Así las cosas, Una señal de un experimento húngaro de física apunta a la posibilidad de que exista una fuerza fundamental de la Naturaleza más allá de las cuatro que conocemos hasta el momento.
May
17
¿Hay una quinta fuerza de la naturaleza?
por Emilio Silvera ~
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El estudio de partículas subatómicas podrían cambiar la física tal y como la conocemos. Los investigadores hablan de una posible “nueva propiedad espacio-tiempo” que se desconoce.
Los científicos están al borde de un emocionante descubrimiento que podría revolucionar nuestra comprensión del universo. Tras conducir experimentos con muones, partículas subatómicas similares a los electrones —generadas cuando los rayos cósmicos pasan la atmósfera— los investigadores han detectado un misterioso movimiento magnético que desafía el Modelo Estándar de la Física de partículas.
Este fenómeno inesperado podría señalar la existencia de una quinta fuerza de la naturaleza hasta ahora desconocida. El experimento físico involucró el uso de muones, partículas cargadas negativamente y magnéticas, que fueron aceleradas en un anillo de 15 metros de diámetro.
La Quinta Fuerza de la Naturaleza es un concepto teórico en física que sugiere la existencia de una nueva fuerza fundamental, además de las cuatro conocidas: la gravedad, el electromagnetismo y las fuerzas nucleares fuerte y débil. La búsqueda de esta quinta fuerza es un área activa de investigación, con diversos experimentos y estudios.


Todos, aunque no tengamos ni idea de física, hemos experimentado los efectos de las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza. La gravedad nos pega al suelo, la interacción nuclear fuerte se rompe a base de bombardeos con neutrones para producir energía en las centrales atómicas, la radiación electromagnética que generan el Sol o las bombillas nos ilumina y la interacción nuclear débil, quizá la más esotérica, produce nuevos elementos y permite, por ejemplo, la datación por carbono 14.
En la naturaleza, existe la interacción de cuatro fuerzas a saber: la fuerza gravitacional, la fuerza nuclear fuerte, la fuerza electromagnética y la interacción débil.
Con estos antecedentes, cuando desde principios de este año comenzó a hablarse del posible descubrimiento de una quinta fuerza, muchos trataron de imaginar un fenómeno parecido que se nos hubiese podido escapar. Sin embargo, aún queda mucho para poder confirmar el hallazgo y los efectos de esa quinta fuerza no serían tan evidentes como los de las cuatro anteriores.

Varios experimentos en todo el mundo podrían confirmar o descartar la existencia de esta quinta fuerza
Si al final tiene éxito y no queda aplastada por nuevos datos que la refuten, la historia de esta revolución comenzará a contarse en Hungría. Allí, en el Instituto para la Investigación Nuclear de la Academia Húngara de ciencias en Debrecen, Attila Krasznahorkay y su equipo observaron un fenómeno extraño en un experimento diseñado para buscar “fotones oscuros”, un tipo de partículas que ayudarían a entender qué es la materia oscura. En su búsqueda, disparaban protones a unas dianas de litio, generando núcleos de berilio 8, un elemento inestable que, por efecto de la fuerza nuclear débil, se desintegraba produciendo electrones y positrones.
Fotón (γ, hν, o ħω) | ||
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El fotón oscuro es un hipotético bosón masivo acoplado al fotón del electromagnetismo predicho por muchas extensiones al Modelo Estándar. Es candidato a la “materia oscura”. Actualmente el experimento NA64 del CERN y DarkLight en el MIT está en búsqueda de esta partícula.
“Científicos húngaros re-investigaron anomalías observadas previamente en la emisión electrón-positrón en la transición del berilio-8. El experimento consistió en un haz de protones imadiados sobre láminas de LiF y LiO. La discrepancia entre la teoría y los resultados experimentales es significativa y puede ser descrita asumiendo la creación y desintegración de un bosón. Publicaron un artículo en la Physical Review Letters exponiendo la posible evidencia de una nueva fuerza fundamental con simetría U(1). El bosón mediador sería un fotón oscuro, una partícula de luz 30 veces más pesada que el electrón. Sin embargo, un trabajo de la Universidad de California en Irvine demuestra que en lugar de un fotón oscuro sería un bosón de Higgs proto-fóbico.”
