Dic
25
¿Las estrellas? Sin ellas no estaríamos aquí
por Emilio Silvera ~
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Es cierto que cuando vemos las cosas con cierta asiduidad y de forma permanente, esa cotidianidad nos hace perder la perspectiva y no pensamos en lo que realmente esas cosas pueden ser y, con las estrellas nos ocurre algo similar, ya que son algo más, mucho más, que simples puntitos luminosos que brillan en la oscuridad de la noche. Una estrella es una gran bola de gas luminoso que, en alguna etapa de su vida, produce energía por la fusión nuclear del hidrógeno para formar helio. El término estrella por tanto, no sólo incluye estrellas como nuestro Sol, que están en la actualidad quemando hidrógeno, sino también protoestrellas, aún no lo suficientemente calientes como para que dicha combustión haya comenzado, y varios tipos de objetos evolucionados como estrellas gigantes y supergigantes, que están quemando otros combustibles nucleares, o las enanas blancas y las estrellas nucleares, que están formadas por combustible nuclear gastado.

Eta Carinae una estrella masiva que arroja masa para no morir
Muchos son los ejemplos de estrellas masivas (más de 100 masas solares) que, para no morir, eyectan material al espacio interestelar y siguen viviendo.
Estrellas masivas que expulsan gases, ya que, cuando la masa es muy grande, su propia radiación las puede destruir y, de esta manera, descongestionan la tensión y evitan un final anticipado. Arriba teneis una estrella súpermasiva que ha expulsado gases formando una nebulosa para evitar su muerte, Eta Carinae ha hecho lo mismo. Estas son estrellas que están congestionadas y, sólo la expulsión de material la puede aliviar y conseguir que siga brillando como estrella evitando explotar como súpernova.
Se calcula que la masa máxima de una estrella es de unas 120 masas solares, por encima de la cual sería destruida por su propia radiación. La masa mínima es de 0,08 masas solares; por debajo de ella, los objetos no serían lo suficientemente calientes en sus núcleos como para que comience la combustión del hidrógeno, y se convertirían en enanas marrones.

De la misma forma que al calentar una pieza de metal cambia de color, al principio rojo, luego amarillo hasta llegar al blanco, el color de una estrella varia según su temperatura superficial. Las estrellas más frías son las rojas, y las mas calientes las azules. Estos colores suelen percibirse a simple vista, como por ejemplo Antares (la estrella principal de Scorpius) que es de color rojo, o Rigel (en Orion) de color azul. En astronomía se utiliza la escala Kelvin para indicar temperaturas, donde el cero absoluto es -273 grados Celsius.

El diagrama de Hertzsprung-Russell proporcionó a los astrónomos un registro congelado de la evolución de las estrerllas, el equivalente astrofísico del registro fósil que los geólogos estudian en los estratos rocosos. Presumiblemente, las estrellas evolucinan de algún modo, pasan la mayor parte de su tiempo en la serie principal (la mayoría de las estrellas en la actualidad, en el brevísimo tiempo que tenemos para observar, se encuentran allí), pero empiezan y terminan su vida en alguna otra parte, entre las ramas o en el mantillo. Por supuesto, no podemos esperar para ver que esto sucede, pues el tiempo de vida, aún de estrellas de vida corta, se mide en millones de años. Hallar la respuesta exigirá conocer la física del funcionamiento estelar.
El progreso en física, mientras tanto, estaba bloqueado por una barrera aparentemente insuperable. Esto era literal: el agente responsable era conocido como la Barrera de Coulomb, y por un tiempo frustró los esfuerzos de los físicos teóricos para comprender cómo la fusión nuclear podía producir energía en las estrellas.

“La barrera de Coulomb, denominado a partir de la ley de Coulomb, nombrada así del físico Charles-Augustin de Coulomb (1736–1806), es la barrera de energía debida a la interacción electrostática que el núcleo atómico debe superar para experimentar una reacción nuclear. Esta barrera de energía es proporcionada por la energía potencial electrostática:
donde:
- k es la constante de Coulomb = 8.9876×109 N m² C−2;
- ε0 es la permeabilidad en el vacío;
- q1, q2 son las cargas de las partículas que interactúan;
- r es el radio de interacción.”
Un valor positivo de U es debido a una fuerza de repulsión, así que las partículas que interactúan están a mayores niveles de energía cuando se acercan. Un valor negativo de la energía potencial U indica un estado de ligadura, debido a una fuerza atractiva. La linea de razonamiento que conducía a esta barrera era impecable. Las estrellas están formadas en su mayor parte por hidrógeno. Esto se hace evidente en el estudio de sus espectros.) El núcleo del átomo de hidrógeno consiste en un sólo protón, y el protóncontiene casi toda la masa del átomo. (Sabemos esto por los experimentos de Rutherford explicados aquí en otra ocasión). Por tanto, el protón también debe contener casi toda la energía latente del átomo de hidrógeno.

(Recordemos que la masa es igual a la Energía: E = mc2. (En el calor de una estrella los protones son esparcidos a altas velocidades -el calor significa que las partículas involucradas se mueven rápidamente- y, como hay muchos protones que se apiñan en el núcleo denso de una estrella, deben de tener muchísimos choques. En resumen, la energía del Sol y las estrellas, puede suponerse razonablemente, implica las interacciones de los protones. esta era la base de conjetura de Eddintong de que la fuente de la energía estelar “difícilmente puede ser otra cosa que energía subatómica, la cual, como se sabe, existe en abundancia en toda la materia”.
Hasta ese punto, todo iba bien, la ciencia estaba cerca de identificar la fusión termonuclear como el secreto de la energía solar. Pero aquí era donde intervenía la Barrera de Coulomb. Los protones están cargados positivamente; las partículas de igual carga se repelen entre sí; y este obstáculo parecía demasiado grande para ser superado, aun a la elevada velocidad a la que los protones se agitaban en el intenso calor del centro de las estrellas. De acuerdo con la física clásica, muy raras veces podían dos protones de una estrella ir con la rapidez suficiente para romper las murallas de sus campos de fuerza electromágnéticos y fundirse en un sólo núcleo. Los cálculos decían que la tasa de colisión de protones no podía bastar para mantener las reacciones de fusión. Sin embargo, allí estaba el Sol, con su rostro radiante y sonriente al ver el esfuerzo y las ecuaciones que decían que no podía brillar.


