué disparate!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Vida en otros mundos ~
Comments (1)
La vida que surgió de un protoplasma vivo, de la química de los elementos que la conforman, de los lugares que tenían aquellos parámetros que la permitieron, de células que supieron adaptarse y evolucionar hacia una más completa complejidad que, pasó de procariota a eucariota mediante la adhesión de orgánulos y mitocondrias que le dieron un algo valor adaptativo. Ha surgido en el Universo de manera expontánea y, el Azar, bajo ciertas circunstancias muy especiales que estaban presentes en lugares privilegiados del Universo, dio lugar al surgir de la vida tal como la conocemos y, posiblemente, de muchas más formas desconocidas para nosotros. Y, todo eso amigos, es Entropía Negativa. Ahora, Las características de un ser vivo son siempre una recombinación de la información genética heredada que, con el paso del tiempo, sufre alguna mutación que, por lo general, la mejora.
CONSECUENCIA LOGICA: Las variaciones dentro de una misma especie son el resultado de una gran cantidad de información genética presente ya en sus antepasados y, como consecuencia de la lógica evolución, de la aparición espontánea de nueva información genética…
“La idea de que la vida en el Universo sólo existe en la Tierra es básicamente pre-copernicana. La experiencia nos ha enseñado de forma repetida que este tipo de pensamiento es probablemente erróneo. ¿Por qué nuestro pequeñísimo asentamiento debe ser único? Al igual que ningún país ha sido el centro de la Tierra, tampoco la Tierra es el centro del Universo.”
Así se expresaba Fred Hoyle.
Los icebergs, esas enormes montañas de hielo desgajado que flotan en el mar y que se hicieron famosas por causar el hundimiento del Titanic, ya no son patrimonio exclusivo de la Tierra. Gracias a la nave espacial Galileo, desde 1997 sabemos que también existen en Europa, uno de los cuatro satélites principales de Júpiter, que con sus 3.138 Km de diámetro tiene un tamaño muy similar al de la Luna. Si exceptuamos Marte, puede que no exista ningún otro lugar próximo a la Tierra sobre el que la ciencia tenga depositadas tantas esperanzas de que pueda haber formas de vida, con el aliciente de que en esta luna joviana ha ocurrido un proceso opuesto al del planeta rojo merced a su exploración.
¿Quién puede negar la presencia de agua en este lugar en el remoto pasado, o…, puede que no tan lejos. El paisaje marciano nos habla de correntías violentas que surcaron la tierra horadándola y dejando a la vista esos inmensos cañones naturales.
Mientras que los ingenios espaciales enviados por el hombre revelaron que la naturaleza marciana es mucho más hostil para la vida de lo que insinuaban los telescopios de Schiaparelli, Lowell y Pickering, las sondas Voyager y Galileo han encontrado en Europa el mejor candidato del Sistema solar para albergar la vida extraterrestre (sin olvidar Encelado).
Para los exo-biólogos, esos científicos que estudian la existencia de la vida en otros lugares del Universo, Europa ha sido la gran revelación del siglo XX, y Titán, una luna de Saturno que es la segunda más grande del Sistema Solar, constituye una gran incógnita que, poco a poco, se va desvelando gracias a la misión Cassini-Huygens, uno de los más ambiciosos proyectos de la NASA.
Visión artística del cielo de Encélado, por David Seal (NASA). Encelado tiene mucha actividad volcánica y también, es poseedor de mucha agua en su interior. Es una de las lunas de Saturno que deben ser estudiadas.
Esos dos satélites de Júpiter y Saturno conforman, junto a Marte (y Encelado), los principales puntos de atención en la búsqueda de la vida extraterrestre, aunque eso no significa que vayamos a encontrarla allí, según todos los datos que se van acumulando, el índice de probabilidades de que ciertamente exista alguna clase de vida en el planeta y las lunas mencionadas, es muy alto. Es decir, si al margen del caso privilegiado de la Tierra existen tres nombres propios en el Sistema Solar donde no está descartada su existencia, esos son, Marte, Europa y Titán.
Agregaría a Encélado y Ganímedes.
Sobre Marte, el planeta más parecido a la Tierra, a pesar de sus notables diferencias, nuestros conocimientos actuales son extensos y muy valiosos, pero nos falta desvelar lo fundamental. Y es que, a pesar de los grandes avances conseguidos durante las exploraciones espaciales, los astrónomos actuales siguen obligados a contestar con un “no lo sé” cuando alguien le pregunta sobre la existencia de vida en aquel planeta.
En lo concerniente a Europa, pocas fotografías entre las centenares de miles logradas desde que se inició la era espacial han dejado tan atónitos a los científicos como las transmitidas en 1997 por la nave Galileo. Desde 1979 se sospechaba, gracias a las imágenes de la Voyager 2, que la superficie del satélite joviano estaba formada por una sorprendente costra de hielo. Su predecesora, la Voyager 1, llegó al sistema de Júpiter en marzo de ese año, pero no se aproximó lo necesario a Europa y sólo envió fotografías de apariencia lisa como una bola de billar surcada por una extraordinaria red de líneas oscuras de naturaleza desconocida. En julio de 1979, poco después, la Voyager 2 obtuvo imágenes más detalladas, que desconcertaron a los científicos porque sugerían que la helada superficie podía ocultar un océano líquido, un paisaje inédito hasta el momento en el Sistema Solar.
