Bueno, en realidad, la Mentes, “las Mentes” esparcidas por todos los mundos situados en los cientos de miles de galaxias que son, es esa parte del Universo que ha conseguido hacer llegar a la materia a su grado o nivel de evolución “casi” más alto. En ese estado de la materia, se llegan a crear pensamientos que rememoran el pasado, y, estando en el presente, son capaces de configurar un futuro imaginario.
Es verdaderamente admirable constatar cómo ha ido evolucionando nuestro entendimiento del mundo que nos rodea, de la Naturaleza, del Universo. Hubo un tiempo en el que, los individuos de nuestra especie deambulaban por este planeta pero, no sabían comprender el “mundo” ni podían pensar siquiera en el misterio que representaban los fenómenos naturales que a su alrededor se sucedían. Pasado el tiempo, pudieron mirar hacia arriba y, la presencia de aquellos puntitos brillantes en la oscura y misteriosa oscuridad de la noche, despertó su curiosidad consciente y se pudieron hacer algunas preguntas. Muchas decenas de miles de años más tarde, nuestro deambular por el planeta, las experiencias y la observación de la Naturaleza, nos llevó a comprender, algunas de las cosas que antes no tenían explicación. Pensadores del pasado dejaron la huella de sus inquietudes y los llamados filósofos naturales, hicieron el ejercicio de dibujar el “mundo” según ellos lo veían. Nos hablaron de “elementos” de “átomos” y, aunque no era el concepto que de esas palabras podamos tener, ya denotaba una gran intuición en el pensamiento humano que trataba de entender la Naturaleza y cómo estaban hechas las cosas que nos rodeaban. Ellos, a la materia primigenia la llamaron “Ylem” la sustancia cósmica.
Es cierto que siempre hemos querido abarcar más de lo que nuestra “sabiduría” nos podía permitir. , en el presente, las cosas no han cambiado y tratamos de explicar lo que no sabemos, y, para ello, si hay que inventarse la “materia oscura”, las “fluctuaciones de vacío”, los “universos paralelos”, los “agujeros de gusano”, o, cualesquiera otros conceptos o fenómenos inexistentes en el mundo material o experimental… ¡qué más da! Lo importante es exponer las ideas que nos pasen por la cabeza que, de alguna manera, pasando el tiempo, se harán realidad. Nuestras mentes, como digo, siempre fueron por delante de nosotros mismos y ha dejado al descubierto esa intuición que nos caracteriza y que, de alguna manera, nos habla de esos hilos invisbles que, de alguna manera, nos conecta con el resto del Universo del que, al fin y al cabo, formamos .
Ahora, que hemos podido realizar un cierto avance en el “conocimiento del mundo que nos rodea”, no le damos la verdadera importancia que tienen algunos pensamientos del pasado que, en realidad, son los responsables de que ahora, nos encontremos en el nivel de conocimiento que hemos podido conquistar. Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, fue el primero que dejó a un lado la mitología utilizar la lógica y, entre otras muchas cosas, indicó la importancia que tenía el agua para la existencia de la vida. Empédocles nos habló de los elementos y Demócrito del a-tomo o átomo., Arquitas de Tarento (filósofo, soldado y músico), el amigo de Platón y seguidor de Pitágoras, ya se preguntaba: ¿Es el Universo infinito?
Él mismo se contestaba diciendo que todo tenía un límite y, pensaba en el final que lindaba con el “vacío”, allí donde nada impedía que su espada, lanzada con fuerza en el borde del universo, siguiera su camino sin fin, ninguna fuerza podría pararla y con ninguna clase de materia podría chocar.Así, con esos pensamientos surgidos de la mente humana, podemos constatar que, siempre, hemos tratado de saber de qué están hechas las cosas, cómo funciona la Naturaleza y de qué manera funciona el universo que tratamos de comprender.
El Universo se expande y nuestras mentes también. Eso que llamamos Tiempo siguió su transcurrir inexorable, los pensamientos de los grandes pensadores se fueron acumulando en un sin fin de conjeturas y teorías que, poco a poco, pudimos ir comprobando mediante la observación, el estudio y la experimentación hasta que, pudimos llegar a saber de qué estaban hechas las estrellas y cómo la materia se transmutaba en sus nucleares para crear elementos que hicieron posible el suregir de la vida en los mundos (no creo que la vida esté supeditada a este mundo nuestro).
El conocimiento que creemos que tenemos sobre cómo está conformada la materia y las fuerzas fundamentales que con ella interaccionan, nos ha llevado a escenificar un Universo algo más comprensible que aquel, que nuestros ancestros imaginaron con la presencia de dioses y divinidades que eran los que, creaban los “mundos” o, el universo mismo, cada vez que soñaban. Es asombroso que hayamos podido llegar hasta la consciencia siendo la línea de salida la “materia inerte”.
Sin embargo, el recorrido ha sido árduo y muy largo…, ¡diez mil millones de años han necesitado las estrellas poder solidificar los elementos de la vida para crear, en algunos de los muchos mundos presentes en las galaxias, el protoplasma vivo que diera lugar a esa primera célula replicante que comenzara la fascinante aventura de la vida llegar a los pensamientos.
El Universo se contempla a través de nuestros ojos y de otros muchos que en los mundos están observando su evolución
Si nos preguntaran: ¿Es consciente el Universo? Tendríamos que contestar de manera afirmativa, toda vez que, al menos una , ¡la que piensa!, representada por seres vivos y que forman parte de ese inmenso universo, Sí que lo es. La vida es la consecuencia de la materia evolucionada hasta su más alto nivel y, a partir de ella, ha podido surgir eso que llamamos cerebro del que surge el concepto de mente, ese ente inmaterial y superior que trasciende y va más allá, lo que los filósofos llamaron Ser y quisieron explicar mediante la metafísica. Todavía, no sabemos lo que la vida es y tampoco, podemos explicar lo que es la energía, o, por exponer algún concepto de los muchos que denota nuestra ignorancia, tampoco podemos contestar a una simple pregunta: ¿Qué es el Tiempo? ¿Existe en realidad o simplemente es una abstracción de la mente?
