Mar
28
¿Nos arrepentiremos de crear la I.A.?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en I. A. ~
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La Inteligencia Artificial, dijo John McCarthy cuando acuñó el término en las conferencias de Darmouth de 1956, es: “…la ciencia e ingeniería de hacer máquinas inteligentes, especialmente programas de cómputo inteligentes.” Ese sentido no ha cambiado desde entonces. En cambio, las técnicas y aplicaciones de la Inteligencia Artificial son cada más variadas, profundas y sorprendentes. A pasos exponenciales inundarán nuestras vidas y pronto serán tan omnipresentes que apenas las percibiremos, como hoy nos sucede con la televisión, los modernos teléfonos móviles y el Internet que forman parte de nuestras vidas y, de alguna manera nos podríamos preguntar: ¿Qué haríamos sin todo esto?
Puede que vivamos en un mundo donde cada persona se conectará mentalmente con una red de ordenadores con miles de mentes pensantes también conectadas. O puede que las máquinas realicen todas las tareas para nosotros y nos permitan vivir con total lujo durante toda nuestra vida. Pero ¿qué ocurriría si las máquinas nos vieran como algo innecesario – o algo peor-? Si las máquinas llegan al punto donde se puedan reparar ellas mismas o incluso crear versiones mucho mejores, ¿podrían llegar a la conclusión de los humanos son simplemente una molestia? Realmente es un escenario que asusta. ¿Podría ser cierta la versión de Vinge del futuro? ¿Hay alguna manera de evitarlo?
He dado muchas vueltas a la IA y a la consciencia de los seres vivos. Las conclusiones a las que he podido llegar son que el pensamiento consciente debe involucrar componentes que no pueden ser siquiera simulados adecuadamente por una mera computación; menos aún podría la computación por sí sola, provocar cualquier sentimiento o intención consciente. En consecuencia, la mente debe ser realmente algo que no puede describirse mediante ningún tipo de términos computacionales. Sin embargo, noticias que llegan de nuevos descubrimientos te hacen dudar de hasta dónde podrán llegar esos “seres” artificiales creados por el hombre.
¿Llegaremos a construir replicantes que, como el replicante Geminoid DK sean físicamente idénticos a los seres humanos?, e incluso otros que, como Robonaut 2 que han salido de la Tierra en su primer viaje espacial; gracias a la fibra óptica incluso puedan llegar a sentir frío y calor, y, en general, ¿haremos infinidad de pequeñas máquinas capaces de hacer o imitar cualquier tipo de movimiento humano con total fluidez? Algunas de esas cosas ya se han conseguido. Pero siguen teniendo un nivel muy bajo de inteligencia, insuficiente como para que gocen de autonomía. Sin embargo…

De todas las maneras, no dejamos de insistir y queremos llegar a conseguir poder insertar los sentimientos en esos seres artificiales que cada día creamos con mayor perfección. ¿No somos conscientes del peligro que conlleva imitar a los humanos de esa manera? Las consecuencias son impredecibles y, como tantas otras cosas, cuando queramos darnos cuenta…será tarde.
Así se comienza y…. Así se finaliza
Investigadores europeos están desarrollando un software que dará a los robots la capacidad de aprender cuándo una persona está triste, feliz o enfadada. El proyecto Feelix Growing está uniendo sencillos robots que pueden detectar diferentes parámetros (expresiones faciales, voz y cercanía) para determinar estados emocionales. El objetivo del proyecto es desarrollar un robot que pueda servir a los humanos con necesidades especiales, como los enfermos y los ancianos mediante redes neuronales adaptables, el robot puede aprender la manera correcta de responder a las emociones de la gente a partir de la experiencia. Por ejemplo, si alguien tiene miedo, el robot puede aprender a cambiar su comportamiento para parecer menos amenazante. Si alguien parece feliz, el robot puede tomar nota mental (¿positrónica, espintrónica…?) de lo que logró esa respuesta. Y si alguien parece enfadado o solitario, puede darle una palmadita en la espalda, ofrecerle una bebida fuerte y decir: “No te preocupes, te mereces a alguien mejor”. Sólo podemos esperar que no se hayan olvidado de las tres leyes de Asimov.
Bien es verdad que no tenemos una comprensión científica de la mente humana. Sin embargo, esto no quiere decir que el fenómeno de la consciencia deba permanecer fuera de la explicación científica. Ya se están buscando caminos científicos para dar esa explicación del misterio más profundo (seguramente) del Universo. Y, a pesar de no conocer a fondo nuestra mente, ya estamos tratando de incorporar, a mentes artificiales lo poco que de ella sabemos. ¿No será una temeridad?
A su imagen y semejanza. La Geminoid F es la androide con apariencia femenina
Estamos en el camino: Prototipos al servicio de la sociedad, como una androide-enfermera, el robot-mayordomo para el hogar… Todo eso está a la vuelta de la esquina y, yo me pregunto: ¿Cómo será ese futuro nuestro?
La comprensión es, después de todo, de lo que trata la ciencia; y la ciencia es mucho más que la mera computación mecánico-electrónica. Sin embargo, parece que la realidad desmiente estos pensamientos y, podría llegar el momento en el que, la Inteligencia Artificial, alcance niveles preocupantes al dotar, a esos “seres” artificiales de pensar por sí mismos y, si me apuran, hasta de tener sentimientos.
¿Cuál es el campo de acción de la ciencia? ¿Son solamente los atributos materiales de nuestro Universo los que son abordables con sus métodos, mientras nuestra existencia mental debe quedar para siempre fuera de su alcance? ¿O podríamos llegar algún día a una comprensión científica adecuada del profundo misterio de la mente? ¿Es el fenómeno de la consciencia humana algo que está más allá del dominio de la investigación científica, o podrá la potencia del método científico resolver algún día el problema de la propia existencia de nuestro yo consciente?
Claro que, hacemos estas preguntas y, por otro lado, al ver todo lo que está pasando y todo lo que pretendemos hacer, cabría preguntarse: ¿Somos en verdad conscientes?
Sí, tenemos la facultad de meditar profundamente y, a través de esas meditaciones alcanzar un estadio de mayor “consciencia” y comprensión, un estado tal que nos puede llevar a una conexión tan real con el Universo que es como si viajáramos fuera de este mundo para visitar, ese otro mundo hecho de pura luz donde podríamos encontrar la sabiduría que necesitamos. ¡Falta nos hace!
