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¡La velocidad de la luz! Según Asimov

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (6)

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¿Por qué la materia no puede moverse más deprisa que la velocidad de la luz? Isaac Asimov nos lo cuenta así:

“Para contestar esta pregunta hay que advertir al lector que la energía suministrada a un cuerpo puede influir sobre él de distintas maneras. Si un martillo golpea a un clavo en medio del aire, el clavo sale despedido y gana energía cinética o, dicho de otra manera, energía de movimiento. Si el martillo golpea sobre un clavo, cuya punta está apoyada en una madera dura e incapaz de moverse, el clavo seguirá ganando energía, pero esta vez en forma de calor por rozamiento al ser introducido a la fuerza dentro de la madera.

Albert Einstein demostró en su teoría de la relatividad especial que la masa cabía contemplarla como una forma de energía (E = mc2, la bomba atómica lo confirmó). Al añadir energía a un cuerpo, esa energía puede aparecer en la forma de masa o bien en otra serie de formas.

En condiciones ordinarias, la ganancia de energía en forma de masa es tan increiblemente pequeña que sería imposible medirla. Fue en el siglo XX (al observar partículas subatómicas que, en los grandes aceleradores de partículas, se movían a velocidades de decenas de miles de kilómetros por segundo) cuando se empezaron a encontrar aumentos de masa que eran suficientemente grandes para poder detectarlos. Un cuerpo que se moviera a unos 260.000 Km por segundo respecto a nosotros mostraría una masa dos veces mayor que cuando estaba en reposo (siempre respecto a nosotros).

La energía que se comunica a un cuerpo libre puede integrarse en él de dos maneras distintas:

  1. En forma de velocidad, con lo cual aumenta la rapidez del movimiento.
  2. En forma de masa, con lo cual se hace “más pesado”.

La división entre estas dos formas de ganancia de energía, tal como la medimos nosotros, depende en primer lugar de la velocidad del cuerpo (medida, una vez más, por nosotros).

Si el cuerpo se mueve a velocidades normales, prácticamente toda la energía se incorpora a él en forma de velocidad: se moverá más aprisa sin cambiar su masa.

A medida que aumenta la velocidad del cuerpo (suponiendo que se le suministra energía de manera constante) es cada vez menor la energía que se convierte en velocidad y más la que se transforma en masa. Observamos que, aunque el cuerpo siga moviéndose cada vez más rápido, el ritmo de aumento de velocidad decrece. Como contrapartida, notamos que gana más masa a un ritmo ligeramente mayor.

Al aumentar aún más la velocidad y acercarse a los 299.792’458 Km/s, que es la velocidad de la luz en el vacío, casi toda la energía añadida entra en forma de masa. Es decir, la velocidad del cuerpo aumenta muy lentamente, pero la masa es la que sube a pasos agigantados. En el momento en que se alcanza la velocidad de la luz, toda la energía añadida se traduce en masa.

El cuerpo no puede sobrepasar la velocidad de la luz porque para conseguirlo hay que comunicarle energía adicional, y a la velocidad de la luz toda esa energía, por mucha que sea, se convertirá en nueva masa, con lo cual la velocidad no aumentaría ni un ápice.

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La Luna

Cuando le explicas a una persona lo que pasa con la velocidad de la luz…

Todo esto no es pura teoría, sino que tal como ha sido comprobado, es la realidad de los hechos.

La velocidad de la luz es la velocidad límite en el universo. Cualquier cosa que intente sobrepasarla adquiriría una masa infinita.

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                     La luz del Sol tarda 8 minutos en llegar a la Tierra

La velocidad de la luz, por tanto, es un límite en nuestro universo; no se puede superar. Siendo esto así, el hombre tiene planteado un gran reto, no será posible el viaje a las estrellas si no buscamos la manera de esquivar este límite de la naturaleza, ya que las distancias que nos separan de otros sistemas solares son tan enormes que, viajando a velocidades por debajo de la velocidad de la luz, sería casi imposible alcanzar el destino deseado.

