Oct
31
Acercarse a la velocidad de la luz… trae consecuencias
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
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Todos sabemos de los fenómenos que se pueden producir en algunos aspectos de la relatividad especial de Einstein. Él no quiso llamarla de esa manera y, había pensado que “teoría de la invariabilidad” que reflejaba el carácter invariable de la velocidad de la luz, entre otras cosas, estaría bien. Sin embargo, finalmente se quedó como la Teoría de la Relatividad Especial. La obra de Eintein demostraba que conceptos tales como espacio y tiempo, que anteriormente parecían estar sepados y ser absolutos, en realidad están entrelazados y son relativos. Einstein demostró además que otras propiedades físicas del universo, sorprendentemente, también están interrelacionadas. La más famosa de sus fórmulas constituye uno de los ejemplos más importantes.
“En otras palabras, la masa en sí misma es una medida de una cantidad equivalente de energía. Dicho de otra manera, un cambio (recordemos que los cambio se expresan con la letra griega delta mayúscula, Δ) en la cantidad de energía, E, de un objeto es directamente proporcional a un cambio en su masa, m.”
En esta escueta fórmula Einstein afirma que la energía (E) de un objeto y su masa (m) son conceptos independientes; podemos determinar la energía a partir de la masa del objeto (multiplicando esta dos veces por la velocidad de la luz, o sea por c2) o podemos determinar la masa conociendo su energía (dividiendo esta última dos veces por la velocidad de la luz). En otras palabras, la energía y la masa son las caras de una misma moneda. Claro que, el tipo de cambio es grande (c2 es una cantidad considerable). Una masa pequeña llega a producir una cantidad considerable de energía.

Equivalencia entre masa y materia
La energía que se comunica a un cuerpo libre puede integrarse en él de dos maneras distintas:
- En forma de velocidad, con lo cual aumenta la rapidez del movimiento.
- En forma de masa, con lo cual se hace “más pesado”.
La división entre estas dos formas de ganancia de energía, tal como la medimos nosotros, depende en primer lugar de la velocidad del cuerpo (medida, una vez más, por nosotros).
Captamos imágenes de galaxias situadas a 12 millones de años luz, y, desde luego, la podemos ver como eran entonces, hace 12 millones de año que es el Tiempo que tardó la luz de la galaxia en llegar a nosotros

¿Porqué la masa de un objeto aumenta a medida que incrementa su velocidad y de dónde sale esa masa que se suma.?
Como la velocidad de la luz es un límite que impone el Universo para moverse, resulta que un objeto que viaja y se acerca a la velocidad de la luz (c), se ve frenado por ese límite, y, la energía de la inercia… ¡Se convierte en masa! Eso es lo que se deduce de la fórmula E=mc2
¿Cómo que la masa aumenta con la velocidad? ¿Ahora resultará que salir a correr engorda?


La luz se propaga en el vacío a una velocidad aproximada a los 30.000 millones (3×1010) de centímetros por segundo. La cantidad c2 representa el producto c×c, es decir: 3×1010 × 3×1010, ó 9×1020. Por tanto, c2 es igual a 900.000.000.000.000.000.000. Así pues, una masa de un gramo puede convertirse, en teoría, en 9×1020 ergios de energía.
El ergio es una unida muy pequeña de energía que equivale a: “Unidad de trabajo o energía utilizado en el sistema c.g.s y actúa definida como trabajo realizado por una fuerza de 1 dina cuando actúa a lo largo de una distancia de 1 cm: 1 ergio = 10-7 julios”. La kilocaloría, de nombre quizá mucho más conocido, es igual a unos 42.000 millones de ergios. Un gramo de materia convertido en energía daría 2’2 × 1010 (22 millones) de kilocalorías. Una persona puede sobrevivir cómodamente con 2.500 kilocalorías al día, obtenidas de los alimentos ingeridos. Con la energía que representa un solo gramo de materia tendríamos reservas para unos 24.110 años, que no es poco para la vida de un hombre.
O dicho de otro modo: si fuese posible convertir en energía eléctrica la energía representada por un solo gramo de materia, bastaría para tener luciendo continuamente una bombilla de 100 vatios durante unos 28.200 años.
Claro que la luz, también es mucho más que todo eso y es una manifestación electromagnética como el resto de las radiaciones. A medida que la luz va desde una galaxia a otra más distante, esa luz se extiende como lo hace el espacio y eso hace que la luz, cuya longitud de onda es intrínsecamente corta, se convierta gradualmente en luz roja de longitud de onda más larga. Esa es la causa del desplazamiento hacia el rojo de los espectros de luz de las galaxias distantes.
¿Cómo se convierte el “desplazamiento hacia el rojo” en una manera para medir distancias en el Universo? Todo se debe a un sorprendente descubrimiento realizado en 1926 en el observatorio del monte Wilson, cerca de Los Ángeles. Allí Edwin Hubble descubrió que el Universo se está expandiendo. Fue un hallazgo increíble, pues nadie se esperaba algo así. Al haber “desplazamientos hacia el rojo” en todas direcciones, Hubble descubrió que todas las galaxias distantes del Universo se estaban separando entre sí, algo que hoy sabemos que está causado por la expansión del propio espacio.
Vista desde la Tierra una galaxia no parece alejarse, pero sabemos que sí ocurre porque su luz en espectro aparece más desplazada hacia la zona del rojo de lo habitual para los elementos químicos que nos llegan de la misma. Una galaxia que se aleje a poca velocidad adquirirá un ligero tono rojizo, pero una galaxia que se aleje más rápidamente adquirirá un rojo más intenso, un mayor “desplazamiento hacia el rojo”. Pero Hubble también descubrió que las galaxias que se mueven a mayor velocidad, también son las que están más alejadas. Eso significa que cuanto mayor sea el “desplazamiento hacia el rojo”, más lejos estará la galaxia.