Creo que se avecina un cambio importante, y, nuestros cerebros que forman parte del mundo material del Universo, tiene un ingrediente que aún no hemos llegado a comprender. Incluso con nuestra limitada comprensión actual de la naturaleza de este ingrediente ausente en nuestro saber, sí podemos empezar a señalar donde debe estar dejando su huella, y como debería estar aportando una contribución vital a lo que quiera que sea en que subyacen nuestros sentimientos y acciones conscientes. ¿Por qué tratamos de regalar ese don? El que no lo comprendamos no quiere decir que lo tengamos que dar y, menos, a “seres aerificiales” de cuya evolución no podemos responder.
Una visión científica del mundo que no trate de entender en profundidad el problema de la mente consciente no puede tener pretensiones serias de compleción. La consciencia es parte de nuestro Universo, de modo que cualquier teoría física que no le conceda un lugar apropiado se queda muy lejos de proporcionar una descripción auténtica del mundo que, nosotros (tan engreídos como siempre) queremos cambiar.
Claro que, todo conocimiento científico es un arma de dos filos. Lo que realmente hacemos con nuestro conocimiento científico es otra cuestión. Tratemos de ver hasta dónde pueden llevarnos nuestras visiones de la ciencia y la mente.
Pensemos que incluso en aquellos países afortunados donde hay una paz próspera y una libertad democrática, los recursos naturales y humanos son malgastados de formas aparentemente absurdas. ¿No es ésta una clara muestra de la estupidez general del hombre? Aunque creemos representar el pináculo de la inteligencia en el reino animal, esta inteligencia parece tristemente inadecuada para manejar muchos de los problemas a los que nuestra propia sociedad nos obliga a hacer frente.
Esta simple escena, en algunos lugares, resulta una maravilla
Pese a todo, no pueden negarse los logros positivos de nuestra inteligencia. Entre dichos logros se encuentran nuestras impresionantes ciencia y tecnología. En realidad, algunos de estos logros son alto cuestionables a largo (o corto) plazo, así lo atestiguan múltiples problemas medioambientales y un genuino temor a una catástrofe mundial inducida por las nuevas tecnologías traídas de la mano por nuestra moderna sociedad (aquí mismo, en éste foro, nos hicimos eco del temor de muchos sobre las consecuencias que podría traer el LHC) pero, y la IA ¿qué nos traerá?
Pero, no podemos mirar para otro lado sin ver que, nuestras tecnologías no sólo nos proporcionan una enorme expansión del dominio de nuestro yo físico sino que también amplia nuestras capacidades mentales mejorando en gran medida nuestras habilidades para realizar muchas tareas rutinarias. ¿Qué pasa con las tareas mentales que no son rutinarias, las tareas que requieren inteligencia genuina?
A veces me pregunto si podrían ser los Robots la respuesta. ¿No existe la posibilidad completamente diferente de una enorme expansión de una capacidad mental, a saber, esa inteligencia electrónica ajena que apenas está empezando a emerger de los extraordinarios avances en tecnología de ordenadores? De hecho, con frecuencia nos dirigimos ya a los ordenadores en busca de asistencia intelectual.
¿No os parece sorprendente que, de mecanismos como este podamos obtener información imposible por nuestros propios medios?
No me gustaría dejar el mundo en estas manos
Hay muchas circunstancias en las que la inteligencia humana sin ayuda no resulta nada adecuada para prever las consecuencias probables de acciones alternativas. Tales consecuencias pueden quedar mucho más allá del alcance del poder computacional humano; así pues, cabe esperar que los ordenadores del futuro amplíen enormemente este papel, en donde la computación pura y dura proporcione una ayuda incalculable para la inteligencia humana.
Pero ¿no cabe la posibilidad de que los ordenadores lleguen finalmente a conseguir mucho más que todo esto? Muchos expertos afirman que los ordenadores nos ofrecen, al menos en principio, el potencial para una inteligencia artificial que al final superará a la nuestra. Una vez que los robots controlados por ordenador alcancen el nivel de “equivalencia humana”, entonces no pasará mucho tiempo, argumentan ellos, antes de que superen rápidamente nuestro propio y exiguo nivel. Sólo entonces, afirman estos expertos, tendremos una autoridad con inteligencia, sabiduría y entendimiento suficientes que sea capaz de resolver los problemas de este mundo que ha creado la humanidad pero que no sabe ni está capacitada para regular en la adecuada forma.
Avanzamos en tecnología y no sabemos erradicar la inmigración del hambre
A todo esto señalan el rapidísimo crecimiento exponencial de la potencia de los ordenadores y basan sus estimaciones en comparación entre la velocidad y precisión de los transistores, y la relativa lentitud y poca sólida acción de las neuronas. De hecho, los circuitos electrónicos son ya más de un millón de veces más rápido que el disparo de las neuronas en el cerebro (siendo la velocidad de aproximadamente 109segundos para los transistores y de 103 segundos para las neuronas, y tienen una exactitud cronométrica y una precisión de acción que de ningún modo comparten las neuronas.
El Chip Intel Pentium tiene más de tres millones de de transistores en una “rodaja de silicio” del tamaño aproximado de una uña del pulgar, capaz cada uno de ellos de realizar 113 millones de instrucciones por segundo (no se si cuando esto escribo ya estará superado ese record).


Pueden apreciarse aquí, con el objetivo de 40x, las tres capas de células nerviosas que integran la corteza cerebelosa: capa molecular, capa de célula de Purkinje y capa granular. Nótese la diferente densidad y tamaño de las neuronas de cada una, destacando los grandes somas de las células de Purkinje, apreciables a mayor aumento en otra microfotografía (zona encuadrada en rojo)
Si hiciéramos caso de las afirmaciones más extremas de los defensores más locuaces de la IA, y aceptáramos que los ordenadores y los robots guiados por ordenador superarán con el tiempo (quizá en relativo poco tiempo) todas las capacidades humanas, entonces los ordenadores serían capaces de hacer muchísimo más que ayudar simplemente a nuestras inteligencias. Podríamos entonces dirigirnos a estas inteligencias superiores en busca de consejo y autoridad en todas las cuestiones de interés; ¡y finalmente podrían resolverse los problemas del mundo generados por la humanidad!