Los científicos, físicos experimentales, tanto en el CERN como en el FERMILAB, aceleradores de partículas donde se estudian y los componentes de la materia haciendo que haces de protones o de muones, por ejemplo, a velocidades cercanas a la de la luz choquen entre sí para que se desintegren y dejen al descubierto sus contenidos de partículas aún más elementales.  Pues bien, a estas velocidades relativistas cercanas a c (la velocidad de la luz), las partículas aumentan sus masas; sin embargo, nunca han logrado sobrepasar el límite de c, la velocidad máxima permitida en nuestro universo.

Universo completa

Puede que existan otros universos de la misma manera que son miles de millones de millones de  estrellas o de galaxias en el nuestro. Sin embargo, no sabemos como serán esos otros universos y que fuerzas fundamentales o que constantes universales lo regirán pero, una cosa es cierta, si las constantes son diferentes a las de este universo nuestro… ¡La vida no estará presente! Al menos, en la forma que aquí la conocemos.

Pero sigamos con Asimov y sus explicaciones de la velocidad de la luz.

Resultado de imagen de La energía se convierte en masa si nos acercamos a la velocidad de la luz cResultado de imagen de La energía se convierte en masa si nos acercamos a la velocidad de la luz c

La masa aumenta con la velocidad, cuando se acerca a c (la velocidad de la luz en el vacío), al tratarse del límite que impone el Universo para que cualquier objeto se desplace, la velocidad se irá frenando y la energía cinética se convierte en masa.

Es preciso ampliar un poco más las explicaciones anteriores que no dejan sentadas todas las cuestiones que el asunto plantea, y quedan algunas dudas que incitan a formular nuevas preguntas, como por ejemplo: ¿por qué se convierte la energía en masa y no en velocidad?, o ¿por qué se propaga la luz a 299.793 Km/s y no a otra velocidad?

La única respuesta que podemos dar hoy es que así, es el universo que nos acoge y las leyes naturales que lo rigen, donde estamos sometidos a unas fuerzas y unas constantes universales de las que la velocidad de la luz en el vacío es una muestra.

Imagen relacionadaImagen relacionada

                      La luz está dentro de la materia y en el universo… ¡por todas partes!

A velocidades grandes cercanas a la de la luz (velocidades relativistas) no sólo aumenta la masa del objeto que viaja, sino que disminuye también su longitud en la misma dirección del movimiento (contracción de Lorentz) y en dicho objeto y sus ocupantes – si es una nave – se retrasa al paso del tiempo, o dicho de otra manera, el tiempo allí transcurre más despacio.

A menudo se oye decir que las partículas no pueden moverse “más deprisa que la luz” y que la “velocidad de la luz” es el límite último de velocidad.

Pero decir esto es decir las cosas a medias, porque la luz viaja a velocidades diferentes dependiendo del medio en el que se mueve. Donde más deprisa se mueve la luz es en el vacío: allí lo hace a 299.792’458 Km/s. Este sí es el límite último de velocidades que podemos encontrar en nuestro universo.

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Tenemos el ejemplo del fotón, la partícula mediadora de la fuerza electromagnética, un bosón sin masa que recorre el espacio a esa velocidad antes citada.

Einstein en su teoría de la relatividad especial de 1.905, nos decía que en nuestro universo nada puede ir más rápido que la luz. También nos dejó dicho que masa y energía don dos aspectos de una misma cosa. Que la materia se puede convertir en energía (ahí está la bomba atómica como demostración) pero, ¿es posible hacer lo contrario y convertir energía en materia?

Sí sería posible convertir energía en materia, pero hacerlo en grandes cantidades resulta poco práctico. Veamos por qué.

Según la teoría de Einstein, tenemos que E = mc2, donde e representa la energía, medida en ergios, m representa la masa, medida en gramos, y c es la velocidad de la luz en centímetros por segundo.

