Jun
6
Nosotros y nuestra ignorancia
por Emilio Silvera ~
Clasificado en La Mente - Filosofía ~
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El Sol se convertirá en Gigante Roja, crecerá y arrasará la Tierra
“Dentro de miles de millones de años a partir de ahora, habrá un último día perfecto en la Tierra… Las capas de hielo Ártica y Antártica se fundirán, inundando las costas del mundo. Las altas temperaturas oceánicas liberarán más vapor de agua al aire, incrementando la nubosidad y escondiendo a la Tierra de la luz solar retrasando el final. Pero la evolución solar es inexorable. Finalmente los océanos hervirán, la atmósfera se evaporará en el espacio y nuestro planeta será destruido por una catástrofe de proporciones que ni podemos imaginar.”
Cal Sagan
Las temperaturas subirán y los océanos se evaporarán, la vida tal como la conocemos no estará
Lo que entonces pueda quedar…¿Qué importa ahora? ?Será un nuevo comienzo?
Así se expresaba Carl Sagan al pensar en el futuro de nuestra Tierra cuando el Sol, agotado su combustible nuclear, llegara a su final.
Espero que antes de que eso llegue (si aún estamos aquí), hayamos aprendido lo suficiente para haber podido alcanzar tecnologías muy avanzadas que nos permitan construir grandes naves para escapar al Espacio y buscar otros planetas habitables que nos den la oportunidad de comenzar de nuevo, y, si somos racionales, habiendo aprendido de nuestros errores (la Historia está para eso), haber llegado a comprender que la vida es preciosa y no merece la pena desperdiciarla en aras de una desmedida ambición, denigrando a los demás.
Después de mucho tiempo como Gigante roja, estando ya la Tierra arrasada y sin vida, el Sol (la Gigante roja), se derrumbará sobre sí mismo, sometido por la Gravedad de su propio peso. Esa condensación de toda esa ingente masa hará que los electrones (sometidos al Principio de exclusión de Pauli -son Fermiones-), se degeneren y comiencen a moverse a velocidades relativistas, lo que hará de freno a la Gravedad, y, lo que quedará será una estrella enana blanca que ionizará a la Nebulosa planetaria que antes se habrá formado con las capas exteriores de la Gigante roja eyectadas al Espacio Interestelar.
Es bueno para el ser humano que sepa el por qué de las cosas, que se interese por lo que ocurre a su alrededor, por su planeta que le acoge, por el lugar que ocupamos en el universo, por cómo empezó todo, cómo terminará y qué será del futuro de nuestra civilización y de la Humanidad en este universo que, como todo, algún día lejano del futuro el tiempo inexorable, llevará al final de sus días.
Realmente no sabemos como será, y, si es debido a la “muerte térmica”, la llegada al Cero Absoluto -273,15 ºC… ¡Ni los átomos se moverán! Las estrellas estarán muertas, en el Universo no habrá energía, la Entropía se adueñará de todo, será el final.
El fin del universo es irreversible, de ello hemos dejado amplio testimonio a lo largo de muchos trabajos, su final estará determinado por la Densidad Crítica, la cantidad de materia que contenga nuestro universo que será la que lo clasifique como universo plano, universo abierto, o universo cerrado. En cada uno de estos modelos de universos, el final será distinto…, claro que para nosotros, la Humanidad, será indiferente el modelo que pueda resultar; en ninguno de ellos podríamos sobrevivir cuando llegara ese momento límite del fin. La congelación y el frío del cero absoluto o la calcinación del fuego final a miles de millones de grados, acabarán con nosotros, si para entonces, estuviéramos aún por aquí (que no es probable).
Para evitar eso se está trabajando desde hace décadas. Se buscan formas de superar dificultades que nos hacen presas fáciles de los elementos. La naturaleza indomable, sus leyes y sus fuerzas, hoy por hoy son barreras insuperables, para poder hacerlo, necesitamos saber.
