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¿Qué pasa en Júpiter? Ahora lo sabremos

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en La Conquista del Espacio    ~    Comentarios Comments (2)

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Astronomía

La misión que pelará Júpiter como una cebolla

Tras un viaje de cinco años, la sonda de la NASA llega al gigante gaseoso para desvelar, entre otros, su principal secreto: ¿es rocoso el centro del planeta?

Científicos de la NASA celebran la inserción de la sonda en la órbita de Júpiter.
Científicos de la NASA celebran la inserción de la sonda en la órbita de Júpiter. Aubrey Gemignani Reuters
Teguayco Pinto

“Yo soy el tiempo, destructor de mundos, y he venido a devorarlos a todos”. Así se expresaba Shiva, el dios de la destrucción de la mitología hindú, según el Bhagavad-gītā. Una figura cuyo papel era el de traer la destrucción para que todo pudiera ser creado nuevamente. Curiosamente, algunos modelos astrofísicos otorgan al planeta Júpiter un papel similar al de esta deidad, ya que aseguran que arrasó con los primeros planetas del Sistema Solar y permitió la formación de nuevos planetas en los que pudo surgir la vida.

Júpiter es grande. Enorme. Es lo primero que se puede decir de este gigante gaseoso, al que los romanos bautizaron como al padre de los dioses y de los hombres. Esta afirmación puede parecer una simpleza, pero no lo es, puesto que su enorme tamaño, más del doble que el resto de planetas juntos, es el que hace que este titán encierre muchos de los secretos sobre el origen de nuestro Sistema Solar.

 Jupiter

 

 

Después del Sol, Júpiter es el cuerpo astronómico que más influencia tiene en el resto de los planetas y “a lo largo de la historia ha jugado un papel fundamental para llegar a la configuración que actualmente ocupan los planetas”, explica a EL ESPAÑOLl Santiago Pérez, investigador del grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco.

“A veces incluso se refieren a Júpiter como una especie de paraguas gravitacional”, explica Pérez ya que “acapara la caída de objetos, como restos de la formación planetaria, cometas o incluso asteroides”. En suma, este enorme planeta ha sido uno de los principales actores en la formación y la evolución de nuestro vecindario cósmico.

Ilustración de la sonda sobre Júpiter.
                                                           Ilustración de la sonda sobre Júpiter. NASA

Es por esto que se han dedicado tantos esfuerzos para averiguar lo más posible sobre este gran planeta. El último ha sido la misión Juno cuyo fin es escudriñar en su interior, más allá de la densa capa de nubes que nos oculta su interior.

El increíble viaje de Juno

 

 

 

Foto:

Juno inició su viaje el 5 de agosto de 2011. Con un diámetro aproximado de 3,5 metros y un peso de 3.600 kg, esta nave partió hacia el gigante gaseoso como antes lo habían hecho las misiones Pioneer, Voyager o Ulysses. Pero a diferencia de éstas, Juno se quedará. La nave de la NASA permanecerá en la órbita de Júpiter durante algo más de año y medio, como también lo hizo la sonda Galileo entre 1995 y 2003.

Su travesía por el cosmos terminó poco antes de las 4 de la mañana del pasado 5 de julio. Tras casi cinco años de viaje y cerca de 2.800 millones de kilómetros recorridos, Juno llegó a su destino a la extraordinaria velocidad de más de 250.000 kilómetros por hora (200 veces más rápido que una bala). Una vez en su órbita, la sonda se quedará flotando frente a Júpiter a una distancia que variará entre los 4.000 y los 8 millones de kilómetros.

La sonda va a pelar Júpiter como si fuera una cebolla y nos va a mostrar capas que hasta ahora no habíamos visto

El viaje ha sido largo, pero va a permitir a los científicos ver el interior de este planeta con una precisión que nunca habíamos tenido. “Nos va a pelar Júpiter como si fuera una cebolla y nos va a mostrar capas que hasta ahora no habíamos visto”, afirma Pérez. Pero de entre todas las cosas que puede ver Juno, “la más importante para la ciencia es determinar si tiene o no un núcleo rocoso”, afirma este astrofísico.

¿Tendrá Júpiter un núcleo rocoso?

 

 

 

 

Durante la etapa de formación del Sistema Solar el germen de este planeta se fue alimentando de los restos de gas y polvo que quedaron cuando se formó el Sol. De esta forma, Júpiter acabo convertido en un gigante compuesto principalmente de helio e hidrógeno y cuyo tamaño, de unos 140.000 kilómetros de diámetro, se acerca al de algunas estrellas menores.

Sin embargo, cómo sucedió esto es algo que no está tan claro. Existen fundamentalmente dos opciones. Por un lado están las hipótesis que plantean que en primer lugar se formó un núcleo rocoso, que posteriormente fue capturando todo el gas a su alrededor. Sin embargo, otra hipótesis plantea que no hizo falta la formación de tal núcleo, sino que parte de la nube de gas del sistema solar primigenio colapsó formando directamente el planeta.

Aunque las diferencias entre estos escenarios parecen nimias, determinar cuál de los dos es el válido nos dirá cómo se forman los planetas gigantes y, lo que es más importante, “nos va a dar información sobre la frecuencia con la que se originan planetas de este estilo”, explica Pérez. Según este investigador, “si no necesitas crear primero un núcleo, podría ser más sencillo tener planetas gigantes, con lo que estos serán más frecuentes”.