La luz se propaga en el vacío a una velocidad aproximada a los 30.000 millones (3×1010) de centímetros por segundo. La cantidad c2 representa el producto c×c, es decir:

3×1010 × 3×1010, ó 9×1020.

Por tanto, c2 es igual a 900.000.000.000.000.000.000.

Así pues, una masa de un gramo puede convertirse, en teoría, en 9×1020 ergios de energía.

El ergio es una unida muy pequeña de energía que equivale a: “Unidad de trabajo o energía utilizado en el sistema c.g.s y actúa definida como trabajo realizado por una fuerza de 1 dina cuando actúa a lo largo de una distancia de 1 cm: 1 ergio = 10-7 julios”. La kilocaloría, de nombre quizá mucho más conocido, es igual a unos 42.000 millones de ergios. Un gramo de materia convertido en energía daría 2’2×1010 (22 millones) de kilocalorías.  Una persona puede sobrevivir cómodamente con 2.500 kilocalorías al día, obtenidas de los alimentos ingeridos. Con la energía que representa un solo gramo de materia tendríamos reservas para unos 24.110 años, que no es poco para la vida de un hombre.

O digámoslo de otro modo: si fuese posible convertir en energía eléctrica la energía representada por un solo gramo de materia, bastaría para tener luciendo continuamente una bombilla de 100 vatios durante unos 28.200 años.

O bien: la energía que representa un solo gramo de materia equivale a la que se obtendría de quemar unos 32 millones de litros de gasolina.

Nada tiene de extraño, por tanto, que las bombas nucleares, donde se convierten en energías cantidades apreciables de materia, desaten tanta destrucción.

La conversión opera en ambos sentidos. La materia se puede convertir en energía y la energía en materia. Esto último puede hacerse en cualquier momento en el laboratorio, donde continuamente convierten partículas energéticas (como fotones de rayos gamma) en 1 electrón y 1 positrón sin ninguna dificultad. Con ello se invierte el proceso, convirtiéndose la energía en materia.

Pero estamos hablando de una transformación de ínfimas cantidades de masa casi despreciable. ¿Pero podremos utilizar el mismo principio para conseguir cantidades mayores de materia a partir de energía?

Resultado de imagen de Un experimento que trata de convertir energía en materia

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                                       Aquí tratan de convertir luz en materia

Bueno, si un gramo de materia puede convertirse en una cantidad de energía igual a la que produce la combustión de 32 millones de litros de gasolina, entonces hará falta toda esa energía para fabricar un solo gramo de materia, lo que nos lleva al convencimiento de que no sería muy rentable invertir el proceso.

Resultado de imagen de La dispensadora de alimentos del Enterprise de Star Trek

Con solo pedirlos allí aparecían como surgidos de la nada

Recuerdo en este punto cómo los viajeros espaciales de la Nave Enterprise, cuando tienen hambre, le piden a una dispensadora de alimentos lo que desean comer o beber, y la máquina, a partir de la energía, le facilita todo aquello que necesiten. La serie Star Trek, unas de las mejores que han sido realizadas, reflejan algunas licencias que como esta de la máquina dispensadora, no explican de dónde precede la fuente de energía que utilizan y, que según lo que se ve, tendría que ser inagotable.

Antes de que llegara Einstein, los físicos del siglo XIX creían que la materia y la energía eran dos cosas completamente diferentes. Materia es todo aquello que ocupaba un espacio y que poseía masa. Y al tener masa también tenía inercia y respondía al campo gravitatorio. La energía en cambio, no ocupaba espacio ni tenía masa, pero podía efectuar trabajo. Además, se pensaba que la materia consistía en partículas (átomos), mientras que la energía, se componía de ondas.

Por otra parte, esos mismos físicos del XIX creían que ni la materia ni la energía, cada una por su parte, podía ser creada ni destruida. La cantidad de materia del universo era constante, igual que la cantidad total de energía.  Había pues una ley de conservación de la energía y de conservación de la materia.

