Ene
31
Divagando con los pensamientos
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Divagando ~
Comments (2)


Es una de las grandezas del ser humano, el sentimiento del Amor. Es el que salva la especie de tantos y tantos defectos como tiene y, por ese camino del más profundo de los sentires, viajamos por el camino de la auténtica lealtad y de la verdadera entrega. El Amor, cuando es verdadero, nos lleva a poder preservar a nuestra especie y hacer posible que perdure a través de los tiempos.
Muchos han sido los símbolos del Amor que han surgido a lo largo de la Historia y, algunos, han quedado para la posteridad como el Romeo y Julieta de Shakespeare, Los Amantes de Teruel, Shah Jehan y Muntaz Mahal, Cleopatra y Marco Antonio, Tristán e Isolda, Napoleón Bonaparte y Josefina de Beauharnais, Katherine Hepburn y Spencer Tracy, Salvador Dalí y Gala, Marilyn Monroe y Arthur Miller, Hamlet y Ofelia, Zeus y la mortal Sémele, María Callas y Aristóteles Onassis, Calisto y Melibea, Abelardo y Eloisa… Y, muchos más que, sacados de la vida real o de la imaginación del escritor o el poeta, han perdurado por los siglos al contarnos historias que, realzaron el Amor hasta su más alto límite e incluso llegaron a la muerte por Amor.
La historia o leyenda de los Amantes de Teruel cuenta la historia de amor entre dos jóvenes turolenses, Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla, conocido a partir de las recreaciones del teatro barroco como Diego. Desde 1996 se celebra en Teruel, como recordatorio de la tradición, la festividad de Las Bodas de Isabel de Segura.
En los primeros años del siglo XIII vivían en la ciudad de Teruel Diego (Juan) de Marcilla e Isabel de Segura, cuya temprana amistad se convirtió pronto en amor. No querido por la familia de Isabel, debido a que carecía de bienes, el pretendiente consiguió un plazo para enriquecerse. Así pues, partió a la guerra y regresó a Teruel justo cuando había expirado el plazo. Para entonces, Isabel ya era esposa de un hermano del señor de Albarracín. Pese a tal hecho, Juan logró entrevistarse con Isabel en su casa y le pidió un beso; ella se lo negó y el joven murió de dolor. Al día siguiente se celebró el funeral del joven en San Pedro; entonces, una mujer enlutada se acercó al féretro: era Isabel, que quería dar al difunto el beso que le negó en vida; la joven posó sus labios sobre los del muerto y repentinamente cayó muerta junto a él.
Incluso el Amor entre Salomón y la Reina de Saba ha sido descrito tanto en la Biblia como en el Corán, el legendario romance ha dado pie a lo largo de la historia para generar desde poesía épica hasta superproducciones hollywoodenses, pasando por supuesto por novelas y magníficas óperas. Ahora bien, lo que no se sabe con absoluta seguridad, más allá de la identidad y la nacionalidad de la bella reina, es si realmente existió o simplemente ha sido una extraordinaria leyenda que comenzó a gestarse antes de Cristo y continúa hasta nuestros días. De todos modos, muchas son las historias que se cuentan de ella y aunque ni la nacionalidad ni su nombre están claros, podemos decir, por ejemplo como ya se dijo anteriormente que los árabes la conocen como Bilquis, los griegos como Minerva Negra, y para los etíopes es Makeda.
Cabe destacar que arqueólogos alemanes han encontrado los restos del palacio de la legendaria reina de Saba en la localidad de Axum, en Etiopía, y desvelado con ello uno de los mayores misterios de la antigüedad, según ha anunciado la Universidad de Hamburgo. Las investigaciones han revelado que el primer palacio de la reina de Saba fue trasladado poco después de su construcción y levantado de nuevo orientado hacia la estrella de Sirius, destacan en un comunicado los arqueólogos que han encontrado los restos de esta residencia del siglo X a.C. bajo el palacio de un rey cristiano. Según su hipótesis, Menelik I, rey de Etiopía e hijo de la reina de Saba y del rey Salomón de Jerusalén, fue quien ordenó levantar el palacio en su lugar final. El hallazgo de este palacio resuelve algunos de los misterios que rodean a esta reina, sobre la que hablan centenares de leyendas, relatos de la Biblia o del Corán.
En la mitología griega, Narciso era un joven conocido por su gran belleza. Acerca de su mito perduran varias versiones. En primer lugar, hablaré de la versión helénica del mito.
Se trata de una historia moral en la que el orgulloso e insensible Narciso es castigado por los dioses por haber rechazado a sus pretendientes masculinos. Se cree que es una historia moralizante dirigida a los adolescentes griegos de la época. Hasta hace poco la única fuente de esta versión era un fragmento de Pausanias (9.31.7), 150 años posterior a Ovidio. Una versión muy similar fue descubierta en el llamado “Papiro de Oxyrhynchus” en el año 2004, una versión muy anterior a la de Ovidio en al menos unos cincuenta años.
En la historia helénica el joven Ameinias ama a Narciso pero es rechazado cruelmente por él. Como una forma de burlarse de Ameinias, Narciso le entrega una espada, que Ameinias utiliza para suicidarse ante las puertas de la casa de Narciso, mientras reza a la diosa Némesis pidiéndole que Narciso un día conozca el dolor del amor no correspondido.
Esta maldición se cumple cuando Narciso se enamora de su propia imagen reflejada en un estanque e intenta seducir al hermoso joven sin darse cuenta de que se trata de él mismo hasta que intenta besarlo. Entristecido de dolor, Narciso se suicida con su espada y su cuerpo se convierte en una flor.