El origen de la vida

 

 

El origen de la vida

 

 

Otro de los aspectos interesante de este planeta es que al haberse formado en los inicios del Sistema Solar, aún mantiene elementos que pueden proporcionar información sobre los componentes originales. “Es como si tuviéramos una muestra de la nebulosa protoplanetaria que nos dará una información directa sobre la cantidad de agua que teníamos en aquel momento”, explica Pérez.

Precisamente uno de los objetivos de Juno será medir la cantidad de agua y amoníaco en la atmósfera de Júpiter. Como estos compuestos son volátiles se han evaporado en aquellos planetas más cercanos al Sol, sin embargo, “Júpiter está en la frontera y nos podría dar información sobre la cantidad de agua que había en el sistema solar primigenio”, explica este astrofísico. En definitiva, el conocimiento de la abundancia de agua en su atmósfera puede ayudarnos a comprender la formación de estos planetas e incluso nos puede ofrecer pistas sobre el origen del agua en la Tierra.

Aún está por ver si las hipótesis que definen a Júpiter como un destructor de mundos son ciertas. Probablemente Juno no sea capaz de dar respuesta a esta pregunta, pero sin duda, logrará desvelar algunos de los secretos que el gigante gaseoso guarda bajo su manto de nubes.

¡La Humanidad en el Espacio! ¿Para cuando?

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El primer cohete lanzado desde Cabo Cañaveral

Mirando la escena que la imagen de arriba nos presenta, nos resulta algo antigua y pasada de moda si la comparamos con los vuelos que en el presente se programan y los ingenios espaciales que las modernas tecnologías nos permiten enviar al espacio exterior a la búsqueda de otros mundos que, aunque en nuestro propio Sistema solar, debemos conocer para saber, qué nos puede esperar en regiones más lejanas que, algún día en el futuro, tendremos que visitar buscando cobijo a una Humanidad que no tendrá bastante con el pequeño mundo que ahora ocupa.

Aquello fue todo un acontecimiento, una nueva era de los viajes espaciales que comenzó en aquel mes de Julio de 1950 ¡El primer cohete lanzado desde Cabo Cañaveral, Florida: el BumperII. Como una prueba o investigación para probar los sistemas y, al mismo tiempo, investigar la artmósfera superior de la Tierra con sensores especiales que medían las distintas caracterísiticas de la alta atmósfera así como los impactos de los rayos cósmicos. Hasta pasados siete años, la Unión Soviética no lanzó el Sputnik I y II,  los primeros satélites que orbitaron la Tierra.

  

                                                            El primer vuelo del Columbia – Imagen cortesía Wikipedia

El 12 de abril de 1981, despegaba la lanzadera espacial Columbia,  la primera nave espacial reutilizable. La lanzadera espacial Columbia se entregó a la NASA el 25 de marzo de 1979. Tras su primer vuelo operativo, se mantuvo en servicio hasta el 1 de febrero de 2003; ese día, durante la reentrada en la atmósfera, la nave se desintegró causando la muerte de sus siete tripulantes.

Aquel Proyecto sobrepasó a la NASA que se vio sometida a enormes presiones para mantener el proyecto de lanzamientos de las lanzaderas que, como todos conocemos ahora, fue apresurado a pesar de las muchas dificultades técnicas. Estas circunstancias estarían en la base del accidente del Challenger que nos sobrecogió a todos.

Está claro que la imagren de arriba nos producía otra impresión, nos transmite poderío y seguridad. Sin embargo, tampoco el sistema fue el idóneo para lo que buscamos, lo que queremos, lo que necesitamos pero, pensar en viajes espaciales tripulados… ¡No es ninguna bagatela!

File:Challenger explosion.jpg

El accidente del transbordador espacial Challenger se produjo el 28 de enero de 1986. La Imagen de la desintegración del Challenger, tras 73 segundos de haber iniciado su viaje permanece en la mente de todos los que, en directo pudimos contemplar tan fatídico suceso.  Las juntas fallaron debido principalmente a la sobrecompresión repetida durante el montaje y que las bajas temperaturas agravaron aún más. Esta anomalía fue advertida por los ingenieros de Morton Thiokol, los fabricantes de las partes del impulsor, se advirtió a la NASA, pero por presión de la misma NASA los ingenieros de Morton Thiokol cedieron y autorizaron el despegue.

El Discovery asciende por el cielo al inicio de la STS-31, mientras, por primera vez desde 1986, el segundo transbordador, el Columbia, espera su turno para ser lanzado. Cuando se lanzó el Hubble al espacio la Humanidad emprendió el camino hacia el verdadero conocimiento del Universo lejano.

 

                                              Ya situado en orbita, el Hubble durante su despliegue.

Ya situado en su preciso lugar, pudo realizar el trabajo para el que fue construido y, su rentabilidad -a pesar de las protestas de muchos- no tiene dudas.

El lanzamiento del Telescopio más rentable hasta el momento que nos ha podido llevar en un viaje hasta el espacio profundo y enseñarnos galaxias que vivieron hace doce mil millones de años, es decir, muy cercanas en el tiempo, al nacimiento del Universo mismo. Con el Hubble, hemos captado imágenes de impable precio al poder localizar y ver objetos antes misteriores como púlsares, estrellas de neutrones y enanas blancas, Agujeros negros y Quasares situados en el centro de galaxias activas. No digamos de rica diversidad de la familia de Nebulosas y de algunas explosiones supernocas.

Todo eso formará parte de nuestro vagaje intelectual cuando un día lejano en el futuro, tengamos esas naves idóneas para poder hacer (ahora sí) esos viajes a otros mundos que ahora tanto añoramos y que, de ninguna manera estamos capacitados a realizar por falta de medios tecnologícos y humanos que no deben ser sacrificados, a cualquier precio: No a los viajes de Ida sin vuelta.