Pero parece haber otra consecuencia lógica de estos desarrollos potenciales que muy bien podría producirnos una alarma genuina. ¿No harían estos ordenadores a la largo superfluos a los propios humanos? Si los robots guiados por ordenador resultaran ser superiores a nosotros en todos los aspectos, entonces ¿no descubrirían que pueden dirigir el mundo sin ninguna necesidad de nosotros? La propia humanidad se habría quedado obsoleta. Quizá si tenemos suerte, ellos podrían conservarnos como animales de compañía, incluso podrían exhibirnos en museos para recordar a sus creadores.
Una piensa por sí misma gracias a su preparaci´çon y estudios, mientras que el otro está supeditado a los programas insertos en su mente positrónica…. ¿Quién es superior a quien?
Yo, como he dejado claro otras veces. Soy partidario de pensar que, una cosa es la Inteligencia Artificial y otra muy distinta es el pensamiento consciente, muy superior a aquella que trabaja sólo con los datos suministrados previamente, sin el poder de repentizar una solución que no esté en su programación. ¿Llegarán los robots algún día a pensar por sí mismos, como ahora lo hacemos nosotros?
La cuestión no es nada sencilla y plantea muchas variantes de entre las que, así, de momento, podríamos exponer aquí las siguientes:
- Todo pensamiento es computación; en particular, las sensaciones de conocimiento consciente son provocadas simplemente por la ejecución de computaciones apropiadas.
- El conocimiento es un aspecto de la acción física del cerebro; y si bien cualquier acción física puede ser simulada computacionalmente, la simulación computacional no puede por sí misma provocar conocimiento.
- La acción física apropiada del cerebro provoca conocimiento, pero esta acción física nunca puede ser simulada adecuadamente de forma computacional.
- El conocimiento no puede explicarse en términos físicos, computacionales o cualesquiera otros términos científicos.
Materia, energía, luz… para llegar a ser conscientes…. ¡Mucho más que simple computación!
Está claro que adentrarnos aquí a ciertas profundidades del pensamiento, no parece adecuado ni al momento ni al lugar, sin embargo, debemos pensar en que, la propia materia parece tener una existencia meramente transitoria puesto que puede transformarse de una forma en otra. Incluso la masa de un cuerpo material , que proporciona una medida física precisa de la cantidad de materia que contiene el cuerpo, puede transformarse en circunstancias apropiadas en pura energía (según E=mc2) de modo que incluso la sustancia material parece ser capaz de transformarse en algo con una actualidad meramente matemática y teórica.
De todas las maneras, por mi parte, me quedo con el punto tercero de los enumerados anteriormente, es un punto de vista más operacional que el anterior, puesto que afirma que existen manifestaciones externas conscientes (por ejemplo, cerebros) que difieren de las manifestaciones externas de un ordenador: los efectos externos de la consciencia no pueden ser correctamente simulados por un ordenador (creo).
Lo cierto es que cuesta pensar que, en el futuro, de los robots puedan surgir ideas y no sentimientos,,, ¡Precisamente ahí radica el peligro!
¿Permite la Física actual la posibilidad de una acción que, en principio, sea imposible de simular en un ordenador? La respuesta no está completamente clara, sin embargo, según creo, es que tal acción no computacional tendría que encontrarse en un área de la física que está fuera de las leyes físicas actualmente conocidas.
Claro que, en este simple comentario, no queda claro quien será el vencedor final: Fisicalismo frente a Mentalismo. Seremos tan estúpidos como para poder crear máquinas que nos superen en inteligencia hasta el punto de que puedan dominarnos.
Ahí queda la pregunta del título del trabajo flotando en el aire. ¿Quién la quiere contestar?
emilio silvera
PD.
Dar las gracias a Penrose por sus ideas.
Mar
27
¡Es tanto lo que no sabemos!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
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Como siempre nos pasa cuando no sabemos alguna cosa, nuestra imaginación se desboca y plantea mil y una solución de lo que podría ser. , nos ocurre con el Universo y los secretos que aún no hemos podido desvelar. Construimos modelos que nos den una satisfactoria explicación o al menos aceptable, buscamos remedio -no pocas veces poniendo “parches”- para cuestiones que no podemos explicar, y nos inventamos escenarios y situaciones que, tampoco sabemos si alguna vez podremos comprobar: materia oscura, agujeros de gusano, universos paralelos, gravedad cuántivca… ¡Cosas que intuimos pero que, no sabemos plasmar en hechos reales!
Abrir una ventana en el vacío espacial que nos lleve a otras galaxias en un tiempo corto
Cuando oímos la palabra hiperespacio todos pensamos en un lugar secreto, que no podemos ver, un camino que habría que encontrar mediante nuevas técnicas y nuevas energías, algo, más allá de nuestro “espacio normal” de tres dimensiones en el que nos movemos en nuestra vida cotidiana. Y, las ideas se pueden mezclar para confundirnos más, con espacios vectoriales lineales que pueden tener un infinito de dimensiones, como si fuera un espacio de Hilbert. Es como un túnel situado fuera de este mundo nuestro que nos puede llevar hacia regiones lejanas en la galaxia o, incluso, en otras galaxias y hasta en otro universo, sin tener que recorrer el espacio que de esos lejanos lugares nos separa.
Esa teoría que se desarrolla teóricamente en 11 dimensiones y que se opera con las matemáticas. Sin embargo, en el mundo real, en el Universo, sólo vemos tres dimensiones y el Tiempo.
“¿Existen dimensiones superiores? ¿Están los mundos invisibles más allá de nuestro alcance, más allá de las leyes corrientes de la física? Aunque las dimensiones superiores hayan históricamente cosa de charlatanes, místicos y de escritores de ciencia ficción, muchos físicos teóricos creen ahora, no solo que las dimensiones superiores existen, sino que además pueden llegar a explicar algunos de los más profundos secretos de la naturaleza. Aunque queremos aclarar que no existen evidencias experimentales de la existencia de dimensiones superiores, en principio, pueden llegar a resolver el problema esencial de la física: la unificación de todo el conocimiento físico a un nivel fundamental.”
Michio Kaku
¿Dónde, pues, ha de hallarse el universo hiperdimensional de la simetría perfecta? Ciertamente, no aquí y ahora; el mundo en que vivimos está lleno de simetrías rotas, y sólo tiene cuatro dimensiones, tres de y una temporal. La imaginación que nunca descansa, nos lleva a una en la cosmología, la cual nos dice que el universo supersimétrico, si existió, pertenece al pasado. Como nos decían los autores de la Teoría Kaluza-Klein, esas otras dimensiones se quedaron compactadas cuando el universo se desarrolló y, aunque son parámetros necesarios para las grandes teorías de cuerdas y supercuerdas… ¡No las vemos por ninguna parte!