May
22
El mundo, los pensamientos… y nosotros
por Emilio Silvera ~
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El universo de la conciencia: Cómo la materia se convierte en imaginación
Gerald M. Edelman y Giulio Tononi
Gerald M. Edelman dirige en la actualidad el Instituto de Neurociencias del Instituto de Investigación Scripps, situado en San Diego, California, uno de los centros privados de investigación biomédica más importantes del mundo, al que se incorporó en 1992 tras una larga y distinguida vinculación a la Rockefeller University. En 1972 recibió el Premio Nobel de Medicina, compartido con Rodney Porter, por sus contribuciones a la estructura química de los anticuerpos. Es autor de Neural Darwinism (1987), Topobiology (1988), The Remembered Present (1989) y Bright Air, Brilliant Fire (1992).
Giulio Tononi ha colaborado con G. Edelman en importantes investigaciones sobre la conciencia. Es miembro del grupo teórico y experimental del Instituto de Neurociencias y catedrático del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Wisconsin.
La conciencia: ¿paradoja filosófica u objeto científico?
Al asunto de la conciencia no le ha faltado atención. En el pasado fue dominio exclusivo de filósofos, pero recientemente tanto psicólogos como neurocientíficos han empezado a abordar el llamado problema cuerpo-mente o, en la sugerente expresión de Schopenhauer, «el nudo del mundo». En este capítulo hacemos una revisión sucinta de las concepciones clásicas y modernas sobre la conciencia, y señalamos varias de las posturas tomadas por filósofos, psicólogos y neurocientíficos, al tiempo que rechazamos la más desmedidas, como el dualismo o el reduccionismo extremo. Finalizamos el capítulo sugiriendo que la conciencia puede considerarse un objeto de investigación científica y no es potestad exclusiva de los filósofos.
Ahí vive la conciencia pero no sabemos realmente como surge y qué la motiva
Nuestra estrategia para explicar la base neuronal de la conciencia consiste en centrarse en las propiedades más generales de la experiencia consciente, es decir, aquella que todos los estados conscientes comparte. De estas propiedades, una de las más importantes es la integración o unidad. La integración se refiere a que el sujeto de la experiencia no puede en ningún momento dividir un estado consciente en una serie de componentes independientes. Es una propiedad que está relacionada con nuestra incapacidad para hacer conscientemente dos cosas al mismo tiempo, como, por ejemplo relacionar en un papel todas las familias de partículas que conocemos mientras que, al mismo tiempo, se mantiene una discusión sobre los agujeros negros.
Aplicando la atención hemos llegado a saber que, el electrón tiene una masa en reposo (me) de 9, 109 3897 (54) x 10-31 kg y una carga negativa de 1,602 177 33(49) x 10-19 culombios. Esa realidad, aunque vinieran los sabios físicos de un planeta habitable situado en la estrella Resplandor de una galaxia muy lejana, cuando hicieran los cálculos matemáticos y los experimentos necesarios, las cifras seguirían siendo las mismas, toda vez que, al tratarse de constantes fundamentales, ni la masa ni la carga pueden tener otra realidad distinta sea cual fuere el observador. Esto nos quiere decir que, hay realidades que nunca varían y, eso, nos puede traer alguna esperanza de que, alguna vez, podríamos conocer el Universo, tal como es.
Esta sí es una realidad, sin ella, el mundo no sería tal como lo conocemos.
Sin embargo, no podemos negar nuestras limitaciones tanto de percepción como intelectuales para reconocer “el mundo” tal como es. Es “nuestro mundo” que, cuando sea visitado por “otros”, pudiera ser otro mundo distinto al que nosotros percibimos y, podrían “ver” cosas que nosotros no vemos.
Vivímos en nuestra propia realidad, la que forja nuestras mentes a través de los sentidos y la experiencia. Incluso entre nosotrosm mismos, los seres de la misma especie, no percibimos de la misma manera las mismas cosas. Sí, muchos podemos coincidir en la percepción de algo, sin embargo, otros muchos diferirán de nuestra percepción y tendrán la suya propia. Esa prueba se ha realizado y la diversidad estuvo presente.
No, no será mada fácil despejar las incógnitas presentes en esta inmensa complejidad que llamamos Mente. Creo de manera firme que, finalmente, todo se traduce a Química y Luz. Energías de velocidades alucinantes que recorren el enmarañado entramado de neuronas y que hace posible todas y cada una de las maravillas que “realmente se producen en nosotros y que no siempre sabemos traducir ni comprender.