La versión romana es distinta. En la versión contada por Ovidio, la ninfa Eco se enamora de un vanidoso joven llamado Narciso, que era hijo de la ninfa Liríope (“la que tiene forma de lirio”). Céfiso, un dios del río, se había sentido atraído por Liríope y la había rodeado con sus corrientes, atrapándola y concibiendo un hijo con ella.
Preocupada por el bienestar de su hijo, Leirope decidió consultar al vidente Tiresías sobre el futuro de su hijo. Tiresías le dijo a la ninfa que Narciso viviría hasta una edad avanzada mientras nunca se conociera a sí mismo.
Tiresías predijo que si se veía su imagen en un espejo sería su perdición, y así Liríope evitó siempre espejos y demás objetos en los que su hijo pudiera verse reflejado. Narciso creció así hermosísimo sin ser consciente de ello, y haciendo caso omiso a las muchachas que ansiaban que se fijara en ellas.
Un día mientras Narciso estaba cazando ciervos, la ninfa Eco siguió sigilosamente al hermoso joven a través de los bosques, ansiando dirigirse a él pero siendo incapaz de hablar primero, ya que la diosa Hera la había maldecido a sólo poder repetir lo que otros decían. Cuando finalmente Narciso escuchó sus pasos detrás de él preguntó: “¿Quién está ahí?” y Eco respondió: “¿Quién está ahí?”, y continuaron hablando así, pues Eco sólo podía repetir lo que otros decían, hasta que Eco se mostró e intentó abrazar a su amado. Sin embargo, Narciso rechazó a la ninfa y le dijo vanidosamente que le dejara en paz, y se marchó dejándola sola. Eco quedó desconsolada y pasó el resto de su vida en soledad consumiéndose por el amor que nunca conocería hasta que sólo quedó su voz.
Por lo que se refiere a Narciso, un día sintió sed y se acercó a beber a un arroyo, quedando fascinado por la belleza de su reflejo, por lo que no se atrevió a beber por miedo a dañarlo e incapaz de dejar de mirarlo. Ovidio escribió: “No sabe qué es lo que ve, pero lo que ve le quema”. Finalmente murió de inanición contemplando su reflejo y la flor que lleva su nombre creció en el lugar de su muerte.
El Amor siempre dio mucho juego y su variedad es inmensa, muchas son las clases de amores que podemos sentir y, sin embargo, el que nos lleva a crear una familia… es ¡El auténtico Amor! El del Hombre por la Mujer y por los hijos que vendrán, frurto de ese Amor verdadero.
¿Explicar el Amor? Bueno, muchos han sido los poetas que lo intentaron y, aunque algunos estuvieron cerca, relatar un reflejo literal de lo que el Amor es, nunca resultó fácil y, fueron porecisamente aquellos que lo sintieron profundamente los que, al ser aceptados o rechados… lo pudieron expresar mejor.
¿Cómo explicar los colores
a quien jamás los vio?
¿Cómo explicar la música
a quien jamás la oyó?
¿Cómo explicar el amor
a quien jamás lo conoció?
¿Como explicar que es razón para vivir,
o, razón para morir?
Por ejemplo leyendo Bécquer gira casi en su totalidad, en torno a la figura de la mujer, ciclos, temática, y dualidades, surgen del amplio universo femenino, y de las relaciones impregnadas de amor y de fatalidad que desencadenan, pero cierto es, que en ambos autores, la mujer transciende la mera función de musa inspiradora de todo un corpus literario, es decir, no se conforman únicamente con desempeñar el rol de damas inalcanzables o las simples destinatarias de poemas adulatorios, sino que arrastran al poeta a un torbellino casi místico y desgarrador, a la condena gloriosa de inmortalizarlas en su obra, no se resignan a ser el convidado de piedra o la musa inerte y volátil de unas rimas, son mujeres de piel y sangre que se cruzaron en el camino de la poesía y en el de la vida de nuestros autores. Así pues, la mujer no nace de la poesía, sino que la poesía nace, vibrante y arrolladora, de ellas.
“Para que lo leas con tus ojos grises,
Para que lo cantes con tu clara voz,
Para que llenen de emoción tu pecho
Hice mis versos yo.
Para que encuentres en tu pecho asilo
Y los des juventud, vida y calor,
Tres cosas que yo (ya) no puedo darles
Hice mis versos yo.
Para hacerte gozar con mi alegría,
Para que sufras tú con mi dolor,
Para que sientas palpitar mi vida,
Hice mis versos yo.
Para poder poner ante tus plantas,
La ofrenda de mi vida y de mi amor,
Con alma, sueños rotos, risas, lágrimas,
Hice mis versos yo.”
De Bécquer, siempre me gustó aquel verso de aquellos amantes que por razones del destino se tuvieron que separar y tomar caminos diferentes pero, aunque el tiempo pasó y estaban separados, él con voz lastimera decía algo así:
A veces tomamos decisiones equivocadas que nos pesan toda la vida
Si alguna vez te encuentra en la vida,
Y pasa junto a mí, pasa riendo.
A mis labios asoma una sonrisa de dolor,
Y, entonces pienso, ¿Acaso ella sonríe como sonrío Yo?
Sí, pudimos evolucionar y llegar a sentir el amor, ese motor que mueve el mundo
¿Cómo se puede explicar el amor? El materialismo no puede hacerlo. Ni los átomos, ni las moléculas, ni las células resuelven el problema. ¿Quién está capacitado para explicar el sentir de las neuronas? ¿Qué mecanismo nos mueve al amor? ¿Cómo es ese vínculo tan fuerte?
Al igual que la fuerza invisible y poderosa del electromagnetismo y la gravedad, la del amor también está ahí, y cuando es verdadero el sentimiento, la fuerza es mayor que las cuatro fuerzas de la naturaleza juntas. Si estamos dispuestos a entregar la vida, ¿hay algo más fuerte que eso en el universo? Creo que no.