Lo cierto es que nuestra especie ha dejado profundas huellas de su deambular por el mundo. Muchos de sus “tesoros y obras” quedaron enterrados en las profundidades del tiempo o inundados por los diluvios que las distintas civilizaciones que fueron nos contaron con sus maravillosas leyendas que, en realidad, trataban de explicar algo que sucedió y que no llegaban a comprender y, para ello, inventaban bonitas historias en las que, narraban hechos que quedaron difuminados por la fantasía el punto de no saber, en el presente, hasta que punto eran ciertas o no las bonitas “historias” que nos contaron.
Primero con tambores y humo y, más tarde… “artilugios que llegan a todos los confines del mundo”
Con frecuencia sucede que, cuando surgen ideas nuevas que tienden a querer explicar científicamente lo que es la Naturaleza, aparecen viejos datos que relacionan esas nuevas ideas con aquellos viejos problemas. Tenemos que admitir que todavía “no sabemos” cómo es la realidad del mundo y que, nuestra realidad, no que coincidir con la verdadera realidad que incansables buscamos.
De hecho, no sabemos explicar ni cómo se pudieron formar las galaxias, y, a pesar de ello, no tenemos empacho de hablar de singularidades y agujeros de gusano o de universos paralelos. ¡La imaginación!, creo que sin ella, no habríamos podido llegar hasta aquí. La imaginación unida a la curiosidad ha sido siempre, el motor que nos llevó hacia el futuro.
Si en realidad existe “el infinito”, seguro que está en nuestras mentes, o, posiblemente en otras que, como las nuestras, han imaginado cómo ensanchar el mundo y universo de los pensamientos sin límite alguno, el único límite que existe, amigos míos, es el de nuestra ignorancia llegar a comprender lo que la Naturaleza es.
En la Naturaleza están todas las respuestas a las preguntas que planteamos y que nadie sabe contestar. En ella, en la Naturaleza, buscan nuestros ingenios esas respuestas y, para poder encontrarlas hemos inventado los aceleradores de partículas, los microscopios y telescopios que nos llevan a ese “otro universo” que el ojo desnudo no puede ver pero que, no deja de ser nuestro propio mundo, y, al ser conscientes de ello, también lo somos de nuestras limitaciones. En realidad, la única manera de avanzar es ser consciente de que no sabemos, toda vez que, creyéramos que ya lo sabiamos todo… ¿para qué seguir buscando?
Todo está hecho de Quarks y Leptones. una Galaxia hasta el fiero león que habita en la selva
El pensamiento filosófico es un “mundo” que ensanchó los límites de la mente humana, nos llevó hasta la Ciencia, en un mundo en el que, las semillas de Quarks y Leptones se constituían en un universo material en el que, unas fuerzas fundamentales interaccionaban hacer posible el ritmo de todo lo que podemos observar, de todo lo que existe y que llegó, a crear el espaciotiempo y dentro de toda esa inmensidad, ¡los pensamientos y la imaginación! de objetos complejos que llamamos cerebro y transportan mentes creadoras de ideas como la de universos en la sombra, cuerdas cósmicas y otros muchos fantásticos fenómenos que pueblan un paisaje inmenso de “cosas” en constante ebullición que se transforman para crear otras diferentes. Para que eso sea posible, a veces podemos contemplar lugares violentos donde impera un Caos aparente pero, necesario para la creación.
Siempre habrá un camino para llegar a donde quieras ir
“Todas las cosas son”
Con esas sencillas palabras, el sabio, elevó a todas las cosas a la categoría de SER. ¿Tendrá memoría la materia? ¿Será posible que eso que llamamos materia “inerte”, no sea en realidad tan inocua ni tan insensible como imaginamos? Es posible que cada de la materia sea un paso necesario para poder llegar hasta su estado de consciencia que, en este mundo, se ha revelado en nosotros.
Abrí unja de las cajas de joyas del Universo y me encontré con este tesoro
Todo, no importa la forma que pueda adoptar, está hecho de la misma cosa y sólo varía la proporción y las energías que estén allí presentes, qué sucesos iniciaron aquel escenario o conformaron aqul objeto. Desde un simple átomo a más grande de los océanos, la montaña más alta, la estrella más fulgurante o la galaxia más bella, todo está hecho de Quarks y Leptones.
El hombre se ha preguntado durante largo tiempo, “¿de qué está hecho el mundo?” Demócrito de Abdera nos hablaba del “átomo”, la parte invisible e indivisible de la materia. Empédocles de Agrigento, nos decía que todo lo que podemos ver y está hecho de cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego que mezclados en la debida proporción formaban todas las cosas. Otros se referían a la sustancia cósmica a la que llamaban Ylem, aquella “semilla” primera que daría lugar a la venida de la materia. ¿No será el Ylem, lo que después llamaron éter luminífero y más tarde “materia oscura“?
Está claro que no poseían los datos suficientes para determinar de manera exacta todas aquellas cuestiones pero… ¿Quién les niega intuición? Ellos fueron los precursores de lo que muchos siglos más tarde vendría.
Aquí están todos los componentes de las familias de partículas que conforman la materia y las fuerzas fundamentales de la Naturaleza que, se vale de todas ellas para conseguir sus fines, y, que nuestro Universo sea tal como lo podemos observar.
Ahora sabemos que, no sólo nuestro mundo, sino todo el inmenso Universo, está hecho de pequeños objetos infinitesimales a las que hemos denominado partículas subatómicas y que forman varias familias. Unas son más elementales que otras y según, a qué familia pertenezcan y qué características puedan tener, se ocupan de ejercer una función particular para que todo funcione conforme a los planes de la Naturaleza.