Es tan grande el poder de nuestra mente que nada hay tan distante que no podamos, virtualmente hablando, traer ante nosotros. Somos capaces ya de escrutar el espacio y vislumbrar los confines del universo en edades muy cercanas a su nacimiento y, merced a los microscopios, nos acercamos al universo atómico para explorar los componentes de la materia. Parece que nada podrá (con el tiempo) escapar a nuestro control, con lo que todo nuevo “mundo” se revelará a nuestro entendimiento.
Nunca estamos satisfechos de los logros alcanzados (menos mal) y siempre surgirán seres especiales (Copérnico, Kepler, Galileo, Hooke, Newton…) que nos guiarán por el camino iluminado de su genio para mostrarnos la auténtica sabiduría mediante un pensamiento evolutivo que siempre dará un paso adelante, superando así el pensamiento nuevo al anterior. Pero, eso sí, esos avances han sido posible gracias a que hombres y mujeres pensaron con la lógica pero…, nunca dejaron de lado la imaginación.
La prueba de ello la podemos encontrar en Newton y Einstein. ¿Quién puede dudar de la grandeza de Newton? La pregunta está contestada de antemano. Sin embargo, los ejemplos de la historia son muy elocuentes: Newton con su física, Leibniz con su metafísica, con sus principios filosóficos como el de la razón suficiente. Y la física ganó a la metafísica; Newton a Leibniz.
Durante mucho tiempo, espacio y tiempo se entendieron como entes absolutos, hasta que llegó Einstein con sus dos teorías de la relatividad, la especial y la general, y aunque los caminos que siguió para conseguirlos no fueron metafísicos, no podemos negar la intervención de un genio de inspiración superior que a veces, nos puede llevar a pensar que, en algún sentido, finalmente Leibniz había sido el más acertado, ya que las teorías einstenianas pueden ser clasificadas dentro de un orden del pensamiento superior.
Así, la evolución continuó su camino imparable y el espacio y el tiempo absolutos de Newton, resultaron ser menos absolutos de lo que se pensaba; eran relativos y, además, eran una misma cosa, que a partir de ahí pasó a llamarse espacio-tiempo unidos y no separados. Así fue deducido por Minkouski al leer la teoría de Einstein.
May
11
La física de partículas y las interacciones fundamentales
por Emilio Silvera ~
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El hombre se ha preguntado durante largo tiempo, “¿de qué está hecho el mundo?”
Ahora sabemos que, no sólo nuestro mundo, sino todo el inmenso Universo, está hecho de pequeños objetos infinitesimales a las que hemos denominado partículas subatómicas y que forman varias familias. Unas son más elementales que otras y según, a qué familia pertenezcan, atienden o se rigen por una u otra fuerza elemental.
Ene
15
¡La Sabiduría! l La Experiencia!
por Emilio Silvera ~
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¿Nosotros? ¿Quiénes somos? Bueno, desde hace tiempo, algo más que una célula sí que somos.
Una célula es la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo. De hecho, la célula es el elemento de menor tamaño que puede considerarse vivo. De este modo, puede clasificarse a los organismos vivos según el número de células que posean: si sólo tienen una, se les denomina unicelulares (como pueden ser los protozoos o las bacterias, organismos microscópicos); si poseen más, se les llama pluricelulares En estos últimos el número de células es variable: de unos pocos cientos, como en algunos nematodos, a cientos de billones (1014), como en el caso del ser humano.. Las células suelen poseer un tamaño de 10 μm y una masa de 1 ng, si bien existen células mucho mayores.
¡Hombre! Algo más que simples células eucariotas sí que somos después de algunos de miles de millones de años de evolución desde aquella lejana primera célula replicante. Si pensamos en nuestra aparición, aquí en nuestro mundo, al que irremediablemente venimos desnudos, caemos en la cuenta de que todos, sin excepción, traemos con nosotros una herramienta que, podrá ser, más o menos poderosa en función de muchas circunstancias. Me estoy refiriendo a la Mente que, desde muy pronto comienza a situarnos en el mundo a través de los sentidos y va evolucionando con las experiencias que, del entorno, van siendo acumuladas mediante las conexiones de cientos de miles de neuronas que mediante impulsos eléctricos envían información para que, en fracciones de segundo podamos tomar la decisión más conveniente (aunque no siempre es así).