¿Qué explica la turbadora resonancia “espiritual” de una caricia?
¡Nada!, pero ocurre. Al igual que el suave pasar de los dedos sobre el teclado del piano nos ofrece una melodía que eleva nuestra alma, una caricia del ser amado no sólo nos hace sentirnos bien, es algo más grande y más elevado, nos hace mejores.
La verdadera experiencia del amor es misteriosa y está más allá de la mera sexualidad e incluso de la misma razón; es tan grande y profundo este misterio que en realidad se escapa de nuestro entendimiento, y de ningún modo puede expresarse en términos de biogenética. Son cuestiones de la mente que no hemos llegado a comprender y que está muy por encima de las simples cuestiones materiales.
Qué razón tenía aquel que dijo: “No sólo de pan vive el hombre”. La metáfora lo dice todo.
Bueno, la frase queda bonito pero, el Amor hay que expresarlos cada día…¡de tantas maneras!
Platón también negó rotundamente esa reducción a lo físico y hablaba de un infinito inventado, algo transfigurado a través del amor, la llave que abre el corazón humano.
En el ámbito humano, después del amor con mayúsculas (no todos son capaces de amar), la ética es el arte de lo mejor y la cultura es su cultivo, que tiene un medio ideal en los libros que, desde las historias infantiles, de fantasía, de conocimiento científico o de cualquier temática, siempre, en cada momento de nuestras vidas, nos aportan algo para que seamos mejores.
La verdad es que en los tiempos que vivimos, la cultura es difícil y encuentra poca tierra de cultivo. Prima la zafiedad. Programas de televisión de los que podemos sentir vergüenza. Se ha perdido el pudor y el respeto, y los valores tradicionales se están perdiendo, y vamos, si alguien no lo remedia, hacia una sociedad del vale todo.
Parece mentira que se pueda llegar a tal degradación Humana ¿Qué tienen en sus cabezas?
No existe moralidad colectiva, y en aquellos casos aislados en que está presente, sus poseedores son mirados por los demás como bichos raros y llegan a procurar aislarlos en ese mundo de moral y honestidad que ellos ni entienden ni quieren.
Aunque -parcialmente- somos libres de elegir, la verdad es que la mayoría está condicionada por el medio; una realidad que les arrastra y no tienen ni la personalidad ni la fuerza para escapar del torbellino que irremisiblemente los engulle.
Tenemos que enseñar a los niños a leer, aprender a decir no en el momento oportuno. Un no en ese momento delicado de sus vidas puede ser la diferencia entre
ser feliz o ser un desgraciado.
La educación tiene su seno en el núcleo familiar; allí es donde todo se cuece, y los niños se miran en el espejo de los padres. Aquellos que dejan sus obligaciones y trasladan la responsabilidad a los maestros y la escuela, mal lo llevan. En los Centros educativos se enseñan otras cosas.
No existen soluciones mágicas. Todo es disciplina y trabajo. Sin sacrificio nada conseguimos nunca. Es la constancia y el querer conseguirlo lo que finalmente nos trae el resultado. Lo que tú hagas es lo que recibirás; ésa es la única y cruda realidad.
Si te esfuerzas hoy, recogerás el resultado mañana. Todo lo que pasa es fruto de lo que pasó
Lo cierto es que, ni el saber ni tampoco el Amor, llegan a través de fluctuaciones cuánticas, aunque algunos, relacionan el comportamiento de nuestros cerebros con esa extraña teoría de lo muy pequeño, y, desde luego, la Química y la Física, ¿qué duda cabe? están presentes en todos los procesos que sentimos los seres humanos y, el Amor, es uno de ellos que, sin ser material, si proviene de lo tangible.
Sí, muchos han sido los símbolos ideados para significar la Libertad
¿Qué es la libertad? Yo la entiendo como el poder de hacer en todo momento lo que desees (siempre que respetes los derechos y libertades de los demás), y la verdad, en ese sentido la libertad no existe. ¿Quién puede hacer eso? Los padres estamos supeditados a los hijos; la mujer y el hombre están supeditados a sus estudios y a sus trabajos. El banquero está supeditado a conservar e incrementar su dinero. El gobernante está sometido (es un decir) a procurar el bien común y los Jueces a impartir justicia, siendo así, la libertad que tenemos es parcial e intermitente, nunca general y continua. Sí, tenemos un amplio margen para elegir nuestro camino en la vida, y algunos, ni eso han tenido.
Muchos esquivaron el camino al confundir el bien con el placer o este con la felicidad. Estos conceptos que, mal entendido, nos puede llevar a la ruina. El deseo constante de placer artificial puede convertir el equilibrio de la mente humana en algo peligroso e inestable.
Estas cosas que aquí comento ahora, creo que en el fondo son conocidas por todos, y sin embargo, pocos las cumplen, y por no prescindir de sus pequeños placeres (el bar y los amigos, la fiesta sin fin, acompañar a su equipo de futbol dejando a la familia desamparada, etc.) dejan arruinar las vidas de sus hijos que dejan acompañados de esa fatídica maquinita de juegos infernales que, aun costando una pequeña fortuna, les compran para que les dejen tranquilos.
Hablemos de cosas materiales
Los átomos y moléculas de las que estamos formados (elementos creados en las estrellas), es probable que sean comunes a organismos de cualquier otro lugar del universo. Pero la manera específica en que estas moléculas se juntan y las formas específicas y fisiológicas de los organismos terrestres pueden ser sumamente diferentes de lo que es corriente en nuestro planeta, a consecuencia de sus diferentes historias evolutivas.