Son los constituyentes fundamentales de toda la materia del Universo (por lo menos de toda la materia conocida y que podemos detectar formando estrellas y mundos, galaxias o seres vivos). Hemos podido llegar a saber que, de esas briznas de materia se forman los núcleos que, rodeados de electronesconforman los átomos de la materia.
Todo lo grande está hecho de “cosas” pequeñas
Los grupos de átomos conforman las moléculas que son las unidades fundamentales de los compuestos químicos pero, comencemos por los núcleos atómicos:
Muchas son las veces que aquí mismo he podido explicar, que los quarks u y d se hallan en el interior de los nucleones (protones y neutrones) y, por tanto, su habitat está en los núcleos atómicos donde se encuentran confinados y, en realidad, no intervienen directamente en las propiedades de los núcleos. Sin embargo, no podemos olvidar que la fuerza nuclear fuerte está ahí manteniendo confinado a los quarkspor medio de los gluones (los bosones intermediarios de la fuerza) y, eso hace que, el núcleo sea estable.
Tripletes de Quarks conforman los nucleones (protones y neutrones) y, quedan allí confinados mediante la fuerza nuclear fuerte que, mediada por los Bosones llamados Gluones, los retiene de manera tal que, si los quarks tratan de alejarse la fuerza aumenta.
Los núcleos atómicos constituyen un tipo de materia que, aisladamente, de forma individual (si exceptuamos el protón), siempre están en ambientes muy energéticos, por ejemplo, en el interior de las estrellas. En nuestro entorno terráqueo, es raro encontrar núcleos aislados, sino parcial o totalmente confinados dentro de los átomos.
Sabemos que el número de especímenes atómicos es limitado, existiendo ciertas razones para suponer que hacia el número atómico 173 los correspondientes núcleos serían inestables, no por razones intrínsecas de inestabilidad “radiactiva” nuclear, sino por razones relativistas. Ya señalé en otros escritos que, el número de especies atómicas, naturales y artificiales, es de unos pocos miles, en cambio, el número de moléculas conocidas hasta ahora comprenden unos pocos millones de especímenes, aumentando continuamente el número de ellas gracias a la síntesis que se lleva a cabo en numerosos laboratorios repartidos por todo el mundo.
Molécula de Dióxido de Carbono
Una molécula es una estructura, con individualidad propia, constituida por un conjunto de núcleos y sus electrones. La molécula más sencilla es la de Hidrógeno que tiene dos electrones, hasta las más complejas como las de las proteínas, con muchos miles de ellos, existen toda una gama de varios millones. Esta extraordinaria variedad de especies moleculares contrasta con la de las especies nucleares e incluso atómicas.
Desde el punto de vista de la información, las especies moleculares la poseen en mucho mayor grado que las nucleares o atómicas. Dejando aparte los núcleos, la información que soportan los átomos se podría atribuir a la distribución de su carga eléctrica, y en particular a los electrones más débilmente ligados. Concretando un poco más, se podría admitir que la citada información la aportan los orbitales atómicos, pues son precisamente estos orbitales los que introducen diferencias “geométricas” entre los diferentes electrones “corticales”.
Las partículas forman átomos, los átomos moléculas y las moléculas sustancias y cuerpos que están hechos por la diversa variedad de elementos que conforma la materia conocida y que, en definitiva, sólo son Quarks y Leptones.
Fermión
Es una partícula perteneciente a una familia de partículas elementales caracterizada por su momento angular intrínseco o spin. Los fermiones son nombrados después de Enrico Fermi, en el modelo estándar, existen dos tipos de fermiones elementales, que son: Los quarks y los leptones. Según la teoría cuantica, el momento angular de las partículas solo puede adoptar determinados valores, que pueden ser múltiplos enteros de una determinada constante h (Constante de Planck) o múltiplos semientereos de esa misma constante. Los fermiones, entre los que se encuentran los electrones, los protones y los neutrones, tienen múltiplos semienteros de h, por ejemplo ±1/2h o ±3/2h. Los fermiones cumplen el principio de exclusión.
El nucleo de un átomo es un fermion o boson, dependiendo de si el número total de sus protones y neutrones es par o impar respectivamente. Recientemente, los científicos han descubierto que esto causa comportamiento muy extraño en ciertos átomos cuando son sometidos a condiciones inusuales, tal como el helio demasiado frió.
Equilibrio y estabilidad: El resultado de dos fuerzas contrapuestas
Demos una vuelta por el Modelo Estándar.
Me quiero referir al Modelo estándar de la física de partículas y de las interacciones fundamentales y, algunos, han llegado a creer que sólo faltan algunos detalles técnicos y, con ellos, la física teórica está acabada. Tenemos un modelo que engloba todo lo que deseamos saber acerca de nuestro mundo físico. ¿Qué más podemos desear? Los pobres ilusos no caen en la cuenta de que el tal Modelo, al que no podemos negarle su valía como una herramienta muy valiosa para la física, no deja de estar incompleto y, además, ha sido construido con algunos parámetros aleatorios (unos veinte) que no tienen justificación. Uno de ellos era el Bosón de Higgs y, según nos han contado los del LHC, ha sido hallado. Sin embargo, esperamos que nos den muchas explicaciones que no han estado presente en todas las algaradas y fanfarrias que dicho “hallazgo” ha producido, incluidos los premios Principe de Asturias y el Nobel. ¡Veremos en que queda todo esto al final!
Bueno, lo que hasta el momento hemos logrado no está mal del todo pero, no llega, ni con mucho, a la perfección que la Naturaleza refleja y que, nosotros perseguimos sin llegar a poder agarrar sus múltiples entrecijos y parámetros que conforman ese todo en el que, sin ninguna clase de excusas, todo debe encajar y, de momento, no es así. Muchos son los flecos sueltos, muchas las incognitas, múltiples los matices que no sabemos perfilar.