Pero lo más asombroso estaba por ver, y transcurrieron dieciocho años hasta que una nueva misión espacial les mostró a los científicos que Europa es una luna tan extraordinaria que incluso parece albergar escenarios naturales como los descritos por Arthur C. Clarke en su novela 2010, Odisea dos. En enero de 1997, la NASA presentó una serie de imágenes en las que la helada superficie de Europa aparecía fragmentada en numerosos puntos. La increíble red de líneas oscuras que había mostrado una década antes la nave Voyager apareció en estas imágenes con notable detalle, que permitió ver surcos, cordilleras y, sobre todo, hielos aparentemente flotantes, algo así como la réplica joviana a los icebergs terrestres.
Ilustración de la posible tectónica de placas en la gélida corteza de Europa. / Noé Kroese, I.NK
Lo más importante de la exploración sobre Europa, a pesar de su enorme interés científico, no fueron sus fotografías, sino los indicios inequívocos de su océano líquido bajo la superficie que, además, tiene todas las características de ser salado. La NASA ha tenido que reconocer que todos los estudios realizados en Europa dan a entender la posibilidad y muestran una notable actividad geológica y fuentes intensas de calor. Las posibilidades de vida en la superficie parecen prácticamente nulas, puesto que se halla a una distancia media del Sol de unos ochocientos millones de kilómetros y su temperatura es inferior a los 150 grados bajo cero. Sin embargo, si bajo la helada corteza existe un océano de agua líquida como creen la mayor parte de los investigadores y expertos, nos encontramos ante la mayor oportunidad para la vida en el Sistema Solar después de la Tierra.
La NASA capta posibles géiseres en Europa, una luna de Júpiter, y, magnetismo en su interior.
Los sensores de las naves exploradoras han detectado un campo magnético en Europa que cambia de forma constante de dirección, hecho que sólo puede explicarse si este mundo en miniatura posee elementos conductores muy grandes. Como quiera que el hielo, presente en la corteza, no sea un buen conductor, la NASA ha sugerido que esas fluctuaciones del campo magnético de Europa estarían asociadas a la existencia de un océano de agua salada bajo la superficie.
Quizá no debamos dejarnos llevar por la imaginación pero, incluso muchos de los científicos de la NASA, tras haber visto los Icebergs fotografiados por la Galileo, recordaron emocionados el pasaje de 2010, Odisea dos, en el que el profesor Chang lanza a la Tierra un estremecedor grito desde los lejanos abismos del Sistema Solar: “¡Hay vida en Europa!” Repito: “¡Hay vida en Europa!”.
Del extraordinario viaje emprendido para dar un merecido homenaje a Cassini y Huygens y financiado de manera conjunta por la NASA y la ESA, todos tenemos un conocimiento aceptable a través de las noticias y de nuestras lecturas científicas. En el año 2004 la nave nodriza Cassini, lanzada en 1997, inició la exploración de Saturno y su corte de satélites y, la información recibida hasta el momento es de tan alto valor científico que nunca podremos agradecer bastante aquel esfuerzo.
Tenemos motivos -también- para estar orgullosos
No cabe dudas de que la NASA tenía su principal interés puesto en la nave Cassini y Saturno, pero Titán ha tenido una atención especial que los americanos compartieron con la Agencia Europea ESA, la nave principal o nodriza Cassini se desprendió del módulo Huygens de la ESA, cuya misión será caer sobre Titán, pero antes tenía que estudiar su atmósfera, su superficie y otros elementos científicos de interés que nos dijeran como era aquel “mundo”.
Titán es, de hecho, la luna más enigmática que se conocía. Junto a Io y Tritón en Neptuno forma el trío de únicos satélites del Sistema Solar que mantiene atmósfera apreciable; pero Titán es radicalmente diferente, puesto que mientras en aquellos dos la densidad atmosférica es muy baja, en la luna mayor de Saturno supero, incluso a la de la Tierra. Esto es algo insólito que dejó pasmado a los científicos del Jet Propulsión Laboratory de la NASA cuando obtuvieron los primeros datos a través de la Voyager. La presión atmosférica es 1,5 veces la de la Tierra, un hecho sorprendente para su tamaño, puesto que en otros lugares más grandes como el mismo Marte, la Gravedad ha sido insuficiente para retener una atmósfera apreciable.
No estaría nada mal construir un Hotel en Titán y, por la venta, ver todas las mañanas la magnificencia de Saturno y todo el entorno que con el camino por el espacio interestelar.