Cuando tratamos de considerar cuáles han de ser las estrellas a estudiar y examinar buscando posibles señales de radio dirigidas a nosotros desde planetas lejanos, generalmente se presta más atención a estrellas semejantes a nuestro Sol, alegando, con razón, que la búsqueda e investigación deben iniciarse con un tipo de estrella en la que sepamos con certeza que hay vida (la estrella que tiene un sistema planetario y que en uno de sus planetas ha surgido la vida, la única conocida, es nuestro Sol). De esta manera, se buscan signos de vida inteligente en estrellas como (y parecidas a) la nuestra. El proyecto Ozma fue el primer intento para
buscar señales de radio en las estrellas Tau Ceti y Épsilon Eridani, ambas estrellas con masa, radio, edad y composición muy parecidas a las de nuestro Sol.
Esas señales que nunca llegan
Pero limitar la búsqueda a una exclusividad de este tipo de estrellas sería un error. Hay estrellas con menos masa y luminosidad que la de nuestro Sol que tienen existencias más antiguas, y por tanto evolucionadas en un mayor grado. Estas estrellas diminutas o “enanas” K y M pueden tener miles de millones de años más que el Sol.
Si suponemos que cuanto más larga sea la vida de un planeta, más inteligentes serán (por evolución) los organismos que en él se han desarrollado, entonces debemos dirigir nuestra atención a las estrellas no sólo G, sino también a las K y M, evitando el impulso ególatra de que la única vida existente en el universo, por fuerza, será como la nuestra. ¡Un error enorme!
Enana roja y planeta habitable
Es verdad que este tipo de estrellas con planetas a su alrededor, podría objetarse que son mundos más fríos que la Tierra, y que la vida en ellos es menos probable. Claro que este diagnóstico parte de un error muy común en nosotros; pensamos en un tipo de vida similar o muy parecido al nuestro, y además, al ser las estrellas más pequeñas, generan una fuerza de gravedad menor y los planetas están mucho más cerca del Sol que los de nuestro sistemas solar, con lo cual, puede que la cercanía equilibrase la balanza y no los haga tan fríos como creemos. En realidad, en el cosmos existen muchas más estrellas K y M que estrellas G.
Carl Sagan, enamorado de todos estos problemas del universo, nunca descartaba nada. Decía que la mayor parte de la vida surge en los planetas y allí reside. Sin embargo, se preguntaba:
“¿Acaso pudiera ver organismos que habitan en las profundidades del espacio interestelar, superficies o interiores de estrellas, o incluso otros objetos cósmicos incluso más exóticos?”
Es tan difícil responder a esa pregunta como a tantas otras que, con nuestra actual ignorancia, es imposible dar respuesta. Si evolucionamos hasta seres de pura energía, podríamos estar en cualquier parte del universo.
Los seres vivos tal y como los conocemos, necesitan de la materia para reproducirse y, por lógica, se deben asentar en aquellos lugares que, estando presente la energía, puedan reproducirse en un tiempo prudencial y adecuado a la especie de que se trate, y acorde con la complejidad del individuo que está surgiendo a la vida.
Claro que no podríamos negar y sí imaginar organismo desarrollándose en planetas con atmósferas que lentamente vayan alejándose en el espacio, permitiendo que los organismos se adapten gradualmente a unas condiciones cada vez más duras, hasta llegar a la adaptación total de un medio interestelar. Seres así podrían vivir casi en cualquier parte del universo.
¿Quién sabe sino estará al acecho? ¿No sabemos que inteligencia tendrán?
Como decía aquel… ¿No estaremos imaginando las sombras de enanos como presencia de gigantes?
Lo más probable, sin descartar nada, será una especie diferente de organismo interestelar mucho más posible: seres inteligentes de planetas parecidos al nuestro, pero que han trasladado su campo de actividad al volumen mucho más vasto del espacio interestelar.
Los seres, en nuestro lejano futuro tecnológico, deberán poseer capacidades que hoy en día ni siquiera podemos imaginar. Es verdad que el hombre moderno (nosotros), es casi idéntico al hombre de hace 50.000 años. Sin embargo, cuando pasen algunos millones de años, todo será distinto. Aparecerán nuevas formas humanas evolucionadas por pequeñas y paulatinas mutaciones encaminadas a sobrevivir en otros medios.
No puedo dudar de que tales sociedades futuras deberán dominar la materia y la energía de las estrellas y de las galaxias, y tendrán la sabiduría suficiente para explotar la radiación y la energía de los agujeros negros para
ponerla a su servicio.
Pensemos en el largo viaje que unos organismos hicieron para evolucionar del mar a la tierra firme. Ahora esos organismos que tienen su origen en las profundidades marinas, sólo se sientes “en casa” en la tierra, su nuevo medio conquistado a través de mil peripecias y peligros. De la misma manera, en el futuro, dejaremos la tierra firme para habitar en enormes ciudades volantes por las profundidades del universo, e innumerables mundos serán poblados con sociedades nuevas que llenarán de ruidos el ahora silencioso universo.
Esporas espaciales insensibles a la radiación pueden llegar hasta…
Las maravillas del universo son inagotables, y muy lentamente tenemos acceso a ellas. Hay lugares con tres soles de distintos colores: amarillo (como el nuestro), azul y verde, o blanco y rojo. Hay dos que casi se están tocando, sólo los separa una ligera y brillante materia cósmica que parece pura luz. Hay un mundo que tiene miles de lunas, y no muy lejos de él brilla un Sol que no es mayor que nuestro planeta Tierra. He podido ver un núcleo atómico de 3.000 m de diámetro que gira 160 veces por segundo. Hay soles que se desplazan por el universo a velocidades enormes y bacterias que escapan de las galaxias y vagan por el cosmos hasta encontrar un planeta donde instalarse. Las nubes de gas y polvo inundan los espacios entre las galaxias, y después de girar durante miles de millones de años, se juntan y forman nuevas galaxias de estrellas y planetas.