Dejemos aquí este proceso y digamos que, realmente, la mayoría de las veces el protón rebotará en la Barrera de Coulomb, pero de cuando en cuando la atravesará. Este es el “Efecto Túnel Cuántico”; que permite brillar a las estrellas. George Gamow, ansioso de explotar las conexiones entre la astronomía y la nueva física exótica a la que era adepto, aplicó las probabilidades cuánticas a la cuestión de la fusión nuclear en las estrellas y descubrió que los protones pueden superar la Barrera de Coulomb, o casi. El efecto túnel cuántico se hizo cargo de los cálculos de la desalentadora predicción clásica, que establecia la fusión de los protones a sólo una milésima de la tasa necesaria para explicar la energía liberada por el Sol, y la elevó a una décima de la tasa necesaria. Luego se tardó menos de un año para dar cuenta del deficit restante: la solución fue completada en 1929, cuando Robert Atkinson y Fritz Houterman combinaron los hallazgos de Gamow con lo que se ha llamado teoría maxwelliana de la distribución de velocidades. En la distribución maxwelliana hay siempre unas pocas partículas que se mueven mucho más rápidamente que la media y, Robert Atkinson y Fritz Houterman hallaron que estas pocas partículas veloces bastqaban para compensar la diferencia. Finalmente se hizo claro como podía romperse la Barrera de Coulomb suficientemente a menudo para que la fusión nuclear se produjese en las estrellas.
Pero la figura clave en todos estos desarrollos fue Hans Bhete, un refugiado de la Alemania nazi que había estudiado con Fermi en Roma y fue a enseñar en Cornell en EE. UU. Como su amigo Gamow, el joven Bhete era un pensador efervescente y vivaz, con tanto talento que parecía hacer su trabajo como si de un juego se tratara. Aunque no preparado en Astronomía, Bhete era un estudioso de legendaria rapidez. En 1938 ayudó al discipulo de Gamow y Edward Teller, C.L. Critchfield, a calcular una reacción que empezase con la colisión de dos protones podía generar aproximadamente la energía irradiada por el Sol, 3,86 x 1033 ergios por segundo. Así, en un lapso de menos de cuarenta años, la humanidad había progresado de la ignorancia de la existencia misma de los átomos a la comprensión del proceso de fusión termonuclear primaria que suministra energía al Sol.
Pero la reacción protón. protón no era bastante energética para explicar la luminosidad muy superior de estrellas mucho más grandes que el Sol, estrellas como las supergigantes azules de las Pléyades, que ocupan las regiones más altas del diagrama de Herptzsprung-Russell. Bhete puso remedio a esto antes de que terminase aquel el año 1938.

En abril de 1938, Bhete asistió a una conferencia organizada por Gamow y Teller que tenía el objeto de que físicos y astrónomos trabajaran juntos en la cuestión de la generación de energía en las estrellas. “Allí, los astrofísicos nos dijeron a los físicos todo que sabían sobre la constitución interna de las estrellas -recordoba Bhete-. esto era mucho (aunque) habían obtenido todos los resultados sin conocimiento de la fuente específica de energía.” De vuelta a Cornell, Bhete abordó el problema con celeridad y, en cuestión de semanas logró identificar el ciclo del Carbono, la reacción de fusión crítica que da energía a las estrellas que tiene más de una vez y media la masa del Sol.
Bhete que estaba falto de dinero, retiró el artículo que escribió sobre sus hallazgos y que ya tenía entragado en la Revista Physical Review, para entregarlo en un Concurso postulado por la Academía de Ciencias de Nueva York sobre la producción de energía en las estrellas. Por supuesto, Bhete ganó el primer Premio uy se llevó los 500 dolares que le sirvieron para que su madre pudiera emigrar a EE UU. Después lo volvió a llevar a la Revista que lo publicó y, finalmente, se lo publicaron y tal publicación le hizo ganar el Nobel. Por un tiempo, Bhete había sido el único humano que sabía por qué brillan las estrellas.

Cuando miramos al cielo y podemos contemplar extasiados esas maravillas que ahí arriba, en el espacio interestelar están brillando, y, nos da la sensación de que están haciéndonos guiños, como si quisieran mandarnos un mensaje, decirnos algo y nosotros, no pensamos en todo lo que ahí, en esos “puntitos brillantes” se está fraguando. De lo que allí ocurre, depende que los mundos tengan los materiales que en ellos están presentes y, de entre esos materiales, se destacan aquellos que por su química biológica, permiten que se pueda formar la vida a partir de unos elementos que se hicieron en los hornos nucleares de las estrellas.

Y sí, es curioso que, mirando en la oscura noche como brillan las estrellas del cielo, nos atrae su titilar engañoso (es la atmósfera terrestre la que hace que lo parezca) y su brillo, Sin embargo, pocos llegan a pensar en lo que verdaderamente está allí ocurriendo. Las transformaciones de fase por fusión no cesan. Esta transformación de materia en energía es consecuencia de la equivalencia materia-energía, enunciada por Albert Einstein en su famosa fórmula E=mc2; donde E es la energía resultante, m es la masa transformada en energía, y c es la velocidad de la luz (300 000 kilómetros por segundo). La cantidad de energía que se libera en los procesos de fusión termonuclear es fabulosa. Un gramo de materia transformado íntegramente en energía bastaría para satisfacer los requerimientos energéticos de una familia mediana durante miles de años.
Es un gran triunfo del ingenio humano el saber de qué, están confomadas las estrellas y qué materiales se están forjando allí, al inmenso calor de sus núcleos. Recuerdo aquí a aquel Presidente de la Real Society de Londres que, en una reunión multitudinaria, llegó a decir:
“Una cosa está clara, nunca podremos saber de qué están hechas las estrellas”.
El hombre se vistió de gloria con la (desde entonces) famosa frase. Creo que nada, con tiempo por delante, será imposible para nosotros.

A nuestro planeta sólo llega una ínfima fracción del calor que se genera en el Sol y, sin embargo, es más que suficiente para mantener aquí la vida. El Sol tiene materia que supone la misma que tendrían 300.000 Tierras. Nuestra estrella madre está situada a una UA (150 millones de kilómetros de nosotros) y, todas esas circunstancias y otras muchas, hacen que todo sea tal como lo vemos a nuestro alrededor. Si cualquiera de esos parámetros fuera diferente o variara tan sólo unas fracciones, seguramente la Tierra sería un planeta muerto y, nosotros, no estaríamos aquí. Sin embargo… ¡Estamos! y, gracias a ello, se pueden producir descubrimientos como los que más arriba hemos relatado y han podido y pueden existir personajes de cuyas mentes surgen ideas creadoras que nos llevan a saber cómo son las cosas.
Lo cierto es que, cada día sabemos mejor como funciona ma Naturaleza que, al fin y al cabo, es la que tiene todas las respuestas que necesitamos conocer.
emilio silvera
Dic
23
El Universo Asombroso
por Emilio Silvera ~
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En la distancia “infinita” el Hubble sólo ha podido captar una imagen parcial de lo que allí está presente. Vemos un inmenso agujero negro que ocupa el centro galáctico y el inmenso espacio de 150.000 años-luz de diámetro cuajado de estrellas azuladas. La lejanía nos impide contemplar los detalles y no son visibles la infinidad de objetos que ahí se encuentran y pueblan las regiones inconmensurables de la galaxia: Nebulosas, quásares, radiogalaxias, miles de millones de planetas, estrellas de neutrones y enanas blancas en el centro de las nebulosas planetarias… ¡Un sin fin de maravillas!, que perdidas en la distancia se esconden a nuestros ojos que sólo están posibilitados para contemplar lo cercano.

