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Magnetismo, Gravedad, las fuerzas Nucleares, y… ¿Qué más?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Cuántica    ~    Comentarios Comments (1)

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¿Podrá el magnetismo y la Gravedad estar unidos en un universo de más dimensiones? Cuando Einstein oyó hablar de esta idea se entusiasmó con ella,  pero pronto comprendió que con esa teoría no se podía predecir nada y la abandonó. Cuando recibió la carta de Kaluza en la que le mostraba que en cinco dimensiones se podían unir el magnetismo y la Gravedad, se quedó perplejo y, aunque el abandonó pronto la idea, años más tarde, daría lugar a la teoría de cuerdas.

La característica esencial del diagrama que vemos más abajo es que la materia, junto con las ecuaciones de Yang-Mills y de Einstein, está ahora incluida en el mismo campo de supergravedad de 11 dimensiones. Veámoslo así:

La materia con todas las fuerzas fundamentales de la naturaleza. Los bosones intermediarios o partículas portadoras de las fuerzas como el fotón para el electromagnetismo, los gluones para la fuerza nuclear fuerte, las partículas W y Z para la nuclear débil y, en la partícula portadora de la gravedad, el gravitón, ponemos el signo de interrogación, ya que se sabe que esta ahí en algún sitio pero hasta la fecha no ha sido detectado.

Los expertos en supergravedad redescubrieron esta idea de Kaluza y Klein.Una vez que hemos empezado a considerar muchas dimensiones extra, entramos en una especie de Valhalla de las matemáticas donde podemos enrollar las cosas de muchas maneras diferentes. Las componentes de los campos de fuerza gravitatorias en las direcciones enrolladas actúan como diferentes campos gauge. Obtenemos así, prácticamente por nada, no sólo electromagnetismo sino también otras fuerzas gauge. El número mágico de dimensiones es 11, tres de las cuales forman el espacio ordinario, una el tiempo y las siete restantes están enrolladas. Haciendo ciertos trucos con los números, este sistema resulta tener una simetría mayor que nuestro viejo sistema espacio-temporal de cuatro dimensiones. Los campos y las partículas observadas ahora pueden ser fácilmente acomodados, ya que una simetría mayor significa que los indeseados infinitos se cancelan unos a otros con mayor perfección que antes.

Ciertamente esta idea, esta idea parece ser la contraria a la noción de que el espacio y el tiempo sean nada más que puntos aislados, ya que entonces la noción de “dimensión” deja de tener sentido. Pero los matemáticos no se sienten amenazados por tales contracciones aparentes. De acuerdo con ellos,  hay todo tipo de relaciones entre los espacios enrollados y la matemática de los números enteros, “sueltos” (uno podría indicar los puntos aislados del espaciotiempo con enteros). ¿Podría ser que exitieran diferentes formas de describir nuestro espacio y el tiempo que todas fueran matemáticamente equivalentes? Simplemente no lo sabemos.

Lo que sospecho es que la Supergravedad de dimensión once puede que sólo sea, en el mejor de los casos, la punta de un amravilloso Iceberg que nosotros podemos intuir pero, también es simplemente posible  que sea errónea. Los caminos de la Mente no son bien entendidos y resultan demasiado complejos. He hecho, se han podido lograr conocimientos que la Naturaleza mantenía profundamente escondidos y, sin embargo, ahí están al descubierto y desnudos por medio de nuestros pensamientos que fueron capaces de llegar, hasta las entrañas mismas del Universo.

                                          No siempre podemos ver todo lo que hay

En cuanto a las teorías físicas más avanzadas, no deberíamos olvidar en este  momento que estamos tratando de suposiciones y que los argumentos teóricos que la sustentan son aún, extremadamente débiles. ¿Por qué supersimetría? ¿Por qué Once Dimensiones? ¿Por qué en este mundo todo debería ser maravillosamente simétrico? Y, sobre todo, ¿por qué un continuo, si ya sabemos que el espacio y el tiempo han perdido su significado habitual a distancias ultracortas? Además está la dificultad persistente en esta clase de teorías de que las interacciones entre partículas son siempre tratadas como perturbaciones que afectan a sus trayectorias las cuales, de otra manera, serían perfectamente rectilineas.

Pero entonces habrá nuevas (y diferentes) perturbaciones sobre esas trayectorias perturbadas, y perturbaciones sobre ellas, y así sucesivamente. esta serie de perturbaciones no acaba nunca y este es un problema que se impone en cualquier proceso de formulación exacta.

Es cierto que este problema también afecta al viejo “modelo estándar”, pero al menos allí se podría argüir que, donde realmente importaba, las fuerzas podrían mantenerse pequeñas  y que la serie de perturbaciones convergía rápidamente. Esto no se puede mantener así en nuestra teoría de la (super)  Gravedad, ya que a distancias pequeñas las interacciones se hacen fuertes.

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Los Quarks permacen confinados dentro del núcleo formando protones y neutrones y, cuando tratan de separase, la fuerza nuclear fuerte aumenta, en cambio, cuando los Quarks están juntos, se mueven con facilidad y la fuerza disminuye: Libertad asintótica de los Quarkas.

Es cierto que fue un alivio descubrir aquellas primeras dificultades serias en esta teoría, y resultó que no era posible tener infinitos que se cancelasen en diagramas con más de siete lazos cerrados. La teoría, o mejor dicho, la especulación de que esto fuese una “teoría de todo” se abandonó (como otras veces ocurrió) porque algo más interesante apareció en el horizonte de la Física. ¡Las Supercuerdas!

Aunque hemos hablado mucho de ellas, creo que debemos profundizar algo más en esta prometedora teoría y, aunque de momento es sólo una especulación avanzada…¿quién sabe? lo que nos podrían traer esas ideas avanzadas que han dado lugar a matemáticas profundas de un 2universo topológico” incomprensible para muchos y fascinantes para unos pocos.

Los tiempos cambian, y, con los cambios llegan las nuevas doctrinas o creencias, o, ¿por qué no? nuevas teorías. Desde hace algún tiempo venimos dando vueltas y vueltas, en el campo de la Física, a esas avanzadas teorías que no podemos demostrar, toda vez que, al contrario del Modelo Estándar, no son (por ahora) verificables sus predicciones. Me estoy refiriendo, como habeis podido suponer a la Teoría de supercuerdas, La cuerdad Heterótica, la Supergravedad y Supersimetría, y, finalmente, la última versión que viene a ser un compendio de todas las demás, la Teoría M.

Como nos dice Brian Greene en uno de los capítulos del libro El tejido del cosmos, que él titula: “Especulaciones sobre el espacio y el tiempo en la teoría M”, hoy, tres décadas después de la articulación de la teoría de cuerdas,la mayoría de los que trabajan en ella, creen que aún no tenemos una respuesta general para la pregunta fundamental: ¿qué es la teoría de cuerdas? A pesar de que sabemos bastante de la teoría, sus características más elementales son familiares y, a estas alturas, casi cercanas. Tampoco debemos despreciar los éxitos que ha cosechado y, desde luego, es bien sabido todo lo que nos promete y también ¿cómo no? los desafíos que suponen lograr todas esas promesas que en ella están encerradas.

La relatividad especial tiene la constancia de la Velocidad de la luz, la relatividad general tiene el principio de Equivalencia, la mecánica cuántica tiene, el principio de Incertidumbre y, sin embargo, los teóricos de cuerdas aún siguen buscando algo de lo que carece la teoría de cuerdas que, precisamente es: el tipo de principio nuclear que se encontraron en aquellas otras teorías y le dan razón de ser y la sólida base que toda teo´ria necesita para ser.

 

 

 

Esa nueva teorías quiere explicarlo todo. Nada puede estar fuera de ella: El Universo que es, todo lo que existe, ahí estará

Un universo de Supercuerdas. El sueño de Einstein comienza a tomar realidad, a través de un nuevo paradigma de la ciencia que viene a romper con la toda la visión del mundo y del universo que teníamos hasta ahora, más allá de lo imaginable. Si la Teoría de cuerdas, finalmente resultase ser cierta, ese descubrimiento llevaría al mundo y a la conciencia humana hasta una nueva dimensión de su propia conciencia.

El sueño de Einstein es el sueño de la física teórica moderna: unificar la gravedad con las otras interacciones fundamentales de la naturaleza. Un artículo publicado en Nature estudia cómo se ve afectado el electromagnetismo (una teoría gauge abeliana) debido a la existencia de la gravedad. Las constantes de acoplamiento que caracterizan la “fuerza” de las interacciones fundamentales cambian con la energía. A energías muy altas, o distancias muy cortas, las tres constantes convergen entre sí (de forma aproximada en el modelo estándar y de forma exacta en las teorías supersimétricas). Sin embargo, el comportamiento de la gravedad a distancias ultracortas, en el rango entre 10-32 m y 10-35 m, influye o afecta a las constantes de acoplamiento incluso aunque no se conoce la teoría cuántica correcta de la gravedad, ya que dicha teoría solo es necesaria a distancias menores de 10-35 m. El nuevo análisis indica que el efecto de la gravedad sobre las otras interacciones fundamentales podría ser observado a distancias entre 10-33 m y 10-35 m; en concreto se observaría  un cambio en el fenómeno llamado libertad asintótica de las constantes de acoplamiento.

La Libertad Asintótica nos habla de que las fuerzas entre partículas como los Quarks se hacen más débiles a distancias más cortas (es decir, a altas energías) y se anulan a medida que las distancias entre las  partículas tienden a cero. Este fenómeno se puede observar en la fuerza nuclear fuerte, entre los quarks que si se alejan los unos de los otros aumenta la fuerza y, cuando se juntan, esta disminuye.