                                        El astrónomo suizo Michel Mayor. / Uly Martín (EL PAÍS)

“La existencia de mundos fuera del sistema solar era una fantasía de muchos y una posibilidad (con algún indicio astronómico) para los científicos. Desde 1995, esa idea, los planetas extrasolares, es una realidad. Fueron el astrónomo suizo Michel Mayor y su entonces joven colaborador Didier Queloz los descubridores del primer cuerpo de este tipo, 51 Pegasi, en órbita de otra estrella, y se abrió así un nuevo campo de investigación muy fecundo: más de 750 planetas ya identificados y el conocimiento sobre cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios en el universo. Mayor y Queloz han recibido este año el Premio Fronteras del Conocimiento en Ciencias Básicas de la Fundación BBVA.

Mayor, a sus 70 años, profesor —ahora emérito— de la Universidad de Berna, sigue investigando en primera fila sobre los planetas extrasolares, a los que llegó desde su formación como astrofísico teórico y sus investigaciones sobre los brazos de las galaxias espirales. Lo definitivo, dice, fue la puesta a punto de un método de detección indirecta de esos planetas mediante la observación sutil de los movimientos que inducen gravitatoriamente en los astros que orbitan.”

                   Cuando es preguntado sobre vida y otros mundos, el profesor nos dice:

“El hombre fue a la Luna y tardó unos tres días. Siendo muy optimistas, el planeta extrasolar habitable más próximo estaría a unos 30 años luz, es decir, 1.000 millones de veces más lejos que la Luna, así que se tardaría muchísimo. Cabe pensar en nuevas tecnologías para viajar más rápido, pero el coste energético sería descomunal, algo completamente loco, y viajar a una velocidad cercana a la de la luz… En realidad es un problema de leyes físicas, no de tecnología. Así que visitar esos mundos es impensable porque están muy lejos. Para aprender algo de ellos nos queda observarlos con telescopios.”

Acabábamos de descubrir que el Universo no terminaba en los límites de la Vía Láctea, sino que se había ampliado hasta el “infinito”, con galaxias y objetos cada vez más extraños. Sólo en el horizonte del Hubble se contabilizan 500 millones de galaxias. Y los descubrimientos continúan: desde el centro galáctico se observa un chorro de materia que se eleva más de 3.000 a.l. perpendicular al plano galáctico; se observan objetos como Alfa Cygni, que emite una energía radial equivalente a diez millones de veces la emitida por una galaxia como Andrómeda; se estudian los cuásares, que a veces parecen mas cercanos de lo que sugieren las mediciones del efecto Doppler; se habla de efectos de perspectiva que podrían falsear las conclusiones… Y nos asalta una batería de hipótesis, observaciones, nuevas hipótesis, nuevas observaciones y,  nuevas dudas…

Todavía no se ha hallado una respuesta cierta y global. Un número cada vez mayor de investigadores está buscándola en miles de direcciones. De esta forma se elaboran nuevos modelos de estrellas, galaxias y objetos celestes que quizá sólo la fantasía matemática de los investigadores podían concretar: nacen los agujeros negros, estrellas de Quarks,  los universos de espuma, las cadenas…

Todos esos conocimientos que poco a poco vamos atesorando, serán la base del conocimiento que nos posibilitará en el futuro, llegar más lejos y m,ás rápido a lugares que ahora nos resultan sólo un sueño, toda vez que, poco más de medio siglo de experiencias en viajes espaciales, viene a ser como nada, simplemente son los conocimientos básicos para mayore sempresasque aún quedan muy lejos de nuestro alcance.

http://www.astrored.org/astrofotos/d/9177-1/gale_crater_Sridge_20070116_9.jpg

Viajar hoy al mismo planeta Marte, queda fuera de nuestro alcance y enviamos sondas y naves que nos cuentan lo que allí pasa preparando el viaje que algunos señalan para el 2020 pero… ¡Es una ilusión! Ni nosotros ni las naves con las que contamos podrían hacer un viaje de tales exigencias. Cuando vayamos, tiene que ser con todas las garantías de futuro en la instalación y en el regreso, lo que hoy por hoy, no podemos garantizar

File:Cassini Saturn Orbit Insertion.jpg

Un Proyecto que ha pasado todas las pruebas y, comparándo el coste con su rentabilidad… ¡Los beneficios son infinitamente superiores al esfuerzo realizado! Y, con la gran cantidad de conocimiento que nos ha podido sumistrar de Saturno, Titan y otras lunas y de la región en general, nos ha facilitado el saber de lo que en estos lugares se gesta y como se comportan los planetas gaseosos y los pequeños planetas que, como Titán, podrían ser una fuente de sopresas en un futuro no muy lejano.

                                                               Posiblemente, así veríamos Saturno desde Titán

Repetir aquí escenas y lugares de lo ya conseguido, por lo muy visto y manoseado en lugares como este, prefiero dejarlo de lado y, pasar de manera directa a ese futuro que presentimos y que, desde luego, será la consecuencia de todos estos “pilares” que posibilitan la construcción de ese primer “edificio del viaje espacial” que literalmente se pueda ganar ese nombre al ser un vuelo tripulado por seres de nuestra especie.

Bastidor inmovil de John Glenn en órbita desde la cámara interior de Friendship 7

Lanzamiento de la histórica misión Mercury 6 en la que John Glenn se convirtió en el primer estadounidense en orbitar la Tierra. Dentro de unas décadas, estas imágenes nos parecerán tan viejas que nos recordaran aquella legendaria conquista del Oeste con sus carretas. Las futuras modernas naves espaciales no tendrán nada que ver con estos antiguos cohetes de los primeros pasos por el espacio cercano.