Un viaje en tren en el ferrocarril transiberiano a Novosibirsk dio lugar a esta impresionante vista a lo largo del borde del Sol registró durante el eclipse total de sol de un mes de agosto. La imagen es una composición de dos imágenes tomadas en momentos especiales en la secuencia del eclipse, que corresponde al principio y el final de la fase total del mismo. Perlas brillantes alrededor de la silueta oscura de la Luna son los rayos de la luz del sol brillando a través de valles lunares en el borde del disco lunar. Pero la vista compuesta también captura las prominencias solares, la estructura del bucle de plasma caliente suspendidos en campos magnéticos, que se extiende más allá del borde del Sol. Algunos le llaman el collar de diamantes.

La inusual forma de la galaxia Rueda de Carro es probablemente debido a una colisión con una de las galaxias más pequeñas en la parte inferior izquierda de varios cientos de millones de años atrás con la que finalmente terminará fusionándose. Esta extraña galaxia con forma atípica, al ser descubierta por Fritz Zwicky en 1941, éste dijo que era una de las estructuras más complicadas que, al menos de momento, no tenían explicación. Desde entonces, han sido muchas las conjeturas que los astrónomos han formulado de la imagen pero… ¿Dónde estárá la verdad? Nadie lo sabe.

Esta imagen de astronomía de la NASA de nuestra Galaxia la Vía Láctea fue tomada en Chile, es absolutamente impresionante. Hay lugares privilegiados de nuestro planeta desde los que se pueden contemplar el Universo de otra manera más cercana, más hermosa y, Chile, es uno de ellos.
Los importantes descubrimientos de los últimas décadas han transformado la imagen que la Humanidad tenía del Universo. El Cosmos ha dejado de ser un lugar desconocido y tranquilo, atravesado por estrellas relucientes que junto a nebulosas y planetas se mueven en una procesión majestuosa. Hoy hemos llegado a saber de los cientos de miles de millones de galaxias que lo pueblan, de la existencia de objetos exóticos y lugares plagados de sorpresas. Extraños y fascinantes Quásares iluminan los rincones más lejanos del Universo.

Concepción artística de cómo el nuevo quásar se vería de cerca. El cuásar muy caliente muy luminoso en el centro de la imagen es muy brillante en longitudes de onda ultravioleta y la luz del quásar está ionizando el gas circundante, produciendo el color rojo, que es el color característico del hidrógeno ionizado. En el fondo, se pueden ver tenues galaxias compactas que acaban de nacer, estas contienen las estrellas calientes que también están ionizando su entorno, pero mucho menos eficazmente ya que son mucho menos luminosas. Información sobre la imagen: Observatorio Gemini/AURA por Lynette Cook. El descubrimiento salió a la luz a partir de datos de un estudio del cielo en curso que se está realizando en el Telescopio Infrarrojo del Reino Unido (UKIRT) y de observaciones de seguimiento de confirmación con el telescopio Gemini Norte, ambos en Mauna Kea, en Hawái.

Las galaxias másivas recorren los abismos siderales unidas por la fuerza de Gravedad y formando cúmulos enormes. Explosiones titánicas de inimaginables energías tienen lugar por todos los rincones del universo que se ven invadidos por la radiación gamma que ionizan los materiales de las nebulosas cercanas. Estas explosiones, en la mayoría de los casos tienen un origen desconocido y son captadas por nuestros ingenios espaciales para el estudio por los expertos que quieren saber de dónde parten y qué las producen. Púlsares que como faros cósmicos girán a velocidades increíbles.

Imagen más aclaratoria del PSR 1913+16
El primer púlsar binario conocido, PSR 1913+16, fue descubierto en 1974. Consiste en un púlsar que tiene 17 pulsaciones por segundo, en una órbita altamente excéntrica con un período de 7,75 horas alrededor de una segunda estrella de neutrones en la que no se han observado pulsaciones. Cada estrella tiene unas 1,4 masas solares, próxima al límite de Chandrasekhar, y el período orbital se está acortando gradualmente debido a la pérdida de energía a través de radiación gravitacional. Cuando se fusionan dos púlsares se producen fenómenos energéticos de gran intensidad y, finalmente, lo que puede resultar es, un agujero negro. Objetos tan extraños que nunca podrían haber sido imaginados por las mentes científicas. De hecho, cuando Einstein publicó la segunda parte de su teoría de la relatividad, los expertos vieron que, de sus ecuaciones, se podía deducir la existencia de los Agujeros Negros y, el autor se negaba a creer que monstruos semejantes pudieran existir pero, ahí están.

El Universo es mucho más grande de lo que podemos imaginar. Sí, hablamos de las distancias que nos separan de los objetos que nuestros telescopios han podido captar en el ancho Cosmos pero, aunque sepamos pronunciar las cifras de esas distancias, aunque para describirlas hallamos inventado las unidades especiales de Unidad Astronómica, Año-Luz, Parsec, Giga parsec… y otras, lo cierto es que, nuestras mentes, no pueden ubicar esas distancias en una imagen real que pueda ser asimilada como, por ejemplo, asimilamos las distancias que recorremos en nuestro pequeño mundo. El Universo es mucho más grande de lo que podemos imaginar. Sí, hablamos de las distancias que nos separan de los objetos que nuestros telescopios han podido captar en el ancho Cosmos pero, aunque sepamos pronunciar las cifras de esas distancias, aunque para describirlas hallamos inventado las unidades especiales de Unidad Astronómica, Año-Luz, Parsec, Giga parsec… y otras, lo cierto es que, nuestras mentes, no pueden ubicar esas distancias en una imagen real que pueda ser asimilada como, por ejemplo, asimilamos las distancias que recorremos en nuestro pequeño mundo.

Hoy podemos contemplar las distintas regiones del Universo y lo que es aún mucho más impresionante: Los Astrónomos han podido llegar a la conclusión de que el Universo (dicen haber encontrado las pruebas), hizo su aparición mediante una inmensa explosión que, de manera abrupta, en un acto de creación repentino, surgió a partir de una singularidad que poseía densidades y energías infinitas. Para que es ya un hecho evidente que el lugar del nacimiento de nuestra especie (como el de otras muchas en nuestro mismo planeta y en otros mundos -probablemente-), tiene su origen en las estrellas que, en sus hornos nucleares, crearon los materiales de los que estamos hechos.

Si pudiéramos coger una Gran Nave superlumínica y recorriéramos el espacio interestelar paseando por las distintas regiones del Universo, veríamos que, todo es igual en todas partes: Cúmulos y supercúmulos de Galaxias, Galaxias cuajadas de estrellas en cúmulos y sueltas con sus sistemas planetarios, púlsares de giros alucinantes, magnéteres creando inmensos campos electromagnéticos, agujeros negros que se tragan todo lo que traspasa el Horizonte de suscesos, Hermosas y brillantes Nebulosas de las que surgen las nuevas estrellas.
Nuestro universo es igual en todas partes. Las leyes que rigen en todo el Universo son las mismas. La materia que puebla el Universo, Gases estelares, polvo cósmico, Galaxias con cientos de miles de millones de estrellas y sistemas planetarios, también es iguales en cualquier confín del Universo. Todo el Universo, por lo tanto, está plagado de Agujeros Negros y de estrella de neutrones. En realidad, con el transcurso del tiempo, el número de estos objetos masivos estelares irá en aumento, ya que, cada vez que explota una estrella supermasiva, nace un nuevo agujero negro o una estrella de neutrones, transformándose así en un objeto distinto del que fue en su origen.