Hace tiempo ya que buscamos esas otras dimensiones pero,,, ¿Dónde están? Dicen que esas dimensiones extra determina la forma de las partículas fundamentales.
La implicación de eso es que el universo tuvo que comenzar en un estado de perfección simétrica, desde el que evolucionó a este otro universo menos simétrico que conocemos y en el que vivimos. Si es así, la de la simetría perfecta sería la del secreto del origen del universo, y la atención de sus acólitos puede volverse con buenas razones, como las caras de las flores al alba, hacia la blanca luz de la génesis cósmica. Alguna vez hemos podido comentar aquí de aquella simetría primera, cuando todas las fuerzas de la naturaleza estaban unidas en una sola fuerza y, a medida que el universo se enfrió en los infiernos del big bang, aquella simetría se rompió, y se desgajó en las cuatro fuerzas que ahora conocemos y, algunos dicen que, se formaron las cuatro dimensiones que podemos ver y, otras, quedaron confinadas en el límite Planck. La simetría quedó rota para siempre.
emilio silvera
Mar
27
Somos materia evolucionada hasta el nivel de la consciencia
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y... ¿nosotros? ~
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De hecho, la Tierra ni se ve, es un grano de agua y roca perdido en una inmensidad. Sin embargo, en ese pequeño mundo, habitan miles de millones de criaturas que, en sus distintos habitats, siguen el curso que el destino les tenga reservado.
Una Galaxia es simplemente una pequeña del Universo, nuestro planeta es, una mínima fracción infinitesimal de esa Galaxia, y, nosotros mismos, podríamos ser comparados (en relación a la inmensidad del cosmos) con una colonia de bacterias pensantes e inteligentes. Sin embargo, toda forma parte de lo mismo y, aunque pueda dar la sensación engañosa de una cierta autonomía, en realidad todo está interconectado y el funcionamiento de una cosa incide directamente en las otras. ¡Ah! Nada es pequeño ni grande, las dimensiones son relativas y dependen del contexto en el que las podamos medir.
Se conoce como electrón a la partícula esencial más liviana que compone un átomo y que presenta la menor carga posible en lo referente a la electricidad negativa. Se trata de un elemento subatómico que se sitúa en torno al núcleo del átomo, formado por neutrones y protones.
Los electrones se encargan de establecer las atracciones existentes entre los átomos y producen, a través de su movimiento, corriente eléctrica en la mayoría de los metales.
El Protón: Se trata de una partícula subatómica con carga eléctrica positiva que, junto a los neutrones, forma el núcleo de los átomos. El número atómico del protón determina las propiedades químicas de dicho átomo.
Sí, en nuestro universo si algo cambia, muchas otras cosas serán distintas. Por ejemplo, si la carga del electrón, o, la masa del protón variaran en una pequeña fracción…. ¡Los ´átomos no se habrían formado, y, muchas de las cosas que vemos en el Universo no podrían existir, tampoco la vida!
Pocas dudas pueden caber a estas alturas del hecho de que poder estar hablando de estas cuestiones, es un milagro en sí mismo. Después de millones y millones de años de evolución, se formaron las conciencias primarias que surgieron en los animales con ciertas estructuras cerebrales de alta complejidad que, podían ser capaces de construir una escena mental, con capacidad semántica o simbólica muy limitada y careciendo de un verdadero lenguaje.
La conciencia de orden superior (que floreció en los humanos y presupone la coexistencia de una conciencia primaria) viene acompañada de un sentido de la propia identidad y de la capacidad explícita de construir en los estados de vigilia escenas pasadas y futuras. mínimo, requiere una capacidad semántica y, en su forma más desarrollada, una capacidad lingüística.
En un reciente estudio se ha demostrado que producimos nuevas neuronas hasta los 90 años
Los procesos neuronales que subyacen en nuestro cerebro son en realidad desconocidos y, aunque son muchos los estudios y experimentos que se están realizando, su complejidad es tal que, de , los avances son muy limitados. Estamos tratando de conocer la máquina más compleja y perfecta que existe en el Universo.
Si eso es así, resultará que después de todo, no somos tan insignificantes como en un principio podría parecer, y solo se trata de tiempo. En su momento y evolucionadas, nuestras mentes tendrán un nivel de conciencia que estará más allá de las percepciones físicas tan limitadas. Para entonces, sí estaremos totalmente integrados y formando parte, como un todo, del Universo que presentimos.
El carácter especial de la conciencia me hace adoptar una posición que me lleva a decidir que no es un objeto, sino un proceso y que, este punto de vista, puede considerarse un ente digno del estudio científico perfectamente legítimo.
Nuestra conciencia puede ser modificada por muchas razones, algunas externas y otras del propio pensamiento. No todos los seres conscientes manejan los mismos conceptos de moral y ética, sus experiencias y enseñanzas del medio donde creció, lo condicionan.
La conciencia plantea un problema especial que no se encuentra en otros de la ciencia. En la Física y en la Química se suele explicar unas entidades determinadas en función de otras entidades y leyes. Podemos describir el agua con el lenguaje ordinario, pero podemos igualmente describir el agua, al menos en principio, en términos de átomos y de leyes de la mecánica cuántica. Lo que hacemos es conectar dos niveles de descripción de la misma entidad externa (uno común y otro científico de extraordinario poder explicativo y predictivo. Ambos niveles de descripción) el agua líquida, o una disposición particular de átomos que se comportan de acuerdo con las leyes de la mecánica cuántica (se refiere a una entidad que está fuera de nosotros y que supuestamente existe independientemente de la existencia de un observador consciente.)
En el caso de la conciencia, sin embargo, nos encontramos con una simetría. Lo que intentamos no es simplemente comprender de qué manera se puede explicar las conductas o las operaciones cognitivas de otro ser humano en términos del funcionamiento de su cerebro, por difícil que esto parezca. No queremos simplemente conectar una descripción de algo externo a nosotros con una descripción científica más sofisticada. Lo que realmente queremos es conectar una descripción de algo externo a nosotros (el cerebro), con algo de nuestro interior: una experiencia, nuestra propia experiencia individual, que nos acontece en tanto que observadores conscientes. Intentamos meternos en el interior o, en la atinada ocurrencia del filósofo Tomas Negel, saber qué se siente al ser un murciélago. Ya sabemos qué se siente al ser nosotros mismos, qué significa ser nosotros mismos, pero queremos explicar por qué somos conscientes, saber qué es ese “algo” que nos hace ser como somos, explicar, en fin, cómo se generan las cualidades subjetivas experienciales. En suma, deseamos explicar ese “Pienso, luego existo” que Descartes postuló como evidencia primera e indiscutible sobre la cual edificar toda la filosofía.
