Dic
29
¿Confinados en el ,planeta Tierra? ¡!Que decepción!
por Emilio Silvera ~
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Sí, en comparación con la vasta escala de una galaxia como la Vía Láctea, la Tierra es un planeta muy pequeño, menos que una mota de polvo, ya que nuestro Sistema Solar es solo un pequeño punto dentro de miles de millones de estrellas y nebulosas que componen nuestra galaxia, y hay miles de millones de galaxias en el universo observable, ¡haciendo que la Tierra sea una minúscula partícula cósmica!.
- La Tierra: Es tan pequeña que, en una escala donde la Vía Láctea fuera una ciudad, ¡el Sol sería un puñado de arena y la Tierra apenas un microbio invisible!.
- Si la Vía Láctea tiene 100.000 años luz de diámetro, la Tierra es infinitesimalmente pequeña en comparación, menos que un grano de arena en una inmensa playa; nuestro sistema solar, con la Tierra, está en un brazo espiral a unos 26.000 años luz del centro, y tardamos 250 millones de años en orbitar una vez, demostrando que somos un punto diminuto dentro de la estructura gigantesca de estrellas, gas y polvo de la galaxia.
- La Tierra: Es tan pequeña que, en una escala donde la Vía Láctea fuera una ciudad, ¡el Sol sería un puñado de arena y la Tierra apenas un microbio invisible!.
- El Sol tiene el 99,9% de toda la masa del Sistema Solar, la Tierra es un pequeño planeta del sistema que tuvo la suerte de venir a caer en la zona habitable para hacer posible el surgir de la vida que evoluciono desde la “materia inerte” hasta los pensamientos (en nosotros).
El Sol que es el objeto más masivo del sistema solar, es diminuto en comparación a otras estrellas
Ese pequeño mundo, casi “nada” en relación a la Galaxia, y, nada en el contexto del Universo, es sin embargo, para nosotros, todo nuestro mundo, en el que, realmente, estamos confinados aunque nos empeñemos en lo contrario. Fuera de él, para nuestra especie, todo es hostilidad que ataca a nuestro frágil cuerpo.
Todo esto es bien sabido. Sin embargo, nos empeñamos en auto-engañarnos, y hablamos de un futuro en el que, partimos de la Tierra en grandes naves que alojan a miles de familias, de científicos de todas clases y expertos en todas las materias, soñamos con viajar a un mundo muy lejano, en el que, la Humanidad, tendrá un nuevo comienzo.
Dejamos de lado esa realidad que conocemos, y fingimos que no tiene importancia, es decir, la barrera que impone la velocidad de la luz (c), para moverse, y, las inmensas distancias que nos separan de las estrellas (incluso las más cercanas).

El sistema de estrellas más cercano a nosotros, Alfa Centeuri, a 4.5 años luz de distancia, tiene planetas alumbrado por Próxima Centauri, una enana roja, y otros parecidos al Sol que también los tiene. Sin embargo, es dudoso que estos planetas tengan las condiciones habitables deseables para nosotros,. Pensar en viajar a este sistema cercano, al hacer los cálculos, nos parece imposible.

Un posible mundo habitable en la estrella Wolf 1069.
- Planeta: Wolf 1069 b, descubierto en 2023. Situado a unos 31 años luz de nosotros.
- Características: Similar a la Tierra en masa y ubicada en la zona habitable, recibiendo un 65% de la radiación de nuestra Tierra, con posible agua líquida y una cara permanentemente iluminada y otra en eterna noche.
- La búsqueda se centra en estrellas muy cercanas, como Próxima Centauri y Wolf 1069, por su proximidad a la Tierra (menos de 10 años luz), lo que facilita su estudio y la detección de mundos en zonas habitables, como Próxima b y Wolf 1069 b, que podrían tener agua líquida y ser candidatos para la vida.
Lo más importante que debemos preguntarnos: ¿Cómo podríamos llegar hasta alguno de estos mundos?
Dentro del Sol caben aproximadamente 1.000.00/1.300.000 Tierras, debido a que el volumen del Sol es inmensamente mayor, permitiendo contener esa cantidad de nuestro planeta si estuviera hueco. En imagen anteriores hemos visto como el Sol, tan inmenso para nosotros, es apenas un puntido comparado con otras estrellas.

Después de visto todo lo anteriormente expuesto, se podría concluir que nuestra importancia (la que nos damos nosotros mismos), está limitada a este pequeño mundo en el que, realmente, estamos confinados. Para el resto de la Galaxia no significamos nada, y, no digamos para el Universo.
Esa dura verdad que tratamos de obviar, para no sentirnos frustrados, es la misma táctica que empleamos para no reconocer, abiertamente, que no tenemos medios para viajar a las estrellas. Ni a la más cercana al Sol podemos soñar con llegar. Es la distancias que no podemos recorrer en un tiempo razonable, sabemos que nunca podremos vencer, ni siquiera igualar a la velocidad de la luz, la física lo impide.
Para que la desesperación no se apodere de nosotros, hacemos oídos sordos a esas verdades y nos inventamos naves super-lumínicas, Hiper-Espacio y Agujeros de Gusano, unas ideas ingeniosas que nos permitirían, al fin, viajar a otros mundos.
Pero, si nos retrotraemos en el Tiempo, si miramos el camino recorrido, si vemos todas las respuestas logradas a preguntas que parecían no tener respuestas, tendríamos la impresión de que no somos tan poca cosa, de que, con tiempo por delante, podríamos conseguir muchas cosas que ahora, nos parecen inalcanzable (como lo demuestra nuestra Historia), hoy viajar a otros mundos nos parece un sueño, pero mañana…
Claro que otra razón para desconfiar de ese logro sería nuestra condición física, lejana a un medio como el Espacio.