Poco a poco fuímos aumentando nuestros conocimientos y, a medida que el universo se expande, también nuestras mentes lo hacen y acumulan los conocimientos que el estudio y la observación, unidos al experimento y la experiencia les va proporcionando. Acumulados a través de miles de años, el hombre de las distintas civilizaciones desde los Sumerios, babilonios, persas, egipcios, chinos, hindúes, griegos… y tantas otras antes que nosotros fueron logrando para que ahora nosotros, sepamos un poco más del lugar en el que nos encontramos y, posiblemente, al lugar hacia el que nos dirigimos.

El Universo se ha ensanchado más y más a medida que lo hemos podido ir descubriendo

Esta es la imagen que de un púlsar tenemos pero… ¿Qué son las galaxias y de cuántas maneras se pueden conformar? Con los modernos telescopios y que ven más y también mucho más lejos, hemos llegado a poder captar imágenes de galaxias de increíble y extraña belleza.

La Galaxia espiral que acoge a nuestro Sol y a las estrellas visibles a simple vista durante la noche; es escrita con G mayúscula para distinguirla de las demás galaxias. Su disco es visible a simple vista como una débil banda alrededor del cielo, la Vía Láctea; de ahí que a la propia Galaxia se la denomine con frecuencia Vía Láctea.
El Universo está plagado de maravillas que nos resultan exóticas y que los científicos estudian para saber de su origen, de cómo se pudieron formar y de las energías que emiten que no pueden ser comparables a nada que conozcamos aquí en nuestro planeta. En el espacio interestelar se producen los acontecimientos más increíbles que imaginar podamos y allí están presentes los objetos más extraños.
Un pulsar es una fuente de radio desde la que recibimos señales altamente regulares. Han sido catalogados más de 1000 púlsares desde que se descubrió el primero en 1.967. Como antes dije, son estrellas de neutrones que están en rápida rotación y cuyo diámetro ronda 20-30 Km. Estan altamente magnetizadas (alrededor de 108 tesla), con el eje magnético inclinado con respecto al eje de rotación. La emisión de radio se cree que surge por la aceleración de partículas cargadas por encima de los polos magnéticos. A medida que rota la estrella, un haz de ondas de radio barre la Tierra, siendo entonces observado el pulso, de forma similar a la luz de un faro. Los períodos de los pulsos son típicamente de 1 s, pero varían desde los 1’56 ms (púlsares de milisegundo) hasta los 4’35. Los periodos de los pulsos se alargan gradualmente a medida que las estrellas de neutrones pierden energía rotacional, aunque unos pocos púlsares jóvenes son propensos a súbitas perturbaciones conocidas como ráfagas.

Se han descubierto algunos púlsares binarios
Las medidas precisas de tiempos en los púlsares han revelado la existencia de púlsares binarios, y un pulsar, PSR1257+12, se ha demostrado que está acompañado por objetos de masa planetaria. Han sido detectados destellos ópticos procedentes de unos pocos púlsares, notablemente los púlsares del Cangrejo y Vela.
La mayoría de los púlsares se piensa que se crean en explosiones de supernova por el colapso del núcleo de una estrella supergigantes ( Como en el caso de los agujeros negros pero en estrellas menos masivas ), aunque en la actualidad hay considerables evidencias de que al menos algunos de ellos se originan a partir de enanas blancas que han colapsado en estrella de neutrones después de una acreción de masa de una estrella compañera, formando lo que se conoce como pulsar reciclada.

La gran mayoría de púlsares conocidos se encuentran en la Vía Láctea y están concentrados en el plano galáctico. Se estima que hay unos 100.000 púlsares en la Galaxia. Las observaciones de la dispersión interestelar y del efecto Faraday en los púlsares suministran información sobre la distribución de electrones libres y de los campos magnéticos de la Vía Láctea.

Hasta donde podemos saber, estos objetos y otros más exóticos aún, están presentes en todas las galaxias del Universo que, como tantas veces se ha dicho aquí, son universos en miniatura en los que podemos encontrar todo aquello de lo que está conformado el Cosmos. La materia y las fuerzas fundamentales, el espaciotiempo, las constantes universales y… ¡La vida!
emilio silvera
Dic
23
La fascinación del Universo
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo asombroso ~
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No en pocas ocasiones nos hemos tenido que asombrar de los descubrimientos que en el Universo vamos realizando con la ayuda de los cada vez más sofisticados ingenios que, nos llevan a viajes alucinantes en los que podemos visitar regiones tan distantes que, sus números nos marean, y, en ellas descubrimos objetos que nunca pudimos pensar que pudieran existir.
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El Sol comparado con VY Canis Mayoris es un simple puntito que casi no podemos ver
En la imagen podemos ver como destaca de las demás, esa es una de las estrellas más grandes que existen, hablamos de VY Canis Majoris(VY CMa) es una estrella hipergigante roja, localizada en la constelación de Canis Major. Es una de las estrellas conocidas más grandes y luminosas. En su momento fue la mayor estrella conocida, aunque luego se descubrieron otras estrellas de mayor tamaño. En la actualidad la estrella más grande conocida es UY Scuti (aunque posiblemente Westerlumd 1-26).

Esa que sobresale de todas las demás, es UY Scuti (V* UY Sct, BD-12 5055, IRC -10422, RAFGL 21621) es una estrella hipergigante roja en la constelación del Escudo. Es la estrella más grande conocida hasta ahora y posee un radio equivalente a 1708 ± 192 radios solares (un radio que correspondería a 1.188.768.000 km, 7,94 unidades astronómicas.). Si esta estrella fuera nuestro Sol englobaría todos los planetas hasta cerca de Saturno UY Scuti tiene un volumen de aproximadamente 5000 millones de veces el del Sol.

Hace unos 12.800 millones de años, cuando el universo aún era un “niño” que solo había vivido el 6% de su vida, existió un descomunal faro 420 billones de veces más luminoso que el Sol. Por aquella época el universo estaba saliendo de la edad oscura, un periodo que duró cientos de millones de años y en el que todo era tiniebla. Después aparecieron las primeras estrellas y galaxias y la luz comenzó a invadirlo todo. Poco antes de que esta etapa —conocida como reionización— acabase, se encendió ese faro cuyo origen era un desconomunal agujero negro que acaba de ser descubierto y analizado por un equipo internacional de astrónomos. Los investigadores creen que este monstruo tenía unas 12.000 millones de veces más masa que el Sol, lo que le convierte en el objeto de este tipo más grande y luminoso del universo.

Desde que se puso en órbita el telescopio espacial de rayos gamma Fermi, el 11 de junio de 2008, ha detectado poblaciones enteras de objetos nunca antes vistos. El último hallazgo de Fermi afecta al púlsar J1823-3021A, avistado en 1994 con el radiotelescopio Lovell, en Inglaterra. Un equipo internacional de expertos se ha dado cuenta de que esta estrella pulsante emite rayos gamma y gracias a Fermi ha podido caracterizar sus inusuales propiedades. Los resultados de su investigación se publican en el último número de Science.

