En los comienzos del universo, justo después del Big Bang, existió un ‘plasma de quarks y gluones, dos partículas confinadas hoy en la materia pero que entonces vagaban libremente… Ahora hemos construido aceleradores de partículas que tratan de recrear aquellos momentos para poder “ver” lo que allí pasó y, buscamos el origen de la masa y partículas exóticas que nos digan algo sobre esa supuesta masa “perdida”, o, que no alcanzamos a ver. Así, en la nueva etapa del LHC que comenzará en Abril sus actividades, buscarán indicios de las partículas WIMPs que se cree forman la “materia oscura”.
Esta fotografía muestra el anillo de polvo de la estrella Fomalhaut, situada a 25 años luz de distancia de la Tierra.
La galaxia NGC 2683 es una galaxia espiral que emula la forma clásica de las naves especiales en la ciencia ficción.
Esta es la imagen más detallada que existe de Messier 9, una conjunción de estrellas en el centro de la Vía Láctea.
El Hubble produjo esta bella imagen de la galaxia espiral NGC 1483, localizada en el sur de la constelación Mahi-mahi.
Como las nubes que asechan en un día de lluvia, el hubble nos regala esta imagen de la galaxia Centauro.
Este gigantesco grupo de jóvenes estrellas, llamado R136 está a sólo unos cuantos millones de años luz y reside en la galaxia Doradus Nebula, dentro de la gran Nube de Magallanes.
El Hubble captó esta imagen del sistema Eta Carinae la estrella masiva envuelta en gas y polvo que a pesar de su inmensa masa no podemos ver con claridad debido a que ella misma procura, para desalojar tensión, expulsar material al espacio.
Un equipo de científicos ha recolectado suficientes fotos de alta resolución del Hubble durante 14 años.
En la celebración del 21 Aniversario del Hubble, en abril de 2011, apuntaron hacia el grupo de galaxias llamado Arp 273 y rescataron esta bella imagen.
El telescopio espacial Hubble ha logrado captar la extrema violencia del proceso de formación de una estrella es su etapa final, en el que el objeto astronómico se rebela contra su nebulosa
La nebulosa IRAS 05437+2502, una pequeñuela cercana a la constelación de Tauro
¿Qué pintor podría plasmar esta belleza creadora de estrellas?
Los ingenios creados por nuestra civilización ha podido arrancar secretos de la Naturaleza que, ni soñar podrían nuestros abuelos
La Física actual no puede describir lo que sucedió en el Big Bang. La Teoría Cuántica y lña Teoría de la Relatividad fracasan en éste estado inicial del Universo infinitamente denso y caliente. Tan solo una teoría de la Gravedad Cuántica que integre ambos pilares fundamentales de la Física, podría proporcionar una idea acerca de cómo comenzó el Universo. Científicos del Instituto Max Planck para la Física Gravitatoria (Instituto Albert Einstein) en Golm/Potsdam y el Instituto Perimeter de Canadá han hecho un descubrimiento importante en esta dirección. Según su teoría, el espacio está compuesto de diminutas “unidades elementales”. Tomando esto cómo punto de partida, los científicos han llegado a una de las ecuaciones fundamentales de la Cosmología, la Ecuación de Friedmann, que describe el Universo. Esto demuestra que se pueden unificar la Mecánica Cuántica y la Teoría de la Relatividad.
El Tiempo sigue su inexorable e imparable caminar, siempre hacia adelante, hacia ese lugar que llamamos futuro en el que esperamos estará todo lo que buscamos pero, siempre tendremos preguntas que hacer y que nadie sabrá contestar pero, nuestro destino es seguir adelante y tratar de desvelar los secretos que la Naturaleza esconde…, ella, tiene todas las respuestas.
Muchas veces miramos sin ver. Si nos paráramos a pensar en lo que nos quieren decir y que está presente en todas las cosas que podamos observar… ¡Nos asombrarían con los mensajes que nos están gritando! Nada es tan sencillo como parece y todo, sin excepción, está lleno de mensajes que la mayoría de las veces pasamos por alto debido a la inmensa ignorancia que, en realidad, es la mayor carga de la Humanidad. Si supiéramos comprender…
¡Conoceríamos mejor el mundo! Las cosas nos hablan del pasado, nos enseñan el presente y nos dicen cómo serán en el futuro.
Cuando el sabio dijo: “Todas las cosas son”, elevó a la materia a la categoría de Ser. Y, si nos detenemos a pensar… ¿Acaso la consciencia no es el fruto de la evolución de la materia “inerte”?