Átomos en ‘caída libre’ para rastrear los fotones oscuros
Buscando entre las partículas producidas en esos choques, encontraron una anomalía que solo eran capaces de explicar si existiese una partícula aún desconocida. Se trataría de un bosón ligero, solo 34 veces más pesado que un electrón, algo que permitiría su detección sin una máquina descomunal como el LHC, necesaria para generar bosones pesados como el higgs. Eso haría asequible para muchos grupos del mundo el estudio de ese rango energético en busca de la nueva partícula, pero también plantea la cuestión de por qué no se ha encontrado antes.

Físicos de la Universidad de California sugieren que el trabajo realizado por un equipo en Hungría el año pasado podría haber revelado la existencia de una quinta fuerza de la naturaleza.
Aquel estudio, como es natural, causó un gran revuelo en la comunidad de la Física, que tiene a varios grupos que se han fijado la meta de reproducir los experimentos realizados por el equipo de la del Instituto de Investigación Nuclear de la Academia Húngara de Ciencias.
El trabajo húngaro ganó relevancia internacional cuando un grupo de físicos teóricos de la Universidad de California en Irvine liderado por Jonathan Feng tomó sus datos y trató de explicar su significado en un reciente artículo publicado en la revista Physical Review Letters. Según ellos, no se trataría de un fotón oscuro, sino de un bosón. El motivo por el que no se habría encontrado hasta ahora, pese a que hay aceleradores capaces de generar partículas de esa masa desde los años cincuenta, es que no interactuaría con protones, y solo se relacionaría con electrones y fotones de una forma débil. Ahora que otros grupos saben dónde buscar, podrán dedicar sus experimentos a la búsqueda de nuevos datos que confirmen o descarten la existencia del bosón X.

La nueva partícula podría servir para elaborar una teoría unificada que explicase todas las fuerzas conocidas
“Con los experimentos que hay en marcha y los que están a punto de arrancar, se podrá comprobar en uno o dos años si esa partícula existe”, señala Eduard Massó, catedrático de Física Teórica en la Universidad Autónoma de Barcelona. No obstante, Massó recuerda que la experiencia muestra que a veces hay señales de física exótica que al final son efectos de los propios experimentos que no se han interpretado bien. Sobre la posibilidad real de que la señal observada por el equipo húngaro se confirme como el indicio de esa nueva fuerza de la naturaleza, otro físico responde con humor: “Hay rumores sobre la existencia de un templo oculto en las profundidades del Himalaya, dedicado únicamente a servir de mausoleo a las quintas fuerzas difuntas”.
El escepticismo sobre los resultados del grupo húngaro se alimenta además por dos anuncios previos que acabaron en nada. Según contaba a la revista Quanta el investigador de la Universidad del Estado de Míchigan (EE. UU.) Oscar Naviliat Cuncic, en 2008 afirmaron haber descubierto un bosón de 12 mega-electronvoltios y en 2012 otro de 13,5. Ambos hallazgos desaparecieron cuando se obtuvieron nuevos datos con mejores detectores.
El año pasado, un equipo de físicos nucleares en Hungría observaron una anomalía en las desintegraciones de átomos excitados de berilio-8 -en las que se produjeron inesperados pares de partículas con un ángulo particular de separación. El bache en los datos de los físicos era inconfundible, con probabilidades de menos de uno de cada 100 mil millones que surgieran por casualidad. Informaron de la anomalía en Physical Review Letters en enero, en ese entonces, los investigadores argumentaron que podría significar la existencia de una nueva partícula fundamental. Pero al principio, pocos se dieron cuenta del descubrimiento.
Lo que pasaría si se encuentra esa quinta fuerza no lo sabemos. Sin embargo, sí podemos decir que sabemos que la incidencia en la presencia de la Vida en el Universo no se vería incomodada, ya que, el hecho de que no la hayamos descubierto (pero si en realidad est´ña ahí), no nos ha causado ninguna molestia, lo que nos lleva a pensar que, en todo caso, no es incompatible con la Vida.