Nunca será lo mismo que te describan un paisaje a poderlo ver con tus propios ojos. Las sensaciones son distintas, y, desde luego, si re lo cuentan tú le añades imaginación, si lo ves, estarás simplemente contemplándolo.
Ninguna descripción, por prolija que sea, logrará nunca explicar cabalmente la experiencia subjetiva. Muchos filósofos han utilizado el ejemplo del color para explicar este punto. Ninguna explicación científica de los mecanismos neuronales de la discriminación del color, aunque sea enteramente satisfactorio, bastaría para comprender cómo se siente el proceso de percepción de un color. Ninguna descripción, ninguna teoría, científica o de otro , bastará nunca para que una persona daltónica consiga experimentar un color.
El daltonismo es un problema genético que dificulta que la persona que lo sufre distinga ciertos colores. Este problema se debe a la falta o al mal funcionamiento de uno o más de un tipo de cono. Los conos son las únicas células capaces de captar el color y la luz y se encuentran en la retina.
En un experimento mental filosófico, Mary, una neurocientífica del futuro daltónica, lo sabe todo acerca del sistema visual y el cerebro, y en particular, la fisiología de la discriminación del color. Sin embargo, cuando por fin logra recuperar la visión del color, todo aquel conocimiento se revela totalmente insuficiente comparado con la auténtica experiencia del color, comparado con la sensación de percibir el color. John Locke vio claramente problema hace mucho tiempo.
Pensemos por un momento que tenemos un amigo ciego al que contamos lo que estamos viendo un día soleado del mes de abril: El cielo despejado, limpio y celeste, el Sol allí arriba esplendoroso y cegador que nos envía su luz y su calor, los árboles y los arbustos llenos de flores de mil colores que son asediados por las abejas, el aroma y el rumor del río, cuyas aguas cantarinas no cesan de correr transparentes, los pajarillos de distintos plumajes que lanzan alegres trinos en sus por el ramaje que se mece movido por una brisa suave, todo esto lo contamos a nuestro amigo ciego que, si de pronto pudiera ver, comprobaría que la experiencia directa de sus sentidos ante tales maravillas, nada tiene que ver con la pobreza de aquello que le contamos, por muy hermosas palabras que para hacer la descripción empleáramos.
La mente humana es tan compleja que, no todos ante la misma cosa, vemos lo mismo. Nos enseñan figuras y dibujos y nos piden que digamos (sin pensarlo) la primera cosa que nos sugiere. De diez personas solo coinciden tres, los otro siete divergen en la apreciación de lo que el dibujo o la figura les sugiere.
Esto nos viene a demostrar la individualidad de pensamiento, el libre albedrío para decidir. Sin embargo, la misma prueba, realizada en grupos de conocimientos científicos similares y específicos: Físicos, matemáticos, químicos, etc., hace que el de coincidencias sea más elevada, más personas ven la misma respuesta al problema planteado. Esto nos sugiere que, la mente está en un estado virgen que cuenta con todos los elementos necesarios para dar respuestas pero que necesita experiencias y aprendizaje para desarrollarse.
¿Debemos concluir entonces que una explicación científica satisfactoria de la conciencia queda siempre fuera de nuestro alcance?
La conciencia emerge de procesos que no siempre podemos controlar
¿O es de alguna manera posible, romper esa barrera, tanto teórica como experimental, para resolver las paradojas de la conciencia?
La respuesta a estas y otras preguntas, en mi opinión, radica en reconocer nuestras limitaciones actuales en campo del conocimiento complejo de la mente, y, como en la Física cuántica, existe un principio de incertidumbre que, al menos de momento (y creo que en muchos cientos de años), nos impide saberlo todo sobre los mecanismos de la conciencia y, aunque podremos ir contestando a preguntas parciales, alcanzar la plenitud del conocimiento total de la mente no será nada sencillo, entre otras razones está el serio inconveniente que suponemos nosotros mismos, ya que, con nuestro que podemos, en cualquier momento, provocar la propia destrucción.
Una cosa si está clara: ninguna explicación científica de la mente podrá nunca sustituir al fenómeno real de lo que la propia mente pueda sentir. ¿Cómo se podría comparar la descripción de un gran amor con sentirlo, vivirlo física y sensorialmente hablando?
Hay cosas que no pueden ser sustituidas, por mucho que los analistas y especialistas de publicidad y marketing se empeñen, lo auténtico siempre será único. Si acaso, el que más se aproximar, a esa verdad, es el poeta.
emilio silvera
Mar
27
Tan sencillo y tan complejo
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física Cuántica ~
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Nunca podremos dejar de maravillarnos ante las “cosas” que puede realizar la Naturaleza para conseguir sus fines. y, como dice Leonard Susskind, para comprender la realidad en sus niveles más elementales, basta con conocer el comportamiento de dos elementos: el electrón y el fotón. Todo el argumento de la Electrodinámica Cuántica gira en torno a un proceso fundamental:
¡La emisión de un único fotón por un único electrón!
Cuando el movimiento de un electrón es alterado súbitamente, puede responder desprendiendo un fotón. La emisión de un fotón es el suceso básico de la mecánica cuántica. Toda la luz visible que vemos, así como las ondas de radio, la radiación infrarroja y los rayos X, está compuesta de fotones que han sido emitidos por electrones, ya sea en el Sol, el filamento de una bombilla, una antena de radio o un aoarato de rayos.
Claro que, los electrones no son las únicas partóculas que pueden emitir fotones. Cualquier partícula eléctricamente cargada puede hacerlo, incluido el protón. Esto significa que los fotones pueden saltar entre dos protones o incluso entre un protón y un electrón. Este hecho es de enorme importancia para toda la ciencia y la vida en general. El intercambio continuo de fotones entre el núcleo y los electrones atómicos proporciona la fuerza que mantiene unido el átomo.
Sin estos fotones saltarines, el átomo se desharía y toda la materia dejaría de existir, y, no podemos olvidar que, también nosotros, los seres vivos… ¡Somos materia!