Ahora, tratemos de imaginar que a princpios del próximo siglo, podemos construir una nave espacial-ciudad que pudiera estar preparada para alojar a familiar enteras, con sus escuelas y fábricas, sus centros de energías, sus hospitales y todo lo necesario para que, como aquí en la Tierra, tengan, durante el viaje todas las necesidades cubiertas. Además, para esas fechas, ya no son problema ni la gravedad artificial ni tampoco el repeler, mediante campos magnéticos alreddor de la Nave, a todas esas partículas nosivas provenientes del Sol y de otras estrellas.

Nave espacial y ciudad futurista

Habremos entrado en otra era y se podrán leer cosas como…

“Ahora sí, parece que todo está bien controlado para poder realizar el sueño largamente retenido de viajar a otros mundos de fuera de nuestro propio Sistema Solar y, hecha una selección lógica, se ha elegido a epsilón Eridani es una estrella de la constelación de Eridanus. Está situada a unos 10,5 años-luz de la Tierra, siendo una de las más próximas al Sistema solar y,  la tercera más próxima visible a simple vista. Es una estrella de la secuencia principal, de Tipo Espectral K2,  muy parecida al Sol, con una masa de 0,83 masas solares, un radio de 0,895 radios solares y una luminosidad estelar de 0,28 veces la solar. Su espectro óptico  es muy variable, con muchas líneas espectrales de emisión.  Tiene un campo magnético muy fuerte que gira aproximadamente cada 11 días. Su período de rotación es de 12 días. La razón para todo ello es su juventud: tiene sólo 600 millones de años cuando nuestro Sol tiene 4600 millones. Un lugar interesante para el estudio y, por los alrededores, pueden haber planetas habitables.”

Nave espacial y ciudad futurista

Lo cierto es que la expedición con todos los honores y en presencia de Autoridades y Público en General, partío para aquella aventura -algo incierta- el 4 de Julio de 2.050 cargado de toda la ilusión de un proyecto magno puede transmitir a cada uno de los enamorados respondsables del proyecvto al que entregaron su vida misma y la vida de sus familia. Que estimaban garantizadas dado que, también habían buscado el remedio para soportar esas velocidades relativistas sin que el cuerpo humano, padeciría rémoras dejadas por esos cambios de inusitadas velocidades.

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Así que la Nave salió y, desde luego, nuestras disciplinas científicas no se quedaron paradas; La Física, la Biofísica y Astrofícia, la misma Astronomía, la Biología molecular y las Matemáticas, así como todas las teorías en marcha que van más alla de las cuerdas una vez conquistada la energía de Planck que pudo facilitar ese viaje a Epsilon Eridani, ahora las fluctuaciones de vacío no tienen secreto y se descubrió por fin, que “materia oscura” como el “eter” no existía y que un apéndice de la gravedad, era el causante de todo lo que podíamos observar y que no entraba en la normalidad de lo que sabíamos. Una constante cosmológica algo dirente a la de Einstein estaba allí y hacía que el espacio se expandiera.

Nos creíamos los dueños del átomo y también de las galaxias y, como si de dioses se tratara, “jugábamos con lo grande y con lo pequeño para tratar de entrar en sus entrañas, conocer sus contenidos y saber, de una vez por toda, esos secretos de la materia que nos resistieron durante años. Ahora, era posible el viaje, a más de 10 años- luz de la Tierra.

http://4.bp.blogspot.com/_Fu_Yym_Znbg/TTx0v6fodHI/AAAAAAAAAHY/3HiSooefiN0/s1600/COSMOS.jpg

Una cosa que, aunque podía ser previsible, no había sido prevista: Veámos, la Nave ciudad construida tal efecto, viajaria a 300.000 kilómetros por hora, máxima velocidad conseguida hasta esa fecha, y, recorrer más de 10 años-luz a esa distancia implicaría un tiempo considerable de unos 9 460 730 472 580,8 km por año viajando a 299.792,458 Km/s. Lo que nos distanciaria de la velocidad de la luz a una distancia abismal, es decir, sólo podríamos viajar a la décima parte de la velocidad de la luz.

A pesar de todo eso y creyendonos en posesión del dominio de los átomos y las galaxias, el viaje partió hacia su futuro en Epsilon Eridani y todos, sin ecxcepción, estaban tan contentos como ilusionados al partir sin tener en cuenta que, en tan largo viaje muchas cosas podrían pasar. A pesar de que la tripulación sería crionizada por turnos, seguramente no llegarían todos los que salieran de la Tierra hacia aquella otra “Tierra” prometida.

Sólo habían pasado 25 años desde la partida de la Nave y, en la Tierra, sucedieron cosas que, aunque podían haber sido previstas, estas cosas surgen cuando tienen que surgir , de manera inesperada, cuando algún físico descubre la manera de poder obtener de la Naturaleza, aquello que ésta le ofrece y que antes, nadie había podido observar ni comprender que allí estaba a disposición de todos, aquella maravilla que, sin tene que doblegar la velocidad de la luz -cosa que es imposible-, sí, podía, sin embargo, burlarla para poder llegar a lugares que, de la otra manera, necesitarían años, milenios y millones de años para poder conseguirlo viajando a la relativimente lenta, velocidad de la luz si la ponemos en el contexto del Universo de cuyas distancias ya sabemos algo.