No existe confirmación experimental de la existencia del “Bosón X” en el sentido de una partícula transmisora de una quinta fuerza de la Naturaleza.. Sin embargo, el término “Bosón X” se utiliza en física de partículas para referirse a un concepto más general, que describe posibles nuevas partículas elementales hipotéticas que podrían existir más allá de las cuatro fuerzas fundamentales conocidas, es decir, una Quinta fuerza que también tendría su Bosón transmisor, el Bosón X
A la espera de que la comunidad científica averigüe si el bosón X es o no una realidad, Massó adelanta qué significaría esa quinta fuerza que, en principio, no tendría una influencia tan evidente en nuestra vida como las cuatro que conocemos hasta ahora. “En el nivel más entusiasta, encontrar esta partícula que se acopla de una forma tan precisa y tan especial a las otras partículas, supondría una revolución. Sería la punta del iceberg de una nueva física, porque existe la posibilidad de que la materia oscura tenga interacciones más allá de las gravitacionales, que no nos dan mucha información sobre esas partículas”, indica. “Muchos experimentos para buscar la materia oscura no han dado los resultados esperados y es posible que sea algo muy diferente de lo que se había supuesto. Es posible que sean partículas de lo que a veces se llama un mundo de sombra que contactaría con el nuestro a través de unas interacciones mediadas por esa quinta fuerza, que sería como un puente entre nuestro mundo y el de la materia oscura”, plantea.
Sorprendentemente, mientras que se necesitaba un mayor super-colisionador del mundo para producir el bosón de Higgs pesado, el hipotético bosón de Hungría es tan ligero, con un peso de sólo 34 veces el peso del electrón, que podría haber aparecido en los experimentos hace décadas. Si realmente existe, ¿Cómo ha pasado desapercibido durante tanto tiempo? La mayoría de los expertos se mantienen escépticos hasta que se presenten nuevas prueba en la física de partículas. Incluso para Feng, “es una presión enorme decir que una quinta fuerza ha sido descubierta, y reconoce que, obviamente, es necesario comprobarlo.
Dicen que la partícula hallada sólo actúa sobre electrones y neutrones
En un segundo escenario, es posible que “esta quinta fuerza no tenga consecuencias para nuestra vida”, apunta Massó. Sin embargo, podría servir para acercarse a una teoría que unifique las cuatro grandes fuerzas, algo a lo que Einstein dedicó los últimos años de su vida. Aunque en los años sesenta se vio que a altas energías las fuerzas electromagnética y nuclear débil se podrían explicar como una sola, los esfuerzos para hacer lo mismo con el resto no han tenido éxito. Quizá este nuevo bosón podría servir para lograr lo que no consiguió el descubridor de la Relatividad.
Noticia de prensa.
May
16
¿El fin del Mundo?
por Emilio Silvera ~
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Cada año, un panel de científicos y especialistas nos dice cuánto queda para el fin del mundo. Lo hace de manera simbólica, con un reloj a punto de llegar al abismo, la medianoche: el indicador son los minutos que faltan para ese momento. Y hoy estamos muy cerca, a tan solo dos minutos y medio para el apocalipsis, según este grupo que incluye 15 premios Nobel. Los responsables del grupo lo han adelantado 30 segundos hacia las 0.00 horas. Nunca habíamos estado tan cerca de la destrucción de la humanidad desde 1953, cuando EE UU y la URSS pusieron sobre la Tierra sus primeras bombas termonucleares, con una capacidad destructiva desconocida hasta el momento.

Nunca habíamos estado tan cerca de la destrucción de la humanidad desde 1953, cuando EE UU y la URSS pusieron sobre la Tierra sus primeras bombas termonucleares.
En aquel momento, la humanidad estuvo a dos minutos de su fin. La bomba termonuclear de nuestra época no es producto de la Guerra Fría sino de un fenómeno mucho más caliente: la verborrea de Donald Trump y el calentamiento global. “Las palabras importan. No tanto como los hechos, pero importan mucho”, aseguró una portavoz del panel antes de anunciar la nueva situación. Las palabras que preocupan se refieren a las sugerencias de Trump de que Japón debería tener armamento atómico para afrontar la amenaza de Corea del Norte (puedes consultar la resolución en inglés en este PDF).
