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Los Misterios de la Tierra

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (8)

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Aquí dejamos un trio cuyo origen está en la obra Energías de Vaclav Smil y que nos viene a dar una lección de la biosfera y la Civilización. Por su interés en el conocimiento de lo que la energía es, lo dejamos aquí como una muestra de los engranajes de la Naturaleza para desarrollar sus actividades que, finalmente, inciden en nosotros de manera directa, pués, nosotros, formamos parte de ella.

Evolución por la Energía

El universo entero es energía. En sus formas diferentes la energía cambia continuamente y lo mismo hace que brillen las estrellas del cielo, que los planetas giren, que los estables átomos formen moléculas y materia, que las plantas crezcan o que las civilizaciones evolucionen.

La ciencia del siglo XIX reconoció la universalidad de la energía y supo ver que la Humanidad sin energía que hiciera el trabajo más duro, no evolucionarían en el bienestar social y el saber.

De todas maneras, aún hoy día, a comienzos del siglo XXI, no tenemos un conocimiento unificado de todos los ámbitos y disciplinas, que relacionados de una u otra manera con la energía, nos presente una visión global y completa de este problema. Los estudios energéticos modernos se presentan fragmentados, divididos en disciplinas, y los científicos que trabajan en cada una de ellas están muy ocupados para leer el resultado obtenido en los otros estudios.

Los geólogos, por ejemplo, al tratar de entender las grandes fuerzas que transforman la superficie del planeta por el movimiento de las placas tectónicas, rara vez están al día de los descubrimientos en las otras ramas de la energética moderna, donde se estudia desde el esfuerzo de un corredor de élite hasta el vuelo de un colibrí.

Los ingenieros se preocupan por las plantas generadoras de electricidad y piensan poco en las constantes fundamentales de la energía o en los cambios que determinaron la evolución de las sociedades antes de la llegada de la civilización de los combustibles fósiles.

Energía es todo, desde el Sol hasta un embarazo; desde el pan que comemos hasta un microchip. Sin embargo, es difícil que un técnico pueda pensar en ello cuando está centrado en resolver el problema del momento.

La progresión lógica se realiza siguiendo una secuencia progresiva desde los flujos de energía planetarios a la vida de las plantas y los animales, siguiendo con la energía humana, la energía en el desarrollo de las sociedades preindustriales y modernas, y concluyendo con el transporte y los flujos de información, que son las dos características más importantes de la civilización de los combustibles fósiles.

Los que han leído algunos de mis trabajos saben que aquí podrán encontrarse con datos y materias diversas, y aunque el tema central, como he reseñado por título, es la evolución por la energía, también podrán leer sobre la entropía, las fuerzas de la naturaleza, el átomo, o incluso, del Sol, los vientos, radiación solar o cualquier dato que, en realidad, pueda estar conectado con el concepto de energía.

Operamos con unidades

El conocimiento, las peculiaridades y las complejidades de las diferentes formas de energías, así como su almacenamiento y transformación, requiere que cuantifiquemos esas cualidades y procesos. Para ello debemos introducir cierto número de conceptos científicos y medidas, así como sus unidades correspondientes.

Al hablar sobre energía nos encontramos con el problema de que el uso en el habla común de muchos términos científicos está equivocado. Como dice Henk Tennekes, “hemos creado una terrible confusión con los conceptos físicos simples en la vida ordinaria”. Pocos de esos malentendidos son tan generales y molestos como los relacionados con los términos energía, potencia y fuerza.

Definimos fuerza como la intensidad con la que intentamos desplazar – empujar, tirar, levantar, golpear… – un objeto. Podemos ejercer una fuerza enorme sobre la roca que sobresale en una montaña incluso si ésta permanece inmóvil. Sin embargo, sólo realizamos trabajo cuando el objeto que empujamos se mueve en la dirección de la fuerza aplicada. De hecho, se define el trabajo realizado como el producto de la fuerza aplicada por la distancia recorrida. La energía, como se define en los libros de texto, es “la capacidad de hacer trabajo”, y así, ésta se medirá con las mismas unidades que el trabajo.