Lo primero que debemos entender es la inevitabilidad de la gravitación en la Teoría de Cuerdas. Una vez conjugamos efectos cuánticos con el carácter extenso de la cuerda aparece inevitablemente en el espectro un gravitón, y es esta inevitabilidad de la gravitación la que nos aporta una comprensión nueva de la escala de longitud de la cuerda. En breves palabras, si parametrizamos por g la amplitud cuántica de que una cuerda se divida en dos y por  L la escala de longitud de la misma, nos encontramos conque gL es precisamente la longitud de Planck:

Dicho de otra manera, la constante de Newton  G, que define la intensidad gravitatoria, ¡es simplemente (gL)! Y, este hecho, tiene importantísimas consecuencias. En efecto, si la longitud de Planck está definida de manera intrínseca, podemos asociar, sin salirnos de la propia teoría, con cualquier modo de vibración de la cuerda de masa M su radio gravitacional, o, si se prefiere, su tamaño gravitatorio: R(M) = MG. Una vez hacemos esto aparece de manera inmediata una masa o energía crítica por encima de la cual el modo de vibración de la cuerda adquiere un tamaño gravitacional mayor que su propia longitud.

 

 

Este modo de vibración se ha convertido en ¡un agujero negro! Dicho con otras palabras, cuando profundizamos en el ultravioleta llega un momento en el que las excitaciones de la cuerda no nos desvelan una estructura de constituyentes más elementales sino algo completamente nuevo, a saber: agujeros negros cuyo tamaño en vez de disminuir con la energía aumenta. El paradigma de teoría cuántica de campos Wilsoniana caracterizado por la libertad asintótica, en suma por unos constituyentes casi libres, se transforma, en la Teoría de Cuerdas, en una oscuridad asintótica controlada por agujeros negros. En otras palabras, la cuerda, de manera inevitable, se completa en el ultravioleta gravitacionalmente sin desvelar una subestructura Wilsoniana de constituyentes más fundamentales regidos por alguna teoría conforme.

Es importante que apreciemos que la manera en la que la teoría se completa en el ultravioleta no es en término de un espectro nuevo, como podrían ser los quarks y gluones en el caso de la QCD, sino en término de objetos, como son los agujeros negros, cuya definición no nos exige en ningún momento invocar nuevos grados de libertad, sino tan solo la propia dinámica de la teoría.

Así, la Teoría de Cuerdas es una teoría cuántica cuya física en el ultravioleta profundo, a distancias más pequeñas que la propia longitud de la cuerda, está dominada por agujeros negros clásicos. ¿Cómo derivar estos comentarios a un principio rector y definitorio de la Teoría?

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Lo cierto es que hemos creado enormes aceleradores de partículas para poder llegar hasta las entrañas de la materia y, estamos tratándo de “ver” si al menos, podemos atisbar aunque sólo sea las sombras de las cuerdas vibrantes que, con sus resonancias, crean contiunuamente nuevas partículas. Pero no, la potencia utilizada en estas colisiones, no dejan ver las cuerdas que están mucho más allá de las energías que ahora podemos utilizar, se necesitaría la energía de Planck para poder acercarnos a ese mundo soñado de las cuerdas que residen en el pais de las once dimensiones.

Hay que conseguir que se puedan hacer consistentes los principios de la Mecánica Cuántica con nuevos postulados: el de la existencia de una longitud mínima. Cuando intentamos combinar estos dos principios de una manera consistente nos encontramos con una teoría en el ultravioleta, es decir, más allá de la longitud mínima, debe poder ser descrita no en términos de constituyentes más primitivos sino necesariamente en términos de configuraciones o entidades de la propia teoría cuyo tamaño efectivo es necesariamente mayor que la longitud mínima. Esta descripción “infrarroja” (grandes distancias) del mundo ultravioleta es lo que se conoce como correspondencia UV/IR y es el corazón de la celebradísima e importantísima correspondencia descubierta hace ya más de diez años por Juan Maldacena.

Todo esto es fascinante pero, no todos lo podemos comprender.

emilio silvera

Quedan muchos misterios por desvelar

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Cuántica    ~    Comentarios Comments (0)

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 Cuando hablamos de la mecánica cuántica, tenemos mirar un poco hacia atrás en el tiempo y podremos darnos cuenta del gran impacto que tuvo en el devenir del mundo desde que, en nuestras vidas, apareció el átomo y, más tarde, sus contenidos. Los nombres de Planck, Einstein, Bohr, Heisenberg, Schrödinger, Pauli, Bardeen, Roentgen, Dirac y muchos otros, se pudieron a la cabeza de la lista de las personas más famosas. Aquel primer premio Nobel de Física otorgado en 1900 a Roentgen por descubrir los rayos X, en el mismo año llegaría el ¡cuanto! De Planck que inspiró a Einstein para su trabajo sobre el Efecto fotoeléctrico que también, le valdría el Nobel, y, a partir de ese momento, se desencadenó una especie de carrera alucinante por saber sobre el átomo, sus contenidos, y, de qué estaba hecha la materia.

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      La conocida como Paradoja EPR y los conceptos de Tiempo y Espacio, presente, pasado y futuro

Fueron muchas las polémicas desatadas a cuenta de las aparentes incongruencias de la moderna Mecánica Cuántica. La paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen, denominada “Paradoja EPR”, trata de un experimento mental propuesto por Albert Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen en 1935. Es relevante, pues pone de manifiesto un problema aparente de la mecánica cuántica, y en las décadas siguientes se dedicaron múltiples esfuerzos a desarrollarla y resolverla.

A Einstein (y a muchos otros científicos), la idea del entrelazamiento cuántico le resultaba extremadamente perturbadora. Esta particular característica de la mecánica cuántica permite preparar estados de dos o más partículas en los cuales es imposible obtener información útil sobre el estado total del sistema haciendo sólo mediciones sobre una de las partículas.

Por otro lado, en un estado entrelazado, manipulando una de las partículas, se puede modificar el estado total. Es decir, operando sobre una de las partículas se puede modificar el estado de la otra a distancia de manera instantánea. Esto habla de una correlación entre las dos partículas que no tiene paralaje en el mundo de nuestras experiencias cotidianas. Cabe enfatizar pues que cuando se mide el estado de una partícula, enseguida sabemos el estado de la otra, lo cual aparentemente es instantáneo, es decir, sin importar las distancias a las que se encuentren las partículas, una de la otra, ambas saben instantáneamente el estado de la otra.

El experimento planteado por EPR consiste en dos partículas que interactuaron en el pasado y que quedan en un estado entrelazado. Dos observadores reciben cada una de las partículas. Si un observador mide el momento de una de ellas, sabe cuál es el momento de la otra. Si mide la posición, gracias al entrelazamiento cuántico y al principio de incertidumbre, puede saber la posición de la otra partícula de forma instantánea, lo que contradice el sentido común.

La paradoja EPR está en contradicción con la teoría de la relatividad, ya que aparentemente se transmite información de forma instantánea entre las dos partículas. De acuerdo a EPR, esta teoría predice un fenómeno (el de la acción a distancia instantánea) pero no permite hacer predicciones deterministas sobre él; por lo tanto, para todos los físicos de esa época, la mecánica cuántica es una teoría incompleta.

Esta paradoja critica dos conceptos cruciales: la no localidad de la mecánica cuántica (es decir, la posibilidad de acción a distancia) y el problema de la medición. En la física clásica, medir un sistema, es poner de manifiesto propiedades que se encontraban presentes en el mismo, es decir, que es una operación determinista. En mecánica cuántica, constituye un error asumir esto último. El sistema va a cambiar de forma incontrolable durante el proceso de medición, y solamente podemos calcular las probabilidades de obtener un resultado u otro.

Hoy nos enteramos que un grupo de físicos ha logrado modificar desde el presente un evento que ya había sucedido con anterioridad. La hazaña se ha conseguido aprovechando una extraña capacidad de las partículas subatómicas que nunca hasta ahora había podido ser demostrada.Lo cierto es que, el entrelazamiento cuántico, descrito como esa barrera invisiblñe entre la física moderna y la clásica, parece servir como un cordón inmaterial que conecta todas las cosas del universo y tiende un puente entre lo materialy lo metafísico.

El experimento recién realizado plantea paradojas más perturbadoras. ¿Cómo es posible que una partícula que desapareció en el pasado esté entrelazada con otra que ya no existe? ¿Es que acaso hay estados que tienen que ver con la flecha del tiempo que no entendemos? ¿qué tal que toda la percepción del espacio-tiempo no sea el adecuado? ¿No hay otra alternativa? ¿Podemos finalmente ser capaces de entender -y tal vez, sacar provecho- de este extrañísimo fenómeno?

Lo cierto es que la mecánica cuántica ha tenido siempre una cierta especie de fascinación atrayente para todos aquellos que, aunque no iniciados en ciencia física,  cuando se les habla del principio de incertidumbre, del efecto túnel, o, incluso del contenido de los átomos y de lo que pasa dentro ellos, están situados ante escenarios tan extraños y maravilloso a la vez que, no pueden dejar de sentir atracción hacia todo aquello que no comprenden.

Esas partículas de luz que llamamos fotones, pueden transformar un lóbrego y oscuro lugar en algo inesperado. El Universo de lo infinitesimal, de lo muy pequeño, nos lleva hasta la realidad de hasta donde resulta para nosotros incomprensible ese micro mundo de la mecánica cuántica, ese “universo” misterioso, donde ocurren cosas que no llegamos a comprender.

La mecánica cuántica domina en el micromundo de los átomos y de las partículas “elementales”. Nos enseña que en la naturaleza cualquier masa, por sólida o puntual que pueda parecer, tiene un aspecto ondulatorio. Esta onda no es como una onda de agua.  Es una onda de información. Nos indica la probabilidad de detectar una partícula. La longitud de onda de una partícula, la longitud cuántica, se hace menor cuanto mayor es la masa de esa partícula.