El dato que más sorprende a los investigadores es su brillo. “Las emisiones de rayos gamma de uno de los cúmulos globulares de la Vía Láctea, llamado NGC 6624, nos hacían pensar que este albergaba 100 púlsares de milisegundo diferentes. Pero ahora hemos descubierto que todo viene de este único púlsar”, desvela a SINC Paulo Freire, investigador del Instituto Max-Planck de Radioastronomía en Alemania y uno de los autores principales del trabajo.
El brillo tan intenso que desprende revela que su campo magnético es mucho más fuerte de lo que los astrónomos creían posible para un pulsar de este tipo. “Quizá tendremos que cambiar las teorías de formación de púlsares de milisegundo tras este descubrimiento, que ayudará a entender cómo se forman estos objetos en el universo”.
Además, su periodo de rotación confirmó a los expertos que se trata de un pulsar de milisegundo ya que gira sobre sí mismo más de 183 veces por segundo.

La Nebulosa de la Tarántula o NGC 2070 o 30 Doradus es una gigantesca fábrica de estrellas 1000 años luz de ancho. Esta región HII (región de hidrógeno ionizado) es uno de los objetos astronómicos más interesantes de la Gran Nube de Magallanes (LMC) y más importante de la galaxia vecina de la Vía Láctea. Se trata de la nebulosa de emisión más grande conocida, una otra nebulosa, NGC 2060 ocupa su centro. Situada a una distancia de unos 170 000 años luz, se puede observar en la constelación de Dorado en el cielo austral. La Nebulosa de la Tarántula tiene una magnitud aparente de 5, es fácilmente visible a simple vista, ya que pertenece a otra galaxia vecina de la Vía Láctea.
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Actualmente la Gran Nube de Magallanes atraviesas una época de gran formación estelar
la Gran Nube de Magallanes (LMC). La Tarántula es 100 veces más lejos que el famoso escuela estelar, la nebulosa de Orión en nuestra propia vivero. Si la Nebulosa de la Tarántula fue en nuestra galaxia, a la misma distancia que la Nebulosa de Orión (remoto sólo 1 350 años luz), cubriría un área dos veces mayor que la Osa Mayor casi una cuarta parte de cielo y sería visible incluso de día. La Nebulosa de la Tarántula contiene más de medio millón de veces la masa del Sol, esta nube grande y extravagante alberga algunas de las estrellas más masivas conocidas.

Un cúmulo globular es un tipo de cúmulo estelar que consiste en una agrupación de 105 – 106 estrellas viejas (astros de Población II), gravitacionalmente ligadas, con distribución aproximadamente esférica, y que orbita en torno a una galaxia de manera similar a un satélite. Son estas estrellas viejas las que le dan a los cúmulos globulares su típico color dorado, sólo visible por medio de la fotografía en color.
Los cúmulos globulares están generalmente compuestos por cientos de miles de estrellas viejas, de manera parecida al bulbo de una galaxia espiral, pero confinadas en un volumen de sólo unos pocos parsecs cúbicos. Algunos cúmulos globulares (como Omega Centauri en la Vía Láctea y G1 en M31) son extraordinariamente masivos, del orden de varios millones de veces la masa solar. Otros, como M15, tienen núcleos extremadamente masivos, lo que hace sospechar la presencia de agujeros negros en sus centros.

Con unas pocas excepciones notables, cada cúmulo globular parece tener una edad definida. Es decir, todas las estrellas de un cúmulo globular están aproximadamente en la misma etapa de su evolución estelar, sugiriendo así haberse formado al mismo tiempo. Fue el reconocimiento de este hecho, estudiando los diagramas Hertzsprung-Russell de cúmulos globulares, lo que dio lugar a una primera teoría de evolución de las estrellas.
Los cúmulos globulares poseen una densidad estelar muy alta, de manera que existen fuertes interacciones entre sus estrellas componentes y suelen ocurrir colisiones con relativa frecuencia. Algunos tipos exóticos de estrellas, como las azules rezagadas (errantes azules), los púlsares milisegundo y las binarias de poca masa emisoras de rayos X son mucho más frecuentes en los cúmulos globulares.

Antes vimos los cúmulos cerrados y, ahora tenemos aquí el Cúmulo abierto NGC 290 en el que liucen las estrellas tutilantes como si de un Joyero se tratara. La Belleza que el Universo nos puede ofrecer, es incomparable con cualquier otra cosa que, artificial, podamos nosotros hacer.,

Luego de clasificar las imagenes, vieron que se logro la mejor imagen ultravioleta en HD de una galaxia, hasta el dia de hoy. Lo que ayudara a todo tipo de cientificos a realizar mejores estudios.
Como se puede ver en la imágen, en el centro hay una enorme estrella o cumulo de color morado oscuro, que son las estrellas más antiguas. Alrededor de ellas estan las estrellas nuevas, en el lugar donde se crean nuevos planetas.
Las galaxias que son “universos” en miniatura, o, universos islas como las llamó Kant, contienen en pequeña proporción todo lo que el universo nos pueda ofrecer, son como muestras de universos. Asñi, de su estudio se sacan conclusiones muy valiosas.
A todo lo anterior, lo único que tenemnos que añadir es la presencia de los seres vivos en nuestro Universo que, a grandes rasgos y sin pararnos a explicaciones más profundas, ha quedado reflejado en todo lo anteriormente expuesto.
emilio silvera
Dic
23
El planeta Marte que nos sigue ilusionando
por Emilio Silvera ~
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El arquitecto de moda en la Tierra ya imagina la vida en Marte
Por Pedro García Campos | 21-12-2017


Bjarke Ingels
Arquitecto fundador de BIG
Lo que de verdad emociona a Bjarke Ingels, uno de los arquitectos más famosos e influyentes en la actualidad, es jugar. Jugar en la acepción más pura de la palabra, como lo hacen los niños, convirtiendo el juego en una aventura, un objeto de invención y un sentido que da dirección a la vida. Así, con ese espíritu innovador y curioso, afronta sus proyectos: “Por supuesto que hay un tipo de componente infantil en todo esto -aseguraba en una entrevista sobre su trabajo para la web SSense-. Cuando eres un niño no sueñas con llegar a ser un arquitecto, tu sueño es convertirte en astronauta. Pero también me gusta esta idea de que la arquitectura es inventar cómo hacer el planeta más habitable para la vida humana. No solo tenemos que trepar a un árbol o encontrar una cueva. Podemos construir nuestro propio árbol o nuestra propia cueva. Así es que… ¿a qué tipo de árbol nos gustaría subirnos?”.