Es cierto que, el Modelo estándar, en algunos momento, nos produce y nos da la sensación de que puede ser perfecto. Sin embargo, esa ilusoria perfección, no es permanente y en algunas casos efímera. En primer lugar, podríamos empezar a quejarnos de las casi veinte constantes que no se pueden calcular. Pero si esta fuese la única queja, habría poco que hacer. Desde luego, se han sugerido numerosas ideas para explicar el origen de estos números y se han propuesto varias teorías para “predecir” sus valores. El problema con todas estas teorías es que los argumentos que dan nunca llegan a ser convincentes.
¿Por qué se iba a preocupar la Naturaleza de una fórmula mágica si en ausencia de tal fórmula no hubiera contradicciones? Lo que realmente necesitamos es algún principio fundamental nuevo, tal como el proncipio de la relatividad, pero nos resistimos a abandonar todos los demás principios que ya conocemos; ¡esos, después de todo, han sido enormemente útiles en el descubrimiento del Modelo estándar! una herramienta que ha posibilitado a todos los físicos del mundo para poder construir sus trabajos en ese fascinante mundo de la mecánica cuántica, donde partículas infinitesimales interactúan con las fuerzas y podemos ver, como se comporta la materia en determinadas circunstancias. El mejor lugar para buscar nuevos principios es precisamente donde se encuentran los puntos débiles de la presente teoría.
Con esta imagen nos decían:
“Colisión del Bosón de Higgs desintegrándose en fermiones”. Primeras evidencias de un nuevo modo de desintegración del bosón de Higgs. Las primeras evidencias de la desintegración del recién descubierto bosón de Higgs en dos partículas denominadas tau, pertenecientes a la familia de partículas que compone la materia que vemos en el Universo. Hasta ahora los experimentos del LHC habían detectado la partícula de Higgs mediante su desintegración en otro tipo de partículas denominadas bosones, portadoras de las fuerzas que actúan en la Naturaleza, mientras las evidencias de desintegraciones en fermiones no eran concluyentes. Esta es la primera evidencia clara de este nuevo modo de desintegración del bosón de Higgs.”
En estos grandes aceleradores los físicos experimentales lanzan haces de protones por los tubos y dirigidas por imanes situados al respecto y a temperaturas muy bajas, de manera tal que dos haces, uno en sentido contrario al otro, se con gran rapidez y, cuando alcanzan la velocidad cercana a c, los hacen chocar los unos contra los otros, de manera tal que se rompen y dejar salir los componentes de los que están hechos, de esta manera estudian la materia en sus más pequeños detalles.
La regla universal en la física de partículas es que cuando las partículas chocan con energías cada vez mayores, los efectos de las colisiones están determinados por estructuras cada vez menores, más pequeñas en el espacio y en el tiempo. Supongamos por un momento que tenemos a nuestra disposición un Acelerador de Partículas 10.000 veces más potente que el LHC, donde las partículas pueden adquirir esas tantas veces más energías de las alcanzadas actualmente. Las colisiones que tendrían lugar nos dirían algo acerca de los detalles estructurales de esas partículas que ahora no conocemos, que serían mucho más pequeñas que las que ahora podemos contemplar. En este punto se me ocurre la pregunta: ¿Seguiría siendo correcto el Modelo estándar? 0, por el contrario, a medida que nos alejemos en las profundidades de lo muy pequeño, también sus normas podrían variar al mismo tiempo que varían las dimensiones de los productos hallados. Recordad que, el mundo no funciopna de la misma manera en nuestro ámbirto macroscópico que ante ese otro “universo” cuántico de lo infinitesimal.
¿Podeis imaginar conseguir colisiones a 70.000 TeV? ¿Que podríamos ver? Y, entonces, seguramente, podríamos oir en los medios la algarada de las protestas de algunos grupos: “Ese monstruo creado por el hombre puede abrir en el espacio tiempo agujeros de gusano que se tragará el mundo y nos llevará hacia otros universos” Comentarios así estarían a la orden del día. Los hay que siempre están dispuestos a protestar por todo y, desde luego, no siempre llevan razón, toda vez que, la mayoría de las veces, ignoran de qué están hablando y juzgan si el conocimiento de causa necesario para ello. De todas las maneras, sí que debemos tener sumo cuidado con el manejo de fuerzas que… ¡no siempre entendemos! Cuando el LHC se vuelvsa a poner en marcha, se utilizarán energías que llegan hasta los 14 TeV, y, esas son palabras mayores.
En el CERN quieren ahora, con la nueva potencia disponible, detectar partículas de la “materia oscura”.
¿Justifica el querer detectar las partículas que conforman la “materia oscura”, o, verificar si al menos, podemos vislumbrar la sombra de las “cuerdas” vibrantes de esa Teoría del Todo, el que se gasten ingentes cantidades de dinero en esos artilugios descomunales? Bueno, a pesar de todos los pesares, la respuesta es que SÍ, el rendimiento y el beneficio que hemos podido recibir de los aceleradores de partículas, justifica de manera amplia todo el esfuerzo realizado, toda vez que, no solo nos ha llevado a conocer muchos secretos que la Naturaleza celosamente guardaba, sino que, de sus actividades hemos tenido beneficios muy directos en ámbitos como la medicina, las comunicaciones y otros que la gente corriente desconocen.
Hoy, el Modelo estándar es una construcción matemática que predice sin ambigüedad cómo debe ser el mundo de las estructuras aún más pequeñas. Pero tenemos algunas razones para sospechar que tales predicciones resultan estar muy alejadas de la realidad, o, incluso, ser completamente falsas. Cuando tenemos la posibilidad de llegar más lejos, con sorpresa podemos descubrir que aquello en lo que habíamos creído durante años, era totalmente diferente. El “mundo” cambia a medida que nos alejamos más y más de lo grande y nos sumergimos en ese otro “mundo” de lo muy pequeño, allí donde habitan los minúsculos objetos que conforman la materia desde los cimientos mismos de la creación.