El mundo llevaba dos años parado a tres minutos de la hora fatídica, la misma hora que en 1984 —la segunda peor crisis de la historia de este reloj—, cuando las dos superpotencias rompían relaciones y se alcanzaba un nuevo pico en el arsenal atómico mientras se avecinaba otra escalada de rearme. Curiosamente, en 1987 era Donald Trump el que promovía el desarme de EE UU y la URSS. Hoy, él es el problema que afronta el planeta. En diciembre, como presidente electo, Trump aseguraba que su país debía fortalecer su capacidad nuclear hasta que el mundo recobre el sentido en torno a estas armas.
Hasta aquí el reportaje.
El recurrente tema del fin del mundo ha salido a la luz de manera intermitente por uno u otro grupo interesado en meternos el miedo en el cuerpo. Con eso pasa lo mismo que con el supuesto “Cambio Climático” , utilizado para lo mismo. Sin embargo, los científicos de verdad, saben de sobre que el cambio climático es la manera que tiene la Tierra de reciclarse, y, de vez en cuando (decenas, cientos, miles o millones de años entre los sucesos), la Tierra cambia debido al movimiento de las placas tectónicas que causan terremotos, Tsunamis, erupciones volcánicas…
Acordémonos:
“El informe científico de Von Foerster y sus colegas, presentado en 1960, señala que el 13 de noviembre de 2026 podría marcar un punto crítico para la humanidad si el ritmo de crecimiento poblacional sigue como en ese entonces. En el documento titulado Doomsday: Friday, 13 November, A.D. 2026, los investigadores no describen un evento apocalíptico como terremotos, epidemias o desastres naturales, sino un posible colapso de los sistemas vitales de la sociedad moderna.
Según Von Foerster, si la población mundial continuara aumentando al ritmo de la época, se llegaría a un punto en el que los recursos naturales y la infraestructura global se verían incapaces de sostener a tantos habitantes. Este “fin del mundo” se manifestaría en forma de escasez de alimentos, agua y otros recursos esenciales, generando una crisis global. No obstante, la tasa de crecimiento poblacional en las últimas décadas ha comenzado a estabilizarse, lo cual reduce el riesgo inmediato de un colapso catastrófico, aunque el debate sobre la sostenibilidad a largo plazo persiste.”
También la NASA confirmó la fecha del fin del mundo que, en su momento, auguró Stephen Hawking.
“Es una de las cuestiones que más interés despierta en los seres humanos. Muchos tienen la necesidad de conocer hasta cuándo viviremos en La Tierra y por qué llegará el fin del mundo, si es que en algún momento esto ocurre. Por ahora, sólo ciertos expertos se han atrevido a dar una respuesta, pues las teorías de sociedades como los mayas siempre acaban fallando.
Stephen Hawking predijo la fecha del fin del mundo
Uno de los que predijo cuándo se produciría el fin del mundo fue Stephen Hawking. El físico advirtió en el documental ‘The Search for a New Earth’ que la humanidad podrá disponer de este planeta hasta el año 2600, pues entonces se convertirá en “una gigantesca bola de fuego”. Entre los motivos que le llevan a inclinarse por esa idea están el calentamiento global, el cambio climático y el efecto invernadero. Stephen Hawking los señala como los principales culpables de la desaparición de La Tierra.”
La NASA cree que el fin del mundo será inevitable si se continúa a este ritmo de consumo energético.
Por si no fuera suficiente, la NASA ha confirmado esta teoría. Es cierto que el organismo aeroespacial no da una fecha concreta para situar el fin del mundo, pero sí asegura que si los seres humanos continúan a este ritmo agotando los recursos energéticos, precipitarán su fin más pronto de lo que muchos esperan. Si no se toman acciones urgentes, la desaparición de nuestro planeta será inevitable.