Resultado de imagen de Convertir masa en energíaResultado de imagen de Convertir masa en energía

Convertir energía en materia es más fácil que lo contrario, y, aunque masa y energía son dos aspectos de la misma cosa… ¡Convertir energía en masa no será fácil!

Albert Einstein, en 1.905, les demostró que la masa es una forma muy concentrada de energía. La masa podía convertirse en energía y viceversa.  Lo único que había que tener en cuenta era la ley de conservación de la energía. En ella iba incluida la materia.

Hacia los años veinte se vio además que no se podía hablar de partículas y ondas como si fuesen dos cosas diferentes. Lo que se consideraban partículas actuaban en ciertos aspectos como si de ondas se tratara, y lo que normalmente se consideraban ondas actuaban en ciertos aspectos como partículas.

Así podemos hablar de ondas del electrón, por ejemplo; y también de partículas de luz, o fotones. Pero existe una diferencia entre la una y el otro, mientras que la partícula que denominamos electrón, posee una “masa en reposo” mayor a cero, los fotones por el contrario, no tienen masa alguna, por ese motivo, estas partículas se mueven siempre a una velocidad de 299.792’458 metros por segundo a través del vacío, no debemos olvidar que un fotón es una partícula de luz.”

Fórmula relativista de adición de velocidades.

En matemáticas se llama prolongación de una función a la extensión de su dominio más allá de sus singularidades, que se comportan como frontera entre el dominio original y el extendido. Normalmente, la prolongación requiere incluir algunos cambios de signo en la definición de la función extendida para evitar que aparezcan valores imaginarios puros u otros números complejos. La matemática de la teoría de la relatividad puede ser aplicada a partículas que se mueven a una velocidad mayor que la de la luz (llamadas taquiones) si aceptamos que la masa y la energía de estas partículas pueden adoptar valores imaginarios puros. El problema es que no sabemos qué sentido físico tienen estos valores imaginarios.

Claro que, estas nuevas teorías nunca han podido ser comprobadas mediante ningún experimento, así que, se quedan en el limbo de las conjeturas.

emilio silvera

 

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 1 de enero del 2020 a las 8:02

    En todo esto de la velocidad de la Luz hay algo que me choca, no acaba de convencerme, me explico:

    Todos hemos oído contar la paradoja de los gemelos en la que, el hermano astronáuta viaja hasta Alpha Centauri a la velocidad de la luz, y, su hermano se queda en la Tierra esperando su regreso. Cuando el viaje finaliza, el hermano de la Tierra es un anciano jubilado, mientras que el viajero sólo ha envejecido 8.6 años, es decir lo que tardó en ir y regresar a sistema Alpha Centauri.

    Nos dicen que el Tiempo pasó más lento para el hermano viajero. Sin embargo, creo que el transcurrir del Tiempo es inamovible, siempre marcha (en cuaqlquier circunstancia) a la misma velocidad, nada lo puede ralentizar. Y, si eso es así, lo que ocurre es que si viajamos muy rápido, lo que hacemos es adelantar la velocidad del Tiempo, no que éste se frene y vaya más despacio porque nosotros corramos mucho.

    Si es así, la paradoja de los gemelos tendría que ser cambiada en lo que a la explicación que se nos da se refiere.

    Responder
    • 1.1
      nelson
      el 2 de enero del 2020 a las 3:08

      Hola, Amigazo!!!

      Tú me has “desasnado” en muchas cuestiones cruciales que yo tenía confusas con tu lenguaje preciso y claro, revelador, que en los libros se me hacían incomprensibles e inalcanzables. 
      Hoy tengo la oportunidad de resarcirte en ínfima parte de todo el bagaje de conocimientos adquirido en esta página y, sobre todo la apertura mental hacia todo lo científico, que una vez comprendido (gracias a maestros como tú) resulta sencillo y transparente a la razón.