Titán tiene 5 150 Km de diámetro, es la segunda luna mas grande conocida y supera en tamaño a Mercurio, pero en comparación con nuestro planeta es un mundo en miniatura, por lo que resulta excepcional algunas de las características en el halladas. Orbita Saturno en 15,945 días a una distancia de 1 221 830 Km. Es conocido desde 1655, cuando Huygens lo descubrió.
La sonda Huygens
De ahí que la NASA, pusiera su nombre a la sonda que acompañó a la Cassini para investigar Titán. Aunque está compuesto por rocas y hielos a partes iguales, aproximadamente. De sus océanos de metano, ¿Qué podemos decir? Sabemos que es el único satélite del Sistema Solar que tiene una atmósfera sustancial, de una gran densidad y que su composición es muy parecida a la de la Tierra, ya que el elemento fundamental, como aquí, es el nitrógeno. El papel secundario -aunque primordial- que en la Tierra desempeña el oxígeno, le corresponde en Titán al metano y también se han hallado trazas de hidrógeno. Se tienen muchas esperanzas de que, ésta luna de características tan especiales, sino ahora, algún día más lejano en el futuro podría contener formas de vida y, más adelante, incluso ser un hábitat para nosotros.
El pequeño mundo Titán, es muy parecido a la Tierra primigenia. Sabemos que tiene una espesa atmósfera y metano en abundancia. ¿Quién puede decir que allí no haya vida bacteriana?
La Huygens nos ha enviado imágenes más que suficientes para poder estudiar el enorme conglomerado de datos que en ellas aparecen y, tantos las fotografías como otros datos de tipo técnico tomados por los censores de la Huygens y enviados a la Tierra, tendrán que ser estudiados durante mucho tiempo hasta estar seguros de muchos de los enigmas que con ellos podamos desvelar.
La verdadera incógnita de Titán está en su superficie que aún, no se ha estudiado debidamente y, aparte de esos océanos de metano, ¿podrían existir también océanos de agua? Científicamente nada lo impide.
¡Ya veremos!
Ya lo conté en alguna otra ocasión: El joven periodista que entrevista al viejo astrónomo.
- ¿Verdad profesor que si encontraran vida fu3erda de la Tierra, sería un milagro.
- El Astrónomo que estaba de vuelta de todo, sonriendo, le contestó:
- Joven amigo, el milagro sería que no se encontrase.
Emilio Silvera Vázquez
May
6
¡La Humanidad! ¡Cuántas historias!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Personajes de la Historia ~
Comments (0)
GUSTAVUS VASSA, la voz de veinte millones de esclavos
CHARLES DARWIN, el naturalista que dinamitó el dogma religioso
HENRY M. STANLEY, el aventurero que le arrancó a África sus secretos
HERÓDOTO, el viaje como
aprendizaje de la tolerancia
MARCO POLO, el inventario del mercader
CRISTÓBAL COLÓN, la fiebre del oro. Leyó el libro de Marco Polo y creyó que iba a Cipango, la Ruta de la Seda. Llegó al Nuevo Mundo y pasó a la Historia. El viaje lo apoyó Isabel la Católica, y, desde el Monasterio de la Rábida en Palos de la Frontera (Huelva), y, con la ayuda de los hermanos Pinzones, marineros de Palos de la Frontera (que pusieron dos de aquellas naves), partió hacia un mundo desconocido.
PIGAFETTA, cronista de la primera vuelta al mundo
Muchos más serían los nombres que podríamos poner aquí en representación de aquellos viajeros, aventureros, comerciantes, o, que simplemente quería descubrir nuevas tierras y conocer a nuevos pueblos para aprender de sus culturas. La historia de la Humanidad es la historia de los desplazamientos y de los viajes.
“Las primeras civilizaciones de la Historia se desarrollaron en lugares como Mesopotamia, Egipto, India y China hace unos 5.000 años. Todas reciben el nombre de civilizaciones fluviales porque se desarrollaron a la orilla de grandes ríos: el Tigris y el Éufrates en Mesopotamia; el Nilo en Egipto; el Indo en la civilización india; y el río Amarillo en China. Las orillas de estos ríos estaban ocupadas por tierras muy fértiles y fáciles de regar, lo que provocó un gran desarrollo de la agricultura.”
Ningún pueblo ha ocupado desde el principio el territorio en el que hoy se asienta y donde ha colocado sus fronteras. Ninguna gran cultura es producto de una evolución exclusivamente interna. Por el contrario, la historia de la civilización es la del contacto entre unos pueblos y otros. Los avances tecnológicos y sociales se deben, fundamentalmente, a la incorporación de elementos externos con los que se entra en contacto gracias a un viaje. Es imposible imaginar el devenir de la Humanidad si las sociedades no hubieran enviado a sus marinos y exploradores a tomar contacto con otras culturas, bien para comerciar con ellas, bien para conquistarlas e incorporar aquellos elementos nuevos que ayudaban a mejorar su calidad de vida, bien por humana curiosidad y deseo de conocimiento.
Antonio Pigafetta: Explorador, geógrafo y ronista.