El nuevo proyecto del estudio de Ingles es una ciudad que se construirá en mitad del desierto simulando estar en Marte. De esta forma unirá ese sueño infantil de viajar al espacio con una profesión, la arquitectura, que define como “el arte y la ciencia de convertir la ficción en realidad”. Como realidad son ya algunos de los edificios más emblemáticos del urbanismo actual (la sede de Lego en Dinamarca, o la futura de Google en California), salidos de la imaginación de este danés considerado por muchos el genio arquitectónico del siglo XXI. Su filosofía siempre a la vanguardia, está expuestas en la web de BIG (Bjarne Ingels Group), el estudio al que da nombre: “Históricamente, la arquitectura ha sido dominada por dos extremos opuestos: una vanguardia repleta de ideas alocadas, lo que ha originado desde filosofía a misticismo, y los bien organizados consultores corporativos que edifican cajas de alta calidad predecibles y aburridas. La arquitectura parece atrincherada: ingenuamente utópica o petrificantemente pragmática. Nosotros creemos que hay una tercera vía entre estos opuestos diametrales: una arquitectura pragmático-utópica que crea lugares perfectos social, económica y medioambientalmente como un objetivo práctico. En BIG estamos dedicados a invertir en la coincidencia entre lo radical y la realidad. En todas nuestras acciones intentamos mover el foco de los pequeños detalles a la gran (BIG) imagen.”

De todas las maneras, Marte es actualmente un planeta inhóspito, y vivir siempre confinados…
Esa gran imagen saldrá, según la revista Rolling Stone, de la cabeza de Ingels, a quien calificó como “el hombre que construye el futuro”. Parte de ese porvenir pasa por la expansión de nuestra especie a otros planetas y, en concreto, a Marte, una posibilidad que cada vez parece más cercana. ¿Y cómo serán nuestras primeras ciudades allí? La respuesta del danés aparece alejada de los mamotretos metálicos que hemos visto en las películas de ciencia ficción: “Por supuesto, la gente no quiere vivir en una lata de conservas, asegura. Así que si vamos a ir a Marte debemos tratar de crear un ambiente que podamos disfrutar. Queremos tener acceso a plantas, a parques, a la luz del sol, a un aire respirable, a un rango de temperaturas aceptable”. Mars Science City, la ciudad que ha proyectado para ser construida en los Emiratos Árabes Unidos, responde a esta inquietud: se trata de varias cúpulas de plástico inflable y ultraligero, que cubrirán edificaciones levantadas sobre el suelo y construcciones subterráneas. La idea de Ingels es que, a nuestra llegada a Marte, en lugar de trasladar materiales -lo que resultaría muy costoso- seamos capaces de aprovechar los que ya existen en el planeta para construir a través impresión 3D y ayudados por la robótica. Mars Science City, que cuenta con una financiación inicial de 150 millones de dólares por parte de los Emiratos, es una propuesta original y arriesgada. La única vía posible si, como asegura Ingels, nos atrevemos a innovar de verdad: “No estamos recreando algo que siempre ha estado allí. Estamos dando forma a un futuro que nunca ha existido”.
Edición: Pedro García Campos | Mikel Aguirrezabalaga
Texto: José L. Álvarez Cedena
Dic
22
¿Cómo pudo surgir la Vida? ¡Es todo tan complejo!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Vida ~
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Podemos leer en las piedras… ¡Cuentan tántas historias!
Con sus tres mil quinientos millones de años de edad, las rocas sedimentarias dispersas por algunas regiones del mundo, por ejemplo, en Australia Occidental (Grupo Warrawoona), nos regalan uno de los primeros atisbos e vida y el en la infancia de la biosfera. Esas rocas contienen estromatolitos y estructuras microscópicas que han sido interpretados como bacterias fósiles, aunque ese extremo aún siga en pleno debate. No obstante, las signaturas químicas proporcionan evidencias sólidas de la antigüedad de la vida, aunque el tipo de biolo´gia responsable de ellas siga siendo incierto. En las investigaciones geológicas de la vida primigenia de la Tierra seguimos mirando a través de un cristal oscuro.

Muchas veces pasamos junto a sistemas rocosos sin pensar que, en ellos, están presentes un sin fin de del pasado que nos hablan de la vida y, son los geólogos los que, pacientemente se internan por lugares perdidos del mundo en busca de esa huella que nos hable del surgir de la vida.
El vestigio geológico, como dijo James Hutton, no presemnta “ni vestigios de un principio ni perspectiva de un futuro”. Las perspectivas de un futuro siguen siendo remotas, pero durante las últimas décadas los paleontólogos han desenterrado lo que verdaderamente considerar los vestigios del proncipio de la vida.


Insectos fosilizados de millones de años de edad. … crucial para reconstruir la historia evolutiva y las relaciones de los animales más diversos y abundantes en la Tierra. La criatura pertenece a una edad …

Fósiles de cascarones (a la izquierda) y de manto bacteriano (a la derecha) en los sedimentos de Pilbara, Grupo Warrawoona, 3.446 Ga-© Frances Westall.
Estas estructuras han sido atribuidas a bacterias fosilizadas. La cantidad de carbono restante unida a estos microfósiles es generalmente muy débil ( 0,01-0,5% con puntas excepcionales hasta el 1%) lo que hace particularmente difícil el análisis del carbono orgánico. No obstante, se han podido determinar los isótopos de carbono y presentan un enriquecimiento variable pero así y todo significativo en carbono 12, lo que habitualmente se traduce en un origen biológico. En general, las moléculas biológicas producidas por fotosíntesis se caracterizan por un enriquecimiento en 12C en relación con los carbonatos minerales. Así, la relación 12C/13C pasa de 88,99 en los carbonatos minerales de referencia a valores comprendidos entre 90,8 y 91,7 en las moléculas orgánicas biológicas.

Aunque no son plantas, las cianobacterias son uno de los principales seres vivos capaces de realizar la fotosíntesis, y están sujetos al mismo intercambio de gases. En ellos los gases fluyen a través de la membrana y la pared celular por transporte pasivo.
Arguyendo un parecido entre las cianobacterias modernas y los microfósiles de Pilbara, William Schopf, de la Los Angeles, ha descrito estos últimos como fósiles de cianobacterias. Estas bacterias ancestrales, pues, ya habrían practicado la fotosíntesis oxigenada. Interpretación muy importante ya que situaría la fotosíntesis oxigenada muy atrás en los tiempos geológicos, mientras que los indicios bioquímicos más antiguos de la fotosíntesis oxigenada encontrados en esquistos carbonados, también en Australia, sólo se remontan a 2.700 millones de años. Según el inglés Martin Brasier, de la Universidad de Oxford, las estructuras contendrían efectivamente carbono orgánico enriquecido en isótopo 12, pero la materia orgánica sería de origen puramente químico y no biológico. Podría proceder de la reacción del hidrógeno con el monóxido de carbono (reacción llamada de Fischer-Tropsch), dos gases presentes en los fluidos de las fuentes hidrotermales. La acumulación de materia orgánica en microestructuras sería debida a la cristalización del cuarzo en la vena hidrotermal, y el importante enriquecimiento en carbono 12 sería el resultado de procesos puramente químicos. La explicación de Brasier, no obstante, no es totalmente convincente porque no es probable que la reacción de Fischer-Tropsch produjera moléculas tan complejas como los kerógenos (materia orgánica compleja, insoluble en los disolventes habituales) depositados en las venas hidrotermales.