      Quiero decirte que no debes caer en la trampa de la intuición que hace parecer como contrarias a la razón premisas que hablan de sucesos no cotidianos o que nunca experimentaremos (por las enormes distancias o por las fantásticas diferencias de magnitudes), lo cual nos induce a la DUDA.

      En el caso de la famosa paradoja de los gemelos, no se trata sólo de complicadas fórmulas matemáticas (abstractas) sino de hechos comprobados empíricamente. No ya solo con el famoso e irreprochable experimento de “los aviones” (repetidos muchas veces con los máximos ajustes y garantías) sino aplicados hoy, todos los días, sistemáticamente en el GPS,  sistema de ubicación de personas o cosas instantáneo que usamos normalmente en nuestro móvil celular, incluso los taxímetros que se guían con el GPS a su destino e incluso se han inventado ya automóviles ¡sin conductor! que eluden los obstáculos guiados por el bendito GPS desde una red de satélites que viajan a decenas de miles de kilómetros de distancia.
      Pues bien; esa exactitud es posible luego de correcciones automáticas en las diferencias del tiempo relativas a la velocidad de desplazamiento de los satélite con respecto al objetivo terrestre en cuestión. Y no solo correcciones en sus “tiempos relativos” (los satélites viajan a kilómetros por segundo por lo su tiempo es “más lento” mientras el objetivo terrestre está quieto o se mueve relativamente muy lento en su marco inercial) sino otros efectos también previstos en la relatividad especial como el gravitacional (Un reloj ubicado cerca de un objeto masivo es más lento que uno más alejado) o la excentricidad de la órbita ( como la órbita de los satélites es elíptica, las diferencias de tiempo entre los relojes de tierra y los del GPS serán mayores o menores según la mayor o menor altitud del satélite en un momento dado). Todas esas correcciones nos dan un error mínimo del sistema de algún metro, mientras que si se suprimieran, si se hicieran los cálculos como si esas diferencias no existieran, nos daría errores de varios kilómetros. 
      Hay otras correcciones que se hacen pero vayan las más importantes, relativistas, para entender que la Relatividad es acertada y que sin su aplicación cotidiana los resultados serían desastrosos.

      Repito, NO te permitas dudar de que en cualquier sistema inercial, el tiempo de un objeto que se mueve respecto al sistema siempre es más lento que para los que permanecen estáticos en el mismo sistema. Esa diferencia es insignificante, imperceptible y no tiene efectos prácticos a las velocidades comunes en que nos movemos (aunque existe), pero a grandes velocidades comienza a notarse (los relojes del GPS viajan promedialmente a 4 km/s y la diferencia de los tiempos con Tierra es de unas decenas de microsegundos) y es a fracciones grandes de la velocidad de la luz cuando comienzan a ser perceptibles.

      Tú has contribuído grandemente a que se me “hiciera la luz” en estos temas. Podrá estar en duda un sinnúmero de postulados de la ciencia pero esto es claro, diáfano como el agua pura.

      Un Abrazo grande desde Montevideo.

      Responder
      • 1.1.1
        emilio silvera
        el 2 de enero del 2020 a las 10:21

        Amigo mío, tu tesis sobre éste tema controvertido ha sido expuesto aquí muchas veces y defendido por mí con la misma perspectiva que tú apuntas. Sin embargo, como bien dices, la cuestión es muy compleja y, a veces, te lleva a especular con ideas imaginativas de lo que podría ser.
        Me gusta “jugar” con ideas que, como decía Einstein, mantiene la Mente despierta.
        Un fuerte abrazo.

        Responder
  2. 2
    Pedro
    el 2 de enero del 2020 a las 20:11

    Y no sería posible que fueran los mismísimos relojes los que verdaderamente serían afectados por todas esas consideraciones, al fin y al cabo un reloj no es más que un conjunto de distintos componentes. Un atomo es un reloj, si lo sometes a presión extrema que ocurre con su número de clicos u frecuencia u vibracion, pues lo mismo con cualquier to otra clase de aparato de medida. 
    La ecuaciones no son más que suposiciónes, si sus aciertos concuerdan con hechos verídicos, no necesariamente significa que la explicación que estamos dando sea la correcta. 