La física cuántica empezó a enseñarnos que no debemos estar tan seguros de las reglas del espacio y del tiempo, que hasta ese entonces parecían muy confiables e invariables”. Cuando nos sumergimos en las profundas aguas de la mecánica cuántica, lo que allí podemos encontrar, no son “criaturas” de este mundo nuestro, en aquel espacio-tiempo infinitamente pequeño, ocurren cosas extrañas que no vemos en nuestras vidas cotidianas, en nuestro macromundo. Allí, una partícula puede desaparecer de pronto y, de manera instantánea, apaerecer en otro lugar sin haber realizado el recorrido entre los dos lugares, se transportó sin recorrer la distancia.

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Por el contrario, la relatividad general era siempre necesaria cuando se trataba con situaciones donde algo viaja a la velocidad de la luz, o está muy cerca o donde la gravedad es muy intensa. Se utiliza para describir la expansión del universo o el comportamiento en situaciones extremas, como la formación de agujeros negros. Sin embargo, la gravedad es muy débil comparada con las fuerzas que unen átomos y moléculas y demasiado débil para tener cualquier efecto sobre la estructura del átomo o de partículas subatómicas, se trata con masas tan insignificantes que la incidencia gravitatoria es despreciable. Todo lo contrario que ocurre en presencia de masas considerables como planetas, estrellas y galaxias, donde la presencia de la gravitación curva el espacio y distorsiona el tiempo.

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La Gravedad hace que la Tierra se vea como un mapa. Es una vista altamente exagerada, pero ilustra a las claras cómo la atracción gravitatoria que se manifiesta desde la masa de roca bajo nuestros pies no es la misma en todo lugar. La gravedad es más fuerte en áreas amarillas y más débil en las azules. (Imagen tomada por el satélite Goce). Lo cierto es que se ha podido comprobar como la Gravedad, distorsiona el espacio y ralentiza el Tiempo.

Como resultado de estas propiedades antagónicas, la teoría cuántica y la teoría relativista gobiernan reinos diferentes, muy dispares, en el universo de lo muy pequeño o en el universo de lo muy grande. Nadie ha encontrado la manera de unir, sin fisuras, estas dos teorías en una sola y nueva de Gravedad-Cuántica.

¿Cuáles son los límites de la teoría cuántica y de la teoría de la relatividad general de Einstein? Afortunadamente, hay una respuesta simple y las unidades de Planck nos dicen cuales son. Nunca hemos podido ir más allá del Tiempo de Planck para saber, qué pasó en aquellos primeros momentos del Big Bang, tampoco podemos disponer de la Energía de Planck para comprobar de manera experimental la Teoría de Cuerdas, y así, podríamos seguir enumerando todo lo que no está a nuestro alcance y el límite lo marcan las unidades de Planck.

Supongamos que tomamos toda la masa del universo visible y determinamos su longitud de onda cuántica. Podemos preguntarnos en qué momento esta longitud de onda cuántica del universo visible superará su tamaño.  La respuesta es: cuando el universo sea más pequeño en tamaño que la longitud de Planck, es decir, 10-33  centímetros, más joven que el Tiempo de Planck, 10-43 segundos y supere la temperatura de Planck de 1032 grados.  Las unidades de Planck marcan la frontera de aplicación de nuestras teorías actuales. Para comprender en que se parece el mundo a una escala menor que la longitud de Planck tenemos que comprender plenamente cómo se entrelaza la incertidumbre cuántica con la gravedad. Para entender lo que podría haber sucedido cerca del suceso que estamos tentados a llamar el principio del universo, o el comienzo del tiempo, tenemos que penetrar la barrera de Planck. Las constantes de la naturaleza marcan las fronteras de nuestro conocimiento existente y nos dejan al descubierto los límites de nuestras teorías.

En los intentos más recientes de crear una teoría nueva para describir la naturaleza cuántica de la gravedad ha emergido un nuevo significado para las unidades naturales de Planck. Parece que el concepto al que llamamos “información” tiene un profundo significado en el universo. Estamos habituados a vivir en lo que llamamos “la edad de la información”.  La información puede ser empaquetada en formas electrónicas, enviadas rápidamente y recibidas con más facilidad que nunca antes.

        ¿Por qué circuitos es más rápida la informaciòn, el natural o el artificial?

Los tiempos cambian y la manera de informar también, lejos nos queda ya aquellos toscos aparatos impresores del pasado, ahora, en espacios muy reducidos, tenemos guardada más información que antes había en una colección de libros. Las ondas transmiten información a la velocidad de la luz y, ningún rincón del mundo queda fuera de “ese milagro” de la técnica. De hecho, nuestro planeta se queda chico y enviamos ingenios a otros mundos desde donde nos envían información que recibimos en poco tiempo, el que tarda la luz en traernos las nuevas y sorprendentes noticias.

Como he referido otras veces, nuestra evolución en el proceso rápido y barato de la información se suele mostrar en una forma que nos permite comprobar la predicción de Gordon Moore, el fundador de Intel, llamada ley de Moore, en la que, en 1.965, advirtió que el área de un transistor se dividía por dos aproximadamente cada 12 meses. En 1.975 revisó su tiempo de reducción a la mitad hasta situarlo en 24 meses. Esta es “la ley de Moore” cada 24 meses se obtiene una circuiteria de ordenador aproximadamente el doble, que corre a velocidad doble, por el mismo precio, ya que, el coste integrado del circuito viene a ser el mismo, constante.

 

Los límites últimos que podemos esperar para el almacenamiento y los ritmos de procesamiento de la información están impuestos por las constantes de la naturaleza. En 1.981, el físico israelí, Jacob Bekenstein, hizo una predicción inusual que estaba inspirada en su estudio de los agujeros negros.  Calculó que hay una cantidad máxima de información que puede almacenarse dentro de cualquier volumen. Esto no debería sorprendernos. Lo que debería hacerlo es que el valor máximo está precisamente determinado por el área de la superficie que rodea al volumen, y no por el propio volumen. El número máximo de bits de información que puede almacenarse en un volumen viene dado precisamente por el cómputo de su área superficial en unidades de Planck. Supongamos que la región es esférica. Entonces su área superficial es precisamente proporcional al cuadrado de su radio, mientras que el área de Planck es proporcional a la longitud de Planck al cuadrado, 10-66 cm2.  Esto es muchísimo mayor que cualquier capacidad de almacenamiento de información producida hasta ahora. Asimismo, hay un límite último sobre el ritmo de procesamiento de información que viene impuesto por las constantes de la naturaleza.

No debemos descartar la posibilidad de que seamos capaces de utilizar las unidades de Planck-Stoney para clasificar todo el abanico de estructuras que vemos en el universo, desde el mundo de las partículas elementales hasta las más grandes estructuras astronómicas.  Este fenómeno se puede representar en un gráfico que recree la escala logarítmica de tamaño desde el átomo a las galaxias.

             Lo grande y lo pequeño inmersos en un inmenso recorrido de espacio-tiempo en un Universo “infinito” que contiene todo lo que existe

Todas las estructuras del universo existen porque son el equilibrio de fuerzas dispares y competidoras que se detienen o compensan las unas a las otras; la atracción y la repulsión. Ese es el equilibrio de las estrellas donde la repulsión termonuclear tiende a expandirla y la atracción (contracción) de su propia masa tiende a comprimirla; así, el resultado es la estabilidad de la estrella. En el caso del planeta Tierra, hay un equilibrio entre la fuerza atractiva de la gravedad y la repulsión atómica que aparece cuando los átomos se comprimen demasiado juntos. Todos estos equilibrios pueden expresarse aproximadamente en términos de dos números puros creados a partir de las constantes e, h, c, G y mprotón.

α = 2πe2 / hc ≈ 1/137

αG = (Gmp2)2 / hc ≈ 10-38

La identificación de constantes adimensionales de la naturaleza como a (alfa) y αG, junto con los números que desempeñan el mismo papel definitorio para las fuerzas débil y fuerte de la naturaleza, nos anima a pensar por un momento en mundos diferentes del nuestro.

Estos otros mundos pueden estar definidos por leyes de la naturaleza iguales a las que gobiernan el universo tal como lo conocemos, pero estarán caracterizados por diferentes valores de constantes adimensionales. Estos cambios numéricos alterarán toda la fábrica de los mundos imaginarios. Los átomos pueden tener propiedades diferentes. La gravedad puede tener un papel en el mundo a pequeña escala.  La naturaleza cuántica de la realidad puede intervenir en lugares insospechados.

 

Pero esas constantes universales son las que han propiciado que nuestro universo tenga la vida

 

Lo único que cuenta en la definición del mundo son los valores de las constantes adimensionales de la naturaleza (así lo creían Einstein y Planck).  Si se duplica el valor de todas las masas no se puede llegar a saber, por qué todos los números puros definidos por las razones de cualquier par de masas son invariables.

Cuando surgen comentarios de números puros y adimensionales, de manera automática aparece en mi mente el número 137. Ese número encierra más de lo que estamos preparados para comprender. Este número guarda relación con la posibilidad de que un electrón emita un fotón o lo absorba. La constante de estructura fina responde también al nombre de “alfa” y sale de dividir el cuadrado de la carga del electrón, por el producto de la velocidad de la luz y la constante de Planck. Tanta palabrería y numerología no significan otra cosa sino que ese solo numero, 137, encierra los misterios del electromagnetismo (el electrón, e-), la relatividad (la velocidad de la luz, c), y la teoría cuántica (la constante de Planck, h). α = 2πe2 hc =  137.