Los Hierros Bandeado de Isua (Groenlandia): las rocas sedimentarias más antiguas
Sedimento de Isua, Groenlandia, de una antigüedad de 3.800 millones de donde se han encontrado Bacterias fósiles de una antigüedad aproximada de 3.500 millones de años.
Muchas veces hemos opido hablar de la datación del Carbono y, el sistema de datación radiométrica más conocido es el proporcionado por el 14C, o Carbono 14, un esótopo raro de Carbono que se produce en natural por acción de los rayos cósmicos y antropogénicamente por bombas nucleares. Se desintegra en Nitrogeno (14N) con una vida media de 5.730 años. Como el Carbono 14 es tan poco común (menos de uno de mil átomos de Carbono) y su vida media es tan corta, la datación con radio carbono queda limitada a los últimos cien mil años, aproximadamente.
Las trazas de vida primitiva han sido borradas por la geología, el fluir de las aguas, los UV y por la propia evolución de la vida, los cambios…del Oxígeno, de la atmósfera, etc.
En los materiales más antiguos simplemente no queda suficiente 14C que pueda medirse con precisión. Por consiguiente, el 14C proporciona una herramienta de datación valiosa para egiptólogos o para paleontólogos interesados en Mamuts lanudos, pero no sirve para desentrañar la historia profunda de la Tierra que sus secretos muy bien guardados en lo más profundo de los tiempos.


Conforme estudiamos los restos fósiles vamos sabiendo más de tiempos pretéritos. Cada descubrimiento nos retrotrae un poco más en el pasado y nos dice, por ejemplo, que el primer ojo o el primer ser fotosintético se remontan aún más en el tiempo de lo que pensábamos.
Frances Westall, del CNRS francés, y sus colaboradores han analizado unos tapetes microbianos fósiles encontrados en el cinturón Barberton Greenstone sudafricano y llegado a la conclusión de que la fotosíntesis ya existía al menos hace 3300 millones de años.
Estas capas de microbios crecían en una Tierra en la que no había oxígeno libre, una Tierra muy distinta a la que conocemos ahora. Probablemente su hábitat era la línea costera a muy baja profundidad bajo la superficie. Un sitio en el que había agua y la luz del Sol llegaba sin dificultad. Esa tonalidad, probablemente verde-azulada, sería la que cambiaría el planeta gracias a la luz y la evolución.
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¡La Vida! Que estuvo presente en el pasado… ¡De tántas maneras!
Los microorganismos fósiles más antiguos fueron encontrados en los sedimentos de Barberton, en África del Sur, y de Pilbara, en Australia. Estos sedimentos, de una antigüedad de entre 3.200 y 3.500 millones de años, son ligeramente más jóvenes que las rocas de Groenlandia. Los sedimentos se han conservado bien y muestran la existencia de abundante vida en las aguas litorales de poca profundidad, y quizá incluso cerca de la superficie del agua (algunos biofilms tienen una estructura laminada que parece indicar una vida bacteriana que ya utilizaba energía ). Los microfósiles identificados comprenden estructuras filamentosas con una longitud de entre diez y algunos cientos de micras, bastoncillos de algunas micras de largo y estructuras esféricas y ovoides de aproximadamente 1 micra de diámetro.
Los trabajos realizados en Orleans, en el Centro de biofísica molecular del CNRS, por Frances Westall podrían aportar una explicación intermedia. Se han observado al electrónico morfologías de microfósiles tales como biofilms, polímeros, cascarones, filamentos, bastoncillos, en las muestras de sílice tomadas en Pilbara en zonas limítrofes con las venas hidrotermales de Schopf, pero nunca en el interior mismo de las venas. Estas morfologías contienen carbono identificado por microanálisis con el microscopio electrónico. Parece, en efecto, que las bacterias ancestrales vivían, y posteriormente fueron fosilizadas, en rocas sedimentarias cercanas a venas hidrotermales. Las venas hidrotermales pueden muy bien haber arrastrado la materia orgánica de las bacterias muertas y/o fosilizadas (por lo tanto, enriquecidas en carbono 12), materia orgánica que habría sido depositada nuevamente más arriba en las venas hidrotermales, para formar las famosas estructuras carbonadas complejas descritas por Schopf. Las estructuras de Schopf, pues, sólo serían restos de materia orgánica bacteriana y no bacterias fosilizadas. Esta explicación, por lo tanto, es intermedia entre el todo bacteriano de Schopf y el todo químico de Brasier. No obstante, afirma la presencia de vida bacteriana hace unos 3.500 millones de años.

Izquierda: Sedimento de Isua, Groenlandia, de una antigüedad de 3.800 millones de años.
Derecha: Bacterias fósiles de una antigüedad de aproximadamente 3.500 millones de años
Las rocas más antiguas susceptibles de presentar trazas de vida son sedimentos de una antigüedad aproximada de 3.750 millones de años descubiertos en el sudoeste de Groenlandia.
Estos sedimentos demuestran la presencia permanente de agua líquida, de gas carbónico en la atmósfera y contienen kerógenos, moléculas orgánicas complejas. La relación isotópica del carbono está comprendida entre 90,2 y 92,4 en lo referente a la materia orgánica de los sedimentos de Groenlandia. Estos valores sugieren, pero no demuestran de manera cierta, la existencia de actividad fotosintética, y por lo tanto de vida primitiva, hace 3.800 millones de años. En efecto, materia orgánica muy antigua (a veces reducida a cristales de grafito) ha sufrido importantes modificaciones en el curso de la diagénesis.

Muchos son los lugares en los que podemos encontrar moléculas orgánicas complejas. Estas que vemos arriba han sido halladas en Nubes moleculares gigantes en el Espacio lejano y poseen complejos químicos esenciales para la vida.
El producto final de degradación, los kerógenos, se compone de macromoléculas complejas estables resistentes, que pueden incluso ser transformadas en grafito puro durante el metamorfismo. Todos estos tratamientos pudieron muy bien generar los enriquecimientos en 12C observados. También hay que desconfiar mucho de la contaminación eventual de estas rocas por microorganismos más recientes, contaminación que, evidentemente, falseará los análisis. A causa de las múltiples transformaciones sufridas por estas rocas, hay muy pocas probabilidades de encontrar en ellas vestigios de microfósiles. En efecto, en los sedimentos de Groenlandia no se ha descubierto ninguna estructura parecida a bacterias fósiles.
También aquí hay que rendirse a la evidencia: la esperanza de encontrar pequeños autómatas químicos fosilizados hace 4.000 millones de años, o incluso moléculas orgánicas constitutivas de tales autómatas, es prácticamente nula. De hecho, tres factores han contribuido a borrar sus indicios sobre la Tierra: la historia geológica accidentada de la Tierra (y en particular la tectónica de placas), la erosión debida a la presencia permanente de agua líquida y la propia vida, que produce enormes cantidades de oxígeno, un veneno para las moléculas orgánicas reducidas. Por lo tanto, podemos temer que las primeras páginas del libro de la historia de la vida queden para siempre en blanco.
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Mapa de Australia con la región de Pilbara coloreada en rojo.