También, quién sabe, pueden existir lugares fuera de nuestro universo (algunos científicos así lo creen).
Para nosotros, insignificantes criaturas de una grandeza enorme, el universo resulta pavoroso. Pero también fascinante y maravilloso. ¡Qué paradoja!
Mundos que ni podemos imaginar y, seguramente portadores de vida
Si, algo puede dar miedo y placer al mismo tiempo y, aunque parezca una paradoja, así es. Nos produce miedo su enormidad y nuestra ignorancia. Nos produce placer lo que vamos descubriendo y fascinación los misterios que encierra y a los que nuestra curiosidad y osadía no resiste la necesidad de desvelar.
No parece que nuestra evolución sea debida a senderos evolutivos predeterminados que conducían infaliblemente, desde formas simples, a lo que somos, al hombre; más bien, la evolución procede de un modo convulsivo, sin un plan determinado, y la mayor parte de formas de vida conducen a callejones sin salida en la evolución. Así se han extinguido tantas, y continuarán extinguiéndose. Esperemos que no estemos en la lista.
En realidad, somos el producto de una larga serie de accidentes biológicos. En la perspectiva cósmica no tememos razones de pero para pensar que seamos los primeros, que seremos los últimos o los mejores.
Sin embargo, esa seria de accidentes biológicos, ¿fueron fortuitos? Ya me gustaría poder responder a esta pregunta.
A lo que sí puedo responder es al hecho innegable de que, en lo más profundo de nuestro ser habita un ente superior, algo grande capaz de lo más sublime. ¿Puede algo así surgir de la nada?
Me gustaría estar en ese tiempo futuro en el que la ciencia es tan avanzada que tiene como reliquias antiguas teorías como la relatividad, la mecánica cuántica y la teoría de supercuerdas. ¿Qué maravillas no tendrán entonces?
La gente sencilla sí se interesa por los temas científicos, lo que ocurre es que en la niñez, en las escuelas, la enseñanza es muy deficiente, y cuando llegan a mayores, son unos incultos científicos que, de manera interesada, han sido dejados en la ignorancia por algunos.
Es penoso que el mundo nos sea desconocidos y, nuestra obligación es cambiar eso. Procuremos saber y tratar de que todos tengamos un mínimo de conocimientos sobre las cuestiones importantes de nuestro mundo y nuestro universo. Saber cuestiones básicas como el por qué brillan las estrellas, cómo se expande el universo y que la Tierra es una nave espacial que nos lleva en un viaje alrededor del Sol a 30 Km/s.
No puedo olvidar la fascinación que sentí (sin entenderlo) cuando vi por vez primera ante mis ojos E = mc2, su sencillez y la enormidad del mensaje que encierra, me dejaron totalmente sorprendido y al mismo tiempo, maravillado.
¡La masa y la energía son dos aspectos de la misma cosa!
Pues bien, lo mismo que me ocurrió a mí, seguramente le ocurrirá a muchos otros si les damos la oportunidad de conocer, de saber sobre las cosas que les rodea y con las que conviven, sin que tengan la menor idea de qué son y cómo funcionan. La gravedad, el electromagnetismo, las fuerzas nucleares… creo que todo esto, sin tecnicismos ni profundidades científicas, puede ser explicado para dar un conocimiento básico que, al menos, evite la actual ignorancia, y para conseguirlo, el único camino es la divulgación.
Comenzamos hablando del Amor que, al fin y al cabo, también es una manifestación producirda en las criaturas que el Universo creó para poder ser observado. De todas las maneras como de Amor ha ido la cosa, me despido con Gustavo Adolfo Becquer:
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¡Que es poesía!, Y tú me lo preguntas?
Poesía… eres tú.
Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso…, yo no sé
que te diera por un beso.
Bécquer
Dicen que los poetas hablan en voz baja para sí mismos, y, el mundo, los oye por casualidad. Lo que sí debe ser cierto es que, el mundo en el que viven, es un mundo distinto al de los demás mortales.
Emilio Silvera Vázquez
Ene
31
El Principio Holográfico de Gerard ´t Hooft
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
Comments (2)
https://youtu.be/mBw4dYy1_nA
A ellos, les digo, la verdad no sería literalmente nada más que las sombras de las imágenes.
Platón, La República (Libro VII).
Alegoría de la caverna.
El mito de la caverna de Platón“La alegoría de la caverna pretende poner de manifiesto el estado en que, con respecto a la educación o falta de ella, se halla nuestra naturaleza, es decir, el estado en que se halla la mayoría de los hombres con relación al conocimiento de la verdad o a la ignorancia. Así, los prisioneros representan a la mayoría de la humanidad, esclava y prisionera de su ignorancia e inconsciente de ella, aferrada a las costumbres, opiniones, prejuicios y falsas creencias de siempre. Estos prisioneros, al igual que la mayoría de los hombres, creen que saben y se sienten felices en su ignorancia, pero viven en el error, y toman por real y verdadero lo que no son sino simples sombras de objetos fabricados y ecos de voces.”
El Principio Holográfico
La Holografía a través de las eras:
Platón, el gran filósofo Griego, escribió una serie de “Diálogos” en los que resumió muchas de las cosas que había aprendido de su maestro, el filósofo Sócrates. Uno de los más famosos de estos Diálogos es la “Alegoría de la Caverna”. En esta alegoría, la gente está encadenada en una caverna por lo que solo pueden ver las sombras que se proyectan en los muros de la caverna por el fuego. Para esta gente, las sombras representan la totalidad de su existencia – para ellos es imposible imaginar una realidad que consista en otra cosa que no sean difusas sombras en el muro.
