May
23
¡¡Titán!! ¿Qué sorpresas nos espera?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Titán ~
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Pudieron resolver el misterio de las islas de Titán de la forma más insospechada: materia orgánica
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Los mares de Titán son quizás los más extraños del sistema solar
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Las “islas mágicas” de estos lagos podrían ser cúmulos de materia orgánica.


“Icebergs. El nuevo estudio señala que estas islas podrían ser semejantes a los icebergs que podemos ver en los océanos de la Tierra. Con una importante diferencia: las islas mágicas no estarían formadas por agua sólida sino por compuestos orgánicos.
El ciclo del “agua”. Titán es uno de los pocos cuerpos de nuestro sistema solar en el que podemos ver un ciclo del agua. Solo que no se trata de agua, sino de metano que transita entre los estados líquido y gaseoso, entre lagos y atmósfera.
Pero este hidrocarburo no está solo en la superficie del planeta. En la atmósfera del planeta el metano puede chocar con otros compuestos como el gas de hidrógeno y condensarse hasta formar un sólido que cae a la superficie del satélite.
Dos condiciones. Según explica el equipo responsable del estudio, para que se formen estas islas efímeras tenían que darse dos condiciones. La primera, que no estos sólidos no se disolvieran al entrar en contacto con el líquido, algo facilitado por el hecho de que los lagos ya estarían saturados de partículas orgánicas.
El segundo, que no tengan la densidad suficiente para hundirse. Al analizar los posibles compuestos orgánicos el equipo comprobó que, para mantenerse a flote durante un tiempo, estos compuestos congelados debían ser porosos, como una esponja.
De lo contrario acabarían hundiéndose por su propio peso demasiado rápido como para habernos dado cuenta de su existencia. “Para que podamos ver las islas mágicas, estas no pueden flotar un segundo y después hundirse,” explicaba en una nota de prensa Xinting Yu, quien lideraba el equipo responsable del hallazgo.
“Deben flotar durante un tiempo, pero tampoco por siempre,” apostillaba la investigadora.”
22 de julio de 2013: Uno de los descubrimientos más sorprendentes de los últimos 10 años es lo mucho que se parece el paisaje de la luna Titán, del planeta Saturno, a nuestro planeta Tierra. Al igual que nuestro planeta azul, la superficie de Titán está salpicada con lagos y mares, tiene canales de ríos, islas, lodo, nubes de lluvia y, tal vez, hasta arcoíris. La gigantesca luna es indudablemente húmeda.
La curiosidad por la luna Titán nos lleva a poner en marcha nuevas misiones
La afirmación es correcta. El “agua” en Titán no es de H2O (agua terrestre) como la conocemos. En realidad, Titán tiene lagos, mares y ríos compuestos principalmente por metano y etano, que se encuentran en estado líquido debido a las bajas temperaturas de la luna.
El “agua” de Titán, sin embargo, no es H2O. Con una temperatura en la superficie que está por debajo de los 143o C (290o F) bajo cero, Titán es demasiado fría como para tener agua líquida. En cambio, los investigadores creen que el líquido que esculpe a Titán es una mezcla desconocida de metano, etano y otros hidrocarburos difíciles de congelar.
Así es Titán, la gran luna ‘terráquea’ de Saturno
La NASA publica una espectacular imagen compuesta de varias fotos captadas por la sonda ‘Cassini’.

Imagen de Titán, captada por ‘Cassini’. NASA.
La NASA ha hecho pública una espectacular imagen en infrarrojo de Titán, la luna más grande de Saturno, como nunca antes se había visto.
Los colores de la fotografía no son reales; las brumas de la luna obligaron a la sonda a utilizar diferentes longitudes de onda con su espectrómetro de cartografía infrarroja. El intenso color azul responde a una longitud de 1,3 micras, mientras que el verde representa 2, y el rojo, 5 micras.
Aunque los colores no sean reales, la agencia espacial estadounidense asegura que las imágenes revelan que la superficie de la luna de Saturno es muy similar a la Tierra: hay dunas en el norte y el sur, también hay lagos de metano y canales de ríos.
La fotografía tiene diferentes niveles de detalle dependiendo de la altura a la que volaba la sonda cuando tomó las imágenes. La distancia más próxima a la que voló Cassini de esta luna fue 10.000 kilómetros.
Titán es la luna más grande de Saturno, y la segunda más grande del Sistema Solar (tiene un diámetro un 50% más grande que nuestra Luna). Está rodeada de una espesa bruma, así que los telescopios nunca han podido observarla con precisión. Es de gran interés para los científicos ya que tiene líquido en su superficie y una atmósfera densa y compleja, compuesta de metano y carbono, similar a la que tenía la Tierra primigenia. también se ha detectado propileno en la atmósfera, el único lugar donde se ha encontrado esta sustancia en el Sistema Solar, exceptuando la Tierra.