Dic
17
¿En qué nos convertiremos? ¿Tiene la Naturaleza un destino reservado...
por Emilio Silvera ~
Clasificado en La Mente - Filosofía ~
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Será por imaginar, desde la noche de los tiempos, nuestros ancestros, miraban las estrellas imaginando lo que posrían ser
Sí, todo el universo “infinito” está dentro de nuestras Mentes, allí debemos buscar para llegar a comprender. Arriba, en esa Nebulosa inmensa y maravillosa (como en otras muchas de nuestra Galaxia y otras galaxias) se forjan las nuevas estrellas y los mundos nuevos, y, en ellos, surgen formas de vida que, algunas veces, llegan a conquistar la consciencia de Ser, y, son portadoras de mentes privilegiadas que llegan a intuir cómo es el “mundo”.
Claro que, para poder llegar a entender lo que la Conciencia es, sería preciso que entendiéramos primero como funcionan nuestros cerebros: su arquitectura, su desarrollo y sus múltiples funciones dinámicas que son posible gracias a sus características más importantes, tales como, su organización anatómica y la notable dinámica que genera y, aunque insuficiente, esta pincelada, esta imagen, este conocimiento es necesario para poder llegar a comprender de qué manera llega a surgir la Conciencia.
Nuestro Cerebro Contiene cerca de 100 mil millones de Neuronas y unos 100 trillones (es decir 100 millones de millones) de conexiones entre
ellas, Esto destaca la posibilidad de que Podemos reconfigurar Nuestros Pensamientos Y Emociones Para Ser Co-Creadores de Nuestra Propia Vida Usando el Inmenso Poder de La Mente
¡Cien mil millones de Neuronas! Tantas como estrella tiene la Vía Láctea. Conexiones a cientos de miles que procesan la información. La actividad eléctrica del cerebro es objeto de muchos estudios e investigaciones que, por ejemplo, intentan interpretar las ondas cerebrales para saber de los mecanismos de nuestras mentes que, están clasificados entre los secretos más complejos del Universo.
Nuestro cerebro se encuentra entre los objetos más complicados del universo y es sin duda una de las estructuras más notables que haya producido la evolución. Hace tiempo ya que llegamos a comprender que el cerebro era necesario para la percepción, los sentimientos y los pensamientos. Lo que es menos obvio es que la conciencia se encuentre causalmente asociada a ciertos procesos cerebrales pero no a otros.
En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es especial: su conectividad y su dinámica, su formade funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo que le rodea, no se parece a nada que la ciencia conozca. Su carácter único hace que el ofecer una imagen del cerebro se convierta en una empresa extraordinaria y en un reto difícil de vencer y, aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa (una imagen parcial siempre será mejor que nada), sí podemos dar una cierta información como para poder llegar a generar una teoría satisfactoria de la Conciencia..
El surgir de la Conciencia
Paradiscurrir sobre el surgimiento de la conciencia y concluir si lo clasificamos como un proceso de aparición de una propiedad emergente o si consideramos que podemos explicarlo estudiando las potencialidades de las neuronas aisladamente, es necesario conocer lo mejor posible qué entendemos por “Conciencia” y, qué procesos ha tenido que recorrer para que tenga las propiedades que en ella podemos observar. Es dinámica y en evolución y, que sepamos, sigue los mismos pasos que el Universo que la creó. Habrá que observar más detenidamente la naturaleza de la Conciencia que, con su inmensa complejidad, no nos deja llegar hasta una visión diáfana de lo que en realidad es. El Cosmos, aliado con el TIEMPO, y, el “OJO” del Universo que nos mira, siguen los progresos de esa CONCIENCIA nuestra que no podemos comprender…completamente.
¿Será su “realidad” nuestra realidad? Probablemente no. El que compartamos el mismo planeta no hace que todos tengamos las mismas percepciones, sensaciones, emociones, aspiraciones, alegrías, miedos, tristezas, penas, sentimientos, fuerza, personalidad, voluntad de hacer, fuerza para luchar, y, el caso de las conciencias está, no pocas veces, condicionado por factores que el individuo no pudo elegir. Claro que, muchas veces una simple mirada, nos puede transportar a otro mundo. Pero soñar…, podemos todos, otra cosa será poder realizar los sueños.