¿Será el final de todo, un Universo de Luz? Bueno ese fue el comienzo y, se si produjera de nuevo estaríamos en un Universo cíclico, todo termina para que todo comience.
Congelado el momento de la colisión de partículas dos con luz roja y azul. Ilustración de vector. Concepto de explosión. Impacto de moléculas abstractas …
Encendamos nuestro súper-microscopio imaginario y enfoquemosló directamente en el centro de un protón o de cualquier otra partícula. Veremos hordas de partículas fundamentales desnudas pululando. Vistas a través del súper-microscopio, el modelo estándar que contiene veinte constantes naturales, describen las fuerzas que rigen la forma en que se mueven. Sin embargo, ahora esas fuerzas no sólo son bastante fuertes sino que también se cancelan entre ellas de una forma muy especial; están ajustadaspara conspirar de tal manera que las partículas se comportan como partículas ordinarias cuando se vuelven a colocar el microscopio en la escala de ampliación ordinaria. Si en nuestras ecuaciones matemáticas cualquiera de estas constantes fueran reemplazadas por un número ligeramente diferente, la mayoría de las partículas obtendrían inmediatamente masas comparables a las gigantescas energías que son relevantes en el dominio de las muy altas energías. El hecho de que todas las partículas tengan masa que corresponden a energías mucho menores repentinamente llega a ser bastante poco natural.
¿Implica el ajuste fino un diseño con propósito? ¿Hay tantos parámetros que deben tener un ajuste fino y el grado de ajuste fino es tan alto, que no parece posible ninguna otra conclusión?
Antes decía: “El hecho de que todas las partículas tengan masa que corresponden a energías mucho menores repentinamente llega a ser bastante poco natural”. Es lo que se llama el “problema del ajuste fino”. Vistas a través del microscopio, las constantes de la Naturaleza parecen estar cuidadosamente ajustadas sin ninguna otra razón aparente que hacer que las partículas parezcan lo que son. Hay algo muy erróneo aquí. Desde un punto de vista matemático, no hay nada que objetar, pero la credibilidad del Modelo estándar se desploma cuando se mira a escalas de tiempo y longitud extremadamente pequeñas o, lo que es lo mismo, si calculamos lo que pasaría cuando las partículas colisionan con energías extremadamente altas.
¿Y por qué debería ser el modelo válido hasta ahí? Podrían existir muchas clases de partículas súper pesadas que no han nacido porque se necesitan energías aún inalcanzables, ellas podrían modificar completamente el mundo que Gulliver planeaba visitar. Si deseamos evitar la necesidad de un delicado ajuste fino de las constantes de la Naturaleza, creamos un nuevo problema:
Es cierto que nuestra imaginación es grande pero… No pocas veces ¡la realidad la supera!
¿Cómo podemos modificar el modelo estándar de tal manera que el ajuste-fino no sea necesario? Está claro que las modificaciones son necesarias , lo que implica que muy probablemente hay un límite más allá del cual el modelo deja de ser válido. El Modelo estándar no será más que una aproximación matemática que hemos sido capaces de crear, tal que todos los fenómenos observados hasta el presente están de acuerdo con él, pero cada vez que ponemos en marcha un aparato más poderoso, debemos esperar que sean necesarias nuevas modificaciones para ir ajustando el modelo, a la realidad que descubrimos.
¿Cómo hemos podido pensar de otra manera? ¿Cómo hemos tenido la “arrogancia” de pensar que podemos tener la teoría “definitiva”? Mirando las cosas de esta manera, nuestro problema ahora puede muy bien ser el opuesto al que plantea la pregunta de dónde acaba el modelo estándar: ¿cómo puede ser que el modelo estándar funcione tan extraordinariamente bien? y ¿por qué aún no hemos sido capaces de percibir nada parecido a otra generación de partículas y fuerzas que no encajen en el modelo estándar? La respuesta puede estar en el hecho cierto de que no disponemos de la energía necesaria para poder llegar más lejos de lo que hasta el momento hemos podido viajar con ayuda de los aceleradores de partículas.
Los asistentes escuchan la presentación de los resultados del experimento ATLAS, durante el seminario del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) para presentar los resultados de los dos experimentos paralelos que buscan la prueba de la existencia de la “partícula de Higgs, Una base del modelo estándar de física.
La pregunta: “¿Qué hay más allá del Modelo estándar”? ha estado facinando a los físicos durante años. Y, desde luego, todos sueñan con llegar a saber, qué es lo que realmente es lo que conforma el “mundo” de la materia, qué partículas, cuerdas o briznas vibrantes. En realidad, lo cierto es que, la Física que conocemos no tiene que ser, necesariamente, la verdadera física que conforma el mundo y, sí, la física que conforma “nuestro mundo”, es decir, el mundo al que hemos podido tener acceso hasta el momento y que no necesariamente tiene que coincidir con el mundo real que no hemos podido alcanzar.
O, como decía aquél: ¡Que mundo más hermoso, parece de verdad!
Siempre hay más de lo que el ojo ve
No todo lo que vemos es, necesariamente, un reflejo de la realidad de la Naturaleza que puede tener escondidos más allá de nuestras percepciones, otros escenarios y otros objetos, a los que, por ahora, no hemos podido acceder, toda vez que, físicamente tenemos carencias, intelectualmente también, y, nuestros conocimientos avanzar despacio para conseguir, nuevas máquinas y tecnologías nuevas que nos posibiliten “ver” lo que ahora nos está “prohibido” y, para ello, como ocurre siempre, necesitamos energías de las que no disponemos.
Hay dos direcciones a lo largo de las cuales se podría extender el Modelo estándar, tal lo conocemos actualmente, que básicamente se caracterizan así:
– Nuevas partículas raras y nuevas fuerzas extremadamente débiles, y
– nuevas partículas pesadas y nuevas estructuras a muy altas energías.