Lo más notable de este número es su dimensionalidad. La velocidad de la luz, c, es bien conocida y su valor es de 299.792.458 m/segundo; la constante de Planck racionalizada, ћ, es h/2π = 1’054589×10 julios segundo; todo viene con sus dimensiones. Pero resulta que cuando uno combina las magnitudes que componen alfa ¡se borran todas las unidades! El 137 está solo: se escribe desnudo a donde va.

Esto quiere decir que los científicos del undécimo planeta de una estrella lejana situada en un sistema solar de la galaxia Andrómeda, aunque utilicen quién sabe qué unidades para la carga del electrón y la velocidad de la luz y qué versión utilicen para la constante de Planck, también les saldrá el 137.

Es un número puro. No lo inventaron los hombres. Está en la naturaleza, es una de sus constantes naturales, sin dimensiones. La física se ha devanado los sesos con el 137 durante décadas. Werner Heisember (el que nos regaló el Principio de Incertidumbre en la Mecánica Cuántica), proclamó una vez que todas las fuentes de perplejidad que existen en la mecánica cuántica se secarían si alguien explicara de una vez el 137.

¿Por qué alfa es igual a 1 partido por 137?

Es uno de esos misterios de la Naturaleza que nos queda por desvelar y esperemos que algún día aparezca alguien que, con la intuición, el talento y el ingenio de Newton o Einstein, nos pueda por fin aclarar el misterioso número y las verdades que encierra. Menos perturbador sería que la relación de todos estos importantes conceptos (e-, h y c) hubieran resultado ser 1 ó 3 o un múltiplo de pi… pero ¿137?

El Universo es muy grande, inmensamente grande y, probablemente, todo lo que nuestras mentes puedan imaginar podrá exisitr en alguna parte de esas regiones perdidas en las profundidades cósmicas, en los confines del Espacio- Tiempo, en lugares ignotos de extraña belleza en los que otros mundos y otras criaturas tendrán, su propio habitat que, siendo diferente al nuestro, también, sus criaturas, estarán buscando el significado de las leyes del Universo.

emilio silvera

Lo que sabemos no parece suficiente

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Es ampliamente sabido que el planeta Tierra actúa como un gran imán cuyas líneas de campo geomagnético surgen de un polo (el polo sur magnético) y convergen en el otro polo (polo norte magnético). El eje longitudinal de este imán tiene una desviación de aproximadamente 11^o con respecto al eje de rotación. Por ello, los polos del campo magnético generado no coinciden exactamente con los polos geográficos.

Este campo geomagnético es producido por la combinación de varios campos generados por diversas fuentes, pero en un 90% es generado por la parte exterior del núcleo de la Tierra (llamado Campo Principal o “Main Field”).

Por otra parte, la interacción de la ionosfera con el viento solar y las corrientes que fluyen por la corteza terrestre componen la mayor parte del 10% restante. Sin embargo, durante las tormentas solares (eventos de actividad solar exacerbada) pueden introducirse importantes variaciones en el campo magnético terrestre.

Las fuerzas magnéticas y eléctricas están entrelazadas. En 1873, James Clerk Maxwell consiguió formular las ecuaciones completas que rigen las fuerzas eléctricas y magnéticas, descubiertas experimentalmente por Michael Faraday. Se consiguió la teoría unificada del electromagnetismo que nos vino a decir que la electricidad y el magnetismo eran dos aspectos de una misma cosa.

La interacción es universal, de muy largo alcance (se extiende entre las estrellas), es bastante débil. Su intensidad depende del cociente entre el cuadrado de la carga del electrón y 2hc (dos veces la constante de Planck por la velocidad de la luz). Esta fracción es aproximadamente igual a 1/137’036…, o lo que llamamos α y se conoce como constante de estructura fina.

En general, el alcance de una interacción electromagnética es inversamente proporcional a la masa de la partícula mediadora, en este caso, el fotón, sin masa.

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Muchas veces he comentado sobre la interacción gravitatoria de la que Einstein descubrió su compleja estructura y la expuso al mundo en 1915 con el nombre de teoría general de la relatividad, y la relacionó con la curvatura del espacio y el tiempo. Sin embargo, aún no sabemos cómo se podrían reconciliar las leyes de la gravedad y las leyes de la mecánica cuántica (excepto cuando la acción gravitatoria es suficientemente débil).

La teoría de Einstein nos habla de los planetas y las estrellas del cosmos. La teoría de Planck, Heisemberg, Schrödinger, Dirac, Feynman y tantos otros, nos habla del comportamiento del átomo, del núcleo, de las partículas elementales en relación a estas interacciones fundamentales. La primera se ocupa de los cuerpos muy grandes y de los efectos que causan en el espacio y en el tiempo; la segunda de los cuerpos muy pequeños y de su importancia en el universo atómico. Cuando hemos tratado de unir ambos mundos se produce una gran explosión de rechazo. Ambas teorías son (al menos de momento) irreconciliables.

  • La interacción gravitatoria actúa exclusivamente sobre la masa de una partícula.
  • La gravedad es de largo alcance y llega a los más lejanos confines del universo conocido.
  • Es tan débil que, probablemente, nunca podremos detectar esta fuerza de atracción gravitatoria entre dos partículas elementales. La única razón por la que podemos medirla es debido a que es colectiva: todas las partículas (de la Tierra) atraen a todas las partículas (de nuestro cuerpo) en la misma dirección.

La partícula mediadora es el hipotético gravitón. Aunque aún no se ha descubierto experimentalmente, sabemos lo que predice la mecánica cuántica: que tiene masa nula y espín 2.

La ley general para las interacciones es que, si la partícula mediadora tiene el espín par, la fuerza entre cargas iguales es atractiva y entre cargas opuestas repulsiva. Si el espín es impar (como en el electromagnetismo) se cumple a la inversa.

Pero antes de seguir profundizando en estas cuestiones hablemos de las propias partículas subatómicas, para lo cual la teoría de la relatividad especial, que es la teoría de la relatividad sin fuerza gravitatoria, es suficiente.

Si viajamos hacia lo muy pequeño tendremos que ir más allá de los átomos, que son objetos voluminosos y frágiles comparados con lo que nos ocupará a continuación: el núcleo atómico y lo que allí se encuentra. Los electrones, que ahora vemos “a gran distancia” dando vueltas alrededor del núcleo, son muy pequeños y extremadamente robustos. El núcleo está constituido por dos especies de bloques: protones y neutrones. El protón (del griego πρώτος, primero) debe su nombre al hecho de que el núcleo atómico más sencillo, que es el hidrógeno, está formado por un solo protón. Tiene una unidad de carga positiva. El neutrón recuerda al protón como si fuera su hermano gemelo: su masa es prácticamente la misma, su espín es el mismo, pero en el neutrón, como su propio nombre da a entender, no hay carga eléctrica; es neutro.

La masa de estas partículas se expresa en una unidad llamada mega-electrón-voltio o MeV, para abreviar. Un MeV, que equivale a 106 electrón-voltios, es la cantidad de energía de movimiento que adquiere una partícula con una unidad de carga (tal como un electrón o un protón) cuando atraviesa una diferencia de potencial de 106 (1.000.000) voltios. Como esta energía se transforma en masa, el MeV es una unidad útil de masa para las partículas elementales.

La mayoría de los núcleos atómicos contienen más neutrones que protones. Los protones se encuentran tan juntos en el interior de un núcleo tan pequeño que se deberían repeles entre sí fuertemente, debido a que tienen cargas eléctricas del mismo signo. Sin embargo, hay una fuerza que los mantiene unidos estrechamente y que es mucho más potente e intensa que la fuerza electromagnética: la fuerza o interacción nuclear fuerte, unas 102 veces mayor que la electromagnética, y aparece sólo entre hadrones para mantener a los nucleones confinados dentro del núcleo. Actúa a una distancia tan corta como 1015 metros, o lo que es lo mismo, 0’000000000000001 metros.

La interacción fuerte está mediada por el intercambio de mesones virtuales, 8 gluones que, como su mismo nombre indica (glue en inglés es pegamento), mantiene a los protones y neutrones bien sujetos en el núcleo, y cuanto más se tratan de separar, más aumenta la fuerza que los retiene, que crece con la distancia, al contrario que ocurre con las otras fuerzas.

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La luz es una manifestación del fenómeno electromagnético y está cuantizada en “fotones”, que se comportan generalmente como los mensajeros de todas las interacciones electromagnéticas. Así mismo, la interacción fuerte también tiene sus cuantos (los gluones). El físico japonés Hideki Yukawa (1907 – 1981) predijo la propiedad de las partículas cuánticas asociadas a la interacción fuerte, que más tarde se llamarían piones. Hay una diferencia muy importante entre los piones y los fotones: un pión es un trozo de materia con una cierta cantidad de “masa”. Si esta partícula está en reposo, su masa es siempre la misma, aproximadamente 140 MeV, y si se mueve muy rápidamente, su masa parece aumentar en función E = mc2. Por el contrario, se dice que la masa del fotón en reposo es nula. Con esto no decimos que el fotón tenga masa nula, sino que el fotón no puede estar en reposo. Como todas las partículas de masa nula, el fotón se mueve exclusivamente con la velocidad de la luz, 299.792’458 Km/s, una velocidad que el pión nunca puede alcanzar porque requeriría una cantidad infinita de energía cinética. Para el fotón, toda su masa se debe a su energía cinética.

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    Una de las fuentes productoras de rayos cósmicos es el Sol

Los físicos experimentales buscaban partículas elementales en las trazas de los rayos cósmicos que pasaban por aparatos llamados cámaras de niebla. Así encontraron una partícula coincidente con la masa que debería tener la partícula de Yukawa, el pión, y la llamaron mesón (del griego medio), porque su masa estaba comprendida entre la del electrón y la del protón. Pero detectaron una discrepancia que consistía en que esta partícula no era afectada por la interacción fuerte, y por tanto, no podía ser un pión. Actualmente nos referimos a esta partícula con la abreviatura μ y el nombre de muón, ya que en realidad era un leptón, hermano gemelo del electrón, pero con 200 veces su masa.