El GPS consta de una red de 24 satélites, que orbitan en la Tierra a una altura de 20000 km sobre la superficie. En cualquier momento, cualquier vehículo donde se halle instalado recibe la señal de al menos 4 satélites y compara la duración de las distancias a que se encuentran, a la velocidad de la luz, para calcular su ubicación exacta en la superficie. Todo el sistema depende de relojes extraordinariamente precisos y cuando los ingenieros los diseñaron sabían que los satélites se moverían a casi 11300 km/h, una velocidad suficiente para ralentizar sus relojes una diminuta fracción de segundo. Los ingenieros incluyeron en el sistema todas las diferencias de tiempo relativistas y eso les ha conferido una precisión impresionante. Como los relojes de los satélites avanzan a unas velocidades diferentes que los relojes situados sobre la Tierra, sin estas correcciones relativistas la posición del vehículo sería errónea.
La distorsión del tiempo es sólo una de las extrañas consecuencias de viajar con velocidades próximas a las de la luz. Imaginemos que continuamos con la “bici” pedaleando a velocidades próximas a las de la luz, entonces el espacio comienza a hacer cosas extrañas para el ciclista y para la bicicleta. Un observador apreciaría que la longitud de la bicicleta disminuye en la dirección del movimiento, que se encoge en dicha dirección. Este efecto se conoce como “contracción de la longitud” y junto con la “dilatación del tiempo” son percibidos así por un observador inmóvil cuando ve algo que se mueve con velocidades próximas a la de la luz.
Cuanto más rápido viajan, los relojes marcan el tiempo cada vez más lento. En teoría, entonces, para objetos que viajen a la velocidad de la luz… ¡El tiempo se volvería infinito y se detendría?

Aún nos enfrentamos a la velocidad de la luz como un muro impenetrable. Una velocidad que según Einstein nunca podrá ser rebasada. Sin embargo la Historia está llena de imposibles que se hicieron realidad. Por ejemplo, ¿seremos capaces de alcanzar las estrellas en naves que viajen más rápidas que la velocidad de la luz? Y si es así, ¿cuándo?
Esta sería una manera de burlar la velocidad de la luz, no de vencerla


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Oct
30
Cuando la Naturaleza bosteza,,, ‘Nosotros a temblar!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
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La Couunidad Valenciana lo está pasando muy mal, desparecidos y algunos muertos, gente aislada por los torrentes de agua.
Desde aquí les mandamos nuestro aliento.
Oct
30
Las escalas del Universo no son Humanas
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo asombroso ~
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El pensamiento asombroso: ¡Las ideas!
¡Nos habla de tántas cosas!
¿Qué decir de la maravillosa fórmula de la entropía de Boltzman?
S = k log W
Otra maravilla de las ecuaciones la debemos a Euler
La identidad de Euler: Algunos dijeron de su ecuación: “la expresión matemática más profunda jamás escrita”, “misteriosa y sublime”, “llena de belleza cósmica”, “una explosión cerebral”.
Neuronas sin fin (cien mil millones) que generan conexiones e impulsos eléctricos que, como vehículos lumínicos transportan ideas y sentimientos
¿La Química? Algo más que Alquimia
El 16 de febrero de 1785 Antoine-Laurent de Lavoisier sintetiza agua a base de hidrógeno y oxígeno.




A nuestro alrededor pasan muchas cosas a las que no prestamos atención
Es fácil caer en la tentación de mirarnos el ombligo y no hacerlo al entorno que nos rodea. Muchas más cosas habríamos evitado y habríamos descubierto si por una sola vez hubiésemos dejado el ego a un lado y, en lugar de estar pendientes de nosotros mismos, lo hubiéramos hecho con respecto a la Naturaleza que, en definitiva, es la que nos enseña el camino a seguir.
La edad actual del universo visible ≈ 1060 tiempos de Planck
Tamaño actual del Universo visible ≈ 1060 longitudes de Planck
La masa actual del Universo visible ≈ 1060 masas de Planck
El universo observable actual parece tener un espacio-tiempo geométricamente plano, conteniendo una densidad masa-energía equivalente a 9,9 × 10−30 gramos por centímetro cúbico.
vacío de Boötes
No todo son agujeros negros, galaxias y nebulosas, existen muchos espacios “vacíos”
“El vacío de Boötes o el Gran Vacío1 es una gigantesca y cuasi-esférica región del espacio, que contiene muy pocas galaxias. Se encuentra en las cercanías de la constelación de Boötes, de ahí su nombre. Su centro está localizado a 700 millones de años luz de la Tierra,”
Vemos así que la bajísima densidad de materia en el universo es un reflejo del hecho de que:
La Densidad actual del universo visible ≈10-120 de la densidad de Planck
Y la temperatura del espacio, a 3 grados sobre el cero absoluto es, por tanto
La Temperatura actual del Universo visible ≈ 10-30 de la T. de Planck
Estos números extraordinariamente grandes y estas fracciones extraordinariamente pequeñas nos muestran inmediatamente que el universo está estructurado en una escala sobrehumana de proporciones asombrosas cuando la sopesamos en los balances de su propia construcción.
Con respecto a sus propios patrones, el universo es viejo. El tiempo de vida natural de un mundo gobernado por la gravedad, la relatividad y la mecánica cuántica es el fugaz breve tiempo de Planck. Parece que es mucho más viejo de lo que debería ser.
Pero, pese a la enorme edad del universo en “tics” de Tiempo de Planck, hemos aprendido que casi todo este tiempo es necesario para producir estrellas y los elementos químicos que traen la vida.
¿Por qué nuestro universo no es mucho más viejo de lo que parece ser? Es fácil entender por qué el universo no es mucho más joven. Las estrellas tardan mucho tiempo en formarse y producir elementos más pesados que son las que requiere la complejidad biológica. Pero los universos viejos también tienen sus problemas. Conforme para el tiempo en el universo el proceso de formación de estrellas se frena. Todo el gas y el polvo cósmico que constituyen las materias primas de las estrellas habrían sido procesados por las estrellas y lanzados al espacio intergaláctico donde no pueden enfriarse y fundirse en nuevas estrellas.