Podrían existir partículas muy difíciles de producir y de detectar y que, por esa razón, hayan pasado desapaercibidas hasta. La primera partícula adicional en la que podríamos pensar es un neutrinorotando a derecha. Recordaremos que si se toma el eje de rotación paralelo a la dirección del movimiento los neutrinos sólo rotan a izquierdas, pero… ¡esa sería otra historia!
Los neutrinos siempre me han fascinado. Siempre se han manifestado como si tuvieran masa estrictamente nula. Parece como si se movieran exactamente con la velocidad de la luz. Pero hay un límite para la precisión de nuestras medidas. Si los neutrinos fueran muy ligeros, por ejemplo, una cienmillonésima de la masa del electrón, seríamos incapaces de detectar en el laboratorio la diferencia éstos y los neutrinos de masa estrictamente nula. Pero, para ello, el neutrino tendría que tener una componente de derechas.
En este punto, los astrónomos se unen a la discusión. No es la primera vez, ni será la última, que la astronomía nos proporciona información esencial en relación a las partículas elementales. Por ejemplo, debido a las interacciones de corriente neutra (las interacciones débiles originadas por un intercambio Zº), los neutrinos son un facto crucial en la explosión supernova de una estrella. sabemos que debido a las interacciones por corriente neutra, pueden colisionar con las capas exteriores de la estrella y volarlas con una fuerza tremenda.
En realidad, los neutrinos nos tienen mucho que decir, todavía y, no lo sabemos todo acerca de ellos, sino que, al contrario, son muchos los y fenómenos que están y subyacen en ellos de los que no tenemos ni la menor idea que existan o se puedan producir. Nuestra ignorancia es grande, y, sin embargo, no nos arredra hablar y hablar de cuestiones que, la mayoría de las veces…ni comprendemos.
Aquí lo dejar´ñe por hoy, el tema es largo y de una fascinación que te puede llevar a lugares en los que no habías pensado al comenzar a escribir, lugares maravillosos donde reinan objetos exóticos y de fascinante porte que, por su pequeñez, pueden vivir en “mundos” muy diferentes al nuestro en los que, ocurren cosas que, nos llevan el asombro y también, a ese mundo mágico de lo fascinante y maravilloso.
Parece que el Modelo estándar no admite la cuarta fuerza y tendremos que buscar más profundamente, en otras teorías que nos hablen y describan además de las partículas conocidas de otras nuevas que están por nacer y que no excluya la Gravedad. Ese es el Modelo que necesitamos para conocer mejor la Naturaleza.
El descubrimiento del año permite estudiar seres vivos célula a célula.
Un conjunto de técnicas de secuenciación genética es el avance más importante de 2018 para “Scien
El cerebro de un ratón con los diferentes tipos celulares destacados. En vídeo, así es la primera base de datos abierta de células vivas del cerebro humano. ALLEN INSTITUTE
Un conjunto de nuevas tecnologías permite sumergirse en el cuerpo de seres vivos y explorar todos sus órganos célula a célula. Es una visión de la vida que hasta hace unos pocos años era imposible. Este conjunto de técnicas, conocidas como secuenciación de ARN de células individuales, es el descubrimiento del año, según publicó ayer la prestigiosa revista Science.
Estas técnicas, cuyo uso se ha universalizado desde 2013, permiten saber qué genes están activos en una célula, conocer su función, ponerle una etiqueta para seguirla a lo largo de su vida y ver cómo interactúa con otras células en un plano tridimensional. Así se puede observar cómo un embriónde unas pocas células da lugar a los diferentes órganos hasta generar un individuo sano o desvelar los procesos moleculares que originan el cáncer y otras enfermedades.
Hace unos cinco años estas técnicas permitían secuenciar como mucho cientos de células a la vez; ahora ya se pueden analizar varios cientos de miles. Esto permite caracterizar órganos completos e incluso organismos enteros. Una de las aplicaciones de esta tecnología es encontrar nuevos tipos de células en el cuerpo humano. Este año se ha descubierto una nueva clase de células presentes en la zona de contacto entre útero y placenta que realizan una labor de mediación con el sistema inmune de la madre para que este reconozca al feto y no lo ataque durante los primeros meses de gestación. Lo mismo ha sucedido en el cerebro o el sistema respiratorio.
“Si antes pensábamos que había unos 3.000 tipos diferentes de células en el cuerpo humano, ahora creemos que hay 10 veces más”, explica Holger Heyn, investigador del Centro Nacional de Análisis Genómico, en Barcelona, y uno de los coordinadores del proyecto Atlas Celular Humano. Esta iniciativa, que surgió en 2016 y que involucra a más de 1.000 equipos científicos de 58 países, aportará el primer mapa celular de 10 órganos humanos en 2022. “Estas técnicas nos van a dar un Google Maps del cuerpo humano completo en el que podremos hacer zoom en cada órgano y explorarlo célula a célula. Primero tendremos una referencia de un cuerpo sano y después se irán añadiendo perfiles específicos de enfermedades”, explica.
“Pensábamos que había unos 3.000 tipos de células en el cuerpo humano, ahora creemos que hay 10 veces más”
El equipo de Heyn se centra en el atlas de linfocitos b del sistema inmune. “Estas células tienen un papel clave en la leucemia linfocítica crónica y, gracias a esta técnica, podemos saber qué falla en estas células. Por ejemplo, analizaremos sangre de pacientes que no responden a los tratamientos y la de otros que no vuelven a tener recaídas después de recibir los fármacos. De esta forma quizás seamos capaces de predecir cuál es el pronóstico de un determinado paciente y adaptar los tratamientos, por ejemplo darle uno muy agresivo o no hacerlo”, explica.