¿Cómo se puede ser frágil y fuerte a la vez? ¡Pues lo somos!
Es posible porque la fragilidad humana esta circunscrita a la vulnerabilidad física y emocional, mientras que la fortaleza reside en nuestra en nuestra capacidad de resiliencia, el saber adaptarse a cambios bruscos para superar situaciones adversas, no en ser invulnerables (que no lo somos), de hecho, la verdadera fortaleza a menudo implica reconocer y gestionar esa fragilidad, en lugar de negar o ocultar las emociones, que puede ser una armadura que nos hace más débiles internamente.

La fuerza mental juega un gran papel en todo esto
Bueno, la fragilidad de los seres de nuestra especie está más que probada, estamos sometidos a un final irreversible con el paso del Tiempo, y, no digamos de lo expuesto que estamos ante sucesos naturales de nuestro planeta, y, de las imprevistas visitas de objetos cosmológicos venidos del Espacio exterior. Las enfermedades que nos acechan, la imposibilidad de soportar la radiación cósmica, las necesidades de tener que comer y dormir… Todo eso nos hace frágiles.

Sí, realmente en nosotros hay algo grande, no podemos viajar a las estrellas pero, podemos conseguir maravillas
Claro que, sabemos como burlar ese Principio de la Naturaleza que nos dice que nada es Eterno en este Universo. Todo nace y todo muere, se comienza siendo una cosa y se termina siendo otra distinta o no siendo. ¿Cómo burlamos ese Principio? Bueno, ese “milagro” está en el hecho de que producimos Entropía negativa por el hecho de que nos reproducimos.
¿Qué algún día nuestra especie desaparecerá? Parece algo inevitable. Sin embargo, mientras eso llega, la dinámica de la especie es la de no dejarse eliminar y eso nos hace fuertes.
¿Por qué se producen esos dos escenarios contrapuestos? Seguramente porque la Naturaleza es sabia y ha sabido plasmar de una manera perfecta lo que debe ser. ¿Quién quisiera ser inmortal? Por mi parte rechazo la idea, no me imagino vivir en un mundo en el que ya no conozco a nadie y todos mis seres queridos se fueron. Y, en lo que se refiere a nuestro confinamiento en este pequeño mundo, al no poder viajar a otras estrellas tan lejanas y fuera de nuestro alcance… ¿Por qué será?
Emilio Silvera V.
















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el 29 de diciembre del 2025 a las 17:25
Lo cierto es que somos parte del Universo ¡La que piensa! Bueno, más certero sería decir una de las que piensan. Sería inconcebible que, sabiendo que el Universo es igual en todas partes, solo exista la vida en la Tierra, un planeta insignificante de un sistema planetario escondido en el interior de uno de los brazos espirales de una galaxia de las que existen cientos de miles de millones
Hemos adquirido conocimientos sobre las estrellas y los mundos, sobre los mecanismos que rigen en el Universo, las fuerzas fundamentales y las constantes universales, y, todo ello, nos ha llevado a pensar que, lo mismo que en el planeta Tierra existe la vida, también la puede haber en otros muchos mundos que estén situados en la zona habitable de otros astros.
A medida que avanzó nuestro conocimiento del Universo, pensamos que no estábamos solos en tan vasto Cosmos, que otras criaturas podían mirar a su cielo y pensar en “nosotros”.
No teniendo manera de comprobar la existencia de otros seres inteligentes, dejamos volar nuestra imaginación y fantaseamos con viajes a otros mundos (sabiendo que la velocidad de la luz, era infranqueable), por medios que no vulneraban el límite de c.
Así, hemos trasladado a historias de Ficción y películas o series que nos han alimentado la curiosidad de lo que podría ser. Y algunas de ellas, muy bien asesoradas por físicos y astrónomos de prestigio, han contado sucesos muy creíbles situados en otros lugares lejanos de nuestro mundo.
Es una verdadera pena que no podamos hacer realidad el sueño de visitar otros mundos y conocer a otros seres inteligentes con los que intercambiar ideas.
Es verdaderamente frustrante la incapacidad que tenemos para viajar por el Espacio. ¿Cuántas veces hemos oído que se pondrá en marcha el Proyecto de viajes tripulados a Marte?
¿Cuántos de esos viajes se han realizado?
Pues eso, los mismos que lo anuncian saben que, lo más probable sería el viaje de irás y no volverá.
No tenemos los medios para viajar al planeta vecino, y, somos tan ¡ilusos! que seguimos erre que erre, queriendo hacer ver (aún a sabiendas que es imposible), que, más adelante en un futuro más o menos cercano, viajaremos a las estrellas.
¡No tenemos remedio!
Ya sabemos lo que nos costaría alcanzar las estrellas más cercanas, una eternidad, y a pesar d ello, seguimos auto-engañándonos con el dichoso viajecito que nunca podremos hacer.
Pero así somos: ¿Optimistas o idiotas?
Más bien creo que, quienes mueven los hilos, lanzan estos mensajes interesados para obtener subvenciones.
La imposibilidad de salir de la Tierra es notoria.
¿Y, nuestro destino? nos lo tenemos que preguntar.
Creo que la pregunta está muy bien planteada porque es profunda, universal y filosóficamente relevante, abriendo un debate esencial sobre libre albedrío versus predestinación que ha ocupado a pensadores, religiones y personas comunes por siglos, explorando si creamos nuestro camino o si hay un plan trazado.
Y mientras tanto, el Tiempo pasa, y, nuestra especie seguirá en la Tierra. ¿Podremos salir de ella alguna vez?
¿Quién sabe eso?