Por este motivo, la NASA no cesa en sus programas de prevención para cuidar nuestro planeta desde dentro, pero también desde el espacio. En los últimos años, ha creado un nuevo programa que permite identificar amenazas potenciales para La Tierra como puede ser el impacto de un asteroide. Además, estudia de manera continua el cambio climático para mitigarlo y destinar recursos en la observación terrestre.
Lo cierto es que la única evidencia que podemos tener son las 5 grandes extinciones masivas ocurridas en el planeta
En ocasiones las extinciones masivas se confunden con un evento ligado a la extinción, que sería el suceso, más o menos largo, provocador de dichas extinciones. Estos eventos son generalmente desconocidos, pero existen evidencias de colisiones con meteoritos de varios kilómetros, erupciones volcánicas masivas, supernovas cercanas, las acciones de una o más nuevas especies, combinaciones de las anteriores, etc. Del mismo modo, está bajo discusión si en el Holoceno vivimos la sexta gran extinción y si el surgimiento de las células eucariotas y la exterminación de muchas bacterias procariotas por la expulsión de oxígeno pudo ser la primera y la desaparición de la Fauna de Ediacara otra más.
Si llega algún acontecimiento que amenace nuestra existencia en el planeta Tierra, no será por nosotros
Como se puede ver, todos esos grandes acontecimientos, siempre han sido debido a causas naturales, y, nosotros que hemos llegado, como aquel que dice, antier…. ¿Cómo podemos causar nada de todo eso? ¿Qué somos unos irresponsables? Desde luego, nuestra ambición no tiene límites y hacemos daño (a nivel local), al medio ambiente. Sin embargo, que seámos responsables del cambio climático… ¡Una gran estupidez que oculta intereses bastardos para algunos grupos interesados!
Emilio Silvera V.
Abr
29
¡Nuestra curiosidad! Siempre buscando respuestas.
por Emilio Silvera ~
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La NASA cree que hallará vida extraterrestre en menos de diez años.
Yo no estaría tan seguro de que, en los próximos 10 años podamos descorrer ese velo.
“En nuestro horizonte vital, podemos muy bien finalmente responder si estamos solos en el Sistema Solar”. ( Ellen Stofan).
Las lunas con mayor potencial para albergar vida en nuestro sistema solar son Europa (luna de Júpiter) y Encélado (luna de Saturno), debido a la presencia de océanos subterráneos líquidos y posibles fuentes de energía químicas. También se ha sugerido que Titán (luna de Saturno), sin descartar Ganímedes (luna de Júpiter), la más grande del sistema solar.
A medida que las misiones de la NASA exploran el Sistema Solar y buscan nuevos mundos, la agencia espacial estadounidense se acerca a encontrar vida fuera de nuestro planeta. Y está segura de encontrarla antes de una década.
“Las actividades de la NASA han proporcionado una ola de descubrimientos asombrosos relacionados con el agua en los últimos años que nos inspiran a seguir investigando los orígenes y las fascinantes posibilidades de otros mundos, y la vida en el universo”, dijo ayer Ellen Stofan, jefa científica de la agencia. “En nuestro horizonte vital, podemos muy bien finalmente responder si estamos solos en el Sistema Solar y más allá”.
¿Qué habrá más allá del Sistema solar? Las sondas Pioneer fueron las primeras en intentar viajar más allá del Sistema Solar.
Ellen Stofan
“Creo que vamos a tener fuertes indicios de vida más allá de la Tierra dentro de una década, y creo que vamos a tener evidencias definitivas dentro de 20 o 30 años. Sabemos dónde buscar y sabemos cómo buscarlo”,
En alguno de estos pequeños mundos… ¡Habrá formas de vida!
Los elementos químicos en el agua, hidrógeno y oxígeno, son algunos de los elementos más abundantes en el universo. Hay varios mundos que se cree poseen agua líquida debajo de sus superficies, y muchos más los que tienen agua en forma de hielo o vapor. El agua se encuentra en los organismos primitivos como los cometas y los asteroides y planetas enanos como Ceres. Se cree que las atmósferas y los interiores de los cuatro planetas gigantes –Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno– contienen enormes cantidades de esta sustancia, y sus lunas y anillos, hielo.