Decía que la Naturaleza hace las cosas más inverosímiles y de la manera más econ´çomica posible y, ha sabido crear esos objetos pequeñitos (infinitesimales como lo son las partículas subatómicas) que ha agrupado en familias. Los electrones son de la Familia de los Leptones y son fermiones, mientras que los fotones pertenecen a la familia de los Bosones. Los primeros no quieren estar juntos y se repelen cuando andan cerca los unos de los otros, mientras que los segundos, están encantados de la vida cuando se juntan muchos, de hecho, la Luz es un conjunto de fotones que, realmente, ilumina nuestras vidas.
Veamos el Efecto fotoeléctrico
El fenómeno del efecto fotoeléctrico es una forma de mostrar el carácter corpuscular de la radiación electromagnética al interactuar la radiación y la materia, para lo cual se requiere fotoconductividad que hace referencia al aumento de la conductividad eléctrica de la materia o en diodos provocada por la luz y la presencia del efecto fotovoltaico que implica una transformación parcial de la energía luminosa en energía eléctrica.
Para que ocurra el efecto fotoeléctrico descubierto por Heinrich Hertz en 1887 (Que Einstein desarrolló en su famoso trabajo de 1.905 que le valió el Nóbel de Física de 1.923), se observa la liberación de los electrones de enlaces de átomos y moléculas de la sustancia bajo acción de la luz: visible, infrarroja y ultravioleta; en sus experimentos halla un arco que se forma entre dos electrodos conectados a alta tensión alcanzando distancias mayores cuando se ilumina con luz ultravioleta que cuando se deja en la oscuridad.
Se caracteriza por:
La teoría clásica electromagnética no era capaz de explicar el efecto fotoeléctrico. Fue Einstein (1905) quien propuso la teoría corpuscular de la luz. Es decir, la luz está formada por partículas, llamadas fotones, cuya energía de cada fotón es
De esta manera, los electrones al estar ligados al metal con cierta energía
(función trabajo), podrán ser liberados siempre y cuando la energía del fotón incidente sea mayor que la función trabajo.
Einstein consiguió el Nobel de física por este descubrimiento
El experimento consiste en colocar una placa metálica en un recipiente de vidrio al cual que se ha realizado un vacío, existe otra placa que hace de colectar de partículas cargadas. Al hacer incidir un haz monocromático de radiación electromagnética se produce un desprendimiento de electrones de ella. Si se presenta una diferencia de potencial positivo entre el colector y la placa los electrones serán acelerados hacia él y se registrará una corriente: fotocorriente; sin embargo si se aplica un potencial negativo al colector, los fotoelectrones serán repelidos y llegarán solamente los que alcancen una energía mayor que el potencial.
La energía mínima necesaria para arrancar un electrón (trabajo de extracción) de una lámina de plata es 7,52 10-19 J.
Es así que ∅ es la energía mínima necesaria para que un electrón escape del metal.
Mar
26
Vacío, La Nada, Eternidad, Infinito… ¡No existen!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Mente ~
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Hay cosas que no podemos explicar y una de ellas es “el mundo” transpersonal de la Conciencia Humana en el que destaca algo de increíble aceptación como, por ejemplo, la capacidad de conexión de la mente humana. Han existidos tribus nativas que parece que eran capaces de comunicarse sin necesidad verse ni oirse. Así lo demuestran las vestimentas, edificaciones y los distintos aparatos y herramientas que utilizaban distintas tribus separadas por miles de kilómetros y que, en su rudimentario mundo, no tenían la posiblidad de comunicarse y menos de verse, incluso algunas, pudieron vivir no ya en lugares distintos y alejados, sino que lo hicieron en distintos momento del tiempo. Y, sin embargo, según todos los indicios, tribus enteras pudieron compartir, de alguna manera, información.
En Laboratorios de nuestros días, se ha demostrado que existen personas que muestran una capacidad para la transferencia espontánea de imágenes e impresiones, y, en especial, cuando tienen una estrecha relación afectiva y emocional con la otra persona.
De manera inexplicable, algunas imágenes, ideas y símbolos universales arquetipos, aparecen y reaparecen en la cultura de todas las civilizaciones, tanto modernas como antigüas, sin que los componentes de esas civilizaciones hayan tenido contacto alguno.
No sabemos hasta donde puede llegar el poder de nuestras mentes que, de alguna manera, está conectada con el Universo del que formamos parte y, esos hilos invisibles que nos mantiene a todos unidos…algo tendrán que ver en todos estos fenómenos ciertos y comprobados.
Objetos perdidos en el Tiempo que no todos tienen explicación. Sin embargo otros sí
3 Mapa de piri reis DATA:1513 Descubrimiento:1929
“Al verlo sabrás que es uno de esos mapas de América más antiguo pero lo raro es que el mapa fue hecho en 1513 ya sabemos que el descubrimiento de América fue en 1492 pero si se fijan en el mapa verán las islas Malvinas están en el mapa y estas fueron descubiertas en 1592 también los andes están representados a pesar de que todavía no se conocían igualmente en la parte de abajo hay una yama y a ese animal no se le reconoció hasta 1598 se ve también las costas del ártico y estas fueron descubiertas 800 años después.”
Cada día la Humanidad logra dar un paso más hacia terrenos antes desconocidos y hacia descubrimientos qu, hasta hace relativamente poco tiempo eran impensables que se pudieran alcanzar. Los descubrimientos actuales de los mayores logros alcanzados por la Conciencia humana nos vienen a recordar aquel pronunciamiento de Einstein:
“Un ser humano, es simplemente parte de un todo que llamamos Universo”.
Sí, por separado podemos ser una parte limitada en el espacio y en el Tiempo pero, unidos todos y enlazados como una cadena que recoge todos y cada una de las consciencias que aquí estuvieron presente a lo largo de los milenios…, podría ser posible pensar en una cierta conexión real con el pasado y que de alguna manera, tuviéramos una conexión mental con aquellos ancestros que nos dejaron sus conocimientos y experiencias que, de alguna manera, conservamos.
De los pueblos antiguos es mucho lo que tenemos que aprender: Los jardines colgantes de Bibilonia, el Faro de Alejandría, aquellas primeras ciudades de Sumeria, la Agricultura, la Alfarería, o, incluso el origen del lenguaje y de las matemáticas.