A partir de la elaboración del primer atlas celular humano, el proyecto europeo LifeTime pretende analizar el origen y progresión del cáncer y de otras enfermedades a nivel celular. Esta iniciativa también compite para conseguir una financiación de 1.000 millones de euros de la Comisión Europea. Este tipo de técnicas se usan en modelos animales y tejidos humanos, pero no pueden aplicarse por ahora en personas vivas. En cualquier caso, los expertos resaltan que esto no tiene por qué ser una limitación para posibles usos médicos. El equipo de Nikolaus Rajewsky, uno de los coordinadores del proyecto europeo, desarrolla miniórganos humanos creados a partir de células reprogramadas de pacientes a los que se puede aplicar la secuenciación de células individuales y ver cómo cambian con diferentes fármacos. “Esta técnica va a ser determinante durante la próxima década, no solo en ciencia básica sino también en aplicaciones clínicas”, opina Rajewsky, que es investigador del Centro de Medicina Molecular Max Delbrück, en Alemania.
En 1970 un estudiante de doctorado llamado Jaume Baguñà descubrió una nueva especie de gusano en un estanque de Montjuic (Barcelona). Si se cortaba en diez pedazos, cada uno de ellos se convertía en un nuevo gusano, algo muy parecido a la inmortalidad. Desde entonces el Schmidtea mediterranea se ha convertido en uno de los seres vivos más interesantes para estudiar los genes relacionados con la capacidad de regenerar tejidos. Este año, el equipo de Rajewsky publicó un atlas celular completo de uno de estos gusanos. El trabajo conectaba cada tipo de célula adulta con la célula madre que lo había generado. “Este tipo de estudios pueden ser útiles para entender mejor la capacidad regenerativa de los seres humanos y conocer qué genes están involucrados en cada paso”, explica el investigador.
El mismo tipo de tecnología se aplicó para analizar miles de células del sistema respiratorio de ratones y humanos, lo que permitió descubrir un nuevo tipo de células, los ionocitos pulmonares. “Estas células suponen el 0,001% del sistema respiratorio, pero vemos que expresan un gen fundamental para la fibrosis quística y sin este tipo de tecnología ni siquiera hubiéramos sabido que existían”, explica Avi Regev, investigadora de la Universidad de Harvard y coordinadora del proyecto Atlas Celular Humano.
Lo último que nos dicen es que el Universo entero flota en un océano de masa negativa. Está claro que lo que se dice saber… No sabemos mucho sobre ciertas cuestiones complejas a las que no hemos posido llegar y, como siempre nos pasa, es la metafísica, esa rama de la física que pretende explicar las complejidades la que tiene que buscar las respuestas.
Un investigador británico propone en su nuevo trabajo que la materia oscura y la energía oscura están unidas en un solo “fluido oscuro de masas negativas”.
El astrofísico Jamie Farnes, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), podría tener la explicación a uno de los principales misterios de la cosmología moderna: la invisibilidad del 95 % del universo, según apunta su estudio publicado este miércoles en la revista Astronomy & Astrophysics.
El modelo imperante hasta ahora indica que el 95% del universo está compuesto por materia oscura y energía oscura, que no pueden ser observadas. En su trabajo, Farnes propone un nuevo modelo en el que estos dos fenómenos están unidos en una sola masa fluida negativa.
“Ambas [materia oscura y energía oscura] han sido tratadas como fenómenos separados”, explicó el especialista en un artículo publicado en el portal The Conversation, donde planteó que estas “podrían ser parte de un mismo concepto singular: un único y unificado ‘fluido oscuro’ de masas negativas”. En su opinión, este fluido “tiene un tipo de la gravedad negativa” que le hace “repeler cualquier otro material” a su alrededor.
La idea de la materia negativa ya fue propuesta con anterioridad, pero fue descartada por los expertos, que argumentaron que esa masa se volvería menos densa a medida que se extendiera el universo, lo cual contradiría las observaciones que indican que la materia negativa no se hace más delgada con el tiempo. En ese contexto, la investigación de Farnes propone la existencia de un ‘tensor de creación’ que permitiría que la masa negativa se creara continuamente.
El investigador tiene planes para confirmar su teoría con la ayuda del radiotelescopio potente Square Kilometre Array (SKA). “Si [la hipótesis] es real, sugeriría que la falta del 95 % del espacio tenía una solución estética: habíamos olvidado incluir un simple signo negativo”, resumió Farnes, citado por Phys.org.
Representación del movimiento del gas en el borde del agujero negro del centro de la galaxia del Compás. / alma-telescope.jp. La inquietud que llevamos dentro nos empuja a querer saber y, el tema de la “materia oscura” y de los agujeros negros trae de cabeza a media comunidad científica.
Un grupo de investigadores liderado por Takuma Izumi, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (OANJ), utilizó el complejo de radiotelescopios del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), al norte de Chile, para observar un agujero negro supermasivo en la galaxia del Compás, situada a 14 millones de años luz de la Tierra.
Los datos recopilados fueron luego comparados con una simulación de succión de gas por agujero negro usando la supercomputadora Cray XC30 ATERUI, operada por el OANJ.
Astrónomos sugieren que el Espacio-Tiempo se curva muy fuertemente cerca del centro de un agujero negro, pero que no llega a quebrarse, sino que continúa en una región en el futuro que tiene estructura de un agujero blanco.
Hace apenas unos días, publicábamos en ABC una serie de nuevas ideas que abren la posibilidad a la existencia real de agujeros blancos, objetos teóricos que funcionarían «al contrario» de los agujeros negros, expulsando materia en lugar de absorberla. Carlo Rovelli, investigador del Centro de Física Teórica del CNRS francés y de la Universidad de Aix-Marseille, sostenía que los agujeros blancos son, en realidad, una evolución de los propios agujeros negros.
Según el artículo, en uno entra la materia en nuestro Universo para hacer un viaje hacia el futuro donde aparecerá en forma de agujero blanco. Imposible, lo que se dice imposible hay pocas cosas pero… ¡Esto me parece rizar el rizo! Hay muchas razones para no creer que el destino de la materia de un agujero negro sea el de viajar al futuro (que no existe).