Sólo podemos especular con lo que nos podemos encontrar ahí fuera. Nuestra imaginación es grande, sin embargo, lo más probable es que, el asombro, será la primera reacción cuando descubramos vida fuera de la Tierra.
John Grunsfeld, uno de los jefes de la misión científica de la NASA, compartió ayer el optimismo de Stofan: “Creo que estamos solo a una generación [de encontrar vida], ya sea en una luna helada o en Marte”. “La Vía Láctea es un lugar empapado”, aseveró Paul Hertz, director de la división de astrofísica de la NASA.
Tal vez los mundos de agua más sorprendentes son las cinco lunas heladas de Júpiter y Saturno que muestran una fuerte evidencia de océanos bajo sus superficies: Ganímedes, Europa y Calisto en Júpiter, y Encélado y Titán en Saturno.
Fuente: Noticias NASA.
Exoplaneta orbitando la estrella Gliese 667 C que pertenece a un sistema triple. Crédito: ESO
No me cabe la menor duda de que, finalmente, encontraremos formas de vida fuera de la Tierra (sin desechar la posiblidad de que sean esas formas de vida las que nos encuentren a nosotros). Si aún no la hemos encontrado es debido a que nuestra tecnología no lo ha permitido, y, también, a las grandes distancias que nos separan de los cuerpos celestes que, como la Tierra, tienen alguna posibilidad de dar cobijo a formas de vida.
La búsqueda de inteligencia extraterrestre
No será nada fácil que encontremos formas de vida inteligentes que, evolucionadas, tengan una historia de Civilizaciones en su pasado como la nuestra. Sin embargo, el Universo es el mismo en todas partes, y, las leyes que lo rigen siempre repiten los mismos parámetros en la diversidad de mundos que, a miles de millones se reparten por la infinidad de galaxias.
Son las fuerzas que rigen todo el universo
Los elementos que han permitido la diversidad de las formas de vida que conocemos, fueron creados en las estrellas, todos sabemos el “infinito” número de estrellas presentes en las galaxias, y, en todas ellas, la fusión nuclear primero, y las explosiones Supernovas más tarde, habrán posibilitado que planetas, parecidos a la Tierra y situados en la zona habitable de su estrella madre, crearan las condiciones necesarias para que, formas de vida bacteriana primero, y más evolucionada después, apareciera en la superficie y en los océanos de esos planetas que, en una rica diversidad, poblaran el inmenso Universo.
A esas cuatro fuerzas fundamentales que rigen todo el universo, hay que añadirle el complemento que les proporcionan las Constantes universales, y, además, conforme determinen las característica de los mundos (Gravedad, atmósfera, masa y elementos que contenga, océanos, distancia a su estrella….), estará o no la Vida presente.
De todas las maneras hay que pensar (aplicando la lógica), que la vida prolifera por todo el universo.
Emilio Silvera Vázquez
Abr
12
¡Qué no discurrirá la Mente Humana!
por Emilio Silvera ~
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Hace algún tiempo ya que reproduje aquí esta noticia que ahora recordamos.
Ciencia de los Materiales
Más Oscuro Que el Color Negro
Un equipo de ingenieros de la NASA desarrolla actualmente un material más oscuro que el color negro y que ayudará a que los científicos logren realizar mediciones científicas difíciles de llevar a cabo, o consigan observar objetos astronómicos que hoy es difícil o imposible discernir, como por ejemplo planetas semejantes a la Tierra en órbita alrededor de otras estrellas.
El material ultra-oscuro, basado en la nanotecnología, está siendo desarrollado por un equipo de diez expertos del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, en Greenbelt, Maryland.
Se trata de un delgado recubrimiento de nanotubos de carbono de pared múltiple, diminutos tubos huecos de carbono puro, aproximadamente 10.000 veces más delgados que un cabello humano. Los nanotubos tienen una multitud de usos potenciales, particularmente en la electrónica y en el campo de los materiales avanzados, gracias a sus propiedades eléctricas únicas y a su extraordinaria robustez. Pero en esta nueva aplicación, la NASA está interesada en usar la nanotecnología para ayudar a suprimir la luz errante que interfiere en las mediciones hechas con instrumental óptico.