Pocas estrellas hacen que, a su vez, también sean pocos los sistemas solares y los planetas. Los planetas que se forman son menos activos que los que se formaron antes, la entropía va debilitando la energía del sistema para realizar trabajo. La producción de elementos radiactivos en las estrellas disminuirá, y los que se formen tendrán semividas más largas. Los nuevos planetas serán menos activos geológicamente y carecerán de muchos de los movimientos internos que impulsan el vulcanismo, la deriva continental y la elevación de las montañas en el planeta. Si esto también hace menos probable la presencia de un campo magnético en un planeta, entonces será muy poco probable que la vida evolucione hasta formas complejas.
“El viento solar es una corriente de partículas cargadas liberadas desde la atmósfera superior del Sol, llamada corona solar. Este plasma consiste principalmente en electrones, protones y partículas alfa con energías térmicas entre 1.5 y 10 keV. Incrustado dentro del plasma solar-eólico está el campo magnético interplanetario. El viento solar varía en densidad, temperatura y velocidad a lo largo del tiempo y sobre la latitud y la longitud solar. Sus partículas pueden escapar de la gravedad del Sol debido a su alta energía resultante de la alta temperatura de la corona, que a su vez es un resultado del campo magnético coronal.”
Las estrellas típicas como el Sol, emiten desde su superficie un viento de partículas cargadas eléctricamente que barre las atmósferas de los planetas en órbitas a su alrededor y, a menos que el viento pueda ser desviado por un campo magnético, los posibles habitantes de ese planeta lo podrían tener complicado soportando tal lluvia de radiactividad. En nuestro sistema solar el campo magnético de la Tierra ha protegido su atmósfera del viento solar, pero Marte, que no está protegido por ningún campo magnético, perdió su atmósfera hace tiempo.
La vida (creo), estará presente en muchos mundos que, al igual que la Tierra, ofrece las condiciones adecuadas para que surjan células replicantes que lleguen hasta la vida inteligente, es el desarrollo de la materia “inerte” hasta los pensamientos. Sin olvidarnos de la importancia del agua para la vida.
Probablemente no es fácil mantener una larga vida en un planeta del Sistema solar. Poco a poco hemos llegado a apreciar cuán precaria es. Dejando a un lado los intentos que siguen realizando los seres vivos de extinguirse a sí mismos, agotar los recursos naturales, propagar infecciones letales y venenos mortales y emponzoñar la atmósfera, también existen serias amenazas exteriores.
Los movimientos de cometas y asteroides, a pesar de tener la defensa de Júpiter, son una seria y cierta amenaza para el desarrollo y persistencia de vida inteligente en las primeras etapas. Los impactos no han sido infrecuentes en el pasado lejano de la Tierra, habiendo tenido efectos catastróficos. Somos afortunados al tener la protección de la Luna y de la enorme masa de Júpiter que atrae hacia sí los cuerpos que llegan desde el exterior desviándolos de su probable trayectoria hacia nuestro planeta.
La caída en el planeta de uno de estos enormes pedruscos podría producir extinciones globales y retrasar en millones de años la evolución que tantos miles de millones de años le costó al Universo para poder plasmarla en una realidad que llamamos vida.
El secreto reside en el tiempo biológico necesario para desarrollar la vida y el tiempo necesario para desarrollar estrellas de segunda generación y siguientes que en novas y supernovas cristalicen los materiales complejos necesarios para la vida, tales como el hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, carbono, etc.
Parece que la similitud en los “tiempos” no es una simple coincidencia. El argumento, en su forma más simple, lo introdujo Brandon Carter y lo desarrolló John D. Barrow por un lado y por Frank Tipler por otro. Al menos, en el primer sistema solar habitado observado, ¡el nuestro!, parece que sí hay alguna relación entre t(bio) y t(estrella) que son aproximadamente iguales; el t(bio) – tiempo biológico para la aparición de la vida – algo más extenso.
Una atmósfera planetaria adecuada dará la opción de que evolucione la vida y se creen sociedades
La evolución de una atmósfera planetaria que sustente la vida requiere una fase inicial durante la cual el oxígeno es liberado por la fotodisociación de vapor de agua. En la Tierra esto necesitó 2.400 millones de años y llevó el oxígeno atmosférico a aproximadamente una milésima de su valor actual. Cabría esperar que la longitud de esta fase fuera inversamente proporcional a la intensidad de la radiación en el intervalo de longitudes de onda del orden de 1000-2000 ángstroms, donde están los niveles moleculares clave para la absorción de agua.
Este simple modelo indica la ruta que vincula las escalas del tiempo bioquímico de evolución de la vida y la del tiempo astrofísico que determina el tiempo requerido para crear un ambiente sustentado por una estrella estable que consume hidrógeno en la secuencia principal y envía luz y calor a los planetas del Sistema Solar que ella misma forma como objeto principal.
A muchos les cuesta trabajo admitir la presencia de vida en el universo como algo natural y corriente, ellos abogan por la inevitabilidad de un universo grande y frío en el que es difícil la aparición de la vida, y en el supuesto de que ésta aparezca, será muy parecida a la nuestra.
“Las historias de ciencia ficción en las cuales se sugiere la existencia de seres vivos construidos de silicio en vez del carbono han proliferado desde hace varias décadas, por ejemplo, en los argumentos de muchas películas y series de TV. La idea no es nueva, pues esta se originó en 1891 (¡!), cuando Julio Sheiner escribió sobre la posibilidad de vida extraterrestre fundada en el Silicio.” Biól. Nasif Nahle
Los biólogos, sin embargo, parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están tan seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el carbono. La mayoría de las estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencias extraterrestres en el universo se centran en formas de vida similares a nosotros que habiten en planetas parecidos a la Tierra y que necesiten agua y oxígeno o similar con una atmósfera gaseosa y las demás condiciones de la distancia entre el planeta y su estrella, la radiación recibida, etc. En este punto, parece lógico recordar que antes de 1.957 se descubrió la coincidencia entre los valores de las constantes de la Naturaleza que tienen importantes consecuencias para la posible existencia de carbono y oxígeno, y con ello para la vida en el universo.