La idea de que Titán es un mundo húmedo, con “agua” alienígena que le es propia, está ampliamente aceptada por los científicos planetarios. No hay otro modo de explicar las observaciones: la sonda Cassini, de la NASA, ha sobrevolado a Titán más de noventa veces desde el año 2004, enviándole pulsos de radar y construyendo mapas de sus lagos y mares. La sonda Huygens, de la Agencia Espacial Europea, se posó sobre la superficie de Titán usando un paracaídas en el año 2005; descendió a través de nubes húmedas y cayó de hecho sobre suelo mojado.
Sin embargo, algo sigue inquietando a Alex Hayes, quien es un científico planetario del equipo de radar de la misión Cassini, en la Universidad Cornell.


“Pero si Titán es tan húmeda”, se pregunta, “¿dónde están las olas?”
La pregunta de “¿dónde están las olas?” ante la humedad de Titán se refiere a la falta de olas en los lagos de metano y etano de este satélite de Saturno, a pesar de que son lo suficientemente grandes como para albergar olas. La baja densidad de la atmósfera y la viscosidad de los líquidos en Titán impiden la formación de olas como las que vemos en la Tierra.
Aquí en la Tierra, los cuerpos de agua raramente están quietos. La brisa que sopla sobre sus superficies causa la formación de olas, que se levantan y rompen; las gotas de lluvia que caen sobre la superficie de los mares también proveen oleaje. Y, sin embargo, de acuerdo con los datos proporcionados por la sonda Cassini, en Titán los lagos están bizarramente quietos, sin acción del oleaje notoria hasta escalas milimétricas.
“Sabemos que hay viento en Titán”, dice Hayes. “Las magníficas dunas de arena en la luna son la prueba”.
Añada a esto la baja gravedad de Titán (apenas un séptimo de la de la Tierra) que ofrece muy poca resistencia al movimiento de las olas, y entonces se tiene un verdadero rompecabezas.

La respuesta podría estar en los resultados de un estudio que Hayes y sus colaboradores publicaron en la edición electrónica, de julio de 2013, de la revista científica Icarus. Teniendo en cuenta la gravedad de Titán, la baja viscosidad de los hidrocarburos líquidos, la densidad de la atmósfera de Titán y otros factores, ellos calcularon qué tan rápidamente debería soplar el viento en Titán para levantar olas: el resultado es que una brisa muy leve, de apenas 1,7 a 3,5 km por hora (1 a 2 millas por hora) podría ser suficiente.
Y esto es lo que sugiere una tercera posibilidad: los vientos no han soplado lo suficientemente fuerte. Desde que Cassini llegó a Saturno, en 2004, el hemisferio norte de Titán (donde se encuentran la mayoría de los lagos) ha estado bajo el yugo del invierno. El aire frío y pesado apenas se mueve, así que mucho menos alcanza el umbral necesario para formar olas.
Pero ahora viene el cambio de estación. En agosto del año 2009, el Sol cruzó el ecuador de Titán, moviéndose hacia el norte. Ya se aproxima el verano, trayendo consigo luz, calor y vientos a la zona de los lagos de Titán.
Inmensos lagos y mares están presentes en aquel pequeño mundo
“De acuerdo con los modelos climáticos, los vientos deberán incrementarse conforme se aproxime el solsticio, en 2017, y deberían ser lo suficientemente fuertes como para levantar olas”, dice el científico.
Si las olas aparecen, la sonda Cassini deberá ser capaz de detectarlas. Los pulsos reflejados de radar que provienen de superficies con oleaje pueden decir muchas cosas a los investigadores. Las dimensiones de las olas, por ejemplo, podrían revelar la viscosidad del líquido que yace a mayor profundidad y, por lo tanto, su composición química. También, la rapidez de las olas podría ayudar a dar seguimiento a los cambios de velocidad de los vientos que soplan sobre ellas, dando de esta manera una medición independiente de los modelos climáticos de Titán.
Fuente: NASA
Es muy posible que en aquel pequeño mundo (es la Luna más grande del Sistema solar), se encuentren algunos secretos que tendremos que desvelar y, el hecho de que sus lagos y océanos sean de metano, nos traen múltiples ideas a la mente. ¿Qué sorprendentes secretos esconde aquel pequeño mundo que, en muchos aspectos, es un retrato del pasado de nuestra Tierra primitiva?
Emilio Silvera Vázquez