Si medimos la fuerza en unidades denominadas newton (N), llamada así en honor de Isaac Newton, y la distancia en metros (m), el trabajo se mide en la malsonante unidad de newton-metro. Para simplificar, los científicos llaman al newton-metro julio (J), en honor de James Prescot Joule (1.818 – 1.889), quien publicó el primer cálculo preciso de la equivalencia entre trabajo y energía. El julio es la unidad estándar de trabajo y energía.

La potencia es simplemente la tasa de trabajo, es decir, un flujo de energía por unidad de tiempo. A un julio por segundo lo llamamos vatio (W) en honor de James Watt (1.736 – 1.819), inventor de la máquina de vapor mejorada y el hombre que estableció la primera unidad de potencia, que no fue el vatio sino el caballo de vapor (CV), una unidad aproximadamente igual a 750 W.

Seguimos con algunas tablas para documentarnos:

Almacenamiento de energía
Energía de Magnitud
Reservas mundiales de carbón 200.000 EJ
Reservas mundiales de masa vegetal 10.000 EJ
Calor latente de un tormenta 5 PJ
Carga de carbón de un camión de 100 t 2 TJ
Barril de petróleo crudo 6 GJ
Botella de vino de mesa blanco 3 MJ
Garbanzo pequeño 5 KJ
Mosca en la mesa de la cocina 9 mJ
Gota de agua de 2 mm en una hoja de árbol 4 μJ
Flujos de energía
Energía de Magnitud
Radiación solar 5.500.000 EJ
Fotosíntesis mundial neta 2.000 EJ
Producción mundial de combustibles fósiles 300 EJ
Huracán típico en el Caribe 38 EJ
La mayor explosión de bomba H en 1.961 240 PJ
Calor latente de un tormenta 5 PJ
Bomba de Hiroshima en 1.945 84 TJ
Metabolismo basal de un caballo grande 100 MJ
Ingesta diaria de un adulto 10 MJ
Pulsación de una tecla del ordenador 20 mJ
Salto de una pulga 100 nJ

Para avanzar un poco más tenemos que pasar de empujar y tirar (lo que llamamos energía mecánica o energía cinética) a calentar (energía térmica). Definimos una unidad llamada caloría como la cantidad de calor necesario para elevar la temperatura de un gramo de agua desde 14’5 a 15’5 ºC. Usando esta unidad podemos comparar energías térmicas, pero una vez más, esta unidad no nos permite comparar todas las clases diferentes de energías.

Si nos preguntamos ¿qué es la energía?, esta pregunta no es fácil de contestar. Incluso uno de los más grandes físicos modernos resulta de poca ayuda: “es importante darse cuenta de que en física, en realidad, no se sabe muy bien qué es la energía. No tenemos una idea de por qué la energía está formada por pequeños pulsos de una cantidad definida”, decía Richard Feynman en su libro Lectures on Physics.

David Rose, para definir la energía, decía: “es un concepto abstracto inventado por los físicos en el siglo XIX para describir cuantitativamente una amplia variedad de fenómenos naturales”.

El conocimiento moderno de la energía incluye un número de descubrimientos fundamentales: la masa y la energía son equivalente; los diferentes tipos de energía están relacionados por muchas transformaciones; durante esas transformaciones, la energía no se destruye (primer principio de la termodinámica) y esta conservación de la energía está inexorablemente acompañada por una pérdida de utilidad (segundo principio de la termodinámica).

El primer descubrimiento, descrito en una carta de Einstein a un amigo suyo como una “idea atrevida, divertida y atractiva”, se resume en su ecuación m = E/c2, que en su versión más famosa se escribe como E = mc2; la ecuación más conocida de la física.