Magallanes: Explorador y navegante de origen portugués
Muchos más viajeros aventureros famosos y expediciones a nuevas tierras.
De todos aquellos viajes quedaron escritos y relatos.
El propósito de las páginas que siguen es presentar algunos derroteros de la Historia de la Humanidad como consecuencia de los contactos entre culturas facilitados por los grandes viajeros: exploradores, comerciantes, científicos, guerreros, visionarios o, con mucha frecuencia, todo a la vez. Aunque la meta es ambiciosa no se presentan listados exhaustivos de todos los aventureros que se echaron el petate al hombro y se lanzaron a la conquista y descubrimiento de nuevos mundos, sino tan sólo de aquéllos que fueron los más afortunados, brillantes o representativos de su época.
Nos dejaron muchas pruebas de sus correrías por el mundo de la cultura
De los griegos, pueblo viajero, y culto, por excelencia, ninguno más significativo que Heródoto, un intelectual de la costa jonia que recorrió casi todo el mundo conocido y dejó un fresco imprescindible para conocer el escenario clásico en su monumental y enciclopédica Historia, redactada en el siglo V a.C.
Los romanos ampliaron su espacio geográfico unificando todos los pueblos ribereños del Mediterráneo bajo su órbita y añadiéndoles la Galia (Francia) y parte de Gran Bretaña, pero su Imperio no rebasó demasiado los límites ya conocidos de antemano y cuando colapsó, en el siglo IV de la era cristiana, los márgenes de su mapamundi no iban mucho más lejos del entrevisto por los griegos.
La expansión del Islam a partir del siglo VII, que unificó política y espiritualmente la ribera sur del Mediterráneo y lo que ahora conocemos como Oriente Medio, dejó en manos de los musulmanes el espacio entre Europa y Extremo Oriente. Dueños de las rutas entre ambos mundos, los grandes viajeros de la Edad Media fueron árabes.
Ninguno como el tangerino Ibn Battuta viajó tanto y ninguno dejó una obra de la magnitud de su rihla (relato de viaje), en la que expone la relación de sus desplazamientos por todo el mundo musulmán, en cuyo recorrido entretejió la historia de su vida y retrató un momento de gran esplendor de la cultura islámica.
Ibn Battuta
Este fue otro gran viajero de la Edad Media fue el árabe Ibn Battuta, que partió de su casa de Tánger en 1.325 con el objetivo, en primera instancia, de Peregrinar a la Meca. No obstante, una vez alcanzada su meta, Ibn Battuta decidió ir más lejos. Viajó a lo largo de la costa oriental de África y llegó luego a Asia Menor, antes de adentrarse en Asia Central en dirección a Afganistán y la India, país en el que fue muy bien recibido (era un cadí), como hombre culto y educado.
Ibn Battuta vivió durante siete años en la India, y como ya le ocurriera a Marco Polo, se convirtió en embajador del gobernante del país, el Sultán de Deli, en cuyo nombre realizó un viaje a China. Durante el camino tuvo muchas aventuras, fue asaltado, robado y abordonado por los bandidos que lo dieron por muerto, pero finalmente consiguió llegar a China en 1.346 o 1.347.
En los puertos chinos, Ibn Battuta encontró a muchos musulmanes, a los que en ningún sentido sorprendió su llegada. Tras regresar a su hogar, el siguiente viaje que realizó fue a España; luego partió para África Occidental y llegó hasta el río Níger, donde una vez más fue bien acogido, en esta ocasión por musulmanes negros. El relato de sus viajes se convirtió en la base de los estudios geográficos, astronómicos y marítimos en los centros de aprendizaje musulmanes de Córdoba y Toledo. Estas tradiciones contribuyeron en forma importante a las ideas que inspiraron los viajes de Colón.
En el año 1666 fallecía en Beijing el jesuita Johann Adam Schall von Bell. Miembro de una saga de misioneros jesuitas que se adentraron en China y entre los que destacó Mateo Ricci. Sus éxitos eran debidos a su interés por la civilización china y a su adaptación a ella.
Los cristianos, entretanto, se esforzaban en llegar a China para acceder a sus legendarias riquezas por caminos terrestres de los que oían hablar en los territorios de Tierra Santa ganados por las armas a los musulmanes en las Cruzadas. De ese empeño por salvar la barrera musulmana y comerciar con el otro confín del mundo conocido no hay cronista más representativo y exitoso que el veneciano Marco Polo.