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Los físicos de más edad dejan volar a menudo sus pensamientos hacia aquellos tiempos gloriosos en los que, durante mucho tiempo, ha sido la era de los grandes descubrimientos de la primera mitad del siglo XX: La mecánica cuántica, la relatividad especial y general, la electrodinámica cuántica y los descubrimientos de las primeras partículas elementales.

El Zoo de las partículas llegó a ser tan exótico y numeroso que, Entico Fermi dejó caer aquella famosa frase: “Si tengo que saber de memoria el nombre de todas las partículas que existen,  hubiera sido  botánico”.

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Fermi (abajo a la izquierda), Szilárd (segundo desde la derecha abajo), y el resto del equipo de la pila atómica.

 

Claro que, días gloriosos también lo fueron en la década de los 70 cuando fueron colocadas en su sitio muchas piezas del gran puzzle de las interacciones débil, electromagnética y fuerte. El descubrimiento en 1974 de la J/Ψ fue el clímax. Antes de que este se produjera, aún quedaba alguna duda de que la teoría de la interacción débil fuera correcta y se consideraba la teoría de la intertacción fuerte simplemente como una idealización de algo que podría muy bien ser más complicado e insondable.

Pero, pasado algún tiempo, los experimentos llevaron a la convicción de que ambas teorías eran correctas, incluso en sus detalles. Según continuaban los experimentos las sorpresas iban en aumento a medida que surgían detalles más precisos de lo que muchos de aquellos físicos habrían esperado. Una cosa estaba muy clara: vivíamos en un mundo que obedecía meticulosamente a las leyes de las matemáticas, y las matemáticas son difíciles, pero se pueden llegar a entender completamente para poder llegar a esos misteriosos secretos que la Naturaleza trata de esconder y nosotros, de desvelar.

Antes os mencionaba la J/Ψ.  Cuando una partícula J/Ψ se desintegra (o decae), por lo general produce un par de muones. Observa atentamente los dos eventos mostrados a continuación. ¿Hay pruebas de pares de muones (trayectorias en rojo) en uno de estos eventos o en ambos? ¿Podría ser cualquiera de estos eventos un candidato para J/Ψ? ¿Es esta evidencia débil o fuerte? ¿Está seguro de tus conclusiones?

Más aún desde que en 2002 se demostrase (“Data Tables for Lorenztz and CPT Ciolatión”),  Ene 2010, arXiv;) que violar la simetría CPT implica cargarse la invariancia (o covariancia) de Lorentz,  Esta invariancia es uno de los pilares que deben cumplir todas las teorías que pretendan tener sentido físico, aunque luego pueda haber casos de ruptura espontánea de la simetría. Pero la teoría viola Lorentz de entrada, no puede ser válida. Esto es un puntal muy fuerte para la teoría CPT.

Hubo que esperar 40 años, hasta los años 80, en que se relacionara directamente a los kaones con la simetría CP y el problema de la bariogénesis en el universo. Es decir, ¿por qué si hay simetrías por todas partes, el universo está constituido de materia y no de materia y antimateria por partes iguales? ¿Por qué el universo no es una aburrida sopa de fotones?

Claro, si en el inicio del universo se hubiera encontrado la misma cantidad de materia que de antimateria, todo se habría aniquilado haciendo que el universo fuera un gas de fotones de lo más aburrido. Nada de lo que existe, existiría. Pero como de hecho existe, hay que encontrarle explicación. Y en eso consiste el problema de la bariogénesis asimétrica.

          La simetría resulta estar por todas partes aunque sea de diferntes colores

Como sea que ocurriera, aunque de hecho hubiera mucha materia y antimateria que se aniquilara, al final la materia venció esta batalla épica que se libró durante la época de Planck. Pero resulta que no es posible modificar nuestro modelo invocando otro campo de Yang . Mills, Las partículas de espín 1 siempre preservan la simetría PC. ¿Podría ser esta la razón por la que la que la simetría PC es tan tenue?.

Motivos para la sorprea surgen todos losa días, por ejemplo, se han detectado nuevas partículas que nacen dentro de las enanas blancas de Helio y, cualquiera de estos días encontraremos estrellas de Quarks y Gluones, es decir, hechas de materia extraña. Lo cierto es que, a la vista de la realidad que vamos descubrimiento continuamente es arriesgado decir… ¡que sabemos!

Podríamos imaginar el efecto que tendría otra partícula de espìn cero, preferiblemente que también sufriera algún tipo de condensación Bose, el resultado sería lo que llamamos la “violación espontánea de PC”. Sin embargo, los modelos resultantes que se obtienen así no son muy populares. Deseamos evitar partículas de espín cero tanto como sea posible, porque añaden muchos parámetros arbitrarios a la interacción. Los modelkos con tales partículas parecen muy artificiales. En si mismo, un argumento de este tipo no es, desde luego, suficiente para escluir una posibilidad, pero ducede que existen alternativas más interesantes.

 

 

Gloshosow            Iliopoulos         Maiani

 

¿Recordaréis que Glashow, Iliopoulos y Maiani habían introducido el quarks encanto para entender la estructura simétrica de la interacción débil? Bien, lo que se propuso fue hacerlo de nuevo. Esta vez necesitamos introducir dos quarks más. Los cuatro primeros habían formado pares ( u y d, c y s), con cargas eléctricas + 2/3 y – 1/3. El nuevo par se tenía que parecer a este, pero los nuevos quark podrían fácilmente ser mucho más pesados. Siendo quarks análogos a los “arriba” y “abajo” se llamaron “cima” (t) y “fondo” (b), respectivamente. Pero a veces las mismas letras se utilizan pa<ra darles nombres más poéticos: “verdad” y “belleza”.

Era inevitablemente necesaria una partícula de espín cero para que la interacción débil tuviera las simetrías que tiene a través del mecanismo de Higgs-Kibble. Esta partícula de Higgs se acopla ahora con los quarks y a los leptones para dotarlos de masa. Pero la misma partícula de Higgs también puede producir transiciones entre varios tipos de quarks. Si no existiera interacción débil en absoluto, los qu quarks podrían permanecer en todas clases de estados estables. Es pues, una conspiración entre la interacción débil  y la interacción de Higgs lo que permite muchos tipos de desintegración de los hadrones extraños y con encanto.

 

 

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Cuanto mayor sea el número de fermiones introducido, más tipos de interacción  puede experimentar el campo de Higgs con esos quarks. Los físicos japoneses Kobayashi y Maskawa escribieron la expresión matemática más general que se puede obtener para las fuerzas. Resultó que uno de los términos de sus ecuaciones no tienen simetría PC, y que ese término sólo aparece si hay, al menos, seis tipos de quarks. Esto hizo que comezaran a buscarse partículas que contuvieran otras especies de quarks.

Podríamos seguir por este camino que hoy he tomado (no muy convencido), sin ver nunca el final de donde podríamos acabar. Hay cuestiones de la Física que me resultan farragosas, espesas, poco diáfanas y que, por mucho que me empeñe, no puedo explicar de manera amena y sencilla que la gente, el posible lector, se involucre en el tema.

Los del LHC hicieron el anuncio de que por fín, habían encontrado el Bosón de Higgs. Sin embargo, no acabo de estar convencido de que ese “famoso bosón” exista en realidad, a veces, el tener que justificar enormes presupuestos y seguir consiguiendo nuevos… La verdad es que, no tengo nada claro muchos de los conceptos y explicaciones que los físicos manejan sobre todo este peliaguado asunto del Bosón de Higgs. Hay veces en la que los físicos, al tratar temas de la mecánica cuántica,  me producen la sensación de ser una especie de magos que, mediante “trucos” ingeniosos apoyados por las matemáticas, nos quieren convencer de cómo es el “mundo”.

¡Ya veremos en qué queda todo esto!

emilio silvera

Espín o momento Angular

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Cuántica    ~    Comentarios Comments (5)

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No pocas veces, cuando habeis oido hablar de temas de Física, la palabra espín habrá surgido con cierta frecuencia y, algunos de ustedes os habréis preguntado (seguramente), ¿qué es eso del espín? y, aunque sea de pasada, dejaré aquí una explicación sencilla del mismo.

Una curiosa propiedad de las partículas  pequeñas que se recoge en el Modelo Estándar divididas en tres familias, es que pueden totar alrededor de un eje mediante el mecanismo que llamamos espín. El Espín  (o, com más precisión, el momento angular, que es aproximadamente la masa por el radio por la velocidad de rotación) se puede medir como un  múltiplo de la constante de Planck dividido por 2π. Medido en esta unidad y de acuerdo con la mecánica cuántica, el espín de cualquier objeto tiene que ser o un entero o un entero más un medio. El espín total de cada tipo de partículas -aunque no la dirección del mismo- es fijo.

Si nos referimos al electrón, por ejemplo, tiene espín ½. Esto lo descubrieron dos estudiantes holandeses. Samuel Goudsmit y George Uhlenbeck, que escribieron sus tesis conjuntamente sobre dicho problema allá por el año 1972. Fue una idea audaz que partículas tan pequeñas como los electrones pudieran tener espín y, de hecho, bastante grande. Claro que, al principio, la idea fue recibida con excepticimos porque la “superficie del electrón” se tendría que mover con una velocidad 137 veces mayor que la de la luz. Hoy en día, tales objeciones son simplemente ignoradas porque no existe tal superficie en el electrón.