No dejamos de avanzar en todos los campos.
Emilio Silvera Vázquez
Mar
14
¿Planetas como la Tierra? ¡Miles de millones!
por Emilio Silvera ~
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Ciencia-ABC
La NASA descubre diez nuevos planetas que podrían albergar vida
La NASA descubre 219 posibles planetas y diez serían habitables. Diez de los nuevos posibles planetas descubiertos por la NASA tienen el tamaño de la Tierra y orbitan a una distancia de una estrella que permitiría la existencia de agua si se tratara de un cuerpo rocoso.
El telescopio espacial Kepler ha detectado 219 candidatos a exoplanetas, diez de ellos de tamaño similar a la Tierra y en la zona de habitabilidad de sus estrellas.
Estos diez exoplanetas están a una distancia de sus estrellas que les permite tener agua en superficie, siempre y cuando su atmósfera sea adecuada – NASA/JPL-Caltech.
La NASA ha ampliado este lunes su catálogo de exoplanetas, planetas situados en estrellas más allá del Sol, con la publicación de 219 nuevos cuerpos. Tal como anunció la agencia espacial estadounidense, en una rueda de prensa celebrada en el Centro Ames de Investigación, en California (EE.UU.), diez de estos 219 exoplanetas podrían tener una temperatura compatible con la presencia de agua en superficie y, por tanto, algunas de las condiciones necesarias para albergar vida.
Con esta ampliación, la NASA elevó hasta 4.034 el número de posibles exoplanetas descubiertos por el telescopio espacial Kepler, 50 de los cuales parecen tener un tamaño similar a la Tierra y podrían tener agua en superficie. Sin embargo, todos estos son solo candidatos a exoplanetas hasta que nuevas observaciones confirmen su presencia. Hasta el momento, solo se ha verificado la existencia de 2.335 exoplanetas, y solo 30 de estos podrían albergar agua.
Dos poblaciones de planetas
El catálogo se ha elaborado gracias a cuatro años de observaciones llevadas a cabo por el telescopio espacial Kepler en una pequeña franja del cielo de la constelación del Cisne. Estas últimas observaciones son muy relevantes para comprender cómo es el «vecindario» de los planetas de la Vía Láctea. Gracias a ellas, se sospecha que la mitad de los exoplanetas pequeños son rocosos y normalmente tienen un tamaño un 75 por ciento mayor que el de la Tierra. La otra mitad está formada por planetas gaseosos, que capturan importantes cantidades de helio e hidrógeno del espacio y que resultan ser un poco más pequeños que Neptuno.

«Comprender la frecuencia de los planetas en la galaxia ayudará a diseñar las futuras misiones de la NASA para buscar directamente otra Tierra», dijo Mario Pérez, científico de la División Astrofísica del Directorado de Misiones Científicas.
De hecho, tal como dijo Susan Thompson, investigadora del telescopio Kepler y científica del Instituto de Búsqueda de Vida Inteligente (SETI), «este cuidadoso catálogo es el primer paso para contestar directamente a una de las preguntas más importantes de la astronomía: ¿cuántos planetas como la Tierra hay en la galaxia?».
Zoología de planetas
Para lograr responder a esta pregunta, los científicos usaron el telescopio del Observatorio Keck (en Hawái, EE.UU.) para medir el tamaño de 1.300 estrellas situadas en el campo de visión de Kepler. Después estimaron el radio de 2.000 exoplanetas con una precisión exquisita.
«Nos gusta pensar que estamos clasificando planetas de la misma forma en que los biólogos identifican nuevas especies de animales», dijo Benjamin Fulton, primer autor del estudio que ha analizado la composición de la población de los exoplanetas. «En este sentido, descubrir dos grupos distintos de exoplanetas es como descubrir que los mamíferos y los lagartos pertenecen a dos ramas distintas de un árbol familiar».