Dibujo del cerebro humano, mostrando varias estructuras importantes.
El cerebro humano adulto, con poco más de un kilo de peso, contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas. La capa ondulada más exterio o corteza cerebral, que es la parte del cerebro de evolución más reciente, contiene alrededor de 30 mil millones de neuronas y hasta un billón de conexiones. Si contáramos una sinagsis cada segundo, tardardaríamos 32 millones de años en acabar el recuento. Si consideramos el número posible de circuitos neuronales, tenemos que habérnoslas con cifras hiperastronómicas: 10 seguido de un millón de ceros. (En comparación con el número de partículas del universo conocido que asciende sólo a 10 seguido de 79 ceros.
¿Que decir de la facultad del pensamiento? El pensamiento, el discurso interior y la formación consciente de imágenes nos recuerdan poderosamente que se puede construir una escena consciente incluso en ausencia de impresiones externas. Los sueños constituyen la demostración más palmaria de este hecho. Pese a ciertas peculiaridades, como la credulidad, la resolución y la pérdida de auto reflexión del que sueña, la ensoñación y la conciencia despierta son notablemente parecidas (“soñar despierto”). Los objetos visuales y las escenas “vividas” en el sueño, suelen ser reconocibles, el lenguaje es inteligible e incluso las historias que se desarrollan en los sueños pueden llegar a ser tan coherentes que, no en pocas ocasiones, muchas personas llegaron a tomarlas por reales.
Estar en otros mundos sin ausentarte de este, solo con cerrar los ojos e imaginar
La Conciencia puede ser activa o pasiva y, según qué ocasión, le pedimos o no un esfuerzo extra. La mayor parte de las veces dejamos que las impresiones sensoriales tomen posesión libremente de nuestros estados sensoriales, sin prestar especial atención a esto o aquello, la conciencia es tan receptiva y amplia como natural y libre de esfuerzo cuando, por ejemplo, visitamos una ciudad y paseando disfrutamos de sus vistas. Por otra parte, cuando buscamos específicamente un punto concreto en el flujo constante de entradas sensoriales al que estamos expuestos, la percepción se convierte en una actividad orientada a la acción concreta de esa búsqueda.
Nuestros cerebros, como el universo mismo, está repleto de conexiones sin fin
Una característica clave de los patrones neuronales que se pueden observar al microscopio es su densidad y extensión. El cuerpo de una neurona mide 50 micones (milésimas de milímetro) de diámetro, si bien la longitud del axón puede variar entre unos micrones y más de un metro. Aunque es realmente cierto que hemos podido llegar a conocer mucho de lo que ahí se fragua, mucho más cierto es que, desconocemos la mayor parte de las maravillas que en el cerebro se llegan a producir y, sabiendo el resultado final, no podemos discernir po qué caminos se llegó a allí.
Claro que, el abanico y la variedad de la fenomenología consciente pueden llegar a abarcar tanto como la experiencia personal de cada cual y llegan tan lejos como la imaginación individual de cada persona: Allí está el teatro privado de cada uno. El dominio de la consciencia que, cuando llega a sobresalir de lo corriente, entra en ese campo que llamamos filosofía y que, algunos, al ser referida al SER, llaman metafísica.
Si, la veo girar a la izquierda y también a la derecha
La Bailarina estudia los pasos y, dentro de “su mundo”, tiene unas sensaciones que su conciencia archiva como experiencias personales. Cada cual, a creando su popia consciencia de “su mundo” particular en función de las experiencias que tenga la oportunidad de vivir conforme se produzcan en función de su modo de vida, trabajo y otras circunstancias que la diversidad de una vida nos pueda presentar.
Claro que, la experiencia consciente varía en intensidad; el nivel global de alerta puede variar desde la casi nula vigilancia del sopor hasta el estado hipervigilante de un piloto de guerra en acción, y la percepción sensorial puede ser más o menos vívida. También tenemos esa conocida habilidad llamada atención, que nos permite seleccionar o amplificar diferencialmente ciertas experiencias conscientes en detrimento de otras experiencias coetáneas..
La conciencia y la memoria conforma un inmenso entramado de conexiones que se desarrolla durante nuestras vidas y se expande conforme a los datos que vamos almacenando en ella, así como las experiencias vividas.