Emilio Silvera Vázquez
Oct
30
El Cerebro, la Conciencia, La Mente
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El cerebro ~
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El conjunto de modelos del cerebro humano consiste en 300 partes. Se ha dado mayor énfasis a las partes internas del cerebro, tronco cerebral y cerebelo -con las estructuras completamente detalladas, manteniendo la estructura simple. Además de los principales vasos sanguíneos del cerebro, los nervios craneales también están incluidos en el conjunto, emanando de sus orígenes de forma exacta. Este elaborado sistema nervioso central disponible todo el mundo rompe límites y se ajusta perfectamente al cráneo y otras partes del conjunto.
Intrincado laberinto de conexiones sin fin
Aunque es mucho lo que hemos conseguido conocer de nuestro cerebro y su funcionamiento, mucho más es lo que nos queda por conocer. Ahí, en todo ese conglomerado de complejas estructuras que juntas, forman un todo, es de donde surge la Conciencia y, para poder entender como ocurre tal maravilla, debemos antes y es preciso que entendamos primero como funciona el cerebro: su arquitectura, su desarrollo y sus funciones dinámicas, su organización anatómica y la increíble dinámica que llega a generar. Todo ella nos llevará a tener una idea del por qué , a partir de está increíble “maquina” creada por la naturaleza” pudo surgir la conciencia.
“El cerebro es la estructura más compleja y enigmática en el universo. Contiene más neuronas que las estrellas existentes en la galaxia”
Lo hemos comentado aquí en muchas ocasiones. El cerebro se entre los objetos más complicados del Universo y es, sin duda, una de las estructuras más notables que haya podido producir la evolución y, si pensamos que toda esa inmensa complejidad ha tenido su origen en los materiales creados en las estrellas, no tendremos otra opción que la del asombro. ¿A partir de la materia “inerte” llegaron los pensamientos, la consciencia y los sentimientos?
Antes incluso del advenimiento de la moderna neurociencia, se sabía ya que el cerebro era necesario para la percepción, los sentimientos y los pensamientos. Lo que no está tan claro es por qué la conciencia se encuentra causalmente asociada a ciertos procesos cerebrales pero no a otros.
“La sinapsis es el punto de encuentro y comunicación entre dos neuronas, o entre una neurona y otra célula, como una muscular o glandular. Es la forma mediante la cual viajan los impulsos nerviosos de nuestro cerebro. Imagina tu cerebro como una autopista neuronal por donde tienen que ir a toda velocidad los impulsos que comandan las funciones del cuerpo. En ese contexto, la sinapsis serían puentes que conectan diversos puntos de esa carretera. En palabras sencillas, la sinapsis es ese puente que permite el paso de información de una neurona a otra.”
Espacio entre el extremo de una neurona y otra célula. Los impulsos nerviosos se transmiten habitualmente a la célula vecina por medio de sustancias químicas que se llaman neurotransmisores. La neurona libera los neurotransmisores y otra célula del otro lado de la sinapsis los recibe.
En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo, no se parece a nada que la ciencia conozca. Su carácter único hace que el ofrecer una imagen del cerebro ofrezca un reto extraordinario. Aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa, una imagen parcial siempre será mejor que nada, especialmente si nos da suficiente información como para generar una teoría satisfactoria de la conciencia.
Muchos son los secretos ahí escondidos que tratamos de desvelar
El cerebro, al que ordena según qué funciones debe desarrollar en cada momento dependiendo de tal o cual situación dada y también su relación con el mundo exterior a él que, por medio de los sentidos, le hace llegar información de todo lo que ocurre para que pueda ado0ptar en cada momento, las medidas más adecuadas. Su carácter único hace que ofrecer una imagen fidedigna del cerebro, que pueda expresar todo lo que es, se convierta en un reto extraordinario que, en este momento, la ciencia no puede cumplir. Sin embargo, sí que puede, al menos, dar alguna que otra pista de lo que el cerebro y la conciencia puedan llegar a ser y aunque, aún lejos de una imagen completa, sí se puede dar una imagen parcial y como decía antes, “…que siempre será mejor que nada, especialmente si nos da la suficiente información como para tener, una idea aproximada, de lo que el cerebro y la conciencia que surge de él, pueden llegar a ser”.
¿Por qué las redes neuronales se parecen tanto a las del universo? ¿Acaso “la conciencia cósmica” quiso hacer algo a su imagen y semejanza?
Una imagen del Universo junto a otra de la Red Neuronal son casi indistinguibles la una de la otra y, por eso, precisamente, digo muchas veces que nuestras mentes surgidas del cerebro, son “casi” tan grandes como el universo, o, al menos, podría serlo en su evolución futura, cuando desarrollado al límite que la Naturaleza pueda permitir (creo que no hay límites), no sean necesarias ya las preguntas, toda vez que dentro él (el cerebro), estarán todas las respuestas.
Es como una inmensa galaxia en sí mismo, el cerebro humano es una obra notable de la Naturaleza y se calcula que en su interior, cien mil millones de neuronas hacen posible una maravilla que aún, la Ciencia no llegado a comprender. El diez por ciento de esas neuronas son células piramidales que generan una red muy compleja (intercambio e interacicones ellas, lo que se conoce como diálogo neuronales) y llegan a construir mil millones de millones de de conexiones sinápticas que logran que nosotros, los poseedores de tal maravilla, estemos logrando comprender, a medida que esa “máquina” evoluciona, lo que el Universo es.