A él le tocó despertar la imaginación y la codicia de generaciones de marinos que, como Colón, buscaron rutas para llegar a Asia. Antes de que el genovés descubriera involuntariamente América, los portugueses habían logrado el hito de alcanzar la India rodeando a África para burlar el tapón islámico rodeándolo por mar. Vasco de Gama fue el responsable de esa hazaña, que orientó el expansionismo portugués por derroteros que dejaron a Castilla las manos libres para avanzar hacia el Oeste en busca del Este. Nadie, sin embargo, como el citado Colón, encarna tanto el espíritu viajero y el éxito, pues a él le tocó descubrir un continente cuya colonización, para bien y para mal, transformó completamente el mundo, su percepción, el desigual reparto de la riqueza en el Globo y la internacionalización definitiva e imparable de la Historia con mayúscula. No en balde, el almirante está considerado por muchos como el hombre más decisivo de la historia de la Humanidad, no tanto por su carácter -pues era ambicioso y despiadado-, como por las consecuencias de su hallazgo, que él fue incapaz de comprender del todo antes de su muerte.
Poco después que él, un portugués, Magallanes, y un español, Elcano, capitanearon la primera expedición que daba la vuelta al mundo. El mapa plano de la Antigüedad, el mundo de Heródoto, con un centro geográfico y una periferia misteriosa y dramática, se curvaba y se convertía en esfera. En un mundo esférico no hay centro, los márgenes se tocan, los monstruos desaparecen de las esquinas del papel, los blancos se cubren de letras y de lugares conocidos.
La Historia se globalizaba por excelencia. Un viajero de la expedición, Pigafetta, escribió de aquel periplo un dramático y bello relato. Hay una excepción en la norma anterior. Un gran espacio permaneció aún durante muchos siglos en blanco, África.
Sin embargo, por paradójico que resulte, los hombres y mujeres más viajeros de los siglos XVI al XIX, ambos incluidos, fueron los africanos. Más de veinte millones de ellos, según los cálculos más optimistas, salieron encadenados de sus hogares para no regresar jamás y cruzaron el Atlántico para ser la mano de obra de las minas y las plantaciones en el Nuevo Mundo. Ni uno de cada cien mil logró dejar el testimonio de sus experiencias y la escasa literatura autobiográfica de esclavos negros estuvo casi siempre dictada por la voz de un blanco, que cuidaba de la corrección política del contenido de la denuncia. Pero hubo un africano excepcional, por su personalidad, por su genio, por su inteligencia y por su suerte.
Fue Olaudah Equiano, un esclavo que tras mil peripecias logró comprar su libertad; se embarcó como marino libremente contratado; escribió la historia de sus viajes, que era la misma que la de su vida, y fue uno de los líderes del movimiento abolicionista en el siglo XVIII. También conocido como Gustavus Vassa, el esclavo negro que conoció las costas de África, las plantaciones de las Antillas, el Sur de Estados Unidos, los icebergs de Groenlandia, la Costa Azul, el carnaval de Oporto y los minaretes de Esmirna antes de hacerse modestamente rico, famoso y respetado en los salones de Londres, es la voz de esos veinte millones de africanos sin voz. Su viaje, que le llevó de las cadenas a la primera fila de la lucha por la libertad, es mucho más importante de lo que reconocen los manuales y la mayoría de las síntesis eurocéntricas de Historia.
Otros viajeros del XVIII como el británico capitán Cook, el francés Bougainville que acabaron de peinar el Pacífico culminando la exploración de Australia y encontrando islas y archipiélagos cuyos pacíficos habitantes contribuyeron a forjar el mito del buen salvaje que tanto influyó en los filósofos de la Ilustración.
En 1831, un buque, el Beagle, partía de Plymouth con un pasajero excepcional a bordo, un joven de 22 años llamado Charles Darwin. En los siguientes cinco años, el biólogo observaría la naturaleza con ojos nuevos y, a base de comparar las variaciones formales en individuos de las mismas especies, llegaría a la decisiva formulación de la teoría de la evolución, que no sólo conmocionó al mundo de las ciencias naturales, sino a la mismísima base de las creencias espirituales. Porque la teoría de la evolución puso en tela de juicio las interpretaciones literales de la Biblia, que se revelaron obsoletas. Un viaje devenía así herramienta trascendental para la propia concepción del hecho mismo de la vida. El África de la que procedía Equiano dejó también de ser un mapa mudo en el siglo XIX. Acabada la trata de negros, que había paralizado el desarrollo del continente al Sur del Sáhara, las potencias europeas decidieron, en un sonrojante alarde de cinismo, ocupar la región para acabar con la esclavitud y llevar a sus oscuros habitantes las luces de la cristiandad.

Descubierto y generalizado el uso de la quinina para combatir la malaria, que había sido el arma biológica de África frente a los invasores, los europeos se lanzaron a explorar el interior del continente en una carrera que tuvo tanto de deportiva y elitista como de imperialista.
El misionero Livingstone
Los secretos inconfesables de Henry Morton Stanley
De todos los grandes exploradores de África, dos sobresalen de forma excepcional: el misionero Livingstone y el mercenario Stanley. Pero es el segundo el que mejor encarna al colonizador brutal del momento. Fue un explorador por encargo, que labró un inmenso predio al rey belga Leopoldo II, el Estado libre del Congo, donde se vivió una de las páginas más vergonzosas de la colonización europea de África negra.