De todas las cantidades físicas la conocida como espín se suele considerar como la más “mecano-cuántica”. La palabra espín viene del inglés “spin”, que significa giro o girar, y se refiere a una propiedad física de las partículas subatómicas, por la cual toda partícula elemental tienen un momento angular intrínseco de valor fijo. Es una característica propia de la partícula como lo es la masa o la carga eléctrica, y una magnitud que se conserva como lo hace la energía o el momento lineal.

 

 

 

De todas las cantidades físicas la conocida como espín se suele considerar como la más “mecano-cuántica”. La palabra espín viene del inglés “spin”, que significa giro o girar, y se refiere a una propiedad física de las partículas subatómicas, por la cual toda partícula elemental tiene un momento angular intrínseco de valor fijo. Es una característica propia de la partícula como lo es la masa o la carga eléctrica, y una magnitud que se conserva como lo hace la energía o el momento lineal.

Para un electrón, protón o neutron la cantidad de espín es siempre 1/2 del valor mínimo de momento permitido (ħ). Precisamente por eso esta cantidad de momento angular no estaría permitida para un objeto compuesto por cierto número de partículas orbitando sin que ninguna de ellas estuviese girando sobre sí misma. El espín sólo puede aparecer debido a que es una propiedad intrínseca de la propia partícula, es decir, que no surge del movimiento orbital de sus partes en torno a su centro.

A diferencia de lo que ocurre con el momento angular de los objetos macroscópicos, a los que estamos acostumbrados, que puede tomar valores muy variados dependiendo de las acciones a las que se vean sujetos, la magnitud del espín de una partícula es siempre la misma para este tipo concreto de partícula. Es únicamente la dirección del eje de giro la que puede variar, aunque de una manera muy extraña.

Para un electrón, protón o neutron la cantidad de espín es siempre 1/2 del valor mínimo de momento permitido (ħ). Precisamente por eso esta cantidad de momento angular no estaría permitida para un objeto compuesto por cierto número de partículas orbitando sin que ninguna de ellas estuviese girando sobre sí misma. El espín sólo puede aparecer debido a que es una propiedad intrínseca de la propia partícula, es decir, que no surge del movimiento orbital de sus partes en torno a su centro.

Una partícula que, como el electrón, tiene un espín múltiplo impar de ħ/2 (ħ/2, 3ħ/3, 5ħ/2, etc) se llama fermión, y presenta una curiosa rareza: una rotación completa de 360º transforma su vector de estado no en sí mismo sino en el valor negativo de sí mismo; necesitaría por tanto de un giro de 720º para quedarse igual que antes del giro. La mayoría de las partículas de la Naturaleza son fermiones, las partículas restantes para las que el espín es un múltiplo entero de ħ (ħ, 2ħ, 3ħ, 4ħ, etc) se llaman bosones. Bajo una rotación de 360º el vector de estado de un bosón vuelve a sí mismo, y no a su negativo.

 

 

 

Hablemos de pasada de la esfera de Riemann que juega un papel fundamental en cualquier sistema cuántico de dos estados, describiendo el conjunto de estados cuánticos posibles. Para una partícula de espín 1/2, su papel geométrico es particularmente evidente puesto que los puntos de la esfera corresponden a las posibles direcciones espaciales para el eje de giro. En otras situaciones el papel de la esfera de posibilidades de Riemann está bastante más oculto, con una relación mucho menos clara con la geometría espacial.

El extraño giro de 720º del electrón para quedarse igual es toda una paradoja. En muchas ocasiones nos parece que la mecánica cuántica presenta fenómenos completamente fuera de toda lógica, pero al analizar infinidad de situaciones completamente normales para nosotros a la luz de esta asombrosa teoría observamos que sin ella no tienen explicación. La propia cohesión de la materia, tal como la conocemos, o la existencia de las cuatro fuerzas fundamentalesno tendrían sentido. En este último caso en sus fundamentos, paradojicamente, se encuentra el propio principio de incertidumbre. Un principio “engorroso” que parece que sólo sirve para impedirnos medir con infinita exactitud.

 

 

Los fotones y los neutrinos , al ser partículas sin masa, comparten la propierdad de que su eje de rotación es siempre paralelo a la dirección del movimiento , mientras que otras partículas rotan en direcciones arbitrarias.Siempre será difícil describir el espín con palabras sencillas. La mecánica cuántica hace imposible definir con precisión la dirección del eje de rotación, excepto para los dos casos mencionados. Sin embargo, para objetos grandes que rotan con velocidades altas, la dirección de rotación puede tener un significado más preciso (un púlsar por ejemplo).

Pero hablemos un poco de las partículas que tienebn espín entero, llamamdos “Bosones” y, de las que tienen espín entero más un medio que se llaman”Fermiones”. Cimprobados los valores del espín en una Tabla se puede comprobar que los “Leptones” y los “Bariones” son fermiones, y que mos “mesones y los fotones” son Bosones. En muchos aspectos, los fermiones se comportan de manera diferente de los bosones. Los fermiones tienen la propiedad de que cada uno de ellos requiere su propio espacio: dos fermiones del mismo tipo no pueden estar en el mismo punto, y sus movimientos ewstán regidos por ecuciones tales que se evitan los unos a los otros. De hecho, la fuerza entre fermiones pueden ser atractivas o repulsivas. El fenómeno por el cual cadqa fermión tiene que estar en un “estado” diferente se conoce como Principio de esclusión de Pauli. Cada átomo está rodeado por una nube de electrones, que que son fermiones (espín ½). Si dos átomos se aproximan entre sí, los electrones se mueven de tal manera que las dos nubes se evitan una a otra. dando como resultado una fuerza repulsiva. En nuestras vidas cotidianas tenemos un ejemplo casi a diairio cuando por cualquier circunstancias batidos las palmas de las manos, la capa electrónica ervita que las manos se introduzcan la una dentro de la otra traspasándose, y, de la misma manera ocurre cuando apoyamos con fuerza la palma de la mano en la pared haceindo presión, la capa electrónica de la mano y de la pared, impide que la mano la pueda atravesar.

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Es curioso como este fenómeno de los fermiones que llamamos Principio de Exclusión de Pauli, incide de manera directa en el destino de algunas estrellas: Cuando una estrella como nuestro Sol, por ejemplo, llega a su fase final y de gigante roja comienza a contraerse por la fuerza de la gravedad, una vez liberada de la fuerza de repulsión que la mantenía a raya, la gravedad contrae más y más la masa de la estrellas pero, al llegar a cierto punto, los electrones se ven tan juntos que se sienten muy incómodos ya que, al ser fermiones, no pueden ocupar ninguno de ellos el mismo lugar de otro, así que, se degeneran y comienzan a moverse con velocidad alucinantes, y, tal actividad es más que sificiente para que la contracción de la estrella se frene y, de esa manera, queda finalmente constituida como estrella anana blanca. Si la masa de la estrella original es mayor que la del Sol, en el mismo proceso y por las mismas causas, al ser aprisionadas las particulas de la estrella que conforman su materia, es decir, protones y neutrones junto a los electrones, lo primero que ocurre es que, los electrones y los protones se funden y forman neutrones que, al ser presionados a juntarse, se degeneran como antes lo hicieron los electrones, y, frenan la implosión de la estrella que queda constituida como una estrella de Neutrones.

 

 

En contraste con el característico individualismo de los fermiones, los bosones sde comportan colectivamente y les gusta colocarse a todos en el mismo lugar.  Un láser, por ejemplo, produce un haz de luz en el cual muchísimos fotones llevan la misma longitud de onda y dirección de movimiento. Esto es posible porque los fotones son bosones y tienen espín entero.

 

 

 

 

Hay otra regla de juego que nuestra familia de partículas elementales debe obedecer: cada partícula tiene su correspondiente antipartículas. Las partículas tienen el mismo espín y exactamente la misma masa que sus antipartículas, pero las cargas eléctricas, igual que los números llamados S, I3, L y B, son todas opuestas.

Aunque pueda parecer sencillo, el lidiar con estas tres familias de partículas que son, enn realidad las que conforman todo lo que existe en el mundo (entendiéndose por el mundo el universo entero), no es fácil y de ellas, surgen muchas implicaciones, algunas que no hemos podido llegar a entender aunque, en honor a la verdad tendremos que decir que, en lo más básico, podemos formular hipótesis y teorías que las implican y que están acordes con la realidad observada en el laboratorio experimental. Sin embargo, muchos son, todavíoa, los secretos que nos esconden y al que nuestro intelecto no ha podido llegar aún. Sin embargo, si nos dan más tiempo, todo llegará.

Y, a todo esto, no debemos olvidar que, aparte de las propiedades que dichas partículas pueden tener de manera indivisual, todas tienen que convivir con las cuatro fuerzas fundamentales de la Naturaleza que, de alguna manera, inciden en ellas de mil maneras diferentes.

Toda la materia del Universo, nosotros también, supeditamos nuestros comportamientos a lo que rige la norma que estable esatas cuatro fuerzas fundamentales del Universo que, junto con las constantes universales, hacen de nuestro universo lo que es y permite, que la vida esté presente para observar todas estas maravillas.

emilio silvera

La Imposibilidad de saberlo todo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Cuántica    ~    Comentarios Comments (10)

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Está claro que, cuando surgen noticias como aquella que tanto revuelo formó, en relación a los neutrinos que corrían más que la luz, nos siver de toque de atención para que despertemos a la realidad de que en el Universo, existen muchas, muchísimas cosas que no sabemos. Es raro el día que no podemos leer noticias sorprendetes:

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“Los astrónomos han descubierto la masa más grande y antigua de agua que se haya detectado en el universo, una gigantesca nube de 12 mil millones de años y que alberga 140 billones de veces más agua que todos los océanos de la Tierra juntos. La nube de vapor de agua rodea a una agujero negro supermasivo llamado cuásar situado a 12 millones de años luz de la Tierra. El descubrimiento muestra que el agua ha sido frecuente en casi toda la existencia del universo.”  Dijeron los investigadores.