Así que, una vez perfeccionado, en unos pocos años el viaje a través del Hiperespacio, resultó que se enviaron naves y demás elementos para poder instalarse en el planeta objeto del destino de los Viajeros que, cuando llegaron muchos, muchos, muchísimos años más tarde, se pudieron encontrar con el trabajo terminado y aterrizaron en las afueras de la más hermosa ciudad futurista que podían haber imaginado.

Cada logro tiene su tiempo y, si queremos hacer las cosas antes de tiempo… ¡Las consecuencias no son buenas!

Con todo esto quiero significar que, a veces, no conviene correr tanto, hay que dar tiempo al tiepo al tiempo. Las cosas no llegan por que sí, sino que vienen a nuestras mentes, a nuestra comprendión, cuando estas están preparadas para utilizar dicho conocimiento. El precipitarnos nos puede llevar a situaciuones que como la que aquí constamos, podían haber sido evitadas en vidas, en trabajo y esfuerzo y en mucho tiempo perdido. Mejor esperar los momentos idóneos para cada codsa que, por otra parte, no nos resultará fácil.

emilio silvera

¡Han pasado 45 años!

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La escena pertenece a la historia de la Humanidad tratando de salir del confinamiento del planeta Tierra. Un arriesgado intento de llegar a otros lugares a pesar de las muchas dificultades que para conseguirlo había que vencer. Podríamos decir que fue el balbuceo de los auténticos viajes espaciales que en el futuro vendrán.

Aunque ahora nos parezca mentira, el Apolo 11 llegó a la luna con un computador de teclado y pantalla que pesaba 30 kilos, al que llamaban DSKY, fue desarrollado por los laboratorios MIT y hoy en día no sería comparable a ninguno de nuestros aparatos, ya que la tecnología ha avanzado mucho. Durante el viaje de Apolo 11 hubieron varios problemas, pero el más importante fue el del combustible, que se quedó escaso, y Neil Armstrong casi estrella el Eagle. Pero afortunadamente no ocurrió nada y todo fue sin problemas graves.

viaje

El 21 de julio de 1969 se retransmitió para todo el mundo como el primer hombre, Neil Armstrong, pisaba la luna. Pero hay una curiosidad que no todo el mundo sabe, y es que la emisión se cortó durante unos minutos, para aparecer directamente en la luna. Nadie sabe a ciencia cierta que pasó ese tiempo. Se calcula que 600 millones de personas siguieron en directo el alunizaje, se retransmitió para todo el planeta desde el Observatorio de Parkes, en Australia y fue un momento muy importante, ya no sólo por lo que significaba, sino que es el recuerdo histórico de ese primer paso, tan importante para la Humanidad que diría el famoso astronáute.

Una cosa es enviar naves y sondas espaciales a los distintos lugares que deseamos conocer y estudiar y, otra muy distinta, es enviar una nave bien pertrechada con tripulación humana para que seámos nosotros, en directo, los que investiguemos y comprobemos lo que allí ocurre, lo que existe en aquel lugar. Se habla del viaje tripulado a Marte que, en parte, no deja de ser una gran ilusión para mantener en vilo el deseo contenido durante mucho tiempo por todos que, de una u otra manera, recordamos aquellas vijeas historias de marcianos y de canales.

Pero lo cierto es que, ¡no será nada fácil conseguir tal viaje!

Carecemos de las garantías necesarias que asegure la vida de los futuros tripulantes y, habiendo salvado de chiripa, el escollo de la Luna… Lo de Marte habrá que dejarlo para dentro de mucho, mucho, mucho tiempo.

Claro que… ¡Somos tan osados e insensatos -a veces- que, ¿quién sabe?!

emilio silvera

¡Marte a la vista!

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Current view of the Mars Science Laboratory's position on the journey between Earth and Mars. Image is generated by NASA's Eyes on the Solar System 3-D interactive

 

El cuarto planeta a partir del Sol, el planeta rojo que tiene el nombre del dios de la guerra, siempre fue un gran misterio para nuestros antepasados cercanos que, dejaron volar su imaginación y “navegaron” por sus inmensos canales y soñaron con “marcianos” con todo tipo de morfologías.

Artist's concept depicts the moment that NASA's Curiosity rover touches down onto the Martian surface

Camino del planeta vecino, con seguridad y sin incidentes, viaja la Mars Science Laboratory (Curiosity) que, a dos meses de su llegada, prevista para Agosto próximo y con dos años de retraso sobre la fecha inicialmente planeada, podrá inciar sus labores principales de comprobar si alguna vez pudo haber vida en Marte, estudiar su clima, su geología, y recopilar datos para una futura exploración humana del planeta. Se trata del rover más grande de la historia de la NASA, cinco veces más pesado y con diez veces el peso en instrumentación científica de Spirit y Opportunity, sus predecesores en la superficie del planeta rojo.

Para ello lleva a bordo diez instrumentos científicos, que van desde cámaras a medidores que son capaces de determinar la composición de rocas y suelo hasta a siete metros de distancia del rover, pasando por otros que adquirirán muestras de la atmósfera y del suelo para su análisis. Estos instrumentos incluyen también una estación meteorológica diseñada por el Ministerio de Educación y Ciencia españoles con colaboración del Instituto Meteorológico Finlandés.

El REMS (ya expliqué aquí ampliamente sobre este ingenio), que es como se llama este instrumento, medirá la presión atmosférica, la humedad, la velocidad y dirección del viento, la temperatura del aire y del suelo, y los niveles de radiación ultravioleta. No es, además, la única colaboración internacional en esta misión, pues también Francia, Canadá, Alemania, y Rusia han participado en el diseño de algunos otros de los instrumentos de a bordo.

