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¿Quién puede saber cómo seremos en el futuro?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Noticias    ~    Comentarios Comments (1)

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Vint Cerf

Vint Cerf

Padre de Internet y vicepresidente de Google

Debe resultar abrumador que siempre que mencionen tu nombre este venga acompañado de la coletilla “padre de Internet”, por más que sea una paternidad reconocida y hasta responsable. Aunque a estas alturas de la película Vinton Cerf tiene que estar más que habituado a que cada vez que dicta una conferencia, se sienta frente a un periodista y suponemos que incluso en las cenas familiares, se le repita “cuéntanos otra vez lo del día aquel en que se os ocurrió inventar el TCP/IP”. Las siglas de marras corresponden a “Transmission Control Protocol/Internet Protocol”, el conjunto de protocolos que hacen posible el intercambio de datos entre computadoras; es decir, lo que permite que ahora mismo usted pueda ver la entrevista a Vint Cerf desde cualquier lugar del Planeta, enviar un correo electrónico o compartir el último gin-tonic con cardamomo a través de Instagram.

Cerf fue el responsable, junto con Robert Kahn, de las investigaciones que concluyeron con la presentación en 1972 del TCP/IP cuando Internet todavía era un proyecto del Departamento de Defensa de Estados Unidos y muy pocos, tal vez únicamente los pioneros que trabajaban en ello, sospechaban la importancia del invento. Aquella criaturita que Cerf vio nacer se ha convertido más de 40 años después en uno de los avances tecnológicos más importantes de la Humanidad.

Ahora Cerf está centrado en el impulso de lo que será el nuevo paso en la red, lo que se denomina “Internet de las cosas”: un mundo absolutamente conectado a través de objetos cotidianos que serán manejables desde nuestros smartphones. A sus 72 años se atreve a imaginar cómo seremos en el 3.015, cuando hayamos conseguido colonizar otros planetas, nuestros ordenadores sean moleculares y nuestros cerebros estén interconectados a través de chips que nos permitan comunicarnos con el pensamiento.

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 12 de agosto del 2015 a las 6:10

    Es cierto, a todos en un momento dado, nos gusta “jugar” con el que será. Aquí el amigo Vint (como hacemos todos), pronostica algunas de las cosas que estarán presentes allá por el año 3.015, y, desde luego, ese pensamiento lógico, avalado por los acontecimientos anteriores, podría ser la normalidad de los sucesos futuros si, en todo este engranaje, no interviniera algo que llamamos Azar. Mil años, para nosotros, es mucho tiempo y si no incluimos en la ecuación las variables fortuitas… ¡El resultado nunca será exacto!
     
    En esas libretas que suelo rellenar con mis pensamientos, no pocas veces, he dejado plasmado ese futuro que vislumbro conforme al presente, y, teniendo en cuenta que, los avances son exponenciales, es decir, a más conocimientos más rápidamente podemos seguir avanzando en el saber de las cosas, de la Naturaleza y del Universo en fin.
     
    Claro que, todas esas elucubraciones de lo que podría ser dentro de cualquier número de años, nunca contará con el conocimiento de lo que el comportamiento del Universo nos podrá traer, y, siendo cierto que vivimos en una región muy tranquila de la Galaxia, también lo es que, los imprevistos (por eso le llamamos así), llegan sin que nadie los espere y pueden dar al traste con todas las reglas lógicas que tendrían que seguir rigiendo y que serán frenadas en seco, si algún acontecimiento espacial o de cualquier otro tipo natural y de cierta envergadura nos cae encima.
     
    Hablar del futuro… ¡Es muy arriesgado! Precisamente por eso, inventamos la Ciencia-Ficción, ese apartado literario que nos permite volcar en él todos los pensamientos futuros sin ningún temor a equivocarnos, sin asegurar nada, y, simplemente, cada autor, refleja el mundo que podría ser y que, ciertamente, en no pocas oportunidades se ha ido cumpliendo, ya que, la Naturaleza nos ha respetado y que permitido que nuestra especie pueda continuar adelante, lo cual, no es ninguna garantía de futuro que, como sabemos, es impredecible.
     
    De todas las maneras, nuestra forma de Ser, nos lleva siempre mucho más allá de lo que sabemos a ciencia cierta, y, nuestra imaginación desbordada, crea nuevos mundos y nos lleva hasta las lejanas estrellas, a esos lugares soñados que ahora se encuentran en el “infinito” y que, en el futuro, podrían ser destinos cotidianos a los que llegar por caminos que ahora, ni podemos imaginar.
     
    Claro, todo dependen del Azar. Esperemos que nunca nos visite un meteorito de 100 Km de diámetro pretendiendo fundirse con el planeta Tierra, ya que, si eso llega a ocurrir… ¡De qué futuro estamos hablando! Tenekos que pensar en que NUNCA, es mucho Tiempo, estamos hablando de la Eternidad que, como el Infinito y la Nada… ¡No existen!
     
    Desde lo que hemos aprendido sobre el Universo, sabemos que los sucesos se repiten y, como un ciclo sin fin, las cosas se repiten una y otra vez, y, si eso es así, no sería extraño que ese fatídico meteorito nos visitara cualquier día, aunque lo deseable sería que, ese día, esté lejos, muy lejos en el Tiempo y, para cuando pueda suceder, podamos tener los conocimientos y la tecnología suficientes para, de alguna manera, evirtar el desastre y que, el bueno de Vint, pueda cumplir sus sueños.

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