“Debido a que la luz que vemos ahora de este cuásar de más de 12 mil millones de años, estamos viendo el agua que estaba presente sólo alrededor de 1,6 millones de años después del comienzo del universo”, dijo en un comunicado el coautor del estudio, Alberto Bolatto de la Universidad de Maryland. “Este descubrimiento lleva la detección de agua mil millones años más cerca del Big Bang que cualquier otro encontrado”.

 

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El descubrimiento se ha hecho observando las inmediaciones del cuásar APM 08279+5255, una gigantesca fuente de energía electromagnética 20 mil millones de veces más grande que nuestro Sol y que es posiblemente la cuna de una nueva galaxia en formación. Gracias a las peculiares circunstancias que se dan en torno a este cuásar ha sido posible la formación de una reserva de agua de tan enmensas proporciones, según afirma Matt Bradford del Jet Propulsion Laboratory.

El vapor de agua en el quásar se distribuye alrededor del agujero negro masivo en una región que abarca cientos de años luz. La nube tiene una temperatura de menos 63 grados Fahrenheit, y 300 billones de veces menos densa que la atmósfera de la Tierra.

Esta cifra puede parecer fría y tenue, pero significa que la nube es cinco veces más caliente y de 10 a 100 veces más densa que lo que es típico de galaxias como la Vía Láctea, dijeron los investigadores.

Además de arrojar luz sobre los inicios del universo, la enorme nube de vapor también revela información importante sobre el cuásar, dijeron los investigadores. Las mediciones de vapor de agua y de otras moléculas, tales como monóxido de carbono, sugieren que hay suficiente gas para alimentar el agujero negro hasta que crezca cerca de seis veces su tamaño. Pero no está claro que esto vaya a pasar, según los investigadores, ya que parte del gas puede terminar condensándose en estrellas o puede ser expulsado del cuásar. El estudio ha sido aceptado para su publicación en el Astrophysical Journal Letters.

Claro que, todo esto, la noticia en sí al igual que otras muchas que diariamente circulan por ahí, no pocas veces son aproximaciones de lo que en realidad es, y, con los datos que se han podido captar los científicos hacen sus propios cálculos y cábalas que los llevan a exponer “lo que ellos piensan” de este o aquel descubrimiento o suceso.

A mí me gustaría saber, a qué se refieren los científicos cuando afirman que ellos “conocen”, por ejemplo, lo que hay dentro del átomo, o, lo que pasó en los primeros tres minutos de la vida del Universo (cosa que nadie puede saber, toda vez que antes de que el tiempo llegara a cumplir el primer minuto de su vida, en lo que llamamos Tiempo de Planck, existe una zona oscura que no hemos podido desvelar y en la que no ha sido posible entrar con la lámpara del saber para descubrir lo que allí pudo pasar en esa primera fracción de tiempo). Y, si eso es así (que lo es), en realidad los científicos se están refiriendo a que tienen un modelo del átomo o del Universo temprano y que este modelo encaja con los resultados hasta ahora obtenidos por la observación y el experimento.

Por ejemplo: La ilustración -arriba- es un modelo que representa la estructura de una célula eucariota animal. Los modelos científicos se caracterizan porque son construcciones de la mente humana, y representan ideas o conceptos que se tienen sobre algún aspecto de la realidad. Los modelos científicos cumplen un papel importante en la construcción del conocimiento y la comprensión de los fenómenos naturales.  Ayudan a predecir, describir y explicar fenómenos naturales, objetos y estructuras;  y simplifican las observaciones haciendo más fácil trabajar con ellos, especialmente cuando se trata de  objetos que no se perciben a simple vista, como una estructura microscópica.  ¿Cómo se llega a determinar un modelo de la célula que no solo representa su estructura sino también su función? Sin duda, el desarrollo de instrumentos ópticos cada vez más precisos y de técnicas moleculares de visualización, han desempeñado un papel preponderante en estos logros científicos ya que permitieron conocer lo inalcanzable para el ojo humano.

BIG BANG

Para definir sucesos muy lejanos en el Tiempo, y, captar objetos que estaban allí presentes, nos valemos de instrumentos muy sofisticados tecnológicamente hablando, con múltiples funciones que pueden, captar la luz que desde allí fue radiada y, de esa manera podemos construir modelos que nos acerquen a lo que realmente pudo suceder.

este tipo de Modelo científico no es una representación de la cosa real, del mismo modo que un modelo de nave espacial no es, en sí mismo una nave espacial sino, su representación para que nos permita concoer cómo sería esa nave. Otros modelos son representados mediante  imágenes mentales que son descritas a través de ecuaciones matemáticas.

 

 

 

Cuando un científico afirma, por ejemplo, que el núcleo de un átomo está compuesto por por partículas denominadas protones y neutrones, lo que en realidad debería decir es que el núcleo del átomo se comporta, bajo determinadas circunstancias, como si estuviera formado por protones y neutrones. Los mejores científicos toman el “como si” como se lee, pero entienden que sus modelos son, efectivamente, sólo modelos; otros “científicos” olvidan a menudo esa diferencia crucial.

Por lo general, la gente cree que los científicos se dedican a efectuar experimentos para probar la exactitud de sus modelos con una precisión cada vez mayor -hacia posiciones con más decimales, más exactas- ¡En absoluto! La principal razón para llevar a cabo experimentos que demuestren predicciones previas no comprobadas es descubrir dónde pueden fallar sus Modelos. Encontrar defectos en sus modelos es la mayor aspiración de los buenos cioentíficos, ya que, de esa manera, saben en qué fallan y los pueden mejorar.

 

 

Es cierto que, a través de esos modelos, no pocas veces, hemos podido coger los conductos luminosos que transportan las respuestas a dealgunos de lo ecretos que del Universo queremos desvelar. Se experimento y se conforman modelos por ordenador o matemáticos que nos puedan expresar la realidad de aquellos resultados experimentales.

Recordemos al escocés James Clerk Maxwell que, partiendo del trabajo experimental del londinense Michael Faraday, descubrió el grupo de ecuaciones que describe la electricidad y el magnetismo dentro de la estructura de un único modelo. Son realmente aspectos  diferentes de la misma interacción, como las dos caras de una misma moneda.

mundo brana

 

Las fuerzas de la Naturaleza

 

 

Encontramos, sin embargo, grandes diferencias entre las distintas fuerzas de la Naturaleza. Por ejemplo, podemos contemplar varias diferencias genuinas e importantes entre la interacción gravitacional y la interacción electromagnética. La Gravedad es muchísimo más débil que el electromagnetismo. Toma la fuerza de toda la Tierra para sujetar un alfiler de acero al suelo, por ejmplo, pero un simple imán de juguete de un niño puede fácilmente vencer esta fuerza y elevar el alfiler.

Debido a que los electrones y los núcleos atómicos tienen carga eléctrica, y la fuerza de atracción de un sólo átomo sobre otro es tan profundamente pequeña que se puede ignorar, todas las interacciones significativas entre los átomos son electromagnéticas. De modo que las fuerzas electromagnéticas mantienen nuestro cuerpo unido y hacen trabajar nuestros músculos. Si recogemos una manzana de la mesa, las interacciones electromagnéticas en nuestros músculos están dominando a la interacción gravitacional entre la manzana y toda la Tierra. En un sentido real, somos más poderosos que un planeta, gracias a las interacciones electromagnéticas

La fuerza de Gravedad determina la atracción de los cuerpos

Claro que, aunque la Grqavedad es débil, tiene un largo alcance. La interacción entre el Sol y los planetas mantiene a los planetas en sus órbitas y a la Luna unida a la Tierra por los hilos invisibles de la fuerza gravitatoria. Ambas fuerzas, la Gravedad y el electromagnetismo, tienen el mismo alcance que se ha fijado en ∞ (infinito).

El mismo Sol es parte de un sistema de de miles de millones de estrellas que confroman nuestra Galaxia de un centener de miles de años luz de diámetro y que, a pesar de esa inmensidad, todos esos cuerpos están unidos por la Gravedad.

Pero la diferencia entre estas dos fuerzas es que se presentan en distintas variedades, que se cancelan las unas a las otras. En un átomo, la carga positiva del núcleo se cancela por la carga negativa de los electrones con lo rodean, siendo fuerzas equivalentes la positiva y negativa, el resultado final es cero que consigue la estabilidad del átomo.

Otra diferencia de estos dos fuerzas es que, la Gravedad siempre atrae, mientras que, el magnetismo, lo mismo atrae (fuerzas opuestas) que rechaza (fuerzas iguales). Más sutílmente, podemos ver que no todas las fuerzas afectan a todo del mismo modo. La Gravedad parece ser universal y afecta a todo. Pero las influencias eléctricas y magnéticas sólo afectan a determinados tipos de objetos. esta realidad fue de gran utilidad cuando los físicos empezaron a investigar dentro del núcleo.

 

 

Aquí se construyó un Acelerador de partículas como si de una obra de arte se tratara. Es el Fermilab que, ocupa 30 kilómetros cuadrados de campos de cereales reconvertidos, unso ocho kilómetros al este de Batavia. Illinois y situado a una hora de volante de al oeste de Chicago. En la entrada a los terrenos por la Pine Street hay una gigantesca estatua de acero de Robert Wilson, su primer director y el principal responsable de su construcción, un triunfo artístico, arquitectónico y científico. La escultura titulada Simetría rota, consiste en tres arcos que se curvan hacia arriba, como si fueran a cortarse en un punto a más de quince metros del suelo. No lo hacen, al menos no limpiamente. Los tres brazos se tocan, pero casi al azar, como si los hubieran construido diferentes contratistas que no hablasen entre sí. La escultura tiene un aire de un “ay” por que sea así, en lo que no es muy distinta de nuestro universo. Si se camina a su alrededor, la enorme obra de acero aparece desde cada ángulo desapaciblemente asimétrica. pero si uno se tumba de espaldas justo debajo de ella y mira hacia arriba, disfrutará del único punto privilegiado en el que la estructura es imétrica. la obra de arte de Wilson casa de maravilla con el Fermilab, pués ahí el trabajo de los físicos consiste en buscar las pistas de lo que sospechan es una simetría oculta en un universo de apariencia muy asimétrica.