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Este será el destino elegido por la misión, el Cráter Gales de Marte. Después de un viaje de ocho meses hacia aquel planeta, Curiosity se posará a los pies de una montaña de 4,8 kilómetros de altura, una montaña en medio de un cráter de impacto. ¿El impacto no debería de haberlo aplastado y dejado plano? Algunos científicos piensan que el cráter de 155 kilómetros  de ancho se llenó con sedimentos a lo largo del tiempo y los vientos implacables de Marte tallaron una montaña en el centro, donde ahora se erige casi tres veces más alta que la profundidad del Gran Cañon. Debido a su historia, esta montaña extrañamente esculpida es el lugar ideal para que Curiosity lleve a cabo su misión de exploración hacia el pasado del Planeta Rojo.

Debido a su historia, esta montaña extrañamente esculpida es el lugar ideal para que Curiosity lleve a cabo su misión de exploración hacia el pasado del Planeta Rojo. Joy Crisp, quien es científico adjunto del proyecto MSL del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, explica: “Ésta podría ser una de las secciones de rocas sedimentarias expuestas en capas más gruesas en el sistema solar. El registro de roca preservado en estas capas contiene historias que datan de miles de millones de años; historias acerca de si Marte podría haber sido habitable, cuándo y por cuánto tiempo”.

File:Mars-Schiaparelli.jpg

Hoy día el planeta Marte está inundado por la radiación y hace que la vida en su superficie (al menos eso creo) sea imposible. Sin embargo, no sabemos lo que podremos encontrar en lugares que, preservados de la radiación exterior (en el subsuelo), pueda existir. Si en efecto. la vida se puso en marcha en la superficie del planeta Marte hace 3.800 millones de años, según todos los indicios, se habría enfrentado a una desesperada carrera contra el tiempo. Apenas había terminado el bombardeo esterilizante cuando el clima allí empezó a deteriorarse. A medida que la temperatura descendía  y el agua se congelaba, los habitats apropiados habrían sido cada vez más escasos. en tan sólo algunos cientos de millones de años, cualquier organismo remanente se habría retirado, con toda probabilidad arefugios especiales, tales como lagos desolados protegidos por cubiertas de hielo, o lugares profundos horadados por la actividad volcánica del planeta en el subsuelo.

Pero conozcamos algo mejor lo que hay en aquel planeta. Arriba contemplamos una vista de la montaña marciana del Monte Olimpo que se eleva 27 kilómetros sobre el macizo Tharsis y tiene 550 kilómetros de diámetro. Es la montaña más grande de su tipo en todo el Sistema solar, equivalente a amontonar siete montes Everets de la Tierra. La importancia del Monte Olimpo no está en su tamaño, sin embargo, sino en el hecho de que es un volcan. Donde se dan juntos volcanes y agua, pueden aparecer fuentes calientes: sistemas hidrotermales como los que conocemos aquí en la Tierra que muy probablemente fueron un hogar para aquellos primeros organismos vivos. ¿Habrá florecido también la vida microbiana en Marte hace 3.800 millones de años, quizá en alguna fuente burbujeante en las pendientes del Monte Olimpo, o en las profundidades de rocas porosas por debajo de un mar marciano hace mucho tiempo desaparecido? Y, si fue así, ¿seguirán aún allí escondidos en habitats ignotos lejos de la temible superficie?

Conforme a los datos que tenemos del pasado volcánico de Marte, ¿quién sabe qué maravillas podríamso encontrar en sus entrañas? Estamos enviando costosos ingenios con la esperanza de que nos diga si alguna vez, o, también ahora, hubo o hay vida en aquel planeta. Sin embargo, es difícil que podamos conseguir resultados positivos tal y como queremos hacerlo. ¿Sabremos elegir el lugar adecuado? Y, si en verdad hay vida microbiana o de cualquier otro tipo en aquel planeta, ¿Estará en la superficie, o, por el contrario habría que buscarla en las profundidades de Marte?

Hace cuatro mil millones de años, Marte aún resplandecía con el calor de su formación. La radiactividad calentaba la corteza. Los impactos cósmicos fundían la superficie. A medida que el planeta luchaba para deshacerse de este calor primordial, escupía lava de los inmensos volcanes a una escala masiva, creando inmensas llanuras de roca fundida similares a los mares de la Luna. A medida que su corteza se enfriaba lentamente, el vulcanismo declinaba continuamente; para la época en que cesó el bombardeo iontenso, estaba básicamente confinado a tres regiones principales: Tharsis, Elisium y Hellas. Si hay volcanes vivos hoy en Marte, no están manifestando ningún signo de actividad. Sin embargo ha habido erupciones a lo largo de toda su historia: Por ejemplo, alrededor del Monte Olimpo dentro de los últimos mil quinientos millones de años, y cerca de Alba Patera en épocas tan recientes como hace quinientos millones de años. Parece razonable pensar que pueden seguir existiendo algunos puntos calientes probabablemente en el subsuelo profundo que incluso, podrían mantener activas algunas fuentes termales que, como sabemos, son precursoras de vida.