Nuestro planeta, la Tierra, forma parte de un todo mayor que llamamos Universo y, es una prueba indiscutible de que sus componentes biológicos y físicos forman parte de una única red que funciona de un modo autorregulado y, de esa forma, mantienen las que son ampliamente adecuadas para la existencia de vida, pero que sufren fluctuaciones a todas las escalas (incluidos los ritmos de alternancia de glaciaciones y periodos inter-glaciales, así como las extinciones masivas).
En un sentido real, la Tierra es el lugar que alberga una red de vida única, y la existencia de esta red (Gaia) sería visible para cualquier forma de vida inteligente que hubiera en Marte o en cualquier otro planeta y que fuera capaz de aplicar la prueba conocida de Lovelock y buscar señales de reducción de la entropía.
La atmósfera de Marteestá constituida principalmente por dióxido de carbono (95,3%), nitrógeno (2,7%), argón (1,7%), cantidades menores de agua, monóxido de carbono y oxígeno molecular, y vestigios de gases no- bles como el neón, kriptón y xenón.
Marte, con su tenue atmósfera, es más frío de lo que lo sería la Tierra si estuviera a una distancia del Sol parecida. La atmósfera del planeta Tierra más espesa lo mantendría a una temperatura más caliente.
El estudio de la habitabilidad planetaria está parcialmente basado en una extrapolación del conocimiento de las terrestres, ya que actualmente la Tierra es el único planeta en el que se conoce la presencia de vida.
Es lógico pensar que, al igual que en nuestro planeta, la Tierra, pudiera haber ocurrido en otros muchos a lo largo y a lo ancho del hiper-especio en un sin fin de galaxias y mundos alumbrados por estrellas que les proporcionan la luz y el calor necesarios para mantener formas de vida en presencia de agua líquida y atmósfera adecuada.
Lovelock definió Gaia :
“Una entidad compleja que implica a la biosfera, atmósfera, océanos y tierra; constituyendo en su totalidad un sistema cibernético o retroalimentado que busca un entorno físico y químico óptimo para la vida en el planeta.”
GAIA es considerar el planeta Tierra un Ente vivo, una madre
Ni la NASA, tomó nunca la prueba de Lovelock lo suficientemente en serio como aplicarla a la búsqueda de vida en ; pero si se lo tomó en serio para buscar vida más allá del Sistema Solar.
Ahora, parece que han recapacitado y tenemos ingenios espaciales en distintos lugares del sistemas solar, en lunas y planetas que, como Marte, están siendo muy bien estudiados.
La Mars Phoenix encontró hielo de agua y habiendo diluido porciones de la tierra marciana en agua y debidamente tratada, han hallado la presencia de magnesio, sodio, potasio y cloruros. Uno de los científicos responsables de aquella misión dijo:
“Hay más que evidencia de agua porque las sales están ahí. Además hemos encontrado los compuestos químicos necesarios para la vida como la conocemos. y, lo sorprendente de Marte es que no es un mundo extraño, sino que, en muchos aspectos es igual que la Tierra.”
Ahora mismo, otros robotizados, como la Curiosity, están analizando los gases y los compuestos químicos del suelo y del hielo allí encontrados, y, todo ello, debidamente procesado nos dará una respuesta de lo que allí existe, de lo que existió y, muy probablemente, de lo que en el futuro pueda existir y, si podemos esperar que aquel planeta vuelva alguna vez a contener atmósfera y oceános que hagan posible la presencia de vida tal como la conocemos.
Lo que para mí está muy claro es que, los mecanismos del Universo son los mismos en cualquier región del cielo, y, las estrellas y los planetas surgen en todas partes de la misma manera. Y, si eso es así, sería lógico pensar que la vida podría estar presente en cualquier lugar adecuado, y, además, con muchas probabilidades de que sea más o menos tal como la conocemos, ya que, la nuestra, basada en el Carbono y el Nitrógeno (siempre en presencia de agua), es la más natural dadas las características de estos elementos para unirlos.
La historia de la vida en el Universo es otro ejemplo de complejidad superficial construida sobre cimientos de una profunda sencillez. Actualmente la prueba de que el universo tal como lo conocemos surgió a partir de un denso y caliente (Big Bang) hace unos 14.000 millones de años, es poco discutida. Los bloques de construcción básicos que emergieron del big bang fueron el hidrógeno y el helio, casi exactamente en una proporción de 3:1.
