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Conozcamos mejor al personaje
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Del familiar Einstein, tan conocidos por todos los aficionados a la Física y también por algunos que no lo son, existen aspectos de su vida que no siempre han sido aireados y, por lo general, son desconocidos para el gran público que sólo sabe de su gran obra y de su esplendor pero, como todos en esta vida, él también pasó por sus momentos bajos y tuvo que sufrir situaciones adversas.
Como alumno, la verdad, no era muy apreciado por sus profesores, el mismo Minkowski, cuando publicó la teoría de la relatividad especial, le recordaba como un alumno poco disciplinado, algo vago y que faltaba a clases para irse a navegar con Mileva Maric, en las clases se aburría. Incluso se cuenta aquella anécdota de su profesor de griego que, viendo lo desaliñado que era y el poco interés que ponía en las clases, llegó a decirle:
“Muchacho, en esto de la ciencia no llegarás a ninguna parte, es mejor que te dediques a otra cosa”.
El hombre pasó a la Historia por sus “proféticas” palabras.
“Mileva Marić (1875–1948) fue una matemática serbia. Fue colega y primera esposa de Albert Einstein. En la actualidad existe un gran debate, tanto fuera como dentro del ámbito científico, sobre el grado de participación en los descubrimientos atribuidos a Einstein. Algunas de las conjeturas que probablemente confirmarían este hecho refieren a las fechas de coincidencia entre los trabajos de Albert y el romance con Mileva, y a su gran genio matemático.”
Estimado Herr Profesor:
Le ruego que disculpe a un padre que es tan atrevido como para dirigirse a usted, estimado Herr Profesor, en interés de su hijo.
Empezaré diciéndole que mi hijo Albert tiene 22 años, que estudió en el Politécnico de Zurich durante 4 años, y que el pasado verano superó con brillantes notas los exámenes para obtener el título en matemáticas y física. Desde entonces ha estado tratando sin éxito de obtener un puesto como ayudante, lo que le permitiría continuar su formación en física teórica y experimental. Todos aquellos en situación de emitir un juicio, elogiar su talento; en cualquier caso, puedo asegurarle que es extraordinariamente estudioso y diligente y se dedica con gran amor a su ciencia.Por todo ello, mi hijo se siente profundamente disgustado debido a su actual falta de empleo; tiene la idea de que ha equivocado el camino en su carrera y cada vez se encierra más en sí mismo. además, está agobiado por la idea de que representa una carga para nosotros, gente de medios modestos.
Puesto que es usted altamente reconocido Herr Profesor, a quien mi hijo parece admirar y estimar por encima de cualquier otro estudioso actualmente en activo en la física, es a usted a quien me he tomado la libertad de dirigirme con la humilde petición de que lea su artículo publicado en los Annalen für Physick y le escriba, si es posible, alguna palabra de ánimo para que pueda recuperar su alegría de vivir y trabajar.Si, además, usted pudiera asegurarle un puesto como ayudante para ahora mismo o para el próximo otoño, mi gratitud no tendría limites.Le ruego una vez más que perdone mi atrevimiento al escribirle, y también me tomo la libertad de mencionar que mi hijo no sabe nada de esta paso poco usual que he dado.Quedo, altamente estimado Herr Profesor, suyo afectísimo.
“En 1905, un oscuro empleado de la Oficina de Patentes de Berna publicó cinco artículos científicos que sentaron las bases de la física de nuestro tiempo. Albert Einstein tenía 25 años. A pesar de la importante repercusión de estos estudios, siguió trabajando como examinador de patentes.”
Masa y energía son dos aspectos de la misma cosa. Si viajas a la velocidad de la luz (c), el Tiempo se ralentiza. La velocidad de la luz en el vacío es una constante, Todo objeto cuyo movimiento se acerque a la velocidad de la luz… ¡aumentará su masa! Y otros postulados que, en su momento, nadie se podía creer.
Ese 1905 pasó a la historia como el Annus mirabilis (“año milagroso”) del físico alemán. Organizaba su tiempo en función de los trabajos de Física que siempre traía entre manos y, hasta se olvidaba de almorzar. En ese tiempo Einstein tenía dos años de casado, era padre primerizo, pero era sobre todo, un genio desconocido. Pese al anonimato, aquel joven de 26 años estaba al tanto de las incógnitas pendientes de resolver por la Física y dedicaba su tiempo a tratar de resolverlas.En 2005 celebración del aniversario del Año milagroso de Einstein
Los cinco trabajos que Einstein escribió en 1905 y que publicó en la revista Annalen der Physik tratan sobre problemas relacionados con tres grandes ramas de la física de esa época: la mecánica clásica, el electromagnetismo y la termodinámica.