Sin embargo, algunos prisioneros podrían escapar de la cueva; salir a la luz del sol y contemplar la verdadera realidad. Cuando intentaran volver a la caverna y contar la verdad a los otros cautivos, serían tachados de locos.
Por supuesto, para Platón esta historia solo simbolizaba la lucha de la humanidad por alcanzar la luz y el conocimiento a través del razonamiento y la mentalidad abierta. Inicialmente todos nosotros somos prisioneros y el mundo tangible es nuestra caverna. Así como algunos prisioneros pueden escapar a la luz del sol, alguna gente puede acumular conocimiento y ascender en la luz de la verdadera realidad.
Ene
30
El asteroide Bennu
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
Comments (0)
Muestra de la NASA del asteroide Bennu que contiene un ‘caldo’ con los ingredientes de la vida.
En este fotograma de video, Jason Dworkin sostiene un vial que contiene parte de la muestra del asteroide Bennu que la misión Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador de Regolito (OSIRIS-REx, por sus siglas en inglés) de la NASA trajo a la Tierra en 2023. Dworkin es el científico del proyecto de la misión en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.Credit: NASA/James Tralie
Los estudios de las rocas y el polvo del asteroide Bennu que fueron traídos a la Tierra por la nave espacial de la misión Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Seguridad – Explorador de Regolito (OSIRIS-REx, por sus siglas en inglés) de la NASA han revelado moléculas que, en nuestro planeta, son clave para la vida, así como un historial de la existencia de agua salada que podría haber servido como “caldo” para que estos compuestos interactuaran y se combinaran..Noticias NASA
Ene
30
¡El mundo de lo muy pequeño!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Sin categoría ~
Comments (0)
No es fácil adentrarse en este universo de lo definitivamente pequeño, o incluso hablar de ello, exige un conocimiento muy profundo de las leyes de la Naturaleza que rigen el mundo y que no tenemos. Las fuerzas que encontramos allí determinan la forma en la cual se mueven las partículas pequeñísimas y también le dan sus propiedades por medio de unos mecanismos que no siempre llegamos a comprender.
“Estas ecuaciones están relacionadas con los campos eléctricos y magnéticos, y tienen otras aplicaciones prácticas como los motores eléctricos y los generadores eléctricos y explica su funcionamiento. Más precisamente, demuestra que un voltaje puede ser generado variando el flujo magnético que atraviesa una superficie dada.”
“La importancia de las ecuaciones matemáticas está en que permiten plantear y resolver innumerables problemas en diversas áreas: economía, ciencias sociales física, matemáticas, biología, ingeniería, química, astronomía, electrónica, aeronáutica, pero también ayudan a resolver problemas cotidianos.”
“Las ecuaciones de campo de Einstein relacionan la presencia de materia con la curvatura del espacio-tiempo. Más exactamente, cuanto mayor sea la concentración de materia, representada por el tensor de energía-impulso, tanto mayores serán las componentes del tensor de curvatura de Ricci.”
La ecuación fue descubierta a finales de los años 20 por el físico Paul Dirac, y juntó dos de las ideas más importantes de la ciencia: la mecánica cuántica, que describe el comportamiento de objetos muy pequeños; y la teoría especial de Einstein de la relatividad, que describe el comportamiento de objetos en movimiento rápido.
Por lo tanto, la ecuación de Dirac describe cómo las partículas como electrones se comportan cuando viajan a casi la velocidad de la luz.
Permite calcular los números primos por debajo de un número dado.
Por ejemplo, la ecuación de Riemann revela que hay 24 números primos entre 1 y 100.
“Los números primos son los átomos de la aritmética”.
“Son los números más básicos e importantes en el corazón del mundo de la matemática. Pero sorprendentemente, a pesar de más de 2000 años de investigación, todavía no los entendemos”.
Las ecuaciones matemáticas representan algunas de las leyes más complejas que gobiernan el Universo y todo lo que hay en ello. Se necesita años de experiencia para entender las ecuaciones más profundas y muchas de ellas son tan complejas que son difíciles de traducir a un lenguaje normal.
Para las personas alejadas de ese “mundo” son un galimatías matemático que pocos pueden entender a menos que sea uno de ellos, y, sin embargo, para apreciar realmente la solidez de la lógica de las leyes físicas, no se pueden evitar las matemáticas que es, el único lenguaje que pueden explicar aquello que no podemos decir con palabras. Desde siempre, he tratado de hablar de la Física como si de cualquier otra disciplina se tratara y, he procurado soslayar ecuaciones, teoremas y funciones modulares que aterran al lector no versado y, desde luego, no siempre he conseguido transmitir lo que quería decir.
Hacer un viaje al mundo de lo muy pequeño no resulta nada comprensible para nuestros sentidos que, acostumbrados a lo “pequeño” cotidiano, cuando se adentra en lo infinitesimal, allí, las cosas se comportan de manera muy distinta a la acostumbrada en nuestro mundo real.
Son fascinantes para los niños
Todos, cuando hemos sido pequeños, hemos tratado de imitar el mundo de los mayores con juguetes a escalas más pequeñas: cochecitos, un tren, grúas y camiones, piezas de madera en colores para construir figuras, piezas metálicas que nos daban la oportunidad de emplear la imaginación para construir mecanos y rústicos robots que sólo se movían con el impulso de nuestras manos, etc.
Ene
29
El Universo ¡Siempre el Universo!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
Comments (0)
Hay que prestar atención a las coincidencias. Uno de los aspectos más sorprendentes en el estudio del Universo astronómico durante el siglo XX, ha sido el papel desempeñado por la coincidencia: Que existiera, que fuera despreciada y que fuera recogida. Cuando los físicos empezaron a apreciar el papel de las constantes en el dominio cuántico y a explorar y explotar la nueva teoría de la gravedad de Einstein para describir el Universo en conjunto, las circunstancias eran las adecuadas para que alguien tratara de unirlas.