Todos los demás elementos químicos (excepto unos leves vestigios de unos pocos elementos muy ligeros, como el litio) han sido fabricados en el interior de las estrellas y dispersados por el espacio cuando estas se dilataron y expulsaron materiales (en algunos casos explotaron) en las últimas etapas de sus vidas formar bellas nebulosas de las que surgirán nuevas estrellas y mundos y…
¿Por qué no? ¡Nuevas formas de Vida!
La bonita Nebulosa Orión
Una estrella como el Sol genera calor convirtiendo hidrógeno en helio dentro de su núcleo; en otras estrellas los procesos cruciales incluyen fusiones sucesivas de núcleos de helio. Dado que cada núcleo de helio es una unidad que contiene cuatro “nucleones” (dos protones y dos neutrones), y este elemento se denomina abreviadamente helio-4, esto significa que los elementos cuyos núcleos contienen un de nucleones que es múltiplo de cuatro son relativamente comunes en el universo, excepto el berilio-8, que es inestable.
Concretamente, en las primeras etapas de este proceso se produce carbono-12 y oxígeno-16, y resulta que el nitrógeno-14, aunque no contiene un entero de núcleos de helio-4, se obtiene como subproducto de una serie de interacciones en las que participan núcleos de oxígeno y de carbono que operan en estrellas de masa un poco mayor que la de nuestro Sol.
consecuencia, estos son, con gran diferencia, los elementos más comunes, aparte del hidrógeno y del helio.
Dado que éste último es un gas inerte (noble) que no reacciona químicamente, se deduce que los cuatro elementos reactivos más comunes en el universo son el Carbono, el Hidrógeno, el Oxígeno y el Nitrógeno, conocidos en el conjunto por el acrónimo CHON.
No es casualidad que los cuatro elementos químicos que participan con una aplastante mayoría en la composición de los seres vivos de la Tierra sean el carbono, el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno. El Carbono desarrolla el papel clave en el desarrollo de la vida, porque un solo átomo de este elemento es capaz de combinarse químicamente nada menos que con otros cuatro átomos al mismo tiempo (incluidos otros átomos de carbono, que pueden estar unidos a su vez a más átomos de carbono, formando anillos y ), de tal modo que este elemento tiene una química excepcionalmente rica.
Así decimos con frecuencia que la vida en la Tierra está basada en el Carbono, el elemento más dúctil y crucial en nuestra formación. No podemos negar que en el Universo “infinito”, en otros lugares y regiones singulares, pudieran estar presentes otras formas de vida que, basadas en el Silicio, por ejemplo, pudieran desarrollarse en otros ambientes distintos a los de la Tierra. Sin embargo, es altamente dudoso que así pudiera ser posible.
Hasta el momento no hemos podido encontrar ninguna
La química del carbono es la que prevalece y reúne todos los requisitos para hacer posible la vida y, pensar en otros elementos que la pudieran hacer posible… ¿No es muy probable!
El Carbono es el elemento esencial para la vida y el que tiene esas necesarias para hacerla posible. De los millones de especies que hemos conocido y conocemos en la Tierra, ninguna de ellas está basada en otro elemento distinto al Carbono.
Claro que, tal comentario, no implica la negación de que pudieran existir otras clases de vida basadas en el silicio o en cualquier otra combinación química, pero todas las pruebas que aporta la Astronomía sugieren que es mucho mayor la probabilidad de que la vida más allá de nuestras fronteras esté basada en el CHON.
Es inadmisible lo poco que la gente común sabe del Universo al que pertenecen y también lo poco que se valora el de Astrónomos, Astrofísicos y Cosmólogos, ellos son los que realizan las pruebas y las comprobaciones que finalmente nos llevan al conocimiento que hoy tenemos del cielo y de los objetos que lo pueblan y de las fuerzas que allí actúan.
Gran de estas pruebas proceden del análisis espectroscópico del material que está presente en las Nebulosas, esas inmensas nubes de gas y polvo que se encuentran en el espacio como resultado de explosiones de supernovas o de otros fenómenos que en el Universo son de lo más frecuente.
A partir de esas nubes se forman los sistemas planetarios como nuestro sistema solar, allí, nacen nuevas estrellas que contienen los mismos materiales expulsados por estrellas de generaciones anteriores.
En estas nubes hay muchos compuestos construidos en torno a átomos de carbono, y este elemento es tan importante para la vida que sus compuestos reciben en general el de compuestos “orgánicos”.