Si nos paramos a pensar en el hecho cierto de que, el cerebro humano adulto, con poco más de un kilo de peso, contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, La capa ondulada más exterior o corteza cerebral, que es la del cerebro de evolución más reciente, contiene alrededor de 30 mil millones de neuronas y más de un billón de conexiones o sinapsis. Si contamos una sinapsis cada segundo, tardaríamos 32 millones de años en completar el recuento. Si consideramos el posible de circuitos neuronales, tenemos que habernosla con cifras hiper-astronómicas: 10 seguido de un millón de ceros. No existe en el Universo ninguna otra cosa de la que pueda resultar una cantidad igual. Incluso el número de partículas del universo conocido es de 10 seguido de tan sólo 79 ceros. En comparación con el número de circuitos neuronales…¡No es nada!
Las neuronas de las que existen una gran variedad de formas, poseen unas proyecciones arborescentes llamadas dendritas mediante las cuales realizan las conexiones sinápticas. posee así mismo una proyección única más larga, el axón, que establece conexiones sinápticas con las dendritas o directamente con el cuerpo celular de otras neuronas. Nadie ha contado con precisión los diferentes tipos de neuronas del cerebro, uhna estima groso modo de unos cincuenta tipos seguramente no sería excesiva. La longitud y patrones de ramificación de las dendritas y el axón de un tipo determinado de neurona caen dentro de un rango de variación determinado, pero incluso dentro de un mismo tipo, no existen dos células iguales.
Cada una de las neuronas tiene un cuerpo celular. Del cuerpo de la célula se proyectan unas largas fibras en de raíz. Como hemos dicho, hay dos tipos de fibra: axones y dendritas. Cada neurona tiene un axón largo que envía impulsos eléctricos a otras neuronas. Cada neurona tiene un variable de dendritas las cuales tienen muchas ramas. El axón de una neurona se conecta a las dendritas de otras neuronas. El punto en el que conectan se llama sinapsis (vamos a explorarla más adelante). Las dendritas recogen la información la célula y los axones envían la información a otras células.
Todo este entramado tiene mucho que ver con los pensamientos. Aquí se fraguan los procesos del pensamiento. Al aprender, tener una idea, recordar algo, sentirse activado sexualmente, comunicar, etc. las neuronas están recibiendo y transmitiendo información a través del cerebro. Las células del cerebro se comunican sí a través de un proceso electroquímico. Cada vez que pensamos, aprendemos y nos comunicamos, una neurona envía un impulso nervioso por su axón. El axón de una célula cerebral hace varios miles de conexiones con muchos miles de otras células cerebrales. El punto donde una neurona se conecta a otra se llama sinapsis. Cuando un impulso nervioso (mensaje bioquímico electro-magnético) surge por el axón, es disparado a través del espacio sináptico a través de un mensajero químico, llamado neurotransmisor, hacia la dendrita de la neurona receptora.
El impulso nervioso viaja a lo largo del axón de la célula del cerebro, a través del espacio sináptico a otra célula del cerebro y así sucesivamente. Cuando una neurona se activa a otra de manera, es como si un interruptor se encendiera. Las neuronas se encienden, como una línea de fichas de dominó cayendo. Esta actividad es el proceso que crea el camino del pensamiento complejo, llamado también trazas de la memoria o caminos neuronales.
En una inmensa nebulosa en la que se encienden aquí y allí el resplandor de las estrellas y los impulsos, al contrario de lo que muchos creen, no todos son eléctricos. También los impulsos químicos están presentes en esa maraña de conexiones sin fin que en el cerebro no cesan ni por un momento de producir actividad cognitiva.
Una característica clave de los patrones neuronales que se puede observar al es su densidad y extensión y se vislumbran los puntos luminosos donde fotones energéticos sirven de con electrones transmitir los impulsos eléctricos necesarios que transportan la informacion. El cuerpo de una neurona mide cincuenta micrones (milesimas de milímetro) de diámetro, si bien la longitud del axón puede variar entre unos micrones y más de un metro, En un tejido como la corteza cerebral, las neuronas se encuentran en paquetadas con una enorme densidad; si todas se tiñeran con la plata utilizada en la llamada tinción de Golgi, que se utiliza para verlas al microscopio, la sección microscópica teñida sería completamente negra.
Otra de las características primordiales es el extraordinario aporte sanguíneo que sustenta a esta jungla. A través de grandes arterias que alimentan una extensa red de capilares, el cerebro recibe una gran cantidad de oxígeno y la glucosa que precisa para ser el órgano metabólicamente más activo del cuerpo. La regulación del flujo sanguíneo es de una exquisita perfección incluso hasta el nivel de las neuronas individuales, dado que la actividad sináptica depende fuertemente del aporte sanguíneo y de la oxigenación.
Hemos podido descubrir dónde se almacenan los recuerdos
Entrando de lleno en toda complejidad que aún, no hemos podido llegar a desvelar en toda su inmensidad y sólo conocemos pequeñas parcelas de su estructura y funcionamiento, podemos tener una idea (más o menos) acertada de lo muchom que nos queda por aprender de nosotros mismos, de nuestro cerebro y de nuestro centro neurálgico dónde se fabrican los pensamientos, surgen los sentimientos, se delata el dolor y la tristeza y, en fín, podríamos decir sin el menor temnor a equivocarnos que, aquí, en este complejo entramado que llamamos cerebro, en el que reside la conciencia y de donde surge la mente, está todo lo importante que nos hace diferentes a otros seres que, con nosotros comparten el mismo planeta. Gracias a ésta compleja “maquina” creada por la Naturaleza, podemos ser conscientes y “saber” del mundo, de nosotros, del universo en toda su magnitud y esplendor.
No pocas veces hemos podido oir: “El cerebro es como una gran computadora”. Lo cierto es que, no es verdad, nuestro cerebro, nuestra mente, es mucho más que ese algo artificial creado por el hombre y que, simplemente, trata de “imitar” de manera grosera, lo que el cerebro es. ¿Cómo una máquina podría generar sentimientos? Y, ¿Cómo puede pensar? Bueno, la inteligencia del ser humano (precisamente basada en este maravilloso cerebro del que hablamos), podrá crear sistemas que imiten y pretendan recrear lo que es un cerebro pero, al final del camino, será otra cosa muy diferente. No digo si mejor o peor, pero distinta.