Además, la conciencia se halla conectada y vinculada a ciertos aspectos de la memoria. De hecho, a menudo se equipara la memoria inmediata, que dura apenas una fracción de segundo, a la propia conciencia. Claramente, la memoria de trabajo -la habilidad de “tener presente” y manejar los contenidos conscientes, como los números de teléfonos, las frases y las posiciones en el espacio, durante unos segundos-, está estrechamente realcionada con la Conciencia.
Está claro que, en cada uno de nosotros y según en qué situaciones que representan nuestro teatro privado de cada día nos encontremos, podemos estar situados en escenarios cambiantes que, para bien o para mal, lo podríamos denominar “comedia”, “farsa” o “tragedia”, con una dramatis personal
, el “yo” como protagonista. Y, así será hasta que caiga la cortina al final de la obra de la vida. Y, mientras la obra transcurre, cada uno de nosotros vive su “historia” personal
de vivencias intranferibles que, en definitiva, serán las que conformen su mundo particular.
Aunque vivamos aquí, no es cierto que aquí esté “todo” nuestro “mundo” que, en realidad, escapa de este que arriba vemos y llega hasta los confines de nuestra imaginación que, dicho sea de paso, sobrepasa los confines del Universo mismo. La Imaginación es un arma muy poderosa, y, si nada la para, si la Naturaleza permite su transcurrir evolutivo… ¿En qué se podrá transformar? Ella sabe de otros universos y de maravillas sin fin, ahora a nosotros, ¡sólo nos queda encontrarlos!
Tenemos codificado el cerebro atómico, el cerebro vital, el cerebro desconocido, el cerebro espiritual puro, el cerebro que no podemos ver, que no podemos investigar si creemos que el cerebro está en la cabeza y sabemos que de ese lugar de nuestro Ser, surgen todos y cada uno de los pensamientos e ideas, y, también todas las configuraciones de los más extraños escenarios que imaginar podamos. Ahí se fraguan las ideas, los pensamientos y los sentimientos.
Han pasado algunos miles de años desde que los seres humanos vislumbraron que, además de la parte física, también estaba con nosotros, formando un todo, otra más trascendental que era la que generaba los pensamientos y nos permitía viajar más allá y con más rapidez de lo que podía hacerlo la parte material. Es cierto que el proceso ha sido lento y los avances, aunque a veces imperceptibles, han estadoahí siempre en una continuada evolución que, en cada época ha tenido un marcado signo.
Aunque puede que no sepamos que es la Mente, sabemos algunas cosas sobre el cerebro. Está formado por una red, una increíble maraña de “cables” eléctricos que serpentean a través de una gran cantidad de “sustancias” neuroquímicas. Existen quizás cien mil millones de neuronas en el cerebro humano, tantas como estrellas hay en la Vía Láctea, y, cada una de ellas recibe datos eléctricos de alrededor de mil neuronas, además de estar en contacto y en comunicación con unas cien mil neuronas más. Y, como sigue evolucionando al ritmo que el universo le impone… Suponer, hasta qué punto podrá llegar es, impredecible.
Cuando en verdad la Mente Humana esté evolucionada hasta su más alto nivel, ¿no se habrá fundido con el Universo mismo por ser ese su destino final? Lo cierto es que nadie lo saber y, también es posible que como otras muchas especies, la nuestra, un día, se extinga y desaparezca, y, si es así… ¿Para qué tanto dolor y tanto sufrimiento?
Nadie sabe que podremos ser mañana, cuando la evolución alcance ese grado impensable de sabiduría y seámos simples entes de luz que podrá adaptar formas y colores de inimagibale belleza, que estarán conformados por pensamientos y sentimientos en una amalgama de materia elevada al grado máximo de la evolución, es decir: energía pura. sería como volver a los orígenes. De la energía venimos y a ella regresamos pero, para entonces, estará evolucionada y será la parte del Universo que le dará sentido a todo lo material e inmaterial, entonces no habrá preguntas y se conocerán todas las respuestas.
¡Soñar cuesta tan poco!
La Mente es un universo en sí misma, somos parte del Universo… ¿La que piensa? Mucha pretensión es esa
Emilio Silvera Vázquez