Dic
29
¿Nuestro Futuro? Está determinado por el Principio de Incertidumbre
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
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Hace mucho tiempo que, los más grandes pensadores, filósofos, físicos, teólogos, y, la Ciencia en general, se pregunta por nuestro futuro, ya que, conocedores de que la armonía tanto de la Sociedad como de la propia Tierra, tendrá su fin, y, se piensa en una gran expedición de elegidos en una nave-ciudad, que garantice la preservación de la especie en un mundo en el que, pudiera surgir el florecimiento de la semilla levada desde la Tierra.

- No hay un camino único predefinido: Al igual que una partícula no tiene una trayectoria fija, el futuro humano no está escrito; cada decisión crea una nueva realidad probabilística, no una única certeza.
- El acto de medir influye: Al enfocarnos en un aspecto del futuro (ej. seguridad económica), quizás perdamos precisión en otros (ej. espontaneidad o conexión emocional), y viceversa.
- La incertidumbre como motor: La imposibilidad de predecir todo no es una limitación, sino una invitación a la acción, la creatividad y la adaptación, aceptando que el futuro se construye en la interacción, no en la mera observación.
- Del mundo cuántico al existencial: Si bien la física cuántica describe partículas, su analogía sugiere que la complejidad humana y social opera con una “indeterminación” inherente, donde las respuestas absolutas no existen, y la vida se vive en la posibilidad y la reinvención.

La Humanidad tendrá que recorrer un largo, larguísimo túnel temporal tratando de llegar a ese “mundo” incierto.

- TRAPPIST-1 Sistema: Tres planetas (e, f, g) en la zona habitable, orbitan una estrella enana ultra-fría a 40 años luz, con tamaños similares a la Tierra o Venus.
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- Kepler-452b: Conocido como “primo de la Tierra”, es un 60% más grande y orbita una estrella similar al Sol, recibiendo energía similar.

- Gliese 667 Cc: Un exoplaneta rocoso en la zona habitable de una estrella enana roja, con una masa similar a la Tierra.

- Kepler-442b: Otro candidato terrestre en la zona habitable, con un tamaño un poco mayor que la Tierra.

- Teegarden b y c: Dos mundos que orbitan una estrella cercana (Teegarden’s Star) y tienen masas similares a la Tierra, podrían tener agua líquida.


- K2-18 b: Un “sub-Neptuno” interesante donde se detectó metano y dióxido de carbono, aunque su naturaleza atmosférica es debatida.

- Gliese 12 b: Un exoplaneta cercano (40 años luz) de tamaño intermedio entre la Tierra y Venus, en la zona habitable, con una temperatura de superficie estimada.
- Zona Habitable: Es la región alrededor de una estrella donde las condiciones podrían permitir agua líquida en la superficie de un planeta.
- “Potencialmente Habitable”: Significa que cumple con ciertos criterios (tamaño, distancia a su estrella) para ser candidato, pero no es una garantía de vida.
- La Tierra: Hoy por hoy, es el único planeta confirmado con vida y habitable, aunque se siguen buscando “análogos a la Tierra”.
Así las cosas nos vemos abocados a someternos a ese Principio de Inseguridad de lo que podría ser nuestro Futuro.
El Principio de Incertidumbre de Heisenberg, clave en física cuántica, establece que no podemos conocer simultáneamente y con precisión absoluta la posición y el momento (velocidad) de una partícula, y aunque se aplica al mundo subatómico, su filosofía resuena en el futuro humano: nuestro destino no está pre-escrito con certeza; el futuro es inherentemente incierto y probabilístico, no determinista, permitiendo el libre albedrío y la transformación, donde el “conocimiento” de un aspecto (una elección) limita el conocimiento exacto de otro (la consecuencia total).

Todo será cuestión de Tiempo, ese Ente intangible y desconocido que determina los sucesos y el destino de todos y de todo.
Los filósofos abordan el futuro lejano desde perspectivas diversas: algunos, como Martin Rees o pensadores contemporáneos, alertan sobre los peligros de la ciencia y la tecnología sin ética, la crisis ecológica y la posibilidad de un fin de la civilización humana o incluso la vida en la Tierra (agotamiento solar). Otros, como Aristóteles, veían el futuro como contingente y abierto a eventos fortuitos, mientras corrientes como el largoplacismo enfatizan nuestra responsabilidad ética hacia las generaciones futuras, a menudo invisibles, construyendo el futuro desde el presente, no prediciéndolo, y enfocándonos en la construcción activa, no en la lucha contra lo viejo, para un futuro mejor.

- Fin cósmico: La vida en la Tierra eventualmente desaparecerá cuando el Sol se convierta en gigante roja, y el universo mismo se enfriará y oscurecerá, terminando en un estado de máxima entropía y agujeros negros, según física y filosofía cósmica.
- Riesgos tecnológicos y ecológicos: Filósofos como Martin Rees (astrofísico y futurista) advierten que la aplicación indebida de la ciencia y la tecnología podría ser nuestra mayor amenaza, superando riesgos naturales, y que debemos actuar en el presente para un futuro sostenible.
- Construcción activa: En lugar de predecir, debemos actuar hoy. El futuro no es un destino fijo, sino algo que se construye con nuestras acciones presentes, enfocando la energía en crear lo nuevo, no solo en resistir lo viejo (inspirado en Sócrates).
- Responsabilidad a largo plazo (Largoplacismo): Nuestras acciones tienen consecuencias vastas. Debemos considerar a las incontables generaciones futuras que existirán y asumir una responsabilidad ética profunda por sus condiciones de vida.
- El futuro abierto: Aristóteles argumentaba que el futuro es incierto y no está predeterminado, lo que implica que eventos fortuitos pueden desviarlo, dando lugar a infinitas posibilidades, no un único destino.





Sí, es probable que el camino sea el que nos describen en el Video de arriba, y, todo eso nos hace pensar que, ¡El Futuro siempre será Incierto! La Naturaleza es sabia y no permite que sepamos lo que pasará mañana, lo que evita que no se produzcan comportamientos no deseados.
















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