Hemos examinado la escasa bibliografía fisiológioca existente que no es mucha más que la que había en la època de William James, por ejemplo, y hay que concluir diciendo que no existen pruebas suficientes para poder limitar los correlatos neuronales de la cionciencia al menos del cerebro completo. Eso sí, se ha podido descubrior que sólo una porción determinada de la actividad neuronal del cerebro, contribuye de directa a la conciencia -esó se ha podido determinar a partir de complejos y profundos experimentos con estimulación y lesiones -o está relacionada de forma directa con aspectos de la experiencia consciente- como indican los estudios de registros de actividad neuronal. ¿Quiere esto decir que, en realidad, todavía sólo utilizamos una mínima parte del cerebro? No lo sabemos con certeza. Lo cierto es que parece que utilizamos todo el cerebro en la fase de evolución en la que actualmente se encuentra que, eso sí, puede que sólo sea el 10% del total que podrá alcanzar en el futuro.
Decir, a ciencia cierta, como surgen los pensamientos…¡No podemos! muchas son las hipótesis y teorías que al respecto circulan y que están directamente vinculadas a la experiencia, al mundo que nos rodea yb a la informaciòn que el cerebro recibe de sus ayudantes, los sentidos. Todo lo que el cerebro, de una u otra manera recibe, es debidamente archivado en su compartimento especial y, ahí se queda para cuando, habiendo surgido una situación que lo requiera, sacarlo a la superficie en forma de pensamiento actuante que, nos sirve para dar solución a estae o aquel problema que se nos pueda plantear. El cerebro, escoge en fracciones de segundo, una de las miles de posibles soluciones que se puedan aplicar a un específico problema, y, siempre, elige (como lo hace la naturaleza) el que mejor pueda dar cumplida del problema.
Los procesos que realiza nuestro cerebro, son infinitamente superiores a los que realiza una computadora. Aunque, al igual que ésta, nuestro cerebro requiere de “programas”, sin los cuales sería imposible generar respuestas exitosas, ante los sucesos a los que estamos expuestos día.
Tenemos un programa para cada una de las cosas que hacemos a diario, que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos por la noche. Incluso más allá de estas cosas que hacemos de manera parcialmente consciente, tenemos un programa para cada una de las actividades que nuestro cuerpo ejecuta de manera totalmente inconsciente. Entre estas, se encuentra la respiración, el latir del corazón, la circulación de la sangre, la división celular, la digestión, nuestra respuesta ante el peligro y el combate de los agentes infecciosos, por mencionar algunas; todas ellas, bajo el control de estructuras profundas de nuestro cerebro.
El implante de ‘cerebro-computadora’ ya es una realidad. La EUA aprueba el implamte en personas con parálisis.
Eso es otro tema que será tratado otro día.
Requerimos programas para todo, incluso para cosas aparentemente tan sencillas como atarnos el cordón de los zapatos, la cual sin embargo, para alguien no familiarizado con esto, como un niño pequeño, resultaría una tarea casi imposible. En actividades más complejas, como fabricar un teléfono celular, conducir un auto o pilotar un avión, es muy evidente que se requiere contar con el programa adecuado, para el éxito en dichas actividades.
Claro que, nuestro cerebro es capaz de muchas más cosas que nunca podrá llevar a cabo ninguna computadora que, al fin y al cabo, siempre hará aquello lo que la tengamos programada. Nunca una computadora (al menos eso creo en mi ignorancia), podrá de manera individual e independiente, generar ideas nuevas y originales que vayan encaminadas a desvelar como funciona este o aquel mistrio de la naturaleza como, por ejemplo, hacen a dirio los físicos del mundo.
Por extrañas razones y aunque es evidente que nuestro cerebro es mucho más importante que una computadora, cuando de asegurar su correcto funcionamiento se trata, seguimos muy pocas o ninguna recomendación para su cuidado. En principio, recibimos información o “programas” de todo a través de familiares, amigos, maestros, estudios, experiencias, observación del mundo que nos rodea, medios de comunicación o cualquier persona con la que interaccionamos. Y, de esa manera, evolucionamos y seguimos nuestro camino hacia un destino que no conocemos, y, aunque estemos supeditados de hecho a muchas normas y leyes de los hombres y de la misma Naturaleza, en una cierta proporción sí disponemos del libre albedrío para que, en algunas situaciones, podamos decidir por nosotros mismos.
Las ideas nacen como estrellas en una inmensa nebulosa
A todo esto, tenemos que convenir en un hecho cierto: ¡La energía del Universo está en nosotros! Se nos da un tiempo (si no surgen problemas) que podamos desplegar la parte alicuota de intelecto que nos tocó en “suerte”, por “azar”, “genética” o vaya usted a saber el motivo de que, algunos tengan dotes superiores a las que otros tenemos y puedan “ver” con más facilidad la naturaleza de la Naturaleza. Creo que, todos los misterios del Universo, residen en nuestras mentes en las que, se encuentran todas las respuestas que podremos encontrar con el Tiempo. Precisamente por eso, se nos ha otorgado el don de poder luchar contra la entropía y, junto con las galaxias espirales, podemos generar entropía negativa que impide el deterioro ininterrumpido del “mundo”. ¿Estaremos llamados a más grandes proyectos?
Pero… ¿Es nuestro cerebro una especie de computadora?