Los especialistas de la NASA han estado estudiando de manera profunda los lugares en los que podían encontrarse los puntos en la superficie del planeta en los que, en el pasado, pudo existir actividad hidrotermal y, la ladera del volcan Hadriaca Pladera parece un buen lugar. Allí existen muchos valles fluviales enmarañados que fluyen desde el borde de la antigua caldera, cruzados por un canal espectacular que emerge abruptamente a mitad de pendiente.

http://www.xtec.cat/~aparra1/astronom/mars/marsv.jpg

Otro volcan, Apollinaris Patera (arriba), domina una región de aspecto singularmente brillante cerca del borde de la caldera, que podría ser un depósito mineral de fuente caliente. Un volcan similar en el área llena de cráteres conocida como tierra Cimmeria ha erosionado fuertemente las pendientes y está situado en el comienzo de un enorme curso de agua. Muchos valles fluviales en Marte se dan en terreno caótico, done hay grandes bloques de roca en masas revueltas. Se cree que esta topografía se formó cuando la roca fundida se introdujo en el hielo del suelo. Cuando el hielo se fundió, el agua fluyó haciendo haciendo que la tierra colapsara de una forma azarosa. Tales áreas serían buenos lugares para que se pudieran encontrar sistemas hidrotermales poco profundos.

Imágenes de Curiosity camino a Marte

Ahí va Curiosity, temeraria y en la soledad del espacio interestelar, pero, sin embargo decidida a desvelar los misterios que esconde el planeta Marte.  Misiones como esta son las únicas posibles que podemos intentar para desplazarnos a esas distancias, y, aunque lo ideal sería una misión tripulada, ésta que lejos de nuestros actuales posibilidades, toda vez que, nuestra tecnología no es lo suficientemente avanzada para garantixar la integridad de tripulantes humanos que, dicho sea de paso, serían los que, realmente, podrían encontrar la Vida en aquel planeta al poder tener acceso a otras dinámicas distintas a las que las máquinas puedan tener por muy sofisticadas que nos puedan parecer, nunca podrán reemplazar el ingenio y la repentización ante problemas inesperados que pueden resolver los seres humanos.

En las suaves laderas alrededor de la montaña, Curiosity buscará moléculas orgánicas, los componentes químicos fundamentales de la vida. El Orbitador de Reconocimiento de Marte ha encontrado una intrigante marca de arcilla cerca de la parte inferior de la montaña y sulfatos minerales un poco más arriba. Ambos minerales se forman en presencia de agua, lo cual incrementa la posibilidad de existencia de ambientes propicios para la vida. En ese lugar se pueden encontrar todos los tipos de minerales acuosos que han sido detectadfos hasta la fecha en Marte

La arcilla se deposita lentamente en el agua y forma pequeñas plaquetas que se colocan alrededor de las cosas, endureciéndose con el tiempo y envolviéndolas como un “molde”. La arcilla podría sellar los componentes orgánicos del ambiente exterior así como ésta preservó los huesos de dinosaurios aquí en la Tierra. Se cree que, si los compuestos orgánicos existieron alguna vez en marte, podrían estar preservados en la arcilla de de las laderas del Cráter Gale.

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Sí, sería una temeridad descartar al planeta Marte como un posible refugio para la vida actual. Los volcanes en erupcion y las chimeneas vomitantes podrían ser algo básicamente algo del pasado, pero un calnetamiento geotérmico sustancias podría seguir teniendo lugar en el subsuelo profundo. Aunque el permofrost se extiende hasta varios kilómetros de profundidad, bajo él podría habeer grandes cantidades de agua líquida, y probablemente salada. Sabemos que la biosfera de la Tierra penetra a gran profundidad dentro de la corteza. Si hay organismos que pueden morar tranquilamente en la zona subsuperficial, también podrían hacerlo en Marte. Y, aunque en Marte no existan las ricas chimeas oceánicas de la Tierra, sí que es posible que, los organismos vivos de allí, se pudieran haber adaptado a las condiciones espartanas allí reinantes en las que, sistemas ecológicos bacterianos, de hongos o líquenes y hasta susanos, pudieran estar adaptados y ricamente instalados. Todos conocemos de las inhóspitas condiciones en que bacterias y arqueas pueden vivir en lugares de la Tierra en los que, normalmente, para nosotros resultan un infierno. Así que, las condiciones que puedan existir bajo el permafrost marciano, podrían ser, para esta clase de seres benigna.

Gale se ubica en Elysium Planitia, la segunda región volcánica más grande en Marte. Está aproximadamente 4,5 grados al sur del ecuador marciano. El cráter es muy grande y tiene una amplia cantidad de características geológicas interesantes. Tiene una posición de baja elevación sobre la superficie marciana, lo que significa que si en el pasado hubo agua en la superficie de Marte, es posible que corriera cuesta abajo por el cráter Gale. El cráter muestra una formación llamada abanico aluvial  que probablemente se formó con sedimentos transportados por el agua.

        Lo cierto es que, algunas de estas instantáneas del lugar, son muy sugerentes de lo que allí se pueda encontrar.

En el medio del cráter hay una gran montaña que contiene varias capas de sedimentos con diferentes minerales que se formaron durante diferentes periodos de la historia de Marte, pudiendo revelar pistas acerca de cómo fue Marte en el pasado. Las capas en la base de la montaña contienen arcillas y sulfatos, ambos conocidos por formarse en presencia de agua. El lugar, según los expertos, aunque nos ofrece un paisaje visualmente dramático, también reune características que se traducen en un real y gran potencial para hacer inportantes hallazgos científicos.

                                           Imágenes muy sugerentes, ¿qué pueden encerrar?