Sí, mucho hemos hablado aquí de la maravilla que el cerebro humano es, de la inmensa complejidad que está presente en en él, de lo mucho que sensorialmente podemos esperar de un objeto que tiene tantas neuronas como estrellas tiene nuestra Galaxia y, nos extraña y fascina que una estructura así, haya podido surgir a partir de la “materia inerte” que, posiblemente, no sea tan inerte como nuestra ignorancia nos lleva a pensar.
Sí, es cierto que hemos podido llegar hasta adquirir una cierta comprensión que, de ninguna manera, lo puede explicar todo. Sin embargo, si repasamos todos los enigmas (los innumerables enigmas) que en la Ciencia podemos encontrar, nos podamos percatar que, en el fondo de los mismos subyacen las respuestas que buscamos y que, nuestras mentes, son las herramientas fundamentales para lograrlo.
¿Tiene memoria el Universo? El Universo tiene y conserva (como ocurre en la Tierra), las reliquias de su pasado. A lo largo y a la ancho del Cosmos podemos encontrar muestras de objetos que nos cuentan lo que antes pasó en el Universo. Una supernova es el momento de la explosión de una estrella masiva, debido a que la presión para mantener todos los átomos nucleares es insostenible. “La simetría es la armonía de posición de las partes o puntos similares unos respecto de otros, y con referencia a un punto, línea o plano determinado. Una estrella tiene forma esférica, por lo tanto se espera que si la explosión es en todas las direcciones, su remanente también presente la misma apariencia simétrica. Sin embargo los remanentes de las supernovas no son simétricos. Una posible causa de asimetría en remanentes de supernovas consiste en la variación de masas de los elementos de la estrella. Todo eso, lo podemos saber al leer en la memoria del Universo que nos dejó bien grabado (en este caso) en la Nebulosa del Cangrejo, lo que pasó.
Si observamos el Universo como un todo, podemos localizar que en él se manifiestan correlaciones bien afinadas que desafían todo lo que nos dicta nuestro sentido común. Unas de esas correlaciones pueden estar situadas en el nivel cuántico, donde, cada partícula que haya ocupado alguna vez el mismo nivel cuántico de otra partícula permanece relacionada con ella, de una misteriosa manera no energética.
La biología cuántica está emergiendo como una nueva comprensión de la vida.
Fenómenos como estar en un lugar y aparecer inmediatamente en otro, o estar en dos sitios a la vez, o transmitir información a una velocidad mayor que la velocidad de la luz son hechos que se explican en base a la física cuántica.
¿Qué es la biología cuántica?
De una manera simple diríamos que es explorar el límite de lo que se conoce. Si bien hoy hay mucho de especulación, de continuar creciendo la biología cuántica podría revolucionar el mundo de la biomedicina y la biotecnología.
Sabemos que, la teoría de la evolución post-darwiniana y la biología cuántica descubren enigmáticas correlaciones similares en el organismo y entre el organismo y su entorno. Todas las correlaciones que salen a la luz en las investigaciones más avanzadas sobre la conciencia vienen a resultar igual de extrañas: tienen la forma de conexiones temporales entre la conciencia de una persona y el cuerpo de otra.iaAl parecer, las redes de conexiones que constituyen un Cosmos Evolutivo Coherente, para el enmarañamiento cuántico, para la conexión instantánea entre organismos y entornos y entre las conciencias entre distintos e incluso distantes seres humanos, tienen una única explicación, que es la misma en todos los casos.
¿Será posible que, además de materia y energía, en el Universo pueda existir algún otro elemento muy sutil, aunque no por eso menos real: información en forma de “in-formación” activa y efectiva que puede conectar todas las cosas presentes en el espacio-tiempo, de manera tal que, exista una especie de memoria en el Universo que, cuando ahondamos en la observación y el estudio, allí se nos aparece y la podemos “ver” tan real como podemos ver.
Algunos dicen que; “Las interacciones en los dominios de la Naturaleza, así como en los de la Mente, están medidas por un campo fundamental de información en el corazón del Universo”. Así, todo el Universo es un contenedor de información dinámico que evoluciona y acumula más información a medida que el tiempo transcurre y su dinámica “viva” no deja de crear para que nada permaneza y todo se transforme.
Arriba contemplamos a la Nebulosa de Orión (cuyo material una vez, formó parte de una estrella masiva) y, se trata de una enorme nube de turbulencia del gas, con una formación de hidrógeno, que es iluminada por brillantes estrellas jóvenes y calientes, incluyendo una estrella llamada Trapezium, que están en vías de desarrollo dentro de la nebulosa. Esa es la dinámica a que antes me refería y que, en el Universo está presente de mil formas distintas.
Pero claro, el Universo es grande y complejo, muchas son las cosas que de él desconocemos, y, si nos preguntamos, por ejemplo, ¿qué es el vacío cuántico? podemos responder conforme a la información que actualmente tenemos pero, ¿es la respuesta la adecuada?
El espacio, la materia, el Tiempo, la energía
El concepto de espacio-tiempo como medio físico lleno de energía virtual fue emergiendo gradualmente a lo largo del siglo XX. Al comienzo del siglo se pensaba que el espacio estaba ocupado por un campo energético invisible que producía rozamiento cuando los cuerpos se movían a través de él y ralentizaba su movimiento. Todos conocemos eso como la Teoría del Éter Lumínico o Luminífero. Cuando ese rozamiento no se pudo detectar con el experimento de Michelson-Morley, el éter quedó rechazado de la imagen del mundo físico. Sin embargo, se cree que algo permea todo el espacio.
Es cierto que, nuestra inmensa intuición nos lleva a pensar que, en el Universo, existen muchas cosas que no comprendemos, otras muchas que ni sabemos que están ahí y, sin embargo, de alguna manera, las presentimos y, de vez en cuando, sí que podemos pensar en ellas, en cosas que aún no siendo conocidas, algo dentro de nosotros nos dice que están ahí, esperando que las descubramos.
Sí, hemos sabido crear ecuaciones que expresan la Naturaleza, y, también, tuvimos la intuición de saber de qué estaban hechas las cosas. Con el paso del Tiempo, las mentes humanas han podido desvelar algunos secretos que el Universo escondía celosamente. Sin embargo, son muchos más los que nos quedan por descubrir. Es decir, las preguntas siguen siendo muchas más que las respuestas.
¿Vacío? Lo que llamamos vacío está lleno… ¡siempre hay! La Nada, la Eternidad y lo infinito… ¡No existen!