Y ahora, dos nuevos estudios recién publicados en Physical Review Letters y Physical Review D, respectivamente, abundan en esa posibilidad. Y sugieren que toda la materia que se traga un agujero negro podría ir a parar… al futuro.
Los agujeros negros siguen estando entre los objetos más misteriosos del Universo. Conocemos, eso sí, lo que sucede fuera de ellos, a su alrededor e incluso en el mismísimo horizonte de sucesos, la frontera invisible que marca el punto de no retorno para cualquier cosa que la cruce, incluída la luz. Pero nadie sabe a ciencia cierta lo que sucede al otro lado de ese límite, dentro de un agujero negro, ni tampoco cuál es el destino final de la materia atrapada en él.
Esto es, lo que siempre nos dijeron los físicos según la Relatividad General
Según la Teoría General de la Relatividad de Einstein, todo lo que entra en un agujero negro seguirá cayendo hacia su centro, atraído por una gravedad cada vez más fuerte, hasta llegar a comprimirse en un único punto de tal densidad que el mismísimo tejido espaciotemporal se quebraría. En ese punto, llamado singularidad, las leyes de la Física ya no tendrían efecto, el mismísimo tiempo se detendría y la realidad tal y como la conocemos se desvanecería por completo.
¿Es aquí hasta donde quieren llegar con estas ideas?
Pero según Abhay Ashtekar y Javier Olmedo, de la Universidad Estatal de Pennsylvania, y Parampreet Singh, de la de Louisiana, autores de los dos artículos citados arriba, las cosas podrían ser muy diferentes. De hecho, su trabajo, igual que el de Carlo Rovelli, podría cambiar para siempre lo que creemos saber sobre los agujeros negros. Especialmente en lo que se refiere a la auténtica naturaleza de sus centros, que según estos investigadores «podríamos haber entendido mal».
El problema principal, por supuesto, es el de la singularidad. La simple idea de que puedan existir esos puntos que, pese a tener una densidad infinita, no ocupan espacio alguno, se considera como una aberración, algo que no puede existir en la naturaleza. Hasta ahora, y bajo el paraguas de «gravedad cuántica», numerosos investigadores han formulado diversas propuestas teóricas, desarrollando unas matemáticas completamente nuevas que puedan servir para describir cómo funciona la gravedad en el microcosmos de las partículas subatómicas.
Representación gráfica del entramado de bucles que definen el espacio-tiempo según la LQC
“La gravedad cuántica de bucles o de lazos (LQG, por Loop Quantum Gravity), o también gravedad cuántica de recurrencias, es una teoría de gravedad cuántica formulada por Abhay Ashtekar en 1986,1 que mezcla las teorías aparentemente incompatibles de la mecánica cuántica y la relatividad general. Como teoría de la gravedad cuántica, es el competidor principal de la teoría de las cuerdas, aunque quienes sostienen esta última exceden en número a quienes sostienen la teoría de bucles por un factor, aproximadamente, de 10 a 1″
Uno de esos intentos es la llamada « gravedad cuántica de bucles», que entre otras cosas predice que el espacio-tiempo puede cuantificarse, de modo que existe una unidad mínima más allá de la cual el espacio-tiempo no puede subdividirse más. Pues bien, al aplicar la gravedad cuántica de bucles a los puntos centrales de los agujeros negros, los investigadores afirman que el resultado no fue una singularidad, sino algo muy diferente.
Los cálculos, en efecto, predicen que el espacio-tiempo se curva muy fuertemente cerca del centro de un agujero negro. Pero no llega a quebrarse, sino que continúa en una región en el futuro que tiene la estructura de un agujero blanco. Un agujero blanco es como un agujero negro pero al revés, es decir, que en lugar de atraer la materia hacia sí, la «dispara» hacia fuera.
Se sabe que en presencia de campos gravitacionales muy fuertes, el tiempo se ralentiza. Y los agujeros negros contienen los campos gravitacionales más fuertes del Universo. Debido a ello, una posible interpretación de este nuevo trabajo es que la materia cae en un agujero negro y luego «rebota», disparando la masa a través del cosmos. Debido a que el tiempo es muy lento cerca del centro de un agujero negro, visto desde fuera ese proceso duraría una enorme cantidad de tiempo. Si los investigadores tienen razón, en un futuro muy lejano, donde ahora hay agujeros negros, la materia estallará, esparciendo la materia por todo el cosmos a través de agujeros blancos.
El cine nos ha dejado alguna visión de lo que podría ser – Escena de Interstellar. Imagen: Warner Bros. / Syncopy / Paramount Pictures / Legendary
La idea es provocativa y muy sugerente, aunque antes de considerarse válida será necesario probarla experimentalmente. Y resulta que existen varias formas de hacerlo. Desde hace tiempo, por ejemplo, científicos de todo el mundo han venido detectando en el espacio una serie de fenómenos enormemente energéticos que se resisten a ser explicados.
Dos de ellos son los rayos cósmicos de alta energía que golpean de cuando en cuando la atmósfera de la Tierra; y los llamados « estallidos rápidos de radio», que se producen cuando se detecta una enorme cantidad de energía de radio en un periodo muy breve de tiempo. Según los investigadores, ambos fenómenos podrían ser, en principio, la firma de un agujero negro en transición hacia un agujero blanco.
Lo mismo que montamos estructuras bnajo tierra para detectar neutrinos, podríamos inventar otras que nos digan, de manera cierta, si todo esto que apunta el reportaje podría ser cierto.
La idea resulta sumamente interesante, aunque no está aún lo suficientemente madura como para ser aceptada por la comunidad científica. Pero si las predicciones de la gravedad cuántica de bucles mejoran y sus resultados empiezan a parecerse más y más a los fenómenos astronómicos inexplicables observados por los astrónomos, entonces habremos dado un gran paso para comprender tanto el pasado como el futuro del Universo en que vivimos.