Entre los compuestos detectados en nubes interestelares hay sustancias muy sencillas, como metano y dióxido de carbono, pero también materiales orgánicos mucho más complejos, entre los que cabe citar el formaldehído, el alcohol etílico, e incluso al menos un aminoácido, la glicina.
Lo que constituye un descubrimiento muy esclarecedor, porque es muy probable que toso los materiales existentes en las nubes interestelares hayan estado presentes en la nube a partir de la cual se formó nuestro Sistema Solar, hace unos cinco mil millones de años.
A partir de estos , equipos científicos han llevado a cabo en la Tierra experimentos en los que unas materias primas, debidamente tratadas simulando las condiciones de densidad y energías de aquellas nubes interestelares (ahora en laboratorio), dieron como resultado el surgir espontáneo de tres aminoácidos (glicina, serina y alanina).
Todos conocemos el experimento de Miller del que os hablé en alguna otra ocasión
En otro experimento utilizando otra mezcla de ingredientes ligeramente distinta, se producían no menos de dieciséis aminoácidos y otros compuestos orgánicos diversos en unas que eran las existentes en el espacio interestelar. Para hacernos una idea, las proteínas de todos los seres vivos de la Tierra están compuestas por diversas combinaciones de tan sólo veinte aminoácidos.
Todas las evidencias sugieren que este de materia habría caído sobre los jóvenes planetas durante las primeras etapas de formación del sistema planetario, deposita por cometas que habría sido barridos por la influencia gravitatoria de unos planetas que estaban aumentando de tamaño.
Como hemos podido deducir, una sopa de aminoácidos posee la capacidad de organizarse por sí sola, formando una red con todas las propiedades que ha de tener la vida. De esto se deduce que los aminoácidos que estuvieron formando largos períodos de tiempo en las profundidades del espacio (utilizando energías proporciona por la luz de las estrellas), serían transportados a la superficie de cualquier planeta joven, como la Tierra.
No todos los planetas están a la distancia adecuada de su estrella para que la vida surja
Algunos planetas pueden resultar demasiado calientes para que se desarrolle la vida, y otros demasiado fríos. Pero ciertos planetas como la propia Tierra (existentes a miles de millones), estarían justo a la temperatura adecuada. Allí, utilizando la expresión de Charles Darwin, en alguna “pequeña charca caliente” tendrían la de organizarse en sistemas vivos. Claro que, por mi parte, como dijo aquel famoso Astrofísico inglés de cuyo nombre no recuerdo el:
” milagro no es que aparezca vida fuera de la Tierra, el verdadero milagro sería que no apareciera”.
Y, en cuanto a las para que haga posible la existencia de vida, conviene ser reservados y no emitir un juicio precipitado, ya que, todos sabemos de la existencia de vida en condiciones que se podrían comparar o denominar de infernales. Así que, estaremos a la espera de que, el Universo nos de una respuesta.
Mientras tanto, las galaxias se alejan las unas de las otras que y con su mirada triste, no lo pueden impedir, ¿ donde van? ¿Cuál será su destino?
Está claro que su destino es el mismo que está reservado al Universo mismo: Parece que la muerte térmica, el frío absoluto de los -273 ºC es lo que nos espera en ese futuro que está situado en un tiempo nosotros infinito.
Sin embargo, aún prevalece la esperanza de que, al final, podamos hallar el camino hacia otros universos que, más jóvenes que el nuestro, nos puedan dar cobijo para que la Humanidad (si aún pervive para entonces), pueda seguir su destino tratando de saber de dónde viene, qué hace aquí y hacia dónde va.
Emilio Silvera Vázquez
Nota:
Este trabajo, husmeando por la Red, me lo encuentro en un lugar llamado:
Lo publicó el día, miércoles, 18 de diciembre de 2013. Lo curioso del caso es que, fue publicado por mí hace ya mucho tiempo y, se conoce que el responsable de este lugar lo encontró y le gustó para ponerlo en su blog, lo cual, me parece bien siempre que se mencione el origen. Además, no da la oportunidad de dejar algún comentario en el que se podría haber reprochado tal olvido.
El carbono ayuda a regular la temperatura de la Tierra, hace posible la vida, es un ingrediente clave en los alimentos que nos sustentan y proporciona una fuente importante de energía para impulsar nuestra economía global. El ciclo del carbono es un viaje continuo desde la atmósfera al suelo terrestre y de vuelta.