Pero, el tiempo pasa y los conocimientos avanzan, y, se llegará a demostrar que, el vacío cósmico estaba lejos de ser espacio vacío. En las Teorías de Gran Unificación (GUT) que fueron desarrolladas durante la segunda mitad de ese siglo XX, el concepto de vacío se transformó a partir del espacio vacío en el medio que transporta el campo de energías de punto cero que, son energías de campo que han demostrado estar presentes incluso cuando todas las formas clásicas de energía desaparecen: en el cero absoluto de temperatura. En las teorías unificadas subsiguientes, las raíces de todos los campos y las fuerzas quedan adscritas a ese mar de energía misterioso denominado “vacío unificado”.
Los solitones son ondas que aparecen en medios no lineales y se comportan como “partículas” al mantener su forma y velocidad al propagarse, incluso tras interaccionar con otros. Los solitones brillantes (oscuros) son resultado de un exceso (defecto) en la densidad del medio; son muy robustos porque resultan del tira y afloja de dos efectos opuestos, la dispersión y la no linealidad. Se publica en Nature la observación de solitones oscuros en un gas cuántico ultrafrío de átomos de litio-6 (fermiones) con interacción fuerte. Lo sorprendente del nuevo trabajo de físicos del MIT (Cambridge, Massachusetts, EEUU) es que la velocidad de propagación de estos solitones oscuros difiere de las predicciones teóricas para superfluidos con interacción débil en un factor de hasta 20, lo que indica que aún no entendemos bien el régimen de interacción fuerte. Quizás herramientas de la teoría de cuerdas aplicada a gases de Fermi permitan aclarar esta cuestión.
También, allá por los años sesenta, Paul Dirac demostró que las fluctuaciones en los campos fermiónicos producían una polarización de vacío, mediante la cual, el vacío afectaba a la masa de las partículas, a su carga, al spin o al momento angular. Esta es una idea revolucionaria, ya que, en este concepto el vacío es más que el continuo tetradimensional de la Teoría de la Relatividad: no es sólo la geometría del espacio-tiempo, sino un campo físico real que produce efectos físicos reales.
La interpretación física del vacío en términos del campo de punto cero fue reforzada en los años 70 , cuandoPaul Davis y William Unruth propusieron la hipótesis que diferenciaba entre el movimiento uniforme y el acelerado en los campos de energía de punto cero. El movimiento uniforme no perturbaría el ZPF, dejándolo isotrópico (igual en todas las direcciones), mientras que el movimiento acelerado produciría una radiación térmica que rompería la simetría en todas las direcciones del campo. Así quedó demostrado durante la década de los 90 mediante numerosas investigaciones que fueron mucho más allá de la “clásica” fuerza Casimir y del Desplazamiento de Lamb, que han sido investigados y reconocidos muy rigurosamente.
De las Placas Casimir ¿que podemos decir? es bien conocido por todos que dos placas de metal colocadas muy cerca, se excluyen algunas longitudes de onda de las energías del vacío. Este fenómeno, que parece cosa de magia, es conocido como la fuerza de Casimir. Ésta ha sido bien documentada por medio de experimentos. Su causa está en el corazón de la física cuántica: el espacio aparentemente vacío no lo está en realidad, sino que contiene partículas virtuales asociadas con las fluctuaciones de campos electromagnéticos. Estas partículas empujan las placas desde el exterior hacia el interior, y también desde el interior hacia el exterior. Sin embargo, sólo las partículas virtuales de las longitudes de onda más cortas pueden encajar en el espacio entre las placas, de manera que la presión hacia el exterior es ligeramente menor que la presión hacia el interior. El resultado es que las placas son forzadas a unirse.
También aparecen otros efectos, algunos científicos han postulado que la fuerza inercial, la fuerza gravitatoria e incluso la masa eran consecuencia de interacción de partículas cargadas con el ZPF. Es todo tan misterioso.
Debido a que el Universo es finito, en los puntos críticos dimensionales, las ondas se superponen y crean ondas estacionarias duraderas. Las ondas determinan interacciones físicas fijando el valor de la fuerza Gravitatoria, la Electromagnética, y las fuerzas nucleares Débil y Fuerte. Estas son las responsables de la distribución de la materia a través del Cosmos pero, a quién o a qué responsabilizamos de esa otra clase (hipotética) de materia que, al parecer está por ahí oculta. ¿Tendrá, finalmente el vacío algo que ver con ella?
Sí, en el Universo resulta que están presentes misterios que no podemos explicar. El Observatorio de rayos X Chandra, el tercero de los grandes observatorios de la NASA, ha descubierto un excepcional objeto según la página web de la propia NASA, y, de la misma manera, hay descubrimientos recientes que confirman la presencia de ondas de presión en el vacío. Utilizando el Observatorio de rayos X Chandra, los Astrónomos han encontrado una onda generada por el agujero negro supermasivo en Perseus, a 250 millones de años luz de la Tierra. Esta onda de presión se traduce en la onda musical Si menor. Se trata de una nota real, que ha estado viajando por el espacio durante los últimos 2.500 millones de años. Nuestro oído no puede percibirla, porque su frecuencia es 57 octavas más baja que el Do medio, más de un millón de veces más grande de lo que la audición del hombre puede percibir.
Sí resulta ser todo muy misterioso y, nosotros, que somos parte de este Universo, tambiñén lo somos. Recuerdos de la niñez y los Siete pecados capitales: Lujuria, Gula, Avaricia, Pereza, Ira, Envidia, Soberbia. Los siete pecados capitales son una clasificación de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas del cristianismo para educar a sus seguidores acerca de la moral cristiana.
Las Siete notas musicales: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La y Si Los nombres de las notas musicales se derivan del poema Ut queant laxis del monje benedictino friulano Pablo el Diácono, específicamente de las sílabas iniciales del Himno a San Juan Bautista. Las frases de este himno, en latín, son así: Ut queant laxis/Resonare..
Se dijo que Dios creó el mundo en siete días: Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo. Los siete cuerpos celestes que dieron lugar a estos nombres fueron la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y el Sol. En español, sábado procede de la fiesta hebrea “Sabbat” y domingo de la palabra latina “Dominus”, el señor…
Como veiz, imaginación no nos falta, tenemos de sobra y, cuando no sabemos explicar alguno de los muchos enigmas que en el Universo son, acudimos a la imaginación que se inventa lo que aquello pueda ser y, lo acomoda a nuestras conveniencias tratándo de darnos un poco de esperanza, y, para cuando la verdad de aquel misterio se puede desvelar…dónde estaremos.
emilio silvera