Con Stanley se cierra el ciclo de grandes viajeros cuyas hazañas cambiaron sin lugar a dudas el mundo, no siempre para bien. Estos son los hombres que protagonizan las páginas que siguen. Entre los grandes viajeros hubo también mujeres, pero en menor cantidad y con una mentalidad distinta, menos depredadora y más tolerante. Ellas merecen un libro aparte.
La antigua Grecia es la cuna de la civilización occidental
Debemos a los griegos conceptos trascendentales como la filosofía, la oratoria, la política, la democracia y un canon de belleza que no ha perdido vigencia. Ellos fueron los creadores de la cultura urbana, inventores del teatro y sus géneros incombustibles, como la comedia y la tragedia. Su impronta y sus pautas marcaron el mundo de forma definitiva y somos sus eternos deudores. No se debe restar importancia al lado genial de la personalidad del mundo griego pero, sin duda, en su descomunal aportación a la historia de la civilización, influyó decisivamente el espacio físico que los pueblos de habla griega ocuparon, y su carácter viajero.
Los griegos florecieron en una encrucijada cultural en la que confluían influencias procedentes de Egipto, de Mesopotamia, de las colonias fenicias del Mediterráneo y de los contactos de sus naves con los pueblos bárbaros que moraban al Norte, más allá de los confines. Establecidos en una costa recortada y caprichosa, siempre cerca del mar, y sobre centenares de islas, sus navíos llevaron a los griegos a entrar en contacto con otras culturas cuyas creencias, valores y sistemas políticos eran muy diferentes.
Esa exposición prolongada a otros mundos introdujo la semilla que definió la cultura griega y que constituye su mayor legado: la cultura de la duda. Frente a pueblos aislados, como los egipcios —cultura extática por excelencia, encerrada entre el desierto y el mar y asida a las angostas riberas del Nilo—, que permanecieron mirándose el ombligo durante milenios, los griegos sacaron partido de su roce constante con el otro. Partido y una conclusión: que quizás sus creencias pudieran estar erradas. ¿Qué es la filosofía, que nació en la ciudad jonia de Mileto en el siglo VI a.C., sino la puesta en cuestión del mito, del relato religioso que explica el mundo de forma mágica, atribuyéndolo a la voluntad de los dioses? Al apuntar a otras explicaciones distintas para comprender el mundo que las difundidas por los sacerdotes, al cuestionar el mito y al dudar de las apariencias, al apelar a la razón, los griegos estaban sembrando la semilla del progreso. Y no hubieran podido plantar esa semilla si no hubieran entrado en contacto con sistemas de valores alternativos.
Los fenicios fundaron la ciudad de Gadir (hoy Cádiz en Andalucía (España)
La vocación viajera; su espacio geográfico, en un cruce de caminos entre el Imperio persa en Oriente, el mundo egipcio en el Sur y las oportunidades que ofrecía la expansión hacia Occidente son algunas de las explicaciones del éxito de la fórmula griega. Pues bien, quien mejor plasmó por escrito ese relativismo cultural, que resulta ser intelectualmente dinamizador, frente a las culturas estáticas y autocomplacientes, como la egipcia, fue Heródoto, el más exitoso viajero griego de toda la Antigüedad.
La famosa tumba en Halicarnaso, actual ciudad de Bodrum
Nació en la ciudad de Halicarnaso, la actual Bodrum en Turquía, y su vida trascurrió a lo largo del siglo V a.C. del gran siglo de Pericles y del esplendor ateniense. Halicarnaso era una colonia doria en Asia Menor y, en su juventud, Heródoto participó en luchas políticas contra el tirano local que le acabaron empujando al exilio. Su temprana lucha política se reflejó en su obra, tanto en su deseo de conocer como en su defensa política de la democracia, el sistema ideal de gobierno de la polis, una institución que también vivió su edad de oro en ese momento y que es la cuna del concepto moderno de la civilización; de la ciudad como espacio de encuentro; de la asamblea como depositaria de la legitimidad de las leyes; y del diálogo, el debate y la razón como instrumentos para convencer en lugar de cómo armas para vencer.
Heródoto fue autor de la Historia
Se saben pocos detalles de su vida. Desconocemos la fecha exacta de su nacimiento y la de su muere. No se sabe siquiera dónde acabó sus días, aunque se cree que pudo ser en una colonia griega de Sicilia. Su obra sin embargo, es una referencia clave de la cultura universal. Heródoto fue autor de la Historia, “investigación” en griego, un monumental trabajo
en nueve libros, en los que describió los conocimientos
que los griegos tenían del mundo y los acontecimientos pasados que ayudaban a comprender su presente.
La obra de Heródoto es paradigma de la curiosidad y su manera de trabajar, exponiendo lo que ha visto personalmente y diferenciándolo de lo que le han contado, le ha hecho pasar a la posteridad como padre de la Historia, pero también del periodismo y como autor del mejor relato de viajes de la Antigüedad, aunque no fuera el único.