    Y ese conjunto de componente ninguno de sus constituyentes en ningun caso es de tiempo. ¿Que miden los relojes? Tal vez, Impetuosidad energética, o bien obstinación sin más. 

    Por tanto los cálculos y su valor en la variable tiempo no necesariamente tiene que ser de tiempo, puede ser un minusculo reducto de otra componente que ahora lo asociamos a tiempo. 

    Que es un segundo? Un determinado número de oscilaciones de un atomo. 
    Que es un segundo? Un determinado número de oscilaciones  de todos los átomos posibles. 
    Ambas afirmaciones en ni gun caso se sostienen. 
    Es lo mismo que decir?¿Que es un segundo? Todo el conjunto de excentricidades posibles. 

    Responder
  3. 3
    emilio silvera
    el 3 de enero del 2020 a las 7:12

    Resultados de la búsqueda
     

    Fragmento destacado de la Web

    “En física, una ecuación de movimiento es la formulación matemática que define la evolución temporal de un sistema físico en el espacio. Esta ecuación relaciona la derivada temporal de una o varias variables que caracterizan el estado físico del sistema, con otras magnitudes físicas que provocan los cambios en este.”

    “En la teoría de la relatividad existen dos tipos de entidades físicas, las partículas y los campos. Aunque en última instancia, tal como establece la teoría cuántica de campos, las partículas son campos materiales altamente localizados, en teoría de la relatividad se pueden tratar las partículas como entes físicos localizados en el espacio-tiempo. La distinción entre estos tipos de entidades físicas hace que en teoría de la relatividad existan dos tipos de ecuaciones de movimiento:

    Las ecuaciones de movimiento de las partículas materiales, que son la generalización relativista de las ecuaciones de la mecánica clásica.
    Las ecuaciones de “movimiento” o evolución temporal de los campos físicos.
    De acuerdo con la teoría de la relatividad, la dilatación del tiempo es una diferencia en el tiempo transcurrido medido por dos observadores, ya sea debido a una diferencia de velocidad relativa entre sí, o por estar situado de manera diferente en relación con un campo gravitacional.”

    Si estudiamos las ecuaciones podemos deducir las consecuencias.

    Responder
    • 3.1
      Pedro
      el 5 de enero del 2020 a las 7:04

      Bien, ok Así a bote pronto:
      Osea tenemos tres componentes: un conjunto de partículas, unas coordenadas espaciales,  punto a origen  y punto b destino, y todo ello durante un tiempo determinado.ok Hasta aquí lo consabido. 
      En primer lugar:
      Pues resulta que falta un componente básico para que tal fenómeno se produzca, (movimiento), en la ecuación donde está reflejada la energía necesaria, para que tal movimiento sea efectivo. Las cosas no se mueven por sí solas y menos por obra y gracia de un espíritu santo. Quiero ir con el coche del punto a al punto b, a este desplazamiento lo  llamamos movimiento. (Se supone que hablamos de fenómenos físicos y no imaginativos) por tarto en su definición ha de ir implícita la energía requerida, si o si. 
      Conclusion: “No hay movimiento posible, si no hay energía disponible”. Por tanto
      podemos definir el movimiento:como la energía requerída para que un punto del espacio se enlaze con otro punto del espacio, mediante una clase de energía que podemos llamarla risueña, a deferencia del resto, como el espacio es energía, el balance energético se iguala entre ambos puntos del espacio. 
      Y la derivada temporal podemos prescindir de ella, por su carácter neutral y o imaginario, esto es, bien poco puede decir al respecto. 
      Lo rápido u impetuoso de las cosas, solo lo determina la energía implícita, tanto en un minúsculo atomo como en todo el universo en su conjunto. 
      Concluyo: el movimiento y energía risueña son lo mismo. 

      Responder

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