Jun
29
¿La cuarta Dimensión? ¿No era el Tiempo?
por Emilio Silvera ~
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La cuarta dimensión, por primera vez en un laboratorio
La cuarta dimensión es un concepto que puede referirse tanto al tiempo en la física cimi a una dimensión espacial adicional en la matemática. En física, la teoría de la relatividad de Einstein considera al tiempo como la cuarta dimensión, combinada con las tres dimensiones espaciales para formar el espacio-tiempo. En matemáticas, la cuarta dimensión puede referirse a espacios euclidianos de más de tres dimensiones o a espacios localmente euclidianos, donde se introduce una dimensión perpendicular a las tres dimensiones espaciales que conocemos.
“Empecemos por los conceptos separados de espacio y tiempo a ver si los podemos tener claros. Creemos tener una idea de lo que es tiempo, creemos tener una idea de lo que es espacio, y ahora se habla de espacio tiempo. ¿Es esto diferente o a qué se refieren cuando hablan de esto?
Primero veamos el tiempo. Si queremos estudiar el tiempo tenemos que aceptar primero que está ahí. Podemos percibir el tiempo de alguna manera, sabemos que el tiempo pasa y la física nos dice que está ahí. Una cosa que hay que hay tener clara acerca del tiempo es que nadie sabe exactamente qué es. Sí, por más que hayas escuchado definiciones, ideas, no. O sea sabemos bastante acerca del tiempo pero no lo entendemos en su totalidad. Una parte que sí entendemos o bueno quienes estudian física es gracias a Einstein. Pero hay un montón de cosas que ignoramos y algunas con las que los científicos aún siguen debatiendo como por ejemplo, la fluidez del tiempo. Algunos físicos como Brian Greene piensan que en el universo, cada momento es tan real como el otro y que tenemos una ilusión del pasado, presente y futuro por lo que considera que ese flujo del tiempo del que todos somos “conscientes” es una ilusión. Para otros físicos en cambio, como Richard Muller, el pensar de esa forma es un retroceso y el hecho de que la física no entienda aún el flujo del tiempo no quiere decir que sea una ilusión sino que hay más trabajo que hacer, estudiar más, encontrar nuevas ecuaciones, seguir investigando. “
Izquierda y derecha, delante y atrás y arriba y abajo. Esas son, más el tiempo, las dimensiones en las que se enmarca nuestra existencia, al igual que la de todo el Universo en que vivimos. Pero cada vez son más los científicos que piensan que el nuestro no es un mundo con solo tres dimensiones.
Las matemáticas, en efecto, abren la puerta a una realidad con muchas más dimensiones de las que nos son habituales. Hasta once diferentes, si hacemos caso de la teoría de Cuerdas…
En matemáticas, las dimensiones superiores se refieren a espacios con más de tres dimensiones espaciales. Estos espacios son difíciles de visualizar, pero se pueden definir y estudiar utilizando herramientas matemáticas como el álgebra lineal y la geometría. Un objeto de dimensión superior es aquel que existe en un sistema con más de tres ejes de coordenadas.
Sin necesidad de llegar tan lejos, toda una corriente de la física se inclina decididamente por la existencia de una cuarta dimensión espacial. Una que, por supuesto, nuestros sentidos no pueden percibir, pero cuyos efectos podrían ser detectados incluso en nuestro universo tridimensional.
Si existe, esa cuarta dimensión de espacio… ¿Estará fuera de nuestro mundo? Y, por eso no se deja ver
¿Cómo conseguir una proeza semejante? Dos equipos independientes de investigadores, uno en Suiza y otro en Estados Unidos, han hallado una solución al problema. Y han conseguido, cada uno por su lado, tener un atisbo de esa cuarta dimensión.
Imaginemos por un momento que somos criaturas planas, y que solo podemos percibir dos dimensiones. Sin el concepto «arriba y abajo» no podríamos ver, por ejemplo, un cubo. Sin embargo sí que podríamos ver la proyección, o sombra, bidimensional de ese objeto 3D, que sería un cuadrado. Un cuadrado en una superficie plana, como una hoja de papel, podría darnos alguna (aunque no toda) información sobre el cubo que la está proyectando.
Imaginemos ahora que también el propio cubo no es más que una proyección, o una sombra, tridimensional de un objeto de cuatro dimensiones. Un hipercubo que no podemos percibir en nuestro universo 3D, pero del que podemos atisbar algunas características.
Eso es, precisamente, lo que han hecho los investigadores en sus laboratorios a ambas orillas del Atlantico, observar la «sombra» tridimensional de un suceso que tiene lugar en la cuarta dimensión. Y lo han conseguido observando la manifestación de un efecto cuántico, el efecto Hall cuántico, del que las ecuaciones dicen que se manifiesta en la cuarta dimensión.
¿Complicado? Puede. Pero es lo más cerca que hemos llegado a estar, hasta ahora, de una dimensión superior a la nuestra.
Reportaje de prensa