Esta es la octava actualización del catálogo de Kepler, y ha sido elaborado gracias a un nuevo procesamiento de los datos recogidos durante cuatro años de trabajo.
Cuando un planeta tapa a su estrella
El telescopio espacial Kepler es capaz de detectar nuevos planetas por medio de tránsitos, que son un fenómeno que ocurre cuando el brillo de las estrellas desciende sutilmente (cerca de un uno por ciento) cuando un planeta pasa delante de ellas. Cuando esto pasa periódicamente, y siempre teniendo en cuenta el tipo de estrella que se observa y el tamaño que tiene, los astrónomos pueden estimar la duración de las órbitas de los planetas, y por tanto su composición y tamaño. Sin embargo, en muchos casos es necesario esperar años hasta poder confirmar que las estimaciones hechas realmente se cumplen.
Actualmente, el telescopio espacial Kepler está observando otra región del cielo, en la que busca exoplanetas, explora cúmulos estelares o recopila información de Trappist-1, el interesante sistema solar con siete planetas de tamaño parecido a la Tierra.


Entender la composición de la población de exoplanetas en las estrellas vecinas es el primer paso para cartografiar la Vía Láctea. Pero si se quiere averiguar más sobre si es posible encontrar vida más allá de la Tierra, resulta fundamental analizar las atmósferas de los exoplanetas, puesto que estas son cruciales para decidir si esta podrá existir allí o no.
La atmósfera es la causante de que haya vida en la Tierra pero no en Marte (un frío desierto) ni en Venus (un auténtico infierno), aunque los tres planetas estén en la zona de habitabilidad del Sol, en la que teóricamente sería posible encontrar agua líquida en superficie.
Por delante queda una tarea ingente. Solo un pequeño porcentaje de los planetas existentes pueden ser detectados a través de tránsitos, que ocurren cuando la órbita sitúa a los planetas entre la Tierra y sus estrellas, pero otros muchos no tapan a sus estrellas y no pueden ser detectados. En este sentido, aunque es difícil hacer estimaciones, se considera que solo en la Vía Láctea debe de haber decenas de miles de millones de planetas de tamaño similar a la Tierra.
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A esta noticia se le debería añadir (para mejor comprensión de de lo que tratan de explicar), que solo en la Vía Láctea existen unos 30.000 millones de estrellas como el Sol, de la clase G2V amarillas.
De esa inmensa cantidad de estrellas, un gran porcentaje tienen sus propios planetas que la orbitan, y, no pocos, han venido a caer en la zona habitable, con lo cual, tendrán agua líquida, temperaturas soportables para formas de vida, atmósfera…
Podríamos seguir enumerando razones por las que la vida debe estar presente en una infinidad de mundos y, si acudimos a la paradoja de Fermi, cuando preguntó en relación con la Vida extraterrestre ¿Dónde es6tá todo el mundo?, la respuesta es sencilla, todo el mundo está a muchos años luz de nosotros como nosotros lo estamos de ellos, y, nuestra especie surgió en el Universo hace solo unos pocos cientos de miles de años después de evolución de otros seres primarios, y, hemos tardado mucho tiempo en saber donde estábamos, de la misma manera, hay que comprender que las estrellas han necesitado 10.ooo millones de años para “fabricar” los elementos de los que restamos hechos todas las especies vivas de la Tierra, y, también habrá pasado igual con las especies que reinen en otros mundos.
Como he comentado muchas veces, el Universo es igual en todas partes y, en todas sus regiones, por lejos que estén, suceden las mismas cosas en las mismas circunstancias. El que no tengamos confirmación de la existencia e vida en esos mundos lejanos se debe a las distancias que nos separan, y, desde luego, “ellos” tendrán las mismas dificultades que nosotros para poder4 contactar, cosa que no será nada fácil por el lenguaje y los guarismos matemáticos diferentes a los nuestros que tengan adoptados.
Claro que, si la Naturaleza ha decidido que estemos tan alejados los unos de los otros, siendo la Naturaleza sabia… ¡Por algo será!
Y como decía aquel gran cosmólogo: La ausencia de pruebas, no es prueba de ausencia.
Emilio Silvera