El ajo protege el cerebro frente a enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, gracias a su acción beneficiosa sobre la microbiota intestinal. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Louisville (Estados Unidos).
El estudio, que se presentó en la reunión anual de la Sociedad Médica de los Estados Unidos, suma argumentos al estatus del ajo como un superalimento y apoya sus poderosas propiedades medicinales, valoradas desde la antigüedad.
Poseer una diversidad elevada de especies de bacterias intestinales se asocia con una buena salud general. A medida que pasan los años esta diversidad tiende a disminuir, al mismo tiempo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Por todo ello los investigadores decidieron comprobar el efecto del ajo sobre la microbiota y sobre las facultades cognitivas.
El estudio incluyó ratones de 24 meses de edad, lo que equivale a entre 56 y 69 años en humanos.
Algunos de los ratones recibieron sulfuro de alilo, un compuesto en el ajo, que les hizo mejorar su memoria a corto y largo plazo.