El Edificio está inspirado en la Catedral Francesa que Wilson visitó, la de Beauvais, empezada en el año 1225, La catedral de Beauvais tiene dos torres separadas por el Prebisterio. El Wilson Hall, concluido en 1972, consta de dos torres gemelas (las dos manos en oración) unidas por galerias a distintas alturas y uno de los mayores atrios del mundo. El rascacielos tiene a la entrada un estanque donde se refleja con un alto obelisco en una de sus extremos. El obelisco, con el que terminaron las contribuciones artísticas de Wilson al Laboratorio, se conoce como la última construcción de Wilson.

Visto desde otro ángulo, el Fermilab ha logrado integrar la Ciencia con el Arte.

Sigamos con el trabajo. En lugares como este del Fermilab (también el CERN), se tienen preparadas instalaciones de alta tecnología y de una sofisticación de muy alto nivel, hay aparatos cuya sensibilidad podríamos comparar con lo más depurado en el arte de la finura técnica que el ser humano halla podido alcanzar.

                Por aquí circula plasma a muchos miles de Grados
Aquí se han llevado a cabo millones de pruebas y han tenido lugar infinidad de colisones de todo tipo. Los haces de partículas viajando a la velocidad de la luz se han encontrado en un punto dado y, tal choque, ha permitido recrear los primeros instantes del universo y ver, que partículas estaban allí presentes.

Después de la colisión, hay que desenredar la maraña

 

En realidad, estamos hablando de una empresa que crea energía pura (si se quiere m = E/c2 mejor que E = mc2) es en sí mismo de importancia crucial en nuestra comprensión del mundo subatómico. En esas colisiones surgen partículas nuevas que son producidas por altas energías en la colisión de nergía pura. La mayoría de las partículas creadas de ese modo, son inestables y se rompen en partículas menos masivas, con el tiempo, en los familiares protones, neutrones y electrones. pero el modo en que se rompen dan pistas sobre su estructura interna, y esto nos ha llevado a la mejora del Modelo. El primer paso fue encontrar un Modelo para describir la interacción fuerte.
Esta interacción confina a los quarks dentro de los nucleaones y es considerada la única interacción fuerte verdadera: la fueraza entre los nucleones, la interacción fuerte original, se ve como una traza más débil de esta interacción fuerte real, que se libera de los nucleones para afectar a sus vecinos. Una vez se hizo convincente el Modelo de Quark, los físicos fueron rápidamente capaces de enfrentarse al Modelo de la Interacción fuerte operando ente Quarks, porque si volvemos a los años cuarenta habían desarrollado un Modelo preciso exquisito sobre el modo en que las partículas cargadas eléctricamente como los electrones y los protones se afectan unos a otros a través de la interacción electromagnética.
             Heisenberg, Bohr y Einstein
“La incertidumbre, la discrepancia y la inconsistencia constituyen la moneda de cambio de cualquier disciplina científica viva.” Nada se debe dar por cierto, siempre hay que buscar dónde radica el fallo o la carencia de un Modelo, o, donde están los parámetros que sobran para eliminarlos o los que faltan para proceder a su incorporación. El Modeo que hoy nos describe el mundo, cuando mañana, las nuevas tecnologías nos permiten entrar a profundizar en lo que ese mundo es, podemos comprobar que, aquella teoría no estaba en lo cierto.
Sí, podemos decir sin lugar a equivocarnos que en la Física, nos podemos encontrar con muchos conceptos extraños y, sin embargo, la historia sigue y nos lleva mucho más allá de lo que nuestras mentes pueden comprender. Caemos en atolladeros que nos retienen, tratamos de salir, forzamos y tratamos de desprendernos de las ligaduras (fuertes ligaduras) de ignorancia que nos mantienen atados, y, con el paso del tiempo y mucho esfuerzo, a veces conseguimos zafarnos de ellas (sólo en parte) y dar un paso hacia adelante que nos lleva, de manera irremediable, ante otra gran maraña de ligaduras…¡Es tanto lo que no sabemos!
Sí todo esto nos puede resultar muy extraño. El mismo tipo de incertidumbre cuántica se traslada a otros ámbitos de las propiedades del mundo cuántico. El Principio de Incertidumbre de Hesinberg combinado con la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein (centrada en el espacio-tiempo) nos dice que si tomamos un determinado volumen de un espacio aparentemente vacío y lo miramos durante un determinado tiempo, no podemos estar seguros de cuánta energía contiene.
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No somos sólo “nosotros” los que no podemos estar seguros; como con la posición y el movimiento, la Naturaleza en sí misma no lom sabe. Durante un largo período de tiempo podemos estar seguros de que el espacio está vacío (o prácticamente vacío). Pero cuqanto más corto sea el período de tiempo involucrado, menos certeza podemos tener sobre la cantidad de energía dentro del volumen.
Estas entidades efímeras  las que llamamos partículas virtuales, y el proceso completo se denomina una “fluctuación del vacío”. En este Modelo, el “espacio vacío” o “vacío”, se entiende como agitándose activamente en la escala cuántica. En concreto una partícula cargada como un electrón está embebida en un mar de partículas virtuales y fotones, e incluso en sus cortas vidas las partículas interactúan con el electrón.
vACÍO
¿Qué no podrá salir de eso que llamamos vacío? ¿Quién ha estado allí para saber lo que realmente contiene?
Cuando la Electro Dinámica Cuántica (EDC) se adaptó para tener en cuenta la presencia de ese mar de partículas virtuales, hizo predicciones que encajaban con precisión con las propiedades de partículas cargadas medidas en experimentos. De hecho, los experimentos y el Modelo encajaban con precisión de una parte en diez mil millones, o de 0,00000001 por ciento. La única razón para que la precisión no sea incluso mucho mayor es que todavía no han sido ideados experimentos que lo permitan y lleguen mucho más lejos.
Claro que, las consecuencias de la existencia del cuanto mínimo de acción fueron revolucionarios para la comprensión del vacío. Mientras la continuidad de la acción clásica suponía un vacío plano, estable y “realmente” vacío, la discontinuidad que supone el cuanto nos dibuja un vacío inestable, en continuo cambio y muy lejos de poder ser considerado plano en las distancias atómicas y menores. El vacío cuántico es de todo menos vacío, en él la energía nunca puede quedar estabilizada en valor cero, está fluctuando sobre ese valor, continuamente se están creando y aniquilando todo tipo de partículas, llamadas por eso virtuales, en las que el producto de su energía por el tiempo de su existencia efímera es menor que el cuanto de acción. Se llaman fluctuaciones cuánticas del vacío y son las responsables de que exista un campo que lo inunda todo.

La realidad científica nos dice que, al menos en nuestro Universo, no existe nada vacío. Siempre, en todos los lugares que vemos y que no podemos ver, existirá la presencia de algo, y, no pocas veces, ese algo puede ser tan importante que merece la pena salir a buscarlo. Incluso, si algunas veces la búsqueda suponga algún peligro.

 

¿Quién sabe los maravillosos mundos que nos podemos encontrar?

 

Con frecuencia nos vemos hablando de fotones y de Gluones que son Bosones, o, de Electrones y Quarks que son fermiones y, a todos ellos los realcionamos con las interacciones y los campos de materia que llenan todo el espacio, haciendo más borrosa la distinción entre “partículas” y “fuerzas”. Pero existen diferencias. La principal diferencia entre estas dos familias es que los Bosones se pueden crear de energía pura sin límite -cada vez que se enciende una luz, billones y billones de fotones recien creados se desbordan por el lugar. Pero el número total de fermiones en el Universo se han mantenido inalterable.

Es increíble lo que supone sumergirse en el “mundo” de los modelos científicos y poder repasar algunos de ellos y lo que en realidad suponen, las consecuencias de los buenos modelos, mirar el resultado de las investigaciones y los experimentos y comparar las coincidencias con el Modelo elaborado para poder perfeccionarlo, esa es la verdadera misión de un buen científico, y, decir: “porque yo se que…” Mire señor, usted sólo sabe que no sabe nada. (Bueno, es una forma de hablar para destacar la enorme ignorancia con la que cargamos).

emilio silvera

La razón que podría esgrimirse de que del espacio vacío no broten hoy partículas fundamentales, es que nuestro espacio es muy plano y, en un espacio así, la ley de conservación de la energía impide el proceso. Pero en el universo muy primitivo el espacio era muy curvo, por lo que la conservación de la energía total carecía de sentido. Si el espacio es muy curvo, puede producirse una fluctuación cuántica del vacío que cree partículas fundamentales. Esa fluctuación podría «escaparse», creando las diversas partículas cuánticas que hoy identificamos con el Big Bang.
La razón que podría esgrimirse de que del espacio vacío no broten hoy partículas fundamentales, es que nuestro espacio es muy plano y, en un espacio así, la ley de conservación de la energía impide el proceso. Pero en el universo muy primitivo el espacio era muy curvo, por lo que la conservación de la energía total carecía de sentido. Si el espacio es muy curvo, puede producirse una fluctuación cuántica del vacío que cree partículas fundamentales. Esa fluctuación podría «escaparse», creando las diversas partículas cuánticas que hoy identificamos con el Big Bang.