La somera revisión de la neuroanatomía y la dinámica neuronal indica que el cerebro posee características especiales de organización y funcionamiento que no parecen ser coherentes con la idea de que siga una serie precisa de instrucciones o de que realice cálculos. Sabemos que el cerebro está interconectado de una manera que ningún ingenio humano puede igualar. Para empezar, los miles de millones de conexiones del cerebro no son exactas: Si nos preguntamos si las conexiones de dos cerebros del mismo tamaño son idénticas, como lo son dos procesadores del mismo tipo y sus conexiones, la respuesta es no. Ni en fos gemelos idénticos serían iguales dichas conexiones. Aunque podamos describir un área del cerebro en términos generales, en cada cerebro existe una variabilidad neuronal y de red nerviosa en sus ramificaciones más sutiles de sus neuronas son enormemente distintas y únicas en cada individuo aunque parezcan todas, miradas a simple vista, iguales.
Otro de los principios organizativos que emergen de la imagen que estamos construyendo es que en cada cerebro, las consecuencias del historial del desarrollo y del historial experiencial quedan marcadas de forma única. Nadie ha tenido ni la misma formación ni las mismas experiencias. Por ejemplo, de un día para otro es posible que las conexiones sinápticas del mismo cerebro hayan cambiado: unas células habrán replegado algunos de sus procesos, otras habrán desplegados nuevos procesos, y algunas habrán muerto. dependiendo de la historia particular de cada cerebro. La variabilidad individual que se sigue no es simplemente ruido o error, sino que puede afectar al modo en el que recordamos las cosas y los sucesos.
No todos ante la misma situación actuamos de la misma manera. En el cerebro de cada cual los mecanismos actúan de una forma particular que está aconsejada por la formación y las experiencia que tal individuo haya podido tener. Debido a la dinámica y a la naturaleza de cada cual, las entradas y salidas de información que llegan al cerebro son tomadas de distinta manera y, lo que para uno es una cosa será cosa distinta para otros.
Cuando no hay partitura cada interprete toca su propia melodía. Aquí el Oboe mágico de Morricone (La Misión), embelesa las mentes de los lugareños que nunca habían oído sonido tan dulce como aquel. Las mentes, como la música, tienen sus propias “partituras” y, cuando éstas están ausentes bajo una coordinación que las iguales, cada cual tocará la suya propia y, en ese escenario, el entendimiento no es fácil, toda vez que algunas mentes podrían ir al unísono de otras y, de esa manera, se formaran grupos dispares en el pensamiento que “tocarán distintas melodías”. Ese es, amigos mçios, el actual reflejo del escenario mundial.
¿Cuándo conoceremos nuestras mentes y llegaremos a Ser conscientes de lo que la consciencia es?
Emilio Silvera Vázquez
Oct
29
Preguntamos pero, ¿sabemos responder?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Bioquímica ~
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¿Qué es la vida?
Así, con esa pregunta que no podemos contestar (solo emitir conjeturas), finaliza también la segunda parte de este trabajo
Moléculas esenciales para la vida en las Nebulosas
¿Cómo podríamos ensamblar una explicación científica de la génesis de la vida? A simple vista nos puede parecer una tarea sin esperanzas. No creo que buscar fósiles en las rocas más antiguas sea suficiente y nos ofrezca todas las claves necesarias. La mayoría de las delicadas moléculas prebióticas que dieron lugar a la vida habrán sido erradicadas por el inexorable paso del tiempo y la destructora entropía que todo en polvo lo convierte. Es posible, que podamos esperar el hallazgo de algún residuo químico ya degradado de aquellos organismos ancestrales a partir de los cuales evolucionó la vida celular que conocemos.
Claro que, aparte de los fósiles que podamos encontrar en las rocas, existe otra línea de evidencia que, de la misma manera, se remonta al pasado lejano y oscuro, pero que existe aquí y ahora, dentro de las formas de la vida presente. Los biólogos están convencidos de que ciertas reliquias de organismos antiguos siguen viviendo en las estructuras y procesos bioquímicos de sus descendientes, incluyéndonos a nosotros, los seres humanos.
Estudiando cómo funciona la célula moderna podemos tener una visión de los remanentes de la vida ancestral en acción –una molécula peculiar aquí, una reacción química singular allí, de la misma forma que unas monedas fuera de lugar, unas herramientas rústicas del pasado lejano o, cómo los montículos sospechosos que alertan al experimentado arqueólogo. Así, entre los intrincados procesos que tienen lugar dentro de los organismos modernos, sobreviven trazas de vida primordial que establecen un puente con nuestro pasado lejano. Analizando estas oscuras trazas, los científicos han comenzado a reconstruir los caminos físicos y biológicos que pueden haber llevado a la existencia de la primera célula viva.
De todas las maneras, incluso con tales claves bioquímicas, la tarea de reconstrucción seguiría siendo básicamente una conjetura si no fuera por el relativamente reciente descubrimiento de ciertos “fósiles vivientes”: microbios que habitan en ambientes extraños y extremos.
Estos denominados super-microbios, han sido y continúan siendo intensamente investigados y según parece, van revolucionar la microbiología. Pudiera ser que estemos atisbando en estos microbios poco convencionales algo próximo a los primitivos organismos que generaron toda la vida en la Tierra. Claves adicionales pudieran venir de la búsqueda de la vida en Marte y otros planetas, y del estudio de cometas y meteoritos. Reconstruyendo todas estas líneas de evidencia, quizá seamos capaces de deducir, al menos en líneas generales, de qué manera emergió la primera vida en el universo.
Muestras de diversos tipos de microorganismos extremófilos
Claro que, convendría saber, antes de abordar el problema de su origen, lo que la vida es. Hace menos de un siglo que muchos científicos estaban convencidos de que ese problema estaba a punto de ser resuelto. Los avances en la estructura de la materia a nivel atómico, y los avances en el saber de los componentes moleculares de la célula, elevó de manera excesiva la ilusión de los expertos que, con el paso del tiempo, no se plasmó en realidad, y, la vida, sigue siendo un gran misterio sin resolver.
Cuando vemos todos los parámetros que han tenido que concluir para que la vida esté presente… Nos da la sensación de que, el Universo, ¡Sabía que la vida tenía que venir! ¿Si no cómo sería contempladas tantas maravillas?