La teoría de Einstein nos habló del Cosmos de otra manera, él nos dijo cómo se curvaba la luz al pasar cerca de objetos masivos.
Para comprobarlo entró en escena Arthur Eddington; un extraordinario científico que había sido el primero en descubrir cómo se alimentaban las estrellas a partir de reacciones nucleares. También hizo importantes contribuciones a nuestra comprensión de la galaxia, escribió la primera exposición sistemática de la teoría de la relatividad general de Einstein y fue el responsable de verificar, en una prueba decisiva durante un eclipse de Sol, la veracidad de la teoría de Einstein en cuanto a que el campo gravitatorio del Sol debería desviar la luz estelar que venía hacia la Tierra en aproximadamente 1’75 segmentos de arco cuando pasaba cerca de la superficie solar, y así resultó.
Einstein y Eddintong en el jardín de la casa de éste último
Albert Einstein y Arthur Stanley Eddington se conocieron y se hicieron amigos. Se conservan fotos de los dos juntos conversando sentados en un banco en el jardín de Eddington en el año 1.930, donde fueron fotografiados por la hermana del dueño de la casa.
Placa tomada por Eddintong en Puerto Príncipe, en la que se corroboraba la predicción de Einstein de la Teoría de Relatividad General. La luz del Sol se curvaba en presencia de grandes masas.
Aunque Eddington era un hombre tímido con pocas dotes para hablar en público, sabía escribir de forma muy bella, y sus metáforas y analogías aún las utilizan los astrónomos que buscan explicaciones gráficas a ideas complicadas. Nunca se casó y vivió en el observatorio de Cambridge, donde su hermana cuidaba de él y de su anciana madre.
Eddington creía que a partir del pensamiento puro sería posible deducir leyes y constantes de la naturaleza y predecir la existencia en el universo de cosas como estrellas y galaxias. ¡Se está saliendo con la suya!
Estrellas en las Galaxias
Entre los números de Eddington, uno lo consideró importante y lo denominó “número de Eddington”, que es igual al número de protones del universo visible. Eddington calculó (a mano) este número enorme y de enorme precisión en un crucero trasatlántico concluyendo con esta memorable afirmación.
“Creo que en el Universo hay
15.747.724.136.275.002.577.605.653.961.181.555.468.044.717.914.527.116.709. 366.231.425.076.185.631.031.296
de protones y el mismo número de electrones.”
Este número enorme, normalmente escrito NEdd, es aproximadamente igual a 1080. Lo que atrajo la atención de Eddington hacia él era el hecho de que debe ser un número entero, y por eso en principio puede ser calculado exactamente.
Durante la década de 1.920, cuando Eddington empezó su búsqueda para explicar las constantes de la naturaleza, no se conocían bien las fuerzas débil y fuerte, y las únicas constantes dimensionales de la física que sí se conocían e interpretaban con confianza eran las que definían la gravedad y las fuerzas electromagnéticas.
La fuerza nuclear fue conocida después de que Eddington hiciera sus formulaciones sobre la Gravedad y el magnetismo.
Eddington, a las conocidas, las dispuso en tres grupos o tres puros números adimensionales. Utilizando los valores experimentales de la época, tomó la razón entre las masas del protón y del electrón:
mp / me ≈ 1.840
La inversa de la constante de estructura fina:
2πhc / e2 ≈ 137
Y la razón entre la fuerza gravitatoria y la fuerza electromagnética entre un electrón y un protón:
e2 / Gmpme ≈ 1040
A éstas unió o añadió su número cosmológico, NEdd ≈ 1080.
A estos cuatro números los llamó “las constantes últimas”, y la explicación de sus valores era el mayor desafío de la ciencia teórica.
“¿Son estas cuatro constantes irreducibles, o una unificación posterior de la física demostrará que alguna o todas ellas pueden ser prescindibles?
¿Podrían haber sido diferentes de los que realmente son?”
Funciones de onda del electrón en un átomo de hidrógeno a diferentes niveles de energía. La mecánica cuántica no puede predecir la ubicación exacta de una partícula en el espacio, solo la probabilidad de encontrarla en diferentes lugares. Las áreas más brillantes representan una mayor probabilidad de encontrar el electrón.
Esquema de una función de onda mono-electrónica u orbital en tres dimensiones.
Nunca ha resultado fácil hablar de las infinitesimales estructuras de lo muy pequeño y de sus comportamientos, allí residen los misterios de la materia y, con estas pequeñas estructuras están, en realidad, conformadas todas las estructuras macroscópicas como las galaxias y otras que en el Universo podemos contemplar. Todo lo grande está hecho de cosas pequeñas.
Repito:
“¿Son estas cuatro constantes irreducibles, o una unificación posterior de la física demostrará que alguna o todas ellas pueden ser prescindibles?
¿Podrían haber sido diferentes de los que realmente son?”
Esa Teoría que Einstein buscó durante los últimos años de vida, una Teoría que lo explicara todo. seguro que los físicos de otros mundos, también la persiguen sin descanso. ¿La alcanzará alguna inteligencia presente en el Universo?
De momento, con certeza nadie ha podido contestar a estas dos preguntas. Como ocurre con tantas otras, están a la espera de esa Gran Teoría Unificada o del Todo, que por fin nos brinde las respuestas tan esperadas y buscadas por todos los grandes físicos del mundo. ¡Es todo tan complejo! ¿Acaso es sencillo y no sabemos verlo? Seguramente un poco de ambas cosas; no será tan complejo, pero nuestras mentes aún no están preparadas para ver su simple belleza. Una cosa es segura, la verdad está ahí, esperándonos.