El segundo descubrimiento se demuestra continuamente en miles de trasformaciones energéticas que se producen en el universo. La energía gravitatoria mantiene las galaxias en movimiento, a la Tierra girando alrededor del Sol y confinada la atmósfera que hace nuestro planeta habitable. La transformación de la energía nuclear en el interior del Sol produce el continuo flujo de energía electromagnética, llamada radiación solar. Una pequeña parte de esa energía llega al planeta Tierra que, a su vez, libera energía geotérmica. El calor producido en ambos procesos pone en movimiento la atmósfera, los océanos y las gigantescas placas tectónicas terrestres.

Una pequeña parte de la energía radiante del Sol se transforma, a través de la fotosíntesis, en reservas de energía química, que son utilizadas por muchas clases de bacterias y plantas. Los seres heterótrofos (organismos que van desde las bacterias, los protozoos y los hongos hasta los mamíferos), ingieren y reorganizan vegetales de las plantas en nuevos enlaces químicos y los utilizan para crear energía mecánica (cinética).

La energía química almacenada durante millones de años en los combustibles fósiles se libera por combustión en calderas y máquinas como energía termal (térmica), la cual, a través de muchos procesos se convierte en energía mecánica, química o electromagnética.

El universo entero es energía. En sus formas diferentes la energía cambia continuamente y lo mismo hace que brillen las estrellas del cielo, que los planetas giren, que los estables átomos formen moléculas y materia, que las plantas crezcan o que las civilizaciones evolucionen.

La ciencia del siglo XIX reconoció la universalidad de la energía y supo ver que la Humanidad sin energía que hiciera el trabajo más duro, no evolucionarían en el bienestar social y el saber.

De todas maneras, aún hoy día, a comienzos del siglo XXI, no tenemos un conocimiento unificado de todos los ámbitos y disciplinas, que relacionados de una u otra manera con la energía, nos presente una visión global y completa de este problema. Los estudios energéticos modernos se presentan fragmentados, divididos en disciplinas, y los científicos que trabajan en cada una de ellas están muy ocupados para leer el resultado obtenido en los otros estudios.

Los geólogos, por ejemplo, al tratar de entender las grandes fuerzas que transforman la superficie del planeta por el movimiento de las placas tectónicas, rara vez están al día de los descubrimientos en las otras ramas de la energética moderna, donde se estudia desde el esfuerzo de un corredor de élite hasta el vuelo de un colibrí.

Los ingenieros se preocupan por las plantas generadoras de electricidad y piensan poco en las constantes fundamentales de la energía o en los cambios que determinaron la evolución de las sociedades antes de la llegada de la civilización de los combustibles fósiles.

Energía es todo, desde el Sol hasta un embarazo; desde el pan que comemos hasta un microchip. Sin embargo, es difícil que un técnico pueda pensar en ello cuando está centrado en resolver el problema del momento.

La progresión lógica se realiza siguiendo una secuencia progresiva desde los flujos de energía planetarios a la vida de las plantas y los animales, siguiendo con la energía humana, la energía en el desarrollo de las sociedades preindustriales y modernas, y concluyendo con el transporte y los flujos de información, que son las dos características más importantes de la civilización de los combustibles fósiles.

Los que han leído algunos de mis trabajos saben que aquí podrán encontrarse con datos y materias diversas, y aunque el tema central, como he reseñado por título, es la evolución por la energía, también podrán leer sobre la entropía, las fuerzas de la naturaleza, el átomo, o incluso, del Sol, los vientos y radiación solar o cualquier dato que, como la fuerza gravitatoria, en realidad, pueda estar conectado con el concepto de energía.

emilio silvera

 

  1. 1
    Ramon Marquès
    el 6 de julio del 2009 a las 18:16

    Hola Emilio:
    ¿Qué es la energía? Es una pregunta que yo me he planteado desde hace muchos años. Lo que he podido comprender es que detrás de cualquier tipo de energía, desde la energía interactiva de una partícula a la energía de las placas tectónicas, existe un movimiento. Por lo que he llegado a la conclusión de que energía equivale a movimiento.
    Un abrazo. Ramon Marquès

    Responder
  2. 2
    emilio silvera
    el 6 de julio del 2009 a las 21:33

    Sí, amigo Ramón, es una explicación válida. El movimiento es un trabajo y la energía se define como la capacidad de hacer trabajo.