Los seres vivos están formados por átomos y moléculas. Pero mientras que en el mundo mineral abundan decenas de elementos distintos, que forman sustancias muy diversas, en los seres vivos las sustancias presentes son siempre las mismas que realizan las mismas funciones y están formadas por muy pocos tipos de átomos.
¿De qué estamos hechos?
CARACTERISTICAS DE LOS SERES VIVOS
Pese a su diversidad, los organismos que pueblan nuestro planeta comparten una serie de características que los distinguen de los seres inanimados como son:
1. Poseen una composición química determinada. 2. Están estructurados en niveles de organización de complejidad creciente. 3. Realizan las tres funciones vitales (nutrición, relación y reproducción)
Composición de los seres vivos
Los seres vivos, al igual que el resto de la materia, están compuestos por átomos a los que se les llama bioelementos, porque forman parte de los sers vivos. De todos los de la tabla periódica, sólo unos setenta han sido seleccionados para forma la vida, algunos de ellos en cantidades muy pequeñas. Los más abundantes se llaman bioelementos primarios: son carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre (C, H, O, N). Entre ellos el carbono es el elemento más característico de los seres vivos.
Esta variedad de sustancias presentes en el organismo vivo, está comprobado que todas ellas se formaron a partir de sencillas y similares reacciones. Las transmutaciones químicas sufridas por las sustancias orgánicas en la célula viva tienen como base fundamental tres clases de reacciones:
– La primera se trata de la condensación o alargamiento de la cadena de átomos de Carbono.
– La segunda es la combinación de dos moléculas orgánicas a través de un puente de oxígeno o nitrógeno, y también el proceso inverso (hidrólisis).
– La tercera, la oxidación y, ligada a ella, la reducción (reacciones de óxido-reducción).
Además en la célula viva, las reacciones son muy frecuentes, y mediante éstas, el ácido fosfórico, el nitrógeno amínico, el metilo y otros grupos químicos van de una molécula a otra. Todos los procesos químicos producidos en un organismo vivo, cualquier mutación de las sustancias que llevan a la creación de muy variados cuerpos, pueden, en último caso, reducirse a estas reacciones sencillas o a todas ellas en conjunto.
El estudio del quimismo de la respiración, de la fermentación, de la asimilación, de la síntesis y de la desintegración de las distintas sustancias indica que dichos fenómenos se producen a partir de largas cadenas de transmutaciones químicas, cuyos eslabones son distintos y están representados por las reacciones que acabamos de enumerar. Todo ello sólo dependen del orden en el que se sucedan las distintas clases de reacciones. Por ejemplo, si la primera reacción es la de condensación, inmediatamente después tiene lugar un proceso de oxidación y, de nuevo después, otra condensación, tendremos como resultado un cuerpo químico, es decir, un producto de la transmutación; y de forma opuesta, si a la reacción de condensación se une una polimerización y a ésta una oxidación o una reducción, se obtendrá, con toda seguridad, una nueva sustancia.
El átomo de Carbono es asombroso por su capacidad para formar cadenas carbonadas abiertas, cíclicas o aromáticas que producen diversidad de compuestos presentes en los seres vivos y también, con diferentes aplicaciones a nivel industrial.
“El carbono es singularmente adecuado para que ocupe un papel central, por el hecho de que es el átomo más liviano capaz de formar múltiples enlaces covalentes. A ráiz de esta capacidad, el carbono puede combinarse con otros átomos de carbono y con átomos distintos para formar una una gran variedad de cadenas fuertes y estables y de compuestos en forma de anillo. Las moléculas orgánicas derivan sus configuraciones tridimensionales primordialmente de sus esqueletos de carbono. Sin embargo, muchas de sus propiedades específicas dependen de grupos funcionales. Una caracterísitica general de todos los compuestos orgánicos es que liberan energía cuando se oxidan.”
“En los organismos se encuentran cuatro tipos diferentes de moléculas orgánicas en gran cantidad: carbohidratos , lípidos, proteinas y nucleotidos. Todas estas moléculas contienen carbono, hidrogeno y oxigeno. Además, las proteínas contienen nitrogeno y azufre, y los nucleótidos, así algunos lípidos, contienen nitrógeno y fosforo.”
Los carbohidratos son la fuente primaria de energía química los sistemas vivos. Los más simples son los monosacáridos (“azúcares simples”). Los monosacáridos pueden combinarse para formar disacáridos (“dos azúcares”) y polisacáridos (cadenas de muchos monosacáridos).
Los lípidos son moléculas hidrofóbicas que, los carbohidratos, almacenan energía y son importantes componentes estructurales. Incluyen las grasas y los aceites, los fosfolípidos, los glucolípidos, los esfingolípidos, las ceras, y los esteroides como el colesterol.