Los caminos recorridos por la Naturaleza para llegar hasta la Vida… No siempre han sido comprendido y, no pocos de esos pasos necesarios hasta llegar a nosotros, los seres inteligentes del planeta, quedan ocultos por las brumas del Tiempo
Una cosa está clara para mí, es posible que la materia, en sus distintas fases y por separado, nos pueda parecer que es algo inerte, pasivo, y hasta “torpe” que sólo suele responder cuando es requerida por fuerzas externas y, sin embargo, en ciertas circunstancias especiales, la materia parece tener una especie de “chispa interior” un algo que, a veces, se nos asemeja a una especie de “vida propia”. Todos conocemos de las transformaciones que, en ciertas condiciones y lugares, pueden producirse en la materia “inerte” que se transmuta en otra cosa muy distinta de lo que en principio era y, dicho cambio, si no es una especie de “extraña vida” ¿qué es lo que es?
Claro que, de ahí hasta lo que conocemos por ¡Vida!, el trecho es grande y en eso andamos. Buscamos incansables una explicación satisfactoria que nos diga lo que la vida es pero, el enigma continúa y los conocimientos se limitan a niveles locales de cuestiones muy concretas que, de ninguna manera, explican lo que queremos saber.
Sí, la vida es un gran misterio, y, me da la sensación de que, como el Universo es igual en todas partes… ¡Existen muchos mundos que la contienen! Pensar que en tan inmenso universo solo estamos nosotros y las especies que nos acompañan… ¿Es una barbaridad!
La ciencia continúa en su intento de dar respuesta a los misterios de los orígenes de la vida sobre la Tierra. Esta vez, un grupo de químicos cree haber dado con nuevas pistas sobre la aparición de las primeras moléculas como almacenes de información genética. Sus hallazgos aparecen publicados en la revista británica Nature.
La sensación que se percibe al profundizar en todo este complejo problema es el de que, todo ha surgido a partir del Caos, inmerso en una gran complejidad de factores que no siempre hemos podido comprender. Otra paradoja adicional de la vida concierne a la extraña conjunción de permanencia y cambio (¿o, es adaptación?). A este antiguo rompecabezas se suelen referir los filósofos como el problema del ser frente al devenir. El trabajo de los genes consiste en replicarse, en conservar el mensaje genético. Pero sin variación, la adaptación sería imposible y los genes finalmente se agotarán: adaptarse o morir es el imperativo que nos impone la Naturaleza.
Pero, ¿Cómo coexisten conservación y cambio en el sistema? Esta contradicción yace en el corazón de la biología. La vida florece en la Tierra debido a una serie de tensiones creativas que existen y son creadas por la propia Naturaleza y que, finalmente, se acoplan y compensan para que todo transcurra en armonía dentro de una rica variedad de cuyas reglas del juego, en realidad, no tenemos ni idea.
Muchos son los puntos en los que nos podríamos fijar para tratar de indagar lo que realmente pasó para que, en la Tierra, surgiera la vida.
Imagen de satélite del Lago Acraman; Captura de pantalla de NASA World Wind
Por ejemplo, el lago Acraman (un gran lago seco, de forma aproximadamente circular y de unos treinta kilómetros de diámetro) situado en Australia del Sur, a doscientos kilómetros de Port Augusta, en el límite de la llanura de Nullarbaor, aunque nos pueda parecer como otro lago seco cualquiera, resulta que el Acraman no es un lecho lacustre ordinario.
Hace aproximadamente unos seiscientos millones de años, un meteoro gigante cayó del cielo y abrió un enorme agujero en lo que ahora es la península de Eyre. El agujero original media al menos noventa kilómetros de diámetro y varios de profundidad. El lago Acraman de hoy es todo lo que queda de aquella enorme cicatriz, un testigo mudo de un antiguo cataclismo de proporciones impresionantes. El daño físico causado por el impacto supera todo lo imaginable. ¡La caída de un pedrusco de cien mil millones de toneladas y varios kilómetros de diámetro!
Claro que, tal suceso, no fue un hecho aislado. Cada pocos millones de años un cometa o un gran asteroide golpea la Tierra y, cada vez hay más evidencia de que los impactos cósmicos han tenido una influencia capital en la evolución de la vida en el planeta al provocar extinciones en masa. Los impactos cósmicos no sólo han alterado el rumbo de la evolución, sino que también desempeñaron un papel crucial en el origen de la vida.
Este enorme crater irregular, de unos 3 kilómetros de diámetro es el Glosses Bluff, en Australia. Se calcula su edad en unos 140 millones de años. Ante acontecimientos como este, nos preguntamos: ¿Estamos seguros? ¡De ninguna manera¡ Y, sin embargo, sucesos como este pudo traer la vida a nuestro planeta.
Hasta hace poco tiempo, los científicos apelaban fundamentalmente a la química y a la geología en sus intentos de explicar la biogénesis. Se trataba a la Tierra como un sistema aislado. Pero en las últimas décadas se ha asumido que, la realidad, es que la Tierra es simplemente una parte de un todo y, siendo así (que lo es), hay que tener en cuenta la dimensión astronómica de la Vida. Para entender cómo empezó la vida, parece que tenemos que buscar respuestas en las estrellas.
Hasta Lucrecio, el poeta-filósofo romano, con algún poema, trató de convencernos de que no estamos solos en el Universo. Él argumentaba que si el Universo estaba hecho de átomos idénticos y sujeto a leyes universales de la Naturaleza, entonces los mismos procesos que dieron lugar a la vida en la Tierra deberían también dar lugar a la vida en otros mundos. El argumento se remonta al atomista griego Epicuro y es, muy convincente pero, de momento, no sabemos si es correcto.
Yo, hace tiempo que aposté por él, la vida debe estar presente ¡en tantos lugares!
Claro que todo esto, no responde a la pregunta:
¿Qué es la vida?
Emilio Silvera Vázquez