    Esa es una buena idea, la que expones pero, en realidad, nadie hastas el momento, ha sabido explicar de verdad, que es la energía.

    Auque para andar por casa, nosotros nos entendemos a las mil maravillas.

    Un abrazo.

    Responder
  3. 3
    Julio
    el 27 de abril del 2010 a las 10:30

    Muy interesante artículo.
    Quisiera pedirte autorización para publicarlo en el blog  “buenas nuevas”, porque me parece que es un tipo de información muy necesaria para los nuevos tiempos.
    Muchas gracias.

    Responder
    • 3.1
      Emilio Silvera
      el 27 de abril del 2010 a las 10:34

      Amigo Julio, desdes este momento tiene esa AUTORIZACION que pides, ya que, si este lugar es solo de divulgacion de la Ciencia, bueno es que alguien venga a echar una mano.

      Un saludo.

      Responder
  4. 4
    Ozzy
    el 29 de abril del 2010 a las 10:46

    Como siempre, un gran escrito.
    Un saludo

    Responder
  5. 5
    Ignacio C. Ignoscere
    el 3 de marzo del 2011 a las 11:47

    Estimado Emilio,
    Hablando de energía, hace unos días que le estoy dando vueltas en especial a un tipo de energía, la energía cinética, la provocada por un planeta por la rotación del mismo.

    Si bien la energía se define como la capacidad de realizar un trabajo, ¿específicamente cual sería el trabajo que está realizando este tipo de energía en un planeta?.

    Un saludo.

    Responder
    • 5.1
      Fabián
      el 4 de marzo del 2011 a las 1:13

      Bueno, no es necesario responder a mi pregunta, ya no tiene sentido en realidad. Solo me gustaría dejar una reflexión para el que le interese considerarla…

      El fanatismo por la ciencia, es tanto o más, peligroso y perjudicial que alguna religión, y atenta directamente en contra de la evolución del ser humano como especie, eso es triste.

      Cuándo se dice, que se ve un problema dónde no lo hay, tal vez se deba a que el que lo dice se encuentra sin saberlo, en el problema, y por eso no puede verlo, y eso es una pena.

      Sigo pensando que la ciencia necesita de una evolución, que lo acerque a una empatía con el ser humano, porque en definitiva, para esto se hace ciencia, para el bien del ser humano. Pero la verdad que yo me canse de intentarlo, mejor continúo con mis tareas habituales, de lo contrario sería una pérdida de tiempo, aunque eso no es lo malo en realidad, sino, el tener que cargar con el arrepentimiento.

      Ignacio, yo y mi conciencia nos despedimos, pido disculpas por las molestias ocasionadas, si es que las ocasioné en algún momento, nunca ha sido mi intención; saludos cordiales…

      Responder
    • 5.2
      emilio silvera
      el 4 de marzo del 2011 a las 7:43

      Hablar de la energía cinética es hacerlo de la energía del movimiento y es usualmente definida como el trabajo que será realizado sobre un cuerpo que posee esa energía cuando es llevado al reposo. Para un cuerpo de masa m con una velocidad v, la energía cinética es mv2/2 (clasica) o (m – mo)c2 (relativista).
      La energía cinética de rotación de un cuerpo con una velocidad angular ω es ⁄ω2/2, donde ⁄ es el momento de inercia.
      Así, la energía interna de un cuerpo sería la suma de la energía potencial y la energía cinética de sus átomos y moléculas componentes.
       

      Responder

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