No da detalles personales, ni de su vida privada familiar, ni de cómo y con quién viajaba, ni precisa fechas de sus desplazamientos, pero se movería probablemente con grupos de comerciantes griegos que se desplazaban por el mundo conocido. No sólo recorrió las costas de su Jonia natal, en la parte griega de Asia Menor, sino el Mar Negro, las islas de Egeo, la ciudad de Tiro, Mesopotamia —al menos hasta Babilonia—, Egipto y la ciudad de Cirene en el norte de Libia, sin excluir las colonias griegas en el sur de Italia y Sicilia. Como todos los viajeros, no estaba familiarizado con la mayor parte de las lenguas de los extranjeros y dependía de intérpretes locales, a lo que se deben muchas de las inexactitudes que se detectan en su obra.
Es el gran cronista de la Antigüedad, aunque curiosamente ignorara o descartara algunos datos geográficos que los fenicios conocían con mucha anterioridad, como las islas Británicas —a las que los fenicios bautizaron como del estaño—, o del propio océano Atlántico, de cuya existencia duda. En otros casos, sin embargo, aporta datos que nadie había certificado hasta él, como que el Caspio era un mar cerrado cuyas medidas da con bastante aproximación.
Con todos los datos de que disponía, llenó el mapa conocido, pero no pudo superar las dificultades materiales de su tiempo para tener una idea global del conjunto y en su geografía mental coexisten los hechos con los mitos, lo visto con lo supuesto. No se desprende de una visión del mundo como un espacio con tres círculos o niveles: un centro ordenado donde se desarrolla la civilización, el espacio poblado por los griegos; una periferia bárbara, que quiere comprender y asimilar y por la que muestra admiración, y una frontera final exterior, donde todo era posible, hollada por seres mitológicos, situaciones meteorológicas extremas y riquezas deseables, pero casi imposibles de alcanzar. Los nueves volúmenes de su Historia dedican espacio a todos los lugares visitados por él. Lo hacen en función de lo sorprendido e interesado que se muestra ante cada
uno de ellos. La mítica ciudad de Babilonia le fascina y deja de ella una descripción muy acertada:
“En Asia hay muchas ciudades realmente grandes, pero la más digna de mención, también la más poderosa, que después de la destrucción de Nínive se convirtió en la capital del país, fue Babilonia”, escribió.
Las ciudades de la antigua Mesopotamia:
- Ur
- Uruk
- Sippar
- Akshak
- Kish
- Marad
- Isin
- Nippur
- Adab
- Zabalan
- Shuruppak
- Umma
- Girsu
- Lagash
- Nina
- Bab-Tibira
- Larsa
- Eridu
La ciudad de Babilonia es una de las más occidentales. Los jardines colgantes
Pero fue Egipto el espacio que más le asombró y al que más páginas dedicó en su trabajo.
Heródoto en Egipto
Fue Heródoto quien definió a Egipto, que ocupa el libro segundo de su obra, como “don del Nilo”, una definición que sigue siendo lugar común en la actualidad y que da medida de la importancia de la crecida del gran río para regular el ritmo de vida del país. El mundo egipcio le fascinó sobremanera por su exotismo y su milenaria antigüedad, que empequeñece a los griegos. “Los egipcios dicen de sí mismos que ellos fueron los que empezaron a aplicar nombres a los doce dioses y que los griegos los tomaron de ellos. Fueron ellos los primeros que dedicaron imágenes, altares y templos a los dioses y también los primeros que grabaron figuras de seres vivientes en la piedra”. En cierto sentido, podemos considerar a Heródoto como autor también de la primera guía turística de Egipto. “Los más religiosos de todos los hombres”, en sus palabras, le deslumbraron por sus costumbres funerarias, por sus creencias religiosas, por los monumentos que erigieron, como las Pirámides o los colosos y por su fauna.
Aquellos animales despertaron su curiosidad
Dedica muchas páginas a describir a los hipopótamos, los cocodrilos, los ibis y otros animales extraños. Incluso a los que no ha visto, como el ave fénix: “Yo la he visto solamente en pinturas, pues acude a ellos muy de tarde en tarde, sólo cada quinientos años, según dicen los de Heliópolis…” “Según”, esa es la palabra que le sirve para distanciarse de aquello que no ha visto, sino que le han contado.
Lo que sí vio personalmente fueron las distintas formas de embalsamar los cadáveres. Las describe con certera precisión, con una frescura increíble, cuando relata cómo los
embalsamadores tienen comercios donde muestran modelos madera —algo así como los modernos maniquíes— queles sirven para explicar a los clientes, los deudos del recién-finado, los modelos de embalsamamiento y los costes decada sistema. Los más seguros y duraderos, con más garantía de eternidad, los más caros, como en cualquier oficio.Con su recurso al “según” o al “me han contado”, Heródoto distingue entre lo visto —los animales, los monumentos, las costumbres— y lo oído —la Historia, el mito— en un ejercicio de honestidad y rigor intelectual ejemplares.
