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No somos conscientes del peligro real que nos acecha

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Asteroides    ~    Comentarios Comments (0)

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LA CIENCIA DE LA SEMANA

La arqueología del futuro

 

Los ministros europeos se cargan su participación en la misión internacional para defendernos de los asteroides. La NASA puede seguir adelante

El proyecto AIM pretendía golpear una roca espacial para desviar su trayectoria.

 

                                       El proyecto AIM pretendía golpear una roca espacial para desviar su trayectoria.

Dentro de cien millones de años, cuando los delfines hayan evolucionado, hayan vuelto a conquistar la tierra firme y hayan reinventado la ciencia paleontológica, se quedarán de piedra al descubrir la razón de que una antigua especie inteligente se hubiera extinguido en las postrimerías del Antropoceno. En diciembre de 2016, según el calendario de los extintos humanos, un ministro de una potencia secundaria, llamado Luis de Guindos, había rechazado financiar la participación europea en el primer ensayo de defensa contra asteroides. La historia posterior fue larga y enrevesada, pero los delfines historiadores podrán reconstruirla con su ciencia avanzada. En el lenguaje delfínido, guindos se impondrá pronto como sinónimo de “desidia”. Pese al tonillo fantacientífico, el relato anterior se basa en hechos reales, como puedes leer en Materia.

El proyecto se llama Misión de Impacto en Asteroide (AIM en sus siglas inglesas; aim significa apuntar), y es una colaboración internacional que pretende atizarle un buen impacto al asteroide Didymos con una nave de la NASA llamada DART (dardo). La parte europea iba a consistir en vigilar al asteroide (en realidad un sistema binario) mientras la sonda de la NASA llegaba allí, y ayudar a registrar el impacto. Quizá la NASA pueda hacerlo sin la ayuda europea, o quizá la doctrina Guindos arruine la misión y allane el camino al futuro mundo de los delfines. Pequeñas decisiones pueden tener grandes efectos.

Resultado de imagen de Se aprueba la segunda parte de la misión Exomars

Pero no todo está perdido. La misma comisión Guindos que arruinó nuestra defensa contra los satélites decidió aprobar, de forma tal vez inesperada, la segunda parte de la misión ExoMars, pese a que su primera parte se dio de bruces contra el duro suelo marciano con gran aparato eléctrico y mediático. Si nos cae del cielo un asteroide, habrán pensado estos recortadores de Bruselas, mejor será ir sacando un billete para el planeta rojo, solo ida. Es lo que en nuestros días llamamos inteligencia política.

Reportaje de Prensa.

 


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