El planeta Marte y la posible existencia de vida allí, tanto en el pasado conmo en la actualidad, siempre ha despertado mi curiosidad y, he tratado de documentarme al respecto teniendo un buen arsenal de datos y resultados de estudios e investigaciones que sobre el planeta se han realizado, así como todos los resultados de las misiones que allí se han enviado. Creo firmemente que, en aquel planeta, está presente la vida en aquellos lugares que les son permitidos lejos de la superficie, Y, lo que un día podamos allí encontrar, serán “seres” microscópicos y, posiblemente, algunos hongos, líquenes y, posiblemente gusanos del barro entre otros similares que, son las únicas formas de vida que se pudieran permitir en aquellas condiciones (sobre todo) subterráneas con más benignas temperaturas y el agua corriente circulando.

Auqnue creo que la vida, como tal, sólo la encontraremos nosotros cuando vayamos al planeta. Estos ingenios sí podrían encontrar vestigios de la vida pasada. Sus caracterísiticas no son las más idóneas para poder introducirse en profundas galerias a gran profundidad que, serán los lugares donde la vida se pudo refugiar.

Olvidaos de encontrar marcianitas como la de arriba, ¡ya quisieran algunos! Y pensar que nuestra Galaxia está llena de mundos en los que prolifera la vida y no podemos tener acceso a poder contactar con ella. ¿Cómo serán? ¿Que civilizaciones habrán creado? ¿Qué grado de inteligencia habrán podido alcanzar? ¿Qué sabrán de Astronomía, de Física o de Matemáticas? ¿serán parecidos a nosotros?

Una puesta de Sol en Marte

 

La manera más fácil de hacer un planeta más caliente es utilizando el efecto invernadero. Los gases invernadero tales como el dióxido de carbono actúan como un parasol, atrapando el calor del Sol cerca de la superficie del planeta. Hoy la atmósfera marciana es demasiado delgada para producir mucho calentamiento por efecto invernadero, pero ciertamente habría sido mucho más espesa durante los primeros mil millones de años. Como sucede con la Tierra, Marte adquirió una densa atmósfera inicial tanto por la degasificación del planeta como por el aporte de sustancias volátiles por parte de cometas, asteroides y planetesimales helados. Un CO2 abundante habría elevado la temperatura de modo espectacular. Claro que algún día, lejos en el futuro, podremos  terraformar Marte para hacerlo habitable por los humanos. Lo creo firmemente.

Lejos quedan ya los grandes Canales de Marte de Schiaparelli, un científico reputado, dieron mucho que hablar y estuvieron bastante tiempo en las primeras planas de todo el mundo. Consecuencia de todo aquello fue el movimiento social que, en torno a aquel planeta se gestó y que ha llegado hasta nuestros días. Marte, siempre misterioso y queriendo decirnos alguna cosa que aún, no hemos podido oir. Percival Lowel, un rico terrateniente, se construyó un inmenso telescopio para observar los canales.

Una vez que acabó el bombardeo, el dióxido de carbono de Marte siguió fugándose, por varias causas. Parte de él escapó al espacio, parte se disolvió en el agua o quedó absorbido en el regolito, y una gran cantidad puede haber quedado incorporada en carbonatos u otros minerales en las rocas. Sin algún proceso compensatorio, el CO2 hubiera sido engullido en muy poco tiempo. Probablemente, el calentamiento geotérmico invirtió algunos de estos procesos y devolvió parte del CO2 a la atmósfera.

 

Marte tuvo un período de calentamiento que permitió la presencia de agua líquida, como se deduce de las miles de imágenes tomadas por los distintos ingenios enviados por la NASA. Durante unos cientos de millones de años puede haber habido una presión  atmosférica moderadamente alta y un calentamiento asociado por efecto invernadero. Finalmente, sin embargo, el calor geotérmico desapareció, el reciclaje del CO2 flaqueó, y la presión atmosférica cayó en picado, produciendo el desierto liofilizado que vemos hoy en Marte.

 

Monte Olimpo, considerado el Volcan más grande del Sistema Solar.

 

Otro mecanismo comodín concierne al movimiento del planeta. Marte tiene una órbita bastante excéntrica, y ninguna luna que pueda estabilizar su eje de giro. Habría habido veces en que condiciones favorables de los movimientos de rotación y orbital condujeran a un calentamiento solar considerablemente aumentado. En ocasiones, el eje de rotación podría haberse inclinado mucho, de modo que los polos recibieran más luz del Sol que las regiones ecuatoriales. Esto hubiera fundido los casquetes polares y producido un efecto invernadero en aumento. En el balance global, episodios repetidos de inundación, formación de océanos y glaciación, seguidos por largos períodos de inactividad, parecen más probables que el simple enfriamiento ininterrumpido.

 

 

¿Dónde reside la fuente del Metano detectado en Marte? ¿Es de origen biológico?

 

Respecto a la posibilidad de vida, el hecho de que Marte  estuviese caliente y húmedo hace entre 3.800 y 3.500 millones de años es altamente significativo, pues significa que Marte se parecería a la Tierra en una época en que la vida existía aquí. Esto ha llevado a algunos científicos a concluir que Marte habría sido también en esa época un lugar apropiado para la vida. Por sí misma, sin embargo, la presencia de agua líquida es sólo una parte de la historia. Lo que hace que las perspectivas de vida parezcan tan buenas es que Marte no sólo tiene agua líquida, sino también volcanes.

Bueno, después de este pequeño recorrido por el planeta, mejor será que nos quedemos a la espera de que, Curiosity pueda llegar sin novedad a aquel planeta y, una vez se asiente en la superficie, comience su misión y, sin demora, empiece a enviar los resultados obtenidos de sus distintas actividades que, al menos a mí, me interesa más aquella que está centrada en la existencia de materia orgánica.

¡Ya veremos que pasa!

emilio silvera