El grupo Warrawoona
En el Cinturón de Pilgangoora el Grupo Coonterunah de 3.517 millones de años y las granulitas de Carlindi (3.484-3.468 millones de años son la razón fundamental del Grupo Warrawoona bajo un desajuste de erosión, aportando así pruebas de la antigua corteza continental . La Cúpula del Polo Norte (NPD) se encuentra a 10 kilómetros del Grupo Warrawoona.

Estromatolitos actuales en la Bahía Shark, Australia.
Son celulas que se agrupan en colonias formando rocas sedimentarias. Estas rocas se encuentran en mares calidos y son el resultado de la union de seres uni- celulares, cianobacterias. Las rocas se forman muy lentamente, capa sobre capa y una capa se muere se deposita el carbonato de calcio de sus paredes sobre la capa anterior.
En el Grupo Warrawoona (3.400-3.500 millones de años) se encontraron estructuras sedimentarias que se identificaron como producidas por la actividad de organismos por William Schopf. Debido a identificación, se consideraron esos restos como la huella de vida más antigua de la que se tiene constancia. Son poco comunes (sólo se han encontrado, además de en Warrawoona, en el Supergrupo Pongola , de 2.700-2.500 millones de años, y en el Grupo de Bulawayan de Rhodesia, de 2.800 millones de años), por lo que no se puede estar seguro de que los organismos que los formaran fueran fotosintéticos y tampoco se pueden sacar conclusiones claras acerca de los ambientes en que se formaron. Ciertas bacterias no fotosintéticas forman estructuras similares a estromatolitos en fuentes termales de Yellowstone, por lo que existe la posibilidad de que bacterias similares formaran las estructuras estromatolíticas arcaicas.
Estos restos de Warrawoona incluyen microfósiles filamentosos y cocoides muy parecidos a cianobacterias, lo que ha inducido a pensar en la existencia de organismos fotosintéticos aeróbicos. Actualmente, estos restos están cuestionados tanto por su origen biológico por su edad.


Puede parecer sorprendente que las bacterias puedan dejar fósiles. Sin embargo, un grupo particular de bacterias, las cianobacterias o “algas azul-verdosas”, han dejado un fósil que se extiende en el Precámbrico – las cianobacterias más viejas, como fósiles conocidos tienen casi 3.500 millones años, son los fósiles más antiguos actualmente conocidos. El grupo muestra lo que probablemente es el conservacionismo más extremo de morfología de cualquier organismo. Aparte de las cianobacterias, las bacterias fósiles identificables no son muy frecuentes. Sin embargo, bajo ciertas condiciones del medio químico, pueden reemplazarse células bacterianas con minerales, muchas veces pirita o siderita (carbonato férrico), formando réplicas de las células que una vez estuvieron vivas.

decíamos, en la datación de objetos más antiguos situados en las profundidades de la historia de la Tierra, el 14C no sirve, y, nos tenemos que valer de otros materiales cuya vida media sea más larga. ello, necesitamos un reloj mucho más imponente: un radioisótopo cuya vida media se mida en muchos millones de años o incluso, en miles de millones de años. El Potasio 40 (40k) se identificó inicialmente como un candidato prometedor para la geocronología. Este isótopo inestable se desintegra formando o bien Calcio 40 (40 Ca), que desafortunadamente no distinguierse de los iones de Calcio ya presentes en el mineral, o bien Argón (40 Ar), que só piede distinguierse. La Vida Media del 40K es de 1250 millones de años. Además, el Potasio es abundante y está ampliamente distribuido en los minerales que forman las rocas.

Mineral de Circón
Sin embargo, lo que realmente necesitamos para datar las rocas muy antiguas es un sistema que funcione como las “cajas negras” de los avianes: un isótopo que no se pierta fácilmente en un mineral que no se altere fácilmente. Los circones, unos minerales que contienen uranio y se encuientran en los granitos y otras rocas igneas, son las cajas negras de la geología precámbrica. De hecho, el uranio enlazado a los cristales de circón en el de su formación nos proporcionan dos cronómetros fiables: el 238U se desintegra en Plomo 206 (206Pb) con una vida media de unos cuatro mil quinientos millones de años (la edad de la Tierra), mientras el osotopo 235U, abundante ( un 7 por mil), se desintegra en 207Pb con una vida media de algo más de setecientos millones de años. peculliaridad nos permite verificar por dos métodos las edades medidas en las rocas más antiguas de la Tierra y, podemos daber la edad de los fósiles hallados en ellas.
En la actualidad, nuestro conocimiento de la vida en ambientes arcaícos es a un tiempo drustrante y emocionante: frustrante porque tenemos muy pocas certezas, emocionante porque sabemos algo, por poco que esto sea. Además, es estimulante, pues el compañero de la ignorancia es la oportunidad. Así que nos quedan preguntas importantes que realizar sobre las rocas de Warrawoona y las de otros lugares que nos muestran fósiles que, no siempre sabemos descifrar. Si las rocas más antiguas que hemos podido identificar nos indican la presencia de organimos complejos, ¿queé clase de células vivían en tiempos aún más lejanos? Y, en última instancia, ¿cómo pudieron surgir? ¿Cuál es el origen de la vida?
¿Quién puede contestar esa pregunta?
La vida fue el resultado de los mismos procesos químicos y físicos que formaron los océanos y la corteza continental de nuestro planeta. Nosotros (creo), junto con la inmensa diversidad de clases de vida que en la Tierra han sido, estábamos presentes en las que el Universo tenía impresas en la evolución de Gaia. Sin embargo, la vida es muy distinta a todo lo demás porque puede experimentar evolución darwiniana. La selección natural ha desempeñado un papel fundamental en la evolución de plantas y animales durante los primeros tiempos de la historia de nuestro planeta, pero también dirigió la evolución química que hizo posible la propia vida, y, esa evolución bioquímica de la materia para hacer posible la vida, se gestó, primero en las estrellas, más tarde en laas explosiones supernovas que hicieron posible la transmutación de materiales sencillos en más complejos y, finalmente, en las Nebulosas donde se formaron nuevas estrellas y planetas que, cargados con estos materiales prebióticos, sólo tuvieron que esperar que, en algún plameta como la Tierra, situado en la Zona habitable de su estrella (el Sol) dejara que el Tiempo, con su transcurrir, hiciera el trabajo.

Muchos son los planetas situados en la zona habitable de “sus estrellas”
A grandes rasgos entendemos como pueden haber evolucionado las moléculas biológicas a partir de precursores simples presentes en la Tierra joven. Sin embargo, ssigue siendo un misterio cómo las proteínas, los ácidos nucleicos y las membranas llegaron a interaccionar de froma tan compleja hasta llegar a “fabricar” una “máquina” tan maravillosa como nuestro cerebro de cuyas funciones, simplemente conocemos una muy superficial.
Si pensamos en cómo se pudo conformar el cerebro humano, una estructura de tal complejidad que, posiblemente, nada en el Universo se le pueda igualar, toda vez que, llegar a transiciones de fase que pasan por sucesos que parten la materia inerte y llegan hasta los pensamientos y los sentimientos…, no existe nada que se le pueda igualar.
¿Conoceremos algún día la verdadera Historia? Esperemos que, al menos, en su mayor parte sí.
emilio silvera
















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