Esta es la estatuilla del premio Abel de las matemáticas
Ningún otro proyecto moderno de matemáticas tiene un alcance tan amplio, ha producido tantos resultados profundos y contado con tanta gente trabajando” como el programa Langlands. Se considera la Gran Teoría Unificada de las matemáticas.
Algunos artistas ven lo que, para otros, pasa desapercibido. Con los físicos pasa algo así, ellos ven cosas que, para la gente corriente… ¡No existen!
Para poder ver con claridad no necesitamos gafas, sino evolución. Hace falta alguien que, como Einstein hace 100 años, venga con nuevas ideas y revolucione el mundo de la física que, a comienzos del siglo XXI, está necesitada de un nuevo y gran impulso. ¿Quién será el elegido? Por mi parte me da igual quién pueda ser, pero que venga pronto. Quiero ser testigo de los grandes acontecimientos que se avecinan, la teoría de supercuerdas y mucho más.
Cuando lleguemos a comprender la Física que viene, podremos comprender, mucho mejor, nuestro Universo.
Igualmente, antes de pasar a otros temas, debo comentar que algunos físicos piensan que las constantes de la naturaleza son “reprocesadas” cuando la materia colapsa en una singularidad de densidad infinita, por ejemplo, cuando un universo cerrado colapsa y rebota a un estado de expansión, como fue sugerido por primera vez por John A. Wheeler. El universo colapsa en el Big Crunch y explota expandiéndose para formar un nuevo universo y comenzar de nuevo. Es la teoría del universo cíclico que, se renueva una y otra vez. Sin embargo, me queda la duda de que, si eso fuese así, ?surgiría la vida en esos otros universos? o, por el contrario tendría otras leyes y otras reglas.
Las imágenes que nuestras mentes pueden recrear, son tan ricas y bellas que, sin lugar a ninguna duda serán imágenes gravadas en lo más profundo de nuestro ser y que emergen, como mensajes llegados del espacio infinito, para recordarnos que, todo lo que podamos imaginar…¡Existe!
Mirando al cielo estrellado, o desde la orilla, la inmensidad del océano que se pierde en el horizonte, nos podríamos sentir insignificantes. Sin embargo, no es así como deberíamos mirarlo. He dicho algunas veces que todo lo grande está hecho de cosas pequeñas, y esa afirmación nos da la respuesta. Formamos parte de algo muy grande: el Universo, y, nosotros, somos la materia evolucionada hasta su más alto grado que, habiendo llegado a tener una Mente, tiene conexión directa con el Cosmos infinito al que pertenecemos y, ahora, sólo estamos en la fase de adaptarnos a su ritmo antes de que un día, finalicemos fundiéndonos con él, y, de esa manera, sí que formaremos parte real del Universo.
Estamos en un nivel de sabiduría aceptable pero insuficiente; es mucho el camino que nos queda por recorrer y, como dice Freund, la energía necesaria para explorar la décima dimensión es mis billones de veces mayor que la energía que puede producirse en nuestros mayores colisionadores de átomos. La empresa resulta difícil para seres que, como nosotros, apenas tenemos medios seguros para escapar del débil campo gravitatorio del planeta Tierra.
¿Cómo poder comparar nuestras fuerzas artificiales con las de la Naturaleza?
Energías de tal calibre, que sepamos sólo han estado disponibles en el instante de la creación del universo, en su nacimiento, en eso que llamamos Big Bang. Solamente allí estuvo presente la energía del hiperespacio de diez dimensiones, y por eso se suele decir que cuando llegue la teoría de cuerdas sabremos y podremos desvelar el secreto del origen del universo. A los físicos teóricos siempre les resultó provechoso introducir dimensiones más altas para fisgar libremente en secretos celosamente escondidos.
Puede que viajemos a esas dimensiones más altas en momentos especiales, o, teoricemos sobre la posibilidad de su existencia como hacemos con el gráfico de arriba que representa un modelo de manguera de un espacio-tiempo de dimensiones más altas de tipo Kaluza-Kleim donde la longitud, o mejor, la dimensión a lo largo de la longitud de la manguera representa el 4-espacio-tiempo normal, y la dimensión alrededor de la manguera representa la dimensión extra “pequeñas” (quizá escala de Planck). Imaginemos un “ser” que habite en este mundo, que rebasa estas dimensiones extra “pequeñas”, y por ello no es realmente consciente de ellas.
Si existen dimensiones más altas, nuestros sentidos primitivos, muy sujetos a lo terrenal, no pueden percibirlas y, necesitamos evolucionar para ver, lo que el Universo es. Aunque eso sí, es el mismo Universo el que nos tiene situados en esta fase “primitiva”, para él, el Tiempo cuenta de otra manera y, ha decidido que la evolución humana se produzca y desarrolle por el tiempo universal, el humano, es demasiado corto para tan gran empresa.
Según esa nueva teoría, antes del Big Bang nuestro Cosmos era realmente un Universo perfecto de diez dimensiones, un mundo en el que el viaje inter-dimensional era posible. Sin embargo, ese mundo deca-dimensional era inestable, y eventualmente se “rompió” en dos, dando lugar a dos universos separados: un universo de cuatro (el que podemos ver) y otro universo de seis dimensiones que, permanece oculto a nuestra percepción.
No tenemos que descartar que sea ese universo invisible, el de seis dimensiones, el que nos pueda sacar de apuro cuando llegue el momento, y, eso, amigos míos, sólo será posible si hemos evolucionado para poder hacerlo.
Todo lo anterior está muy bien pero, no olvidemos que dos son UNO, que un hombre solo está en mala compañía. La unión de dos partes contrapuestas alcanza la perfección. Si sabemos comprender eso… ¡Es posible que alcancemos los objetivos!
Emilio Silvera Vázquez