La ecuación E=mc² de Albert Einstein le dio forma a todo el siglo XX
“Pero Einstein tenía instinto para identificar los problemas importantes, reducirlos a su esencia y avanzar. En eso era excepcional”, dice Emparan a BBC Mundo.
Además, “tenía el ímpetu necesario” para prescindir de ideas convencionales y dejar al descubierto las contradicciones de la física, ” y su imaginación visual le permitía dar saltos conceptuales que escapaban a otros pensadores más tradicionales”, dice Walter Isaacson en la biografía “Einstein: su vida y su universo”
Sus cinco trabajos admirables:
El efecto fotoeléctrico
Movimiento browniano
“Robert Brown, con toda seguridad, no fue el primero en descubrir el movimiento que lleva su nombre. A consecuencia de sus viajes se fue interesando en la investigación de los coloides, y en la cuidadosa observación de preparaciones microscópicas en el estudio de los mecanismos de reproducción en las plantas. Sin embargo, el comportamiento errático del polen suspendido en una solución lo asoció a las teorías vitalistas de la vida, haciendo defensa de que este movimiento era propio de la materia viviente, y relacionado con los mecanismos de la reproducción. Sin embargo, en sus trabajos finales concluye que el movimiento errático observado era de naturaleza mecánica y no dependía del carácter orgánico ni inorgánico de los objetos microscópicos observados. Esto ocurría en el año 1828.
Parecía claro la no existencia de un modelo matemático para este movimiento: la Matemática y la Física del siglo XIX no estaban lo suficientemente desarrolladas para atacar el fenómeno. Fue necesario esperar los trabajos de Einstein, en 1905, para su modelación. Y la barrera fundamental que impedía el conocimiento del movimiento Browniano era justamente el determinismo clásico de la Mecánica de Newton. Esta aseguraba que todo movimiento debía tener por causa una fuerza. Einstein usando la teoría molecular cinética de la materia prueba que dicho movimiento se produce sin que medie la acción de fuerza externa alguna. Su razonamiento es de una sencillez extrema: si los granos de polen en suspensión se mueven es porque las moléculas del líquido chocan con ellos. las moléculas a su vez están en movimiento constante por efecto de fuerzas externas al líquido (interacciones moleculares o, incluso, por cambios producidos en los niveles de energía en la estructura subatómica). De este modo Einstein llegó a la conclusión de que el movimiento Browniano es intrínseco a la materia.”
Una historia de Albert Einstein
Quizá este artículo, publicado en septiembre de 1905, sea el más famoso de los cinco que escribió en el “año milagroso”.
Einstein contaba que el origen de su trabajo sobre la relatividad especial se remontaba a un problema que él mismo se había planteado a los 16 años: ¿Cómo se vería un rayo de luz si uno viajara al lado de este a su misma velocidad?
Equivalencia masa y Energía
“En esta investigación, publicada en noviembre de 1905, Einstein presentó la fórmula E=mc², que es tal vez la ecuación más famosa del mundo, aunque no necesariamente sea la más fácil de entender.
En una carta enviada a Habitch, entre junio y septiembre de 1905, Einstein se refiere a este estudio, aunque reconoce que duda de sus resultados.”
Una consecuencia del estudio de la electrodinámica (relatividad especial) cruzó mi mente. El principio de la relatividad, junto con las ecuaciones de Maxwell, requieren que la masa sea una medida directa de la energía contenida en un cuerpo. La luz transporta masa con ella”, le dice a su amigo.
“La idea es divertida y seductora pero hasta donde sé, Dios podría estar riéndose de todo el asunto y podría muy bien haberme tomado el pelo”, añade.
Sin embargo, Einstein tenía razón. En la fórmula que propuso, “E” es por energía, “m” es por masa y “c”, por la velocidad de la luz (300.000 km/s) al cuadrado.
El aumento de energía causa un aumento directamente proporcional en la masa. En otras palabras, al viajar más rápido y aumentar la energía, la masa crece, y mientras más masa tiene un objeto, más difícil es acelerar, por lo que nada puede alcanzar la velocidad de la luz.