Las proteínas son moléculas muy grandes compuestas de cadenas largas de aminoácidos, conocidas como cadenas polipeptídicas. A partir de sólo veinte aminoácidos diferentes se sintetizar una inmensa variedad de diferentes tipos de moléculas proteínicas, cada una de las cuales cumple una función altamente específica en los sistemas vivos.
Los nucleótidos son moléculas complejas formadas por un grupo fosfato, un azúcar de cinco carbonos y una base nitrogenada. Son los bloques estructurales de los ácidos desoxirribonucleico (ADN) y ribonucleico (ARN), que transmiten y traducen la información genética. Los nucleótidos desempeñan papeles centrales en los intercambios de energía que acompañan a las reacciones químicas dentro de los sistemas vivos. El principal portador de energía en la mayoría de las reacciones químicas que ocurren dentro de las células es un nucleótido que lleva tres fosfatos, el ATP.
La ribosa es el azúcar en los nucleótidos que forman ácido ribonucleico (RNA) y la desoxirribosa es el azúcar en los nucleótidos que forman ácido desoxirribonucleico (DNA). Hay cinco bases nitrogenadas diferentes en los nucleótidos, que son los sillares de construcción de los ácidos nucleicos.
Dos de ellas, la adenina y la guanina, se conocen purinas. Las otras tres, citosina, timina y uracilo se conocen como pirimidinas.
Todos los seres vivos estamos compuestos de los mismos elementos, que al unirse forman compuestos químicos y éstos, a su vez, forman móleculas. Pero es importante que no olvidemos que algo muy importante hace posible la vida tal la conocemos:
Una de las móleculas esenciales para la vida
FUNCIONES BIOLÓGICAS DEL AGUA
El agua es esencial apara todos los tipos de vida. Pueden resumirse en cinco las principales funciones biológicas del agua:
Permite el movimiento en su seno de las partículas disueltas (difusión) y constituye el principal agente de transporte de muchas sustancias nutritivas, reguladoras o de excreción.
Gracias a sus notables características térmicas (elevados calor específico y calor de evaporación) constituye un excelente termorregulador, una propiedad que permite el mantenimiento de la vida de los organismos en una amplia gama de ambientes térmicos.
Interviene, en especial en las plantas, en el mantenimiento de la estructura y la forma de las células y de los organismos.
Muchas otras funciones que tratar de pormenorizar ahora aquí nos llevaría muchas páginas y no es ese el sentido central del trabajo.
Lo cierto es que, hemos podido observar que la complejidad y la diversidad de las sustancias creadas en los organismos vivos dependen únicamente de la complejidad y diversidad de las distintas combinaciones de las reacciones simples expuestas más arriba. Pero si prestamos atención a éstas reacciones, veremos que una gran mayoría poseen algo que las hace particularmente comunes, no es otra cosa que la participación inmediata de los elementos del agua.
Dichos elementos combinan con los átomos de Carbono de la molécula de la sustancia orgánica, o bien se desprenden, quedando separados de ella. La reacción entre los cuerpos orgánicos y los elementos del agua es la base fundamental de todo el proceso vital. Gracias a ella se dan gran cantidad de transmutaciones de sustancias orgánicas que actualmente ocurren de forma natural, en el interior de los organismos.
Todos estos conocimientos son fascinantes y nos puede maravillar como de dichas combinaciones se forman moñéculas más grandes y complejas. En 1861, ya demostró A. Butlerov que si se diluye formalina (cuya molécula está formada por un átomo de carbono, un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno) en agua calcárea y dicha solución es guardada en un lugar a temperatura templada, con el paso del tiempo, la solución adquiere un sabor dulce.
Cada día nos asombramos menos de las cosas que vamos pudiendo saber.
Con el radiotelescopio ALMA, ubicado en el desierto de Atacama (Chile), a 5.000 metros de altura, los científicos lograron captar moléculas de glicolaldehído en el gas que rodea la estrella binaria joven IRAS 16293-2422, con una masa similar a la del Sol y ubicada a 400 años luz de la Tierra.
El glicolaldehído ya se había divisado en el espacio interestelar anteriormente, pero esta es la primera vez que se localiza tan cerca de una estrella de este tipo, a distancias equivalentes a las que separan Urano del Sol en nuestro propio sistema solar.