Así, la descripción de Egipto se divide en dos parte y cuando aborda la segunda, advierte: “Hasta aquí he tratado de mi visión personal, de mi parecer y de lo que resulta de mis investigaciones; a partir de ahora expondré la historia de Egipto tal como la he oído.” En el otro confín, los escitas, los pueblos que se extienden al Norte y Este del mar Negro, hacia las llanuras de Asia, despiertan su imaginación y curiosidad casi con la misma intensidad que los egipcios. Pero estos pueblos más atrasados cultural y tecnológicamente no tienen grandes monumentos ni ciudades dignas de tal nombre. Lo que le atrae de ellos son sus costumbres. Sobre todo, las relacionadas con la muerte y los hábitos sexuales. Heródoto conoció también Libia, al menos la ciudad costera de Cirene, pero no viajó hacia el Sur y su descripción del mundo que ocultaban las ardientes arenas es “de oídas” y se limita a enumerar oasis mal localizados.
La principal lección de Heródoto no es, sin embargo, la precisión geográfica, sino su apertura de mente. A base de comparar los valores de unos y otros pueblos visitados, las dispares creencias de las culturas que pueblan el mundo conocido, llega a una actitud relativista, y por tanto tolerante y no excluyente. El viaje, en sus manos, es un instrumento de conocimiento, de perfeccionamiento interior, de investigación para comprendernos a nosotros mismos, a través de las diferencias que mantenemos con otros, y de ampliar miras. El viaje es un arma contra la intransigencia y un tributo a la tolerancia. Ello hace de Heródoto un brillante exponente del mundo clásico y convierte a su obra en un hito, pues el suyo es el primer texto que muestra el valor del viaje como herramienta de reflexión social y, por lo tanto, instrumento para modelar voluntariamente la Historia.
Tenía Heródoto una gran imaginación y, se tomaba licencias…
Ese empeño participativo, ese intento de escribir para transformar la realidad, es el arranque confeso de su trabajo. Éstas son las primeras líneas de su Historia: “En lo que sigue, Heródoto de Halicarnaso expone el resultado de sus investigaciones para evitar que, con el tiempo, caiga en el olvido lo ocurrido entre
los hombres…” No fue el único viajero griego que dejó testimonio escrito de sus desplazamientos, no fue el único viajero griego que hizo lo que podemos llamar simplificadamente literatura de viaje, como hemos señalado. Unos lo habían hecho antes que él, Escílax de Carianda recorrió las costas del Índico y Aristeas de Proconeso se había asomado a las brumas del Norte. Otros lo hicieron después, como el marsellés Piteas, que circunnavegó las islas británicas, llegó a la mítica Tule, probablemente en la actual Noruega, y bordeó las costas de Germania.
Pero en lo esencial, con el añadido del Mediterráneo occidental, el mundo de Heródoto, el mundo ribereño del mare nostrum, como lo bautizarían los romanos, es el escenario en que se va a dilucidar la historia de Occidente durante los siglos siguientes, cuyo gran protagonista político es el Imperio romano.
No fueron los romanos grandes exploradores, aunque sí muy viajeros. Pero no hay entre ellos un Heródoto. Su mundo consolidó un espacio unificado políticamente entorno al Mediterráneo, cuyo límite al Norte fueron los ríos Rhin y Danubio y los bosques de Germania; al Oeste, el Atlántico, infranqueable para la navegación de la época; al Sur, el desierto del Sáhara, que aislaba la franja colonizada y romanizada del África negra; al Este, los partos en Mesopotamia y Persia, les taponaban el paso a la India y China, aunque hubo relaciones comerciales con el Decán, como atestiguan las monedas romanas halladas allí y aún cabe la posibilidad de que marinos romanos llegaran a China, si se han de creer crónicas chinas que mencionan la llegada de emisarios del emperador An-Tun, que algunos historiadores sostienen que se trataba de Antonino.
Pero en lo esencial, con las salvedades hechas, el mundo de Heródoto es el escenario geográfico que se mantiene conocido sin ampliaciones significativas hasta el fin del Imperio romano, casi mil años después. Cuando los bárbaros desbordaron el limes, la frontera romana, y se adueñaron del Imperio, la representación del mundo seguía siendo básicamente la misma: un centro ordenado en torno al Mediterráneo, un segundo círculo habitado por pueblos bárbaros y una periferia salvaje, extrema, temible y poblada de seres fantásticos y monstruosos. Hasta que, en la Baja Edad Media, algunos viajeros cristianos lograron llegar a China atravesando el corazón de Asia, los europeos tendrían poco que añadir a esta
imagen.
Publicado por Emilio Silvera para el deleite y el saber de todos los que curiosos, se asomen por aquí.
Para leer más:
• Heródoto: Historia (edición de Manuel Balasch), Cátedra, Madrid, 1999.
• F. Javier Gómez Espelosín: El descubrimiento del mundo. Geografía y
viajeros en la antigua Grecia, Madrid, Akal, 2000.
• R. Kapuscinski: Viajes con Heródoto, Barcelona, Anagrama, 2006.