Todo esto me lleva a pensar que la Vida, en el Universo… ¡Es inevitable! Estamos en un Universo de Luz, y, nosotros mismos, en última instancia… ¡Somos pura luz! Estamos hechos de átomos y de Luz.
Todos los animales, plantas y microbios, están compuestos, fundamentalmente, por las denominadas sustancias orgánicas. Sin ellas, la vida no tiene explicación. De esta manera, en el primer período del origen de la vida y a partir de simples hidrocarburos y sus derivados formados en Nebulosas de las galaxias a partir de los elementos como el Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno que fueron a caer, a planetas que, como la Tierra, estaban situados en la zona habitable de sus estrellas y, en aquel ambiente propicio, pudieron surgir, a partir de las reacciones químicas y transmutaciones aquellas primeras células vivas que dieron lugar a lo que hoy llamamos vida.
Emilio Silvera Vázquez
Fuente: De Recursos pedagógicos y apuntes, además de notas del Origen de la Vida de Oparín.
Una señal de un experimento húngaro de física apunta a la posibilidad de que exista una fuerza fundamental de la Naturaleza más allá de las cuatro que conocemos hasta el momento.
“Todos, aunque no tengamos ni idea de física, hemos experimentado los efectos de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza. La gravedad nos pega al suelo, la interacción nuclear fuerte se rompe a base de bombardeos con neutrones para producir energía en las centrales atómicas, la radiación electromagnética que generan el Sol o las bombillas nos ilumina y la interacción nuclear débil, quizá la más esotérica, produce nuevos elementos y permite, por ejemplo, la datación por Carbono 14.”
La Tierra rodeada de filamentos de “materia oscura”, según una hipótesis para explicar qué es NASA/JPL-Caltech
Con estos antecedentes, cuando desde principios de este año comenzó a hablarse del posible descubrimiento de una quinta fuerza, muchos trataron de imaginar un fenómeno parecido que se nos hubiese podido escapar. Sin embargo, aún queda mucho para poder confirmar el hallazgo y los efectos de esa quinta fuerza no serían tan evidentes como los de las cuatro anteriores.
Varios experimentos en todo el mundo podrían confirmar o descartar la existencia de esta quinta fuerza
Si al final tiene éxito y no queda aplastada por nuevos datos que la refuten, la historia de esta revolución comenzará a contarse en Hungría. Allí, en el Instituto para la Investigación Nuclear de la Academia Húngara de ciencias en Debrecen, Attila Krasznahorkay y su equipo observaron un fenómeno extraño en un experimento diseñado para buscar “fotones oscuros”, un tipo de partículas que ayudarían a entender qué es la materia oscura. En su búsqueda, disparaban protones a unas dianas de litio, generando núcleos de berilio 8, un elemento inestable que, por efecto de la fuerza nuclear débil, se desintegraba produciendo electrones y positrones.
Buscando entre las partículas producidas en esos choques, encontraron una anomalía que solo eran capaces de explicar si existiese una partícula aún desconocida. Se trataría de un bosón ligero, solo 34 veces más pesado que un electrón, algo que permitiría su detección sin una máquina descomunal como el LHC, necesaria para generar bosones pesados como el higgs. Eso haría asequible para muchos grupos del mundo el estudio de ese rango energético en busca de la nueva partícula, pero también plantea la cuestión de por qué no se ha encontrado antes.
Físicos de la Universidad de California sugieren que el trabajo realizado por un equipo en Hungría el año pasado podría haber revelado la existencia de una quinta fuerza de la naturaleza.
Aquel estudio, como es natural, causó un gran revuelo en la comunidad de la Física, que tiene a varios grupos que se han fijado la meta de reproducir los experimentos realizados por el equipo de la del Instituto de Investigación Nuclear de la Academia Húngara de Ciencias.
El trabajo húngaro ganó relevancia internacional cuando un grupo de físicos teóricos de la Universidad de California en Irvine liderado por Jonathan Feng tomó sus datos y trató de explicar su significado en un reciente artículo publicado en la revista Physical Review Letters. Según ellos, no se trataría de un fotón oscuro, sino de un bosón. El motivo por el que no se habría encontrado hasta ahora, pese a que hay aceleradores capaces de generar partículas de esa masa desde los años cincuenta, es que no interactuaría con protones, y solo se relacionaría con electrones y fotones de una forma débil. Ahora que otros grupos saben dónde buscar, podrán dedicar sus experimentos a la búsqueda de nuevos datos que confirmen o descarten la existencia del bosón X.
¿Podría estar el Universo lleno de fotones oscuros que tienen masa?
¿Son los fotones oscuros portadores de la quinta fuerza del Universo?
Un experimento de científicos del CERN trata de dar caza a estas elusivas partículas, que serían emitidas por la materia oscura
¿Qué? Pero, ¿no decían que la “materia oscura” no emite radiación y sí Gravedad?
Y, aparte de que se desdicen, seguimos divagando…
“La nueva partícula podría servir para elaborar una teoría unificada que explicase todas las fuerzas conocidas”
“Con los experimentos que hay en marcha y los que están a punto de arrancar, se podrá comprobar en uno o dos años si esa partícula existe”, señala Eduard Massó, catedrático de Física Teórica en la Universidad Autónoma de Barcelona. No obstante, Massó recuerda que la experiencia muestra que a veces hay señales de física exótica que al final son efectos de los propios experimentos que no se han interpretado bien. Sobre la posibilidad real de que la señal observada por el equipo húngaro se confirme como el indicio de esa nueva fuerza de la naturaleza, otro físico responde con humor: “Hay rumores sobre la existencia de un templo oculto en las profundidades del Himalaya, dedicado únicamente a servir de mausoleo a las quintas fuerzas difuntas”.
El escepticismo sobre los resultados del grupo húngaro se alimenta además por dos anuncios previos que acabaron en nada. Según contaba a la revista Quanta el investigador de la Universidad del Estado de Míchigan (EE. UU.) Oscar Naviliat Cuncic, en 2008 afirmaron haber descubierto un bosón de 12 mega-electronvoltios y en 2012 otro de 13,5. Ambos hallazgos desaparecieron cuando se obtuvieron nuevos datos con mejores detectores.
El año pasado, un equipo de físicos nucleares en Hungría observaron una anomalía en las desintegraciones de átomos excitados de berilio-8 -en las que se produjeron inesperados pares de partículas con un ángulo particular de separación. El bache en los datos de los físicos era inconfundible, con probabilidades de menos de uno de cada 100 mil millones que surgieran por casualidad. Informaron de la anomalía en Physical Review Letters en enero, en ese entonces, los investigadores argumentaron que podría significar la existencia de una nueva partícula fundamental. Pero al principio, pocos se dieron cuenta del descubrimiento.
Lo que pasaría si se encuentra
A la espera de que la comunidad científica averigüe si el bosón X es o no una realidad, Massó adelanta qué significaría esa quinta fuerza que, en principio, no tendría una influencia tan evidente en nuestra vida como las cuatro que conocemos hasta ahora. “En el nivel más entusiasta, encontrar esta partícula que se acopla de una forma tan precisa y tan especial a las otras partículas, supondría una revolución. Sería la punta del iceberg de una nueva física, porque existe la posibilidad de que la materia oscura tenga interacciones más allá de las gravitacionales, que no nos dan mucha información sobre esas partículas”, indica. “Muchos experimentos para buscar la materia oscura no han dado los resultados esperados y es posible que sea algo muy diferente de lo que se había supuesto. Es posible que sean partículas de lo que a veces se llama un mundo shadow [de sombra] que contactaría con el nuestro a través de unas interacciones mediadas por esa quinta fuerza, que sería como un puente entre nuestro mundo y el de la materia oscura”, plantea.
Sorprendentemente, mientras que se necesitaba un mayor super-colisionador del mundo para producir el bosón de Higgs pesado, el hipotético bosón de Hungría es tan ligero, con un peso de sólo 34 veces el peso del electrón, que podría haber aparecido en los experimentos hace décadas. Si realmente existe, ¿Cómo ha pasado desapercibido durante tanto tiempo? La mayoría de los expertos se mantienen escépticos hasta que se presenten nuevas prueba en la fisíca de partículas – incluso para Feng, “es una presión enorme decir que una quinta fuerza ha sido descubierta, y reconoce que, obviamente, es necesario comprobarlo.
En un segundo escenario, es posible que “esta quinta fuerza no tenga consecuencias para nuestra vida”, apunta Massó. Sin embargo, podría servir para acercarse a una teoría que unifique las cuatro grandes fuerzas, algo a lo que Einstein dedicó los últimos años de su vida. Aunque en los años sesenta se vio que a altas energías las fuerzas electromagnética y nuclear débil se podrían explicar como una sola, los esfuerzos para hacer lo mismo con el resto no han tenido éxito. Quizá este nuevo bosón podría servir para lograr lo que no consiguió el descubridor de la Relatividad.